Partida Rol por web

Horus - II

La Máquina (Cap. V)

Cargando editor
24/04/2016, 13:48
Estel Highwater

Ya está avisada - susurró Estel en su cabello, tan bajo que nadie sino él fue consciente de ello - Haremos lo que sea necesario, Omar. Puedes contar con ello.

Había perdido la seriedad analítica con la que había hablado a Isabelle, a los demás. Esta seriedad era diferente, compartida, y sólo él la conocía. Era la seriedad de la guerra.

Cargando editor
25/04/2016, 10:25
Udjat

El interior del cilindro metálico que era la Máquina bullía de sentimientos.

Omar deshecho, sobrepasado en el suelo, rabiando, aún intentando asumir, aún intentando procesar. Nathan descompuesto por una realidad arrolladora que, sólo unos minutos antes, no era ni una probabilidad. Fadil frente a una Nefissa situada tras una pantalla, en un paisaje imposible, observándola ojiplático. Estel intentando conservar su proverbial pragmatismo, intentando bañar de cordura el surrealismo que la envolvía y que ya empezaba a invadirla. Sean arrodillado buscando una respuesta, ensimismado, imagen perturbadora donde las hubiera. Oliver sumido en una alucinación limpia y, sin embargo, más intensa que cualquiera que antes hubiera vivido bajo el efecto de alguna droga. Charlotte, concentrada ante una pantalla que freía por la estática, gritándole como si no fuera sólo tecnología, como si tuviera un alma. Y Mike, asiendo aún a Melyssa y a Samantha, tras tenderles las manos, ejecutando lo que parecía un ritual mágico.

La escena era tan impactante en conjunto, como caótica. Y, entonces, algo la rompió...

Cargando editor
25/04/2016, 11:21
Udjat

En la pantalla ante la que Mike había empezado ese extraño ritual agarrado a Mel a un lado, y a Sam al otro, empezó a desaparecer la nube de interferencias.

¿Miami...?

¿Habían conseguido conjurar por fin el lugar con su mente?

No tardaron en comprobarlo:

Notas de juego

Tras las interferencias, apareció lo siguiente:

Cargando editor
25/04/2016, 11:45
Udjat

Inmediatamente, la pantalla que Lottie estaba mirando con intensidad, empezó a parpadear y a formar la imagen de una mujer.

La mujer se estaba carcajeando, y le costó varios segundos recobrar la compostura.

Algunos de ellos la reconocieron cuando la imagen se consolidó del todo: Samantha, Fadil, Oliver y Nathan.

Era Yasmin, la secretaria personal de William Stevenson.

Cargando editor
25/04/2016, 16:24
Omar Echenique

Se puso en pie. Lentamente. Seguía pálido pero estaba decidido. Aquello no era algo que solo los afectara a ellos. Inocentes, terceros, personas como su hermana pequeña podían verse afectados por aquella lucha. Si esas eran las reglas de juego, las asumía.

-Lo sé Estel, lo sé -dijo en voz alta-. Y te juro que se arrepentirán si le hacen algo a mi hermana. Como dice Estel, Enara es mi hermana pequeña. Está en un internado de Suiza. Antes de venir a Egipto, pasamos por su colegio. Había recibido una llamada del director, declarando que algo había ocurrido. Un extraño episodio donde mi hermana me llamaba de forma constante, sin que fueran capaces de despertarla. La sometieron a diferentes pruebas médicas sin que nada pareciera anómalo. En principio, nada preocupante, pero dado que mis padres están de viaje, me pidieron acudiera a Zurich. Así lo hicimos ambos. Fui muy consciente de que algo ocurría. Su habla no era la habitual, tuvo rápidos cambios de conducta y carácter y hubo algo más, algo que ni siquiera quise comentar con Estel, porque ni yo mismo pude creer lo que veía, lo que percibía, lo que intuía. Tras su mirada, tras su ojos, alguien parecía ocultarse. Alguien que reaccionó ante tu ankh, Estel, cuando lo mostraste a Enara. Sé que lo que digo suena a locura, pero acaban de avisarme que Enara ha desaparecido de su internado. Es más, no saben nada de ella desde que fuimos a Zurich, y pensaban que yo me la había llevado conmigo -explicó a los demás. 

No hubo opción a decir nada más. Las pantallas parecían estar cambiando, volviéndose más nítidas y una carcajada rompió anticlimáticamente con las conversaciones, murmullos y palabras sueltas de los presentes. Omar se quedó mirando a aquella mujer que asomaba en la pantalla encarada a Lottie.

Cargando editor
25/04/2016, 19:53
Mike Yaddow

Al principio no sucedió nada, pero cuando las mentes de "las tres gemelas" comenzaron a conectarse entre sí entonces la pantalla cambió. Mike no podía creérselo, soltó sus manos y señaló las imágnes.

-¡Lo conseguimos! ¡Eso es Miami! ¡Es Miami! -Abrazó a su hermana y a Sam por la cintura y comenzó a saltar de alegría.- ¡Es alucinante Sam, funciona con la mente! ¿Lo has visto? ¡Es alucinante!

¿Cuantas veces habían soñado con una tecnología así? Muchas. Y ahora la tenían delante, cierto era que debían seguir perfeccionando la técnica hasta poder controlar todo aquello pero habían dado un paso de gigante ya, en poco tiempo seguramente podrían controlarlo todo a la perfección solo había que concentrarse y mandar las órdenes adecuadas. Se dio la vuelta emocionado para compartir su hallazgo con el resto. Mike no podía calibrar del todo lo que estaba pasando, pero parecía que sus compañeros de encierro estaban rindiéndose al desánimo, Estel y Omar, Charlotte y Nathan... Y Sean gateaba por el suelo como si se le hubiera caído algo y lo estuviera buscando.

¿Llevará lentillas y se le habrá caído alguna al suelo?

Pero Mike no se iba a dar por vencido como ellos, ni tampoco iba a dejar que ellos lo hicieran, no sin luchar y oponer resistencia, debían permanecer juntos y buscar la manera de salir de allí. Ahora ya habían dado un gran primer paso. Se acercó al centro de la sala.

-¿Lo habéis visto? ¡Hemos conseguido ver Miami tan solo concentrándonos delante de una pantalla! Y... -Mike miró a Charlotte que había sintonizado algún tipo de programa de televisión, debía ser egipcio por las pintas de la presentadora.- ¡Y Charlotte también ha conseguido ver algo! Se que estamos en un marrón muy gordo pero podemos salir de esta ¿Vale? Solo necesito que seáis más positivos, de momento estamos vivos y tarde o temprano nos sacarán de aquí si es que no conseguimos hacerlo por nuestros medios. Ahora sabemos que esto funciona con la mente solo hay que averiguar la manera de utlizarla para salir de aquí. ¿Alguien llamó a la policía? -¿Como no se le había ocurrido a nadie? Si a pesar de todo lo de la mente no funcionaba del todo el método tradicional seguro que lo haría.- Bien esto es lo que voy a hacer, llamaré a la policía y les diré que nos abran la puerta, y por si acaso llamaré a la embajada de Estados Unidos en Egipto, si esta señora trabajó con los terroristas que atacaron a nuestros padres seguro que nos mandan a un grupo de Navy Seal y esos tíos saben bien lo que hacen van a coger a la vieja y al negro y llenarlos de plomo como no colaboren. Y después propongo que juntemos todos las manos y pensemos en abrir la puerta.

Mike sonrió seguro y satisfecho, ahora ya nadie tenía de que preocuparse, en un par de llamadas solucionaría el problema y después, cuando se hubieran recuperado del susto, volverían a montar una buena fiesta, eso sí no en aquel puñetero hotel, ni siquiera en Egipto a ser posible.

Cargando editor
25/04/2016, 20:49
Sean Dunne

¿Vicio?-alcanzó a decir Sean, viendo las imágenes de Miami en el monitor manipulado mentalmente por Mike, si es que tal locura era posible.

Las pantallas volvían a ser el centro de atención, así que Sean se olvidó de lo que estaba haciendo y se puso en pie. Había otro monitor en funcionamiento, el que estaba viendo fijamente Lottie.

¿Una mujer? ¿Mi hermana está pensando en mujeres en un momento como este? No sabía que tenía esas preferencias... Si hasta tenemos hablado distendidamente sobre hombres y porqué ella no lograba conseguir un nov... aaaaaah...

Vale... Yo también quiero intentarlo. Voy a manipular con mi mente el monitor de las imágenes de Miami, para que pongan otra cosa... ¡Cambiamos de canal! ¡Monitor! ¡Yo te lo ordeno! ¡Enséñame a Enara!

Enara... Enara... Enara...-pensó con fuerza, sin saber que eso ya lo había hecho Lottie.

Puede que Sean fuese adoptado, y no tuviese la sangre atlante necesaria para "conectar" a nivel metafísico los monitores con sus pensamientos, como había hecho su hermana. O puede que ahora el monitor de Mike estuviese ocupado con sus cosas y no se pudiese manipular con la facilidad de una pantalla con interferencias.

Cargando editor
25/04/2016, 21:55
Estel Highwater

Estel se puso de pie a la par de Omar. Permaneció a su lado, hombro rozando con hombro, mientras él desgranaba la historia de la que habían participado y que no le habían contado a nadie. Ni siquiera, por lo que escuchaba, se la habían contado a ellos mismos. Cerró por un momento los ojos, invocando nuevamente aquel día y todas aquellas cosas que se habían sucedido, sintiendo una lenta e inexorable culpa por no haber hablado de ellas. Pero no era el momento de ceder ante los qué hubiera sido si, no. Era el momento de…

La carcajada anticlimática cortó sus pensamientos de cuajo. Estel abrió los ojos y los posó sobre la imagen de la mujer que comenzaba a aparecer frente a Lottie, a la cual se acercó tal como se acercó Omar. Los ecos de la risa de aquellos labios se mezclaban, aún más anticlimáticamente, con las imágenes de trajes de baño, flamencos y palmeras que por algún motivo inespecífico aparecían frente a los Yaddow y Samantha. Peor aún fueron los saltos de Mike, los cuales tuvieron la sutileza de una estampida de rinocerontes desmereciendo absolutamente la gravedad, fuerza y dolor de lo que acababa de contar Omar.

Estel sintió una ristra de deseos sucesivos, asociados vagamente con su sangre Roget. Arriarle una hostia en la cara al Yaddow. Realizarle un reimplante de lo que le habían quitado en la lobotomía. Contarle con todo detalle quiénes eran aquellos terroristas de los cuales tanto hablaba, y qué relación tenían con la gente que estaba allí encerrada con él, a ver si tenía cojones. Darle un rodillazo en esos mismos genitales a ver si se callaba de una puta vez. Meterle su cuadratura mental estereotípica estadounidense por donde jamás volviera a llegar ni el sol ni el vicio de Miami. Sin embargo, su mente había activado el pragmatic mode, y ni siquiera puso los ojos en blanco ante la diatriba de Mike.

- Yo percibí lo mismo, Omar. Incluso… vi, o creí ver, algunas cosas más – dijo, mirándolo. El subtítulo estaba claro. Yo tampoco lo pude creer. Lo lamento Quizás sean útiles para cuando salgamos de aquí. ¿En quién has pensado, Lottie, al enfrentarte a esta pantalla? – Estel acarició el hombro de la francesa, aquel del brazo no sujetado por Nathan – Si es que has pensado en alguien. ¿Alguno de ustedes la reconoce? – agregó, echando un vistazo primero a Omar, y luego a los demás para ver si alguno de ellos reaccionaba ante ella.

Lo que primero vio fue a Sean, que comenzaba a gritarle a su monitor que mostrara a Enara, y sintió una punzada de profundo cariño y orgullo por él. Estel miró a Omar, miró un largo momento al monitor al que intentaba coaccionar el Dunne, y luego suspiró internamente. Ese frente estaba cubierto; faltaba el siguiente. Se acercó al monitor de al lado, que no había sido utilizado pero que contenía estática, y tomó un par de segundos para ordenar su mente en un solo pensamiento. Un conjunto de dos frases, interconectadas, que comenzó a repetirse en palabras como un mantra en el vacío de su memoria.

- La forma de salida de esta máquina susurró, con voz y con mente, sin apartar los ojos de la estática La abertura de paso hacia su exterior.

Cargando editor
25/04/2016, 22:02
Charlotte Dunne

Gritó con todas las fuerzas mentales que tenía, si es que eso era posible. Pero la pantalla se obcecaba en mostrar aquella monótona niebla gris. Pero aún así, no quería dejar de pedirle al monitor que le mostrara a Enara. Solo de recordar su experiencia con Umayma y pensar que la pequeña podía estar cerca de esa bruja, se ponía enferma.

Sintió como alguien le agarraba de su brazo, y descubrió que era Nathan quien había venido a su lado. Su mirada era significativa, pero Lottie la ignoró, no quería distraerse de lo que estaba haciendo, de lo único que podía hacer en esos momentos. Le acariciaron la espalda y no tuvo que volverse para saber quién era, porque aquel gesto lo reconocía sin dudarlo. Nathan y Sean.

Mon Dieu! Tan desesperada parecía para…. Sí, lo estaba, no podía negarlo.

Respiró hondo y cerró los ojos, sintiendo ambas manos sobre ella ofreciéndole consuelo, compañía y tranquilidad, percibiendo a través de sus párpados la irritante niebla de la pantalla. La mano de Sean llegó a su nuca lentamente y Lottie supo que lo estaba preocupando. Tenía que tranquilizarse, por él, por todos. Volvió a respirar hondo, centrándose en ambos contactos, su realidad en esos momentos, todo lo demás estaba en su mente y podía controlarlo. Debía hacerlo.

Entonces, la voz de Omar llegó clara a ella, explicando lo que muchos de los presentes no sabían. Lottie conocía el principio de lo que contó, pero no el final. Lo desconocía. Abrió los ojos lentamente, sorprendida por la revelación de Omar. Sorprendida y dolida al mismo tiempo. Le habían dicho que no se preocupara, que ya le contarían. Pero no lo habían hecho. Y ella había supuesto que todo había ido perfectamente, cuando había sido todo lo contrario. Omar sabía el cariño que le tenía a la pequeña, si por ella fuera, la hubiera sacado de ese internado y llevado a París, pero sus padres nunca habían considerado correcto hablar con los Echenique sobre ese tema. ¿Por qué ni Omar ni Estel se lo habían contado? Si no cuando aún estaban con la pequeña, después, allí en Egipto, habían tenido tiempo suficiente para...

¡Oh! ¡Qué más da eso ahora! Lo importante es la pequeña, más ahora si cabe…

La pantalla seguía igual. Ya estaba claro que aquello no funcionaba así. Respiró hondo por tercera vez y se volvió para mirar a Nathan. No tenía palabras realmente, pero le sonrió y asintió-Gracias, ya estoy mejor-le susurró, aunque no era cierto del todo. Una tormenta de sentimientos en su interior casi no la dejaba respirar y se sentía inútil por ser incapaz de ayudar, de hacer algo.

Y, de repente, la pantalla en la que estaba Mike cobró vida. Música e imágenes aparecieron en ella y reconoció sin problemas las imágenes que estaba viendo. No en vano había consultado cosas de aquella ciudad antes de que los hermanos Yaddow llegaran a Paris para estar con Sean y con ella unos días antes de viajar juntos a Egipto. Y, como animada por esa pantalla, la suya comenzó a dar forma a una imagen femenina.

La sonrisa que le había dedicado a Nathan se disolvió cuando vio a aquella mujer riendo, anticlimáticamente al ambiente general que había en aquella sala y, particularmente, a los sentimientos de Lottie.

Lo supo en el instante en el que la miró, en el que se cruzaron sus miradas si eso era posible a través de un monitor pero, esa mujer la estaba mirando a ella. Y se estaba riendo de ellos. Lo supo a ciencia cierta cuando la risa paro y nada sucedió, salvo que la mujer seguía allí mirando, esperando, con una sonrisa irónica y divertida en sus labios. Era como una de esas conferencias que tenía de trabajo, salvo que ella no había podido descubrir donde estaba la maldita cámara por la que los habían estado espiando. Pero, ¿quién era? Árabe era, quedaba claro por su indumentaria, pero Charlotte no conseguía recordarla de sus días en Egipto. Hubiera esperado ver en todo caso a Umayma, pero la visión de esa mujer desconocida y que parecía conocerles perfectamente a ellos, la desconcertaba. No era lo que esperaba ver aparecer en esa pantalla.

El contacto de Sean desapareció entonces bruscamente de su espalda y lo escuchó hablar con Mike, pero no se volvió a mirarlos. No podía dejar de mirar a aquella mujer. Y un nuevo contacto retomó el lugar que había abandonado Sean, reconoció la voz sin mirarla y contestó automáticamente, sin pensarlo siquiera, sin retirar los ojos de aquellos marrones oscuros que reían ahora en silencio.

-En Enara... En la pequeña, Estel.

Y solo había una forma de saber sí lo que estaba pasando por su mente era cierto, aún arriesgándose a quedar como una loca de remate ante los demás.

-¿Quién eres y qué es lo que quieres de nosotros? ¿Dónde está la pequeña Enara?

Mientras preguntaba a la pantalla, su mano voló a buscar la de Estel en su brazo, pero no la encontró cerca, se habia alejado de ella, pero no sabía donde y, ahora, no quería retirar los ojos de aquella imagen. Si ahora saltaban anuncios, se le iba a caer la cara de vergüenza, pero si aquella mujer le contestaba no sabía cómo iba a reaccionar, porque después de todo lo que había pasado, que una desconocida viniera a reírse de ellos no le parecía lo más justo del Universo.

Cargando editor
25/04/2016, 23:35
Yasmin

La mujer en el monitor, Yasmin, se recostó en el respaldo del asiento en el que estaba, y amplió su sonrisa. Exactamente igual que uno hace en un teatro, o en un cine, ante una obra particularmente entretenida.

-Desde luego sois muy divertidos. ¿Os ha gustado el espectáculo...? ¡Que aparezca Miami! Y Miami aparece... ¡por el poder de la mente!

Volvió a troncharse de risa. Y paró en seco.

-Oh, lo siento... ¿debería ser solemne, o algo así...? ¡En un momento como éste! ¡Enara desaparecida! ¿Nefissa teletransportada...? ¡Y yo burlándome! Pooooobres víctimas inocentes....

Cargando editor
26/04/2016, 00:19
Udjat

Reconocéis sin problemas a Yasmin. De hecho, la habéis visto en el Hotel, además de haberla visto en NY, en el despacho de Will. La vísteis en la fiesta de Inauguración del SandCastle, haciendo de relaciones públicas, elegante y eficiente. Apenas cruzásteis entonces unas palabras con ella, pero fueron amables y no os hizo pensar en ningún momento qué clase de harpía se escondía tras esa fachada de mujer encantadora.

Cargando editor
26/04/2016, 00:26
Director

Reconoces sin problemas a Yasmin. De hecho, la has visto en el Hotel, además de haberla visto en NY, en el despacho de Will.

No sólo coordinando la llegada de los invitados, también la viste en la fiesta de Inauguración del SandCastle, haciendo de relaciones públicas, elegante y eficiente. Apenas cruzaste entonces unas palabras con ella, pero fueron amables y no te hizo pensar en ningún momento qué clase de harpía se escondía tras esa fachada de mujer encantadora.

Cargando editor
26/04/2016, 11:03
Nathan Morrison

Como era posible, en un momento de extraordinaria turbación, de caos generalizado, una risa, una simple carcajada podía poner orden, descorrer los pesados cortinajes de la incertidumbre y dar algo de proverbial luz a la irrealidad opaca que les envolvía. Y, sin embargo, así era. Solo una risa, ni una palabra hizo falta para que Nathan conectara las ideas que comenzaban a juntarse en su cabeza y a armar un puzzle mucho más definido. Las incógnitas seguían siendo incontables pero aún así, la búsqueda del bailarín de certezas, empezaba a tener sus frutos. Pilares sobre los que sustentar algo más que simples teorías. Palabras que apuntalasen otras palabras... hasta construir una verdad.

- Qué es est...? - la pregunta murió sin llegar a ser formulada. Nat estaba atónito ante lo que estaba sucediendo. El vídeo de lo que parecían los títulos de crédito de un antiguo programa de televisión, estática, tecnología que se controla con la mente, la imagen de aquella mujer exótica traída directamente desde el pasado... No podía culpar a Mike, Sean o el propio Oliver por desvariar. ¿Qué se consideraban desvaríos en aquel torbellino de incertidumbre? Sí, por la inexistente sensibilidad hacia el asunto de la desaparición de la hermana pequeña de Omar. 

Aquello empezaba a ser algo mucho más siniestro de lo que, habida cuenta, parecía en un primer momento. No se limitaba a aquel hotel, aquel laberinto subterráneo o aquella cámara de los horrores traída de otro mundo. Se trataba de una venganza personal y directa. Enara... un concepto tan ambiguo y, a la vez, tan absolutamente empatizable. Omar debía de estar destrozado. Estel lo protegía con fiereza emocional pero de buen grado Nat le habría ido a dar consuelo. Pero aquel binomio se conocían bien y los demás debían respetar la dinámica generada. Además, las pantallas había empezado a cobrar vida... más y más, conforme pasaban los minutos. Miami, Yasmin... Yasmin y su risa cruel.

Nathan sentía un fuego que no sabía controlar. Yasmin reía y reía a costa de aquellos que sufrían cuando era evidente que era ella y no el poder de la mente de nadie quién controlaba aquellas pantallas y, quien sabe, tal vez toda la maquinaria que los envolvía. Y lo peor es que los demás querían seguir creyendo en aquella posibilidad. Se aferraban a aquel clavo ardiendo del control telepático de la tecnología.

- ¡Parar...! - bramó Nathan. Oli bien lo sabía, el canadiense no perdía fácilmente los estribos y, cuando lo hacía, solía recluirse sobre sí mismo. No era habitual que estallara como lo acababa de hacer. - Es ella... ella es quién controla las pantallas no suestra mente. Yasmin. La secretaria personal de Will Stevenson. Al menos eso nos han hecho creer pero ahora mismo dudo mucho que sea cierto. Como poco será una verdad a medias.

Nat seguía junto a Lottie. La incredulidad que le provocaba todo aquello le había petrificado. Pero su propia ira había terminado de despertar a su cuerpo. Dio dos pasos y se encaró con la imagen en la pantalla.

- Yasmin... ¿qué es esto? ¿Qué estas haciendo con nosotros? Déjate de trucos y dinos qué pretendes.  ¿Realmente trabajas para William? ¿Dónde está Enara? ¡Habla!

La irritación de Nat le llevaba a lanzar preguntas cortas como una ametralladora. Probablemente no eran las preguntas más importantes o al menos no las mejores formuladas, pero el torrente de indignación aún debía seguir manando dentro de su cuerpo encendido.

Cargando editor
26/04/2016, 16:55
Yasmin

-Oh, oh... calma, calma.

La mirada de Yasmin era cáustica, casi tanto como su tono de voz. Chasqueó la lengua, negando, como se reñiría a un niño malo.

-Tch, tch, tch. ¡Cuanta violencia! Primero Charlotte, y ahora Nathan.

Les miraba a través del monitor, a todos ellos, divirtiéndose a ojos vistas con sus reacciones, tanto como con su dolor. Lo confirmó su siguiente respuesta.

-Eso, ¿dónde está Enara...? ¿qué hacer para saberlo? ¡Podríais arrodillaros todos, como antes Sean! O tiraros al suelo, o llorar un poquito. Umayma estaría encantada de verlo. Pero os he dado una pista muuuy buena. ¿Habéis visto a Nefissa...?

Se rió otra vez, mirando ahora directamente a Fadil de modo casi obsceno.

-¡Eso es! ¡Caliente, caliente...!

Cargando editor
26/04/2016, 21:49
Samantha Johnson

Se quedó un poco defraudada con la respuesta de Fadil, pues la idea de que su Udjat fuera una llave no era tan mala. Tal vez se había dejado llevar por los videojuegos o pelis que habían envuelto su infancia, porque actualmente no tenía apenas tiempo para disfrutar de sus frikadas. Quería preguntar más ya que puede que supiera algo. Pero estaba claro, y por supuesto que lo entendía, que la preocupación del egipcio estaba en Nefissa.

Sin moverse de su lado observó cómo aparecía un rodaje muy realista en la pantalla frente a Oliver. Había que valorar el esfuerzo en la puesta en escena, con muchos detalles hiperrealistas. Pero otra vez regresaba la sombra del viaje en el tiempo cuando Nathan habló. Quería creer que era posible, pero su lógica aún se aferraba con fuerza. Estaba dividida porque sabía que lo que Umayma había vertido en su mente era real. Tal vez por ello la voz de Mike puso unos gramos en la balanza a favor de la razón, y llamar a la policía no era mala idea.

Lo de Oliver la distrajo lo suficiente como para estar muy atenta a las llamadas que se sucedieron. Y no era para menos, eso de usar la mente era propio de un estado psicotrópico. Pero lejos de cualquier posibilidad, porque todos allí podían pensar y creer en muchas cosas, captó el pesar de Omar cuando se deslizó por la pared. Pronto fue consolado por sus conocidos ya que algo malo estaba pasando, al parecer más aún que su encierro.

De pronto la actitud de Fadil hizo que se fijara nuevamente en la imagen de la pantalla. Le costó reconocer a Nefissa, pero que estuviera escoltada por dos guardias armados no era buen presagio. Menos mal que era un reportaje, o eso quería pensar.

- Sí, Mike. Vi el blog -Arrugó el gesto dejando ver que no estaba muy de acuerdo con su contenido- Bueno, lo más cerca que el hombre ha controlado algo con la mente es a través de sensores acoplados al cerebro que interpretan la actividad cerebral y traduce los impulsos gracias a cables conectados al sistema muscular de la zona inutilizada. Como los que llevan los tetrapléjicos -Añadió para aclarar- Pero eso es normal.

Se encogió de hombros. De ahí a mover cosas con la mente había una gran diferencia, pero una vez más todo aquello distaba mucho de ser normal. Con un profundo suspiro quiso expulsar su inquietud por no entender lo que sucedía y nerviosismo por no encontrar aún una forma de salir de la extraña sala.

Al poco se aclaró quién era Enara, y es que no dejaba de aparecer más nombres. Lo importante es que pudo entender el tormento que amenazaba con zozobrar la mente de Omar, y dentro de lo malo era una suerte que no estuviera solo ante lo que parecía una mala noticia. Pero como era costumbre desde que habían entrado en la misteriosa sala, varios acontecimientos surgieron a la vez, y de repente se vio sujetando la mano de Mike para comprobar la teoría de la telepatía artificial volcando sus pensamientos en su hogar. Ahí es donde su lógica la llamaba idiota, pero dada las circunstancias...

Y sucedió. De imprevisto una de la pantallas pasó de la estática a varias imágenes de Miami. No era exactamente lo que había pensado, porque si algo era su hogar era la casa de Mike y Mel. Cada estancia de aquella casa era también suya, con recuerdos imborrables y favorablemente memorables. ¿Pero quién era para juzgar aquella locura mostrada en la mítico intro de la serie Miami Vice. ¡Joder si eran frikis!

- ¡Wow! No puede ser verdad -Y no obstante ahí estaba. Cuando la risa de una mujer la distrajo descubrió una cara familiar- ¿Yasmin? ¡Yasmin! -Primero incredulidad, luego rabia.

Mike estaba entusiasmado y lo mostró como nadie más podía hacer. Tal vez Sam podría superarlo, pero aún intentaba que la balanza no volcara. Sin pensarlo tomó la mano de Mel y la apretó con firmeza, con cariño.

- Esa es Yasmin, la secretaria de Will.

Con lo que había dicho anteriormente era fácil suponer el bando en el que se posicionaba, y aunque no le agradaba su aparición al menos podía arrojar algo de luz a la situación. Escuchó el desprecio tras la sorna y burla, y la revelación de que ella era la que controlaba las pantallas. Pero en realidad tan solo quería alargar la compleja tesitura en la que estaban añadiendo una pregunta, un nuevo acertijo. Miro a Nefissa, auténtico pavor en su cara.

- ¿Van a matarla? -Aquella no era realmente una pregunta y no iba dirijida a nadie. Tal vez la palabra clave era sacrificarla, pero eso implicaría que la balanza bajara un poco más del lado que no quería. Yasmin parecía centrada en Fadil, y, por si las moscas, dejó que alguna milagrosa lucecita se encendiera en la mente del egipcio. Había tiempo, esperaba, para recriminar a su Gran Hermana; pero en aquel momento percibió que su vigilante ponía a prueba a Fadil.

Cargando editor
27/04/2016, 05:19
Mike Yaddow

Mike negó con la cabeza ante la pregunta de Estel, no conocía de nada a aquella mujer y Charlotte que la había "sintonizado" pensando en la hermana de Omar, que al parecer había desaparecido, tampoco la conocía.
La mujer dejó de ser importante para Mike en el mismo instante que se enteró lo que sucedía con Omar. Se acercó hacia él y le puso con suavidad la mano sobre el hombro. Su cara de alegría de tan solo unos momentos atrás había mudado a una de circunspección ante la situación.

-Lo siento tío. En cuanto salgamos de aquí puedes contar con nosotros para encontrarla, no te preocupes, todo saldrá bien.

Y es que no había nada peor para Mike que tocaran a su familia, acababa de pasar por el mal trago de la desaparición de Mel y podía empatizar perfectamente con su compañero.
La voz de la mujer hizo que se girara hacia el monitor, sobre todo porque no parecía una presentadora de ningún programa sino que estaba hablando directamente con ellos y el tono no le estaba gustando nada. Nathan si parecía haberla reconocido, y por primera vez lo vio enfadarse y nervioso.

¿La secretaria personal de Will Stevenson?

Mike no pudo evitar que su mirada fuera directamente a cruzarse con la de Sam. ¿Que tenía que ver su jefe en todo esto? ¿Era alguna clase de broma, de cámara oculta que el ricachón había ideado? Pues a Mike no le hacía ni puñetera gracia y en cuanto saliera de allí todos los implicados se las iban a pagar de una manera u otra.
Las respuestas de Yasmin dejaron a Mike con más preguntas aún, sin lugar a dudas aquella mujer parecía burlarse de ellos, pero en un tono que llevaba implícito cierta crueldad, como si estuviera disfrutando del sufrimiento causado a unos y otros y eso junto a las sensaciones que había acumulado minutos antes le inquietaba.
Ante la intervención de Sam, Mike también volvió a mirar el monitor donde aparecía Nefissa. ¿Aquello era tan solo otro de esos escenarios de la broma? Había escuchado de ese tipo de experiencias, un grupo iba a una casa vieja y pasaban un fin de semana lleno de fantasmas, asesinatos, desapariciones, esto parecía algo similar pero a lo grande, como no podía ser de otra manera si estaba detrás el jefe de Sam. A pesar de todo seguía debatiéndose en su interior con la sensación de que todo aquello era algo más y que no conseguía deshacerse de ella. Despacio se dirigió al monitor donde recreaban aquella civilización maya, azteca o lo que fuera y puso atención a la pantalla, esta vez con verdadero interés, de todas formas se dio cuenta que ni siquiera sabía como era Enara.

-Omar. ¿Ves a tu hermana por aquí?

Cargando editor
27/04/2016, 10:27
Estel Highwater

Un brusco movimiento a su lado trató de reclamar su atención pero Estel, aún consciente de ello, no apartó su atención de su tarea. En Enara, había dicho Charlotte, pero si era correcto que aquello se conjugaba con la mente, ¿qué sentido tenía el rostro de la mujer desconocida? Porque Estel sabía, sabía, cuál era la apariencia que Enara podía adoptar de adulta, y no era aquella. Abrió los ojos cuando escuchó que la mujer comenzaba a hablar, confirmando su nueva hipótesis. Sin embargo, mantuvo la atención puesta en el monitor frente a ella, concentrándose en evitar que la ira no azotase las represas de su mente e inundase de nuevo, como lo había hecho con Fadil, todas las acciones de su cuerpo.

Escuchar que la mujer era la secretaria de Will Stevenson no ayudó demasiado. Tampoco ayudó la respuesta de Yasmín, a partir de la cual todo se transformó en un vórtice de pensamientos y emociones. Imágenes bombardearon su mente una tras otra, sucedidas como en el rollo de una cámara analógica. Nefissa, su rostro de terror y los guardias. El esplendor y el movimiento de aquella versión, real y holográfica, de Chichén Itzá. El rostro de su padre, una mano en la suya, y ¿ves aquel lago, Estel? Se llama Cenote Sagrado, y allí se arrojaban los sacrificios. La voz de Samantha y ¿van a matarla? El rostro de una Enara atemporal, seguridad y resignación y fatalidad y agua, el lago o un lago, algo parecido a un lago, y os he dado una pista muuuuuy buena, y…

Estel abrió los ojos, exhalando una larga respiración vacía, agitada. En sus brazos y en su nuca tenía la piel de gallina, y trató de dominar con mano de hierro aquello que sentía, algo que no había sentido desde el momento en el cual había dado aquel paso fatídico sobre los escombros. El hombro ya curado y completo comenzó a dolerle como si la herida fuera nueva, inmediata, pero no le dio importancia. No era el momento.

Levantó la cabeza y se dirigió primero hacia donde estaba la pantalla de Nefissa. Mike decía, ¿ves a tu hermana por aquí?, y Estel conminó todo a su memoria como lo hacía a la materia con su cámara. Luego, caminó hacia la pantalla donde estaba Yasmín. Su brazo rozó el de Omar cuando se detuvo a su lado, como si necesitara el contacto para anclarse, o para obtener fuerza.

- ¿Por qué no nos dejas salir, entonces, en vez de sólo mirarnos a través de los monitores? – preguntó, dirigiendo la mirada hacia Yasmín. Su voz, curiosamente, no tenía ninguna inflexión particular – Debe ser más interesante percibir nuestro infortunio cara a cara, Yasmín, amén de más intensa nuestra impotencia si no nos limitamos a ver este preludio a los sacrificios desde esta… maravillosa pecera – Estel hizo una pausa, quizás tomando valor, quizás por mera retórica – A menos, por supuesto, que no puedas lograr eso. Entonces mi propuesta de cambiar el lugar de Enara por el mío, incluso aunque sólo sea cambiar el orden de la lista de sacrificios, no tendría sentido. ¿Verdad?

Los ojos de Estel no se apartaron ni un momento de los de la mujer en la pantalla. Si iban a jugar el juego, más le valía a alguien jugarlo mientras los demás buscaban otra manera de salir de aquellas reglas.

Cargando editor
27/04/2016, 11:45
Oliver Booth

Cuando más convencido estaba de mi teoría del pensamiento que activaba las pantallas, pues los demás habían conseguido hacer lo mismo que yo antes, justo entonces, todo perdió sentido y dejó de tener gracia. Vaya, que se me vino todo un poco encima, como un bajón de la ostia. Aunque, bueno, fue sólo una pequeña decepción, estaba claro que Yasmín era la que estaba sacando en las pantallas lo que andábamos pensando en voz alta. Fue guay mientras duró.

- Mira Nat, es Yasmín - dije, mirando con los ojos entrecerrados hasta que conseguí distinguirla perfectamente.- Joder, Yasmín, tía, esto no tiene ninguna gracia.

Aquello empezaba a parecerse a las pelis de espías, rollo James Bond, y en nuestra particular peli Yasmín acababa de revelarse como un agente doble. Estaba claro que trabajaba para Umayma, que era algo así como nuestro Goldeneye, y ahora sólo faltaba que nos revelara su plan malvado o, al menos, cómo pretendía hacernos chantaje para conseguir... bueno, lo que se suponía que quisieran conseguir.

- Espero que Will no tenga nada que ver con esta mierda - dije, un poco decepcionado, Will Stevenson parecía un tipo genial de verdad.- No le pega nada todo esto de secuestrar gente... pero venga, Yasmín, basta ya de rodeos, hasta un mono se daría cuenta de que pretendes que hagamos algo por ti... por Umayma... lo de dejarnos aquí encerrados como ratas para ver qué hacíamos ha sido gracioso un rato, pero ya vale... Venga ¿Qué diablos queréis de nosotros?

Cargando editor
27/04/2016, 12:15
Charlotte Dunne

Era como estar debajo de la ducha y que comenzara a caer el agua helada después de tenerla a punto de ebullición. El frio se fue instalando en Charlotte conforme aquella mujer se reía con sorna y con desprecio de ellos y de su situación. No se había equivocado, ella estaba allí porque tenía algo que ver en todo aquello. Pero ¿quién era?

El inesperado grito a su lado del tranquilo Nathan le hizo dar un respingo y mirar sorprendida al muchacho que había mutado en cuestión de segundos al nerviosismo y a la rabia más original. Lo escuchó y no pudo evitar un gesto de sorpresa. El conocía a la mujer, él sabía quién era y, lo peor, para quien trabajaba. Nathan se lanzó hacia la pantalla y Lottie se asustó por él, sin saber bien por qué, pero lo quería lejos de aquella mujer, a todos, aunque esta estuviera solo detrás de una pantalla. Se acercó a Nathan y le puso su mano en la espalda, devolviéndole el apoyo que minutos antes el mismo le había brindado a ella. Estoy aquí, quería decirle. Pero debería bastar con el contacto por ahora, porque Lottie era incapaz de hablar. Su mente bullía de pensamientos, centrados en William, en lo que él podía tener que ver en todo aquello. Y en Madagascar, en su encontronazo “casual” con él y las sospechas posteriores de su hermano y ella. Sintió que se le revolvía el estómago. Sus peores sospechas acababan de volver a ella de golpe, de forma inesperada, retrocediendo en el tiempo a aquella noche en Madagascar hablando con su hermano de su descubrimiento de quien era en realidad aquel hombre del aeropuerto. Buscó con la mirada a Sean, quería ver si el estaba pensando lo mismo que ella. En aquel día.

Si tiene algo que ver en esto, ¡oh, cielos! Estuvo tan cerca de nosotros cuatro en Madagascar… si hubiera pasado algo entonces….no me lo hubiera perdonado...nunca.

Pero escuchó a su lado a Nathan .

¿Realmente trabajas para William?

Aún podía ser posible que no hubieran corrido peligro allí aún a pesar de todo… Que Willian no tuviera nada que ver con aquello. ¿Por qué pensaba Nathan eso? ¿Cómo había conocido él a esa mujer? Yasmin la había llamado. Y, como para confirmar aquel punto, escuchó a Sam repetir el nombre y para quien trabajaba. No había duda, la conocían.

Yasmin comenzó de nuevo a hablar, destilando odio hacia ellos. Y sus palabras la hicieron mirar a la pantalla en la que aparecía Nefissa y la imagen que había pasado por su mente cuando la vio por primera vez, volvió a mirar a Yasmin.

-Es un sacrificio. Y no solo Nefissa, sino todos. Es eso, ¿verdad? –le preguntó a la mujer, buscando respuestas, pero una sensación más desagradable aún le recorrió la espalda cuando vio su expresión. Se volvió a mirar lo que Yasmin estaba mirando y se encontró con Fadil. Allí había algo más, algo, algo que Fadil conocía también posiblemente o algo que cobraría sentido para él ahora. Pero no, no quería suponer y buscar culpables sin serlo, solo porque una arpía como aquella intentara confundirlos. Había decidido que todo el que estaba allí dentro se encontraba en el mismo bando, así de simple. Y aquella mirada era algo a bloquear, era desagradable para ella y, sin pensarlo, defendiendo a Fadil de la forma que podía, puso su mano sobre la pantalla y se interpuso aún más si cabía, bloqueando la visión que Yasmin podía tener del egipcio, si era cierto que les estaba viendo directamente a través de aquella pantalla, y del resto por descarte, incluida a Estel que acababa de dirigirse a Yasmin, centrando su atención en ella misma-Basta de juegos, de pistas. Te lo he preguntado yo, te lo acaban de preguntar Olivier y Estel. ¿Qué quieres de nosotros? Dínoslo claro, sin enigmas, sin rodeos. Y, por favor, por lo que más quieras, deja a la pequeña aparte de todo esto. Nos tienes a nosotros. No podéis tenernos tanto odio como para hacerle daño a Enara, es solo una niña.

No quería suplicar, no quería que su voz le temblara, pero sabía que no lo estaba consiguiendo. Hablar de no hacer daño a niños, de sacrificios y muerte, de odio tan concentrado de parte de unos desconocidos, era tan nuevo para Lottie que el sentimiento luchaba por sobrepasarla. Pero podía más el intento de salvar a Enara, de saber qué les tenían reservado y buscar una salida. Siempre había una. Y no quería pensar en las palabras de Estel. El orden de los sacrificios. No se iba a ir de aqui así por las buenas, no iba a agachar la cabeza a la muerte solo por que aquella mujer lo quisiera. Pero tenía que saber que pretendían, que buscaban... y para eso, esa tal Yasmin tenía que hablar. Si no lo hacia, estaban perdidos.

Cargando editor
27/04/2016, 17:58
Omar Echenique

Asintió ante Mike, aceptando su gesto y palabras, e hizo lo que le pedía, acercándose al monitor para ver si podía llegar a vislumbrar entre aquella multitud colorida en un escenario de cartón piedra bollywoodiense a su hermana Enara. El resto de asuntos carecían de importancia, e incluso la presencia de aquella mujer hablándoles y riéndose de ellos le resultó indiferente, salvo por la rabia sorda y honda que bullía en el fondo de su estómago y que era una promesa de que llegaría el día en que las carcajadas de aquella puta se convertirían en lágrimas.

-Estel, Lottie, acercaos y ayudadme. No deis comida a quien se alimenta de carroña. Si quieren algo, nos lo proporcionarán. No antes y no por pedirlo. Quiero ver si Enara está en ese grupo, tal y como apunta Mike.

Su mirada se concentró en lo que las imágenes ofrecían, fijándose en todo. Desde la pirámide, hasta la vegetación circundante, pasando por la variedad de cuerpos y vestimentas. No solo comporbaba que Enara estuviera allí, sino que lo que se les revelaba a la vista, fuera real y no una pantomima, un teatro de títeres.

-Comprobad también concordancias -dijo en voz baja a Lottie y Estel, con el fin de que quien los espiaba no pudiera escucharles claramente-. Estel, nosotros ya hemos estado aquí con nuestras familias y la visita del lugar fue algo más que simple turisteo, con tu padre y mi madre clavando la chapa acerca de lo que fue y es este lugar. Cualquier cosa que nos permita comprobar que esto es real y no un montaje.