Partida Rol por web

III Campeonato de RPW

[PARTIDA 3] Escena de juego

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10/02/2019, 20:25
Director 3

Las ventas de activos han bajado y la empresa está sufriendo un bache de tesorería que será resuelto en breves, no hay nada de lo que preocuparse.

Esa fue la única explicación que les dieron tras el retraso del pago de la nómina, una demora que no se había producido nunca en los 40 años que el señor Hayes, el antiguo presidente de la sociedad financiera BuenaVista Capital y retirado tras su tercer infarto, había estado al frente del timón.

La nueva dirección, o dicho de otra manera Nicky Hayes y la exuberante ex-secretaria de su padre, contrataron a un elegante y carísimo consultor de procesos, dinamizador del espíritu empresarial y coach de la productividad para intentar remontar una compañía que más que hacer aguas, se desplomaba en barrena. Los rumores corrieron por la empresa respecto a la verdadera función de aquel consultor, desde que era el mesías que les devolvería a los lomos del caballo ganador, pasando por que su objetivo era racionalizar la plantilla y despedir a los trabajadores superfluos y finalizando por que era el encargado de valorar los activos antes de comprar la empresa y despedirlos a todos. Desafortunadamente el elegante consultor resultó ser lo que decía ser y, sin previo aviso, un correo electrónico llegó a todos los empleados de la empresa donde les citaba en la oficina el siguiente sábado a las 9 de la mañana para realizar unas dinámicas de grupo para fomentar el espíritu de equipo.

El autobús llegó puntual y llevó a los ojerosos y malhumorados trabajadores a un bosque lejano donde la pantomima empezó. Carreras por equipos atados los unos a los otros por las piernas, dejarse caer para ser cogido por un compañero y para acabar una yincana por equipos consistente en recuperar una bandera en el corazón del tupido bosque con el único equipamiento de una linterna, una brújula, un mapa y una cantimplora. El heterogéneo grupo se adentró en el bosque con la esperanza de acabar con la actividad lo antes posible y poder volver a sus casas a disfrutar del fin de semana cuando, de pronto, el sonido de la voz angustiosa y llorosa de una niña atrajo su atención

—El monstruo reptante se ha escapado y viene a por mí.

Tras mirarse preguntándose si aquello formaba parte de sus pruebas siguieron la voz, adentrándose cada vez más en el bosque, siguiendo aquella voz acuciante que los empujaba a tratar de ayudar a la pequeña en apuros aunque tuvieran que cruzar campo a través el bosque.

Empezaba a oscurecer y unos fríos zarcillos de niebla se cernían sobre ellos cuando el bosque se abrió dejando ver un claro. Su centro estaba ocupado por una casa, una casa donde se apreciaba el rastro de un incendio pasado pero que parecía lo suficientemente segura para pasar la noche.

Notas de juego

¡Hola a todos! Aquí el director 3, espero que os divirtáis en estas dos semanas del campeonato de RPW. Os daré algunas indicaciones necesarias:

  • El estilo es absolutamente libre. Usad lo que mejor os parezca y con lo que más cómodos os sintáis. ¿Diálogos en negrita? ¿Narración en tercera persona? ¿Imágenes? Adelante, tenéis absoluta libertad. Como precaución, tratad de que sea claramente diferenciable diálogo de pensamiento. Cuidad la ortografía, gramática, poned atención a los posts de vuestros compañeros y a los míos. Esas cosas os sumarán puntos.
  • Me queda muy fácil postear cerca a la medianoche del servidor, así que asumid que mis respuestas llegarán casi sin falta entre 23:00 y 1:00 del día siguiente, de Lunes a Viernes. Se espera que posteéis una vez al día en el tiempo restante, así que tratad de no emocionaros, que los jurados deben leerse lo que pongáis. Dudas, preguntas, y demás trataré de responder fuera de esas horas para aclararos las cosas de ser necesario.
  • Marcad siempre al Director 3 como destinatario. No tengo permiso de Director-Director, así que será una precaución necesaria para que pueda leeros. No lo olvidéis, es MUY importante.
  • Limitad el off-topic y comentarios que no tengan mucho que ver con el desarrollo de la partida. Recordad que los jurados estarán tratando de seguiros con cuidado, no les hagáis la tarea más difícil.

No siendo más, espero que tengáis una agradable partida y que os llevéis el premio mayor. ¡Muchos éxitos!

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11/02/2019, 00:21
[3] Julia Cruz

Que pesadez de día. Casi hubiese sido mejor la reducción de plantilla. Al fin y al cabo, ella -bueno, su puesto- era imprescindible. ¿Acaso iban a limpiar aquellos niñitos de papa? ¡Venga ya! Bueno, quizás el becario se animaba a limpiar algo, esperando que cayese un puesto fijo, pero ni siquiera ese niñato podría arreglar un enchufe o el aire acondicionado.

El día no fue ni tan mal. Cierto es que ahora toda la oficina sabía del lío de la zorra de Linda Folderstein y aquello había ocasionado un pequeño drama, pero al menos no se había roto nada en la cadena de tres piernas. Y eso que iba con el inútil descoordinado de Peter Peterson, que era tan estúpido como su nombre. Por lo menos no podía quejarse del equipo que le había tocado para entrar a por la banderita. No eran los más inteligentes, ni los más ágiles ni los mejor preparados. Pero ¡Diablos! Si la mitad de lo que se decía por la oficina era cierto, no eran aburridos.

–¡Vamos a ver!– Su voz, que parecía el graznido de un cuervo, resonó en las cercanías– Por ahí sonaba la voz de la cría. Está claro que es alguna grabación para que nos acerquemos o algo. Lo típico de estas pruebas de engañar al equipo. Como cuando Alexander inundó los baños y echó la culpa a Andrew. Joder, salía agua y mierda de todas partes, tardé cuatro horas en limpiar todo, pero ya te digo yo que no fue la toallita que tiraste, niño. Te puede engañar tu pareja, tu compañero, tu jefe... pero lo que hay en el váter no miente. Había otra cosa que lo atascaba...

Al decir aquello último miró con media sonrisa a Alexander. El trepa aquel sabía muy bien a lo que se refería. ¡Vaya si lo sabía! Pero aquello no era lo importante. Bueno, para el becario, que había pasado un mal trago soportando la bronca del jefe y las burlas de sus compañeros puede que lo fuese, pero no para la prueba.

–Evidentemente nadie va a premiar dejar abandonado a un niño, vamos a ver si hay alguien en la casucha esa y lo mismo termina ya el juego.

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11/02/2019, 12:01
[3] Alexander Dupont

Ya era bastante fastidio tener que compartir espacio de trabajo con esta banda de vagos y perezosos procrastinadores, tener que acudir a unas convivencias con ellos un sábado, levantándome tan temprano, no me parecía para nada gracioso. Aunque en mi fuero interno sabía que era una oportunidad perfecta para lograr consolidar mi puesto en una empresa que, desde la jubilación del jefe, había estado haciendo aguas por todas partes. Y daba igual lo bien que estuviéramos haciendo las cosas, era un barco naufragando sin capitán. Por que aunque hubiera una nueva figura al timón, estaba claro que este nuevo "individuo" por no llamarlo de otra forma, no sabía llevar una empresa, ni mucho menos. Por eso la contratación del gurú del reflote empresarial me pareció la mejor de las decisiones que podía llegar a tomar una persona incapaz, como nuestro nuevo jefe, pero llevarnos a hacer piña, perdidos de la mano de dios a jugar, haciendo una gincana... era un auténtica pérdida de tiempo. El problema no es de los trabajadores como yo, es del jefe... y de empleados como Simmons, que nadie sabía muy bien para que estaban. 

Tampoco ayudaba a que vagabundease por ahí la limpiadora. ¿Para qué teníamos que colaborar con ella? Desde la coña de los baños notaba que me había puesto unas velas negras o algo. ¿Quién se iba a imaginar que el bloqueo iba a afectar a la fosa séptica? Nadie lo hubiera previsto. Pero fue muy bueno, excepto por el olor que se quedó en el edificio durante toda la semana. Espero que en este juego sea más rápida a la hora de hacer lo que hay que hacer, porque no podemos perder la oportunidad de marcar la diferenci y de llegar al puesto que nos merecemos. Que me merezco, de una vez. ¿Ella a qué va a ascender? Lo mejor que le podría pasar es que le pasasen a un contrato por horas. Por poco que le paguen la hora terminaría cobrando, a final de año, el doble que yo. Con lo que cuesta hacer su trabajo... que es pasar la mopa... 

Y qué voy a decir del Becario. ¿No me podía haber tocado cualquier otro de los compañeros? ¿Qué le quedan, dos meses de contrato? ¿Tiene contrato acaso? ¡Qué más da! Al menos el muchacho es todo voluntad. Voluntad desaprovechada, claro que sí, pero el chico se ofrecía a todo. Por ello no me sorprendió verle en primer lugar en el autobús que nos iba a llevar a pasar el rato juntos. Si yo fuera el jefe le recortaba la mierda de sueldo que tiene a la mitad y le ampliaba el contrato seis meses más, porque va a firmar fijo. De hecho... cuando salgamos de esta absurdez de convivencia se lo plantearé al jefe. A lo largo del día de hoy me trabajaré al chaval para que se vaya preparando. En el caso que esto no salga como tengo previsto, podré llevarle al jefe esta pequeña victoria. Nada, ni nadie, me va a adelantar para llegar allí donde merezco estar. 

Llegamos a un frondoso bosque en el que se va a dar la prueba, en estos momentos sólo quiero que se acabe cuanto antes, para poder volver a casa, ver los resumenes de la jornada deportiva mientras me inflo a ibuprofenos para evitar el dolor de cabeza del día que va a ser hoy. No me cabe la menor duda. Suspiro y me pongo en marcha con las alimañas chupasangre que componen mi equipo. Ya me darán las gracias por llevarles a cuestas, pienso recordarles día si y día también, lo agradecidos que deben de sentirse de tenerme como compañero. No todos van a tener el privilegio de tenerme como aliado en un momento tan importante como este. A medida que avanzamos, el silencio se hace patente. Gracias a todos los dioses, falsos y verdaderos, el siencio nos acompaña. 

Hasta que ocurre.

La voz de una niña tétrica nos llama desde algún lugar en el interior del bosque. El monstruo reptante dice, que va a por ella, deja caer. Claro... miro a Andrew enarcando una ceja. Seguro que está recordando alguna de esas películas de miedo japonesas que ha podido ver en Netflix, el muy freaky. Se me dibuja una sonrisa en la cara y suelto un leve bufido aplacando una risotada.

La voz escandalosa de la fregasuelos me saca de mi ensoñación, y con ese par de ovarios que ha macerado durante sus... ¿cincuenta? Cincuenta y cinco años de vida, pone los puntos sobre las ies. 

-Esa es la mentalidad, señor... ita Cruz. ¡Esa es! -Digo ejerciendo de coach del equipo. -No vamos a dejar pasar esta oportunidad, después de estar dejándonos caer en los brazos de otro... ¿Cómo vamos a permitir que una bestia que se arrastra capture a una pobre niña? -Suelto un bufido, entre cansado e irónico. -Vamos a rescatar a la pequeña y acabar con esta pantomima. -Levanto las manos haciendo el gesto de las comillas con los dedos índice y corazón de ambas manos. 

Avanzamos en la dirección de la que venía la voz mientras que la noche se nos va echando encima... Simplemente genial, voy a tener que pasar la noche en contacto con la naturaleza y con estos vagos. Lo peor de todo es estar en contacto con estos vagos, para escuchar sus quejas, sus lloros y sus sugerencias. Tengo claro que esta noche van a arreglar el mundo. Dos o tres veces. 

Finlamente llegamos a una propiedad que ha vivido tiempos mejores. Pero vamos, para pasar la noche servirá. Me encojo de hombros. Al menos la fregasuelos va a poder tener sus cinco minutos de gloria. 

-¿Ves, señorita Cruz? -Es que no me se su nombre. O no me acuerdo... no se si nunca lo he sabido. ¿Qué más da? -Va a poder demostrar su valor, igual que el resto. Echaremos un vistazo a esa casa, si hay niña, estará ahí dentro, si no, bueno, necesitamos un sitio en el que pasar la noche. -Sonrío. -Así nos podrá dejar sin palabras ante su habilidad para limpiar el lugar y dejarlo mínimamente recogido para poder descansar. -Doy una palmada fuerte y me froto las manos. -Va, pongámonos en marcha. Cuando echemos un vistazo a esa casa tendremos que actuar como un equipo. -Les guiño un ojo. -Mientras la señorita Cruz limpia el lugar, tú. -Señalo a Simmons con el dedo índice de la mano derecha. -Irás a buscar leña, y tú. -Señalo a Rogers con el dedo índice de la mano izquierda. -Harás un pequeño círculo de tierra removida a modo de cortafuegos, de la anchura de tu pie, más o menos, y recoge unas piedras para amontonarlas también. No quiero aparecer en las noticias de mañana. -Disparo metafóricamente con la manos apuntando a mis compañeros para llevar los pulgares a mi pecho. -Yo haré el fuego. -Y asiento con la cabeza. -Venga movámonos. Andrew, mira a ver si puedes abrir la puerta.

Cuanto menos toque las cosas que están sin limpiar, mucho mejor, pero mucho mejor.

Notas de juego

¡Dime lo "otro que había" que me has dejado con la intriga y me interesa!

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11/02/2019, 15:16
[3] Andrew Rogers

Por una vez, Andrew habría deseado que le tratasen como a un becario de verdad, como alguien que apenas tenía nada que ver con la empresa y mucho menos con aquella yincana. Apenas conocía al equipo desde hacía un mes y más que equipo, era como meter a todos los animales del zoo en una misma jaula y esperar que se llevaran bien. Pero, como bien había dicho su madre, tal vez aquello fuese útil de verdad, tal vez incluso le tuvieran más en cuenta, aparte de para traer cafés y encargarse de esas cosas que a todo el mundo le daba pereza. "Estás aprendiendo, es normal que te traten así." le habían dicho muchas veces, pero Andrew sabía más que de sobra que los que debían aprender eran los mismos que le mandaban sus tareas.

Sin embargo, aun con todas las pegas y su día de maratón de Juego de Tronos teniendo que ser cancelado, el joven becario fue de los primeros en llegar a la parada del autobús de la empresa, con una cruelmente llamada "mariconera" sobre su hombro. El jefe le había mandado que sacase fotos para la web, la página de Facebook, la cuenta de Twitter, y la de Instagram, a ser posible no repetidas entre las cuentas, que ninguno saliese con los ojos cerrados, todos sonriendo y tras haberle pasado los filtros de belleza adecuados. Y por supuesto, tenía que ser él quien las subiera luego, con los mensajes positivos correspondientes. Tras haberse apuntado todas las instrucciones, la cancioncilla de "Misión Imposible" había estado sonando en la cabeza de Andrew desde el día anterior, pero tampoco es que tuviera muchas opciones, aparte de esperar que sus compañeros de trabajo tuviesen mejor cara tras el viaje en bus. 

Andrew mantuvo su cara de póker habitual durante las pruebas, mientras recordaba que esas eran las mismas tonterías que hacían en el colegio cuando el patio estaba encharcado y tenían que hacer educación física en el gimnasio. Aunque se esforzó por hacer fotos, estaba seguro de que aquella cámara no iría muy bien para personas en movimiento y que tendría que hacerles más retoques a las fotos de lo que tenía pensado en un primer momento. Y aunque las grupales no salían del todo mal, él estaba claro que no iba a salir en ninguna. "Si en menos de tres meses seguro que me echan, ¿para qué les voy a hacer falta que salga?"

La última prueba por lo menos parecía más entretenida aunque era donde más tenía que andarse con cuidado. Un resbalón en un charco de barro, un paso sobre una mierda, un golpe con una rama y acabaría con otra lista de apodos para las dos siguientes semanas. Tras internarse en el bosque, la voz de la niña hizo que Andrew se parase en seco, mirando con los ojos como platos a los demás. "No me jodas que es una prueba de estas de valentía. La niña del pozo. O la del exorcista. O la muñeca diabólica. Me cago en la puta como se les ocurra..." Todas las "niñas" de las películas de terror se le vinieron a la cabeza a la vez, haciendo que empezase a considerar la idea de volver corriendo al autobús, independientemente de las burlas que se ganase después.

Por suerte, o por desgracia, la mirada burlona de Alexander le hizo volver a su expresión habitual e incluso sonreír y hacerle un gesto con la cabeza de "¿Cómo va eso?". La voz de la Urraca, como la llamaban "cariñosamente" muchos de sus compañeros de mesa, le obligó a volver a la realidad. Y de qué forma. Hasta el mismo miércoles, cada vez que le mandaban una tarea, le habían soltado la coletilla de "pero no te atasques", precisamente porque según los jefes había atascado el baño con una de sus toallitas con alcohol para limpiarse las manos. 

- Según la caja, se deshacían en el agua... - se disculpó, deseando tenerla a mano para enseñársela. Aunque el hecho de que no fuese él ya le había hecho bastante feliz, tuvo que esforzarse por no sonreír enormemente al saber que el chulo de Alexander había sido el verdadero culpable. Se aclaró un poco la garganta, comprobando la brújula - Precisamente si es para que nos acerquemos, deberíamos ignorarlo, ¿no? El objetivo es recoger la bandera y supongo que cuanto antes mejor, esto será para distraernos... - el tono de voz de Andrew había ido bajando hasta hacerse inaudible, ocultado por la voz de la Urraca y después por las "maravillosas" palabras de ánimo de Alexander.

"Sí, sigamos la voz de una niña por el bosque, ¿qué puede salir mal?" Sin sentirse capaz de rechistar, el becario avanzó con los demás hasta llegar a una casa quemada. "Yaaay, vamos a acabar con todos los clichés lo antes posible." Pero por mucho que desease marcharse al autobús, ya había oscurecido y sabía que un tropiezo en el bosque podría acabar perfectamente con una pierna rota, por no mencionar la posible neumonía que conseguiría después. En cuanto Alexander comenzó a ladrar órdenes, Andrew alzó las cejas como viéndolo venir, pero esperó pacientemente su tarea. Al fin y al cabo, seguía estando por encima de él. "¿Y tú qué vas a hacer?" fue la pregunta que tuvo que callarse a cualquier precio. "Aunque realmente no parece que sea bueno haciendo nada..."

- ¿La puerta? ¿Pero no iba a...? - preguntó confundido, dibujando el círculo con el dedo en el aire. Después de pensarlo medio segundo, asintió rápidamente - Sí, vale, voy, voy. Aunque si está atascada significará que no deberíamos estar aquí, pero tendremos que dormir...

Todavía murmurando y pensando en las opciones de supervivencia que tenía si aquello era una película de terror, se acercó a la puerta y se quedó allí parado unos segundos. "Si es de la empresa, va a saltar algo a asustarme y si no es de la empresa, me voy a asustar yo solo. Lo mejor que podría pasar es que esté cerrada a cal y canto..." Echando un rápido vistazo atrás y comprobando que seguían esperando por él, Andrew tragó saliva e intentó abrir la puerta, buscando una llave bajo el rellano por si hacía falta y preparado para echar a correr en cualquier momento.

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11/02/2019, 18:35
[3] John Simmons

John Simmons había comenzado la mañana del sábado de la peor de la maneras posibles. El despertador había sonado a las 6:00 am, lo cual era de locos y todo por culpa de la empresa que más odiaba en el mundo: la suya. Decir la suya era de imbéciles porque en realidad era del “amado” Nick Hayes. Semana de mierda con papeleo y marrones por todos lados que iban a culminar en una gymkana laboral.

Las anécdotas que fue contando Julia, le arrancaron alguna sonrisa, la verdad es que era sorprendente la cantidad de cosas que sabía, igual tenía que invitarla a tomar un café de vez en cuando. Lo que era seguro es que el día que fuera a quemar la empresa trataría de que ella no estuviera dentro.

Durante el día, las actividades se fueron haciendo más llevaderas dando un lingotazo de vez en cuando a la petaca, sabiendo administrar su contenido, pues las horas pasaban lentas. El que parecía el último desafío, capturar la bandera, se estaba complicando cuando una voz infantil surgió del bosque.

-“Estoy seguro que el único monstruo reptante que hay por aquí se llama Alexander y  por desgracia lleva mucho tiempo presente en mi vida.” –Ese fue el primer pensamiento que acudió a su cabeza tan pronto escuchó la voz.

Por supuesto el pedante, trepa y patán de Alexander se erigió como “líder” del grupo decidiendo que lo mejor que se podía hacer por la noche en el bosque era ir persiguiendo voces fantasmales hacia casas abandonadas. Cada vez que lo escuchaba hablar le producía misofonía.

La ira, la ansiedad y la angustia se acumularon en su mente antes de acompañar al pobre becario hasta la puerta, luego se acercó a la esquina de la casa y vio que allí estaba la leñera. Se aproximó y se hizo con unos pequeñas ramas, para volver junto con sus compañeros.

-Aquí está la leña, espero que el boy scout del grupo sepa hacer un fuego.

 

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11/02/2019, 18:43
Director 3

Mientras Simmons y Dupont doblan la esquina para ir en dirección al leñero, vosotros dos tomáis la iniciativa, con el becario por delante, por supuesto. De cerca la casa se veía aún peor, suficientemente sólida como para estar en pie, pero desde luego la antigua roca parecía quejarse por momentos y el olor que desprendía era más cercano al recuerdo de las cenizas que al fuego mismo. Los marcos de madera se veían ennegrecidos y el segundo parecía haberse llevado lo peor, pues a través de las ventanas se ven los sendos agujeros en el techo y el negro azabache de las paredes que debieron arder hasta que la falta de combustible acabó con el fuego.

Música (abrir en una pestaña nueva)

Simmon posa la mano sobre la antediluviana puerta de madera, tan rota y astillada como sus razones para estar allí. En un principio y para su alivio pareciese que ésta no fuese a moverse, pero tras emplear un poco más de fuerza, finalmente se abre sin mayor dificultad, invitándole con un largo lamento, producto del metal oxidado y el desgaste de las bisagras de la puerta. El pequeño empujón que dio fue más que suficiente para que la maldita puerta a abrirse con más fuerza y se estrellase contra la pared trasera, levantando una polvareda e interrumpiendo bruscamente el silencio preternatural de aquella parte del bosque. Es en este preciso instante, dos cosas más ocurren  simultáneamente.

La primera, es que la puerta que comunica con la habitación contigua y que se encuentra en diagonal de la puerta principal, responde ante la intrusión azotándose contra su marco, intentando cerrarse con fuerza, pero rebotando y quedando entre-abierta. La segunda es que hacia vuestra derecha, en el interior de aquel vestíbulo viejo, en el fondo y cerca a la ventana tapiada que daba hacia el exterior, una silla de madera vieja y podrida se desploma de espaldas pesadamente. Ambos eventos se pueden explicar por la acción del viento, si es que podíais llamarle así a la suave brisa que soplaba. Una vez ambas cosas sucedieron, sólo permaneció una turbulencia de polvo levantándose en el aire y revelándose ante vuestros ojos a través de los solitarios rayos de luz que se filtraban en la casa abandonada a través de las grietas de las paredes.

Lo que si quedaba claro es que escuchábais pasos en la otra habitación, Pasos ligeros, apenas audibles, que se alejaban de la puerta que comunicaba con la estancia a toda velocidad.

Notas de juego

Chicos, Esto va por Simmons pero aplica para todos: no introduzcáis cosas en la narración sin que yo lo haya mencionado explícitamente, porque podríais afectar o alterar el escenario. Respetad la narración. En este caso, la leñera no tiene relevancia por lo que la dejaré allí, pero es preferible que me dejéis la pregunta tipo "puedo asumir X" o "puedo narrar Y", y yo os respondo tan rápido como me sea posible antes del turno de posteo.

Recordad también que esto es una partida de 10 turnos. Indicad las acciones que realizáis o yo llenaré los espacios de la forma que parezca más logica.

Marcaos entre vosotros, o a vuestros compañeros si os vais a buscar (o a los que os vengan a buscar).

Aquí un interactivo mapa de la situación. Las barras negras representan las puertas:

Rojo -> Rogers
Azul -> Cruz
Lila -> Dupont
Verde -> Simmons
 

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11/02/2019, 22:33
Director 3

Rogers y Cruz se acercan a la puerta principal, mientras Simmons se adelanta para rodear la vieja casa y dar con la leñera. De cerca la casa se veía aún peor, suficientemente sólida como para estar en pie, pero desde luego la antigua roca parecía quejarse por momentos y el olor que desprendía era más cercano al recuerdo de las cenizas que al fuego mismo. Los marcos de madera se veían ennegrecidos y el segundo parecía haberse llevado lo peor, pues a través de las ventanas se ven los sendos agujeros en el techo y el negro azabache de las paredes que debieron arder hasta que la falta de combustible acabó con el fuego. Dupont se aproxima entonces a donde está la madera de mala gana, sabiendo que tendría que preparar el tan prometido fuego.

Ambos notan el curioso silencio que hay alrededor. Dupont mira su móvil y se da cuenta que está apagado y por más que intenta encenderlo, éste no responde. Y podía jurar que lo había cargado antes de salir. A su vez, Simmons parece extrañar el ruido de cualquier alimaña, algún ave, una ardilla. Nada. Era como si el bosque alrededor se hubiese callado de repente.

Y allí, tras doblar la esquina de la casa de la casa, junto a la leñera, ambos escuchan un ruido particular particular en un arbusto seco de los que sólo quedan retorcidas ramas: un pequeño papel blanquecino que ondea con el viento golpeando con gran vértigo, generando un desgradable sonido de vibración. Cuando toman el papel, descubren que se trata de una etiqueta de equipaje marcada en una caligrafía grande, redonda y con letras negras: pueden leer el nombre de Lilian Whitewater, junto con los datos de una dirección. La pequeña cuerda blanca que debía unirla a la maleta está rota y deshilachada.

No bien han tomado la etiqueta, por el rabillo del ojo perciben una figura pequeña, como la de un niño, que se parece escabullirse en dirección a la esquina por la que acaban de llegar, justo hacia donde están el becario y la bedel. Todo sucede tan rápido que no están seguro de lo que han visto, pero poco tiempo tienen para pensar pues lo siguiente que escuchan es una sucesión de golpes secos que provienen del interior de la casa, como si hubiesen azotado una puerta con gran fuerza.

Notas de juego

Chicos, Esto va por Simmons pero aplica para todos: no introduzcáis cosas en la narración sin que yo lo haya mencionado explícitamente, porque podríais afectar o alterar el escenario. Respetad la narración. En este caso, la leñera no tiene relevancia por lo que la dejaré allí, pero es preferible que me dejéis la pregunta tipo "puedo asumir X" o "puedo narrar Y", y yo os respondo tan rápido como me sea posible antes del turno de posteo.

Recordad también que esto es una partida de 10 turnos. Indicad las acciones que realizáis o yo llenaré los espacios de la forma que parezca más logica.

Marcaos entre vosotros, o a vuestros compañeros si os vais a buscar (o a los que os vengan a buscar).

Aquí un interactivo mapa de la situación. Las barras negras representan las puertas:

Rojo -> Rogers
Azul -> Cruz
Lila -> Dupont
Verde -> Simmons

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12/02/2019, 15:50
[3] Alexander Dupont

No tardan en ponerse en marcha como un equipo perfectamente estructurado, con unas pautas bien aprendidas y una eficacia sin parangón. Esto sólo puede definirse de una única manera. Liderazgo, no hay otra palabra. Esta situación se define por liderazgo, ahora sólo hace falta que la consecución del objetivo sea la adecuada, así podríamos hablar de eficacia. Las dos palabras del éxito. Al ver llegar con la leña a Simmons, con su habitual porte de "la vida me ha golpeado tan fuerte que ya no se ni por dónde me da el aire" niego con la cabeza. Y niego con vehemencia. Luego le miro de arriba a abajo, no se porqué la gente pronuncia lo de Boy Scout con tanto recelo, ¡Los Boy Scout molan! Son un ejemplo para el resto de los niños, exactamente lo que yo soy para el resto de mis compañeros. Un ejemplo a seguir, y como ejemplo, tengo que ser ejemplarizante. Levanto los brazos en señal de queja, chasqueando la lengua.

-No, no... así no Simmons. -Llevo mis manos a la cintura. -No debería de hacerlo. -Le señalo con el dedo índice de la mano derecha y asiento convencido. -Pero te voy a dar un consejo. Quizá es el mejor consejo que vayas a recibir en tu vida. Eso no lo se. -Sonrío. -No soy psicólogo. -Vuelvo a llevar la mano a la cintura. -Pero de esto se bastante, y creo que es mi deber, como compañero de convivencia, encauzarte. -Vuelvo a asentir con la cabeza y me cruzo de brazos. -Iniciativa. -Digo dejándo una pausa de unos segundos, para que lo rumie bien. -Debes demostrar iniciativa. -Señalo hacia la leñera de la que ha traido los trozos de madera. -Si hay una leñera es por que debe de haber una chimenea ahí dentro. - Me encojo de hombros. La lógica aplastante es eso mismo. Lógica aplastante. -Si hay una chimenea ahí dentro... ¿Para qué traes aquí la leña? -Vuelvo a señalarle con el dedo de la mano derecha. -Así sólo trabajas como puede hacerlo un mono entrenado. -Levanto las manos mostrando la evidencia. -Iniciativa, Simmons. Esa es la diferencia. 

La falta del típico ruido de monte le da un aire tétrico a la aituación, que ya con la casa, de por sí la tenía, pero tampoco le iba a dar demasiada importancia, no podía dejar que saliera ningún tipo de inseguridad, era un ejemplo, no podía cagarla ahora. Cagarla... eso me recuerda una cosa. Saco el móvil para llamar a casa y decir que no voy a llegar, alguien tiene que sacar a mi perro si no quiero encontrarme la sorpresa al llegar a casa. No, eso no puede llegar a pasar, pero me encuentro con que el teléfono no tiene bateria. Y me extraño, yo nunca lo dejo sin batería, mi vida está en ese pequeño objeto tecnológico insultántemente caro. Le doy un par de vueltas y trato de encenderlo de nuevo. Nada, no hay forma. Ahora, la cagada que me voy a encontrar en casa, de forma literal, se ha convertido en el objetivo número uno a evitar en esta noche. Me da igual la cama, no quiero la cagada. El silencio se rompe al escuchar el sonido de un papel tratado en unas ramas secas. El papel resultó ser la etiqueta de la maleta de una tal Lilian. Quizá fuera la niña cuya voz nos ha traído hasta aquí. No es el momento de tratar esas cosas. No hay carga en el móvil. Está completamente seco.

-¿Pero qué demonios...? -Agito el movil mostrándoselo a Simmons. -¿Funciona el tuyo? Tengo que hacer una llamada importante. No te lo vas a creer, pero es cuestión de vida o muerte. -Pero en ese momento, algo se mueve por el rabillo del ojo y hace que gire la cabeza con rapidez, tratando de descubrir que es lo que he visto. -¿Qué ha sido eso? -Pregunto con cara de susto. Ahora la alimaña reptante esa ha cobrado forma en lo más profundo de mi cerebro. Y de repente... Un golpetazo, como el que golpea una puerta con fuerza. -¿Pero qué está pasando? ¿Intentan abrir la puerta a pedradas o algo así? -A este paso toda la empresa va a venir a dormir con nosotros... y nos vamos a quedar sin sitio... serán novatos...

Me encojo de hombros, voy a empezar a caminar hacia donde están el resto de nuestros compañeros. Pero me detengo, no se si lo que he visto, lo he visto de verdad o soy yo mismo tratando de ponerme a prueba. Pero no voy a descubrirlo sólo. 

-Vamos Simmons, veamos que están haciendo el novato y la freg... y la señorita Cruz.

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12/02/2019, 17:34
[3] John Simmons

Los de la empresa se estaban luciendo, el juego durante el día había sido bastante aburrido pero había que reconocer que la casa daba miedo a pesar de que eran ya todos adultos.

Evidentemente la falta de sonido era realmente extraño pero también iba a serlo pasar una noche los cuatro juntos. Por unos momentos su instinto le advirtió que había algo extraño en todo lo que estaba pasando pero decidió ignorarlo. Lo extraño era que siguiera trabajando en la empresa de mierda en la que estaba.

Recoger leña lo transportó a su infancia, a la casa de campo de sus abuelos, había sido una etapa muy feliz hasta el divorcio de sus padres, pero la sensación de la madera en sus manos era reconfortante. Cuando parecía que las cosas podían mejorar un poco, los comentarios de Alexander lo hicieron volver a la triste realidad, ahora le tocaba escuchar clases de cómo se llevaba la leña. El mal humor que le acompañaba volvió con más fuerza si ello era posible.

-Tiene huevos que el señor culo fino me quiera dar lecciones de cómo llevar la madera. –dijo con tono de cabreo. Iba a seguir añadiendo improperios cuando Dupont le mostró el teléfono.

-Seguramente hayas olvidado cargar el móvil, entiendo que es difícil para alguien como tu respirar y realizar otra actividad pero es lo que toca.

La discusión parecía que estaba a punto de estallar entre los dos cuando los acontecimientos se precipitaron. Primero el ruido seco y el papel, y a continuación la figura del niño.

-¿Lo has visto? – sin tiempo a que le responda los repentinos golpes secos hacen que John de un pequeño salto provocado por el susto.

-Vayamos con los demás. –finalizó poco convencido de ir hacia allí.

Notas de juego

Perdón por introducir el elemento. Tomo nota :)

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12/02/2019, 18:58
[3] Andrew Rogers

La mirada de Andrew recorrió de forma rápida y nerviosa todos los resquicios de la madera, notando el olor amargo a calcinado intentando abrirse paso por su garganta. "No podía tener peor pinta. Dudo que sea parte de la prueba, pero si lo es bien que se han gastado el presupuesto en todo esto..." La puerta en principio no parecía muy suelta, así que tras un primer y fallido intento, el becario consiguió algo de valentía y le dio un empujón con el hombro. La puerta finalmente cedió, levantando una nube de polvo y moviendo más cosas de las que esperaba en principio.

Andrew se quedó paralizado en el sitio, los dedos temblándole un poco, mientras su mirada se fijaba en la silla desplomada y luego en la puerta que se había zarandeado de esa forma. Estaba seguro de que si fijaba su vista en el resquicio que había quedado entreabierto, podría ver una cara pálida y desfigurada mirándole o algo moviéndose desde las sombras, pero el agobio mental que sentía el joven era demasiado como para intentar apartar la vista. Los sonidos de pasos, le hicieron dar un respingo y salir de su ensimismamiento, retrocediendo un poco hasta quedar por detrás de la Urraca y alzar las manos hacia ella en gesto inocente.

- No le he dado tan fuerte. - era la única excusa que podía poner. El hecho de que los muebles y las puertas se moviesen solos ya era demasiado acongojante para él, pero lo último que quería es que le cayese de nuevo la bronca - Pero, ¿lo ha oído, no? Los pasos... - dijo señalando a la puerta del fondo, esperando que no fuesen alucinaciones suyas, provocadas por el exceso de ejercicio y la atmósfera obscura de su alrededor - Si es la niña de la prueba, deberíamos ir a mirar y si no... Tal vez lo mejor es que avise a los otros dos. - señaló con el pulgar hacia atrás, deseando poder irse lo antes posible de allí.

El joven becario ya había preparado la linterna en su mano, como si de un arma capaz de vencer a cualquier mal se tratase, aunque estaba casi seguro de que los chismorreos de la Urraca sobre lo cagueta que había parecido en ese momento no se los iba a quitar nadie. Empezaba a sentir algo de sudor frío en la nuca y la opción de volver corriendo por el bosque era cada vez más tentadora, independientemente de lo que le pudiera pasar por allí. Sin embargo, si al final era todo una broma... Intentando parecer lo más normal posible, esperó a que la Urraca decidiese por él. Si quería entrar directamente, la acompañaría con la linterna. Parecía la más fuerte y útil de los que estaba por allí, y en toda película de terror, lo peor que se puede hacer es quedarse solo. "Aunque por una vez no me importaría hacer de recadero..."

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12/02/2019, 22:42
[3] Julia Cruz

¿Se había creído el del pijo aquel que en un juego como aquel seguían teniendo los mismos roles que en la oficina? Ni hablar. Ese trepa iba a limpiar la casa con la lengua mientras ella hacía el fuego. Y como no lo hiciese empezaría a largar todos sus secretos. Bueno, lo mismo lo hacía igualmente. Entonces el becario empezó a hacer lo que hacían los niños como él. Cagarse encima. Vamos, que le tocaba dar un discurso motivador. 

¡Vamos a ver! No me seas tan rajao como el nenaza de Dupont, niño, que aún recuerdo lo que lloraba el día que hubo un  terremoto de estos que no despertarían ni a una madre recién parida. En seguida veremos como el superhombre intenta hacer un fuego, fracasa y yo tendré que ponerme manos a la obra. En fin. Voy a mirar que cojones le pasa a la puerta– dijo golpeándose el cinturón donde llevaba una bolsa bastante más masculina que la mariconera del becario– Mientras, tú ve yendo a buscar a la niña, que es una cría, no un gremlin. No muerde... bueno, sí, los niños pueden morder, pero no como un perro, sino algo menos sangriento y más baboso. ¡Asqueroso! 

 Julia vio lo asustado que estaba el niño y decidió ser buena con él y animarlo. Mantendría el secreto de lo cagao que era. Al menos durante un rato, hasta que volviesen en el bus.

 

 

–De todas formas seguro que es una grabadora. Pasos, lloros... ¡Venga! De psicofonía de "Cazadores de fantasmas". No podían haber sido más tópicos. Luego se oirá un búho, un "fantasmagórico" grito y un espectáculo de truenos. Verás... En cuanto a ese par...

Julia se asomó a la puerta y se puso las manos en la boca a modo de bocina. Pedir ayuda no serviría de nada, decir que se diesen prisa, tampoco, de modo que dijo lo único que podría hacer que viniesen corriendo como el viento.

–¡¡EH!!– grito con su peculiar y ronca voz– ¡¡PISTA!! ¡¡VENID, QUE YA TERMINAMOS!!

 

Notas de juego

-Reviso la puerta en busca de alguna trampa o movida rara

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12/02/2019, 23:03
Director 3

Cruz y Rogers entran a la casa a entrar en la casa. Cada paso sobre el suelo parece generar como respuesta un eco lejano en algún lugar perdido. A medida que ambos se internan, pueden ver como los rayos de luz se van apagando progresivamente y como el brillo del sol se va reduciendo, a medida que se oculta detrás de la copa de los árboles del bosque. Un estremecimiento frío los sacude, como si la temperatura empezase a descender rápidamente. La bedel se queda en la puerta, revisando el suelo y la puerta luego de llamar a sus compañeros; mientras que el becario da unos pasos desconfiados hasta el interior de la otra habitación.

La estancia contigua es mucho más amplia y solitaria. Al abrir la puerta un olor a tierra seca os inunda de repente, y podéis sentir como vuestra respiración se hace dificultosa debido al polvo en el aire. A medida que la penumbra crece, las luces de vuestras linternas cobran mayor importancia, reflejando y proyectando deformes y oscuras sombras de las partes de lo que fuesen muebles, ahora sólo restos chamuscados y negros de sillas, un sofá y probablemente una mesa. En el centro del lugar, está el cadáver descompuesto de lo que en otro tiempo fuese una alfombra y hoy sólo es un amasijo de tela descolorido y ceniciento, que cubre malamente una trampilla en el piso de madera con una manija para abrirse.

Hacia vuestra derecha, podéis ver que hay una pequeña estancia con una puerta de madera quemada medio abierta, cuyas sombras parecen dejar entrever unos escalones ascendentes que llevan a la segunda planta del lugar. Un silencio sepulcral reina en el sitio por el momento.

Pero antes de que podáis tomar una decisión, escucháis entonces pasos justo detrás de vosotros y podéis observar como Dupont y Simmons se encuentran ahora en la puerta principal, seguramente atraídos por los gritos de Cruz. Ambos están con diferentes grados de seriedad. Se aproximan hacia vosotros.

Una vez junto a vosotros, la linterna de Rogers comienza a parpadear, debilitándose la intensidad de su luz por momentos, hasta que titila en instantes de oscuridad en donde las sombras parecen moverse y bailar a vuestro alrededor, hasta que finalmente el aparato decide rendirse y os abandona en una penumbra incómoda y silenciosa.

Notas de juego

Mapa de la situación actual:

Podéis marcaros a todos.

Asumo que la puerta que revisa Julia es la puerta interior.

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12/02/2019, 23:10
Director 3

Comenzáis a caminar cautelosamente en dirección a la puerta principal de la casa. La tranquilidad circundante es interrumpida con la atronadora y ronca voz de Cruz desde la entrada de la casa:

–¡¡EH!!¡¡PISTA!! ¡¡VENID, QUE YA TERMINAMOS!!–

La puerta principal está abierta, y allí hay un vestíbulo en ruinas, sucio y polvoriento, donde la única cosa de notoriedad es una silla de madera caída de espaldas hacia vuestra derecha y una puerta en diagonal hacia vuestra izquierda, en donde véis las figuras de la bedel y del becario. Este último ha encendido su linterna y la está empleando para examinar la habitación de al lado, la primera está inclinada sobre la puerta interna, como si la revisara. Os aproximáis cautelosamente.

La estancia contigua es mucho más amplia y solitaria. Al abrir la puerta un olor a tierra seca os inunda de repente, y podéis sentir como vuestra respiración se hace dificultosa debido al polvo en el aire. La linterna de Rogers es la única luz que os permite ver algo en medio de sus nerviosos movimientos, reflejando y proyectando deformes y oscuras sombras de las partes de lo que fuesen muebles, ahora sólo restos chamuscados y negros de sillas, un sofá y probablemente una mesa. En el centro del lugar, está el cadáver descompuesto de lo que en otro tiempo fuese una alfombra y hoy sólo es un amasijo de tela descolorido y ceniciento, que cubre malamente una trampilla en el piso de madera con una manija para abrirse.

Hacia vuestra derecha, podéis ver que hay una pequeña estancia con una puerta de madera quemada medio abierta, cuyas sombras parecen dejar entrever unos escalones ascendentes que llevan a la segunda planta del lugar. Un silencio sepulcral reina en el sitio por el momento.

Una vez estáis juntos y echáis un vistazo alrededor, la linterna de Rogers comienza a parpadear, debilitándose la intensidad de su luz por momentos, hasta que titila en instantes de oscuridad en donde las sombras parecen moverse y bailar a vuestro alrededor, hasta que finalmente el aparato decide rendirse y os abandona en una penumbra incómoda y silenciosa.

 

Notas de juego

Mapa de la situación actual:

Podéis marcaros a todos.

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12/02/2019, 23:13
Director 3
Sólo para el director
- Tiradas (2)
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12/02/2019, 23:14
Director 3

Revisando la puerta y sus alrededores, notas como hay una fina capa de polvo sobre el suelo que parece haber permanecido sin perturbar durante algún tiempo. Ciertamente no hay huellas ni pasos en el suelo sucio, ni parece que nadie haya entrado allí en algún tiempo al menos. Fuera de este detalle, nada llama tu atención: la puerta está vieja y destartalada, y seguro que una brisa débil sería capaz de moverla con total facilidad.

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12/02/2019, 23:16
Director 3

Revisando con tu linterna, antes de que esta muera, notas como hay una fina capa de polvo sobre el suelo en toda la estancia que parece haber permanecido sin perturbar durante algún tiempo. Ciertamente no hay huellas ni pasos en el suelo sucio, ni parece que nadie haya entrado allí en algún tiempo al menos. Hecho poco compatible con la clara impresión de que habías escuchado pasos sobre la madera desde la entrada hace tan sólo unos instantes.

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13/02/2019, 11:46
[3] Andrew Rogers

La estridente voz de la Urraca hizo que Andrew apretase los labios, alegrándose de que acabase con aquella atmósfera de terror asfixiante y arrepintiéndose de haber mostrado algún tipo de debilidad ante ella. Lo único realmente bueno era que de momento podría enterarse de todas las cagadas del chulo de Dupont. "No es que esperase mucho de él tampoco, lo único que sabe es vender humo." 

Lo de ir a buscar a la niña casi le hizo esbozar una sonrisa, más nerviosa que divertida. "Por favor, no empecemos a hablar de gremlins y cosas sangrientas en broma, que Murphy puede atacar en cualquier momento... Y aunque sea un cliché, en esta casa acojona, y mucho." Al empezar a hablar de cosas fantasmagóricas, el becario empezó a recordar las tonterias del "feng shui" de su abuela. "Tienes a Marte en ascendencia con Piscis y en conjunción con la quinta fase lunar, lo que significa que te llegarán rachas de mucha carga de trabajo y bla, bla, bla..."

Como se temía, iban a usar la ley del becario por delante, y Andrew no tenía suficiente valor para quejarse, ni a sus superiores ni mucho menos a la Urraca. "Es lo que toca..." se recordó con honda resignación, mientras apuntaba con la linterna a la estancia. Las sombras hacían que cada vez sus hombros estuvieran más tensos, imaginándose movimientos entre los muebles, pero sin escuchar sonido alguno que los confirmase. La trampilla estaba tan mal "escondida" que a Andrew le dio incluso pena verla allí. Y aunque las escaleras daban ganas de explorar qué había en el piso de arriba, su parte más racional le indicaba que con lo vieja que estaba la casa, no sería extraño que el techo se desmoronara y pudieran sufrir algún accidente.

Los pasos comenzaron a oírse de nuevo, haciendo que Andrew levantase un dedo pidiendo silencio, siguiéndolos con su oído hasta que estuvieron cerca y eran... los otros dos. Tampoco tenían muy buena cara y el becario no conseguía distinguir si era porque se habían peleado, porque la Urraca les había hecho venir, o porque habían visto algo peor... "Aunque después de oír lo de Alexander, podría haber sido una lagartija y bien podría haberse asustado." intentó mantener su cara de póker, olvidando por un momento el miedo que había pasado. En ese momento, su linterna decidió que eran buen momento para dejarles a oscuras.

- ¡Venga ya...! - gritó Andrew en susurro, sacudiendo la linterna y dándole algunos golpecitos para que reviviese.

"Seguro que han usado pilas que tenían en algún mando de la tele y ni se han molestado en mirar si estaban descargadas. ¿Y para qué dar pilas de repuesto? Seguro que dijeron que la gente se las llevaría si no las iba a usar, aunque con razón... ¿Y por qué no linternas recargables? Porque son más caras y la gente se las llevaría igualmente, con la excusa de que las había perdido. Pero vaya, supongo que tendré que dar gracias de que me paguen algo el mes que viene... O de que me paguen, viendo cómo está el percal..." Tras sus pensamientos de asco y odio a partes iguales, Andrew levantó la mirada hacia sus dos "superiores" e hizo un pequeño resumen de lo que habían visto.

- Hemos oído pasos corriendo por... - Andrew titubeó un momento, echando un rápido vistazo a la sala tras él, sabiendo que era imposible haberlos oído allí - ...por ahí, pero no la voz de la niña otra vez. Tiene que ser alguna grabación, porque por aquí no ha pasado nadie justo ahora ni en un tiempo, no hay huellas. Será alguna grabación para asustarnos o a lo mejor sí que hay que encontrar aquí la bandera... Hay unas escaleras para ir arriba y una trampilla "escondida" bajo la alfombra. - remarcó las comillas con los dedos, poniendo los ojos en blanco un momento - Tiene pinta de ser importante... Aunque arriba también podría haber algo... Vamos, a no ser que os haya pasado algo más... - añadió con tono inquisitivo. 

Por una parte, deseaba que lo que fuera que hubiese ocurrido, hubiese acojonado bastante a los dos como para que decidiesen irse de allí de una vez. También sería una alegría que su susto fuese peor y así pudiera librarse de los chismorreos de la Urraca sobre él. Claro que su curiosidad por saber si de verdad había algo sobrenatural allí o era una triste grabación también le llevaba a no querer irse todavía. "Lo único bueno es que no me podrán mandar solo porque no tengo linterna que funcione." sonrió internamente, esperando a que los demás tomasen la decisión.

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13/02/2019, 14:37
[3] John Simmons

Siguió a Alexander hasta  dentro de la casa, donde el resto del “equipo” estaba “investigando” en donde podía estar la bandera. A esas alturas de los acontecimientos comenzó a pensar que no iban a ser capaces de ser los vencedores de la prueba. Lo cual le creaba cierta felicidad por ver a Alexander humillado.

-¿Cuál es la pista?- preguntó a Julia, con el corazón todavía acelerado y momentos después la linterna del becario se apagó mientras Jonh escuchaba las palabras tensas de Andrew. El detalle de la linterna le incomodaba pues parecía similar a lo sucedido anteriormente con el teléfono móvil pero antes de decir nada, recordó que él también llevaba una linterna por lo que echó mano de ella y trató de encenderla.

-Ahí fuera hemos,…he creído ver algo, una pequeña sombra corriendo. – dijo con cierta palidez en el rostro. – Sea lo que sea, imagino que es parte de la prueba o algún animalillo corriendo.

Después de una breve pausa para ojear la trampilla, sintiendo como el silencio se comía todo lo demás, en un esfuerzo por levantarle el ánimo al becario dijo:- Venga debemos de estar cerca de la bandera, solamente tenemos que decidir si subimos. –señaló con un gesto al trepa- para lo cual ya me imagino la respuesta de Alexander o si bajamos.

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13/02/2019, 17:33
[3] Alexander Dupont

Llegamos, más rápido que tarde, a donde se encuentran la fregasuelos y el novato. Si la pedrada que le han debido de meter a la puerta no ha alarmado a nadie a nuestro alrededor, la llamada a las armas con la que nos informa de que han encontrado una pista, acabará por atraer al resto de la empresa a este punto. Si no estuviera un punto acojonado aplaudiría, pero no vamos a tentar a la suerte. Atiendo a las palabras del novato, que al parecer está acojonado y le han dado una linterna del Lidl. No gastan en él ni en material básico. Me daría pena, pero no. En un momento de la monólogo nervioso del crío noto una corriente de aire, debe de estar gesticulando con los brazos. ¿No pilla que no vemos una mierda?

-A ver... a ver. Vamos a relajarnos todos un poco. -Miro hacia dónde debe de estar el novato. -¿Estás gesticulando? No veo nada, así que ahórrate el levantar el brazo, no sea que golpees a alguien. -Saco la linterna y la enciendo. -Lo primero, ¿Alguién tiene el móvil aquí? -Digo mientras mis dientes blanquedos brillan con la luz filtrada y rebotada que emite la linterna. -Necesito hacer una llamada de vital importancia. -Después señalo con el dedo a Simmons, porque ha hecho una buena pregunta. -Eso es Simmons. Iniciativa. Y parecía que no ibas a hacer caso a los buenos consejos. -Le doy una palmada en el hombro y miro a la señorona Cruz, para que conteste. 

Saco los cigarrillos, hay que quitarse le nervio de encima y, lo mejor para eso, es echarse un buen piti en los momentos de tensión, saco el Zippo con un movimiento entrenado y en un abrir y cerrar de ojos, lo tengo encendido. Estos trucos vuelven locos a la gente. Sonrio para mi. Cuento hasta diez, mentalmente, moviendo la cabeza en círculos con los ojos cerrados y voy relajando mis músculos durante unos segundos. Poniendo en orden mis ideas. Como alcanzando el nirvana, algo muy profundo, pero no... ni la casa, ni el entorno, ni la compañía ayuda a ello. Eso sí, veo mi cigarrillo y se me ocurre una idea cojonuda. Saco un piti para cada uno de los presentes. 

-Tomad, da igual que no fuméis. -Se lo acerco al novato y le doy una caricia en la mejilla con la mano abierta, bromeando un poco para quitar hierro al asunto. Si se lo hago a Simmons igual me pega la rabia de un mordisco. -Encendéoslo y dejároslo en la boca. Así podremos identificarnos. -¿Y porqué? ¡Pues por prevención de riesgos! ¿Por qué iba a ser si no? ¿Por miedo? ¡Ni de coña! Eso el novato. -Por partes, vamos a enfrentarnos a los problemas uno a uno. De manera efectiva y directa. -Les miro, uno a uno. -Lo más sensato sería ir primero ahí abajo, la casa está en las últimas y, si encontramos algo ahí abajo que nos sirva, nos ahorramos el paseo. -Sonrío de nuevo, esto de ahorrarnos trabajar algo seguro que les gusta a estos vagos. -De todas formas, novato, sabes porqué nunca te he dicho: "Cuando seas la mitad de hombre que yo..." -Muevo la mano para quitarle importancia, es una respuesta recíproca y la voy a dar yo. -Pues por que ya eres la mitad de hombre que yo. -Muevo el brazo, para compararnos el uno al otro. Le doy con el índice en el pecho, riéndome, para que entienda que esto es una broma. Aunque sea verdad. -Por eso, aunque subamo todos, el que se moverá por arriba, serás tú. Por temas de seguridad. -Doy una palmada y asiento con la cabeza, pasando la mirada de unos a otros. -Pues a ello vamos, primero abajo, y luego arriba. Pongámonos en marcha. -Miro a Cruz. -¿Te quedan más piedras para abrir la trampilla?

Luego me doy cuenta de que no hemos contado todo lo que hemos visto ahí fuera, pero dudo de que a estos dos les importe que Simmons ha hecho el canelo trayendo leña sin comprobar que aquí haya, o no, una chimenea. Así que corroboraré las palabras de este. 

-Ah, y se me olvidaba. Sí que hemos visto algo corriendo hacia aquí. -Me encojo de hombros. -Y una etiqueta rota de equipaje, de una tal Lilian. Imagino que será el nombre de la niña. -Otra palmada. -Venga va, a por ello, chicos. 

Compruebo la trampilla, por si está cerrada, y si es así, dejo que la señorita la abra suavemente a pedradas, patadas, o como sea que haya abierto la puerta principal.

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13/02/2019, 18:13
[3] Julia Cruz

–No sé, niño...Esto es raro– respondió Julia al becario mientras la extraña pareja entraba por la puerta principal. La mujer hizo un gesto para que se acercasen –Pensaba que habían puesto algún audio o algo, pero aquí hay mucho polvo. Demasiado. Es imposible que alguien haya estado poniendo cables y demás tonterías por aquí sin dejar huellas... Pero supongo que no sería descabellado que uno de esos pirados que salen en las noticias haya metido a una niña por la fuerza. Puede parecer una locura, pero demasiadas veces lo hemos visto en los periódicos. Sobre todo Simmons, que últimamente no hace más que mirar la prensa online. Y no me extraña, con la de marrones que le mandan a diario porque "otros" no hacen bien su trabajo. 

En aquel momento, sus compañeros de equipo comenzaron a alterarse. Era la tónica de la oficina. Cuando había problemas, se ponían todos nerviosos, derramando café, chocando con las puertas, garabateando distraídamente en las mesas...y luego ella a reparar y limpiar todo.

–Ahm, ¿la pista? Pues creímos que era la niña, pero empiezo a pensar que es mejor que...–en aquel momento el insoportable de Duponnt interrumpió pidiendo un móvil y dando órdenes– Estaría bien tener uno, pero fueron muy tajantes con lo de entrar sin móvil, y aquí no todos nos saltamos las reglas con esa naturalidad con la que te mueves.

Cuando sugirió lo del cigarrillo casi le entra la risa. Aquel niñato que se creía ¿que lo sabía todo?

–Claro, para que si hay alguien, además de nosotros, seamos un blanco perfecto. ¡Madre mía! No se como puedes pensar que van a ascenderte. No me extraña que el jefe diga que... bueno, ¿y eso de ir de macho con el pobre crío? Ya te digo yo que te da mil vueltas. Ya le he contado a Andrew lo que hiciste durante el terremoto. En fin, que eso de hacerte el jefecillo lo mismo sirve en la ofi, donde puedes mandarme arreglar la cafetera o desatascar el váter, pero no te las des de listo aquí... Y quien tiene algo más de medio cerebro no necesita una piedra para abrir una puerta. Ni pensar que es el método más fácil. Por dios, ¿crees que cuando Tessa se quedó encerrada en el cuarto de mantenimiento la saqué rompiendo el cerrojo con una lámpara de mesa?

Julia se acercó con cuidado a la trampilla y examinó con cuidado la puerta posando la linterna en el suelo. Como toda precaución era poca, ató una cuerda a la manija para tirar de la puerta y abrirla sin exponer su cuerpo directamente. Lo último que quería es que una manada de ratas saliese disparada y la pillase en medio, aunque no había rata más grande que Dupont. En cualquier caso, primero comprobaría a ver si podía abrirse por sus propios medios, de lo contrario, las herramientas de cerrajero de la oficina entrarían en acción.

–Simmons–, dijo parando un momento– si me haces el favor mira en el mapa a ver si viene la casa o no. Si estamos cerca de alguna carretera lo mejor será intentar avisar a alguien.