Partida Rol por web

Horus - II

Nat y Oliver

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25/10/2013, 09:32
Oliver Booth

Me fascinó la organización de aquel sitio y el detalle de que aquella chica supiera quienes éramos antes incluso de que llegaramos a hablar con ella. Supongo que por eso me mantuve en silencio, mirando a todos lados como quién viaja por primera vez a la capital. Mientras subíamos por el ascensor me dio por mirar la identificación que nos había dado la chica.

- Mola... - dije como pensando en voz alta.

Era como ser famoso... pero famoso de verdad, no lo que era yo, en aquel momento no podía considerarme ni siquiera un famosucho, ya sabéis, de esos cuya único "mérito" en la vida ha sido acostarse con alguien o salir en un programa de televisión. Aún me quedaba un largo camino para reventar las listas de éxitos, pero estaba dando pasos firmes en esa dirección.

La sala de espera no me sorprendió, supongo que porque seguía en la línea del resto del edificio, y bastante sorprendido estaba ya. Sólo me quedaba esa sensación rara de no encajar, de estar en el lugar incorrecto... si no hubiera sido el señor Stevenson en persona quién nos hubiera invitado, sin duda alguna estaría convencido de que nos habíamos equivocado de lugar o que nos habían gastado una broma pesada.

- Gracias, señorita - dije casi con miedo en la voz.- Esperaremos aquí... si... - le sonreí como un bobo hasta que se fue.- Bueno, Nat, yo no tenia muchas opciones... de todas formas, ya sabes que no me gusta vestirme de pingüino, y Stevenson debe saberlo si me conoce un poco, así que si ha querido que vengamos de todas formas...

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28/10/2013, 17:24
Yasmin

No es que pasara demasiado tiempo, no es que les hicieran esperar. Es que, simplemente, había tanta novedad a su alrededor que se distrajeron, y cuando a sus espaldas sonó la voz de mujer que reconocieron de inmediato como la que se había puesto en contacto con ellos por el comunicador, el día que habían quedado para la entrevista, ambos dieron un respingo.

-Buenos días, señores. -Se dieron la vuelta para encontrase de cara con una mujer de rasgos árabes, muy sofisticada y bellísima. -Soy Yasmin, asistente personal del Sr. Stevenson. Recordarán que fui yo quien les llamó. -Sonreía, rezumando eficiencia.- Si quieren seguirme, por favor, él les espera en su despacho. Estamos sumamente contentos de tenerles aquí, y de las perspectivas que su aceptación nos abren. ¿Qué les parece el edificio? ¿Lo conocían? Es la niña de los ojos de William. Y les aseguro que la lista de edificios y establecimientos remodelados y renacidos por su mano, es larguísima...

Mientras hablaba les llevó hacia una pasarela, al fondo, que acababa en una gran puerta de cristal tintado.

-Pregunten lo que quieran, si tienen dudas, curiosidad, lo que sea... soy su cicerone, y estoy encantada de serlo. ¿Querrán tomar algo? ¿Un café, un aperitivo?

Cuando llegaron frente a la puerta se dirigió a una pequeña y casi inadvertida esfera en un lateral, y dijo sus nombres, y el suyo. Casi al instante el cristal mutó a trasparente y vieron, mientras la puerta se hacía a un lado franqueándoles la entrada, el impresionante lugar desde el que el mago de las finanzas y al parecer de otros muchos negocios trabajaba y ataba sus cabos.

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28/10/2013, 17:41
Udjat

El Sancta Santorum de Stevenson se trataba de una enorme cúpula acristalada, encaramada en lo más alto del edificio, vestida con una estimulante aunque algo caótica mezcolanza de estilos y objetos. Era evidente que allí no había mano de decoradores, sino que era el propio William quien decidía qué le gustaba, y dónde lo quería, ya fuera una escultura tribal africana en ébano de una exquisita elegancia, a una gigantesca pala pulida de lo que había sido una hélice de quién sabe qué, pasando por muebles ingleses de cuero flor, muebles asiáticos de bambú trenzado y jarrones de cristal veneciano de líneas puras.

Sin embargo el efecto era extrañamente cálido, acogedor, y armonioso.

En uno de los diversos escritorios, éste muy funcional y vanguardista, Stevenson se levantó de un sillón de diseño y avanzó con la mano extendida hacia ellos, mostrando una sonrisa amplia.

Iba vestido con traje y corbata, pero lo llevaba con la misma soltura con la que uno lleva el chándal en una salida en bici.

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30/10/2013, 11:52
Oliver Booth

- Hola Yasmin, yo soy Oli... bueno, pero eso ya lo sabías ¿verdad? - solté una risita nerviosa.

Cuando estoy nervioso hago esas tonterías, como resaltar lo evidente o decir todo lo que pienso sin filtrarlo primero. Por suerte, no estuve mucho tiempo quieto hablando con esa mujer, o si no seguro que le habría contado algún chiste sobre árabes que no le habría hecho ninguna gracia y me habría hecho a mi quedar como un idiota.

- El edificio es un pasote... ehm... digo, que es impresionante, si... no lo había visto antes, hace bastante que no paso por Nueva York - le dije yo.- Lo cierto es que tengo tantas preguntas que no sabría por dónde empezar, así que yo creo que será mejor que el señor Stevenson nos cuenta el motivo de la llamada y después ya habrá tiempo para preguntas... Tomaré un refresco... bueno no, mejor un café.... ¡No! Mejor que sea una tila, si, una tila me sentará bien...

Joder, si que estaba nervioso, y menos mal que todo el mundo era tan simpático porque si no no sé qué habría pasado. Ahora que si yo estaba alucinando, Nat si que lo estaba flipando en colores, estaba calladito, como mirándolo todo. Le di un codazo para que espabilara porque Will Stevenson estaba haciendo su entrada en escena.

- Bueno... Pues ya estamos aquí - dije sonriendo mientras le estrechaba la mano.

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30/10/2013, 13:09
Nathan Morrison

Si. A pesar de que la referencia pudiese sonar excesivamente gay, Nat se sentía en aquel lugar como la mismísima Dorothy recién llegada de una excesivamente pueblerina Kansas, directa al corazón de la Ciudad Esmeralda. Si en algún lugar de Nuevo York había un mago, alguien que pudiese conceder deseos... llevar la carrera de Oliver a dónde su talento se merecía estar, ese ser, sin duda, debía estar allí. En aquel lugar que sorprendía con cada rincón sobre el que pusieses la mirada. La arquitectura más vanguardista complementada a la perfección con un estilo marcadamente humanista e integrado armoniosamente con las formas de la naturaleza misma. Ni en los más hermosos sueños del mayor de los visionarios se podría concebir como real un lugar como aquel.

Yasmin, la ayudante personal de Stevenson no podía ser más adhoc. En un principio uno podría haber imaginado que un retaco asiático de grandes gafas y frialdad robotizada podría ser la idónea para el trabajo pero, una vez más, la realidad superaba cualquier expectativa. Aquella mujer manaba equilibrio, hermosura no solo física, armonía... humanidad. Si el refrán de "dime con quién andas y te diré quién eres" fuese cierto, sin duda William Stevenson debía de ser una persona excelente. 

Y por fin allí estaba, en mitad de aquella especie de cripta. Como si estuviese decorada con los hallazgos de cien barcos hundidos. Personalísima, acojedora, transparente y de un brillo casi cegador. Era imposible no sobrecogerse ante tanta belleza. Y él. En persona resultó ser arrebatador. Nathan estrechó su mano y se sintió terríblemente pequeño y frágil a su lado. Irradiaba carisma y eso es lo más atractivo que puede tener un hombre.

- Encantado de conocerle, señor Stevenson. - se atrevió a musitar con fingida calma el bailarín. - Vaya, este lugar es increíble. Cualquiera que vea el skyline de Nueva York podría identificar el Dragonfly pero apuesto a que muy pocos se imaginan todo esto. 

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07/11/2013, 11:09
Udjat

En ese preciso instante, el momento en el que estabais conociendo a William Stevenson en persona, y quizá labrando un futuro distinto, os vibró a ambos el comunicador, con el zumbido característico de mail entrante.

Notas de juego

¿Qué hacéis, chicos? ¿Lo ignoráis, lo miráis, por encima, atentamente...? ¿Qué...?

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08/11/2013, 11:23
Oliver Booth

Casi pego un grito al notar la vibración del comunicador, cuando estoy en tensión a veces hago cosas como esa, pero aquella vez conseguí contenerme. En cuanto le solté la mano a Stevenson, aproveché para echar un rápido vistazo al correo, realmente sin la intención de perder mucho tiempo con él pero con estas cosas nunca se sabe. Esperaba que no fuese uno de esos e-mail basura, estaba ante la mejor oportunidad de mi vida y sería un estúpido si lo echaba a perder por pararme a leer un mensaje sobre alargamiento de pene o que Dios nos ama a todos...

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08/11/2013, 11:38
Comunicador

El mail en cuestión lo remitía un tal Mike Yaddow. Y decía así:

"Hola a todos! Somos Melyssa y Mike Yaddow, los hijos de Ben Yaddow amigo desde hace años de vuestros padres desde que compartieron aquel viaje a Egipto. Hace mucho que no nos veíamos ni sabíamos nada de vosotros ni de vuestros padres así que hemos decidido crear esta página junto a nuestra amiga Samantha para mantener el contacto entre nosotros. Nuestro padre nos contó vagamente su experiencia en Egipto hace años, pero nada comparado con lo que hemos podido encontrar por la red, queremos compartir con vosotros nuestros descubrimientos y entre todos compartir las historias de nuestros padres. Esperamos que os guste nuestra iniciativa.
Un abrazo enorme. Mel, Sam y Mike."

Seguía una invitación a un grupo de facebook:

Entonces recordaste a los Yaddow, de cuando erais pequeños, y de algunas reuniones de amigos a las que vuestros padres os habían llevado. De eso hacía ya muchos años.

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11/11/2013, 11:17
Will Stevenson

Si Will había o no notado que les había vibrado el comunicador a ambos a la vez, y si había sido consciente de la rápida acción por parte de Oli para verificar el mail entrante, no lo demostró en absoluto.

Había estrechado ambas manos con un apretón firme y caluroso, la sonrisa bailando en sus labios como brillaba en sus ojos. Sin ningún miramiento les echó un brazo sobre los hombros de cada uno de ellos, y así, como si aquello fuera el reencuentro de tres viejos amigos, les acompañó hasta unos sofás cerca de una de las paredes de cristal, con la ciudad bajo ellos. Colgando desde arriba con algún mecanismo invisible, un enorme cuadro al óleo mostraba el Dragonfly tal como lo había imaginado su creador, y, dedujeron, esa era una pintura de esa época, posiblemente un original de mano del propio arquitecto.

-Sentaos, por favor. Enseguida nos traerán algo de beber. He pedido cafés, tal como Oli le ha sugerido a Yasmin, pero si a tí, Nat, o a alguno de los dos le apetece otra cosa, o algo más, que lo diga, seguro que nos lo consiguen.

Guiñó un ojo cómplice, como si aquel imperio no fuera suyo, como si él mismo estuviera allí en la misma situación que ellos. -También le he dicho a Yasmin que nos deje unos minutos a solas, antes de poneros con la parte "técnico-económica" de nuestro acuerdo. Me gustaría que nos conociéramos un poco mejor, sobre todo vosotros a mi. Sé que mi asalto debió pareceros inaudito, por lo menos. La verdad es que soy muy impulsivo, me muevo por instinto, y así actúo. Aunque suele darme buenos resultados. Por cierto, ¿no os importará que os llame por vuestros diminutivos, no? Oli, y Nat.  Sé que os llamáis así entre amigos. Y estamos entre amigos. Y eso incluye un "Will" para mi, desde luego.

Les miraba a los ojos, alternativamente, se había sentado en el sofá que hacía ángulo con el de ellos, de modo que los tenía al lado, y con un golpe de vista les abarcaba a los dos. Usaba un suave perfume que dejaba una nota cálida, a madera, a su alrededor. No era lo bastante fuerte como para determinar cuál era, quizá matizada por el aroma personal propio. Sonreía aún, el azul de las pupilas tan claro como el cielo estival.

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11/11/2013, 11:44
Oliver Booth

"¡Oh! ¡Genial! Una reunión de antiguos alumnos... - pensé al leer el asunto del mensaje.- ¡Arriba promoción del 97! Y pensar que me he puesto nervioso por eso... ya lo leeré luego..."

Sería agradable ver a los chicos y todo eso, pero tenía entre manos algo más importante, mucho más... ¡Qué diablos! Tenía entre manos lo más jodidamente importante de mi vida, cualquier otra cosa podía esperar.

Como no podía ser de otro modo, Stevenson me hizo sentir como en casa, como si fuera uno más de la pandilla. La informalidad y cercanía que se escondían tras aquel traje caro y la impresionante oficina te hacía sentirte cómodo, como si aquel tipo no fuese más que uno de tus colegas de la escuela con un traje nuevo.

" ¡Eh, Oli! Mira el traje que me acabo de agenciar ¡Parezco un ejecutivo de Wall Street!"

- Claro, señor Steve... Will - sonreí al comenzar a tutearle, en realidad me sentía mucho más cómodo con ese trato.- Puedes llamarme Oli o como quieras... Y, eh, hummm, bueno... Yo estoy intrigado por este asunto... Ahora que estamos entre amigos, como acabas de decir, la cagué... no tenía que haberle dicho eso a ese gordo cabrón... aunque la verdad es que alguien tenía que decírselo - malditos nervios... ya empezaban a darme por el culo.- Lo que quiero decir es que no sé que tiene que ver todo eso con mi música.... porque supongo que esta reunión va de eso, de mi música ¿verdad?

En realidad no estaba nada seguro, pensaba que si, pero si así era entonces qué pintaba allí Nat. Quiero decir que menos mal que él había venido conmigo, de lo contrario ya habría vomitado en el suelo de cristal o añgo mucho peor, pero me extrañaba que le hubiese invitado sólo por ser amigo mío.... quizás hubiese algo más detrás de todo aquello..

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11/11/2013, 16:49
Nathan Morrison

Nathan estaba tan absorto ante toda aquella magnificencia que parecía como ido. Simplemente se dejaba hacer... asentía ante las palabras de los demás y miraba por doquier cualquier detalle que pudiera, una y mil veces más, volver a sorprenderle. Y había tantos que probablemente podría haber estado en aquella oficina toda una semana que aún no habría podido saciarse de tanto que admirar.

De este modo iban pasando los minutos sin que realmente el muchacho se pudiese dar cuenta de ello. Como si el tiempo se hubiese detenido... no, mejor como si dentro de aquel lugar simplemente no hubiese tiempo. Ni tiempo ni nada más que el universo de William Stevenson que se desplegaba sobre sí mismo para ofrecer una composición maravillosamente abstracta, colorista y poliédrica de la personalidad del magnate. De modo que cuando vibraron ambos comunicadores Nathan no lo percibió. O quizá su cuerpo estaba generando tal cantidad de adrenalina que podrían haberle pegado con un bate en la cara y el resultado habría sido idéntico. Por eso el hecho de que Oliver atendiese a su comunicador, aunque apenas fuese durante unos pocos segundos, fue provocación suficiente como para llevarse una mirada de reprobación hacia su amigo. ¿Qué demonios podía ser lo suficientemente importante como para que no pudiese esperar? Es más, ¿aunque estuviese esperando el resultado de una operación a corazón abierto de su tía, jamás podría parecerse a lo que suponía estar a las puertas de la gran oportunidad de su vida.

El abrazo de Will le tranquilizó. Will... tenía su gracia llamarle así. El cuerpo del multimillonario era menudo. En comparación con la delgadez casi extrema de Nathan si, pero en líneas generales se adivinaba bajo su camisa de varios cientos de dólares una anatomía ligera y esbelta. Cálida... tremendamente humana. Y su olor invadió la estancia como una extnsión natural de su propio carisma, embriagándolo todo a pesar de la extrema sutilidad.

- Er... si. - respondió Nathan a una pregunta que, realmente, nadie había formulado. - Oliver es un gran músico. Un compositor con mucho talento. No creo que nadie deba juzgarlo por esa desafortunada entrevista en la radio. Creo que el carácter a veces le traiciona pero es energía en estado puro y, bueno... la energía, a veces, se descontrola. 

Prácticamente en el mismo segundo en que terminó de pronunciar la última palabra se arrepintió de haberla emitido. Nathan sintió como que acababa de dejar claro que su amigo era un "broncas sin disciplina" y se sintió fatal por hacerlo. La disciplina no era su fuerte pero se le podía reconducir. Era cuestión de intentar entenderle.

- Es solo cuestión de entenderle...  - repitió en voz alta tratando de paliar su error.

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18/11/2013, 13:05
Will Stevenson

Asintió a Oliver y a su retahíla de comentarios, y su sonrisa se volvió algo socarrona.

-Va de tu música, cierto. Pero no negaré que la espoleta de la reunión fue esa explosiva entrevista por la radio. Me avisaron de lo que ocurría, al instante, cuando aún estabas en el aire. Y luego pasé toda la entrevista para escucharla al completo. Me reí, ¡qué diablos!, me reí mucho. Y pensé que era el momento de contactarte, de hecho, fue Yasmin la que marcó el número de tu buen amigo, y me puso al corriente de la situación. De tu comunicador hecho polvo, y de que estabais juntos.

Sonrió de nuevo, esta vez dirigiéndose a Nat.

-Ya ves que, aunque has dicho que fue desafortunada, esa emisión por la radio me hizo decidirme. Energía... exactamente. Igual que tú. Te preguntarás por qué te he pedido que vinieras, acompañando a Oli. Ya, la excusa es que quería pedirte perdón por usar tu comunicador con tamaña desfachatez, una intromisión muy poco "correcta" -dijo haciendo las comillas con los dedos.- Pues bien, he de hablaros de mi proyecto para Bizarre Outsider en Transgression.

Se puso entonces súbitamente serio, y entrecerró los ojos. Miró a Oli primero, y luego a Nat, y lo fue haciendo a medida que hablaba, alternativamente.

-Es evidente que quiero que grabéis un disco, tú y tu banda. Pero no cualquiera. Veréis... sé que ambos tenéis un pasado común, uno que compartieron vuestros padres, y que, en parte, dejó su huella en vosotros. Me estoy refiriendo a lo que sucedió en Egipto antes de que nacierais... todo eso que, de algún modo, tus canciones, y sobre todo tu última obra, Mindblaster, no ha podido dejar de reflejar. Pues bien, mi empresa, conjuntamente con el bufete de abogados al que pertenezco, tiene entre manos un proyecto al que le encajaría como un guante un videoclip sobre todo eso, con una pieza específicamente sobre el tema. Muy cuidada, con una coreografía y una puesta en escena con vuestro sello... el de ambos... una pieza y un disco entero si se tercia, acerca del pasado. ¿Me voy explicando...?

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19/11/2013, 09:17
Oliver Booth

- ¿Quieres grabar un videoclip y que Nat sea el coreógrafo?... ¡Wow! ¡Mola! - dije entusiasmado, porque de verdad lo estaba, lo cierto es que me tenía a mi mismo como un artista marginal, no como una estrella de la MTv, pero un poco de promoción no me haría daño. En realidad prefería vivir como un músico comercial y terminar mis días grabando discos minimalistas que ser siempre un pordiosero y no conseguir expandir mi música entre la gente. Sin embargo, había algo que no me gustaba tanto... - Vaya, no sabía que el asunto de Egipto había llegado tan lejos... bueno, algo salió en los periódicos creo recordar, pero yo nunca le he dado demasiada importancia... Creo que algo debe quedar claro, Will, yo nunca le he dado mucho crédito a las historias de mi padre, de hecho Mindblaster es una sátira de esa historia que para mi no es otra cosa que pura fantasía - y así se jodió todo el buen rollo, hablar de mi padre me daba mucho bajón.- Down to the Tomb no es más que mi manera de reirme de cómo se supone que entraron en aquella tumba misteriosa... ¿Pero quién se creía, Indiana Jones? Por eso mezclaba las estrofas acerca del cementerio, la muerte, y lo estúpida que puede ser la mente humana.

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19/11/2013, 10:27
Nathan Morrison

- Bueno... - intervino Nat. - La verdad es que todo aquel asunto de Egipto parece que llegó bien lejos. Si efectivamente desapareció una... er... como se dice... ¿mastaba? será porque algo hicieron pero, honestamente, toda esa historia de la conexión con la diosa y... bueno... me da hasta vergüenza hablar de ello con un... extraño. No te ofendas, Will. 

Nathan quería dar su opinión pero no quería ser aguafiestas. Quizá todo aquello era importante para su anfitrión. QUizá tras aquella masa de cristal y arquitectura biosostenible había un alma tremendamente espiritual y si los invitados no estaban a la altura se acabaría quebrando el sueño. Pero por otro lado era tan mezquino no señalar que todo aquello de la historia de juventud de sus padres sonaba absolutamente irreal que al final no tuvo más remedio que dejar de debatirse y señalar lo que para él resultaba evidente.

- Creo que en esa época no era inusual que se experimentase con... sustancias. Vaya, creo que nuestros padres y sus amigos se pegaron una subida de ácido en una excursión al desierto y, bueno... eso fue todo. De hecho creo que la única explicación es que se encontraban en el momento adecuado en el lugar propicio. 

Acto seguido, una vez más, intentó paliar los efectos de sus palabras.

- No me malinterpretes... mi padre me contaba esa historia cuando era pequeño y... bueno, me encantaba. Pero no es más que eso; una historia. En cuanto a lo de mi participación en el videoclip de Oli... - realmente no estaba muy convencido. Nunca se había visto a sí mismo con el talento suficiente como para compararse a su amigo. Nathan era bailarín. Ejecutaba los pasos que le marcaban con precisión, limpieza y disciplina pero crear una coreografía... expresar el sentir de la música a través de los movimientos del cuerpo era algo que imponía a primera vista. 

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21/11/2013, 12:17
Will Stevenson

-¡Un momento, un momento...!

Will levantó las manos, dando un alto, intentando frenar el giro al desencanto que se acababa de percibir entre ellos. Y, a su vez, el malentendido.

-Cuidado, lo que propongo no es una apología o una defensa de todo aquello, no, ¡qué va!. No, Mindblaster nos hizo recordar el suceso, y por tanto la posibilidad de aprovechar el tirón. Veréis, estamos a punto de inaugurar un hotel de lujo en Egipto, uno que pertenece a la fortuna de la familia implicada en todo lo concerniente a la Mastaba de Horhotep, los Al-Hassim. Fortuna que administra el bufete de abogados al que pertenezco, como os comentaba antes. Se trata de un hotel exclusivo en una antiquísima edificación que ha remodelado y adaptado Stevenson Enterprises. No os extrañe, es mi interés principal, y a lo que me dedico con mi mayor energía.

Dio un vistazo a su alrededor señalando vagamente un panel en el que podían verse fotografías de distintos edificios y fincas en un antes-y-después impactante, claramente restauradas con elegancia pero sin escatimar gastos, podía verse incluso así.

-Mi propuesta va en esa dirección, aunando ambas circunstancias, el disco y la inauguración. Por eso el videoclip ambientado en el lugar, por eso mi interés en que seas tú, Nat, y no un coreógrafo al que le sea indiferente todo aquello, el que lleve el timón de la parte visual y artística, mientras que Oli lleva la musical con su arrasadora creatividad.

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21/11/2013, 13:10
Oliver Booth

- ¡Vale, ya lo cojo! En ese caso, tío, cuenta conmigo... ¡Qué demonios! ¡Es una idea cojonuda! - tras aclarar el tema afloró mi lado más entusiasta ¡Will Stevenson! ¡Menudo bombazo!.- Tendré que comentárselo a los chicos pero te digo desde ya que pegarán botes de alegría, van a flipar, te lo aseguro.... Joder ¿Y cuándo empezamos? - le di un codazo a Nat.- ¡Nos vamos a Egipto, tío!

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27/11/2013, 11:28
Will Stevenson

Manteniendo su sonrisa y su aspecto amable y jovial, se giró a su vez hacia Nat, asintiendo, quizá esperando que el bailarín dijera la suya. Pero éste parecía aún conmocionado, digiriendo la idea. Así que levantó la mano, y la sacudió delante de los ojos del propuesto como coreógrafo.

-¡Eh! ¡Jajaja! No te asustes compañero, estoy absolutamente seguro de que haréis un buen trabajo, uno excelente. Si lo dudara no os lo propondría, y ya sabéis, ¡nunca me equivoco! -Hizo un gesto cómico alzando las cejas y el mentón, en plan falsamente prepotente, aunque ambos sabían que era cierto, no había fracasos con el apellido Stevenson. Se rió de nuevo, acabando de golpe con el efecto.- Además contaremos con la ayuda que precisemos, la de profesionales de la cinematografía, los mejores especialistas en audio y video, todos a vuestra disposición.

Se dirigió entonces a Oli, asintiendo.

-Bien, estoy convencido de que tu grupo te seguirá, hasta el infierno si es preciso. No habrá que ir tan lejos, jajaja, sí, nos quedaremos en Egipto, como dices. Filmaremos en los restos de la dichosa Mastaba esa, y usaremos también algunas zonas del Hotel que vamos a inaugurar próximamente, como os he dicho. Es un lugar exótico y enigmático, ya veréis, os gustará. De entrada, ve pensando en el tema central, el single, el que va a ser clave para el disco. Dale vueltas, y exprime la genialidad de Bizarre Outsider. -Le miró fijamente, y le guiñó un ojo tras unos segundos.- ¿Empezar...? ¡Ya hemos empezado, chicos! ¿No os parece...?

Y volvió la mirada a Nat. Tenía el ok de Oli, sí. Ahora sólo faltaba que él también se apuntara. Y sin restricciones.

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03/12/2013, 16:04
Nathan Morrison

Nathan seguía contrariado. Realmente era un exceso de información difícil de asimilar. Habría de abandonar el American Theatre Ballet lo cual era un poco como escupir sobre la mano que te daba de comer pero la oportunidad de hacer algo único... algo que trascendiera de una vez en la carrera del bailarín estaba tan al alcance de la mano que era casi imposible decir que no. Y todo a una velocidad de vértigo.

- No creo que sea muy bien recibida la noticia del cese en la compañía aunque apuesto a que habrá un par de docenas de recién licenciados frotándose las manos por mi beca... - se dijo casi para sí mismo aún a sabiendas de que sus dos interlocutores esperaban una respuesta de sus labios y le escuchaban con atención.

- Y no es que no me crea capaz de hacerlo... Will... es que... es todo tan repentino. Egipto... buf... ¿Eres consciente de que todo esto suena a locura de las buenas? Una pieza musical basada en las vivencias de nuestros padres. Un ballet que ilustre aquel... suceso... aquel... ¿sueño? Podría funcionar... algo clásico y a la vez contemporáneo... mezclado con trabajo aéreo... telas... mucho color... expresionismo... máscaras...

La mente de Nathan casi divagaba pero las ideas empezaban a fluir como si alguien hubiera abierto un grifo escondido en su cabeza del que no paraban de salir músicas, movimientos plásticos y rítmicamente contorsionados. Un escenario épico y una música potente y adrenalítica. Si alguien en el mundo podía hacer todo aquello... si alguien verdaderamente podía poner en pié aquel monolítico proyecto artístico eran Nat y Oli. Sin duda.

- Sin duda. - rubricó el bailarín a todos sus pensamientos. - Santo cielo... creo que me va a dar un ataque al corazón. ¿Es... es esto... esto está pasando de verdad? ¿Qué hay que hacer ahora?

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09/12/2013, 15:51
Oliver Booth

Miré a Nat con fingido desprecio, no me podía creer que se valorase tan poco a si mismo... aunque estaba seguro de que aquel proyecto pondría fin a esa baja autoestima ¡Basta ya de bailarinas anoréxicas! ¡Basta ya de coreógrafos excéntricos enamorados del cine dogma y la "fusión"!

- Will, no le hagas caso, Nat es el mejor bailarín que he visto nunca, y yo he estado en esa escuela también - dije aún señalando a Nat.- El tio se empeña en quitarse mérito, en decir que bueno... que baila, si, como muchos... ¡Tonterías! Lo hace cojonudamente bien, te lo digo yo - entonces me dirigí por completo a Will Stevenson.- Juntos, él y yo, vamos a crear lo más grande que haya visto el mundo en mucho tiempo, nuestros hijos ¡Qué digo hijos! Nuestros nietos aún hablarán de nosotros, ya lo verás.

Mi lado más megalómano se había apoderado de mi, y es que allí estaba yo, un músico marginal, sentado en una silla de diseño, en el que probablemente era el edificio más vanguardista de Nueva York, firmando un contrato con el mecenas del que hablan todas las revistas de actualidad.... Si me hubieran dicho que era un sueño, me lo habría creído.

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16/12/2013, 11:55
Will Stevenson

Satisfecho y sonriente, Will asintió, justo antes de palmearse las rodillas con ambas manos.

-Bien, pues hecho. Lo que sigue es hablar de las tediosas cuestiones de cifras, eso se lo dejo a Yasmin, quien ya tiene un precontrato para que le echéis un ojo, uno para cada uno de vosotros, aunque el tuyo incluye al resto del grupo, Oli. Os los lleváis, los hacéis verificar por vuestros abogados, o por quienes creáis conveniente, y si queréis hacer una contrapropuesta, hacedla, así como todas las sugerencias que queráis. -Levantó su vaso de refresco con un gesto de brindis.- ¡Por un proyecto fantástico, por el disco y el clip, por nosotros!

Bebió, el hielo tintineando, hasta apurar todo el contenido.

-Os avisaré en cuanto haya que ir a Egipto. Mientras, id trabajando en la idea, soltad la imaginación, dejad que os inunde la mente. Os contactarán nuestros técnicos, les exponéis vuestras propuestas, ellos solucionarán cualquier escollo de producción, sea el que sea. Hasta que esto tome forma, se materialice. Y lo hagamos realidad en la tierra de los faraones...