Partida Rol por web

Horus - II

Mike, Melyssa y Samantha

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11/06/2013, 12:55
Udjat

Por fin.

Se había acabado el colegio, la tediosa época de la obediencia, el sacrificio, la disciplina. No es que quisiera decir que eso desapareciera, pero se abría ante ellos una etapa nueva, distinta. Lo que seguiría sería por elección propia, quizá la Universidad, quizá otra cosa.

Dieciocho años, y un futuro por delante, un abanico de posibilidades, y toda la sed del mundo. 

Myke y Melyssa Yaddow estaban exultantes, no había miedo en sus ojos cuando se despidieron de sus compañeros de clase, de sus profesores. No lo hubo cuando pronunciaron sus discursos, cuando se enfundaron en sus trajes de gala para la celebración.

Hubo felicitaciones, hubo fiesta, claro. Hubo alcohol, y otras alternativas, no para ser tomadas, sino para poder elegir declinarlas. Hubo lo que uno espera cuando se le considera un adulto.

Cuando esa noche regresaron a casa, después de acompañar a la suya a Sam, y mucho después que lo hicieran sus padres, encontraron a "su viejo", a Ben, esperándoles despierto. Por un momento pensaron que quería controlarles... pero no. Bastó mirar sus ojos para darse cuenta de que era él el que les necesitaba, que quería hablarles... y que lo que quería decirles iba a serle difícil...

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11/06/2013, 16:55
Melyssa Yaddow

Entró por la puerta y lo primero que pensó, al ver la cara de su padre, fue “le pasó algo a mamá”, lo segundo “¡no!”, lo tercero “si le hubiera pasado algo a mamá, estaría desesperado y solo está... raro”.

Y así es Melyssa, Mely para los amigos, una mente que nunca deja de pensar, pero que siempre cuida lo que dice. Una chica impulsiva extrovertida, inteligente y... agobiante.

Iba preparándose, para la fiesta de graduación, desde hace un mes. Tenía a su familia loca, pero ellos ya sabían como era. Al final todas las personas con quien trata, acaban sabiendo como es. La dependienta de la tienda de donde se compró el vestido, la peluquera, la maquilladora, la esteticista, el de la zapatería, todos los vendedores de la gasolinera que hay entre su casa y estas tiendas...

Por fin llegó el día, primero ir a la peluquería, tinte, rizos, manicura, pedicura, maquillaje... Luego el vestido de día, nada que saltara a la vista. Era la más lista de su clase, de todo el colegio en realidad, la chica más popular, no necesitaba un vestido para hacerla resaltar. Incluso el de noche era espectacular, pero... sería la reina del baile, sin lugar a duda, y tenía que dar ejemplo. Ser una perfeccionista se había convertido en su estilo de vida. También la hacía inaccesible, por lo cual estaba rodeada siempre de grandes mentes y sonrisas forzadas.

Con 18 años estaba preparada para comerse el mundo y lo conseguiría. Ahora solo va a helar con la mirada a quien se le acerque. El día pasó rápido y llegó la hora de la fiesta.

Claro que tomó alcohol, claro que no se emborrachó, claro que tuvo su cuarto de hotel alquilado para que ella y Tim tuvieran su recuerdo inolvidable. ¿Quien era Tim? Su cita perfecta, que ya llevaban saliendo dos meses y guardaron su acto... “romántico” para esa noche. Y claro que no era su primera vez... La noche tuvo todos los detalles esperados de alguien como ella y todo salio... perfecto.

Y la noche pasó y ya se acabó la fiesta, así que volvió a buscar a su hermano que, como siempre llegaba tarde, pero llegó al fin y los dos se fueron a casa. Por el camino, ella no discutió, no quería estropear su momento y su hermano, probablemente estaba demasiado borracho para hablar. Lo que fuera, no era su problema.

- Padre... dijo con su cálida voz, mientras su amplia sonrisa dejaba entre verse sus bonitos dientes blancos. Se acercó a él y le besó la mejilla y, mientras tomaba su mano en las de ella, le dedicó la más tierna mirada de la que era capaz. ¿Que haces despierto a estas horas?

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11/06/2013, 18:10
Mike Yaddow

Tras largos años de sacrificio y horas y más horas invertidas en el estudio por fin llega la esperada graduación. Para ser honestos ese no ha sido mi caso. Hasta ahora tan solo he invertido las horas y el esfuerzo mínimo para seguir adelante, afortunadamente para mi no ha sido mucho, al menos no tanto como Melyssa que se ha pasado pegada a los libros casi toda la época de escuela. Claro que también sus calificaciones han sido mucho más brillantes que las mías, al igual que Sam. Han sido dos de las alumnas más prometedoras de la promoción y estoy orgulloso de ellas. -Un baile con cada una en la graduación. No se a quien vais a invitar pero debéis guardarme un baile para mi. Bueno, supongo que tu irás con Tim. Dije a mi hermana. ¿Y tu Sam? ¿Ya tienes pareja? Sigue en pie mi oferta, pero te advierto que si Troy tarda mucho en pedírtelo acabaré por retirarte la oferta y pedírselo a otra. Eso había sido un par de semanas antes del baile y llegada la graduación y su posterior celebración ambas estaban radiantes, aunque Melyssa destacaba entre todas, por algo sería la reina del baile, junto a su querido Tim. Yo no tenía tiempo para esas cosas, nada de formalidades de reyes y reinas, solo divertirme una última noche con todos mis compañeros. -¿Os he dicho que estáis preciosas? Tu también Tim, pero no eres mi tipo, tendrás que conformarte con la reina del baile. Sonrío a los tres mientras apuro el vaso de ponche, ya he perdido la cuenta, pero todavía puedo mantener el equilibrio. Daros prisa en concederme ese baile, antes de que no pueda hacerlo. Al final un baile con cada una de "mis chicas" y otros tantos con otras muchas compañeras. Finalmente no se lo había pedido a nadie, total en el baile siempre había chicas de sobra y todavía tenía muy reciente mi ruptura con Mary. Cuando me canso de bailar y de saltar de grupo en grupo saludando y haciendo bromas con todos me siento en las gradas. Sam está tonteando con Troy, que finalmente le pidió ir al baile. Si se entera que fui yo el que le sugerí que la invitara me matará. Sonrío, a Troy le gustaba Sam, pero nunca se habría lanzado a invitarla sin un pequeño empujoncito. Por alguna razón muchos la veían algo inaccesible, pero nada más lejos de la realidad. Miro alrededor y busco a Melyssa, no la veo por ningún lado. Por un momento me preocupo y estoy a punto de levantarme a buscarla. Pero es el baile de graduación y lleva mucho tiempo saliendo con Tim, será mejor que no los encuentre, hay cosas que es mejor no ver incluso entre gemelos. La espero aquí levantándome de vez en cuando a reponer líquidos, ya no bailo, mi equilibrio ya es bastante defectuoso. Finalmente me duermo en la grada hasta que Melyssa viene a buscarme. No hablo en el camino de vuelta, pero miro a mi hermana sonriendo. Parece feliz en su noche soñada. Llevaba preparando esto semanas, había sido agobiante. Las últimas tardes libres me las había pasado en casa de Sam con tal de escapar de los miles de preparativos que no hacía falta preparar pero que ella debía tener controlados. Tengo ganas de bromear para que me pague lo mal que me lo ha hecho pasar durante ese tiempo, pero es su noche así que me quedo callado esperando que el taxi no de tantas curvas de camino a nuestra casa. Al abrir la puerta veo a mi padre sentado, esperándonos. Algo pasaba. ¿Se habría enterado que fui yo el que puso aquella foto del Director Roberts en la web del Instituto? Eso era imposible, nadie podía haberse enterado de mi pequeña travesura, debe ser otra cosa. -Papá. Te aseguro que si llego a saber que el ponche tenía alcohol no hubiera bebido tanto. ¿Quien iba a imaginarse algo así? ¿Acaso querían emborracharnos a todos? Digo fingiendo indignación, pero permanezco atento a mi progenitor, normalmente no le da mucha importancia a nuestras celebraciones, o al menos a como las acabamos. No suele esperarnos para asegurarse de que llegamos bien, se fía de nosotros.

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13/06/2013, 18:49
Ben Yaddow

Era un hombre sencillo. Un hombre tranquilo. Metódico, plácido. Trabajador. Desde hacía muchos años su vida había retomado un ritmo lineal, sin sorpresas. Era un hombre de pocos amigos, pero buenos, un hombre de familia. Por y para su mujer, por y para sus gemelos, las niñas de sus ojos.

Era un hombre de cerveza en el porche, de sonrisa fácil y suave, fiel. Y poco hablador.

Por eso verle ahora mirándoles, serio, con un vaso de whisky en la mano, los cubitos de hielo tintineando con el movimiento circular y rítmico, se hacía extraño.

No, no ocurría nada grave, eso se leía en su expresión, en su actitud. No era ni su madre, ni era una recriminación. Ni siquiera parecía que fuera a ser un discurso de "madurez", de esos que los padres sueltan cuando los hijos empiezan a mover las alas. Parecía.... ni idea.

Fue él mismo quien les sacó de la duda.

Con un gesto de la mano les indicó el sofá, y se levantó para acercarse al mueble bar.

-Quiero contaros algo, algo que no he querido contaros nunca antes de ahora. -Meneó la cabeza, y les miró de lado, mientras cogía un par de vasos.- ¿Qué queréis tomar...? Supongo que una copa más aún podréis aguantarla... -se rió flojito, era una broma tonta, pero él era así.- Quizá lo que os voy a contar os suene... raro. Me lo habíais preguntado ya otras veces, de pequeños. Sobre todo cuando volvimos de aquella reunión con mis amigos de... Egipto... ¿os acordáis? Entonces os quité de la cabeza toda la curiosidad, os respondía acertijos, cosas triviales, dependía. Hasta que os cansásteis de preguntar.

Se giró para mirarles ahora directamente.

-Lo hice a propósito, y funcionó. Durante todos estos años no ha vuelto a salir el tema. Egipto. Lo que... sucedió allí. Bueno, ya sois "mayorcitos". -la sonrisa se amplió, era una pulla, una pulla tan suave como él.- Os merecéis una explicación, bueno... no es que os la merezcáis exactamente... es que quiero dárosla. Aunque no entendáis nada.

Meneó la cabeza, con un cierto aire de impotencia, y añadió en un murmuro casi inaudible:

-Estaremos igual entonces, sin entender ninguno nada...

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13/06/2013, 23:41
Melyssa Yaddow

No pudo no empezar a reírse cuando escuchó las excusas que ponía su hermano. Aprendió hace mucho que sus padres ya ni le hacían caso. Mely le dio unas palmaditas en la espalda, se sentó en el sofá y se quitó los zapatos, frotándose un poco los pies. Luego, con cuidado, los pendientes, la pulseras y el colgante que su madre le había regalado para la ocasión. Las joyas fueron suyas y Melyssa llevaba muchísimo tiempo deseando tenerlas para si, igual de mucho que deseaba saber sobre la historia que su padre, al parecer, estaba por fin dispuesto a contar. Egipto. Dejó las joyas sobre la mesa y cerró por unos momentos los ojos. Estaba feliz y cansada, pero lo mejor de esa noche, estaba todavía por llegar.

- Creo que tomaré lo mismo que tu... Si a ti te hace falta, a nosotros también.

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14/06/2013, 18:37
Mike Yaddow

Sea lo que sea parece algo que a papa le importa y le inquieta, pocas veces se le puede ver bebiendo Whisky. Aunque Melyssa acepta la oferta pero yo simplemente me dejo caer pesadamente en el sofá.

-Yo creo que voy servido ya. Hago unos gestos con las manos negando.

Por esta noche llevo bastante alcohol ya, no quiero terminar vomitando en la alfombra del salón otra vez o mamá me matará, ya le hizo poca gracia la primera.
Papá habla de Egipto, de su viaje y de todas las preguntas que le hicimos, como niños curiosos que éramos. Recuerdo que al final consiguió que nos olvidáramos de todo aquel asunto sin decirnos nada, ni siquiera había vuelto a recordar el tema hasta ahora. Miro a mi pare y también a Melyssa.

¿Entender nada? Si eso es exactamente lo que entiendo, nada.

No se si este es el mejor momento para darme ninguna explicación, aunque como está Melyssa a mi lado no hay problema, ella seguro que lo entenderá todo.

-Yo lo recuerdo todo vagamente, aunque no se si es por todo lo que he bebido hoy o porque ha pasado mucho tiempo...

Intento atender a mi padre pero el sofá es muy cómodo y yo ya estoy bastante cansado, si tarda mucho seguro que cuando termine su explicación yo ya estoy durmiendo cómodamente sobre el hombro de Melyssa

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18/06/2013, 12:01
Ben Yaddow

Con comprensión y parsimonia Ben se sentó, después de tenderle a Mely un vaso como el suyo, con una ración de whisky, y hielo. Lo cierto es que no pudo evitar poner más hielo que alcohol, pero después de todo, era su padre...

Sonriendo, asintió a los gestos de Mike, aunque zarandeó su cabeza divertido.

-Si vas a dormirte, hazlo ahora, hombretón. Te ahorrarás dolores de cabeza posteriores. Aunque ya te aviso que no voy a repetir esto, ni hablar.

Se puso de nuevo serio, y perdió la mirada en el fondo del vaso que sostenía con las dos manos, y que volvía a zarandear lentamente, haciendo tintinear el hielo. Parecía que el sonido y el movimiento le ayudaban a concentrarse en lo que quería decir, o quizá aliviaban su tensión. Y empezó.

-En la familia había habido desde siempre un pequeño objeto egipcio. Una diminuta ánfora que suponíamos que contenía vino, aunque nunca pudimos abrirla. No sabíamos quién la consiguió, parecía que estaba con nosotros desde hacía milenios. Al final resultó que era exactamente así. Hubo una especie de campaña por parte de un magnate egipcio, que quería catalogar todas las piezas desperdigadas por el mundo. O eso dijo, el muy hijo de puta. -Parpadeó, y miró brevemente a Mely, disculpándose sin palabras. Ben no era un hombre malhablado, ni agresivo. Prosiguió.- El caso es que buscaba unas en concreto, una de ellas la nuestra, y las encontró. Todos picamos. Fuimos allí, caímos en su telaraña. Había una especie de... leyenda. Horhotep, un antiguo sacerdote, aparentemente un superviviente de Atlantis, con su tecnología, había creado esas piezas para preservar lo que era como un comunicador de la época. Una especie de llamador directo a los dioses. -Sonrió suavemente, y les miró de nuevo. -Sí, tal como suena. A los dioses. Horus, Isis... y Seth...

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18/06/2013, 17:41
Mike Yaddow

Sonrío cuando papá me revuelve el pelo, a pesar de mis protestas no pienso dormirme, parece interesante lo que va a contar y con la puesta en escena del whisky me ha entrado la curiosidad. Señalo a los pies descalzos de Mel.

-Como voy a dormirme con este tufo! Pero será mejor que te des prisa antes de que me anestesie.

Tras meterme con mi hermana permanezco relativamente tranquilo mientras escucho a mi padre y su fantástica historia.

Creo que ha bebido demasiado Whisky.

Me río disimuladamente, mezcla del alcohol que llevo encima y de la fantástica historia que mi padre está contando. Le interrumpo.

-A ver si lo he entendido bien, que quizá haya bebido más de lo que pensaba. Estás diciendo que en nuestra familia había un jarrón milenario de Egipto. Y que un sacerdote de... Atlantis... Me giro hacia Melyssa con cara de estar un poco perdido. ¿Eso no existe verdad? Y acto seguido vuelvo a mirar a mi padre. Y que junto a otros jarrones viejos sirve para hablar con los dioses del antiguo Egipto. ¿Es eso lo que he entendido?

Espero ser yo el que está más borracho de los tres...


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18/06/2013, 17:45
Ben Yaddow

Asintió, encogiéndose de hombros, como disculpándose. Sí, sabía a qué sonaba lo que decía. Por eso había necesitado el lingotazo de whisky y una dosis triple de valor para enfrentarse a la necesidad de sincerarse por fin ante sus hijos. Hacerlo ante su mujer, veinte años antes, cuando llegó de Egipto, había sido horrible. Pero era reciente, aún no había tenido tiempo de poner perspectiva y distancia. Ahora era diferente, desde luego.

-Servía. Sirvió. Ya no existe, ni nuestra ánfora ni las demás... reliquias. Así las llamaron. Juntas, en el momento preciso, en el lugar adecuado, iniciaron un proceso que nos transportó a una especie de... bueno... mundo distinto. Un lugar irreal, si queréis, onírico. Eso, onírico...

Y se bebió un largo trago más de su vaso, que empezaba a estar vacío.

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19/06/2013, 11:51
Melyssa Yaddow

Melyssa tomó el vaso de las manos de su padre y le sonrió como agradecimiento. Entre los cubos de hielo, apenas se notaba el poco whisky que su progenitor vertió, cosa que la hizo sonreír incluso más. Siempre había sido la niña de papa y un gesto más de la protección que él le brindaba, era algo que iba a echar de menos. Aún no le había dicho la universidad, a la que se iba a marchar después del verano.

Su ceño fruncido y los labios cerrados hasta desaparecer, era la marca evidente de que el comentario de su hermano, no le ha gustado para nada. Junto con el disgusto legible en su rostro, uno de los pies se estiró automáticamente y le propinó a su hermano un golpe merecido. Sus ojos como una fina rendija lo avisaba de que si no paraba, ella tampoco lo haría, y los cursos de defensa personal a los que asistió, la declaraban clara ganadora, antes de empezar.

La voz de su padre, contando sobre una diminuta ánfora egipcia, captó toda su atención. Sus ojos pasaron de su hermano a su padre. Hasta se sorprendió escucharlo decir una palabrota, pero le guiñó el ojo por la excusa sin palabras que le había dirigido, por medio de una sonrisa. Esa pequeña herencia familiar, tenía mucho significado para su padre y el haber sido engañados le ha dolido muchísimo.

- Habéis sido engañados... Os robaron... Pero... Melyssa ignoró por completo la pregunta de su hermano, era evidente que algo así no existía. De igual modo ignoró lo que su padre decía acerca de los dioses. Ella solo se concentraba sobre el hecho de que a su familia la han robado descaradamente. ¿Cómo ha desaparecido el ánfora? Es evidente que el mundo irreal al que te refieres fueron alucinaciones, os han drogado con algo para robaros. ¿Hubo un juicio?  No entiendo nada...

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20/06/2013, 13:30
Ben Yaddow

No podían comprenderle. Y si lo hacían, aún menos podrían creerle. Por eso Ben estaba tan serio, tan retraído. Por eso se había resistido a dar este paso antes. Suspiró ligeramente al comentario de su hija. Y la miró a los ojos, para que leyera en ellos que, por extraño que fuera lo que estaba diciendo, era la verdad.

-No hubo juicio, porque no hubo ningún robo, ningún delito... evidente. Las piezas fueron depositadas en la Mastaba para la exposición que había de servir de Inauguración, que había de mostrarla y abrirla al público general. Nosotros estábamos dentro, cuando sucedió. -Se detuvo, y de nuevo sonrió con una sonrisa triste y suave.- Lo que sucedió fue que... bien, hubo un fenómeno extraño. Un rayo rojo bajó hasta el centro de la sala de la Mastaba donde estábamos, a través de una claraboya... y lo que sucedió después es un misterio. Al parecer despertamos todos en una tienda hospital, la Mastaba se había destruido, con nuestros objetos dentro. Hubo muertos, entre ellos el hombre que nos había convocado. Sí, el magnate, Olam Al Hassim, murió en el derrumbamiento... o lo que fuera. Nos pagó la compañía de seguros, una generosa prima... no hubo nada que reprochar, desde un punto de vista legal...

Bebió de nuevo, y sacudió su cabeza, negando. Prosiguió.

-Pero para nosotros, no fue así. Vivimos algo dentro de la Mastaba. Algo que sucedió para nosotros en el lapso de tiempo en que se hundió. No sé como... explicarlo. Estuvimos en otro lugar, un sitio atemporal... una especie de sueño, como os digo. Y allí... libramos una batalla. Una especie de lucha a muerte. Supongo que sí, que podíamos estar drogados, o sufrir una alucinación colectiva. Lo que fuera que fuese fue muy nítido. Sufrimos. No por el derrumbamiento, que no sentimos, del que no fuimos conscientes. Sino por lo que representó ese enfrentamiento...

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20/06/2013, 19:28
Mike Yaddow

Sigo sin poder creer del todo lo que papá dice y asiento ante el acertado comentario de Melyssa, es una teoría más que probable, al menos algo más creíble que lo que está intentando decirnos. Cuando papá continúa no puedo sino mostrar una cara de sorpresa absoluta, si esta reunión no fuera algo tan inusual y mi padre no estuviera tan circunspecto me hubiera echado a reír hace tiempo, pero por alguna extraña razón mi padre cree que pasó eso que nos está contando y lo más extraño es que parece que quiere que le creamos. Miro de reojo a Melyssa, no se muy bien qué decirle. Me incorporo un poco en el sofá no sin cierta dificultad.

-Papá, ¿Quieres decir que cuando entrasteis en la exposición se activó algo que además de destruir el edificio os teletransportó a un lugar... extraño donde... peleasteis? Admitirás que es difícil de creer. Como dijo Melymel puede que fueras drogado y durante la inconsciencia tuvieras esa alucinación, o simplemente una conmoción producida por los escombros. No sabía que habías estado a punto de morirte papá, siento mucho lo que pasó y me alegro de que estés bien.

No me gusta llevarle la contraria, sobre todo cuando se ha puesto tan serio, pero es que nos está contando el argumento de una película de ciencia ficción, algo increíble. Quizá mi hermana consiga poner un poco de sentido a todo esto...

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22/06/2013, 12:53
Melyssa Yaddow

Me pregunto que había realmente dentro de esa ánfora... La cara de Melyssa mostraba curiosidad y comprensión. Sabía por experiencia, poca, mínima, pero experiencia personal al fin, que ciertas sustancias te podrían dar todo tipo de alucinaciones, de vivencias que jurarías que han pasado, pero que en realidad, solo estuviste sentado, mirando algo sin importancia alguna y que la mente lo transformó en dragones y cucharas bailando.

Miró con ternura la cara sería de su padre y no siguió insistiendo. Su mirada decía que, lo que había vivido, para el fue verdad. Fue algo que ocurrió hace mucho tiempo, en un lugar muy lejano. Este no era el momento para juzgar a su padre, era el momento de entenderlo, apoyarlo y escuchar lo que tanto le costaba decir.

- Papá, lo importante es que no te ha pasado nada y que te han indemnizado algo, aunque esa pequeña reliquia se ha perdido para siempre. Otros han perdido sus vidas. Ahora entiendo mejor la conexión que tienes con esos amigos tuyos, sois sobrevivientes y víctimas de los mismos sucesos.

Nos tienes para lo que necesitas, papá, incluso para contarnos extrañas historias en la madrugada de nuestra fiesta de graduación. Una sincera sonrisa intentó tapar la preocupación que sentía en esos momentos. ¿Qué más recuerdas?

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24/06/2013, 12:46
Ben Yaddow

Sus hijos eran una bendición. Había temido este momento durante años, lo había pospuesto tanto como había podido, a pesar de que sabía que les debía esto, y que llegaría. Temía su reacción tanto como temió la de su mujer en aquel momento, porque él era él, y sabía lo que había vivido, lo que había sentido. Pero ellos, los tres seres a los que más quería en este mundo, eran, habían sido, completamente ajenos a la experiencia. Y temía su juicio, y su veredicto.

Pero, al igual que su mujer, y tal como ella le había dicho, sus hijos habían reaccionado con una madurez y una confianza inquebrantable. A pesar de lo que les estaba contando, y de que él mismo sabía perfectamente a qué sonaba.

Les sonrió, suavemente. Debía acabar lo empezado.

-Recuerdo muchas cosas, porque es algo que llevaré conmigo hasta que muera, me temo. Muchas relacionadas con el sentido del gusto... el ánfora contenía vino, sí. Y en el... sueño, espejismo o lo que fuera, Isis nos dio a cada uno de nosotros el poder del sentido relacionado con nuestro objeto. Amplificado, y como arma. Cada uno luchó con un enemigo que también poseía el mismo poder, mientras Horus y Seth lo hacían entre sí. -La sonrisa, ahora, se ladeó. Ben sabía que sus hijos le escuchaban con el criterio en la cuerda floja, y él, ahora, bañó el tono de sus frases con la ironía. No quería que ellos fueran los que tuvieran que decidir si estaba cuerdo o no. No, les daría ya su propia crítica de aquello, era lo único que podía ofrecerles para que no cargaran con el peso de tener que asimilar que su padre se había vuelto loco.- Vale, es una alucinación. Sí, lo sé. Increíble, porque fue colectiva. Preguntad a los demás, a los otros viajeros, aquellos que conocisteis hace años, siendo niños. Os dirán lo mismo. Una alucinación colectiva... o algo así... pero ahí estuvo, para todos. A la vez.

 

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24/06/2013, 17:33
Mike Yaddow

Sigo observando a mi padre con una extraña mueca mezcla de incredulidad y alucine. Como siempre Melyssa pone la nota de cordura con su resumen: se ha perdido la reliquia pero al menos el seguro le ha pagado el dinero y lo que pasó cuando se derrumbó el edificio... bueno eso no importa, lo importarte es que mi padre sigue vivo. Miro con incredulidad a mi hermana cuando lo anima a seguir contando más y le doy un pequeño codazo de reproche mientras intercambio una fugar mirada con ella.

¿Papá no hace más que decir desvaríos y tu le animas a que siga?

Pero es demasiado tarde, Papá sigue lanzado y dispuesto a seguir contando el resto de su alucinación, al menos será una divertida anécdota para recordar de mi graduación, el resto del día tampoco ha dado para mucho. Le escucho atento aunque no puedo evitar una sonrisa a medida que mi padre expone lo que le había sucedido.

-Espera, espera, espera un segundo! Le interrumpo mientras me intento levantar para dar más énfasis, aunque pierdo el equilibrio y caigo nuevamente en el sofá. Será mejor que me quede sentado. Me vuelvo a colocar y me dirijo a mi padre. ¿La ánfora tenía vino dentro? ¿Y lo sabes por que bebiste de él? ¡Pues está claro! Ni a mi se me ocurriría beber eso papá, ese vino debía estar malo y por eso viste todo lo que viste. Pero he de reconocer que algunos pagarían por eso, supongo que ya no queda más vino, una lástima.

No tengo ni idea de cultura Egipcia, supongo que Isis, Horus y Seth son dioses de allí pero no se que representa cada uno, tampoco es importante, no es un examen, tan solo una alucinación de mi padre. Pero la historia al menos ha llegado a un punto interesante.

-¿Y tenías un super poder? Vaya papá, eso me hubiera gustado verlo. ¿Y cual era? ¿Podías volar? No, espera has dicho un poder de los sentidos... Me quedo pensando un momento mientras miro a la lámpara del salón, tengo la extraña sensación de que no para de moverse. Hummmmm.... Si probaste el vino sería el poder del gusto ¿no? Y tu super enemigo también lo tenía... ¿Y quien ganaba? ¿Quien pudiera comer más tartas? ¿O quien distinguiera la composición exacta de una comida? Vaya papá, la próxima vez escoge un poder más molón, como super fuerza o super velocidad...

Vale, ya lo he dicho, me he quedado a gusto, no quiero ser duro con mi padre, pero es que es todo tan increíble. Aun así intento que no se sienta mal.

-No te preocupes papá, no es que no te creamos, simplemente pensamos que ha sido todo una alucinación producto de algo... No se si se pueden producir alucinaciones en masa, pero mañana lo buscaré en Internet a ver si encuentro algo. Lo importante es que todos estáis bien y no pasó nada malo ¿Verdad?

 

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25/06/2013, 18:51
Melyssa Yaddow

¡Auch! ¿Será puñetero? Ya le devolverá el golpe, siempre lo hacía y con intereses, pero después de seguir escuchando a su padre, le permitiría hasta una colleja. Palabra tras palabra, Melyssa quería parar a su padre y decirle, explicarle, enseñarle, lo chiflado que sonaba. Al contrario que su hermano, ella no le decía a la gente lo que pensaba, ella sonreía, asentía de vez en cuando, soltaba algún "aja" o "te entiendo" y seguía con su vida, pero este era su padre y además de parecer muy loco, era sincero. No podría ignorarlo. Tampoco podría creerlo y darle la razón.

Suspiró y tomó aire, justo antes de hablar, su padre ya reconoció que fue una alucinación. Respiró aliviada, pero solo le duro un segundo, su hermano empezó a decir alguna ofensa tras otra y la que dio un codazo ahora, fue ella.

- Papá, supongo que tu y tus amigos, habéis repasado los hechos una y otra vez, hasta la saciedad, seguro habéis vuelto a repasar cada detalle... Ellos que opinan?

Ojalá su padre dijera que todos piensan que fue un sueño, aunque muy real, pero sueño al fin. Esa historia sobre deidades egipcias, poderes y vino parecía sacado de alguna de las películas antiguas que regalaban con el periódico algún domingo, con un tío con sombrero y que su padre coleccionaba.

Por un momento hasta pensó que les daría una charla sobre las drogas y sus efectos y por eso les contó toda aquella historia fantástica. Suspiró y esperó que su padre siguiera con la historia. Tenía fe, aunque no mucha, de que todo aquello desaparecería después de unas horas de sueño.

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30/06/2013, 13:10
Ben Yaddow

Ben se echó a reír, finalmente. Sí, era lo mejor que podía hacer, después de todo.

¿Cómo diablos iban a entender algo como aquello, cómo iban a creerle si les contaba toda la verdad? Además, ¿qué verdad? En realidad, la verdad es que habían entrado en la Mastaba, y habían perdido el conocimiento, y que después había despertado con los demás, en una tienda hospital. Lo que recordaba de lo sucedido, era eso, un recuerdo, que podía formar parte de una alucinación, de un sueño, o... de una demente y absurda deformación de la dimensión en la que se encontraban. Pero, ¿por qué una mejor que otra...?

No iba a insistir, no era un anciano demente, no estaba senil. Era un adulto experimentado, y sus hijos le necesitaban, no podía perder su imagen de hombre competente y cuerdo ante ellos. Se preguntó por qué lo estaba haciendo, por qué les estaba contando aquello. Quizá no era buena idea, después de todo, quizá sólo era una válvula de escape egoísta, una excusa para sí mismo, para soltar todo el lastre que aquello le había producido. Sí, les tenía toda la confianza del mundo creía en ellos, y había deseado compartir lo que para él había sido la más excitante situación de su vida. Pero, puesta en palabras... dejaba de serlo.

Aún riéndose, aún pensando, meneó la cabeza, y se recostó en el sofá, dejando el vaso a un lado. Volvía a ser el Ben de siempre.

-Bueno, habéis pasado la prueba- ¡Qué gran mentira, la prueba la acababa de pasar él!- No, no estoy loco, no aún. Mis alucinaciones van a quedar en una anécdota, ¿de acuerdo? Pero hay que sacar algo bueno de ella: Alucinación o no, he aprendido que hay que estar atento. A lo inexplicable, a lo ilógico. No todo cae siempre dentro de nuestros esquemas, y hay que estar preparados para las sorpresas, y saber reaccionar a tiempo. Aprender de ellas, atacarlas, darles la vuelta, y sacarles partido.

Ahora sonreía con suavidad.

-Amistades, compañerismo, confianza. Eso tuvimos entonces, y lo seguimos teniendo. Los de la peña de Egipto, ese grupito de viejos locos que conocisteis de pequeños. Bien, sé que siempre podré contar con ellos, y ellos conmigo. Y lo mismo va por vosotros, contad con ellos si os encontráis con cualquier problema, duda, o lo que sea. Han... abierto los ojos a esas otras cosas, que suceden, aunque no les podamos poner un nombre lógico... o ni siquiera queramos...

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30/06/2013, 18:49
Mike Yaddow

Sonrío, parece que papá vuelve a ser el de siempre, al menos admite que ha sido una gran alucinación, aunque buscaré por internet si ha habido algún caso de alucinaciones colectivas porque nunca he oído nada de eso. Termina la frase como si fuera uno de esos locutores de programas de fenómenos paranormales, pero resulta gracioso escuchar esas cosas de su boca.

-¡Tienes razón papá! ¡A partir de ahora estaré atento a cualquier fenómeno extraño! Digo con gran entusiasmo mientras me giro hacia Melyssa y comienzo a revolverle el pelo arruinando lo que le quedaba de peinado. Me levanto de un salto del sofá procurando esta vez mantener el equilibrio y la señalo. ¡Un gremlim! ¡Le dije a Tim que no le diera de comer después de la media noche!

Me río de mi estúpida broma y me acerco a mi padre dando algún paso más del necesario para mantener el equilibrio. Mi padre sigue hablando, esta vez cosas un poco más coherentes y con sentido como de la amistad que ha trabado con la gente de la exposición. Es normal que gente que ha pasado por una experiencia traumática junta conserve ciertos lazos durante un tiempo, o durante toda la vida. Me siento en el brazo del sofá donde está sentado mi padre alejándome de Melyssa, ahora que la he transformado en la gremlim mala será mejor poner distancia de por medio, no se atreverá a hacerme nada tan cerca de papá. Asiento ante sus palabras y pongo una mano sobre su hombro.

-Eso si que lo he entendido papá. Aunque si te digo la verdad no recuerdo mucho de aquella reunión o de quienes fueron a ella. ¿No habéis pensado en reuniros de nuevo? Eso estaría bien.

Me callo un momento, no se si la idea es buena. ¿Un grupo de personas que dice haber alucinado junta? Además la última frase de mi padre me deja un poco intrigado.

-¿Qué quieres decir con eso? Suena como si desde aquel momento hubieras tenido más experiencias paranormales o visto cosas raras.

Notas de juego

1)Melymel ya tenía el pelo algo revuelto, mi padre debería preguntarle que ha estado haciendo XDXDXD. 2)Los gremlim es una peli muy vieja para nosotros, pero nuestros padres pueden habérnosla puesto como un recuerdo de juventud, o tener un antiguo dvd o archivo digital en disco duro o similar. 3)Como en realidad no sabemos nada, interpreto que la reunión se hizo cuando éramos muy pequeños y no nos acordamos de casi nada ni de casi nadie a no ser que dispongas lo contrario.

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03/07/2013, 05:23
Melyssa Yaddow

Sus labios tocaron el vaso y sintió el líquido frío. Al probarlo, notó que era bastante aguado. Tener el vaso en la mano y no dejar de moverlo, llevó a ello. Pudo tomar varios pequeños sorbos, ya casi no se notaba el fuerte sabor del whisky. Tenía sed. Tenía sueño. Después de que su hermano le revolviera el pelo, tenía ganas de pegar a alguien.

No entendía muy bien lo que decía su padre. Le daba la razón, estar atenta era una de sus prioridades. Ella le iba a dar la vuelta a todo lo ilógico, claro que sí, hasta encontrar lo lógico.

Los recuerdos sobre los amigos de papá, eran vagos. Alguna pelea con su hermano seguro que ocurrió, igual que todos los momentos agradables, pero le costaba poner caras y nombres a todos. Era reconfortante ver la confianza que su progenitor ponía en aquella gente. La hacia entender que ellos estuvieron ahí por él, cuando más los necesitó. Papá no le recomendaría algo a sus hijos si no fuera seguro de lo bueno que iba a ser para ellos. Lo inquietante vino después, cuando le confirmó que ellos creían lo mismo que él. Que aquello fue más que un sueño...

- Señores, empezó a reírse con ironía, quería decir, mi señor, hizo una breve inclinación y luego se acercó a su padre para darle un abrazo. Gracias por la confianza que ha tenido en nosotros, su secreto estará a salvo, su tono era algo burlón, pero no demostraba maldad. Le dio un beso en la frente y siguió con su amable y melódico tono de voz. Te quiero mucho papá, siempre confiaré en ti, por muy raras que sean las cosas que me cuentes. Volvió a abrazarlo, le sonrió con la típica alegría y luego se acercó a su hermano.

- Tú de señor no tienes nada, más bien pareces un vagabundo. Aun así lo abrazó, pero aprovechó para darle una colleja.

- Si me disculpan, me voy a dormir, si papá ya no tiene nada que contar, claro. Mañana me espera un día ajetreado, tengo que devolver el vestido a la tienda y separar las cartas de recomendaciones para la facultad y... buff... un montón de cosas más. Mellysa siguió enumerando unas cuantas tareas más. Volvió a ser la de siempre. Al darse cuenta que aquello no era el momento, sonrió y negó con la cabeza. Perdón, perdón, ya saben que me acelero. Se quedó de brazos cruzados y esperó la respuesta de su padre.