Partida Rol por web

- Jooo papá, protestó Melyssa, ¿cuándo fue la última vez que fuimos todos de vacaciones? Mira, tu y mamá, vais por vuestra cuenta, ¿vale?, solo nos juntamos en algún desayuno o comida, ¿ok? Por lo demás podéis aprovechar la suite del hotel que os voy a reservar, con todo incluido y si eso no es suficiente, también hay un spa de lujo. No me digas que mamá no se merece un fin de semana relajante. http://www.mandarinoriental.es/newyork/luxury-spa/

Y no me iba a poner de rodillas, si recuerdas, cuando éramos bebés, Mike gateó, pero yo no, jajaja. Chinchar a su hermano era rutina y la melliza no desaprovechaba ninguna oportunidad. Evidentemente, él tampoco, ya que volvió a criticar su gigante pony rosa. Pero ella también sabía de algo que su madre odiaba con todas sus fuerzas y que, por su inmenso amor hacia su hijo, permitía que quedara en la casa. Lo que hay que tirar es esa hacha que hace que a mamá se le pongan los pelos de punta, mira que es inútil, fea y además peligrosa... y más en tus manos.

Papá, lo de Barcelona lo decíamos para el año que viene, ya sabes que me encanta viajar y no seria mal sacar a este, hizo un gesto hacia su hermano, y enseñarle un poco Europa. Hay tanta cultura y además futbol... Que si no, se pone muy pesado. Eso le gustará, le encanta las cosas sencillitas, como unos tíos corriendo detrás de una pelota, pensaba que te gustaban las chicas, hermanito.

Pero de eso nada, Mike, ya sé de que delfines me hablas y no cuela, aunque si me compras un peluche delfín en tamaño natural, puede que vaya. Ah, y el casco ese con dos bebidas, que si no, me voy a deshidratar.

La tarde avanzaba y la búsqueda también, el padre empezó a decir nombres y los dedos mágicos de los dos cerebritos, hicieron aparecer fotos y algunos artículos sobre esas personas. Mike se fijaba más en las chicas, evidente.

- Uhh, mira que guapas, eh, hermanito, aprovechó Mel para dar algunos codazos a su hermano. Oh, la pelirroja esa me va a caer muy bien, seguro que tendré muchas cosas que hablar con ella. Puede que hasta me voy a meter en sus grupos de activistas. Muy interesante el periodista y muy guapo, ooh y su amiga, mira Mike, es la que hace las fotos. Una chica a quien le gusta el peligro, sería perfecta para ti, eres un peligro, jijiji. 

Uh, el chaval ese sí que es un gamberro, papá. Sam, ¿seguro que es una buena inversión para tu jefe? Este aparece mañana con una sobredosis y se acabó lo que se daba. ¿Pero como dices eso, Mike? Ese chico no sería para nada un buen novio para mí, pero para nada, se tomó en serio lo que su hermano dijo y no pillo su ironía. Mira, iba a aceptar eso del futbol, pero si andas ligándome con drogatas, paso... prefiero irme de compras y te aseguro que Sam ira conmigo.

-Jooo papá. Volvió a imitar a Melyssa nuevamente. La verdad es que yo paso mucho tiempo con vosotros dos. Dijo señalando a sus padres. No me importa que nos vayamos de vacaciones por separado, pero en este caso se trata de algo especial, al fin y al cabo todo este asunto tiene que ver contigo papá, contigo y con tus amigos, yo pensaba que te haría ilusión volver a verlos.

Mike se quedó callado, pensando que no tenía mucho sentido organizar una reunión con los hijos de los amigos de su padre a los que ni siquera recordaba, aunque por alguna razón a Melyssa le hacía mucho ilusión. Torció el gesto cuando su hermana se rió de él y miró a Samantha negando con la cabeza.

-No te lo creas, lo que pasa que ella iba rodando por el suelo. Mi madre la envolvía en trapos y dejaba que le limpiara la casa. Y mi hacha es una preciosidad, te explicaría cosas sobre ella pero no lo ibas a entender así que no voy a perder el tiempo con eso, y además no es inútil, sirve para diseccionar ponys rosas. ¿En vuestro gran laboratorio criminalístico no tenéis ningún hacha? Os aseguro que podría resultaros útil. Ya me agradeceréis que tenga un hacha si alguna vez hay una epidemia zombi. ¿Es que solo yo pienso en el bienestar de esta casa? ¿Podéis dejar por un momento a un lado vuestras continuas diversiones? Lo de los zombis es un asunto muy serio. Déjame ver si estás infectada. Se acercó a su hermana e intentó abrirle un poco un ojo mientras ella manoteaba para defenderse. Parece que no, podéis estar tranquilos, sea lo que sea que tiene Melyssa no se convertirá en un infectado, de momento. Aunque no se que le ha entrado con la Barcelona esa, eso si que debe ser una infección. Lo del fútbol era otra cosa, no era su deporte favorito pero poco a poco había ido ganando fama, sobre todo les encantaba a sus amigos latinos y a veces se reunía con ellos para ver algún partido e incluso jugar. Bueno con lo del fútbol me empiezas a convencer, mis amigos dicen que los mejores equipos del mundo están en Europa. Y si, me gusta ver correr a unos cuantos deportistas tras una pelota, pero si son chicas las que corren detrás de las pelotas, mejor que mejor, pero me temo que el deporte femenino no está aún suficientemente popularizado. Pero si para ver a los Dolphins tengo que comprarte un delfín de peluche y casco para bebidas trato hecho. Sonrió y tendió a su hermana la mano esperando que esta se la estrechase para así poder sellar oficialmente el acuerdo.

Ante la apatía de Mike por buscar a los chicos fueron Sam y Melyssa quienes buscaron sus nombres mientras su hermana iba de una pantalla a otra queriendo ver las caras que había detrás de cada uno de los nombres que había dado su padre.

-No hables de otras chicas delante de Sam, no quiero que se ponga celosa. Bromeó Mike mientras esperaba obtener algún resultado. Será mejor que te centres en ese chico. Es el hijo de un amigo de papá y está algo perdido en la vida, no puedes simplemente decir que no te conviene, deberías tener un poco más de amor e intentar ayudarlo, reconducirlo a las sendas de la legalidad y la justicia. ¿A que si papá? Mike negó con la cabeza. ¿De compras? ¿Y se puede saber que vais a comprar que no se pueda pedir por internet o no encontréis por aquí? Me parece una tontería perder el tiempo con eso, además es una actitud irresponsable, el consumismo nos acabará pasando factura a todos.

De Oliver Booth encontráis algún registro que lo vincula a la escuela de música de New York, y os enteráis de que nunca terminó la carrera. Viaja mucho, su dirección oficial sigue siendo la de sus padres, en Nueva Zelanda, aunque en realidad hace tiempo que no pasa por allí. Información, fotos, etc... acerca de algunos conciertos que ha dado en diversos lugares. Incluye algunas fotos en estado lamentable, y alguna que otra noticia de algún altercado con la policía...

También leéis un blog de una fan que dice haber escuchado un programa de radio en que Oliver se mostró descarado y tremendo, y que al parecer le sirvió para ser echado a patadas de allí. Pero, curiosamente, eso ha hecho que quizá firme un contrato con Transgression, ya que Stevenson en persona le escuchó y quiso contactarle.

El único disco de su banda, por ahora, es "Mindblaster".

La búsqueda ahora os lleva a Nathan Morrison. Y encontráis bastante información como bailarín. Teniendo en cuenta que forma parte del Corps du ballet del American Theatre Ballet aparece para empezar en la web de la compañía. Su foto, un breve currículum y la trayectoria que ha tenido hasta la fecha. Ballets en los que ha participado y, retrocediendo bastante, también el hecho de que fue primer bailarín de su promoción en la Juilliard. En la misma web de la compañía aparecen algunas fotos de los ballets dónde ha participado y, obviamente, sale en algunas de ellas. No como solista... esto aún no ha sucedido. Por otro lado, en la web de la escuela también aparecen algunas fotos de antiguos espectáculos fin de promoción , ahí si, aparece como bailarín protagonista.

En cuanto a las redes sociales, Nathan tiene un perfil relativamente activo así como un apartado de fotos y vídeos de sí mismo, generalmente bailando y, en alguna que otra ocasión en algún viaje o cualquier otro tipo de actividad de ocio. Y, en alguna de esas fotos más "personales" aparece Oliver Booth.

-¡Quieres dejar de imitarme? Bufff... que pesadito te pones a veces... ¡Qué digo? ¡¡¡Siempre eres muy pesado!!! Y ¡NO! No iba rodando por el suelo, me agarraba a todo lo que podía y luego, cuando he cogido más confianza, he andado directamente. Melyssa habló con confianza y luego cruzó los brazos y se quedó mirando con superioridad a su hermano. Parece que nunca iba a aprender que su hermano tenía la última palabra y seguramente volvería a malinterpretarla.

Tu hacha es una inutilidad, más bien... como acerques esa cosa a mi pony, te la voy a meter por donde ya sabes...

Pero... pero... ¿que estás hablando? ¿que tonterías dices? Hoy te superas a ti mismo o es que me había desacostumbrado escucharte. No habrá invasión zombie y jamás llevaría algo así a mi laboratorio... Desde luego... Ah, ¡espera! Sí que podría llevarla. Muchas veces nos mandan el molde de arma homicida y tenemos que averiguar cuál es o confirmar las sospechas de la policía. Nunca tuvimos un caso sobre un hacha, pero si uno sobre una catana. Esa arma sí que es muy interesante, incluso he tomado unas clases después, un compañero mío se ofreció a dármelas.

...Y hablando de él, le voy a mandar lo que estuvimos hablando, creo que llevamos tres horas sin comunicarnos y eso es muy raro. Mientras escribía y se reía de las respuestas, su hermano contaba cosas poco interesantes sobre el fútbol. Solo paró cuando su hermano volvió a retomar el tema del drogata.

Mike, querido, he vivido contigo toda mi vida, ese chaval creó que es incluso peor, y eso es algo difil de superar, así que, no, no tiene ni la más mínima posibilidad. Y si vamos de compras vas con nosotras. Ya veras lo bien que se siente probar unos zapatos de tacón... el olor, el tacto, sentirlos debajo de tus pies, ¿A que sí, Sam? ¡Mike tiene que probarlos!

¡Anda!, volvió a mirar sus mensajes ya que el sonido pedo la avisaba de que había unos cuantos. En otras circunstancias, Mel se hubiera enfadado, pero esa era una broma tan gastada por su hermano, que el día que dejaría de hacerla, pensaría que está enfermo. Mi amigo dice que el rubito es guapo y que su amiguito puede que sea algo más, jujuju, puede que sea su novio...

Vaya, vaya, hermanito, al final parece que todo es para ti, incluso los chicos, así que ¡suerte! Pero ahora hablando en serio, que pena de chico, alguna canción no suena mal y su amigo Nathan, vamos a verlo actuar algún día. Debe de ser impresionante. Así Mike puede admirar su físico debajo de esa ropa ajustada que resalta todos sus... músculos.

-¿Ves hermanita? ¡Ese es tu problema! ¡Vas demasiado rápido en todo y no disfrutas del camino! Gatear es una etapa muy interesante, al igual que muchas otras que seguro que te has saltado por ir tan rápido en la vida. Deberías detenerte un poco y disfrutar sin más. ¿Nunca has pensado en tomarte un año sabático? Estoy seguro que no te morirás y puede que te aporte una visión nueva de la vida. Deberías meditar sobre ello.

No se esperaba otro juicio por parte de su hermana que el emitido sobre su hacha, cualquier otra cosa le hubiera resultado extraña.

-Esa hacha es una joya de arte, puedes saber o no saber apreciarla. Y puede que no haya una invasión zombie, pero un hacha siempre resulta útil, al contrario que un pony rosa... Se rió con ganas y paró cuando su hermana pareció decir algo interesante. ¿Tú? ¿Clases de katana? ¡No me lo creo! ¿La tranquila Melymel esgrimiendo un arma mortal? ¡Papá! ¡Mamá! ¿La habéis oído? ¿Sam? ¿Te lo puedes creer? Preguntó incrédulo, aunque cuando su hermana siguió hablando un gesto de comprensión se le cruzó por la cara. ¡AAAAHHHH! ¡Ahora lo entiendo todo! Con que clases con un compañero... ya veo ya veo, va a resultar que no es la katana lo que te interesa a ti. ¡¿Y encima os mandáis mensajes?! Bueno, bueno, bueno, parece que Melyssa tiene algo que contarnos a todos, pero dejémosle su tiempo, que lleva ya tres horas sin hablar con él, y eso es demasiado tiempo. Añadió en tono de burla. ¿Y podemos saber el nombre de tu compañero? ¿O ver una foto o algo? Con el nombre le bastaría para saber hasta que había comido aquel día. Y no pienso ir de compras con vosotras, al menos no a mirar ropa. Mientras tu miras ropa Sam y yo podemos visitar alguna tienda de informática y marear a los dependientes. Se rió, era lo que tenía saber más que los que estaban vendiendo algo, a veces se sentía tentado a ver hasta que punto eran capaces de mentir para venderle algo.

-El tal Oliver no tiene pinta de tener ningún "amigo especial", en cuanto al otro... Bueno, baila ballet, quien sabe. Eso sí no contéis conmigo para ir a verlo, todavía puedo tragar ir a un concierto de música rock, pero al ballet no pienso ir a no ser que queráis que os adorne los bailes con mis ronquidos. De todas formas si no te gusta el rockero puedes quedarte con el bailarín. Yo tengo por aquí una pelirroja y una morena que complementan perfectamente a mi rubia favorita. Dijo guiñando un ojo a Samantha.

La morena, Estel, figura en la red a base de cosas normales como el nombre de Estel, que significa estrella en el idioma de su madre, el catalán, y algunas de las fotografías que ha sacado ella misma. La biografía de sus padres (sobre todo, de Harold, el muy conocido descubridor del descubrimiento arqueológico del siglo) en relación a sí misma, también su último trabajo en la guerra y poco más. Por lo que podéis comprender, se ha cuidado de no dejar referencias a sus estudios, sus notas académicas o sus logros personales, algo que no deja de ser curioso.

La imagen de ella en la red es más bien la de una joven promedio con buen ojo para echar algunas fotos, y que de pronto apareció en una guerra.

Como no podía ser de otro modo, dada lo pública que se había vuelto la vida de cualquiera que no tuviera manía persecutoria desde que las redes sociales se habían impuesto, empezaron a obtener sin dificultades datos de todos los hijos de los compañeros de Ben en Egipto.

Fotos, usualmente recientes, algunas más personales y otras de aquellos que tenían actividades más públicas, tal como había sucedido con Nat u Oli. De Estel las fotos que encontraron eran tanto suyas, es decir, de sí misma en situaciones en las que otros la habían etiquetado; como hechas por ella, éstas de reportajes, algunos de guerra, otros no, pero la mayoría fotos muy buenas. También comprobaron que algunos de esos reportajes eran de Omar. A Sean le encontraron en referencias de su universidad, y le vieron en un montón de fotos como atleta y jugador de fútbol y rugby.

No había lugar al aburrimiento con aquel par, siempre metiéndose los unos con los otros. Pero era divertido aunque algunos lo tacharan de tonterías, ¡que se jodan! La vida ya estaba demasiado jodida como para no disfrutar de aquellos momentos.

- Por partes, dijo el forense... Primero, Mel, amiga, compañera del alma, preciosa... ese pony tiene los ojos cruzados, me daba un miedo alucinante de pequeña. Creo que tuve pesadillas con él hasta que se enganchó aquel día y vimos como Anne lo cosía. Después de aquello pasé a la lástima. No sé cuántas tiritas le quitaba a mi madre para taparle la "cicatriz" -se echó a reír-. Creo que necesita una merecida jubilación después de soportarnos por tantos años -Guiñó un ojo.

Con una pérfida sonrisa, y alzando ligeramente las cejas, se centró en el otro gemelo. Sin duda se iba a subir al carro de "métase con quien pueda".

- Mike, Mike, Mike... Sin lugar a equivocarme unos tacones de salón con suela roja te quedarían di-vi-nos. En el fondo, querido, estás deseando participar en la experiencia femenina por excelencia: ir de compras -Se carcajeó-. Me muero por verte sufrir un poco, digo... disfrutar. Y no te vendría mal un par de prendas de vestir tipo "informal pero me ha costado un riñón" -alzó los dedos gesticulando unas comillas.

- Y túuuuu... -Giró hacia Mel- A ver, señorita, un jovencito está obviamente interesado por ti y no comentas nada -Hizo un carraspeo y se puso las gafas al más estilo profesora de setenta años, incluso imitó un poco la voz-. Señorita, ya puede decirnos el nombre y mostrarnos una foto del jovenzuelo -sonrió ampliamente mostrando una sonrisa perfecta.

Al poco volvió al teclado y fue leyendo los datos que, más o menos, iban poniendo rostro a la descendientes. Una idea surgió, era un poco extraño pero...

- ¿Os habéis fijado que de momento los que encontramos conocen a otro de los descendientes y siempre son dos? Vosotros sois una excepción, pero seguís siendo dos -Frunció aquellos labios rosados-. Es sólo una observación. Vamos a ver qué más podemos sacar... -Comenzó a teclear el laptop-. Si queréis escuchar el programa de radio de Oliver seguro que alguién lo grabó -Se encogió de hombros pues podía ser una buena muestra sobre el tipo- Y sobre Nathan... No sé si son pareja o qué, pero en algunas fotos lo mira... ¿Cómo lo diría? ¿Adoración? Vamos, que está coladito por esos huesos rockeros -Sonrió.

Luego llegó el turno de Estel y Omar, otra coincidencia sobre la dualidad.

- Otra pareja, pero parece más de estilo profesional, en apariencia... -miró a Mike-. Es guapa -afirmó-. Hasta ahora todos están para chuparse los dedos? -Volvió a mostrar aquellas deslumbrante sonrisa- Y todos a su modo son talentosos, pero ninguno como mis muchachos.

Sin mediar palabra, y aprovechando que ambos estaban a su alrededor, les plantó un beso en la mejilla. Sonoro y dejando una marca bien hermosa de su carmín.

Como no podía ser de otra forma Mike sonrió con las palabras de Sam hacia Melyssa y sobre todo cuando comentó el estado de su pony rosa, no añadió nada más pero si acompañó las palabras de su amiga con un asentimiento de cabeza aprobatorio. Cuando le llegó a él el turno no se esfumó la sonrisa de su cara pues sabía que Samantha tan solo quería provocarlo.

-Como siempre Sam, tienes razón, a ese pony ya le ha llegado la hora y ya que insistís tanto en ir de compras creo que deberíais comprar un pony nuevo, uno para cada una y antes de que digáis nada yo no quiero un pony también, prefiero montar otras cosas... Hizo una pequeña pausa, sonrió pícaro y luego añadió ...puzles por ejemplo. Y se que solo queréis que os acompañe a comprar porque necesitáis a alguien que os sujete las bolsas mientras vais de tienda en tienda y de probador en probador. Y no se que le pasa a mi ropa, yo me veo bien.

Ahora mismo no llevaba mucho encima pero quedaba claro el estilo informal del que siempre hacía gala. Lo normal era que fuera con unos vaqueros, una camiseta y zapatillas deportivas, aunque muchas veces llevaba ropa deportiva o pantalones cortos, así como chanclas, el clima y el carácter veraniego y playero de su ciudad invitaba a ello. Aquel era uno de los talones de Aquiles de Mike a la hora de encontrar trabajos algo más serios, odiaba los uniformes y los trajes. Tenía un par de americanas, pero tan solo se las ponía en contadas ocasiones. Además no le gustaba gastarse su dinero en ropa, prefería invertirlo en electrónica, ocio u otras cosas más interesantes para él.

-No necesito nada caro, en los mercadillos se pueden encontrar buenas ofertas y al fin y al cabo es tan solo ropa, me conformo con saber que ha sido fabricada en las mejores condiciones posibles y que no han estado explotando a nadie para hacerlo, aunque cada vez es más difícil saber de donde viene la ropa y como la fabrican... Mike dejó a Sam interrogar a Melyssa sobre su amigo. Puede que su hermana no quisiera decirles nada pero no hacía falta, acababa de mandarle un mensaje así que tan solo tenía que meterse en el comunicador de Melyssa y mirar el remitente. ¿Quien es "bombocito de chocolate"? Preguntó Mike cambiando el nombre de contacto del compañero de trabajo de Melyssa por otro más llamativo al ver la foto asociada. Era un hombre joven, de tez morena y que además parecía cuidarse muy muy bien por el aspecto que tenía. Desde luego su hermana nunca había tenido mal gusto, aunque Mike prefería no admitirlo y meterse con sus ligues. Si no les enseñas tu la foto lo haré yo.

Se quedó mirando a Samantha fijamente con algo de admiración. Ella siempre iba un paso por delante y una clara muestra era el dato que había descubierto.

-Es verdad... todos vamos emparejados. Los pelirrojos..., los fotógrafos..., el rockero y el bailarín..., ¡Pero te equivocas! ¡Nosotros somos tres! No te vas a librar de esta tan facilmente Sam. En realidad a Mike solo le pareció un dato curioso, una casualidad más, no creía que hubiera ningún significado oculto o esoterismo detrás de aquello, pero no dejaba de parecerle gracioso ni de admirar a Sam por haber caído en ese detalle. ¡Es una gran idea! ¿Papá no te apetece oír al hijo de tu amigo? Preguntó Mike mientras tecleaba en el buscador de su intercomunicador. No le fue difícil encontrar una grabación y la puso para que todos la escucharan. JAJAJAJAJAJAJA ¡Menudo personaje está hecho este Oliver! ¡Y lo más gracioso es que el jefe de Samantha quiere contratarlo! ¿Que será lo próximo? ¿Que me contrate a mi? No creo que pueda salir peor que este tío... Mike miró las fotos a las que Samantha hacía referencia intentando encontrar algo que su hermana y su amiga veían pero que él no acababa de hacerlo. Yo no veo nada, tan solo son amigos. ¿Creeis que le gusta Oliver? ¿Un bailarín de ballet gay y un rockero rebelde? Desde luego la historia da para la televisión. Y estos otros... yo diría que son algo más que una pareja profesional. ¿No os habéis fijado que siempre van juntos? Deben ser pareja, eso si no se han casado o algo. Y si... es guapa, pero no tanto como mis chicas y la pelirroja tampoco está mal, los chicos dejo que seáis vosotras las que juzguéis si son guapos o no, yo no me meto. Sonrió a Samantha y a su hermana y luego recibió el piropo y el beso de esta con complacencia llevando después sus manos al lugar donde había recibido el cálido y sonoro beso de Sam. ¡Nunca más me lavaré la cara! Gritó mientras se separaba un poco del sofá y se alejó a una zona un poco más despejada del salón. ¡Y claro que nosotros somos muy talentosos! ¡Mira! Mike se impulsó hacia delante apoyando sus manos sobre el suelo y elevando el tronco consiguiendo mantener el equilibrio. Caminó de esa manera un poco mientras sacaba la lengua a sus perplejos espectadores, para acto seguido volver a erguirse normalmente. Se sacudió las manos satisfecho por el trabajo bien hecho y volvió nuevamente al sofá junto al resto. A ver si alguno de esos puede hacer eso... En realidad había un bailarín de ballet y un deportista que probablemente pudieran hacerlo, pero de momento nadie podía demostrarlo y Mike sería el poseedor de ese talento único.
Miró por última vez su comunicador y pareció apartar algún archivo durante unos minutos hasta que finalmente tocó el botón de enviar.

-Pues Melymel... ya tienes las fotos y las direcciones de todos. Ya puedes ponerte en contacto con ellos y organizar tu reunión. Si quieres yo aviso a las dos chicas. Dijo sonriendo. Y todo esto gracias sobre todo a Sam, que ella si que posee un talento que nadie más tiene. Puede conseguir que no discutamos durante unos minutos....

En realidad Sam tenía muchísimos más talentos, pero para Mike la lista era tan larga que no quería aburrirlos, además todos en la habitación la conocían a la perfección y estaba seguro que compartían su misma opinión.

-¡Oh, vamos, Mike, deja de hacer el chiquillo!¡Te vas a romper la cabeza!

Anne miró a Ben intensamente, esperando que éste reaccionara. Pero Ben se rió, sin más, y ella se sumó también a la carcajada.

-En fin que, ya sois mayorcitos... aunque con la historia del pony y tus exhibiciones, no sé yo...

Aún riéndose por lo bajo, Ben asintió a su mujer, pero enseguida se giró hacia Melissa, y se puso de nuevo serio.

-Ya que tenéis las direcciones, quizá debierais primero establecer un contacto, crear un grupo, o algo así. Más que nada porque ir ya directamente a sugerir una reunión quizá les parezca un poco... no sé, ¿precipitado? Hace años, muchos, que no os habéis visto, que ni siquiera os habéis seguido la pista. Incluso entre los padres se ha perdido el hilo, la verdad. Quizá no todos, seguro, pero yo, por lo menos, sólo les envío felicitaciones de cumpleaños y poco más. ¿Qué motivo podéis tener para querer verles ahora, sin más? Conste que soy el primero que ha aceptado la idea con entusiasmo, pero... mirándolo con calma...

Nadaba entre dos aguas, y se le notaba. Revivir el pasado, o dejarlo atrás, y propiciar un encuentro de futuro, no sabía exactamente qué les traería esta reunión.

-Y, no sé qué opina Anne, pero yo... bueno, a mi me está bien como están las cosas ahora mismo, sin más. Los jóvenes, haced lo que os parezca, claro. Pero conmigo no contéis, no, no...

-Pues qué voy a opinar. Que es una idea excelente... para ellos. -Se giró hacia Sam.- Tú incluida, preciosa. Contactar con gente de vuestra edad pero de lugares tan distintos y con intereses tan dispares será divertido y enriquecedor. ¡Y si podéis juntaros, hacedlo! Lo del grupo social me parece perfecto, pero lo de veros en persona, me parece genial.

Cogió la mano de Ben y se la estrechó con cariño. Le entendía, y ahora, después de haber visto los artículos, dijeran lo que dijeran los chicos, aún le entendía más. Ben no deseaba despertar fantasmas personales. Y ella no lo permitiría. Pero los tres amigos eran otra generación, y con ningún fantasma a sus espaldas.

-¡Oh, sí! ¡Ponedlo en marcha! Y ya nos contaréis qué tal.

Melyssa era una chica que solía ignorar mucho a su hermano, por el bien de su salud mental, pero a veces, simplemente no podía. El impulso de gritarle y pelear con él era demasiado fuerte. Era lo mismo estar en el fondo de una piscina y luchar por una bocanada de aire. Es imposible no querer respirar. Así que, la melliza respiró hondo un par de veces entrecerró los ojos y apuntó a su hermano con el dedo de forma amenazante.

- ¡Un año sabático? ¿Estás loco? Es imposible despertarse por la mañana, día tras día, y no tener nada que hacer. Es... es... ¡IMPOSIBLE! Negó con la cabeza mientras movía las manos en distintos gestos de como estrangularlo. Su rostro cambió en cuanto hablaron sobre sus clases de Katana, como si ella fuera una blanda. Había tomado clases de defensa personal y siempre lo hacía muy bien. Pues sí, además soy muy buena, me lo ha dicho mi amigo. Dijo inocentemente refiriéndose al manejo del peligroso arma y no a otras cosas que probablemente el malpensado de su hermano mal interpretaría. Y ¡NO! No tengo nada que contar... ¿Por qué siempre que tengo un amigo, pensáis que hay algo más? Simplemente el chico se preocupa por mí, quería saber si he llegado bien si me cuidáis y esas cosas... lo normal. El chico podría hasta llevar un cartel con lucecitas de colores, donde ponga en grande que le gusta y Melyssa no lo vería.

Eres un soso si no quieres ir de compras con nosotras, te lo pasarías bien. Y ya tuviste a Sam hasta ahora para ir por chorradas informáticas, ahora es mía. Hablaban de la chica como si ella no estuviera presente, menos mal que los conocía y eso era lo más normal entre las discusiones que tenían los mellizos. Eres un trasto, ¿sabes? No me interesa ni el roquero ni su amiguito en leggins, ¡deja de buscarme pareja! ¡Qué pesado!

¡Andaaa, mira! Estel es de Barcelona. Vete ahorrando, hermanito, nos debes a mí y a Sam esas vacaciones ahí y si esta chica es maja, puede hacer de guía. Aunque espero que no esté muy sosa por haber pasado tiempo haciendo fotos en las guerras. Venga, Mike, tienes que animar a esa chica, dale alguna alegría y si te quedas en Barcelona, pues que le vamos a hacer... Sobreviviremos sin ti en Miami. Es curioso que casi no se puede encontrar nada sobre sus estudios y muchas otras cosas personales, solo un montón de fotos hechas por ella.

Vale, tenemos a Nat y Oli, a Omar y Estel, también a Sean y Charlotte, creo que pocos faltan ya... Sus pensamientos que decía en voz alta, fueron interrumpidos por la rubia. Mellysa se llevó las manos a la boca y negó con la cabeza cuando escuchó lo que ella tiene que decir. No se lo puede creer.

- No, no... Pero Sam... El pobrecito está descansando feliz encima de mi cama, ya lleva jubilado desde hace tiempo, pero no pienso tirarlo, eso sería cruel. Lleva con nosotros casi veinte años, una vida, es parte de la familia.

Sam, Mike solo lleva baratijas, no creo que habrá suerte de verlo con ropas de marca.

Oh, venga ya, si fuera alguien especial os lo hubiera dicho, pero es solo un amigo, nada más. Ya os he dicho que no tengo suerte de que los chicos se rindan a mis pies, no tengo el encanto de Sam, dijo y se fue a darle a su amiga un beso sobre la mejilla. Sabes, si vamos a New York, por fin conoceré a tu jefe, aún recuerdo la primera vez que lo viste. Tu sí que no me contaste como va la cosa, si va...

Oh, y si, lo de “las parejitas” es muy curioso, me pregunto si los otros husmean nuestras vidas, que dirán de las fotos que se encuentren por ahí, ja, ja, ja, que tremendo.

¡Mike! Deja a mi pony en paz, tú tienes que comprarme un delfín, ¿vale? Y se te da fatal montar puzles, siempre me toca a mi acabarlos. Como siempre, la hermana no pilló la bromita de Mike e hizo su inocente comentario. Oh, por fin una buena idea, cargar con nuestras bolsas de compras. Muy bien, hermanito, felicidades. Y más que a tu ropa, yo te cambiaría a ti, pero mamá y papá no me dejaron hace tiempo, dudo que me dejen ahora.

Ja, ja, ja, tenías que husmear, ¿eh? Eres un bicho, deja al pobre chaval en paz. Es solo un amigo y ya les enseño la foto, tranquilo. Melyssa enseña un par de fotos que tenía de su compañero ignorando por completo lo extremadamente guapo que es el chico.

Pero insisto, es solo un amigo. Y Sam, por una vez tengo que reconocer que Mike tiene razón, no te vas a librar. Estuvimos siempre juntos y si hacemos esa reunión, te toca aguantarlos. Míralos, seguro que son unos sosos y no vamos a aguantarlos solo nosotros dos. Te necesitamos, como siempre.

Mike no pudo abstenerse para no poner la entrevista del roquero y lo que se pudo escuchar era escandaloso, por lo menos para la melliza.

Ese tío es un desastre y esos dos sí que podrían estar casados... ¿Pero, que haces? Mel miraba con cara de susto a su hermano. Después de declarar que nunca más se lavará la cara, para guardar el beso de Sam, va y se pone a... a hacer el tonto, básicamente.

¿Cómo que mandar yo las invitaciones? ¡No, no! Eso lo haces tú, bonito, que por eso tienes como prolongación de ti mismo algún trasto que te conecte a la web. ¡Venga! Deja de discutir y ponte a escribir.

Ya te digo, mamá, Mike sigue siendo un crio, aunque no entiendo que hay de malo con el pony...

Claro papá, Mike va a crear un grupo en alguna red social a la que todos tenga cuenta y decir quien somos, o sea, tus hijos. También les diremos que nos contaste lo de Egipto y que estuvimos investigando y entre otras cosas, encontramos a tus amigos, sus padres. Como tu no quieres revivir aquello, aunque a mí me gustaría no te voy a obligar a que lo hagas, pero puede que sus padres piensan lo mismo que tú, no volver al pasado. Aún así, yo tengo curiosidad. Es un misterio lo que ha pasado y me gustaría saber si ellos saben lo mismo o más sobre aquel extraño viaje.
Si están en lo mismo, pues que vengan... Ese es el plan, en principio.

Mel besó a sus padres. Siempre han apoyado sus ideas por muy raras y extrañas que fueran. Si la hubieron educado de otra forma, no estaría en ese puesto de trabajo ni llegaría a tener tanta confianza en ella misma.

Ben asintió, sonriendo. Sabía que no tendría problemas para que le comprendieran, y aceptaran su decisión. Por fogosos y vivaces que fueran sus hijos, y Sam con ellos, les conocía bien. Y esa efervescencia era la capa externa, la que les hacía entrar con esa facilidad a la gente, y hacerse querer. Pero en el fondo de sus caracteres, la esencia, eran también empáticos, y respetuosos con las decisiones de los demás, sin dejar de ser críticos. Por eso, ellos tomarían una decisión, la que fuera, pero Ben tomaría la suya, y sin que nadie se sintiera molesto por ello.

Se dejó besar por Mel, devolviéndole el beso, cariñoso.

-Eso que has dicho, Mel, lo de que tenemos a Nat y Oli, a Omar y Estel, a Sean y Charlotte, y que pocos faltan ya... y lo de que vais por parejas... bueno, veamos. Los pelirrojos son hermanos, pues claro que van en pareja, como vosotros. Los demás sí, es cierto, se han "encontrado" más a menudo. En el caso de los reporteros, no me extraña, sus padres eran más que amigos, Harold y Halima trabajaban juntos ya desde antes del descubrimiento de la Mastaba, no debieron alejarse después de lo sucedido. Y en el caso de los hijos de Jacob y Leo... bueno, Booth y Morrison... pues habrá sido la casualidad, supongo. No creo que haya nada raro en esas parejas, sinceramente. Oh, y a que falten pocos, pues sólo falta la hermana pequeña de Omar, me comunicó Xabier que  habían sido padres de nuevo, hará... no sé, tres o cuatro años. Enara. Se llevan mucho entre ambos hermanos, debió llegar de rebote. - Miró a Anne con picardía, y una sonrisa torcida. -Menudo susto...

Simplemente, haciendo caso omiso de todo lo demás, incluso de la mirada de su marido, Anne cogió las fotos de mano de Melissa, con un gesto tan rápido que no la dejó reaccionar.

-¿A ver...? ¡Vaya! Parece un modelo, este muchacho...

Carraspeó.

-No... está mal... nada mal... ¿Así que sois... amigos...?

Alzó una ceja al ver al pedazo de hombre que, según Mel, era sólo un amigo. Se quitó las gafas, las limpió con una toallita especial sacada de su bolso y se las tendió a Mel.

- Guapa, creo que te hace falta una de éstas. Porque claro, sólo es preocupación lo que tiene ese tiarrón contigo... -Negó con la cabeza- Deberías prestar más atención o acabarás con un tipo insustancial.

Dejó la frase en el aire y se colocó las gafas. Realmente no se amañaba mucho sin ellas, y las veces que no las usaba era en contadas ocasiones. Había usado lentillas un par de noches para salir de fiesta, pero estaba tan acostumbrada a sus gafas que inconscientemente se tocaba en busca de ellas.

- ¡Pero qué haces! -dijo a Mike cuando éste se puso a hacer el pino-. Vamos, Mike, ya te dije que el Circo no tiene vacantes. Lo tuyo es la informática -Se rió.

Después de algunas bromas y comprobar el buen ambiente que se respiraba en aquella casa, muy distinta de la suya, reconoció la evidencia tras las palabras de Ben.

- Ben tiene razón. Hay que plantear el por qué contactar después de tantos años, y encima sois casi desconocidos entre vosotros si no llega a ser por el nexo de los padres -Miró a los gemelos-. Puede que algunos vean la historia como un cuento para dormir, sin faltar, Ben. Lo bueno sería no precipitarse y contactar primero por internet -Puso cara pensativa-. Contactemos con ellos, pero primero hay que redactar algo que los atraiga. Entonces... ¿ponemos en marcha la "Operación anzuelo"? -Arqueó las cejas mientras sonreía y se frotaba las manos.

Mike movió la cabeza negando ante las palabras de su hermana.

-Definitivamente estás peor de lo que pensaba, necesitas un año sabático y un novio con el que puedas hacer algo todas las mañanas. Además ¿Tu crees que un tío así iba a dejar de mirarse los pectorales y abdominales si no le interesaras? Desde luego eres muy ingenua.

La información y comentarios sobre los hijos de los amigos de su padre seguía siendo un tema importante en la conversación.

-¡Y dale con Barcelona! ¿No puede venirse ella aquí? Además tiene novio, no quiero problemas con tipos celosos, ya he tenido suficientes, aunque aquella chica nunca me dijo que tenía novio, tampoco fue culpa mía.

Ante la insistencia de todos Mike dejó de hacer el pino, aunque sabía que en el fondo todos habían disfrutado con su filigrana. Sonriendo volvió hacia el sofá junto al resto.

-Está bien, ya habéis tenido suficiente espectáculo por hoy. Además veo que vosotros cuatro mucho hablar pero poco trabajar... después vais diciendo que yo soy el vago cuando tengo que hacerlo todo. Se acomodó en el sofá haciendo que el resto tuviera que apretarse aún más y puso la pantalla del comunicador delante. Bien, crearemos un grupo de Facebook llamado "Operación Anzuelo" ¿Pueden las señoritas ir haciendo eso mientras yo hago el trabajo duro? Dijo mirando hacia su hermana y Samantha mientras abría un block de notas y se disponía a escribir en él lo que sería la carta de presentación. Mientras lo hacía iba recitando las palabras en voz alta para que todos pudieran oírlo.

-"Queridas Charlotte y Estel, soy Mike Yaddow, el hijo de Ben. Seguramente me recordáis de hace años cuando nuestros padres se reunieron para verse tras haberse conocido en Egipto. Sí, soy aquel niño tan guapo que estaba junto a su hermana gemela Melyssa. Os escribo porque estoy tan desesperado por ligar con alguien que ya debo recurrir hasta a las hijas de los amigos de mi padre, pero espero que esto no os eche para atrás a la hora de concederme una oportunidad para conocernos mejor. Mi hermana Melyssa y nuestra mejor amiga Samantha también están en la misma situación, así que añadiré al grupo a los otros hijos varones a ver si hay suerte. Con todo el cariño, vuestro futuro amante Mike Yaddow." Se giró sonriendo y miró a sus atónitos acompañantes. ¿Que os parece? Creo que eso servirá.

- Papá, solo resaltaba lo que observó Samantha. Probablemente si viviríamos más cerca de alguno de ellos, hubiéramos mantenido el contacto.

Entonces, como la pequeña no tenga red social, ya estamos. Tenemos a todo el grupito. La melliza sonreía satisfecha, ya habían conseguido rastrear a todos y ponerle, nombre y cara. Al ponerse en contacto, esperaba que los demás tuvieran las mismas ansias de hablar sobre lo que les pasó a sus progenitores hace mucho tiempo.

- Claro que sí, mamá. Melyssa se encogió de hombros y volvió a mirar las fotos de su amigo. No entendía porque todos se sorprendían tanto. Bueno... es un buen partido, la verdad, pero yo estoy en el laboratorio con mi bata blanca, los guantes y las gafas de protección casi siempre que él viene a traer algo. No creo que me ve atractiva... Y si hubiera mantenido relaciones sexuales con él, os lo hubiera contado, siempre lo hago.

No tuvo en cuenta que si su hermano estaría haciendo el pino, se caería como un saco al escucharla, menos mal que había acabado ya. Tampoco que su padre probablemente se atragantaría con el último sorbo de limonada o se levantaría para ir a por quien sabe que, como siempre. Para ella era algo natural hablar sobre sus intimidades con los suyos y como tal lo decía.

- Ya, Sam, yo veo al chico, pero él ve poco de mí. Ah, ahora que lo dices, será por eso que me invitó a cenar. ¿Cómo iba a saberlo? Estuvimos una tarde trabajando en un caso y al final encontramos lo que buscábamos, dijo que era para celebrarlo. Se lo voy a preguntar... Sin más, se pone a mandar un mensaje a su amigo y se sorprende luego de la respuesta que borró enseguida y escondió la mano, poniendo la misma cara que ponía de niña cuando la madre la pillaba haciendo alguna trastada.

- ¡Cállate, Mike! Fue lo único que le dijo a su hermano. Era lo que solía decirle cuando se daba cuenta de que este tenía razón. Lo siguiente era atraer la atención hacia otra cosa. La discusión ya iba por otro camino y solo tuvo que aprovechar.

- ¡Genial, Sam, me encanta! Ya puedes crear el grupo. Y sí, Mike... Eso me vale. No le valía, pero ponerse en contra de su hermano era volver a darle la ocasión de nombrar todas las ocasiones cuando él tuvo razón y ahora no estaba dispuesta a discutir. Esta vez, que digan los otros algo en contra. Mel se dedicaba a rascarse la nuca y mirar su manicura, mientras esperaba que el temita sobre “el amigo” no volviera a ser de ínteres.

La inocencia de su hermana le hizo sonreir, esa era una de las cosas que la hacían entrañable y por la que le perdonaba el resto de sus pedanterías. Su hermana era una chica hermosa y atractiva y nunca había sido consciente de ello, o al menos no le había sabido sacar provecho. Puso una cara extraña cuando Melissa "anunció" con informarles de sus relaciones íntimas a sus padres, él no escondía esas cosas, pero tampoco solía tener ese tipo de conversaciones con ellos, solamente en ocasiones puntuales lo había hecho con Melyssa o Samantha. Mientras ofrecía explicaciones a Sam, dió unas palmaditas en los hombros a sus padres y puso cara de "es de la familia, tenemos que quererla igual".
Era tan inocente y estaba tan segura que las insinuaciones sobre su amigo eran falsas que decidió mandarle un mensaje, a Mike no le hizo falta entrar en el comunicador de su hermana para saber cual había sido la respuesta, su cara se lo decía todo, además no le gustaba entrar en las intimidades de otros a no ser que fuera algo puntual, en general solía ser respetuoso con eso, claro que cuando se trataba de empresas o webs no solía mostrar reparos.

-Ves como... No siguió la frase porque su hermana se adelantó mandandole callar. Mike no iba a hacer leña del árbol caído así que solamente sonrió a Melyssa y le guiñó un ojo. Además su hermana le había dado el beneplácito para publicar su escrito, aunque Mike sabía que no estaba para nada de acuerdo con él, solamente quería que no dijera nada más. Manipuló su comunicador con agilidad mientras se le escapaba una risilla y entonces comenzó a sonar una música por él.

Mike apoyó una mano en la parte trasera de su cuello, y la otra en la cintura mientras comenzaba a contonear la cintura al ritmo de la música.

-¡Melyssa está de acuerdo con algo que he hecho yo! ¡Esto hay que celebrarlo!

Se acercó a Sam, la cogió suavemente de un brazo y la atrajo hacia él mientras con la otra la agarraba por la cintura. En Miami era casi obligatorio aprender bailes latinos y Mike tenía muchos amigos y amigas con los que salía de vez en cuando por la noche y a fuerza de practicar se había convertido en un gran bailarín.