Partida Rol por web

Por algún motivo, la presencia de aquel ser tranquilizó al Ingeniero, el cual pudo bajar lentamente su arma, a fin de cuentas iba a hacer más mal que bien si esta la mantenía alzada, en la experiencia se basa de eso. Con lentitud, y usando de escudo humano al Herido, el Ingeniero insta con leves empujones al pobre hombre a entrar en la estancia de primero.

No es que William sea un cobarde, sino que valoraba en gran medida tener todas sus extremidades, así como sus entrañas en su sitio. Y ya ni hablemos de la sangre, no gustaba de gotearla o incluso menos, lanzar chorros de ella. Sin lugar a dudas, era la peor persona a la que podías invitar para cenar.

La escena se torna irreal, como una visión reflejada en el agua, tan diferente a lo que Jack espera que no sabe cómo actuar. Él preferiría un sitio ocupado por el enemigo donde pudiera aplicar para lo que fue entrenado. Sin embargo la base resulta ser una caja de pandora.

Ese sujeto atado con una cadena no despierta la menor empatía en el marine. Por eso mismo ingresa primero a la sala pero no avanza. Permanece junto a la puerta pero del lado de adentro, con su arma martillada y el dedo en el gatillo.

- ¿Dónde cojones nos hemos metido? - pregunto al ver el nuevo cadáver que se resiste a permanecer muerto. No bajo mi arma y continúo apuntando al cuerpo con mi arma, dispuesto a abrir fuego y arrancarle la cabeza al más mínimo signo de amenaza...

Cade Foster se quedó nuevamente boquiabierto ante la visión que tenían delante. Y para sus adentros se arraigaba la teoría del Ingeniero. Aquel ser no era natural.

Estarán experimentando con humanos en esta isla? Sea una arma para la guerra o una mera experimentación, está claro que se vulneran las Leyes de Ginebra. Y no se puede permitir tal ultraje.

El Comandante repasó rapidamente la habitación. Prestando especial atención en la muñeca del inquilino. Foster presuponía que el engendro no estaba emitiendo un código morse con la tubería, seguramente se estaba intentando liberar a riesgo de perder la mano. Viendo lo visto con el par de altercados anteriores, el tipo podría salir de la atadura incluso con una amputación. Y podrían avecinarse problemas para el grupo.

Si quedaba poco tiempo para la liberación, el Comandante se lanzaría a cortarle la cabeza con su machete. Aunque aquella situación tenía todos los tintes de una posible trampa y el ser encadenado el cebo. Si aún quedaba margen, el Comandante propondría explorar el resto de habitaciones. Para no alertar a otros posibles moradores, cerrando la puerta silenciosante, e intentar pasar inadvertidos.

Suponiendo que la sala estaba libre de peligros, sin contar al sujeto atado a la cañería, Jack comenzó a avanzar por la pared opuesta al prisionero. Y pegado a la misma continuó su lenta macha hacia la puerta ubicada en el extremo norte de la sala. Todo el sendero lo hizo prestando atención a los sonidos y finalmente tratando de escuchar a través de la puerta.

El Comandante se quedó cubriendo el avance del Marine apuntado con la pistola desde el umbral de la puerta. Cade puso todos sus sentidos en el lugar. 

No entiendo que hace aquí este ser encadenado a la tubería?

Mientras cubría la zona, este se fijó si había alguna lucecita en los paneles de Comunicación.

Al parecer encontrarse con aquella persona -o criatura, pues aquí nunca se sabe- atada, hizo que sus fantasías con tener más galardones en su uniforme que podría ser atraído por un imán gigante, se esfumaran casi tan rápido como habían venido, para recuperar un estado de conciencia sobre él y su entorno. Es decir, había dejado de fantasear y volvía a tener los pies en el suelo.

-No me gusta esto. Y no lo digo por la situación en la que nos encontramos, sino por la posibilidad de que el resultado sea peor del que podamos llegar a imaginarnos si damos un paso en falso...

Ese fue el mensaje en susurro que por parte del Ingeniero le dio al líder de aquel pequeño escuadrón -casi- suicida. No se sentía cómodo con la situación, y en su cabeza ahora las medallas habían sido sustituídas por formas horribles que la situación podría tornarse contra ellos, en especial, contra él.

El soldado Jack rodeó la sala por el extremo opuesto del lugar donde descansaba encadenado aquel sujeto. Se posicionó en la puerta H y escuchó, acercando su oído un poco a la misma. Foster contemplaba el avance del soldado mientras intentaba atisbar el panel de comunicaciones: estaba apagado (o al menos no funcionaba, aún no lo sabíais hasta que no lo manipulárais). Mientras tanto, poca o ninguna gracia le hacía al ingeniero ver aquella situación y a aquel sujeto allí encadenado. Benson seguía con el arma elevada*.

El caso es que el marine Stocktom parecía escuchar algo.

Algo así como un burbujeo lejano (o quizás no muy lejano); una especie de murmullo generalizado, algo que más allá de la puerta podía denotarse. También había pisadas, como gente corriendo no en una posición muy alejada. Luego se dió cuenta, por la expresión del rostro de sus compañeros, que lo que oía no lo escuchaba él solo, ni tampoco que procediera de la sala contigua; Foster y Crowden oían exactamente lo mismo sin ni siquiera arrimarse para percibir nada. Y es que el sonido procedía.... ¡de todas partes! Aquel rumor cada vez era más y más penetrante, más cercano, más preciso, y debía estar a unas decenas de metros en el exterior de la base, al aire libre. Los pasos de carrera pronto se convirtieron en gritos ahogados (e incluso golpes y portazos), y ello os comenzó a helar la sangre.

El tipo de la cadena y la tubería debió oir lo mismo ya que, en esos momentos, comenzó a golpear una y otra vez, más y más rápidos, la tubería con el metal...

Los sonidos externos congelaron la sangre de Jack. ¡Los estaban rodeando!

Desde su posición señala con nerviosismo al prisionero encadenado que comienza a delatar su posición al golpear la tubería con sus cadenas.

- ¡Por la virgen, nos va a delatar! ¿Le meto un tiro? - susurra Jack al apuntar al prisionero amartillando su arma semiautomatica.

- ¿Que hacemos señor? - añade por lo bajo, sin dejar de perder de vista la puerta más cercana a él.

Ante tanto alboroto que parecía provenir del exterior.El comandante avanzó hasta la puerta H.

Rápido Stockton apunte al interior, mientras yo abro la puerta. Y olvídese del encadenado.

Que Benson cubra el pasillo exterior desde la puerta F y que el ingeniero inspeccione al encadenado o busque algo para atrancar las puertas en caso de necesidad.

Al parecer no había tiempo para encuadrarse, ni para dar un saludo militar, ni siquiera para un mísero "Señor, Sí, Señor", por lo que, el Ingeniero rapidamente comenzó a buscar algo con la que atrancar la puerta; o incluso algo con la que poder golpear al encadenado para que dejara de hacer golpes. Inconsciente o Muerto, cualquiera de las opciones le servía al Ingeniero si podía evitar ser descubiertos.

Rápido Stockton apunte al interior, mientras yo abro la puerta. Y olvídese del encadenado.

-Si señor- Dijo Jack, que a continuación enfiló el cañón de su arma hacia el interior por donde Foster había ordenado. Allí espera, no encontrar peligros y que los ruidos de afuera solo sean eso. Ruidos sin peligro de por medio… 

El ingeniero William intentó buscar algo con lo que poder obstaculizar la entrada por la que había accedido a aquella sala de comunicaciones. Sin embargo, no encontró nada que pudiera hacer que nada entrase allí. Por su parte, Stockton apuntó con su ametralladora justo después de que el comandante Foster golpeara con la planta del pie la puerta H para abrirla (y así que lo hizo). Lo que vísteis en el interior no era sino una especie de cocina. A la izquierda de lapuerta había una mesa con utensilios de cocina, y en los laterales había tres pequeños mueblecitos de madera, llenos de telarañas, donde seguramente se guardara algo de cubertería y vajilla. Una pequeña cocina de fuego alimentada con electricidad yacía inerte y oxidada en un rincón.

¡¡PAFFFFF!!

Entonces oísteis un aullido tras un severo portazo. Oíais esos lamentos tan estremecedores, como cuando aquel soldado junto a la playa o el propio Michael Winslow se os lanzó hacia vosotros. El tipo de la sala de comunicaciones atado con cadena a la tubería gemía ahora también, como poseido, justo delante del ingeniero ¡¡y por la entrada alguien parecía llegar a la carrera!!

Con un pensamiento rápido, o al menos lo más rápido que se le pudo ocurrir al ingeniero, vio a aquel gimoteante ser como una gran oportunidad; si este ser seguía haciendo ruido, tarde o temprano atraería al resto de los que pululan por la zona, lo que irremediablemente haría que ellos pudieran escapar por otra de las puertas.

Con este pensamiento, el ingeniero trató de escabullirse de lo que sea que estuviera en el pasillo al entrar en aquella nueva cocina por la puerta comunicante (H), si tenía suerte y su lógica era correcta, no pasarían peligro alguno, aunque quizás la zona se llenara de esas criaturas haciendo imposible mandar un mensaje de Socorro... al menos de momento.