Partida Rol por web

Cansado y aún con el olor de la sangre de las heridas de Stockton en las manos no consigo concentrarme lo suficiente como para encontrar ninguna planta comestible o algo que poder llevarnos a la boca mientras caminamos hacia el norte. Poco a poco fuimos avanzando hasta llegar a la falda de la montaña que se erguía en el centro de la isla.

- ¿qué creéis que es eso? - pregunto señalando hacia una estructura en lo alto...

El botiquín y la habilidad de Benson logran reanimar el hálito de Jack, pudiendo este andar con paso difícil pero suficiente gracias a las muletas y la ayuda de los demás compañeros.

Entonces el hambre comenzó a roer las voluntades de los presentes al punto de no hallar nada que saciara el vacío en sus estómagos. Entonces una edificación en lo alto de la montaña trajo un momento de esperanza.

- La bisabuela hablaba de sus raíces, cuando en su aldea había un chaman que “alzaba a los muertos” por medio de un ritual y sacrificios. Hasta ahora pensé que eran chismes de vieja loca… pero esa cosa que nos atacó… - murmura pensativo sin terminar la frase, mientras otea el horizonte en busca de algo que comer sin lograr nada hasta que la estructura es descubierta.

- ¿Será un radar? Podría haber una antena de comunicaciones… o más japoneses… - afirma atemorizado Jack ante ambas posibilidades.

El Comandante Foster empezaba a temer lo peor, que la moral del grupo defalleciera. Motivos no les faltaban a aquel grupo de chicos, un par de heridos, sin alimentos, perdidos en una isla y para empeorar las cosas un ser de lo más indestricptible había atacado a los soldados.

Ánimo chicos!! A saber lo que era aquella abominación pero de una cosa estamos seguros...sangran igual que los japos. Así que no hay que temer nada mientras sigamos Unidos!!!

La larga caminata tampoco ayudó a la moral, pero gracias al Ingeniero pudieron llenar los desnutridos estómagos. Y gracias a los alimentos la moral mejoró. 

Caballeros, como decia mi abuela en la ahora lejana Chalestton de Carolina del Sur. " No hay hombre más feliz que el que tiene el buche lleno"

Crowden, tiene mi más sincero agradecímiento por la viandas, un manjar de Dioses en nuestra situación. Le felicito!!

Al acercarse a la falda de la montaña avistaron aquella curiosa estructura que a Cade no le sonaba de nada. 

El único que encontró unos frutos silvestres fue Crowden. Aquellas especie de manzanas crecían en árboles frondosos, alejados de las palmeras de la costa. Su piel era amarillenta y carnosa y al morderlos os quitaba sed y hambre por igual. Unas veinte piezas lográsteir tomar entre todos. Los heridos se mantenían en pie lo más dignamente posible mientras la noche comenzaba a asomarse. En breves saldrían las estrellas.

Con el hambre y la sed aplacados, al menos de momento, mi mayor preocupación pasa por la incertidumbre de que pueda haber más de esos seres en la isla.

- Los heridos necesitan descansar, comandante - digo dirigiéndome a Foster. - O de lo contrario... - no quiero terminar la frase, pero el tono que empleo deja bien claro que les puede ocurrir si siguen forzando su cuerpo. - Propongo buscar un lugar donde pasar la noche, descansar lo que podamos mientras montamos guardia... y mañana intentar alcanzar la estructura, señor...

William ya había cumplido con su parte, se encontraba satisfecho consigo mismo y aunque hubiera preferido no volarse el dedo gordo del pie antes que encontrar frutas, pasó lo que tenía que pasar, quizás por el destino, quizás por el azar, sea como fuere, William lo último que quería era seguir caminando, pero tampoco quería dormir al raso, teniendo en cuenta los animales salvajes, los insectos y esos japos raros.

-Podemos tratar de alcanzar esa estructura y así poder dormir por guardias en una zona segura, en donde, al menos, sabremos de donde puede venir el enemigo. Incluso si tenemos suerte podremos hacerla nuestra y buscar una radio o algo similar para enviar una señal de socorro...

El frugal alimento es suficiente para reponer energías y continuar la busqueda de un sitio seguro para todos. La noche esta a la vuelta de la esquina y con ello las bestias de la noche pueden ser un serio problema para ellos, y ni hablar del encuentro de media tarde.

- Puedo hacer el esfuerzo por llegar allí arriba. Es mejor intentarlo que pasar la noche en la jungla. Además es un sitio que proporciona ventaja táctica. -

Jack no piensa arriesgarse aquí abajo, considerando la posibilidad del encuentro de otros monstruos.

Ya con la panza llena el siguiente dilema era donde pasar la noche. Todas la propuestas eran acertadas, pero el último comentario del Marine Stockton convenció al Comandate Foster.

Le veo con fuerzas Stockton. Pero no quiero forzar nuestra suerte. A saber que nos espera en aquella estructura.  Cade hizo una nueva ojeada a la enigmática construcción por si se encendía alguna luz. 

Lo mejor será descansar en el linde de la jungla con el inicio de la montaña, si nos tenemos que batir en retirada lo mejor será estar en terreno elevado. Si forzamos la marcha, seguramente nos alcanzará la noche. Viéndonos  obligados a encender linternas y nos localizarán a kilómetros.

Cade Foster repartió linternas entre el grupo...Toca descansar por guardias. Utilizadlas como último recurso. Mañana con las energías renovadas alcanzaremos la cima y podremos explorar la estructura.

El comandante Foster, tras escuchar a sus soldados (de una u otra manera, tal vez inconscientemente, parecía que conservábais el rango entre vosotros) determinó en descansar en la linde de la selva. En caso de huir, todos sabíais que habríais de hacerlo montaña arriba. Por ello, antes de que el cielo estuviese negro por completo, improvisásteis en un pequeño claro el campamento base. Unas piedras aquí y allá, unos maderos para recostarse y algunas armas preparadas. Quizá alguno de los frutos podrían servir de cena o para la madrugada. Las cantimploras habían sido también rellenadas del arroyo anterior. Era evidente la necesidad de turnos durante la noche.

Los heridos se tumbaron a un lado, y el resto (Cade y Arthur) hicieron de vigilantes durante la noche. Los ruidos de los arroyos cercanos, las alimañas y otros siniestros sonidos que no conocíais hacía que apretar un gatillo a la mínima fuera pan comido. Sin embargo, y pese a que aún teníais el pensamiento del ataque horas antes, nada ocurrió. Era como si al menos Dios os dejara descansar por esa noche. Y más o menos eso ocurrió.

***

Al día siguiente, una vez que el sol amaneció, sentíais desde primera hora la pegajosa humedad del terreno en vuestra piel. Aquella sensación típica de esos parajes tropicales era asfixiante. Una vez todos en pie y habiendo borrado las pocas huella que dejásteis en el campamento, procedísteis a subir por la ladera. La zona que comenzásteis a subir era más o menos escalonada, con árboles donde apoyarse. Una arbórea espesidad se concentraba más arriba, y era difícil decidir por dónde ir de mejor o peor manera.

Mientras subíais apartando arbustos bajos vuestro cuerpo se heló. Primero Benson, luego Stocktom, después Crowden y finalmente el Comandante. Levantando las armas ante aquel ruido salido de la flora, todos lo vísteis. Era él:

¡A... amigos! -dijo Winslow, el cual había salido de entre los árboles y ahora tiritaba enfracado en una especie de manta roída-. ¡Co... comandante! ¡Pp... p... por fin...! -su rostro magullado y sus manos ensangrentadas denotaban un muy buen estado-. Mientras hablaba, escupía una especie de bilis, saliva y espuma por la boca.

Lo habían empalado vivo y ahí seguía, de pie sano y salvo como un roble. Incluso parecía echar savia de su boca, exactamente igual que un roble.Quizás hubiera estado mejor antes de haber sido empalado vivo y dado por muerto, pero algo innegable era que ahí estaba, de pie y articulando palabras, pese a la alegría inicial de William de tener a aquel soldado de vuelta, prefirió alejarse de el y acercarse a Jack para susurrarle al oído.

-Creo que te han ganado en el concurso de "Quién está más hecho mierda".

Pese a que la situación no parecía ser demasiado emotiva que digamos, un hecho era claro, William no le iba a ofrecer su kit médico de repuesto a ese hombre. A fin de cuentas, el debería tener el suyo en alguna parte.

- Ostia puta, Winslow - exclamé al ver a nuestro compañero dudando de lo que mis ojos me enseñaban.

Mantengo la distancia y alzo mi arma...

Cade Foster no daba crédito a sus ojos. Winslow apareció de entre la maleza, parecía entero o casi, y el comandante se horrorizó ya que lo habían dado por muerto...

Winslow, que diantres. Has sobrevivido a aquel ser? Pensamos que había acabado contigo. Que te sucedió, donde has estado? Y de donde narices has sacado esta manta?

Sin darse cuenta y como acto reflejo, Foster se dio cuenta que estaba apuntando al soldado con su pistola. Rápidamente la bajó.

Disculpa, tenemos los nervios a flor de piel, toma un poco de fruta y recupérate. Mientras nos cuentas que ha pasado. El Comandante estaba convencido de que Michael Winslow había perecido en la última refriega. Muy extrañado, estudió las heridas del soldado de disimulada manera.

Podría decirse que la isla es una especie de purgatorio de pesadilla, donde tal vez los difuntos acaban reunidos bajo algún plan místico. Aunque pensar en esa idea descabellada es una locura. Jack simplemente prefiere suponer que si los muertos se alzan y caminan por la jungla es por un motivo mundano. O no tanto…

- Si lo mojas con agua bendita va a echar humo y chillar – responde el marine herido a Crowden, susurrando de igual forma.

Disimulando muy mal Jack comienza a juguetear con su arma, aparentando apuntar a la selva y disparar imitando los sonidos de disparos.

- ¡Pum! ¡Pum! ¡Pum! -

Ante la menor señal de Foster el soldado no dudaría en abrir fuego contra el compañero que se suponía difunto.

N...N...No sé... m...me desperté, en la... la selva y, y... mis piern...no sé, cuando... cu... -las palabras de Winslow, bastante inconexas, os hicieron dudar de sus intenciones. Aquella manta que llevaba encima era en realidad una especie de camisa. Parecía la camisa del muerto que habíais visto horas antes. No podéis dej...deja... dejarme aqu... -antes de que el periodista se calmara y contara lo sucedido, sus ojos se colorearon blancos por completos, de su boca seguía saliendo esa especie de espuma (ahora algo más negra), y comenzó a emitir fuertes alaridos.

Segundos después se lanzó contra vosotros, concretamente contra Arthur. Era uno de ellos, se había transformado en uno de ellos.

Cuando se avalanzó sobre Benson, el pobre de William creía que iba a por el por su comentario ocioso jactándose de su aspecto, por lo que, dio un paso hacia atrás, y debido a su dolorido pie, esta pierna cedió cayendo al suelo con el trasero, por lo que gateó de espaldas y siempre mirando al peligro, un par de metros en completo pánico.

A fin de cuentas, William no era alguien que tuviera los nervios de acero en cuanto a las situaciones inesperadas. El era más de solucionar problemas desde la comodidad de su estudio, habitación o cualquier lugar que no sea en mitad de una jungla llena de personas que esputan cosas negras.

Pese a ello, trató de sacar su arma palpando los bolsillos para desenfundarla y apuntar hacia el bicho, pero se veía que tenía grandes problemas a la hora de sacarla, a fin de cuentas, nunca antes había disparado a alguien, con la excepción obvia de a si mismo, por lo que era algo reticente a ello.

Las locas ideas de Jack no acaban de cuajar pero la aparición de Winslow no hace otra cosa mas que confirmar sus peores temores. Ahora el reportero ataca a Arthur de la misma forma y apariencia que el soldado japones de poco antes.

Igual que en las revistas de historias de terror que leen los blancos del pueblo, aquí los muertos reviven para dar caza a los vivos.

- ¿Ehhh? ¡Cuidado! - advierte el marine al disparar su arma contra Winslow, con la esperanza de derribarlo antes que llegue al artillero.

- Maldito cabrón... - gruño al ver como el resucitado Winslow se abalanza sobre mí.

Sin dudarlo ni por un segundo abro fuego antes de que me alcance...

Mientras el periodista o lo que quedaba de el, se abalanzaba sobre Arthur. El Comandante sacó su machete e intentó asestar un tajo... ya que Cade Foster quería ahorrar munición.

Diantres, es más escurridizo de lo que parece!!