Partida Rol por web

- ¿Enfermedad mental? Tienes demasiadas, hermanito, como para recordarlas todas. Melyssa bufó como un gato al verlo con la infusión, esperaba que esta también se le cayera encima, como le pasó con la limonada. Si hay que hablar de las buenas propiedades, hablemos del limón. De hecho, creo que le falta algo a esa taza. Para asegurarse de que esa taza iría al fregadero, cogió un trozo de limón y lo tiró dentro. Su puntería era de las peores que se habían visto, pero a veces, cuando los planetas se alineaban, ella también conseguía su propósito. Un “plop” hizo que su cara mostrara la más amplia sonrisa de la que era capaz. ¡Bien! Dijo satisfecha sacando la lengua para celebrar su éxito.

Ah, si quieres hablar de dar uso juntos a los regalos, no tengo ningún problema. Su hermano no solo era un desastre regalando cosas, tampoco invertía mucho tiempo y dinero en comprarlos. Menos mal que tenía capacidad para convencer a los demás, o a sí mismo, para hacerlos pensar de que lo que les daba era lo mejor del mundo. Así era que su hermana tenía una caja llena con “maravillas”.

Sam, cariño, contigo me tomaré un café, un zumo, un vino, incluso un licor de chocolate, pero no me invites a infusiones, jooo, que las odio.

¿Me estás llamando fea? Porque eso de que eres más guapo, no, no. Más listo, sí, todos lo sabemos, pero ¿guapo?... En realidad siempre le gustaba chinchar a su hermano con su aspecto físico. Era muy guapo, pero así conseguía manipularlo. Le gustaba llevarlo con ellas a la esteticista para que le quiten los puntos negros y solo quedaba pendiente convencerlo que se depile.

Alguna palomita comeré, ya sabes que no me dan más y a Sam tampoco. No sabía que había en la cabeza de su hermano y no le dio más importancia al asunto de las palomitas.

¡Pero que? Arrrggg, ¡MIKE! ¿QUE HACES? El ataque fue inesperado aunque hasta hace poco sí que estaba pendiente de su hermano y sus “bromitas”. ¡Quita! Ya sabes que me van a quedar marcas... Y era cierto, solo un dedo hacía falta para que un bonito moratón saliera sobre su blanca piel como un testigo silencioso de la guerra que hubo.

Venga, veamos que pasa con los sosos. No tenían porque serlo, pero a Melyssa se le metió la tontería en la cabeza y hasta que no le demostraban lo contrario, no había manera de que cambie de opinión. Sabes que no me gustan tus apuestas, Mike, pero venga, que por pagarte el cine no me quedo pobre, te pagaré hasta las palomitas, incluso la cena. Solo lo hacía para pasar tiempo con él y “disfrutar” de sus jactanciosos comentarios. Detrás de toda esa riña que había entre ellos, no quería ni imaginarse la vida sin él o sin Samantha.

Veamos... Dijo la melliza y repasó las fotos y los nombres de los “implicados”. Pues creo que el drogata. Sería mi apuesta, ya que los otros parece que tiene cosas más serias que hacer en sus vidas. Supongo que es el que más tiempo tiene para perder. Ya veremos si por lo menos sirve para eso.

En cuanto su amiga le preguntó sobre los mensajes que cambiaba con Patrick, se colocó cómodamente a su lado y empezó a cuchichear sobre lo que hablaron.

Pues verás, al parecer, cuando fuimos a cenar hace unos días, me quería llevar a las afueras y mirar la ciudad de noche. Presume de que no hay chica que se le resista si la lleva ahí. Pero que para mí tiene preparadas cosas... ummm... únicas. Además... Siguió hablando un buen rato, como siempre lo solía hacer, contando cosas de poca importancia, pero que para ellas servían para mantenerse ocupadas hasta que alguien contestaba al mail.

Melissa no estaba dispuesta a dejar disfrutar de la infusión a su hermano y así lo demostró cuando tiró un limón dentro de la taza salpicándolo todo.

-¿Pero que haces? ¿Piensas limpiar tu todo esto? Dijo señalando las salpicaduras que la milagrosa puntería había logrado. No se porqué no quieres que me la beba, ¿Que quieres tirarla?

Melissa nunca había tenido mucha consideración por la comida y si algo no le gustaba se deshacía de ello sin ningún tipo de miramiento, cosa que desesperaba a su hermano. Tampoco quiso decir nada sobre los regalos, a su hermana no le gustaban los regalos que recibía, aunque al menos solía guardarlos, pero Mike no le había visto utilizar ninguno de sus útiles regalos de la teletienda o comprados por internet, a su hermana le gustaban las cosas caras y que solían estar fuera del alcance del bolsillo de Mike.

-Claro que soy más guapo... Sam, ¿Quien es más guapo de los dos Melyssa o yo? Aquella pregunta se la habían hecho cientos de veces a su amiga metiéndola en un compromiso, aunque a estas alturas Sam ya estaba acostumbrada a lidiar con los dos mellizos. En el fondo los dos sabían que tenían sus propios encantos, aunque fueran distintos el uno del otro. Si votas por mi dejaré que cojas palomitas de mi cubo, así que piénsatelo bien...

Las protestas de su delicada hermana no se hicieron esperar mucho tiempo y comenzó a empujarlo para quitárselo de encima, pero pesaba demasiado para hacerlo con sus fuerzas. Al final fue el propio Mike quien se incorporó y se sentó en el sofá, dejando a Melyssa en medio pues no quería ser una barrera para las dos amigas.

-¿Que marcas te van a quedar? Si tan solo me he puesto encima y con suavidad, lo que pasa es que eres una quejica. ¿Te quejas tanto durante las clases de esgrima? Ese hombre debe tener la paciencia infinita...

Al menos Melyssa había decidido aceptar la apuesta, cosa que sorprendió a Mike, pero acogió de buen grado. Después de escuchar a Melyssa decidió cual sería su candidato.

-¿Sam tu no eliges? Yo escogeré a ese tal Omar. Es periodista así que andará siempre pendiente de las posibles noticias y esto debería ser una gran noticia para él, estoy seguro que su curiosidad profesional le hará contestar el primero, al contrario que Oliver, que quizá no sepa ni escribir, y aunque sepa hasta que no se le termine la resaca... Dijo burlándose del candidato de su hermana. A no ser que lo quieras elegir tu Sam, si ibas a escogerlo a él yo puedo elegir otro... Hizo una pequeña pausa antes de continuar. Pues que sepas hermanita que mis apuestas son divertidas y además sirven para hacer lazos y conocer gente. El otro día sin ir más lejos estaba paseando por el camino de la playa, iba a hacer un poco de ejercicio y estaba estirando con un poco de música que me habían pasado unos amigos de un "crack de la música española", el caso es que se me olvidó activar los cascos y la música sonaba por el altavoz. Mike tecleó algo en su comunicador hasta que encontró una de las pistas que le habían pasado, no es que fueran grandes canciones pero estaban bien para hacer deporte y echarse unas risas. Creo que era esta.

-Pues como os decía yo estaba tan tranquilo y pasó una chica por allí y comenzó a meterse con mi música. Normalmente habría sonreído y pasado del tema, pero la verdad que la chica estaba bastante bien y a pesar de haber empezado con mal pie parecía simpática, así que la reté a una carrera, si era capaz de ganarme quitaría la música y además la invitaría a desayunar un café y un bollo en una cafetería que pone unos estupendos, tenéis que ir, está por la zona de la playa pero metiéndose un par de calles hacia el interior, os llevaré algún día si queréis. La verdad es que solo la estaba vacilando un poco, dándole un poco de conversación a ver en que podía acabar la cosa, pero para mi sorpresa aceptó el reto bastante segura, incluso dijo que me iba a dar ventaja. No es que yo sea un gran corredor, pero estoy en forma y suelo correr más que casi cualquier chica, pero un trato es un trato y ya sabéis que yo siempre cumplo mis apuestas, así que nos estrechamos la mano y sellamos el pacto. Miró a su hermana fijamente. Mis apuestas serán estúpidas, pero al menos conocí a "la hija del viento" que es como la llamo jajajajaja. No creo que os interese saber como acabó todo, porque al fin y al cabo en estas cosas lo importante es participar ¿NO?

Les guiñó un ojo a ambas y comenzó a reírse mientras las dos amigas hablaban del chico de la esgrima.

-¿Pero todavía no ha contestado nadie aún? Volvió a insistir Mike cuando se cansó de escuchar a su hermana y sus líos.

Escuchó atenta a Mel hablando sobre su pretendiente, el cual parecía de ese tipo casi extinto llamado "caballero". Pero, y todo sea dicho, había aprendido a las malas que un hombre era capaz de muchas cosas con tal de conseguir su objetivo, que generalmente se trataba de acabar en la cama.

- Pues ya sabes, tienes que presentárnoslo. Sabes que si pasa la prueba Mike y yo os lo vamos a poner muy difícil -Arqueó las cejas un par de veces-. Si es capaz de aguantarnos has dado con un buen partido.

Seguidamente decidieron aposar quién contestaría primero porque lo que estaba claro es que su amigo estaba ansioso por leer una respuesta. Decir que estaba siendo impaciente era poco, pero por lo menos lo estaban tomando con humor. Sin embargo, ¿por qué no era capaz de decir un nombre? Aunque fuera al azar.

- No sé, de verdad que puede ser cualquiera el que conteste -dijo pensativa, como si de verdad estuviera analizando las posibilidades-. Pues... Estel Highwater. Esa misma, aunque no tengo claro por qué -Se encogió de hombros-. Y no seáis duros con Oliver Booth, es una persona con problemas, al menos de drogas. Creo que apunta al típico caso de persona que no sabe qué quiere en la vida y al final mete la pata en todas partes. En fin, que no te agobies que ya escribirán -habló aquello último para Mike.

Sin apenas darle tiempo a acomodarse en el sofá, después de hacerse a un lado sabiendo que Mel iba a echarle a patadas de su regazo, apareció con un vídeo de lo más... No tenía nombre aquella tortura.

- Mike, en serio, ¿qué es esto? -Señaló la pantalla-. No me extraña que se metieran contigo, hasta yo lo hago. Y seguro que te dio una paliza porque cuando alguien muestra esa seguridad son por dos motivos: sabe que va a ganar o juega muy bien al póker. Y no, no creo que pretendiera ligar contigo por muy guapo que seas. Después de ver esto... -Negó con la cabeza intentando no carcajearse.

Mike era todo un caso, he impaciente...

- Ya contestarán, no te impacientes.

-Si, ya sabes que somos muy exigentes con tus pretendientes y no aceptaremos a cualquiera. Dijo apoyando las palabras de Samantha. Él siempre lo había hecho en parte para fastidiar a su hermana y empezó a plantearse los motivos que tenía su amiga para ser tan crítica con las parejas de su hermana. Sabía que quería lo mejor para Melyssa, igual que él, pero quizá había otro motivo que hasta ahora le había pasado desapercibido. Aunque yo matizaría un poco las palabras de Sam, "Si es capaz de aguantarte a ti, has dado con un buen partido". Nosotros somos adorables Sam. ¿Pero ha contestado alguien ya?

Se rió y dejó que Samantha pensara en un nombre para la apuesta, aunque sabía que su amiga no tomaría una decisión tan a la ligera en condiciones normales. Era de las que lo analizaba todo con detalle y tenía en cuenta todas las variables posibles antes de decidirse por una postura oficialmente. Finalmente se decidió por Estel y rompió una lanza a favor de Oliver aprovechando la ocasión.

-Bien, pues la suerte está echada. Puso las manos alrededor de su boca a modo de altavoz y gritó en dirección a la cocina. ¡Papá! ¡Mamá! ¡Estamos apostando quien responderá primero al email! ¡Samantha dice que Estel, Melyssa vota por Oliver y yo me decanto por Omar! ¡Si queréis participar es vuestra oportunidad, en cuanto conteste alguno estaréis descalificados! Tras los gritos se volvió de nuevo hacia Mel y Sam. Sam, creo que nosotros somos menos duros que las drogas que se mete. Ya sabes que no me gustan los borrachos y los drogadictos, y este precisamente no parece de los que ha sido arrastrado a ese mundo, sino más bien de los que se ha tirado de cabeza. De todas formas espero por su propio bien que se de cuenta de su error, si no el fichaje de tu jefe va a durar menos que lo que duren las negociaciones, con esa actitud no llegará muy lejos. Y no me agobio pero... ¿Estáis seguras que no han contestado aún? Volved a mirar por si acaso, ¿habéis refrescado la página?

Se rió, no esperaba que les gustara, pero no eran canciones para ganar un premio grammy, si no para pasar un buen rato y echarse unas risas.

-Pues a mi me gusta, no está tan mal para reírse un poco. Tengo que buscar si este Leonardo Dantés tiene página de fans, me estáis convenciendo para que apoye su carrera. Aunque estos vídeos tienen ya mucho tiempo... quizá ni siga vivo, por lo tanto un poco de respeto por los fallecidos. Mike sonrió a Sam. Sabes que se me da muy bien jugar al poker y... a otras cosas. Pues ahora os vais a quedar con las ganas de saber como terminó todo. Se encogió de hombros. Te aseguro que las mujeres sois muy caprichosas a la hora de elegir parejas, yo no paro de sorprenderme con la gente que puede llegar a gustaros. Intercambió una fugaz mirada con Sam mientras se acordaba de su reacción de antes. Puede que quede alguna vez más con ella, la verdad es que es muy simpática y me lo pasé bien, quizá si le pongo otra música esté dispuesta a darme una segunda oportunidad...

Por mucho que su hermana y su amiga se quejaran a Mike los pocos minutos que habían pasado desde que habían mandado el email le parecían interminables sin recibir respuesta.

-Si no me impaciento... ¿Pero aún no han contestado? Pues o tienen muy poco interés en el asunto o están ocupados haciendo cosas mejores. Nosotros deberíamos hacer lo mismo, no pienso quedarme aquí sentado esperando. Miró su comunicador con curiosidad y su cara reflejó algo, mezcla de sorpresa y alegría. ¡Además! ¡¿Sabéis que día es hoy?!

Las dejó con la palabra en la boca y se levantó como alma que lleva el diablo corriendo escaleras arriba. Pudieron oír como entraba en su habitación y comenzaba a abrir armarios y cajones mientras murmuraba frases que no llegaron a comprender, pero estaba claro que buscaba algo.

-¡ Aquí está! Sonó escaleras arriba unos instantes antes de que Mike bajara las escaleras vestido de una manera muy particular, algo que las amigas recordaban de hacía años, pero hacía tiempo que no habían vuelto a coincidir en aquella fecha. Se acercó a ellas con una sonrisa en la cara antes de gritarles.

-¡ES EL DÍA DE HODRUM!

De la cocina hacía un buen rato que llegaba un aroma que abría el apetito, a galletas horneándose. Y, en respuesta al grito de Mike, les llegó también la voz de Anne.

-¡Voy en unos minutos! Estoy haciendo un poco de merienda, que sin darnos cuenta se nos ha pasado ya media tarde.

Anne sonreía mientras trabajaba, porque aunque no podía entender todo lo que decían, sí que captaba la camaradería y el buen rollo de los tres compañeros. Y ya, cuando por el quicio de la puerta y de reojo vio bajar a su hijo disfrazado, no pudo evitar soltar una carcajada.

-¡Por dios, chicos, ya ni me acordaba de eso! Ben, no guardabas algunas fotos antiguas...? ¿O un vídeo?

Como si se tratara de telepatía entre esposos, Ben apareció al instante en el salón con un pequeño contenedor de memoria que insertó en la toma de la enorme pantalla de televisión que ocupaba una de las paredes.

De inmediato aparecieron unas cuantas fotos de los tres amigos, unos cuantos años más jóvenes, y luciendo el atuendo de Mago Hodrum que lucía ahora mismo el bueno de Mike. Y un vídeo, en el que los tres aparecían bailando alegremente, como... Tres Hodrums Mellizos.

-¡Menudo espectáculo os montásteis! Y, si no recuerdo mal, acabó en una batalla campal... a ver si está grabado...? ¡Sí! ¡Jajajaja! ¡Lo está!

Efectivamente, el baile acabó con los tres por el suelo, tirándose de las pelucas, y a golpe de gorro.

Cuando su padre apareció en el salón con la memoria Mike comenzó a aplaudir, aquel iba a ser un momento memorable sin lugar a dudas.

-JAJAJAJA. ¡Miradnos! Dijo señalando las imágenes. ¿No estábamos geniales? Me pregunto cual es cual JAJAJAJA. En realidad se les distinguía bien, Mike era un poco más alto que su hermana y Samantha llevaba unas enormes gafas, así que no había lugar a la confusión. ¡Que bueno papá, esto es genial!

Y lo mejor faltaba aún por llegar: un vídeo con una coreografía que se habían inventado para la ocasión y casi al final los tres peleándose con todo lo que tenían a mano. Mike se rió aún más con esta escena y al final se encogió de hombros.

-No se porqué os enfadasteis. Debéis admitir que lo vuestro no era un disfraz, erais unas auténticas brujas... Mirad como maltratáis a ese pobre chico.

Sonrió ante la actitud repetitiva, pero claramente en broma, de Mike. Estaba casi segura que dentro de cinco minutos volvería a preguntar si alguien había respondido, y ya con la apuesta en marcha. Era tan hiperactivo que a veces costaba seguir su trayectoria, o tener paciencia. Pero estaba más que satisfecha de seguir estando juntos pese a los años y la lejanía.

- No sé nada sobre su vida. ¿Quién soy para juzgarlo? Pero como bien dices estaría bien si se diera cuenta que ese tipo de adicciones no conducen a nada, por no mencionar los daños físicos y mentales -Se retuvo de enumerar algunos datos, curiosamente había algo en la mirada de Oliver que...-. Con algo de suerte llegarás a conocerlo y entonces será más justo hablar sobre él -Se encogió de hombros restando importancia a la defensa del futuro fichaje de su jefe-. Y por otro lado, William tiene un margen muy alto para fracasar en asuntos como éste.

Ahí estaba. Ni cinco minutos y ya había preguntado otra vez, aunque otra vez con ese toque de humor. Lo que ya estaba siendo una tortura era la búsqueda de aquel cantante, era espantoso.

- Mike, ¿sabes? Deberíamos apostar quién de nosotros te da antes un colleja y gana una entrada al cine. Espera, apuesto por mí -Y acto seguido le dio una colleja ligera-. Yo gano, entrada y chuches para el cine -Le guiñó al tiempo que mostraba una sonrisa traviesa-. ¿Quieres ganar a una chica corriendo cuando sentado pierdes? -Se echó a reír-. No pierdes nada por probar, y a este paso me vais a dejar de lado -Puso morritos-. Y yo que os quiero de siempre...

Suspiró con falso dramatismo, era divertido devolver de vez en cuando la moneda. Poco después las dejó en duda, mirándose la una a la otra, cuando al fin bajó disfrazado de mago. Sam se carcajeó hasta que le salieron lágrimas.

- ¡Hodrum! -levantó los brazos para celebrar tan memorable día.

Echó un vistazo a las grabaciones y casi suspira de nostalgia. No quería decirles que su madre, en un arranque de limpieza general, había tirado su disfraz... y otros tantos recuerdos de infancia.

- Ben, pasame el video y las fotos -Se puso a copiar los archivos mientras de reojo veía con asombro cómo aún le cabía el disfraz, más o menos-. No recuerdo por qué nos peleamos -Miró a los presentes por si alguno lo recordaba -. En el vídeo no se ve bien, creo que venía de antes a la grabación, pero seguro que Mike fue el culpable. Y de brujas nada, que mi madre se empeñó en que llevara ropa debajo y me estaba asando de calor.

-Tienes razón, y ya sabes que no tengo problema en hacer cualquier tipo de amistades, pero lo digo por su bien, este tipo de artistas suele llevar una trayectoria bastante autodestructiva. ¿Sabes cuantos años tiene? Quizás esté a tiempo de pertenecer al Club de los 27*, aunque espero que no, de verdad. Y me preocupa más Oliver que el dinero que pueda perder tu jefe, supongo que tiene de sobras para eso y algún fracaso más, por eso te ha fichado a ti, tu vas a hacerle ganar más dinero del que pueda perder haciendo inversiones caprichosas.

Debía admitir que se ponía muy pesado con lo de preguntar cada poco y las primeras veces había sido algo muy precipitado, pero a medida que iban pasando los minutos comenzó a extrañarle que ninguno de ellos hubiera dado señales de vida. ¿Tan difícil era? Solo se trataba de un "Eh! Mellizos, me alegra saber algo de vosotros, le echaré un vistazo a la página" o un "Vaya que sorpresa, no se que decir, me alegra que estéis bien" No era que hubieran aparecido frente a la puerta de cada uno y les hubieran obligado a abrir y dejarlos entrar, al fin y al cabo quizás no se acordaban de ellos, al menos Mike no los recordaba apenas, pero poner dos líneas no costaba mucho trabajo. Empezó a pensar que todo aquello había sido una mala idea y todo por culpa de la pesada de su hermana que había insistido en ello y ¡Todavía quería quedar con esa gente! Pues estaba claro que era mejor dejar el asunto como estaba.
La colleja de Sam lo sacó de sus pensamientos, aunque para Mike fue más una pequeña caricia que un golpe.

-Nunca apostaría contigo a según que cosas Sam, pero correr no sería una de ellas. Además ya os dije que había apuestas que era mejor perder. Si me dejaba ganar significaba que la tendría que invitar a café y bollos y eso suponía volver a verla, así que... Dejó la frase así mientras su amiga se quejaba y ponía morritos. Aunque sabía que lo hacía en broma Mike nunca había tenido la intención de hacerle creer que no era importante para él. Era la única chica por la que estaba dispuesto a dejar cualquier cosa si lo necesitaba, incluso a interrumpió una cita en una ocasión, aunque Samantha nunca lo había averiguado, Mike siempre intentaba hacerlas pensar que le importaban mucho menos de lo que lo hacían en realidad. Mel, dale un abrazo a Sam que está triste. Se lo daría yo mismo pero estás en medio, como siempre... No te preocupes Sam, no vas a conseguir librarte de nosotros tan fácilmente, es imposible que te dejemos de lado.

La llegada de su padre con las fotos y los vídeos antiguos cambió el ambiente en la sala. Mike echaba de menos aquellos tiempos donde podían estar los tres juntos casi todo el día sin ningún problema, excepto los que ellos mismos se creaban y sin ninguna otra complicación. Crecer le había obligado a separarse poco a poco, por sus trabajos y compromisos y también hacía que las relaciones entre ellos fueran más complicadas en general, aunque siempre conservaban ese punto de conexión entre ellos que sobrevivía a pesar de todo. Para Mike aquel vínculo con ellas era lo más importante que tenía.

-¡Ah! ¡Era la ropa! Pensé que habías aumentado un poco de peso. Dijo riéndose, aunque con toda la ropa que llevaba debajo seguía siendo una chica delgada. Está claro, había tres Hodrums y todo el mundo sabe que solo puede haber un Hodrum auténtico, por lo tanto había que destapar a los Hodrums impostores. Bueno... Supongo que nadie ha contestado aún.Dijo sin mucha esperanza. Me parece que nuestra iniciativa no ha tenido mucho éxito.

Melyssa ignoró el tema de la infusión, con el limón dentro no había peligro, iba directo al lavabo esa maldita poción diabólica. Por suerte, Sam no respondió a la pregunta de quien es más guapo entre ellos dos, la chica aprendió hace mucho a ignorarlos, y más a Mike. Pero su hermanito no hacía lo mismo y seguía hablando sobre el temita de las marcas que le dejaba a Mel en la piel y si se quejaba en las clases que le daba Patrick. La melliza solo negó con la cabeza levantando una ceja y haciendo un ruido seco al abrir la boca, como clara señal de descontento. Claro que no le hacía daño, el chico era un profesional, no un bruto como su hermano.

Si pasó de los demás temas solo para que su hermano dejara de darle la lata, no podía pasar de la apuesta. Tampoco de la horrorosa canción que puso Mike.

- Pues ya veremos como acaba esta apuesta, pero mientras tanto, quita esa música, por favor, que horror. Y no hace falta que nos digas como acabó, eso de “lo importante es participar” lo deja claro.

- Oh, Sam, ¡Genial! Le voy a mandar un mensaje, seguro que le parece bien tu idea, suele ser muy competitivo... En realidad, los novios que pasaron por la “prueba” salieron corriendo o casi. No es que les ponían a caminar sobre fuego, pero cuando quieren, esos dos pueden ser muy pesados, y eso es casi siempre. Mel estaba acostumbrada y no le parecía nada raro, incluso agradecía la “ayuda”, pero los pobres chicos, no veían la hora de salir por la puerta y no volver. Pues claro que me aguantan, Mike... Aunque ella misma estaba bastante insegura y puede que por eso no veía las claras señales de que alguno estaba coladito por ella. Siempre pensó que era demasiado exigente y que los asustaba.

Las apuestas estaban hechas y ahora solo faltaban los padres para dar sus opiniones, pero Mike, como siempre, no paraba de sorprender. Bajó vestido de mago y Melyssa no tardó mucho en recordar aquellos momentos.

- Deja de meterte con mi apuesta, eh, listillo. Hoy en día todo el mundo está pegado a un comunicador y puede responder enseguida. A ver si tu guapo se da prisa, aunque he de decir, me sorprende que no apostaste por una chica. Aunque perdieras la apuesta, siempre la puedes ligar con eso de “sabes guapa, he apostado por ti desde el primer momento que te he visto”... Y ya te dije que son unos sosos, por eso no responde ninguno.

- ¿Mamá, quieres que te ayude en la cocina? Ya sabía la respuesta, y era una muy firme después de la ultima “ayuda” que dio, per Melyssa tenía que preguntar. El aroma que venía desde ahí le traía muchos recuerdos a la mente y todos felices, por lo menos ahora.

- ¡Papá! No me puedo creer que aún guardas eso, vaya cara que tenemos... Mike, quieres volver a recibir una paliza, no te pongas con las dos que sabes que no puedes. En realidad podía, solo tenía que mantener cierta distancia y así no le daban ni tirándole cosas. Y eso de alcanzarlo, imposible, si no corría, saltaba.

-Jo, guapa, preciosa, muah, muah, muah. No hacía falta mucho para que Melyssa se ponga besucona con su amiga. Era irresistible con ese morrito de enfadada y la morena la quería mucho, era su mejor amiga. Nosotros te queremos más que a nada en el mundo, yo por lo menos, te quiero más que a Mike. Sacó la lengua a su hermano y puso cara de ogro o quería ponerla, al final seguro quedó un gesto raro que nadie entendería. Claro que le doy un abrazo o más, vamos, todos los que quiera. Incluso, la puedo ahogar en abrazos, ja, ja, ja, aunque si fuera matar a alguien, no sería la primera en la lista. Y no te pases, esta chica siempre ha sido guapa y lo sabes, Mike, nada de que le sobraban kilos.

- Voy a mandar estas fotos y vídeo a mi amigo... Mel se puso con su brazalete y de repente se paró como si hubiera recordado algo. ¿Qué habrá pasado con aquella master... la que hizo una partida donde... La que nos invitó a los tres a jugar... esa donde nosotros dos hacíamos de hermanos y Sam era nuestra amiga? ¿Lo recordáis? Jo, que bien lo pasamos... ¿Cómo se llamaba? Creo que su nombre tiene algo que ver con un dibujo de los clásicos de Disney, pero no lo recuerdo ahora. Deberíamos volver a jugar una partida de rol los tres juntos...

-¿Ayudarme? ¡A buenas horas! Y, la verdad, casi prefiero que te hayas acordado tarde, jajaja.

Salió de la cocina con una bandeja repleta de galletas, que dejó en la mesita baja frente al sofá.

-Menudo trío habéis sido siempre... -comentó señalando con la cabeza la gran pantalla de tv en la que aún persistía la batalla de Hodrums.- Desde que no subíais ni un palmo del suelo ya no podíais vivir los unos sin los otros. Bueno, ¡y tampoco con ellos! ¡Jajaja!

Asintió, y sin parar de reír sacudió la cabeza, recordando.

-Me acuerdo de cómo se puso tu madre, Sam, aquella vez que los gemelos aparecieron en tu casa con grandes sombreros de Mariachi, cantando rancheras a grito pelado... en pijama y a las tres de la madrugada. Me llamó escandalizada, y tuve que acudir corriendo antes de que le pillara un infarto. ¡Pero lo bueno es que a las cuatro me llamó de nuevo indignada! ¡Porque TÚ estabas con el sombrero, cantando rancheras...! ¡Jajaja!

Se dejó abrazar mientras sonreía, con lo poco que coincidían los tres los momentos como aquel eran sumamente apreciados. A veces se sentía como un peluche, pero no se quejaba porque realmente era muy agradable.

- Y más os vale que así sea -dijo a los mellizos-. Como me entere que dejo de ser la favorita os hackeo la vida -Sonrió maliciosamente. Tenía la capacidad, pero distaba mucho de hacer eso a cualquier persona, al menos nadie se había metido con ellas hasta tal punto.

Abrió la boca en un dramático gesto de indignación, incluyendo un ajuste propio de gafas, y señaló la pantalla para defenderse ante tamaña injuria.

- Si fuera más flaca sería un plano dos D -Entrecerró los ojos hacia Mike-. A ver cuándo te operas de la vista, que no tienes estilo para llevar gafas -Le sacó la lengua.

Cuando Mel sacó el tema del rol sonrió, recordar aquella época más liviana era sumamente agradable. Menos preocupaciones, obligaciones, etc. Sin embargo, para ser honestos, Sam necesitaba ocupar su mente o la ansiedad la embargaba.

- Tengo un "amigo barra conocido" al que asesoro con un personaje suyo que es informático. Gracias a eso entro a la sala de cine gratis el día del espectador, está en Kendall -Se encogió de hombros- Ya no tengo tiempo para rolear, pero si tanto lo añoras hay un par de páginas buenas en la red. Mi "amigo barra conocido" juega en la misma que nosotros, ¿os acordáis? -Tecleó en el laptop-. Sí, Comunidad Umbría versión inglesa. Aún está en pie, la Chemocracia no ha muerto -Les guiñó un ojo- Holdrum for president!!

Se echó a reír, no le importaba lo más mínimo que nadie la entendiera, pero aquel no era el caso.

- Gracias, Anne. Huele de maravilla, se comen solas -Miró a Mike-. Contente, no te las comas todas, y sé paciente. Ya contestarán -Cogió una galleta y disfrutó con la primera mordida-. Mmmmmm... ¡Deliciosas! -Sonrió y casi estuvo a punto de atragantarse por la risa al escuchar aquella historia que apenas recordaba- Madre mía, no me acordaba. Seguro que me dio la charla sobre cómo comportarme, no sabe apreciar el lado divertido de las cosas -dijo refiriéndose a su madre.

"Probablemente ya de mí te has olvidado
y mientras tanto yo te seguiré esperando,
no me he querido ir para ver si algún día
que tú quieras volver me encuentres todavía."

Cantó en español.

-No me meto con tu apuesta Mel, solo digo que no creo que responda, además seguro que gano yo, ¿Cuando ha sido la última vez que me habéis ganado una apuesta? Y no cuentan las que os he dejado ganar...

La entrada de su madre hizo que Mike se abalanzara a por las pastas.

-Déjame ayudarte mamá, yo me hago cargo de la bandeja, no te preocupes, ya sabes que no quiero que cojas pesos. Además Mel y Sam están a dieta, pero ya les guardamos alguna para cuando la terminen. Y has hecho bien en no dejar a Melyssa acercarse a la cocina, ya sabes que pasó la última vez... Y no, no quiero provocaros, siempre acabáis aliadas contra mi, pero Sam, eso no es un plano 2 D, es una simple línea, si no llevaras tanta ropa encima no saldrías en el vídeo, las cámaras de aquella no tenían resolución suficiente para sacarte.

Mike todavía seguía entrando en Umbría, incluso de vez en cuando acudía a alguna de las quedadas que se organizaban a nivel local.

-Umbría está mejor que nunca, hace unos meses incluso les ayudé con el código para que la página dejara de estar en beta, ya funcionan hasta los tableros. Y es un método bueno para practicar español también. ¿Os acordáis de ese master que parecía que llevaba un diccionario en los dedos? Nunca me dejaba entrar en sus partidas porque no dominaba bien el idioma... Todavía está activo, creo que le voy a mandar una petición para su próxima partida "Dhaeva 36, los vampiros zombis" creo que se llama y anda reclutando un montón de gente por los foros y en el chat. Tengo buenos amigos y amigas en la página y otros que han dejado de jugar pero que seguimos en contacto. Cual es el nick de tu amigo Sam? Igual estamos en alguna partida juntos...

La anécdota de su madre le hizo recordar los viejos tiempos donde todo parecía divertido y sin obligaciones ni ataduras.

-Jajajajajaja. ¡Fue muy divertido! Recuerdo que como no había sombreros mariachis para todos tuvimos que coger uno de esos redondos que tenía Melyssa con una cinta y una flor... La verdad es que lo pasábamos muy bien cuando vosotras no os empeñabais en poner trabas a todo.

Dejo a Sam cantar, lo que significaba que estaba relajada y a gusto, parecía que se le habían pasado los nervios de antes y eso estaba bien.

-¡Muy bien Sam! Veo que sigues conservando la misma voz. Menos mal que se te da bien la informática y te ganas la vida así... Murmuró pero con la intención de que todos lo oyeran. Sam no cantaba tan mal, y por supuesto mucho mejor que él, pero le gustaba meterse con ella de vez en cuando al igual que con su hermana, sobre todo porque muchas veces le hacían caso. No te has olvidado de la canción, aunque eso no es una ranchera, no tenéis ni idea de música latina. Tendré que decirle a Henrry* que os de unas clases a las dos, seguro que estaría encantado. Mike miró su comunicador y comprobó que no había llegado ninguna respuesta aún. ¿Sabéis si ha contestado alguien ya?

Melyssa puso morritos al escuchar el comentario de su madre. Era en desastre en la cocina, pero eso no era por su culpa, simplemente las cosas se negaban a quedarse en sus manos. Por supuesto que el enfado le pasó enseguida, era imposible no hacerlo con esos recuerdos. También aprovechó para poner cara de asesina cuando su hermano nombró la palabra “apuesta”. Mel las odiaba y Mike tenía gran culpa de ello.

Metió dos galletas en la boca a la vez y mientras masticaba, los mofletes parecían los de un hámster. Recordó a la pequeña tortuga que Mike y ella le regalaron a Sam, antes de que se fuera a vivir en LA. Solo movía la mano por el aire dando entender que tenía algo que decir, pero aún quedaba mucho hasta que pudiera volver a hablar.

- Oh, Sam, a mí me puedes inventar una vida nueva cuando quieras, pero pon en la nueva que soy cocinera, la mejor de la ciudad. Lo divertido que sería mi primer día de trabajo en un restaurante y con vosotros dos de ayudantes. Por cierto, casi se me olvida ¿sigues teniendo a la tortuga, como le pusiste el nombre? ¡Ah! ¡Sí! ¡Eustaquia Gamera de todos los santos!

- No, no, no, nada de amigo barra conocido. Aquí nos lo cuentas todo, pero ya. Primero, foto, y luego ¿cuan amigo es? Si su amigo se descubrió que era algo más, puede que el de Sam también lo era. Oh, sí, Comunidad Umbria, cuantos recuerdos. Mucha gente loca y mucha maja, al final acabamos jugando siempre con los mismos. ¡Qué bien lo pasamos! Deberíamos hacer una quedada con los roleros de Miami, pero viendo el éxito que tienen mis ideas... Aunque claro, los de aquí no son tan sosos como esos. Seguro que solo con que venga mi amiga, Rosa y su novia Michelle... así podía invitar también a mi amiga, la pechos, y la distracción estaría garantizada.

- Pues, Mike, montemos una quedada. Y me alegra saber que los ayudaste, pensaba que hasta nuestros hijos seguirían entrar en esa página y que no haya mejorado nada. Pero ya sabes, cuidado con lo que dices, nunca se sabe cuándo te está vigilando un cuervo y te quita el permiso para entrar en la web. Y claro que me suena ese master, en Dhaeva 21 hice de pomo de puerta. Era divertido eso de decir como me sentía según quien me tocaba para abrir o cerrar la puerta. Al final acabó echándome, hasta me borró del Skype, pero lo que nos hemos reído con él.

- Oh, mamá, ¿recuerdas por qué nos vestimos así? Vimos una película antes, una de terror y Mike tuvo pesadillas, fue tu modo de hacerlo olvidar y que gaste todas las energías. La verdad es que después dormimos hasta el día siguiente sin problemas.

- Vaya, que bonito, Sam. ¡A cantante a vas! ¡Sí, vamos a sacar el karaoke! ¡NO! Mike, deja al pobre Henry en paz, pobrecito, seguro que tiene cosas más importantes que hacer. No era que a Mel no le gustaba el amigo de Mike, pero era peor que su hermano y eso ya era difícil. Además, como no era su hermano, iba babeando detrás de ella y de Sam, hasta detrás de mama.

-¡Yo no te ayudo en una cocina ni loco! Seguro que acabamos en la cárcel si tienes que hacerte cargo de un restaurante y todavía soy muy joven para eso. ¡Oh! Eustaquia Gamera de todos los santos, claro que la tiene. ¿No la has visto en su apartamento? Igual es que cuando entraste se escondió bajo tierra.

No pudo evitar una carcajada sonora y puso cara de interesado cuando Sam habló de aquel amigo por el que su hermana enseguida preguntó.

-Eso Sam, cuéntanoslo todo. ¿Y cómo es él? ¿En que lugar se enamoró de ti? ¿De donde es? ¿A qué dedica el tiempo libre? No seas tímida, te prometo con los dedos cruzados que no voy a indagar nada sobre él en la red, como mucho miraré su perfil de umbría y si está en la lista de los frikipuntos de este mes. Y si es máster igual le pido algún personaje para una partida, quien sabe... Pero contesta ya que me estás matando de curiosidad.

Se rió con las anécdotas que su hermana contaba de aquella web. Todos tenían una buena colección de ellas y al final era lo que importaba, los buenos recuerdos que uno podía tener sobre sus compañeros y másters de partidas, al fin y al cabo eran una comunidad bien avenida, al menos en la mayoría de las ocasiones y las pocas veces que no lo eran tampoco era necesario recordarlas.

-¿Cuantas veces te he dicho que es mejor que no pienses Mel? Seguro que todos estos se están riendo de tu idea del Facebook. No me malinterpretéis, no me parece mala idea y la página quedó genial chicas, pero nadie se ha dignado en responder aún. O son la gente más ocupada del mundo o realmente les interesa poco o nada todo esto... Pero no merece la pena perder más tiempo con eso, será mejor centrarnos en tus amigas Rosa, Michelle y... ¿su novia? ¿Rosa y Michelle son novias? Vaya... ha dejado de interesarme conocerlas, no me digas porqué. A la otra puedes invitarla. ¿Y tiene nombre o cuando entre la llamamos directamente "La pechos"? Pero bueno, yo estoy muy tranquilo ahora mismo, con estas dos mujeres tengo de sobra.

Tras acabar su frase se colocó en medio de las dos y pasó sus brazos por sus espaldas para apretarlas contar él.

-No me gustan las películas de terror. Es una estupidez... ¿Porqué alguien querría pasar miedo voluntariamente? Para eso le ponemos un micro a Mel y la hacemos cantar jajajajajajaja. Y no te metas con Henry hermanita, sabes que siempre ha querido triunfar en el mundo de la canción. Estoy seguro que cuando lo veáis querrá cantaros su último "éxito", dice que va a pegar fuerte con el, que será su gran lanzamiento. A mi me gusta, pero vosotras sois demasiado críticas y no me gustaría que le destrozarais con una mala opinión ¿Os costará mucho simular que os gusta?

Golpeó el hombro de Mike cuando se burló de ella, y aunque sabía que no apostaría ni un dolar por ella cantando tampoco iba a dejar que se burlara.

- No seas malo, es todo una proeza que aún me acuerde de esa canción. Aunque claro, es la única que aprendí, así que si no te gusta ya sé cómo torturarte -Le guiñó un ojo.

Al tocar el tema de Umbría se sorprendió de que Mike aún siguiera tan presente en la página, así que era probable que conociera a su amigo, lo que llevo a colación un asunto.

- Especifiqué lo de "barra amigo" porque sé cómo sois, unos chinchosos. Se llama Brakend, es un tipo bien majo, y ahora que hablas sobre Dhaeva me suena que estuvo en esa partida. ¿Te suena algo de bombardear un castillo con tazas de water? Espero que estuviera bromeando -Se echó a reír.

¿Mel cocinando? Aquella era una imagen bien terrorífica que hizo que su cuerpo se estremeciera.

- De verdad, Mel, querida... Hasta en broma puedo oler la comida quemada, por mencionar lo menos peligroso. Estoy con Mike, no lo intentes -La chinchó- Y es verdad, aún tengo a Gamera. Esa nos supera, ya os lo digo -Asintió- Aquella zona acristalada junto a la ventana no es sólo para plantas, es su terrario. Aunque ya sabes, era toda una experta en ocultarse.

Cuando vio a Mike levantarse y hacerse un hueco entre ambas supo que no tramaba nada bueno...

- La última vez que Henry dijo que una canción suya iba a pegar fuerte tenía razón, me entró un dolor de cabeza terrible -Sacó la lengua.

Echó un ojo a la pantalla y llegó a una clara conclusión.

- No esperemos como tontos a que respondan, ya lo harán, o no. 

También Ben había cogido un par de las galletas que Anne había sacado de la cocina, recién horneadas, y se las había llevado a la boca con el mismo gesto idéntico que Mel. Y, al igual que ella masticaba con los mofletes hinchados, mientras asentía, tratando de meter baza en lo que se estaba diciendo, pero teniendo que esperar para poder hacerlo a que se las tragara.

Finalmente lo hizo, y tras limpiarse con una servilleta de papel, afirmó.

-Me acuerdo de esa época que pasasteis jugando a rol. Estaba preocupado, ¿sabéis? Decían tantas cosas malas de los roleros... Pero os sirvió para pasarlo bien, de eso no hay duda, y ninguno salió a la calle con una katana, cortando cabezas. Que sepamos... jajaja!

Echó un vistazo de nuevo a la página de facebook que habían confeccionado en un pis pas.

-Habéis hecho un buen trabajo con eso. Si no os contestan el mail enseguida, quizá es porque estén ocupados en sus cosas, seguro, no creo que sea que pasen de vosotros. Todos parecen tener vidas muy activas, según lo que dicen sus perfiles o lo que hay acerca de ellos en internet. Y vosotros habéis coincidido ahora los tres juntos, pero, ya sabéis que eso ha costado montones de tiempo que ocurriera. Quizá para ellos el momento no sea el más apropiado.

Se encogió de hombros, y miró a Anne.

-O quizá simplemente no desean recuerdos del pasado, y menos nacidos de sus padres. No sabemos cómo han resultado sus trayectorias desde las últimas reuniones, y de eso hace muchísimo tiempo. Quizá se enemistaron, quizá hay mal rollo. Por ejemplo, aquí, en esta reseña acerca del hijo de Booth, Oliver, el del grupo ese de música, dice que su último disco es una especie de burla acerca de lo que pasó su padre en Egipto. Lo que significa que no lo lleva nada bien, ¿no os parece...?

Melyssa se rio al escuchar a su hermano y a su amiga, sabía que no podía meterlos en una cocina ni obligados.

-Esa tortuga vive escondida, debe de ser que, como lo primero al quien vio fue a ti, se quedó traumatizada, pobrecita. Menos mal que Sam la cuida y la mima. Pues no me había fijado entre las plantas. Supongo que la tienes vigilada de vez en cuando aunque será difícil entretanto territorio que tiene para ella sola. Puede que era mejor pegarle un lazo rosa fosforito, como sugirió Mike, o mejor aún, un localizador.

-Yo, Sam, espero justo lo contrario. Sería un final épico para una partida o un comienzo, jajaja... Que los jugadores se pongan a reconstruir el castillo y retirar los restos de taza water. Épico te digo...

- Venga Mike, sé que no las he visto en mucho tiempo, pero las conoces. Espera que te paso unas fotos, ya verás como las recuerdas. Te paso te pongo una de la tetas y ya te diré su nombre, no te aceleres. Una pregunta ¿te pusiste entre nosotras para agarrarnos si queremos huir? ¿No va a venir tu amigo, no? Bueno, vale, diré que me gusta, pero sabes que odio mentir. Solo lo hago porque paso de tenerlo llorando sobre mi hombro, como la última vez.

- La rubita es Rosa, aunque ahora le gusta más que la llamen Pink, pero yo paso. Y esta, la morenita, es Michelle. ¿No recuerdas que eran mis defensoras en el insti? Las ayudaba con los deberes y no dejaban a nadie que se me acercara, más fieles que un par de dobermans. Y esta morenaza es la tetas o Salma, pero le gusta que la llames Sal, por que es muy sabrosa.

- Vaya, papá, gracias por decirme eso ahora... En fin, que más da, siempre pierdo las apuestas y fue por culpa de eso que me he metido en esa página. O sea, por culpa de Mike. Pero, chicos, dijo mirando a su hermano y a Sam, ¿les dimos hoy a los pequeños un mega abrazo? Sin esperar respuesta, se abalanzó sobre su madre dándole unos veinte besos seguidos y luego sobre su padre repitiendo el mismo gesto, para acabar con un abrazo pegajoso. ¡Sois los mejores padres del mundo!

-Tu siempre has tenido muy buena memoria Sam, no me sorprende que recuerdes esa canción, estoy seguro que si te empeñas podrías recordar hasta la primera nana que te cantó tu madre, tienes un buen disco duro aquí dentro. Dijo mientras daba un par de golpes suaves contra la cabeza de Samantha. Y puedes torturarme lo que quieras, creo que me lo merezco después de como os trato a veces jajaja.

Mike se quedó pensando en lo que su amiga dijo sobre Umbría.

-¿Brakend? ¡Así que te gusta Brakend! Vaya, vaya, que pequeño es el mundo... Bueno la verdad es que es un tio muy majo y bastante bien plantado y he oído que tiene mucho éxito en la página. Ahora no juego ninguna partida con él, pero si que nos movemos en círculos parecidos así que supongo que no tardaremos en volver a encontrarnos. Volvió a callarse mientras se quedaba mirando al frente. Vaya... Brakend... Quien me lo iba a decir. ¿Y que tiene él que no tenga yo? Dijo volviéndose hacia su amiga mientras sonreía por el compromiso que significaría esa pregunta. Puede que él tenga una cota de malla de verdad... pero yo tengo este disfraz de Hodrum... Y creo que al final no bombardearon el castillo, pero esa partida no terminó muy bien, demasiadas circunstancias desfavorables juntas. Y papá no digas muy alto lo de la Katana que tenemos aquí a la señorita Kill Bill que cualquier día nos sale en las noticias... Espero que su amigo el musculitos sepa controlarla.

Podía ser que su padre tuviera razón, quizás les había pillado el mensaje en mal momento, pero al ser tantas personas a las que se lo habían mandado tenía la esperanza que alguno respondiera, concretamente Omar, el resto podía seguir haciendo lo que fuera que los tenía ocupados.

-Venga chicas, no seáis tan crueles con Henrry... no canta tan mal, pero por alguna extraña razón le habéis cogido manía. Pues es muy simpático y os aprecia mucho, siempre me está preguntando por vosotras. En cuanto le diga que Mel está por aquí seguro que quiere venir a veros. Miró las fotos de las amigas de su hermana y asintió. Si... me acuerdo... ¿Estás segura de que son lesbianas? Sam, ¿No me estará mintiendo verdad? Claro que eso explicaría muchas cosas... nunca entendí porque dos chicas como ellas siempre estaban pendiente de ti, si no os parecéis en nada, ellas eran de las más conflictivas y tu la alumna modelo... creo que les gustabas... Y también explicaría porqué Michelle nunca quiso salir conmigo, aunque podía haberme dicho que era lesbiana y me habría ahorrado unos cuantos ridículos que hice por su culpa... ¿Seguro que son lesbianas? Se quedó callado cuando vio la tercera foto. Pero que... Susurró mirando fijamente la pantalla. No me extraña que la llames así... Tenía los pechos tan grandes que le resultaba embarazoso pues daba igual a donde mirara se encontraba con uno. Sal eh... Es muy... Es muy... bueno salta a la vista. Además parecía lucirlos sin ningún complejo lo cual los hacía aún más evidentes.

Ante aquella situación decidió que lo mejor era cambiar de tema.

-Papá ¿Crees que no le gustará la historia de Egipto a Oliver? Este es capaz de venir a pegarnos o algo, menos mal que tenemos aquí a Kill Bill y su banda de bollitos para protegernos. Ya le dije a Mel que era una tontería esto, y todavía quería organizar una quedada con ellos... no creo que funcione, será mejor olvidarnos de eso, además si colaboré en todo esto fue por ti, pensé que te haría ilusión ver toda esta información junta. Por una vez voy a estar de acuerdo con Mel y diré que sois los mejores padres del mundo, por eso os lo merecéis todo.

Anne se dejó besar y abrazar, y devolvió beso por beso, acabando por encerrar con sus brazos y acunar a su hija, casi impidiéndole moverse.

-¡Jajajaja! ¿Quien es mi niña bonita...? ¡Claro que me acuerdo del miedo que os entró con esa dichosa peli!  Que, por cierto, os empeñásteis en ver, de todas todas. Aquí sentaditos en el sofá, agarrados el uno al otro, con esas caritas de espanto y ojos de plato, y sin querer reconocer que estábais cagadiiiitos cagadiiiitos de miedo! Por fin os dejásteis convencer con la idea de disfrazaros, que es algo que siempre os ha encantado. ¡Y os pinté un enoooorme bigote! ¡A los dos! ¿Os acordáis? Un mostachón de cuidado, con la barra de khol. -Con el dedo reprodujo el bigote en la cara de Mel. -Oh, y luego tú, Sam,  le "soplaste" la bolsa de maquillaje a tu madre, que aún debe andar buscándola, y te maquillabas de una manera distinta cada vez que venías a casa, ¿te acuerdas? Llevabas loco a Mike, jajaja!!- Y envió otro beso a Mike cuando confirmó la afirmación de su hermana.

Después miró las fotos de las amigas de Mel, sin poder disimular su curiosidad.

-Hablando de poner nervioso a Mike... ¿así que éstas dos son pareja? Pues... parecen muy guerreras, ¿no? Claro que la otra no se queda corta...