Partida Rol por web

III Campeonato de RPW

[PARTIDA 1] Escena de juego

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10/02/2019, 10:57
Director 1

Bienvenidos todos a esta segunda edición del campeonato de RPW soy el famoso y nunca bien ponderado Director 1 y seré el encargado de esta partida. Si es la primera vez que participáis y a modo de introducción repasaré alguna de las normas y de lo que se espera de todos nosotros:

  • Se espera un turno "con chicha" diariamente de lunes a viernes, ambos incluidos, durante 2 semanas, uno y solo uno, así que aunque el hype os pueda intentar no soltar 5 turnos por día que nuestros jurados se ahorcarán. En cuanto a los turnos técnicos, preguntas, dudas, tiradas, podéis hacer los que necesitéis para dar sentido a la narración de vuestro personaje.
  • El estilo es libre. Queréis escribir en negrita los diálogos? bien!, queréis escribir en tercera o primera persona? magnífico! pero sed consistentes. En caso de que el jurado no pueda distinguir de forma fácil entre vuestras acciones, pensamientos y lo que decís se os penalizará.
  • Se os valorará el estilo, la atención que prestáis a los posts del máster y de vuestros compañeros, la gramática, la ortografía.... vamos, todo. Nuestro jurado ha estado afilando sus guadañas pero son majos, los jamones les gustan de 5 jotas. A mi no intentéis comprarme que yo no pinto nada ;)
  • Por mis circunstancias tendré más fácil postear "con chicha" por las noches por lo que tendréis tiempo de postear entre mi último post y las 22:00 de la siguiente noche. Entre las 22:00 y las 00:00 tendréis vuestros posts con "chicha", los técnicos iré dándoles salida tal como vaya pudiendo, aunque sea desde el móvil.
  • Es posible que utilice imágenes para ambientar la partida. Como sabéis encontrar la imagen exacta al nivel de detalle exacto para que refleje toda la narración es prácticamente imposible, por lo que las descripciones del turno priman sobre el soporte gráfico.
  • Los mensajes al director deben marcar al jugador "director 1" porque, para que yo no sepa quienes sois, no tengo los permisos de director de partida. Este anonimato se mantendrá hasta el final de partida donde me podréis poner verde y culparme de no haber ganado XDD

Esta noche a las 22:00 pondré el turno 0 por lo que podéis aprovechar para los típicos saludos y buenos deseos, con la boca pequeña, para vuestros compañeros. A partir de entonces limitad los comentarios de tipo "off-topic" para que el jurado no convulsione, que somos muchos y si tienen que separar el grano de la paja se van a volver locos.

Y poco más, espero que disfrutéis de la partida, que tengáis suerte y que gane el mejor... (y que el mejor sea de mi partida!). Cualquier tipo de duda, aclaración o demás, ya sabéis donde encontrarme :)

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10/02/2019, 11:23
[1] Alexander Dupont

Un saludo a todos/as y espero que gane el mejor (osea, yo)

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10/02/2019, 19:41
[1] John Simmons

Pues a la carga, aquí el quemado...

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10/02/2019, 20:25
Director 1

Las ventas de activos han bajado y la empresa está sufriendo un bache de tesorería que será resuelto en breves, no hay nada de lo que preocuparse.

Esa fue la única explicación que les dieron tras el retraso del pago de la nómina, una demora que no se había producido nunca en los 40 años que el señor Hayes, el antiguo presidente de la sociedad financiera BuenaVista Capital y retirado tras su tercer infarto, había estado al frente del timón.

La nueva dirección, o dicho de otra manera Nicky Hayes y la exuberante ex-secretaria de su padre, contrataron a un elegante y carísimo consultor de procesos, dinamizador del espíritu empresarial y coach de la productividad para intentar remontar una compañía que más que hacer aguas, se desplomaba en barrena. Los rumores corrieron por la empresa respecto a la verdadera función de aquel consultor, desde que era el mesías que les devolvería a los lomos del caballo ganador, pasando por que su objetivo era racionalizar la plantilla y despedir a los trabajadores superfluos y finalizando por que era el encargado de valorar los activos antes de comprar la empresa y despedirlos a todos. Desafortunadamente el elegante consultor resultó ser lo que decía ser y, sin previo aviso, un correo electrónico llegó a todos los empleados de la empresa donde les citaba en la oficina el siguiente sábado a las 9 de la mañana para realizar unas dinámicas de grupo para fomentar el espíritu de equipo.

El autobús llegó puntual y llevó a los ojerosos y malhumorados trabajadores a un bosque lejano donde la pantomima empezó. Carreras por equipos atados los unos a los otros por las piernas, dejarse caer para ser cogido por un compañero y para acabar una yincana por equipos consistente en recuperar una bandera en el corazón del tupido bosque con el único equipamiento de una linterna, una brújula, un mapa y una cantimplora. El heterogéneo grupo se adentró en el bosque con la esperanza de acabar con la actividad lo antes posible y poder volver a sus casas a disfrutar del fin de semana cuando, de pronto, el sonido de la voz angustiosa y llorosa de una niño atrajo su atención

—El monstruo reptante se ha escapado y viene a por mí.

Tras mirarse preguntándose si aquello formaba parte de sus pruebas siguieron la voz, adentrándose cada vez más en el bosque, siguiendo aquella voz acuciante que los empujaba a tratar de ayudar a la pequeña en apuros aunque tuvieran que cruzar campo a través el bosque.

Empezaba a oscurecer y unos fríos zarcillos de niebla se cernían sobre ellos cuando el bosque se abrió dejando ver un claro. Su centro estaba ocupado por una casa, una casa donde se apreciaba el rastro de un incendio pasado pero que parecía lo suficientemente segura para pasar la noche.

Notas de juego

Y así es como empieza todo...

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10/02/2019, 21:04
Director 1

Notas de juego

Estimados jugadores, una pequeña aclaración.

En el contenido del post 0 hay una errata. Se ve una niña, esta en concreto

La casa a la que os dirigís es esta

He intentado cambiarlo pero no he podido al no tener permisos de director, así que, por favor, tened en cuenta esta información a la hora de elaborar vuestros turnos.

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10/02/2019, 22:30
[1] John Simmons

¿Cómo coños terminé en medio de un bosque oscuro con estos pringaos?

Y sí estaba amargado no sólo de andar de un lugar para otro en un bosque, sino por más cosas, en mi mente se repetían de manera rápida lleno de molestia.

¿Sabéis lo que ocurre cuando por más que te jodas en un trabajo nada, y digo  NADA,  de lo que hagas sirve para algo?

 Pues lo que ocurre joder, es que una mañana, luego de casi no dormir tras  haber tomado  unas cuatro red bull, cinco cafés y un colacao para terminar un maldito informe de mierda que necesitaba Dupont, ¡el Berzotas Dupont!,  quien no trabaja casi, pero dar la lora todo el día, si esa mañana en la que no has dormido y vas con el trabajo al escritorio de este idiota, le entregas ese informe que necesita “urgente” porque el directivo se lo ha pedido, un informe semestral lleno de mierdas de mi especialidad para luego enterarte por la secretaria, que el hijo de puta ha pasado el informe al director de manera intacta, solo cambiándole una cosa, un detalle, le quito MI NOMBRE y puso el suyo.

El maldito entregó el informe como si fuera él, ¡y le han felicitado y subido el salario!, ¿podéis creerlo?, mientras que a mí me amenazan con descontarme horas.

¿Y que hicieron los demás?, bueno ellos lógicamente se enteraron de todo. Ellos han tenido que aguantarse igual que yo las humillaciones y  comentarios asquerosos de este gilipollas para luego, en vez de solidarizarse terminaran lamiéndole las bolas al desgraciado.

El ambiente de este antro de trabajo es una porquería, yo he estudiado mucho,  tengo varios certificados y títulos que me ayudaron a encontrar este puesto, pero haga lo que haga no servirá de nada,  aquí no hay futuro.

Es entonces ocurre que nuevamente te despiertas otra mañana con la sensación de odiar a todos y cada uno de los hijos de puta de tus compañeros,  tengo en casa un papel con una foto del último encuentro empresarial  lleno de chinchillas, los detesto a cada uno de ellos, pero algunos se ganan mi rencor con más fuerza. A veces tengo sueños felices donde entro con un hacha a la oficina, pero luego despierto y  debo ir a trabajar.

Y hoy estoy en esta mierda de encuentro organizado por recursos humanos  al parecer perdidos con los chupa pollas del equipo, ¿pa que coños vine?, pude quedarme en casa viendo series , pero no sé porque coños asistí, ahora estoy arrepentido y quiero irme.

La voz del  crio diciendo algo de un monstruo lejos de asustarme me pone de muy mala baba…

-¡A ver, dejar la coña joder, qué ya es tarde y deben venir a recogernos! -  protesté pero los demás insistieron en seguir investigando, y es cuando vemos una cabaña perdida en la mierda de bosque.

Al inicio pensé que estaba intacta, pero  luego me di cuenta que era muy posible que ahí no viviera ni Dios, era evidente que estaba quemada.

-A ver, si aquí hay una cabaña seguro debe existir alguna carretera cerca- murmure frustrado, no sabía que me molestaba más, tener  que estar en un bosque perdido o estar en un bosque con Dupont y el resto de lame suelas- Vaya coñazo.

Saque mi petaca, bebí un sorbo y la guarde. Sin decir mucho  a los demás comencé a caminar hacia la cabaña quemada con prudencia, había cantidad de zarzas y mosquitos que habían dando por el saco desde el primer momento.

Notas de juego

Post día 1

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11/02/2019, 14:25
[1] Andrea Rogers

Desde lo que se antojaba como una pequeña estepa donde anidó el autobús en aquellos momentos "empresarial" de aquel peculiar si se le podría llamar monte hasta los frondosos bosques donde fueron dispersados a su suerte en agrupaciones de cuatro compañeros transcurrió la jornada matinal; y más tarde que temprano la jornada vespertina ocupó desde los colindantes árboles al claro gradual nebuloso tras una peculiar vocecilla de niña impúber.

Ella más que sábado siempre había preferido llamarlo "—¡¡Saaaturdayyy!!" entre sus familiares y amigas, porque le parecía "cuqui" sin más y siempre que le tocaba pronunciarlo lo hacía a viva voz con cierto poso y entonación particular a modo de retintín con su clara sonrisilla burlona. También es cierto que ahora ya adulta le gustaría nombrarlo en otros idiomas que por sus estudios dominaba, como pudiera ser en ruso "—суббота!!" pero era evidente que a la vista de los demás quedaría como una verdadera y auténtica "friki" si no lo resultaba ya por todo lo demás, así que lo mejor era guardarse sus impulsivos deseos mujeriles para sus adentros.

Así era ella, "—¡Andrea Rogers!" como la nombraba su padre cada vez que la requería para recordarle claramente la herencia familiar, ahora ya una mujer hecha y derecha, toda completa con mucha energía interna y positiva con estudios, desde luego estudios. Porque los estudios lo eran todo, eran su familia, eran su todo, ¡su vida!; al contrario sin estudios no era ella, no era nada, no era ni sería en un futuro ni siquiera una verdadera Rogers.

Su formación, sus títulos, su graduado, su licenciatura, su diplomatura, su máster universitario; todo conjuntaba en ella para nombrarla tal cual "preparada", un apodo que le venía como anillo al dedo. Y es que llevaba apenas un mes y unos pocos días en aquella gran sociedad financiera BuenaVista Capital a la que aspiraba llegar alto en un futuro, pero era mejor pasito a pasito como siempre le había recordado su padre "—¡Andrea Rogers! Las casas se empiezan siempre desde el suelo con la mano de obra humana ladrillo a ladrillo, nunca por el tejado como los perdedores. ¡Recuérdalo bien Rogers pues tú verás terminar esos tejados!". La verdad es que eso siempre la había emocionado, pues en los valores que su padre la había inculcado se traslucía valer lo mismo que un hombre, para su padre ella era como ser su primogénito varón en más alta estima.

"—¡Qué gran mujer!" exclamaba al pensar la posición profesional de la secretaria principal del ahora señor Director Nicky Hayes, era su modelo a seguir, una mujer que antes que ella se había abierto camino como pudo en una sociedad anteriormente más machista que ahora. Ahora la igualdad por fin estaba más consolidada que anteriormente en los tiempos de juventud de su padre Rogers, lo cual le hacía valorar más a sus padres si cabe.

Si bien era cierto que siendo su primer mes como becaria no había cobrado su escaso sueldo puntual con un retraso importante de la nómina, puesto que el resto tampoco lo habían hecho eso no le importó demasiado ya que estaba allí para aprender sobre el terreno práctico de una empresa genial y unos compañeros con experiencia también geniales... bueno en ocasiones lo eran. Así que cuando la sociedad anunció a todos que las ventas de activos habían bajado y la empresa sufría un bache de tesorería que sería resuelto con la ayuda de un prestigioso coach... —¡Andrea Rogers estoy preparada!

Los rumores de despidos que se gestaban por el complejo empresarial no supusieron ni un ápice de variación en su temperamento oficinista, al fin y al cabo ella era una simple becaria que llevaba solo un mes con unos pocos días escasos, era más bien a la que estaban dando una oportunidad de construir sus primeros ladrillos en el suelo por lo que debía sentirse muy agradecida. Y en todo caso ser despedida no debería ser un gran revulsivo porque viendo la situación general, ella lo catalogaría más bien como una salvación generalizada de la gran sociedad financiera, no se lo podría tomar como algo personal desde luego.

Aquel "—¡¡Saaaturdayyy!!" se levantó como siempre, es decir mal por descansar físicamente lo justo pero positivamente animada. Andrea Rogers apenas dormía bien todos los días; o mejor dicho lo que le gustaría; porque a ver dormía lo necesario para descansar realmente sus siete horitas normales de ser humano ciudadano, pero es que a ella le gustaba dormir como una malcriada dormilona hasta el hartazgo como de ocho a diez horas algo que no estaría nada mal.

Se esforzaba y mucho, se esmeraba en cumplir plazos de entrega de proyectos hasta la ansiedad, hasta incluso el trabajo se lo llevaba de la oficina al camino y del camino a la casa. Andrea Rogers trabajaba como una mula para ella y para todos, haciendo de todo, incluso tareas insulsas como preparar cafés para sus compañeros algo que le parecía un poco indignante pero que aguantaba como podía pues eran muchas las cosas que debía seguir haciendo como para detenerse a discutir sobre una memez. Y es que Andrea Rogers aparte era una mujer ágil en cuerpo físico ya que dedicaba todos los días una horita de gimnasio por la tarde al salir de la oficina, razón por la que tenía aquella hermosa y envidiada figura por parte del elenco de féminas; encima por génetica era una mujer muy atractiva, sin marido ni novio conocido y menos hijos pues para ella lo primero como objetivo era asentarse en la vida profesional como una auténtica Rogers.

Andrea debía reconocer (pero se lo guardaba) que era un poco pesado estar allí ahora trabajando más que los demás porque aparte de hacer todo lo que hacían el resto, debía sacar fotografías de casi todo para documentarlo después en un dossier para la sociedad financiera, su dossier lo iban a exponer en la página web de la empresa, pero lo que no quedaba tan claro eran los autores que se llevaban los méritos. Como pasaba siempre con Alexander Dupont que se agenciaba todo lo que ella hacía y a lo que no se podía negar porque claramente allí era la última mona de la oficina, pero debido a que era una mujer muy astuta se dio cuenta a la primera el primer día que no solo se agenciaba sus trabajos como lo hacían todos allí por ser becaria, sino que lo de Dupont llegaba a ser enfermizo apropiándose del trabajo del resto también.

—¡Vamos un auténtico trepa en estado puro! —pensaba Andrea y continuaba tanto en rétorica como cuando se repetía comentando sus pensamientos a sus amigas el domingo:— ¡Ese gilipollas va al mismo gimnasio que yo y a la misma hora! ¿Os lo podéis creer?

Al hacer los diferentes ejercicios como carreras atados por equipos y dejarse caer, cuando no le tocaba sacaba fotografías desde todos los ángulos habidos y por haber como una paparazzi, pero cuando si era su turno no los hizo nada mal cosa que en la oficina físicamente si se notaba más torpe con todo y todos pidiendo siempre perdón, incluso se podría decir que se molestó un poco cuando se sintió algo manoseada por algún que otro compañero de oficina, era como si aprovecharán la ocasión para tocarle su hermoso trasero con la excusa de estar atados.

Si todo aquello era fomentar el establecimiento de objetivos conjuntos y responsabilidades, ayudando a romper el hielo y barreras permitiendo cometer errores sin miedo haciendo que el aprendizaje fuera agradable y memorable, sin duda... —¡Andrea Rogers estoy preparada!

Andrea Rogers rayaba como sabionda con respecto al personal con una mayor astucia, pero a la vista resultaba torpe, algo friki, cautelosa y una pobrecilla a la que compadecer o no dependiendo del interés personal de cada uno, a la que recurrir para cargarla con todo lo habido y por haber como si fuera un pañuelo o un preservativo de usar y tirar cada vez que se lo proponían.

—¡¡Ayyy qué mona!! ¡Encontró una culebrilla la muchachilla! ¿De quién será hija, del coach? —dijo en voz alta sin poder reprimir sus emociones pues los ejercicios grupales anteriores parece que la habían soltado más de la cuenta a como acostumbraba en su cautela habitual en la oficina y no dijo nada más pues no era una persona decidida, pero cuando todos decidieron acudir a su llamada, ella caminaba con paso firme contenta cuando al poco notó como Alexander Dupont se adelantaba como aposta delante de sus narices para ser el primero en llegar, como si fuera el mejor en pisar el claro de aquella casucha medio quemada.

Mientras que todo aquello había sucedido tuvieron que escuchar al sobrado John Simmons, ese tipo siempre se quejaba por todo, era un amargado de "Clase A" con tropecientos años en la empresa como le gustaba alardear siempre dejando claro que le sudaba la polla todo constantemente. Claro que aquello no era un lenguaje para una señorita como ella, por eso como era habitual no lo expresaba y aparte cualquiera le decía algo o se metía con Simmons pues no parecía débil en lo absoluto, pero vaya muermo de tío era el tal John Simmons, un personaje de cuidado que ahora le daba al "—¡¡driiinkinggg!!" (otra palabra "chuli" que expresaba a sus amigas con retintín los fines de semana) con su petaca sin ningún tapujo delante de todos.

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11/02/2019, 18:45
[1] Alexander Dupont

¡Dinámicas de grupo! Dios, ¿en serio? No pude evitar la carcajada en mi lujoso ático en el centro de la ciudad al ver el mensaje en mi correo. ¿De verdad Nicky Hayes recurre a esto para intentar mejorar el ambiente en la empresa? Joder, que penoso. Que no es como su padre, estaba claro, pero no imaginaba que fuera un inepto de semejante calibre.

¿Cuánto hacía que el viejo se había jubilado? ¿Uno, dos meses? ¿Menos? Y ya nos ha dejado sin pagar un mes de sueldo. Y, no contento con ello, va y contrata a un patético hombre dispuesto a renovar la empresa. Que ridiculez. Pero tengo que fingir que le apoyo, él es mi superior. Por ahora.

Estoy deseando que todo esto le estalle en la cara. Entonces, seguro que el viejo se desespera por no perder su empresa y busca una solución. Y allí estaré yo, para ofrecerle mis ideas para reducir costes: dar una carga de trabajo tan grande a los trabajadores más antiguos que, o bien no la terminen en su jornada de trabajo, con lo que pueden ser despedidos por bajo rendimiento, o bien la terminen quedándose horas extras, que no les pagaremos, y ahorrándonos ya de paso uno o dos salarios; a quienes lleven un periodo intermedio, que no salga excesivamente caro, despedirles  y contratar jóvenes recién licenciados, para renovar los activos de la empresa, y así pagarles menos; ejecutar de inmediato cualquier préstamo que esté impagado, que se hayan incumplido sus clausulas (joder, si le quitas una casa de 100.000 dólares a una familia por no pagar un préstamo de 30.000, te estás ganando 70.000); subir los gastos e intereses a todos los pequeños prestatarios de nuestros créditos; bajar el suelo en general a todos, diciendo que es o eso o quedarse sin trabajo porque la empresa cierre.

Una vez el viejo ponga en marcha mis proyectos, seguro que me asciende a director. Entonces solo tendré  que subirme el sueldo e ir ahorrando, poco a poco. Una vez tenga suficiente, un par de maniobras mal ejecutadas bastará para que el viejo o su hijo estén deseosos de vender, y yo con una empresa pirata, comprar la empresa. Entonces yo seré el jefe, y ahí si me conocerán todos estos muertosdehambre que tanto me critican. No saben a quien critican.

Es como cuando el patético hombrecillo ese de John me trajo el informe de cuentas. Por dios, como puede ser tan ingenuo. ¿En serio pensaba que iba a dárselo al jefe y decir “si, lo ha hecho uno de mis subordinados, a que está bien”? Vamos, ni que viviéramos en los mundos de Yupi.

Me levanto temprano, estoy acostumbrado. Correr antes de ir al trabajo es una de las cosas que hago para desestresarme un poco, y la verdad es que es agradable. A primera hora nunca hay gente por la calle, y se puede correr bien, sin estrés, y sobre todo sin nadie que te pregunte qué tal te va, o que quiera desayunar contigo, o cualquiera de esas chorradas que tan enfermo me ponen. Aunque  oye, si fuera una tía buena y poder tener un rato agradable, no estaría mal. No sé, alguien como esa Andrea. Está bien buena, la jodía. Y me encanta la cara que pone cuando su esfuerzo me lo agencio ante los jefes. Por dios, cría, no seas ingenua. Así no llegarás a nada, o comer o ser comida, no hay otra.

Así pues, mientras el resto de hombrecillos y mujercitas están con sus ceños fruncidos, sus ojos hinchados y su cara de mala hostia, yo llego a las actividades con mi cara recién lavada, con mi pelo perfectamente colocado y con un chándal nuevecito, comprado apenas ayer de hecho.

Menuda pérdida de tiempo pienso tras le segunda o tercera vez que quien tiene que recogerme me deja caer al suelo. Que no se dio cuenta, que peso mucho… ya sé lo que pensáis. Pero esperad, mi venganza será terrible, os lo aseguro.

Por fin llega la tarde, y ahora al coach ese de las narices se le ocurre un ginkana. Oh, vamos, ¿con esta panda de perdedores me han metido? Suspiro, resignado. En ese momento, se escucha una voz de niña. Y me veo yendo hacia allí. ¿Por qué? Joder, yo tendría que estar yendo al otro lado. Pero esa voz… no sé, me recuerda a mi hermanita… la hecho de menos. Sigo la voz, mientras el resto también, solo para llegar a una casa abandonada. Pero se está haciendo de noche demasiado rápido.

Ya está John hablando. Vamos… esa casa se ve que lleva bastante abandonada, o no estaría rodeada de hierba. El camino que hubiera hasta aquí estará perdido de maleza. Será mejor esperar a mañana para encontrarlo, a menos que alguien tenga el móvil con cobertura. ¿Nadie? Pues eso… Me encamino directo a la casa, superando a John, adelantándome a todos. Yo soy el jefe, yo soy el primero. Siempre.

Pero aquella voz aún me desconcierta. Parecía una niña pequeña. Miro bien en la casa, buscando alguien asomado por la ventana o algo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago una tirada de Notar por si veo algo dentro de la casa. Un 9 de tirada.

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11/02/2019, 18:58
[1] Julio Cruz

¿Qué pintaba yo en esa locura? Para las cenas de empresa bien que se olvidaban de mí, pero para perder un día en el bosque y dando trotes entonces todo el mundo se acordaba del bueno de Julio.- Es lo que pienso cuando se me informa del plan de nuestro nuevo jefe, el pobre no había heredado ni la mitad del gancho que su padre. Llevaba 30 años ya de bedel en esta compañía y nunca me habían colado una mentira tan gorda disfrazada con esas palabrejas tan rimbombantes como tesorería y activos.

Encima me intentaban colar que estos ejercicios iban arreglar los problemas de BuenaVista. Si me preguntaran a mí, y estaba claro que nadie lo haría nunca, el único problema que tenía esta empresa es que en los últimos años solo contrataban cretinos. Uno escuchaba cosas cuando nadie se fijaba y estaba claro que todo el mundo se odiaba e incluso se podía llegar a la conclusión de que disfrutaban con ese odio.

Fuera como fuese, allí estaba yo haciendo la pantomima e intentando aguantar el tipo, pero la edad se hacía notar y tampoco es que tuviese muchas ganas de ponerme a saltar o dejarme caer. Sobre todo cuando Meredith de contabilidad me lanzo esa mirada asesina cuando comente sobre lo curioso que era sus tres amantes no se peleasen para practicar con ella el ejercicio. Y lo mismo se podría decir de la mirada de Tyrone sobre si le quedaba algo de cocaína porque a lo mejor el chute le vendría bien para aguantar el ritmo.

Así fue avanzando el día hasta que llegamos al último ejercicio, una "llincana" o algo así lo llamaban. Vamos una búsqueda de toda la vida pero con nombres modernos para sentirse especiales. Y hablando de usar palabras extranjeras sin venir a cuento, la nueva becaria que no paraba de decirlas estaba en mi grupo. La chica me ignoraba como el resto pero llevaba poco tiempo para que el ambiente la hubiese convertido en una arpía como el resto, o al menos lo escondía mejor.

Pero bueno la pobre tenía que estar ocultando mucho para llegar a la mitad de desagradables que podían ser los otro dos. Por un lado teníamos al señor John "llevo mucho tiempo en la empresa y debes respetarme" Simmons, el maldito diablo llevaba unos 15 años en la empresa haciendo trabajo de oficina y creía que sabía lo que era ser explotado. Ya le querría ver yo barriendo y fregando todo el piso, por no hablar de arreglar todas las mesas que destrozaba por la supuesta frustración de que le robasen los méritos. Y por si fuera poco el último miembro no era ni más ni menos que el capullo por excelencia, Dupont. Niño de papa, engreído y que lo ha tenido todo en su vida. Aún no sabía como se había librado de una sanción por lo de aquella prostituta en su despacho (estaba seguro de que lo era por mucho que lo negase cuando estaba discutiendo sobre ello), pero estaba claro que tenía contactos.

Y con tal compañía empiezo a subir la montaña hasta que escuchamos la voz de una niña asustada.

- ¿Y porque iba el "cocha" ese a traer a su hija para perderla en el bosque? Quizás es la hija de Loreta, al fin y al cabo esta divorciada y no se atreve a dejar a su hija sola. La muy paranoica cree que su ex podría ir a buscarla o algo. Las malas lenguas dicen que no fue una ruptura muy sana.- le contesto a la jovencita mientras decidimos ir a por ella, no estaba seguro de como los otros dos habían mostrado suficiente compasión para ello pero cuando un milagro ocurría no lo cuestionabas.

Lamentablemente la búsqueda no da para mucho y lo único que conseguimos es internarnos aún más en el bosque con el único punto de referencia una casa. Mientras el resto discute que hacer decido coger el mapa e intentar localizar el edificio, al fin y al cabo tenía pinta de antiguo y quizás podría saber donde estábamos. En ese momento veo como Simmons saca su petaca y empieza a beber.

Espero que sea la única bebida que te has traído porque la última vez que vaciaste una botella de whisky fue cuando aquí el guaperas se agencio tu trabajo y casi terminas quemando su despacho...- termino comentando como si tal cosa mientras mantengo una sonrisa inocente y me dispongo a seguir a los demás hacia la casa.

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11/02/2019, 22:16
Director 1

La niña desapareció entre la maleza tal como había aparecido, como si de un fantasma se tratara, sin hacer mucho ruido ni dejar más rastro que el tenue murmullo de las hojas y de una risita infantil ahogada, la risita de una niña que estuviera jugando al escondite con ellos. El grupo se dirigió en la misma dirección que había tomado la niña aproximadamente, aunque hubo alguna disputa sobre quien tenía razón en el uso del mapa y de la brújula. El sonido de una puerta pesada cerrándose les llevó a un pequeño claro dentro del espeso follaje de aquel bosque donde estaban, empezaban a tenerlo claro, irremediablemente perdidos.

La oscuridad estaba cayendo sobre el claro y una niebla espesa se había levantado según se alejaban del punto donde, seguramente, aquel maldito coach los debía estar esperando, eso o el muy cabrón ya estaría camino de la civilización para tomarse un starbucks o ir a un tratamiento exclusivo para desestresarse. Estaban perdidos y solo tenían dos opciones, intentar desandar el camino tentando a la suerte, o intentar pasar la noche en aquella casucha medio derruida y quemada, sin víveres para todos y en una compañía que parecían no estar disfrutando en demasía.

La casa era antigua, no debía tener menos de 2 siglos de antigüedad, y estaba claro que los viejos tiempos habían sido mejores que los actuales, aunque, a pesar de la antigüedad no parecía haber sufrido demasiado desgaste de los elementos. El piso superior estaba algo más castigado y había una sección del techo que parecía haber cedido, las maderas de las puertas y persianas tenían un color añejo y las paredes estaban cubiertas de enredaderas, que tapaban en parte la herida del fuego en la piedra. Por lo demás, daba la impresión que si no hubiera sido por el incendio se hubiera mantenido intacta, desafiante al paso del tiempo. Una casa que estaba totalmente a oscuras y que parecía estar abandonada, su puerta cerrada, como si hubieran soñado aquel portazo.

Al acercarse a la casa el olor a quemado seguía flotando en el ambiente junto al de tierra mojada, musgo y algo más profundo e inidentificable, sutil, tal vez la mejor forma de explicarlo era asimilarlo con algo pútrido, algo que quedaba oculto bajo el resto de olores, algo que no habían olido nunca, ni siquiera el bueno de Julio que las había visto de todos los colores con el paso de los años.  

Alexander se adelantó unos pasos para escudriñar las ventanas en busca de algún movimiento mientras el resto le dejaban hacer. Entrecerró los ojos repasando las ventanas, del primer piso en primer lugar para acabar con las del segundo, y cuando estaba adoptando el gesto de mayor concentración que se le había visto en la oficina durante mucho tiempo pudieron oír un aullido que rompía la noche, un aullido que encontró un coro de respuestas, cerca, tan cerca que poco después empezaron a escuchar el ruido de pezuñas que se acercaba y convergía hacia ellos sin que pudieran ver el origen del sonido, sería más de uno?, cuantos?, imposible de decir, más en aquella zona donde hacía años que el último lobo había sido cazado.

La temperatura estaba descendiendo de forma abrupta, congelando su aliento y calándoles hasta los huesos. Era la niebla, aquella niebla parecía tener vida propia.

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11/02/2019, 23:12
Director 1

Al escudriñar las ventanas Alexander vio movimiento en la ventana de la derecha del piso superior, una sombra que se apartaba de la ventana con celeridad y algo que parecía brillante, tal vez una vela. Tal como había venido se había ido.

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11/02/2019, 23:13
Director 1

Notas de juego

Comienza el turno 2. Fecha límite: 12/02 22:00
 

A efecto de tiradas la dificultad base es 4 para las cosas "normales". En caso de querer hacer triples saltos mortales con tirabuzón, ya me entendéis, puede ser buena idea que me digáis que pensáis hacer y os doy la dificultad de la tirada. Eso os ayudará a narrar en caso de que se fallen las tiradas.

Buen comienzo, seguid así!

Cualquier duda o cuestión nada más que decirlo :)

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12/02/2019, 00:19
[1] John Simmons

Este equipo de trabajo era como de una mala comedia, tenemos al jefe superfluo, la becaria motivada que posiblemente terminará chupándole la polla al cabrón, y el bedel bocazas con diarrea verbal.

Me preguntaba  que hubiera pasado si en el ejercicio de “confianza”  hubiera dejado caer a Dupont, posiblemente se le hubiera fracturado el cuello, o hubiera quedado en coma…. Oh tantas posibilidades desperdiciadas…

Una pequeña sonrisa se me dibujo en el rostro pero se apagó rápidamente luego de beber y  escuchar  el comentario del señor Cruz , hago un suspiro hondo y le respondo: Y hubiera podido si no me hubieras detenido- murmuro bajo al hombre con un tono que no denotaba si era ironía o seriedad - aunque posible debiera agradecerte ¿verdad?

El bedel era un fastidio pero apreciaba por lo menos que fuera honesto, no tenia ningún cargo de poder en la puta empresa pero solía sacar los trapos al sol de todo el mundo, aunque debo confesar que el comentario de la cocaína en el ejercicio fue… exquisito.

Caminé por el sendero hasta que vi la sombra de la cría desaparecer, por un momento me había parecido que no estaba ahí, había  tratado de ignorar el asunto por qué me encontraba muy molesto.

Cuando  me di cuenta que se había escondido  se me generó  una  sensación  desagradable. ¿pero qué coños..?

No me van bien los niños y aún así soy consciente que  cualquier ejercicio empresarial utilizando niños era una desfachatez. Mi ex mujer se hubiera escandalizado, como lo hacía  siempre, con su  cantaleta constante sobre el hecho de ser mal padre porque pasaba todo el tiempo trabajando, se hubiera sorprendido de esto.  Se llevó a la cría y  no he sabido más que sus emails pidiendo el cheque a tiempo por manutención, ¿pero si no nos pagan a tiempo como coños desea que le mande el cheque?

¡Un divorcio!, maldita empresa, talvez vendí mi alma al peor postor, tantos años trabajando para nada.

Pensaba en eso cuando vi al jefe espiando la casa como si fuera un vil ladrón,  ¿pero que estoy diciendo?, ¡si es un ladrón!, seguro estará buscando los documentos de la cabaña para hacerse con ella.

Y de repente el sonido de los lobos hace que me sienta en una película de la serie B.

-¿En serio?, ¿lobos?, ¿qué ocurrirá ahora vendrá el caballero sin cabeza?- la ironía cargada de molestia se notaba en mi voz, mientras  usaba la linterna, trataba de mirar un poco más allá en los arbustos que habían dejado un leve movimiento al pasar la niña, y mirar alrededor  por los sonidos de los animales, trataba de ver si veía algo por la repentina niebla.

Nada.... no veía nada.

Será mejor recoger leña, algo me dice que tendremos que prender fuego, ¡esta helando!- Esperaba que el señor Flores supiera hacerlo, sino habría que intentar de alguna forma- a los chuchos no les gusta el calor.

Lógicamente hablaba de los lobos, tampoco es que me agradaran mucho los animales.

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12/02/2019, 18:44
[1] Alexander Dupont

Observo al puto bocazas de Julio. Dios, que ganas tengo de despedirle. Sin derecho a pensión, por supuesto. Aún me debe la de la prostituta que no podía pagar un préstamo y decidió pagarlo con sus servicios. Lo cierto es que me sentí como un proxeneta cuando, al terminar, le dije “vale, tienes 5 días”. A los cinco días pagó, y menos mal porque me acusaban de ocasionar pérdidas al banco. Si no hubiera pagado, igual me habría visto en la calle. Como te verás tú pronto, viejo bocazas.

La sombra que habíamos estado siguiendo desapareció. Pero qué… eso sí me dejó estupefacto, pero la casa parecía llamarnos, como un cálido hogar en un día de tormenta. Y eso parecía que iba a ser, porque la oscuridad llega, y rápido. La niebla empieza a subirnos por las piernas, como zarcillos que se enredan en nuestro cuerpo. Y encima el frío va en aumento. Nos acercamos y me dedico a ver por las ventanas.

Miro a John con cara de “en serio haces eso delante de mí” antes de volver a mirar a la casa. Luego asiento levemente y me giro. La leña no hará falta, hay alguien en la casa. He visto una luz, como de una vela, en la ventana de la segunda planta digo, indicando la ventana y mirando al resto con aires de superioridad.

Vamos dentro antes que los perros asilvestrados esos lleguen aquí. Porque lobos no pueden ser, eso es seguro. Aquí no quedan lobos, fueron aniquilados hace mucho. O me vas a decir ahora que los lobos también  tienen fantasmas. Jajaja. Qué ocurrencia, si es que soy graciosísimo. Pero estos pazguatos no se dan cuenta. Saco un cigarrillo y lo enciendo. La verdad es que ya lo estaba necesitando.

Me giro a la becaria. Joder, me gustaría dormir con ella esta noche, pero con estos por aquí más me vale que no lo haga. Bueno, ya me desquitaré cuando volvamos a nuestra casa. Tengo unos cuantos teléfonos a los que llamar. Por cierto, curioso que ya ninguna volvió a pedir un préstamo en mi banco, jajaja. ¿Quieres, guapa? le pregunto, ofreciéndole un cigarrillo.

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12/02/2019, 18:59
[1] Julio Cruz

La respuesta por parte de John no se hizo esperar, aunque fue mucho más tranquila y suave de lo que hubiera pensado. Ese hombre era un amargado de aúpa pero era probablemente con el que más podía identificarme. Por lo que afirmo con la cabeza mientras le contesto también en voz baja.

Y a veces yo lamento haberlo hecho pero tienes que pensar que si se pone de moda todo el mundo lo haría y no hay peores manchas que quitar que las del hollín.- después del intento de broma para tranquilizar un poco la tensión continúo el camino con el resto. Probablemente con nulo éxito pero que nadie dijera que Julio Cruz no lo intentaba.

Para estar perdida, la pequeña disfrutaba mucho escondiéndose y riéndose de nosotros hasta que al final terminamos donde la casa que al principio apenas habíamos vislumbrado. Por si ya fuera poco que se estuviera haciendo de noche, y por mucho que el resto no dijera nada, estábamos perdidos. Y no perdidos en la ciudad donde los jóvenes con sus moderneces de "gugle" o simplemente llamando podían solucionar, no. Estábamos en el monte y como único cobijo ese edificio abandonado, el cuál sea dicho de paso no me inspira confianza. Los restos del incendio eran viejos pero aún olía a quemado y encima había algo más en el ambiente, algo irreconocible pero que precisamente no me presagiaba nada bueno.

Esto pierde importancia cuando se oyen los lobos y los otros dos hombres se ponen a comentar a cada cuál una cosa más ridícula. - Ja, hombres de ciudad...- yo llevaba muchos años viviendo en una pero me había criado en el campo y pensar que el calor de un fuego iba a espantar a unos lobos era casi tan divertido como considerarlos perros "asilvestrados", aunque lo que realmente se lleva la palma es lo de que había alguien en esa casa, estaba más que claro que llevaba abandonada mucho tiempo. Por lo que ante la mención de Alexander no puedo evitar poner una cara escéptica, sin embargo por lo demás tenía razón. La casa era un mejor lugar para guarecerse tanto del frío y niebla como de esos animales que el simple bosque.

Así que sin dudarlo avanzo hacia el portón mientras Dupont perdía tiempo en ofrecerle un cigarrillo a la becaria, seguramente estaría aterrada y no podía culparla. Al fin y al cabo ninguno de los tres es que inspirásemos mucha confianza. Una vez llego a la entrada compruebo si esta abierta y en caso contrario saco mis herramientas para forzar la cerradura que tuviese.

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12/02/2019, 20:38
[1] Andrea Rogers

Por supuesto que Andrea Rogers estaba tomando fotografías artísticas que marcarían tendencia en la web de la sociedad financiera con todo lo que veía y observaría más adelante, pues no se podría perder ningún detalle de lo que allí les aconteciera para que no ocurra que "—...todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia". Era sin duda una de las frases estrella de la película "Blade Runner" que había visto varias veces de impúber antes de llegarle la pubertad con sus fuertes ataduras a libros y apuntes.

Así que en orden cronológico tal como se sucedieron las situaciones fue tomando las siguientes fotografías:

1- Tomó una fotografía a la niña de espaldas a lo lejos de cuerpo entero con "la regla de los tercios" pues como bien le decía su padre "—¡Andrea Rogers! Aprende de todo en la vida para que sepas desenvolverte en las cosas que versan sobre la esencia de la vida y afrontarás mejor los problemas", por lo que ella conocía de fotografía profesional ya que era una persona estudiada y versada en todo lo que podía, se había convertido con el tiempo en una "cultureta friki".

 

2- ¿Una fotografía a una niña desapareciendo entre la maleza? Hasta entonces simplemente le pareció una muchachita metiéndose entre vegetaciones más altas que su altura dispersas, por lo que Andrea pensaba que era normal que hubiera encontrado una "—¡¡Cuulebrillaaaa!!" si andaba como una gamberrilla revolviendo entre los matorrales. Y es que Andrea fue la única quizás del grupo en poder verla con sus ojos aparte de su sombra que veían al principio y hacerla las dos fotografías pertinentes, porque sucedió que a la hora de seguir a la cría; tanto Alexander Dupont como John Simmons por igual; se pusieron a discutir sobre llevar la razón en el uso del mapa y la brújula (—¡Menudo par de imbéciles! Discutiendo para ver quién la tiene más grande, los muy machitos —pensaba) al tiempo que al anciano Julio Cruz lo notó muy tranquilo escuchándolos como una maruja para seguramente después contarlo en la oficina.
Andrea no, Andrea prefirió hacer las fotografías no sabe bien si porque era lo que deseaba o porque era su obligación como trabajo extra adicional encomendado como becaria.

 

3- Le iba a tomar una fotografía a la "—¡¡Hooouseee!!" que se apercibía puntiagudamente estirada (como si un gigante la hubiera cogido con dos de sus dedos tirando al cielo) del Siglo XVIII, pero fue cuando Alexander Dupont había contestado al sobrado de John Simmons de nuevo una vez más ahora sobre la susodicha casucha y la había sobrepasado a Andrea empujando su brazo izquierdo que conectaba con las manos que a su vez daban a la cámara formando un todo en posición "V" para la toma perfecta (—¡Joder, el muy cretino! —pensó para sus adentros), por lo que esa fotografía saldría movida y tuvo que repetir la toma buscando de nuevas el enfoque correcto de luz que ya era menos antes de tener que usar el flash, porque las fotos con luz artificial eran peores captadas que con los matices que la luz natural ofrecía en su variado espectro.

 

La verdad es que ninguno de los cuatro abuelos de Andrea Rogers estaba vivo cuando ella llegó a la edad de cinco añitos, por lo que no les recordaba bien ni sabía como era el trato con gente mayor. Ella era hija única por lo que entre estudios y amigas no tuvo nunca nada de tiempo para tratar de averiguar como era pasar el tiempo entre mayores y de haber sido así tal vez su vocación hubiera sido enfocada más bien en ser una enfermera.
Pero todo ello no quitaba que no tuviera algunos conocimientos de enfermería y medicina así como de supervivencia "—¡Andrea Rogers! Aprende de todo en la vida para que sepas desenvolverte en las cosas que versan sobre la esencia de la vida y afrontarás mejor los problemas". Incluso de hecho llevaba consigo encima en estos momentos lo que se había traído, un pequeño botiquín... —¡Andrea Rogers estoy preparada!

Por todo ello no sabía muy bien aún como tratar con su bedel Julio Cruz, pero estaba claro que le parecía un hombre muy gracioso y entrañable que le hacía reír de vez en cuando, como cuando le dijo a Meredith unas horas atrás en los ejercicios que tenía nada menos que tres amantes delante de todos. Esa Meredith siempre le había parecido una lagarta de mucho cuidado porque ya se la había soltado en más de una ocasión como cuando un día le dijo "—¡Uy que mona vienes hoy con esa falda azul,  Andrea!", porque estaba claro que llevaba doble sentido ya que la muy furcia la envidiaba por tener mejor tipo que ella y ser más jóven por supuesto. Eso de decir su nombre al final sin el apellido cuando no son amigas y apenas se conocen, tras una pausa en la que cambió el tono de la voz eran detalles en los que se fijaba una señorita astuta como ella sola.

—¡Perdón, huele mal en esta puerta! Debe haber algún conejo o zorro muerto, quizás la culebrilla mató una rata de campo —informó taponando con dos dedos de su mano derecha su nariz, rompiendo su cautela pues el olor era ciertamente insoportable al menos para ella que se duchaba todos los días y la gente cerda era algo con lo que Andrea no podía.

Y es que se habían ido acercando todos detrás de Alexander Dupont a la puerta a consecuencia de que hace unos segundos atrás habían escuchado todos un ruido de lo que parecía una puerta que se cerraba mientras Julio Cruz le respondía a John Simmons.

—¡Uh, La Virgen! ¡Perdón qué niebla se ha levantado! ¡Cómo notamos de rápido el tiempo cambiante cuando no estamos entre edificios! —informó ya bajando los dedos de su nariz porque en esos momentos olía más la humedad de la niebla que traía consigo la esencia de la tierra húmeda.

Ya tras el aullido de animal Andrea lo tuvo muy claro.

—¡Perdón, el olor de antes tiene que ser uno de esos animales muerto! Dejadme mirar un momento —dijo indecisa intentando convencerse a ella misma sobretodo.

Andrea se alejó un momento con el mayor sigilo posible que podía en esos momentos, como a unos seis metros en línea recta de la entrada de la casa (bordeando y esquivando hierbajos) donde todos estaban pero sin perderlos de vista, para otear las cercanías describiendo totalmente una vuelta completa de 360 grados sobre sí misma intentando percibir todo lo que pudiera divisar. Quería comprobar varias cosas de una vez: si la bandera estaba por allí, la niña, el coach, altavoces o alguien más escondido. Una vez allí igualmente al tiempo que miraba girando, tomó cuatro fotos como si fuera ella un cuadrado en los cuatro puntos cardinales principales (por supuesto uno de ellos apuntaba a sus compañeros y la casa todo en un mismo encuadre).

Y es que Andrea Rogers no era una mujer temorosa; al contrario el miedo le gustaba; las películas de terror eran de sus favoritas por lo que ciertamente se podría decir que Andrea Rogers ocultaba por debajo de la fachada de imagen que daba a los demás en su trabajo un alma "friki", pero no una "friki" cualquiera así como algo rarita sino una "frikona" de las grandes, una sabionda que incluso había leído mucho por Internet y anteriormente de adolescente se había empapado en sus ratos libres leyendo libros de la biblioteca hace años sobre el mundo paranormal y las cosas ocultas del plano en el mundo terrenal.

Después volvió con sus compañeros donde parece que Julio Cruz se iba a dignar en intentar abrir la puerta principal, puesto que Alexander Dupont había visto una luz arriba.

—¡Perdón, es posible que la bandera la tenga la persona de la luz que se habrá cansado de esperar a oscuras! El reto debía ser encontrar la casa y conseguir abrirla para coger la bandera, sin que te den miedo los aullidos y pisadas de lobo de unas simples pistas de audio encontradas en Internet para ponerlas en bucle constante en altavoces caros bien estratégicamente diseminados por las cercanías de alrededor. El coach debe haber puesto un animal muerto podrido para que la gente no quiera abrir la puerta como una dificultad más —dijo muy sabionda usando toda la astucia de la que disponía en ese momento, pues la situación de película de terror la había animado un montón en querer investigar siguiendo adelante.

Después que Alexander le ofreció un cigarrillo, lo dudo unos segundos pero dada la situación no se lo iba a negar.

—¡Perdón, gracias por ofrecerme supongo que podré ya que al fin y al cabo esto no es la oficina! —exclamó al tiempo que lo cogía y se lo ponía en la boca, rompiendo un poco así la fachada de mojigata que siempre mostraba en la oficina y porque claramente allí no paraba de hacer cosas mientras que en este campo era simplemente tomar fotografías mientras interaccionaba con el resto.

Entonces con el cigarrillo en la boca ya encendido, se posicionó buscando el ángulo correcto para tomar una fotografía más de Julio Cruz intentando abrir esa pesada puerta.

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12/02/2019, 22:11
Director 1

 

Andrea se acercó a la casa y empezó a tomar fotografías para la intranet de la empresa, aunque nadie se lo había pedido formalmente pero ese era su trabajo, adelantarse y estar lista para todo, Andrea Rogers, un paso por delante, siempre. Y ella sería la que descubriera la bandera, tenía que estar allí junto al coach, porque claro, la empresa se había gastado un auténtico dineral en contratarle y debía tenerlo todo controlado, no sería tan inconsciente como pare dejar a unos urbanitas como ellos a su suerte en pleno saturday. No podía ser, había una explicación y pronto la hallaría, mientras revisaría sus fotos por si había que repetir alguna, nada como una foto con alguien con los ojos cerrados o poniendo caras raras como para meterse en problemas.

Después de lanzar las instantáneas revisó sus últimas exposiciones y pudo ver tenían el centro poco nítido, no borroso pero sí como si un aura blanquecina cubriera las fotografías, en especial la de la niña, culebrilla, como la llamaba ella. No solo esa foto estaba afectada sino también las de la casa y sus compañeros, reflejados con un brillo espectral en la pequeña pantalla de la cámara, seguramente debido a la humedad que se hubiera podido colar en la lente del objetivo.

Mientras Alexander encendía un cigarrillo con cierta flema y John se dedicaba a buscar leña cerca de la cabaña, ignorando los gruñidos amenazadores que se acercaban hacia ellos, Julio, el viejo bedel sacaba su vieja navaja suiza, herencia paterna y que tan buen servicio le había dado durante tantos años. No era la primera cerradura que tenía que forzar, los cajones con información confidencial de los que se perdía la llave no le habían sido extraños durante su trabajo, pero de largo era la más fácil, tan fácil que casi la hubiera podido abrir con un palo.

Era una cerradura antigua, con un simple mecanismo en donde era suficiente presionar el mecanismo que hacía las veces de bombín y girar, por lo que en menos de 5 segundos el chasquido de la cerradura le informó que la puerta estaba abierta. Todos le siguieron, Andrea compartiendo el cigarrillo de Alexander y John cargando un haz de ramas que había conseguido junto a la casa, húmedas pero que con suerte podrían arder.

La linterna de Julio iluminó el interior de la casa revelando un pequeño recibidor que también estaba calcinado. El mobiliario, a tenor de los escasos restos de maderas quemadas que resultaban reconocibles, había sido escaso. Dos ganchos de hierro ennegrecido curvado de una forma extraña junto a un dintel de una puerta que no había resistido el beso del fuego y el respaldo de una silla antigua, nada más había sobrevivido.

El grupo cruzó el dintel de la puerta con las linternas encendidas y entró en una estancia algo más grande, algo parecido a un viejo comedor, donde las huellas del incendio eran mucho más visibles. Allí el olor a quemado era mucho más fuerte y el ambiente más opresivo, como si la casa estuviera aguantando de algún modo la respiración. Una pequeña mesa que parecía que se fuera a desplomar en cualquier momento junto a lo que parecía una chimenea, una alfombra raída en medio de la habitación de un color indeterminado, el esqueleto ennegrecido de una alacena de la que apenas quedaban los remaches metálicos y lo que parecía ser una estrecha escalera de piedra que llevaba al piso de arriba, y silencio, mucho silencio, allí no parecía vivir nadie ni que nadie hubiera hollado con sus pies en la casa en mucho tiempo.

De pronto la puerta se cerró, impulsada por una mano invisible, y al sonido del portazo le acompañó el de las persianas, todas cerrándose a la vez, ejecutando una coreografía fantasmal que les privaba de la escasa luz que venía del exterior. Gruñidos, gruñidos de algún tipo de animal corriendo alrededor de la casa, dando la vuelta, buscando un sitió por donde entrar y una zarpa, una zarpa arañando la puerta por donde habían entrado, cerrada, por el momento.

Notas de juego

Comienza el turno 3. Fecha límite: 13/02 22:00

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13/02/2019, 03:40
[1] John Simmons

Oh miren, al jefe le molestó que hablase, !oh que miedo!,!me va a despedir!.... ¡A la mierda!

Tú mirada no me afecta para nada, paso de ti tío y tu complejo de superioridad.  No hará falta leña porque él con sus dos huevos morenos así lo dice.

Vamos a ver, ¿tiene acaso esta locura sentido?

Eso me hizo recordar el asunto de la oficina y  que evitaran que quemara el escritorio, en últimas ¡joder!, tiene razón, debí hacer explotar su auto, seguro solo la policía forense hubiera limpiado, solo imaginen  “el olor a barbacoa Dupont”,  carne del ser más despreciable carbonizado, tan carbonizado como la puta cabaña, nadie se lo comería, pero sería hermoso, casi poético.

La que poco a poco también quería ahorcar era a la señorita Rogers. A ver, ¿quién es tan subnormal de hablar de sí mismo en tercera persona?, acaso yo voy por el mundo gritando “John Simmons va a ir a su trabajo de mierda”, “John Simmons se irá a cagar”,  ¡vaya loca!, y sí señores y señoritas, la tipa terminará lamiéndoselo, ya  el infeliz  comenzó a coquetearle, ¿pero acaso la muy tarada no se da cuenta que los excrementos no se meten a la boca?, y ni siquiera un cigarrillo que viene de semejante despojo de la naturaleza. No soy un hombre religioso pero si satanás existiera seguro hace tratos con este tarado.

Había recogido un par de ramas insignificantes que no ayudarían hacer un buen fuego (realmente fue lo único que encontré y eso porque estaban cerca a la entrada justo cuando el Bedel abre la puerta)

Y es entonces que entro a la casa cuando veo la casa totalmente quemada. Era un desastre, y era evidente que estaba deshabitada.

-Te equivocas Dupont  aquí no vive nadie.

En ese momento la puerta se cierra y las persianas también. Un estremecimiento se sintió por todo mi ser  al mismo  tiempo que escucho los  rasguños en la madera, dejo caer las ramas al suelo en un acto reflejo y completó mi frase.

-Por lo menos no vive nadie vivo.

¿Qué coños fue eso?, la gran idea del jefe del equipo que otra vez sale mal…¿Por qué no me sorprende?.

Comencé a mirar de un lugar a otro  iluminando con la linterna todo y dándome cuenta que esta casa estaba hecha trizas, pocos lugares no estaban quemados.

¿Qué coños fue eso?, la gran idea del jefe del equipo que otra vez sale mal…¿Por qué no me sorprende?, ¿porqué esta casa no se quemó con él dentro?, y lo más importante ¿qué coños hago  YO  aquí?

Tomó otro sorbo de licor de manera nerviosa, fijándome en la reacción de los demás y mirando la puerta…

¿Estamos encerrados? - pregunto mirando a Julio quien era el que estaba más cerca a la puerta.

Poco a poco camino hacia la silla, la única que no parece quemada. Posiblemente alguien la arrastró hacia ahí, no pudo no quemarse. Era la única justificación lógica que le daba al asunto.

Uso mi linterna para iluminar, posible note algo…

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13/02/2019, 16:11
[1] Andrea Rogers

La "—¡¡Cooosaaa!!" era muy dura, pensó por un momento la "frikota" de Andrea Rogers imaginando al personaje de Marvel Cómics en un "meme" de Internet donde partía una farola en dos trozos doblando aquel tubo grande. Y es que una de sus aficiones era ir al cine con sus amigas a ver películas de superhéroes, porque últimamente estaban de moda como esa... "—¡Batman contra Superman: El amanecer de la justicia! —comentaba Andrea Rogers a sus amigas:— ¿Qué será lo siguiente Goku contra Bob Esponja? ¡No, sino me extraña el "Hello darkness my old friend" a Ben Affleck en video parodia de una entrevista que le han hecho en Internet!".

Y cuando se le pasó aquella ensoñación volvió a pensar en la idea original que le había hecho reflexionar todo aquello, al ocurrírsele la brillante (con doble sentido iba a comprobar) idea de revisar las fotografías últimas que había tomado, pues quería estar segura de si con la escasa luz y la abundante niebla se veía bien la casa de lejos con sus compañeros en la útima exposición. Eso la hizo ver algo inaudito y es que todas aquellas instantáneas últimas partiendo en secuencia desde la primera fotografía de la niña se veían con un velo blanquecino, una especie de aura en rededor.

Fue entonces cuando la "frikaza"; por su condición de estar instruida a nivel experto en ocultismo algo que le apasionaba que como bien le decía su padre "—¡Andrea Rogers! Aprende de todo en la vida para que sepas desenvolverte en las cosas que versan sobre la esencia de la vida y afrontarás mejor los problemas"; de Andrea Rogers estaba indecisa entre creer una cosa o la otra entre dos posibilidades:

1- La primera posibilidad era que el hijo de puta del coach hubiera orquestado todo aquello con los mejores equipos de la escena profesional en Hollywood a su cargo, que hubiera hecho por ejemplo que le entregarán a ella una becaria a la que creían estúpida un par de cámaras manipuladas Kirlian, pues ninguna de esas dos cámaras con flash eran suyas. Ese coach no tenía ni puta idea de que "—¡Andrea Rogers estoy preparada!" y sus conocimientos en ocultismo eran muy extensos.

2- La segunda posibilidad era que aquello fuera real. Algo que acojonaría (aunque no se tuvieran cojones pues las mujeres de hoy en día les gustaba mucho usar expresiones indistintamente del género) a cualquiera, pero no a la "frikaza" de Andrea Rogers. ¡¡¡¡Estaba encantada de vivir aquello!!! La posibilidad de que la mala suerte en su grupo les hubiera hecho entrar en un plano existencial del bosque con un acúmulo concentrado de energía paranormal, del que claramente sin los conocimientos oportunos o la suerte era muy difícil escapar, todo esa posibilidad era una deliciosa aventura a disfrutar para la inconsciente y loca de Andrea Rogers.

Quizás era muy probable que Andrea Rogers no tuviera novio a aquellas alturas (como quería convencerse a sí misma en realidad) no por toda la preparación de estudios que había requerido hasta ahora y centrarse en convertirse en una auténtica Rogers en el terreno profesional, sino por lo "frikaza" que era en realidad, una tipa rara, una tía loca con pasiones desmedidas en el terror que le habían ocasionado que inconscientemente la mayoría de los tíos se alejarán de ella por considerar que le faltaban dos tornillos.

Lo que estaba claro es que dudaba entre las dos posibilidades:

1- La cabeza le decía que era la primera posibilidad todo un evento de efectos especiales al extremo al más puro estilo "Escape Room" vivencial que se pagaba con dinero para que amigos o pareja vivan una experiencia más; pero en su caso enfocado a valorar a los trabajadores de la empresa y si tenían los valores suficientes para ayudarse todos como equipo a resolver la situación. Aquello era un reto extremo.

2- Sin embargo su corazón le decía o quería Andrea Rogers que fuera con ahínco la segunda posibilidad de toda una zona con energía oscura latente donde era posible que hace siglos (como la misma casa) hubiera ocurrido alguna desgracia, una desgracia que ahora se manifestaba en el plano existencial terrenal y para el que deberían o no averiguar como solucionarlo para ayudar. Sino en todo caso sobrevivir y escapar era la mayor prioridad por supuesto.

Tras pensar todo eso revisando una y otra vez las tomas, decidió que no iba a contar nada de momento a sus compañeros sobre las fotografías revisadas, así que decidió volver con ellos en las cercanías de la puerta. Lo que Andrea Rogers iba a hacer era trazar un plan para intentar averiguar lo que pasaba realmente, su plan era conseguir que permanecieran todos juntos como grupo resolviendo aquello.

Y para que fuera posible eso debía evitar que esa gente se asustarán pensando que aquello era real, porque Andrea Rogers sabía muy bien como había podido comprobar anteriormente en sus amigas, que no todo el mundo estaba tan preparado para resistir el terror psicológico que se les avecinaba cada vez con más fuerza.

La única manera era lógicamente que creyeran con ella la primera posibilidad, pues al fin y al cabo estaban allí por un puto trapito, una jodida "—¡¡Baanderitaaa!!" que era lo único que los unía.

Una vez que pisaron con suerte dentro de la casa a salvo del exterior, cuando todo se hubo cerrado a cal y canto escuchando esos extraños ruidos exteriores que terminaron en la puerta, Andrea Rogers se había emocionado en alegría y era momento de hablar poniendo en práctica su plan, pues Andrea Rogers era cauta en decidir no tanto como en exponer sus ideas ya que todo el día fuera de la oficina era demasiado tiempo como para haberse relajado del trato oficinil que la tenían siempre extenuada entre papeleos varios.

—¡Perdón, este coach es un poco bastante hijo puuutillaaa! Tanto dinero invertido en los mejores profesionales del sector audiovisual de Hollywood para montar esta parafernalia de terror constante de "Serie B" le hacen dudar a Andrea Rogers si es la mejor solución o no para salvar a una empresa de la quiiiebraaa —dijo sabioncilla y repelente como ella misma.

No parecía que el amargado John Simmons la hubiera escuchado en absoluto pues antes de que ella hablará al muy tozudo no se le ocurrió otra cosa que quejarse en su habitual comportamiento reprochando a Dupont que se equivocaba. Otra vez el personaje tarado de John Simmons quería tenerla más larga que Alexander y justo después de que ahora si ella hablará, siguió con su cantinela de que no había "nadie vivo" como dando a entender que Alexander se inventaba lo de la luz en el segundo piso.

—¡Perdón, tengo que confesar algo! ¡¡¡Soy experta en ooocultismooo!!! —dijo súbitamente con gran emoción como si le hubiera dado un venazo rompiendo totalmente la crisálida donde había estado escondiendo su gran alma "friki".

De nuevo el puto Simmons la interrumpía para preguntar a Julio Cruz la estupidez evidente de si estaban encerrados "—¿Tú qué crees maldito amargado hijo de una hiena? ¿Qué se ha cerrado todo de golpe a la vez porque ha venido un viiientecitooo aislado sin querer? —pensó Andrea que le hubiera gustado decirle", pero al menos esta vez si que parecía haberla escuchado pues su tono fue difente a los anteriores.

—¡Perdón, escuchen un momento a la ooocultistaaa Andrea Rogers! Podemos resolver este caaarillooo "Escape Room" juntos como grupo siempre que no nos separemos y afrontemos la situación como si en realidad fuera real, sigamos el juego al coach como si estuvieramos muy aaasustadillooos. Lo primero que podríamos hacer es fabricar uno de los cuatro sacramentales sino todos para estos casos, que serían la sal bendita, el agua bendita, la señal de la cruz y la plata bendita.

Aquellos compañeros la estaban escuchando, pero no sabía si porque casi todo estaba quemado sin nada que hacer o porque realmente en otra circunstancia no la hubieran escuchado para nada tanto tiempo soltar su monólogo.

—¡Perdón, tenemos suerte con nuestros objetos! ¡El coach nos ha dado un ooobjetooo a cada uno para resolver esto juntos! Miren Andrea Rogers ha pensado que todos tenemos una cantimplora con agua, que John Simmons tiene una petaca de plata rellena de licor a medio llenar junto con unos chicles de meeentaaa, que Andrea Rogers tiene un botiquín pequeño algo más grande que esa petaca, que Julio Cruz tiene una cuerdas, que Alexander Dupont tiene un zippo con unas barritas energéticas que contienen sal y que incluso Simmons ha traído un par de raaamitaaas. ¿Se pueden creer lo que les dice Andrea Rogers?

Aquellos compañeros seguían escuchando ensimismados y extrañados pensativos, pero lo que no estaba claro para Andrea Rogers es lo que pensaban sobre todo lo que estaba contando y sobre ella.

—¡Perdón, pero con todo eso podemos hacer los cuatro sacramentales! Si Andrea Rogers vacía el contenido de una tapita rectángular a modo de maletín de plástico del pequeño botiquín a la otra tapita contraria queda libre para vaciar el alcohol de la petaca de John Simmons, entonces metemos un poco de agua de una cantimplora a la petaca y la enjuagamos tirando el contenido sobre las manos de la persona que vaya a hacer migas una barrita energética sobre la boquilla de la petaca, ponemos esa petaca de plata sobre el fuego del primer palo quemado con el zippo y esperamos a que hierva la mezcla de agua con sustancia de la barrita, cuando todo el agua se ha ido con el resto de elementos artificiales después de hervir un raaatitooo dentro de la petaca solo quedarán posos de sal residual, entonces deshilachamos una de las cuerdas que purificamos con un poco de alcohol y agua para que sea un trooozitooo muy fino que pueda entrar dentro de la petaca a modo de cuchara para rebañar esos posos de sal y lo metemos en la otra tapita para que Andrea Rogers pronuncié un rezo en viva voz con la oración cristiana oportuna que Andrea Rogers se sabe de meeemoriaaa para bendecir la sal logrando tachán: Sal Bendita.

Aquellos compañeros seguían de nuevo en la misma actitud anterior ensimismados y extrañados pensativos, por lo que era hora de finalizar su intervención.

—¡Perdón, pero una vez tengamos Sal Bendita es muy fácil hacer los otros tres sacramentales! Si en vez de sacar la sal de la petaca la dejamos sin hacer el paso de la cuerda para ahorrarnos deshilacharla y tener que sacarla, podemos añadir de nuevo agua a esos posos secos y poner la petaca de nuevo a hervir sobre la ramita hasta el punto de ebullición, es entonces cuando paramos para que no se evapore todo el agua y de nuevo Andrea Rogers pronuncia su rezo para bendecir logrando Agua Bendita que contiene Sal Bendita en una petaca de Plata Bendita. Incluso los chicles de menta pueden separar sus componentes de esas hierbas de menta que son purificadoras. ¡Es un cóctel molotov para el Diablo de tres o cuatro en uno!
Porque ahora que Andrea Rogers lo menciona, dije antes conservar el alcohol de John Simmons en una tapita del botiquín por si queremos hacer eso también, una bomba casera con la cuerda y el zippo sobre la propia petaca. En último caso también podríamos hacer diversas cruces que Andrea Rogers estará contenta de bendecir como ya hice con mis amigas de universidad en fiestas de piiijamaaa un montón de veces.

Entonces terminó de hablar no sin antes recordar que como tenía dos cámaras flash quería investigar una para intentar abrirla y ver si se trataba de una cámara Kirlian y es que una cámara así era capaz de plasmar en una imagen el efecto corona de cualquier objeto u organismo al aplicar un campo eléctrico sobre una placa. Andrea Rogers sabía que se había demostrado que solo indicaba variaciones de presión, humedad, contacto a tierra y conductividad. La descarga de corona era un fenómeno bien conocido que se explicaba en física elemental.
El efecto más famoso de la fotografía Kirlian ocurría cuando se tomaba una hoja de planta, luego se arrancaba un fragmento de la hoja y esta se volvía a fotografiar. En la segunda foto se veía una imagen borrosa de la sección inexistente y es que como se utilizaban las mismas placas de vidrio, la humedad de la sección cortada es la que generaba la imagen fantasma. La cámara Kirlian permitía fotografiar el efecto corona que se generaba con cualquier objeto (vivo o inanimado) y de hecho los creyentes opinaban que el estudio de la intensidad de este fluído permitía analizar el estado anímico y físico de una persona, mediante la cámara afirmaban que se obtenía lo que se ha denominado el efecto kirlian o halo luminoso que era una especie de aureola energética que rodeaba al objeto.

—¿Perdón, qué opinan ustedes que deberíamos hacer? —preguntó indecisa pues todo el arrojo que tenía para hablar no era igual para actuar donde se mostraba con más cautela.

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13/02/2019, 17:47
[1] Alexander Dupont

Una vez entramos a la casa observo como está por dentro. Joder, está peor de lo que imaginaba, parece un puto churrasco. Como cuando pedí un filete muy hecho y me trajeron uno carbonizado. No pagué esa cuenta, y seguramente despedirían al camarero. Joder, solo porque le dije tres veces que lo pasara más, va y me trae esa mierda. Así esté pidiendo por la calle.

Pero bueno, entramos en la casa y ya está el puto hombrecillo amargado criticándome. Le miro con cara de “en serio, realmente piensas que soy estúpido, ¿no?” para luego decir yo no dije que viva nadie, dije que había alguien. Puede ser alguien que se esté resguardando del tiempo o algo…

Entonces todo se cierra de golpe. ¡Pero qué cojo…! Empiezo a decir, cuando la becaria buenorra interviene. Y vaya intervención. Mierda, ¿cómo sabe lo de las barritas energéticas? ¡Si no las he sacado!

A ver, señora “ocultista” digo, remarcando lo de ocultista para que note bien lo ridículo que me parece que crea en mierdas de esas que está claro que no existen, varias cosas:

Primera, ¿me puedes explicar como coño sabes que llevo barritas energéticas? ¿Has rebuscado en mi mochila en algún momento?

Segundo, en serio, una escape room… bueno, esas cosas no creo que vayan por “crear objetos benditos para superar las pruebas”. Más bien son en plan “os doy pruebas y tenéis que superarlas”. ¿Y si resulta que en una de las pruebas necesitamos precisamente el licor, la cuerda, o cualquier cosa? Pues mira, ya lo hemos gastado para crear una mierda que se supone es bendita y no sirve para nada.

En serio… iba a decir que no sé como fue contratada, que si tenía buenas rodilleras, pero me callé. No era plan de andar metiendo cizaña, que ya bastante crudo lo veía todo. Pero es que estas cosas realmente me mosquean.

Venga, veamos si encontramos a quien vi por la ventana y a ver si podemos encender un fuego más pequeño que el que ya hubo aquí, claro y dormir hasta dar con la carretera a primera hora. Luego, seguro que encontramos un pueblo, un coche o algo para volver a la ciudad.