Partida Rol por web

La batalla en Angman había sido cruenta, demasiadas vidas perdidas, dejando a los ejércitos que habían participado muy mermados. Mi padre me dejo caer que pronto llegaría el momento de sucederle en el trono, algo que sabía que algún día tendría que llegar, pero aun no era el momento.

Comente a mis hermanos de la Hermandad que iría con mi pueblo un tiempo para ayudar a fortalecer de nuevo el reino y les invite a acompañarme si quisieran aceptar la hospitalidad enana, no me apetecía pasar el invierno en Ciudad Gris.

Fueron días tranquilos, las familias enanas se recompusieron lo mejor que podían pero los ánimos eran buenos, aunque corrían los rumores de algo que acechaba por las fronteras del reino.

No veía el momento de partir para acabar con aquello rumores que se extendían sobre un monstruo petreo que logró escapar de la gran batalla.

Fue ayer mismo cuando derrotamos a Beth...a veces eso se dice como fórmula poética, pero no en este caso, el empleo era de forma literal porque hacía solo un mes que había salido del coma y aún tenía el regusto de la sangre y el dolor de las pérdidas de algunos compañeros.

Mientras acababa de recuperarme de las heridas ( y no todas podían verse) acepté el honor ( o la carga, según se mire ) de dirimir disputas y arreglar problemas de los paisanos de Ciudad Gris, cosa que me mantuvo la mente en forma mientras el cuerpo se tonificaba y volvían poco a poco los recuerdos...aunque aún había lagunas que esperaba llenar con las conversaciones de propios y extraños.

Pero atender quejas y dictar sentencias tiene un limite para mi y ya ha llegado.

Mi querido y nuevo bastón, no te impacientes, he oído que hay trabajo por hacer.

El invierno suave que teníamos permitía a la gente minera de Forsec aligerar en su trabajo, carro llenos de carbón y de víveres no paraban de entrar y salir, me quedé en la casa vacía del padre de Ruz, me dedicaba a escuchar historias y visitar las minas, les ayude en mejorar los sistemas de cerrojos y de trampas para ladrones ya que habían desaparecido varías palas, picos y demás herramientas en el almacén. Tenía ganas de visitar Hobbiton y la comarca pero el invierno no es una buena epoca para viajar. 

Mis animos habían quedado en muy mal estado, el uso de aquel objeto para salvar mi vida y la de mis compañeros me corrompía el alma, pero logré estabilizarme y encontrar la paz necesaria en ese sitio para recuperarme lo suficiente como para aclarar las ideas.

Una mañana estando yo recogiendo mi segundo desayuno en la casa prestada del padre de Ruz, uno de los vigilantes (jovenes inespertos con porras de madera que no saben lo que es una batalla) aporrearón apresuradamente la puerta, eran golpes nerviosos e insistentes. 

Abrí la puerta no si antes llevarme mi pipa a la boca... 

                  ... La expresión de la cara me cambio a un color blanquecino tras escuchar aquello, cogí el abrigo y unas buenas botas para la nieve y cerre los dos candados de la puerta y seguí al joven, la cosa no pintaba bien. 

Nuestra Historia comienza una de estas tardes de invierno del año 2998, cuando uno de vuestros ayudantes con un trozo de papel en mano os lo muestra; Contiene un mensaje enviado por paloma mensajera desde Forsek por Sam, este tiene escrito lo siguiente :

_{“ Aquí ha pasado algo tan grave  que se escapa a mi compresión, solicito de vuestra inmediata presencia en Forsek, firmado Sam”.}

Unos desde  Ciudad Gris, otros desde el reino enano de Triton I…, etc  os va llegando esta petición urgente del Hobbit. No parece que sea nada relacionada con la copia de Beth, o del golem devora  almas, o eso parece en primera instancia ya que  es algo que esta pasando  en Forsek y que a Sam le sobre pasa.

¿Qué hacéis?

¡Hizo uso de mis servicios y después no quiso pagar!  El hombre al que iba dirigida la demanda miraba al techo como si no fuera con él la cosa. Mi señora - dijo el guarda quedamente a mi oido izquierdo - cuando llegamos tras los gritos este hombre aún tenia los pantalones bajados y estaba apaleando a la chica como a un perro.

Maldita sea, este tipo de cosas me sacaban de quicio, rara vez había algo interesante en el orden del dia del juzgado, y ya estaba harta de mequetrefes. La chica de servicio estaba herida y claramente no deseaba estar allí, pero la guardia actuó de oficio y me trajeron a los dos de inmediato, aun estaban a medio vestir.

Bien...señor...lo miré esperando la continuación - Almez Fuerte-Gamboso de los Gamboso de Gondor - dijo con voz atiplada y gesto desafiante el mequetrefe.

Bien "señor" Gamboso, ¿es correcto que usted hizo uso de un servicio que después se ha negado a pagar?

La muy puta se rió del tamaño de mi ... su voz se fue haciendo más baja hasta perderse la última palabra.

Entiendo, ¿pero hizo el servicio no obstante? - Bueno si, !pero nadie humilla a un Gamboso!

En ese momento el ujier que había entrado discretamente me entregó una nota - Es urgente mi señora.

“ Aquí ha pasado algo tan grave  que se escapa a mi compresión, solicito de vuestra inmediata presencia en Forsek, firmado Sam”. rezaba la misiva.

Por fin algo interesante en el horizonte, voy a despachar al mequetrefe y me pongo en camino.

Por la autoridad que me ha sido concedida por Ciudad Gris, señor Almez Fuerte-Gamboso, os acuso de robo de bienes inmateriales y violencia física injustificada contra otro ser humano, por lo que la sentencia es clara, debéis indemnizar a la victima con 100 veces el valor robado y seréis puesto en el cepo durante tres días con un cartel que diga "Por golpear y robar a una puta que se burló del tamaño de su dau" y así queda escrito para que se cumpla.

El color del rostro del hombrecillo se tornó escarlata y la chica sonrió con desdén en su dirección mientras los guardias se apresuraban a llevárselo para ejecutar las órdenes.

Bajé del estrado y me despedí de los presentes, ya en casa cogí mi equipo de viaje y cargué el caballo con todo.

¡Forsek, allá voy!

Llorense no era hombre de estarse quieto mucho tiempo, ni tan siquiera en el mismisimo invierno. El y su amigo el Autillo, gustaban de salir al bosque, pero el espíritu del joven humano estaba menguado... De no haber tenido a Nürlane en coma, hubiera querido acompañar a los elfos con el cuerpo recuperado de su compañera élfica. Pero los propios elfos le agradecieron el gesto y lo disculparon.

De este modo, Llorense se pasó todo el tiempo velando el cuerpo de su amada. No sabía si se acordaría de el si sobrevivía, pero debía de estar allí y ser lo primero que vieran sus ojos si se abrian a la luz de nuevo.

Hace un mes, por la Gracia de todos los Valar y la mas grande Yavanna, la Dadora de Frutos, y creadora de vida, Nürlane volvió a sonreir... Llorense notó como un hálito de energía renovada, volvía a su corazón...

El último mes cogía a la maga y la llevaba al campo un rato, para que se distrajera de sus cargantes obligaciones. Le iba a buscar pergaminos y textos, para su lectura, y le hacía compañía siempre que ella no deseara estar sola.

Nürlane, amor, te has ido recuperando de tan funesta lucha con el malvado Beth... La ciudad a mejorado en este tiempo de tranquilidad, pero al parecer, aciagas noticias llegan de parte de nuestro amigo Sam, en Forsek. Solicita la presencia de la Hermandad... Si te ves con fuerzas y ganas, podemos ir juntos.

Sam mando los mensajes esperando que sus hermanos no tuvieran ningún contratiempo y pudieran presentarse lo más apresuradamente posible, de ir bien tardarían menos de un día, eso si salían desde Ciudad Gris, pero si Triton II, estaba en el reino de su padre, sería el que más se demorará.

                     En eso entro April. y mis pensamientos se centraron en el chivo. Encendí la pipa y le invité a entrar ofreciéndole un buen costillar y una bebida, en estos últimos días el chico era el que más trabajo tenía.

Aquella noche iba paseando por las murallas del castillo con la vista en el horizonte, la luz de la luna iluminaba las lejanas montañas grises, en alguna parte se escondía el mal que había logrado escapar de la batalla, notaba el aire en el rostro como miles de cuchillas rasgando mis poros, la capa con la que me obsequiaron en Ciudad Gris me resguardecía del intenso frío de la noche.

Entonces escuche una voz que me llamaba, reconocí a mi sobrina Tagged, "Tio, Tio, una carta de Sam", gritaba contra el viento. Cuando llego a mi posición me entrego una carta.

¿Qué ocurre Tagged? ¿Porqué tanta urgencia? 

Es una carta de Sam, creo que esta en problemas.

A ver, dejame leer, efectivamente era la escritura del pequeño Sam, y por sus palabras algo estaba ocurriendo en la ciudad donde había decidido pasar el invierno. Forsek

Sin mediar palabra con mi sobrina, me dirigí a mis aposentos para recoger mis utensilios de "LA HERMANDAD", era hora de ponerse en marcha.

Los mensajes mandados por Sam iban llegando y los miembros del grupo se iban poniendo en camino.

Desde Ciudad Gris a Forsek  (a caballo sería unas 8h si la nieve y el frío se  portaban bien.).  Desde el reino de Tritón I; tardaría algunos días, no solo había caminos llanos, también se toparía con caminos de montaña y de temperaturas frías y  hostiles.

Mi tio, tras leer la carta, no me comentaba nada, no obstante antes de alejarse le comente si necesitaba mi ayuda

¿Es algo grave?, ¿Necesitas que te acompañe?

Le comente mientras mi tio marchaba a hacer los preparativos, por si necesitaba de mis servicios.

La verdad es que Llorense estaba feliz al ver a la Maga que volvía a ser ella...

Vamos a ir a pie o prefieres ir a caballo?

El montaraz, cogió todo su equipo, revisó las dos esp. cortas, y su arco. No se olvidó de la piedra de teleport, aunque solo se usaría en caso de extrema necesidad.

Compro un par de garfios, pues había perdido el suyo la última vez...

Y espero a que la Maga llegara a su altura. Mientras llamó a su fiel amigo; Daedîn, amigo mio, ven!!!

¿Bromeas? De ir a pie nada, quiero estar descansada para enfrentar lo que quiera que sea que Sam tenga que contar. Por fin algo de acción, ¡vamos!

Tirando de las riendas enfiló su caballo al galope pasando como una exhalación junto a Llorense, mientras giraba la cabeza y decía : ¡Venga, lentorro, hasta tu lechuza va más deprisa que tu! Daedin pasó volando junto a la cabeza de Nürlane, para regresar al hombro de Llorense, que se rió y picó espuelas : ¡Vamos pues!

Nürlane estaba aguantando bien el trote del caballo y la silla dura de montar, no estaba acostumbrada pero el camino no iba a ser muy largo en exceso, un par de veces el caballo se puso bravo o se negaba a continuar por el camino, Llorense poniéndose a tu lado dos o tres veces logro dominar al animal cabezota, Esto le hizo estar en más tensión y más en alerta por lo que el cansancio por el estrés le estaba afectando más de lo que pensaba. Menos mal que demostró una gran destreza a la hora de montar y tratar a los animles.

La primera parte del viaje había sido tranquila y la hora de la comida había pasado hacía tiempo los estómagos se resentían 

¿Vais a parar a comer ? ¿ es de vuestras provisiones o vaís a cazar?, Se puede continuar pero se os tacharía la casilla de cansancio la de nivel fresco (0). y a llorense la de nivel fresco y sofocado (-1) ya que el sobre esfuerzo de controlar el caballo de Nürlane le ha cansado más . 

Así que podeís parar a descansar y comer o continuar pero más cansados. Vosotros teneís la última palabra...

Vi la carta de Sam que me pilló por los bosques lindantes de Ciudad Gris y me dirigí hacía Forsek.

Por el camino vere a Nurlane y a mi Hermano.

(Sería rolear el encuentro )

Tras leer la carta que te dio su sobrina y sin decir nada ella te comentaría si estarías bien viajando solo o si necesitas de su companía. 

Mira el equipo, el tema de provisiones abrigos, el peso que ya tienes y dime si vas a añadir algo más o quitar algo de peso para coger otra cosa.

¿Saldrás por la mañana, de noche, madrugada?

Cuentame un poco los preparativos 

Hay dos caminos unos más montañosos  y peligroso el corto y otro más largo pero menos peligroso y sales antes de los caminos de montaña ¿Cuál tomar'