Partida Rol por web

► Carnivàle - Black Blizzard

La brisa había ido ganando fuerza y mecía las ramas de los arboles y arrastraba pequeños objetos en el suelo. El sentimiento veraniego y playero se había ido por el desagüe, dejando en su lugar otra cosa. Era como si todo ser vivo en la isla contuviera el aliento, sabiendo que con el eclipse y lo ocurrido en la playa todo había cambiado. La normalidad y seguridad habían estallado y solo les esperaban turbulencias hasta que las cosas se asentasen. Incertidumbre parecía decir la vieja farola que siempre parpadeaba. "Peligro" le respondían en silencio las ratas que se acurrucaban en las esquinas oscuras. "Trascendencia" grito un relámpago que rompió el aire estrellándose mar adentro. Por supuesto era solo una sensación. Las cosas no tenían espíritu ni decían nada... ¿o quizá sí?

El edificio conocido coloquialmente como "Villa Candy" se recortaba en la noche. Aunque los edificios y el mobiliario urbano destacaban en la noche, iluminados por luz artificial, la luna llena permitía distinguir el entorno natural lejano: La montaña boscosa, el extenso mar,... Había luz en el salón de la juerguista.

Abajo un coche se detuvo.

El conductor colgó con un suspiro la llamada que acababa de tener con sus padres y miró  el asfalto con disgusto. -Que vergüenza, ya siento que hayas oído esto. Esto es el lado malo de ser hijo único con unos padres sobreprotectores.

Aparcó frente al portal de Candy. -Me temo que no voy a poder quedarme. Diles que lo siento. Y no te vayas de casa de Candy hasta que no sea completamente de día o que te acompañe Al o llama un taxi ¿vale? Me importas mucho.

Tras despedirse todo lo afectuosamente que Holly y el temor a un vecino mirón les viese le permitieron, esperó hasta que la chica se metió en el edificio de Candy.

Miró la espalda de la atleta mientras esta cruzaba el portal. En los próximos meses recordaría ese momento preguntándose si no habría sido mejor seguirla e ignorar a sus padres. Algo idiota, pues la decisión que tomó aquella noche es la misma que podría haber tomado a la mañana siguiente.

Arrancó y se perdió en las calles de Daring City, con la cabeza palpitando.

Era normal que los padres de Roland se preocupasen por él, es mas ya me parecía extraño que mis padres no me llamaran para hacerme volver a casa, pero cierta forma agradecía que la información no volara y les llegara a ellos.

-No te preocupes, entiendo, solo cuídate ¿vale?- le comento tras la llamada de la madre del Rey.

Al llegar a la casa de Candy, la despedida le pareció inquietante, la leve impresión de que algo cambiaría para siempre la hizo abrazarlo fuertemente, lo ocurrido esta noche y los cambios de los que hablaron, marcarían un antes y un después.

-Tranquilo, me quedare junto a Candy y Al lo mas que pueda, te llamare si me muevo de aquí...- un momento de silencio y un par de miradas preocupadas y Holly le dio un beso -Cuidate, Roland- y se bajo del auto para entrar a la casa, desde el umbral vio como Roland se marchaba.

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Candy le abrió la puerta, Holly venia sola.

-¿Como están?, esto es una locura Candy, a Kelly la mataron y el eclipse... algo paso chicos, algo paso en Daring esta noche- decía Holly claramente hiperventilada y entrando a la casa, saco su móvil y le mostró las fotos -¿ven las marcas?, esto no es normal y las fibras en su cabello...miren- y saco la muestra que había retirado del cuerpo de Kelly.

-Con lo que me contaron que paso en el Centro Comercial y esto, creo que lo que pasa aquí es mas grande de lo que pensábamos- entonces se quedo quieta mirando a sus amigos, quizás creerían que Holly enloqueció, pero estaba muy cuerda y con unas ansias de investigar que estaba ocurriendo enormes.

Bienvenidos a la nueva sede de la partida :)

Pues la verdad es que...

Comenzó a decir Al instantes antes de escuchar la puerta y girar la cabeza desde el sofá en el que se encontraba cómodamente.

¡Ey, Holly!

Saludó sin moverse. La muchacha era una gran deportista y normalmente segura de sí misma, pero en aquel instante se le veía bastante nerviosa. Puso los ojos en blanco para no soltar ningún tipo de palabra fuera de lugar y bebió cerveza antes de acercarle un bote que estaba perfectamente colocado sobre la mesa.

Bebe un poco, anda.

Te ayudará. Quiso decir, pero no lo hizo. En su lugar se fijó en las pruebas sobre el asesinato.

¿Qué pasa con las fibras?

Preguntó, sin comprender bien a qué se refería, aunque las marcas del cuello eran de por sí bastante indicativas.

Es que... Al no acabó la frase, la pelirroja tuvo antes que levantarse a abrir la puerta, entonces su amiga entró a la casa hecha un torbellino de nervios. Se acercó a ella, le bajó con suavidad la mano con la que sostenía su teléfono movil- Holly, tranquila, ya pasó -luego la abrazó, un rato cariñoso por verla a salvo- Nosotras estamos bien, es lo que importa -besó su mejilla y la soltó.

- ¿Roland está aparcando? -como le diría que no, volvió a cerrar la puerta y llegó a pensar que así mejor, salvo Vanessa, sólo estarían sus amigos de confianza. La acompañó hasta uno de los sofás libres y les preguntó- ¿Que quereis beber? -iría ella, a pesar de que solía dejarlos aprovisionarse por si mismos- Ahora vuelvo -porque en realidad su idea era subir arriba a su sala privada.

Al rato volvería a bajar, fumando la hierba que había ido a buscar, pasó por la nevera por las bebidas que sus amigos pidieran y luego regresó hasta el sofá donde estuviera Holly, para sentarse junto a ella. La hierba era para los tres, su idea era que entre caladas fueran pasándola- ¿Mejor ahora?

Holly observada dirigiendo su mirada de Candy a Al, una y otra vez, como no dando crédito a esa calma que tenían sus amigos, había matado a una compañera y parecía no importarles, es mas en una actitud casi egoísta solo les importaba su propio bienestar... pero tenían razón, antes jamas me había preocupado por Kelly a menos que la viese en problemas y la ayudara, pero ella no era mi amiga, me senté en el sofá intentando calmarme un poco, todo esto me tenia en un estado de alerta que ni yo misma reconocía, sentía que en cualquier momento escucharía la pistola que da la partida a una carrera y que debía correr como nunca antes lo había hecho.

La expresión en mi rostro sin embargo no se relajaba, quizás habría sido mejor acompañar a Roland, el parecía mas interesado en saber que diablos estaba pasando.

Cuando Candy subió, observo a Al -Y tu, ¿donde diablos te habías metido?, ¿de verdad no te parece extraño todo esto que pasa?, han matado a una compañera, en esta puta isla- le reprocho en un tono intenso pero no demasiado alto.

-¿Sentiste algo cuando ocurrió el eclipse?... ¿pudiste percibir algo diferente en ti Al?- le pregunto mas directa y con un tono bastante serio. Se llevo las manos a la cabeza, tratando de calmar los miles de pensamientos que tenia en ese momento.

Al mantuvo un gesto indiferente hasta que Candy se marchó, rematando su bebida. Pero cuando se quedó sólo con la pelirroja terminó por estallar, como era de esperar. No tenía ni idea de qué demonios le pasaba a la deportista con él, pero estaba bastante claro que a veces quería ahogarlo y, la verdad, a él también. Se puso en pie, frente a ella, mirándole a los ojos y conteniendo un grito para no alarmar a la anfitriona.

Fui a mear y fueron a por mí. Discúlpame -cargado de ironía- por no ser omnipresente y estar tratando de salvar la vida de la comelibros mientras.

Movió su labio superior, pensando si tomar algún tipo de represaria o no, peor vio cómo ella llevaba las manos a la cabeza y puso los ojos en blanco. Puso las manos sobre los hombros de la pelirroja e hizo fuerza para arrojarla contra el sofá. Tanto si lo consiguió como si no, prosiguió hablando.

Cálmate, Holly. Vas a preocupar a Candy. Lo que sentí es que no me emborraché lo suficiente. Y que hay un loco asesino suelto que encima es una puta rata cobarde.

Meditó por un segundo y se cruzó de brazos, emitió un leve gruñido y concluyó.

¿Tú qué sentiste?

Quizá desviar la atención le ayudase a calmarse.

-¿Que?- Holly quedo sorprendida por lo que le decía Al a tal punto que se volvió a sumergir en sus pensamientos analizando toda la situación, y no fue cociente de cuando el chico la hecho hacia atrás quedando prácticamente sobre él, Holly simplemente tenia la cabeza en otro sitio, ¿como era posible que Al estuviese en peligro y nadie lo notara, pero es que al era un loco, un busca problemas que con unas copas de mas se cree el mas valiente de todo el mundo.

Entonces volvió en si y cruzo la vista con Al, mas allá de tener una relación tensa y que se provocaban el uno al otro en cuento tenían oportunidad, Holly lo consideraba su amigo y si algo le pasaba se pondría muy triste, sin pensarlo mucho la pelirroja se incorporo y lo abrazo.

Suspiro -Al...- lo abrazo fuertemente, quizás era la primera vez en que Holly se mostraba afectiva con él -Eres mi amigo, solo me preocupe por ti, lo de Kelly es demasiado fuerte y si alguien o algo te ataco, es que seguirá buscando su siguiente victima, algo ocurre Al y no se muy bien como se lo esta tomando Candy, pero esto me supera- le comento con preocupación.

Se separo un poco y lo miro a los ojos -¿Sentiste algo cierto?...algo ocurrió con el eclipse, no se como explicarlo, pero sentí que algo en mi cambio, como si una energía especial se fusionara conmigo- lo miro fijamente, quizás creería que estaba loca o demasiado ebria, pero no había bebido nada en la playa.

Al no esperaba caer tras Holly, pero así fue. Iba a gruñir, a hacer algún tipo de tontería borde de las suyas, pero no esperaba aquel abrazo de la deportista. Aquello lo desarmó por completo, al menos por unos momentos. Cerró los ojos y devolvió el abrazo, al menos en un primer momento. Tampoco era un muchacho afectivo, pero ella lo necesitaba en aquel momento, o eso pensaba él.

Lo de mi atacante ya está solucionado. No tienes nada de lo que preocuparte. Si algo va a por ti, tendrá que pasar por mí primero ¿sí?

Al notar cómo se separaba, Al recobró la compostura enseguida y, aunque por un momento pensó en besarla, habían cosas más importantes. Le dejó un poco de espacio para ofrecerle la mano si quería levantarse.

Una energía... -meditó en voz alta- ¿Sabes? Te creo. ¿Y hay algo que puedas hacer ahora y que antes no?

Miraba a sus ojos con seriedad y muy fijamente, como si quisiera leer la verdad en ellos. Quizá estaba alentándola en la locura, pero si algo de lo que decía tenía algo de verdad, debía ser capaz de mostrarlo. Al no entendía mucho las porquerías espirituales, pero de las físicas algo sí sabía.

Lo miro algo extrañado por su pregunta y no entendía muy bien el contexto, si bien había sentido que algo cambio en ella, aun no veía que aquello la alterara físicamente.

-Ehm... no lo se, solo sentí algo diferente... ¿y tu?- se mordió los labios pensativa, buscando algún cambio físico en ella que pudiera ser representativo de aquel cambio que sintió, pero por ahora nada en particular.

Pronto sintieron a Candy venir por las escaleras.

Holly observada dirigiendo su mirada de Candy a Al, una y otra vez, como no dando crédito a esa calma que tenían sus amigos, había matado a una compañera y parecía no importarles, es mas en una actitud casi egoísta solo les importaba su propio bienestar... pero tenían razón, antes jamas me había preocupado por Kelly a menos que la viese en problemas y la ayudara, pero ella no era mi amiga, me senté en el sofá intentando calmarme un poco, todo esto me tenia en un estado de alerta que ni yo misma reconocía, sentía que en cualquier momento escucharía la pistola que da la partida a una carrera y que debía correr como nunca antes lo había hecho.

La expresión en mi rostro sin embargo no se relajaba, quizás habría sido mejor acompañar a Roland, el parecía mas interesado en saber que diablos estaba pasando.

Candy escucho que sus amigos charlaban de algo cuando ella bajaba por las escaleras.

-Ehm... no lo se, solo sentí algo diferente... ¿y tu?- se mordió los labios pensativa, buscando algún cambio físico en ella que pudiera ser representativo de aquel cambio que sintió, pero por ahora nada en particular.

Cuando su amiga le ofreció hierba, Holly la rechazo -No la necesito, ya estoy mejor...- cruzo mirada con Al.

-¿No dirás nada al respecto de a muerte de Kelly, Candy?- pregunto a su amiga.

Al se mantuvo indiferente mientras Candy agasajaba a su enérgica amiga, pero en cuanto ofreció algo de beber sencillamente respondió dos palabras.

Algo fuerte.

Alzó un dedo para indicar que era para él, no con el fin de compartir. Necesitaba algo similar al fuego seco bajando por su garganta.

Tras su marcha la conversación se encendió con Holly, hasta enfriarse tan pronto como había comenzado, aunque el rostro de Al estaba ligeramente prendido.

Sólo peligro. Era como estar fuera de mi cuerpo, como si éste no me respondiese. Más de lo habitual, quiero decir.

Y entonces lo olió. Hierba. Sonrió y señaló hacia el porro que se fumaba Candy.

Y... como de costumbre, aciertas. Es como fumarse dos o tres de esos... ¡Y necesito una calada ahora mismo!

Extendió la mano, dejando la bebida en segundo lugar por ahora.

Al bajar por las escaleras sólo escuchó una última frase de Holly y se quedó intrigada, quiso dar un voto de confianza a su instinto y no preguntar. Dejó la bebida sobre la mesita y se quedó sentada en el mismo sofá que su amiga, descentrada entre su rostro y el humo de lo que fumaba- ¿Que debería decir? -siempre había estado en el presente, sin hacer planes de futuro, improvisando la vida, la muerte de Kelly le hacía sentir mucho, pero no puedes romper un castillo de naipes si nunca te has molestado por levantarlo- Anteayer podía encontrarle sentido a casi todo, pero ahora hay monstruos del vacío, una niebla que hace olvidar, fantasmas... -de todo eso era lo que más le afectaba, no pudo despedirse de su madre hace años, tampoco cuando la vió hace unas horas. Si no fuera por toda la hierba y alcohol que se había metido aquella noche, estaría odiándola sin ser capaz de odiar porque la haya abandonado otra vez.

- Estoy asustada, y no sólo por mi -reconoció preocupada, pasándole la hierba a Al cuando la pidió- Lo que más me gustaría es esconderme de todo esto, esperar a que pase -puede que fuera una cobarde, pero no se avergonzaba por ello. El miedo era lo más humano que sentía en aquel momento, su instinto de supervivencia- No se si Kelly se ahogó o alguien la asesinó, pero sea quien sea no quiero atraer su atención y que venga por nosotros -en realidad sentía curiosidad, quería conocer la verdad, pero también el capricho de seguir teniendo amigos con vida.

-Creo que Daring es el objetivo de algo importante, algo ocurrirá y esto es solo el comienzo, lo del centro comercial, lo de Kelly y lo del Eclipse, hay que averiguar chicos, o me temo que el siguiente podría ser cualquiera de nosotros...- Holly se quedo pensativa unos segundos -no puedo quedarme de manos cruzadas sin hacer nada... pero ni idea de por donde empezar-

Mientras Candy y Al fumaban, ella simplemente rechazo tal oferta, pero si acepto un trago, un whisky de la colección del padre de Candy, apenas un poco se sirvió en el vaso y se lo bebió de golpe, su cuerpo se estremeció al sentir como el brebaje quemaba su garganta.

Tomo el móvil y le envió un mensaje a Roland, preguntándole si había llegado bien a casa.

Al escuchaba a las chicas, ambas parecían dos caras de una misma moneda. Suspiró, bebió un trago del fuego líquido que le había traído su compañero y, apenas estaba aún bajando por la garganta aprovechó para dar una profunda calada. La mezcla le hizo relajarse en el sofá y hablar de un modo reflexivo.

Ninguno quiere que le pasa nada a nadie. No sé mucho de nieblas, sombras o eclipses místicos, tampoco de asesinos ocultos. Pero lo que sí que sé es... que estamos jodidos. De algún modo que no alcanzo a comprender, pero jodidos igualmente.

Capitán Obvio estaba al habla, pero a veces esas cosas se nos escapaban. Entornó la mirada, dio otra calada, más ligera, y se lo pasó a Holly con una mirada de prueba o te hago probar. Y siguió hablando.

Las dos habláis de que sentís cosas que no son muy... eh... explicables. ¿Alguien ha visto Umbrella Academy? ¿Es algo en ese plan? Una especie de X-Men de la vida real de Netflix, con un aire muy oscuro que... no importa. Joder, Al, te explicas con el culo.

Se echó hacia delante y se llevó ambas manos a la cara, con cierta resignación.

Quiero decir que en cualquier caso, natural o no, provocado o no, deberíamos organizarnos. Y ver de qué sois capaces. ¿No?

Miró a ambas muchachas esperando respuesta.

- Si no quiere probar no la fuerces -dijo a Al sin estar molesta, sólo para que no presionara a Holly. La pelirroja luego hinchó una mejilla inconforme con lo que proponían sus amigos, soltando el aire con un largo resoplido- Si nos organizamos que sea para protegernos -la idea de los superheroes no tenía mucho sentido Candy, no creía tener ni auténticos poderes ni valentía, sólo le pasaban "cosas extrañas" a ella, y a su alrededor- ¿Y que más da que pasó? Si no os afecta no deberíais llamar la atención de quien sea que asesinó a Kelly; hablas como si sólo nosotras nos pasara algo extraño ¿A ti no? -dió otra calada, por lo que le había contado sabía que si, aunque era más por lo que "no" le había contado. La idea de que corrieran riesgos sus amigos no le gustaba para nada, eran su familia- ¿Y a ti, te sucedió algo? -preguntó a su amiga, Al parecía insinuar que si, pero entonces no tendría sentido que no recordara lo ocurrido en el centro comercial.

Confiaba en ellos, Candy es como mi hermana y el idiota de Al ya era mi amigo.

-Durante el eclipse sentí que algo ocurrió- me pongo de pie y comienzo a moverme de un lado a otro, de la misma forma que un caballo lo hace cuando se siente acorralado. 

-Sentí que algo me cobijo, como si una fuerza mágica y especial se fusionara conmigo... quizás suene loco, pero después del eclipse algo cambio en mi y siendo como una fuerza sobrehumana fluye por todo mi cuerpo... como... como potenciandome- hacia gestos con las manos y brazos explicando como se sentía, completamente asombrada por todo esto.

-Incluso mi entorno lo percibo de distinta forma, los olores, los sonidos de la naturaleza, el sentido del viento, todo...es... es algo ¡fantastico!...- termino diciendo mirando a sus amigos.

-¿Ustedes sintieron algo?- los miraba con la esperanza de que no creyeran que estaba loca o dragada.

Al ver cómo no fumaba, se encogió de hombros sin darle demasiada importancia, le extendió el porro a Candy y siguió escuchando a ambas. Era realmente curioso cómo hablaban de sentimientos y de percepciones, pero ya se acumulaban dos preguntas sobre él de modo que finalmente suspiró.

No, nada más allá de lo que he dicho: trataron de acabar conmigo, pero es un problema que ya está solucionado. Es un tema de viejas deudas relacionadas con mi familia real.

¿Habéis oído hablar de la percepción del guerrero? También se da en los deportistas -lanzó una mirada directa a Holly antes de beber un trago-. Es cuando todo parece ir más lento, como si estuvieses viendo a través de los ojos de otro. En mi caso fue un poco más allá, como estar fuera de mi cuerpo, pero fue sólo un momento.

Nada comparado con lo que describís.

Les dedicó media sonrisa e hizo un ademán para invitar a Candy para que continuase ella, aunque sus ojos estaban bastante atentos a los de Holly, esa emoción con la que hablaba le hacía verla de un modo diferente. Pensó en hacerle más preguntas, pero prefirió dejar un poco de espacio y de orden.

Se estaba poniendo nerviosa de ver a Holly ir de aquí para allá, así que tras otra calada le devolvió el porro a Al y se levantó del sofá para ir con ella- Holly, eh, ven -la sujetó de los brazos para detenerla y luego la abrazó, mientras escuchaba a Al hablando de ser como un fantasma, lo cual le dió un escalofrío recordando la aparición de su madre- Vale, entonces, los tres tenemos... algo extraño, y nos pasan cosas sobrenaturales -llevó a su amiga de vuelta al sofá y se mantuvo agarrada a su brazo- A mi también me pasó -suspiró y pidió de vuelta el porro, necesitaba otra calada- Te contaré lo que ya le dije a Al, pero nadie más debe saberlo -los miró a ambos, sobretodo a Holly- Ni siquiera Roland -quería dejar eso claro- Verás... -tenía miedo de como reaccionarían si les contaba toda la verdad- En mi linaje eramos brujas, mi abuela lo fue y mi madre estaba destinada a serlo, pero hizo... un pacto, y dejó de ser bruja, así que yo tampoco lo soy, pero... -miró a Al, intentando mostrar una sonrisa, pero preocupada- Hay más, os lo podría contar pero, quizá os pondría en peligro, o vosotros a mi ¿Y si los que intentaron acabar contigo también tienen algo contra mi? O esos brujos todavía puedan guardan rencor a mi madre o a mi, porque, creo que el incendio que la mató pudo ser provocado... o si alguno de vosotros es un brujo y todavía no lo sabe ¿Iríais contra mi? -le costó preguntar aquello, eran más que sus amigos, los consideraba su familia, tenía miedo a perderlos sin haber hecho nada para merecerlo- Sois todo lo que tengo, yo nunca os haría nada, pero si os cuento lo que se... ¿Entendeis que hay riesgos? Tendría que quedar entre nosotros tres, y jurarme por nuestra amistad que nunca, nunca se lo direis a nadie.