Partida Rol por web

- Tranquila, Sam, él canta peor que nadie. Deberíamos apostar eso en la siguiente fiesta, ganaremos fijo. Y no nos tratas mal a veces, más bien siempre.

Mike se interesó por el amigo barra conocido de Sam. Al parecer hasta había coincidido con él en la web. Melyssa se puso a buscarlo, ya que no tenía ni idea de quien era.

- Pues no me sale, el tal Vrakend... Ah, vaya, lo había escrito mal. O sea, que Brakend, veamos... Buah, no me sorprende que sea solo amigo barra conocido, ¿cuántos años tiene este tío? ¿50, más? Mejor pregunta si tiene un hijo o hija. Melyssa no era nada buena con ordenadores y cosas de esas, pero era una cotilla de primera clase. Una vez que puso sus manos a la obra, encontró de todo.

- Pone aquí que el Brakend tiene una “relación complicada” con una tal Alecto. Y tan complicada, tienen un hijo juntos, Hidalgo, que al parecer también está en la web. Bufff... Vaya líos...

- No te metas con mi katana, eh, y tampoco con mi amigo, por tu propio bien. Y a tu amigo no le tenemos manía por nada. Ese chico es agobiante y empalagoso, además no quiere ver sus fallos. Es un desastre, pero porque es tu amigo, intentaré tratarlo... no mal. Eso es todo lo que prometo.

- Las chicas eran mis amigas porque las ayudaba con los deberes, Además, por haber tenido un hermano tan bestia como tú, no me parecían tan malas. Y sí, son lesbianas, llevan juntas desde siempre. Yo nunca les he gustado desde este punto de vista, demasiado ñoña, me decían, pero las he oído hablar, más de una vez, de que querían probarlo con un chico. No sé muy bien a que se refieren, pero creo que se trata de sexo. Eso creo yo. Estaban algo interesadas en ti, me preguntaban cosas, pero nunca me dijeron nada concreto. Y sí, esta es mi amiga la pechos. ¿Ahora entiendes porque la llamo así?

Mel disfrutaba como un gato de los besos y las caricias que su madre le daba. Les había echado de menos, pero en unas horas, parecía como si nunca se había ido de casa.

- Por una vez que nos abrazamos, mamá... Mel empezó a reír con ganas recordando aquello. Se pelearon toda la tarde, pero cuando era momento de estar unidos, no había quien les despegara. Ver la peli fue idea de Mike, como no, y además apostó con su hermana que podría quedarse a verla entera. Al final la vieron los dos y como era costumbre, su madre cambió un mal recuerdo en uno maravilloso.

Hasta ahora, la melliza no había notado nunca nada entre su hermano y Sam, lo que dijo su madre la hizo pensar un poco y realizar que podía ser cierto.

- Vaya, hermanito, ¿por eso guardabas los caramelos azules? Hasta ahora pensaba que era porque no te gustaban, aunque, las pocas veces que estaba Sam de viaje, te los comías...

- No, mamá, estas fotos son de antes, ahora son irreconocibles, solo de vez en cuando sacan el mal carácter. Espera, que te paso unas fotos, verás.

-En realidad yo no tenía miedo, solo lo fingía para que Mel no se sintiera mal y también la abrazaba para que no tuviera miedo ella. Mintió Mike ante las palabras de su madre y su hermana. Pero gracias por hacer que nos olvidáramos de eso mamá, eres la mejor madre del mundo. Tuvo que improvisar una respuesta ante las afirmaciones de su madre respecto a Sam. Claro que me volvía loco, lo extraño es que haya salido tan normal con ellas dos de influencia, nunca sabía como se iba a presentar disfrazada, eso me creaba mucha tensión... Y no me gustan los caramelos azules, a nadie le gustan esos caramelos. Respondió a su hermana.

Lo de la web de rol era divertido y le traía buenos recuerdos pasados y presentes.

-No se que edad tiene. Sam ¿Te gusta un hombre de 50 años? Al menos podías intentarlo con su hijo, aunque ese debe ser muy joven. Últimamente me estás sorprendiendo mucho... Lo de su "amigo" Brakend no le había descolocado tanto como su reacción con su hermana de antes, quizá Sam solo quisiera experimentar como las amigas de Mel. Yo no pienso experimentar con ellas, puedes decírselo de mi parte. Es una pena que no les gusten los chicos, ya no volveré a intentar pedirle una cita a Michelle, aunque me acabas de subir la autoestima, no es que no le gustara, es que es lesbiana... Y si, eres un poco ñoña hermanita, aunque lo de saber usar una katana te suma puntos, al final vas a acabar siendo más mala que ellas en el instituto. Y sobre tu amiga Sal... ahora comprendo muchas cosas si, pero me parece demasiado exuberante ¿No lleva mal eso? Estoy seguro que todos se vuelven a mirarla cuando pasa, no puede pasar desapercibida.

Tampoco le parecía muy raro todo aquello de Brakend y la web, en Umbría siempre habían pasado cosas muy raras. Mike no dijo nada, pero pensaba que el tal Brakend había terminado con un antiguo master.

Eso si que hubiera sido una relación complicada.

-Creo que me vale con que no seas mala con Henrry, pero él tan solo intenta ser amable con vosotras, quizá es que es demasiado cariñoso y no estás acostumbrada, pero te aseguro que os aprecia. Creo que si no fuera tan amigo mío sería aún más empalagoso con vosotras.

Mike miró con curiosidad las nuevas fotos que Melyssa enseñó a su madre, parecía que las chicas habían madurado y no tenían la pinta de marginales que llevaban en el instituto.

Lástima que sean lesbianas, una gran pérdida para la humanidad.

-¿Y a que se dedican ahora? ¿Han dejado su negocio de guardaespaldas?

Para cualquier extraño aquella conversación iba y venía, y cuando parecía que un tema se había zanjado regresaba para animar el ambiente. Si no fuera que estaba acostumbrada a la dinámica hubiera permanecido como mero observador de aquella vorágine de palabras.

- Mike, Henry es un buen tipo pero no quiere reconocer que para dedicarse a la música hace falta más talento, contactos o estar dispuesto a... Vamos, que no lo escucharemos en una emisora decente.

Cuando Mike dijo que sabía quién era Brakend no se sorprendió demasiado, pues con el tiempo se había hecho un buen nombre y era un tipo bien agradable. Pero conocía al mellizo, así que no dudó en aclarar las cosas.

- Brak es un amigo, coincidimos en alguna partida y terminamos wasapeando en un grupo de umbrianos. Y lo de Alecto... En fin, que así es la vida -Se encogió de hombros-. Y te digo que más vale un cincuentón experimentado que a un niñato de veinte que no sabe ni cómo usarla -dijo a la ligera hasta que, dándose cuenta de que estaban los padres de los mellizos, comenzó a ponerse colorada.

Optó por cambiar de tema y ayudada de las fotos que había puesto Mel..., volvió a meter la pata.

- Menudas tetorras tiene Sal -Señaló la pantalla formando dos círculos en el aire-. Estoooo... Sabía que esas dos eran pareja, pero era divertido ver cómo intentabas ligar con Michelle -Sonrió con algo de malicia.

Sam miró a Anne asintiendo, con una sonrisa en la boca cuando más tarde preguntó si se acordaba de aquella faceta de pintorrajearse.

- Claro que me acuerdo, pero creo que era más por lo mal que me maquillaba por lo que lo volvía loco. ¿O era que estaba tras de él para maquillarlo? -Se echó a reír.

Desafortunadamente, la nota discordante entre tanta alegría la resaltó Ben.

- Pues es cierto, no había leído bien esa reseña. Será reticente o nos mandará a tomar por saco, eso si responde. Como dice tu padre -Miró a Mike-, puede que no haya tanto interés como creemos. Seamos pacientes, ya contestarán.

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-Sam, estoy de acuerdo contigo, pero Henrry tiene mucho talento, quizás otras cosas no, pero talento le sobra, solo necesita encauzarlo en la dirección correcta. En cuanto a los contactos... ¿Has dicho que a tu jefe le gustan las apuestas arriesgadas? Si va a patrocinar al rockero conflictivo bien podría interesarle una estrella en potencia, quizá pueda poner una cláusula en mi contrato al respecto. Se que todo parece en su contra y que muchos lo critican, pero estoy seguro que triunfará algún día.

Como era de esperar Sam no tardó en aclarar lo de Umbría y Brakend.

-Está bien, solo es un amigo y me alegro, si tiene 50 años y ya está casado y con un hijo... Creo que puedes aspirar a muchísimo más que eso. No pudo evitar soltar una carcajada cuando Sam terminó de manera espontánea la discusión sin darse cuenta de la presencia de sus padres, cuando lo hizo se puso roja como un tomate. JAJAJA. ¡Pero Sam! ¡Como dices esas cosas delante de mis progenitores! ¿Que van a pensar ahora de ti?

Sabía que sus padres la querían y ya estaban acostumbrados a mayores burradas por parte de su hijo.

-¡Muy bonito! ¡Así que tu también lo sabías! Gracias a las dos por no decirme nada y pasároslo tan bien a mi costa, pero... Mike se quedó pensado y terminó poniendo la cara de cuando se le ocurría alguna maldad. Me debéis un favor y para compensármelo la próxima vez que nos veamos con Michelle no quiero que sepa lo que me habéis dicho, esta vez me toca reír a mi.

Sería divertido devolverle la jugada después de todos aquellos años.

-Creo que era porque intentabais maquillarme a mi. Pero todos aquellos ensayos te han servido para perfeccionar tus técnicas de maquillaje. ¿Mamá has visto alguna vez a una chica que siempre esté tan bien maquillada como Sam?

Samantha siempre aparecía perfectamente arreglada y solía llevar en algún sitio utensilios para retocarse si llegaba el momento. Aunque a Mike también le gustaba las pocas veces que la había podido pillar al natural, no era de esas chicas que escondía una horrible cara detrás de una gran capa de artificios, incluso la prefería cuando era así, la Sam sencilla de la infancia, claro que ahora estaba obligada a dar una imagen al exterior por su trabajo y posición.

-Ya sabéis que la paciencia es algo que me caracteriza. No encontraréis a nadie más paciente que yo en el mundo, pero... ¿No ha respondido nadie todavía? !De verdad Sam! ¿No sería divertido mandarles un virus con un mensaje y si no responden que se les bloquee el comunicador? No soporto que menosprecien tu trabajo y el de Melyssa. Pero el virus solo a los chicos, de las chicas ya me ocupo yo jajajaja. Mel, podemos mandarles la foto de tu amiga, seguro que así contestan más rápido.

- No tenías miedo, no, temblabas de frío, con el calor que siempre tenemos aquí, mentiroso. Ojalá fueras como Pinocho y te creciera la nariz por cada mentira que dices. ¡No! No por eso te ponías nervioso, aunque te pintamos algunas veces. Mira la carita de Sam, recuerdo que el poco pintalabios que se ponía, resaltaba su bonito tono de piel. Y Sam, no digas que lo hacías mal. Fuiste tú quien me enseñó a maquillarme. Y lo hacía muy bien, Mike, que seguro que vas a decir que no... bufff... Es verdad, le queda genial, y también es muy guapa sin nada de maquillaje.

- ¿Sal? ¿Llevarlo mal? ¡Qué va! Mel comió unas galletas más, se limpió las manos y la boca, tomó un largo sorbo de café y luego siguió hablando sobre su amiga. Le encanta que le miren y que le digan algún piropo de vez en cuando. Además, sabe muy bien defenderse por lo que, más de uno que se pasó con ella, acabó en el hospital. Te digo Sam, esta chica es un encanto, cuando salgo con ella acabo con agujetas en las mejillas de lo mucho que me río con ella. Pero sí, es muy dotada, digamos, ja, ja, ja.

No, no, no, Samantha. El hijo de Brakend, el tal Hidalgo ese, veo que siempre anda con otro, un tal Masca. Seguro que son algo más que amigos. Yo estoy contigo, mejor el cincuentón. Por supuesto que Melyssa no entendió a que se refería Sam o Mike y en su despiste, confirmo la afirmación de su amiga. Con cincuenta años, seguro que sabe cómo usarlo todo, dijo inocentemente, tiempo habrá tenido para coger toda la experiencia posible. Aunque creo que hoy en día todos saben cómo usarla, la aplicación esa. Aunque tampoco hay que escandalizarse tanto como Mike. Todos sabemos que mamá y papá prefieren llamarnos y escuchar nuestra voz, antes de ponerse a teclear mensajes por WhatsApp.

- Deja en paz al pobre jefe de Sam, bastante que se ha metido en negocios con el drogata soso. ¿Quieres llevar a la quiebra a tu futuro trabajo? Ahora déjame mandar un mensaje a las chicas para decirles que estoy en la ciudad y si quieren quedar a tomar algo con nosotros. Tranquilo, no le diré nada, Sam y yo seguiremos pasando un buen rato viéndote, ja, ja, ja.

- Sobre la página de Facebook, solo puedo decir lo de antes sooosoooos y no me creo otra cosa hasta que no se me demuestra lo contrario, pero en serio, Mike, si vuelves a preguntar, te pego las manos a la boca con celo. ¡Déjalo ya!

-Yo no temblaba, eras tú la que nos hacía temblar a los dos, claro como estaba abrazándote pues yo también. No dijo nada a lo de pinocho pero sonrió recordando un chiste que le habían contado hacía poco de pinocho y caperucita roja. Cuando su hermana le dijo que mirara la cara de Sam, Mike se acercó a su amiga exageradamente, tanto que casi no podía enfocarla bien. Si, es guapa, desde aquí no veo ningún defecto. Sam, hoy Melissa está especialmente halagadora y cariñosa contigo, si tienes que pedirle un favor creo que es el momento oportuno.

La amiga de Melyssa era otra cosa, a Mike seguía pareciéndole demasiado exagerada y si además como parecía era un poco descarada la combinación resultaría altamente peligrosa.

-Creo que tu amiga tiene mucho peligro Mel, y sus dotes saltan a la vista, no hace falta que digas nada, lo raro sería no darse cuenta.

Para llevar desconectada un tiempo de la web parecía que Melyssa estaba muy al tanto de todo lo que pasaba con aquellos personajes. A parte de Brakend no conocía a ninguno de los otros así que no pudo opinar nada al respecto. Y como siempre su hermana no había pillado nada de lo que se estaba diciendo y no pensaba sacarla de su error.

-Si, la aplicación... Todo el mundo sabe usar la aplicación Sam, no necesitas un hombre de 50 años para eso, pero Brakend parece un tío majo, me da igual que sea tu amigo o tu presidente, siempre has sabido muy bien lo que hacías.

Si Melyssa también consentía en no decirle nada a Michelle podría poner su plan en marcha, así que Mike se frotó las manos pensando en todas las posibilidades que tenía por delante.

-¡Ja! El que ríe el último ríe mejor hermanita. Esta vez seré yo el que se lo pase bien.

Por alguna extraña razón su hermana tampoco quería que volviera a preguntar si alguien había respondido a la página de Facebook, quizá Sam y ella ya habían perdido interés en las posibles respuestas, pero tras todo el trabajo a Mike le seguía pareciendo importante, además había una apuesta en juego con ese tema y para él eso era algo muy importante.

-¿Pero estáis seguras que nadie ha...? Interrumpió la frase cuando su comunicador comenzó a vibrar y miró a la pantalla. ¡Es Henrry! Dijo mientras descolgaba. Hola Henrry, precisamente me estaba acordando de ti, mira con quien estoy. Tocó la pantalla para permitir la emisión de vídeo y enfocó a Melyssa y Samantha para que Henrry pudiera verlas.

-!Hey loco! Se escuchó al otro lado mientras en la pantalla un sonriente Henrry observaba la escena. ¡Que mariconsón! Tan bien acompañado como siempre y no me avisas... ¿Que tal están ese para de bellezas? ¿Son mis ojos o cada vez están mas hermosas? Espero que acepten una invitación a un nuevo club que abre esta noche, mi primo es el dueño y por supuesto ustedes dos tendrán la entrada gratis porque a dos bombonasos como ustedes sería un delito cobrarles. Además voy a presentar mi próximo éxito, y esta vez si que va a pegar fuerte. Se llama Loco, que es como se vuelve mi corason cuando las veo mamasitas, espero que no falten. Y también se pueden traer a Mike, alguien tiene que ocuparse de mis fans mientras yo las atiendo a ustedes como se meresen.

-¡Oh gracias Henrry! Yo no solo tendré que pagar la entrada sino que casi ni me invitas. Pues o entro gratis también o me las llevo a cualquier otro sitio, te lo advierto.

-Jajajajaja. No seas huevon, sabes que estaba de broma y para demostrarles que los aplecio les voy a cantar ahora un adelanto para que vean lo que van a disfrutal.

Henrry se puso a cantar sin dejar tiempo a que las chicas pudieran protestar o poner alguna excusa para no oirlo.

-¡Es genial Henrry! Creo que esta vez lo vas a conseguir, además tu amigo Mike tiene un plan para lanzarte internacionalmente, si sale bien pronto podrás sacar tu propio disco.

Mientras Mike seguía con sus mentiras sobre los temblores y se metía con la pobre Sam, Melyssa aprovechó para ponerse en contacto con sus amigas. Solo bufó a alguno de los comentarios o lo empujó cuando se pasaba con amiga.

Habló primero con Rosa y Michelle. Se alegraron mucho por saber de ella y al parecer su relación de pareja había acabado, pero seguían buenas amigas y compartían el piso. Quedaron en verse por la noche, al parecer tenían invitaciones a la inauguración de un club.

Enseguida se puso a charlas con su otra amiga, la tetas, esta vez la conversación fue cortada por una inesperada llamada de Henry. La melliza sonrió ampliamente a su saludo, mientras su mano buscaba a la de Sam para agarrarla con desesperación.

- Je, je... je... Hola... Henry... Encantada de verte. En sus pausas se podrían notar el esfuerzo que hacía para mantener una sonrisa y para no ser descortés con el chico. Vaya, cielo, verás, justo acabo de hacer planes con unas amigas mías. Es curioso, porque ellas también van a la inauguración de un nuevo club. Se llama Macumba Miami Nightclub, no creo que es el mismo, pero hey, ya sabes, habrá una próxima ocasión, claro que la habrá, dijo en voz baja.

Y si se preguntan si la pobre tuvo que escuchar una pequeña parte de la tortura que iba a sufrir, la respuesta es sí, y aguantó como una campeona. No sabía en que estado se encontraba la mano de Sam al acabar, así que, nada más librarse de Henry, le dio unos cuantos besos y le pidió perdón. Seguro que el daño no fue significativo, Mel tenía menos fuerza que nadie que conocía.

- Ay, lo siento, amiga mía de mi alma... Le voy a dar la razón a Mike después de esto. Era buena idea esa de que me puedes pedir lo que sea, lo haré, con tal de que me perdones... Pero este chico me pone de los nervios. Mike, sé buen amigo y dile que se dedique a otra cosa. ¡Canta fatal!

- Vamos, Mike... Henry es un caso perdido, aunque no sé cuál de los dos es más catastrófico -Señaló la foto de Oliver-. Al menos Henry no tiene pinta de drogadicto...

No pudo evitar reír con aquello del maquillaje, ahora recordaba sus intentos por hacer de Mike una Michalle.

- Años de perfeccionamiento, cariño -Le guiñó el ojo-. Y Mel, fue algo simultáneo. La verdad es que a menos que vaya a salir de la puerta para afuera prefiero la cara limpita, pero ya es costumbre pintorrajearme un poco -Movió la mano restando importancia.

Si hubiera apostado cada cuánto iba a preguntar si habían respondido a los mensajes tendría los bolsillos llenos, pero las apuestas fáciles no tenían gracia.

- La paciencia nunca ha sido tu virtud, pero es posible crear un buen virus antes de que alguno de ellos conteste -Sonrió a Mike-. En serio, pasemos de estar pendientes, ya contestarán.

Todo parecía ir bien hasta que, cómo no, Mike puso la guinda al pastel. En cuanto apareció Henry en la pantalla sintió la presión de la mano de Mel sobre la suya, en aumento...

- Hola, Henry. Se te ve bien -Sonrió-. Gracias por el piropo, siempre tan atento; y nos apuntamos -Levantó la mano junto a la de Mel-. Así iremos realmente sabrosonas, ¿verdad, Mel? -Rió. Luego de aclarar a dónde podían ir con las amigas no pudo evitar reír-. Ya verás que es el mismo club.

Lo cierto es que en principio iba bien, hasta que comenzó a cantar... ¿Se notaría que se esforzaba en sonreír? ¿Cuándo iba a entender Mike que aquel no era su estilo musical?

Henrry lució una amplia sonrisa ante la contestación de Melyssa y comenzó a mover la cabeza en señal afirmativa ante sus palabras, como si le estuviera dando una gran alegría. Señaló a la chica con sus manos mientras le replicaba.

-¡Lo sabía! ¡El Macumba Miami Nightclub es el local que inaugura mi primo! ¡Pero estoy seguro que vosotras ya lo sabíais y también que yo tocaba allí! ¡Queríais darme una sorpresa y presentaros allí sin decirme nada, mamacitas! Pero no, eso no puede ser, a mis mejores fans tengo que tratarlas de lujo, ya tu sabes, tendréis un sitio cerca del escenario reservado y pienso dedicaros una canción. ¡Una a cada una! Jajajaja. Samantha si sabía que era el mismo club ¿ves? Pienso daros un abraso bien grandesote a las dos porque Henrry sabe tratar bien a sus admiradoras. ¡Mike! ¡Seguro que tu estás detrás de todo esto! ¡Querías traer a las chicas sin avisar sinvergonson! ¡Ja! Pero no se me engaña tan fasilmente... ¡Me encanta! Esta noche vamos a quemal Miami mi helmano. Estoy tan emosionado que voy a cantaros otra.

Sin mas se puso a cantar nuevamente mientras Mike no podía evitar morirse de risa por todo lo que estaba pasando allí. Había sido una coincidencia que las amigas de Mel la citaran en ese club, pero no sería él el que le dijera a Henrry que todo aquello no era un plan de sus enamoradas fans.

-Henrry, será una gran noche, espero que no acapares a todas tus admiradoras y dejes alguna para mi, con una me conformo. Es un trato justo teniendo en cuenta que yo te llevaré dos... ¡Nos vemos esta noche amigo!

Cortó la comunicación y una vez sin Henrry pudo reirse aún más agusto entre Mel y Sam.

-¡Así que le ibais a dar una sorpresa a Henrry y no me habíais dicho nada pillinas...! Menuda alegría que le habéis dado, va a recordar esto durante mucho tiempo. Y no os olvidéis de ir sabrosonas ¿No Sam? Y no canta tan mal, además en directo es distinto, se disfruta mucho más, veréis como nos lo pasamos bien.

Se levantó como un resorte del sofá y se giró de un salto para quedar de cara a las chicas nuevamente.

-Entonces... ¿Que quieren hacer este par de sabrosonas ahora? Sam tiene razón, no vamos a quedarnos todo el día mirando al comunicador a ver si alguno de ellos responde, tenemos cosas más importantes que hacer.

Anne estaba abrazada a Ben, y ambos sonreían, callados, mirando el ir y venir de sus hijos y Sam, ya fuera moviéndose, ya hablando, espectadores como podrían serlo de un emocionante y al mismo tiempo divertido partido de tenis a tres bandas.

Pero tras la exortación final de Mike, ambos se echaron a reír y afirmaron categóricamente.

-¡Cierto! Venga idos ya, arrasad Miami, chicos. Estáis juntos y rebosáis energía y buen humor. ¡No os quedéis aquí, salid a divertiros!

No podían sentirse molestos por la coincidencia, y aunque en Miami se abrían locales a menudo, una discoteca con el ambiente adecuado se presentaba como el punto de encuentro perfecto para amigos, conocidos y por conocer.

- ¡Macumba! -levantó la mano junto con la de Mel mientras se carcajeaba. Si iba a soportar como una campeona el apretón de su amiga bien podía aprovechar y reírse un rato-. Vamos, Mel... ¡Macumba!

Sam estalló en carcajadas, pues a mal tiempo... sonrisa deslumbrante.

- No, no. La idea fue de Mel que te echaba de menos por culpa de tanto trabajo y viajes. Se nos va a convertir en una extraña a este paso, ¿a que sí? -No miró a nadie en concreto, y cuando se dio cuenta Henry ya estaba con otra canción; y aunque no entendía ni una cuarta parte, excepto palabras aquí y allá, se dejó arrastrar por la melodía. Ella y Mel, o más bien ella arrastró a Mel.

- Que bueno, Papi -dijo en español al terminar la canción, y ni se planteó de dónde había sacado la frase porque...-. Estaremos allí, esperando nuestra dedicatoria y abrasote.

Cuando la comunicación se cortó estuvo entre cambiar a modo salvaje y lisiar a Mike a base de collejas o, la opción elegida, seguir con el buen rollo y burlarse de Mel con un último apretón.

- Eso por pensar que mi mano es de acero. Casi me dejas manca -La reprendió falsamente-. Y tú, querido diablillo... -Miró a Mike-. Ya te vale. Sólo recuerda que la venganza es amarga, e inesperada -Le guiñó un ojo-. En fin... Vamos a ponernos sabrosones que la noche es larga y la vida corta -Ratificó la conclusión de Mike, sobretodo porque dejaría de escuchar cada cinco minutos el "¿han contestado?".

- Querida Sam, sé que Henry tiene... un aspecto decente al lado del drogata, pero creo que el Oliver canta mejor, por lo menos le invitaron a la radio para una entrevista, a Henry solo lo invita su primo a la inauguración de su club.

- Para la fiesta de esta noche me vas a maquillar tú, por los viejos tiempo, ¿a qué sí? ¿Me pregunto si ese vestido con volantes que me compré hace años me sigue valiendo? Samanta era una diva de la moda, pero Mel un desastre, el vestido del que hablaba era horroroso, ni siquiera su color era aceptable. Por alguna razón, nunca os gustó como me quedaba...

- Henry, Melyssa negaba con la cabeza a cada palabra que el amigo de su hermano decía, no, no queríamos darte... no... eso no es así... Bufff... Al final desistió, era imposible convencer a Henry de que las cosas no eran así como él pensaba. Acabó con la mano a la frente, negando con la cabeza, todo el rato que duró la segunda canción que el chico les dedicó. ¡Pero Samantha? ¡Es una coincidencia, tan solo eso! No entendía porque su amiga animaba más aquel mal entendido, pero ya la noche estaba condenada. Se quedó de piedra con su mano entrelazada con la de Sam. No sabía por qué, en un tiempo tan corto, toda la idea de divertirse se convirtió en tortura.

- No... nonono, no. ¡NO! ¡Mike, te voy a matar! Sin pensarlo dos veces empezó a correr detrás de su hermano. Se le olvidó un pequeño detalle, que la mano de Sam seguía en la suya, así que, queriendo o no, las dos perseguían al mellizo. Una vuelta alrededor del sofá, otra alrededor de la mesa de la cocina, los padres tampoco se libraron de hacer de rotonda y al final nada, solo gritos y reproches. Un día serás gordo por sentarte todos los días durante horas delante del ordenador y no podrás correr más que nosotras y entonces... La mirada asesina que le dedicó a Mike completaba claramente.

- Si mamá, pero no es divertido pasar la noche en compañía de Henry. Al final soltó a Sam porque tenía que cruzarse de brazos, hinchar los mofletes y mirar mal a todos.

-¿Pero que he hecho yo? Contestó Mike queriendo parecer inocente mientras se reía ante el reclamo de Samantha. Encima que os acabo de conseguir un sitio de lujo para el concierto... ya veréis que bien.

No le dio tiempo a decirle mucho más pues su hermana reaccionó algo peor ante todo lo que había pasado y tuvo que levantarse rápido del sofá antes de que pudiera echarle la mano encima, por fortuna todavía seguía cogida a Sam y esto la ralentizó lo suficiente para no poder alcanzarlo.

-¿Se puede saber que os pasa? Si total, ibais a ir a la inauguración con vuestras amigas... En todo caso echarle la culpa a ellas. Además mira el lado positivo, si Henrry está cantando no podrá estar intentando ligar con vosotras...

Todo tenía que tener su lado positivo, claro que no dudaba que Henrry aprovechara cualquier oportunidad para hablar con las chicas, antes, durante y después del concierto, pero tampoco iba a decírselo a Melyssa y que se preocupara de más.

-Bueno pues si el plan está decidido creo que será mejor prepararse, por mucho que me guste será mejor que no vaya vestido de Hodrum a la fiesta. ¿Cuanto pensáis tardar vosotras? Lo digo por si me da tiempo a jugar una partida o dos mientras espero. ¿Una hora será suficiente? Bueno por esta vez no os meteré prisa, eso sí como máximo tenemos que salir una hora antes del concierto que yo si que no quiero perdérmelo.

Mike se fue a cambiarse y se puso unos vaqueros y una camisa para salir un poco de su camiseta habitual dado lo especial de la noche, de nuevo junto a Mel y Sam y el concierto de Henrry. No tardó mucho y además ya se había duchado gracias a la torpeza de su hermana así que pasó el resto del tiempo que tardaron las chicas buscando cosas en internet y comprobando si alguno de aquellos extraños había contestado. Cuando se cansó de esperar respuesta se puso a jugar al Call of Duty 15, Operación Australia. Bajó al salón cuando las chicas le avisaron que estaban listas.

-Vaya par de preciosidades, no se si podré compartiros con Henrry u os secuestraré para mi solo... Hoy estáis especialmente guapas. Se volvió a sus padres. ¿No tengo razón? Bueno mamá... papá... nos vamos, no nos esperéis despiertos.

Se acercó a sus progenitores y se despidió de ellos con dos besos antes de salir de casa.

-¿Todos listos?

Todos listos.

Tras los besos y las despedidas de rigor, junto con los comentarios admirativos ante las dos bellezas femeninas, y el indiscutible atractivo masculino que Mike sabía ejercer cuando quería, Anne y Ben les vieron partir hacia la noche.

Fiesta, eso significaba música, baile, copas, risas, y guiños. Y, si esos guiños eran bien recibidos, posiblemente algo más, o mucho más. Así abordaron la entrada del Macumba, pasaron el control de los hombretones temibles que apostados en las puertas filtraban el acceso sólo a los VIPs, y entraron...

Acompañado de aquel par de preciosidades Mike se abrió paso junto a ella hasta la entrada de la discoteca, que como cualquier garito en su inaguración estaba llena de gente intentando entrar. Lo hicieron sin problemas gracias a las invitaciones digitales que Henrry les había mandado a sus comunicadores al poco de hablar con ellos.

-Vosotras primero señoritas. Dijo Mike caballeroso mientras dejaba paso a sus acompañantes. Parece que esta noche esto va a estar repleto de gente.

El ambiente no podía ser mejor y la discoteca estaba llena de chicos y chicas guapas. Mike sonrió a algunas mujeres al pasar pero como siempre que iba acompañado de Mel y Sam no le hicieron mucho caso pues pensaban que ya iba bien acompañado. No le importó, a lo largo de la noche habría muchas oportunidades y además hoy no era un día para buscar un ligue de discoteca, hoy quería disfrutar de Melyssa, Samantha y el concierto de su amigo.

-¡Busquemos a Henrry! ¡Supongo que estará cerca del escenario preparando cosas! Gritó Mike para hacerse escuchar sobre el ambiente sonoro. ¿Que os parece el sitio? Dijo mirando a su alrededor. Promete ser un buen lugar de encuentro, aunque todo depende también del ambiente musical que quieran darle y de los precios de las copas.

Prepararse no le llevó mucho. Salir de fiesta no era lo normal, pero con sus manías perfeccionistas, vestirse y maquillarse era un ritual. Esta vez pudo disfrutar de los toques que Samantha le daba cuando le maquillaba. Al final no se puso el vestido de volantes, por alguna razón no lo encontró en su cuarto. Vistió uno sencillo, ajustado, azul, resaltando el color de sus ojos.

La entrada en el club no fue entorpecida por nada y dentro el ambiente era mejor de lo que se esperaba. La música dejaba sordo a cualquiera, pero disfrutaría de la voz ronca que seguramente iba a tener el día siguiente. Sonrió recordando como años atrás casi se quedan mudos los tres. Idea de Mike, claro, por quedar en una discoteca con antiguos compañeros de clase.

  - El ambiente musical se va a estropear en cuanto Henry empiece a cantar... Una pena, el sitio me gusta. Y las copas cuestan mucho en todos los lugares, te regalaré las mías, siempre me invitan a más de las que puedo beber, solo que parecerás... jajaja... ya sabes. Voy a buscar a las chicas... Respondió a gritos igual que Mike y luego empezó a buscar con la mirada a sus amigas. 

No podía parar de reír mientras iba corriendo tras Mike, o mejor dicho era arrastrada por Mel en pos de su gemelo. Si en el proceso se hubiera caído, afortunadamente no fue así, de la risa dudaba que pudiera levantarse. Era agradable recuperar aquellos tiempos en los que los tres, como los mosqueteros, estaban "uno para todos, y todos contra Mike". Volvió a reírse, pero se guardó la gracia para sí.

- En eso tienes razón: mientras canta no liga, pero tortura... -Resopló ante la idea.

Una vez liberada del agarre y ya encaminados para acudir al club fue momento de las despedidas.

- Anne, Ben... Un placer como siempre -Se dirigió a ellos y les dio un beso en la mejilla-. La semana que viene vengo a ver mis padres. Os aviso y tomamos algo después, separados... -Movió la mano dando a entender que no quería mezclar las visitas-. De todas formas, mientras esté Mel aquí, es probable que nos veamos antes.

Dirigiéndose a la puerta cogió a Mike por el antebrazo y anduvo hasta allá con él.

- Voy a mi casa, cojo lo necesario y regreso. Calcula que estaremos allá como en... -Puso cara de estar calculando-. Dos horas, y antes. Pero ya sabes... el tráfico o cualquier imprevisto.

Como había dicho en poco tiempo estuvo de regreso, con el vestido guardado cual tesoro en su funda así como los zapatos. Una ducha después, sesión de maquillaje y prueba de ropa y ya estaban listas para salir. Optó por un vestido de cóctel corto, dorado y negro con muchas piedrecitas. Parecía una obra de arte, un toque muy Sam por ser algo retro pero con clase. Unas sencillas sandalias negras a juego con el bolso y ya estaba dispuesta a quemar el club, figuradamente...

- ¿Te gusta? Es de Virgos Lounge, y estas preciosidades son de Loewe -Miró a Melissa pues sabía que Mike no tendría ni idea de qué hablaba-. Hoy voy a desmelenarme y llevo lentillas, así que si me veis tanteando a la gente no es que quiera tocar carne, es que no veo ni un pimiento.

Decidieron llamar a un taxi porque ninguno de ellos iba a perder la oportunidad de divertirse, beber si les apetecía y acabar en cualquier lugar agradable preferiblemente con buena compañía. Y por lo que vieron nada más llegar al local la noch prometía, sobretodo cuando podía alardear de evitar aquella cola que parecía dar la vuelta a la manzana.

- Me siento muy sexy -Sorió deslumbrante a sus amigos al tiempo que movía las cejas en un gesto sugestivo.

El local estaba a revosar, gente guapa y no tanto, pero todos con ganas de diversión, llenaban el lugar. No era su ambiente preferido pero había decidido cambiar el chip.

- Es bastante pintoresco -dijo a grito pelado debido al volumen de la música-. Me quedo con Mike, así que mantente localizada. Vamos a por bebidas, o un sitio donde sentarse, o lo que sea -Se echó a reír mientras iba desfilando hacia la barra al son de la música. 

Sam había sorprendido a Mike al ir sin sus habituales gafas, sin ellas su amiga se veía rara, aunque seguramente solo era la costumbre de verla siempre con ellas puestas.

-Veo que seguís con ganas de meteros con Henry, espero que tras el concierto cambiéis de opinión, ya veréis como os gusta.

Acompañado de chicas guapas y con las copas gratuitas de Melyssa, además del concierto, la noche se presentaba muy prometedora.

-¿Os he dicho que estáis muy guapas? Creo que sí, pero lo repetiré. Aunque no entendí nada de lo que habéis dicho de vuestros vestidos y complementos... Sam ¿No te has traído las gafas en el bolso por si acaso? De todas formas si pierdes una lentilla o empiezas a ver mal avísanos y te ayudaremos, seremos tus lazarillos. Melyssa te acompañará al baño y yo te ayudaré a encontrar algún chico guapo con el que ligar. Hizo una pequeña pausa antes de añadir algo más. O chica... Mel, yo cuidaré de Sam hasta que encuentres a las chicas, no te preocupes, estaremos cerca del escenario, vamos a buscar a Henry.

Todavía seguía dando vueltas a lo de aquella tarde con Melyssa y ahora que su hermana se iba en busca de sus amigas lesbianas tenía la oportunidad propicia para hablar del tema con su amiga.

-Por favor señorita, agárrese a mi no me vaya a perder entre la multitud y no verme. Dijo mientras le ofrecía a Sam el brazo y se acercaba a la zona del escenario donde probablemente andaría Henry ocupado con los últimos preparativos. Sam... Esta tarde... Con Mel... Bueno... creo que se lo que te pasaba, me ha sorprendido un poco, pero puedes hablar de ello conmigo si quieres, ya sabes que siempre he sido un buen confesor. ¿Y en este caso no puedes recurrir a Melyssa verdad? Claro que si no te apetece hablar de ello... o no quieres hacerlo ahora... Solo quiero que sepas que puedes contar conmigo.

Las palabras le habían ido saliendo a trompicones, todavía estaba un poco alucinado con todo aquello como para haberlo asimilado.

Mellysa no tardó mucho en volver con sus dos amigas, A las dos las tenía cogidas por la cintura y las risas se escuchaban incluso entre el ruido de la música. En cuanto llegaron hizo las presentaciones aunque ya se conocían desde antes. La primera en hablar fue Michelle, siempre tan espontánea y atrevida, Rosa tampoco se quedó atrás.

- Samantha, estás guapísima. Michelle no pudo quedarse callada ante la imagen de la rubia, estaba realmente deslumbrante. Y Mike, simpático como siempre.

- Oh, Michelle, tienes toda la razón. ¿Por qué habremos dejado el rollo lesbi con chicas así de guapas? Siempre podemos volver a lo nuestro. Sin esperar, saludó a las chicas con un beso en los labios y a Mike con dos en las mejillas. ¡Vamos a sentarnos!, necesito una mesa para poder dejar mis copas, van a ser muchas. Guiñó un ojo y se sentó en la más próxima al escenario, parecía la mejor de la sala.

Mellysa se quedó un poco asustada por la reacción de su amiga, pero no tardó en reaccionar y empezar a reírse con ganas. Evidentemente, esa iba a ser una noche de locuras.

La conversación con Sam terminó tan deprisa que ni siquiera pudo llamarse así. Mel y sus amigas habían regresado demasiado pronto como para darles tiempo a terminar.

-Y tu tan ocurrente como siempre Michelle, yo también me alegro de verte. Mike agarró con mas fuerza el brazo de Sam y la atrajo ligeramente hacia él mientras que con el brazo libre cogió a su hermana. Pues lo siento por vosotras, pero estas señoritas tan guapas están conmigo esta noche. Rosa explícate... Hoy mismo me enteré que érais pareja, seguro que Mel os lo ha dicho. Si os habéis inventado una ruptura para que Michelle pueda seguir rechazando mis invitaciones y os divertáis a mi costa estáis perdiendo el tiempo. ¡Ni con todas las copas que te vas a tomar!

En realidad Michelle estaba radiante y Mike seguía con la espina clavada, era la única chica que lo había rechazado una y otra vez durante toda su vida, el resto había terminado cediendo o había perdido interés en ellas, incluso a alguna nunca se había atrevido a decirle nada, quizás esa era la mejor forma de evitar un rechazo.

-¿Y que es de vuestras vidas? Mel me ha dicho que os habéis formalizado, aunque no termino de creérmelo.

Sonrío, mientras su hermana se reía a su lado, le gustaba verla así, sobre todo después de tanto tiempo separado de ella, esperaba que esta noche de bienvenida fuera una gran noche para ella.