Partida Rol por web

Parecía que las mentes de Winslow y Foster se sincronizaban como una. Des de  un inicio la intención del Comanadante era dejar al esposado como reclamo para los nuevos invitados y escabullirse dando un rodeo. Y parecía que el ingeniero seguía el plan al dedillo.

Con un gesto de silencio absoluto a los soldados, avisó a la tropa que entrara en la cocina. Dejando la puerta  (G) abierta. Y nada más entrar en la habitación Cade se puso a buscar algún utensilio para arrancar la última puerta cruzada una vez todos estuvieran dentro.

Algo sucedió en la isla. Algo horrible que frustró los planes de los japoneses. Alguna especie de experimento que salió mal. Quizás un nuevo gas, o algo peor que escapa a la imaginación de Jack.

La propaganda decía que los nipones eran un pueblo guerrero, brutal y salvaje, solo civilizado por sus aliados del Eje. Quizás los Nazis tuvieron que ver con esto. Hacer experimentos lejos del continente Europeo, y si algo salía mal a ellos no les importaría.

Y la mala suerte de Jack lo lleva a una isla repleta de monstruos…

Cuando Foster avanza hacia la cocina también lo hace el marine, siguiendo los pasos de su superior y del ingeniero a la par. Es mejor que permanecer en la sala de radio y dar la bienvenida a esas cosas aullantes.

El también buscó algo con que bloquear el acceso desde la sala contigua. En última instancia mover un mueble…

Finalmente, habiendo quedado al tipo encadenado a las tuberías en la sala de comunicaciones, entrásteis todos en la cocina (H). El Comandante de marina Foster se dió cuenta de que uno de los muebles estaba desapuntalado, y era realmente pesado. En realidad era lo único que podían colocar en la puerta H para atrancarla. Y así lo hicieron: todos menos Stockton, que aún estaba severamente convaleciente empujaron el pequeño mueble hasta colocarlo delante de la puerta y evitando el acceso por ella. En esos momentos oísteis que en la sala de al lado un gran gentío atravesaba dicha sala, y parecía estar dando zapatazos, corriendo o empujándolo todo por doquier, ¡menuda jarana! Vosotros teníais las armas en alto, y sabíais que una marabunta había llegado ya. Rugidos por doquier os helaban la sangre, y comenzaron a escucharse golpes en la sala H, haciendo sonar los impactos en dicha puerta recién atrancada. Quienquiera que estuviese allí afuera ocupaba por comlpleto el pasillo y la sala de comunicaciones. Seguramente fueran una docenta, o tal vez más. En realidad estábais atrapados...*. ¿Y ahora qué?

Tras unos minutos de tensa calma, quien estuviera allí parecía darse cuenta de aque allí adentro, en las cocinas, había alguien... Comenzaron a oirse golpes mucho más fuertes en la puerta atrancada. ¡BAAM! ¡BAAM! ¡BAAM! Empujón tras empujón temíais que en algún remoto momento la puerta cediera y alguien pudiera acceder hasta vuestra posición. Aquello asemejaba al infierno y aún no habíais visto los rostros de quienes estuvieran allí fuera.

La situación era desesperante, por lo que pese a los esfuerzos de William por encontrar algo para poder mejorar la barricada en la puerta, no encontró absolutamente nada, algo que sin lugar a dudas desesperanzó aún más al Ingeniero el cual ya tenía las expectativas de una victoria demasiado bajas a causa de todo lo que había ocurrido hasta ese momento.

-¿Qué hacemos? -Dijo susurrando a su superior- La Sala parece aislada, pero quizás podamos usar esa estantería de la pared contigua para ganar unos minutos más.

Con eso dicho el Ingeniero se posicionó al lado de la estantería más lejana de la puerta de la Sala de Comunicaciones a espera de que alguno de los supervivientes se le uniera nuevamente para aumentar la barricada que parecía que iba a ceder en cualquier momento.

En inminente final es evidente. La puerta no resistirá por siempre y mucho menos ante una muchedumbre que invade la base y ocupa por completo el pasillo y la sala contigua. Jack creé que los individuos, por llamarlos de alguna manera, son más de una veintena. Tal vez treinta...
- Si esto es la cocina de la base entonces debe haber chimeneas o conductos de ventilación por algún lado - susurró el marine al buscar inútilmente cualquier opción de salida.
Tampoco, por su estado, podía ayudar empujando los muebles allí situados.

Miro desesperado a un lado y a otro buscando cualquier atisbo de salvación... como dice Stockton tal vez haya una chimenea... pero no se sí cabríamos por ella.

- Padre nuestro, que estas en el cielo... - comienzo a rezar aterrado. Tal vez todos nos reunamos pronto con nuestro señor...

La situación estaba peliaguda, se encontraban sitiados en aquella cocina. La idea de Stockton era buena, quizás un conducto de respiración nos daría una vía de escape.

Bien pensado Marine, busquemos un salida lo antes posible. Pero habrá que preparase para dar la bienvenida!!

Cade agarró machete y pistola, armándose de valor.

Mientras los golpes se sucedían en la puerta H, Crowden y Jack empujaron otra estantería para reforzar la que ya había taponando esa entrada. Por su parte Benson miraba nervioso a todas partes, intentando vislumbrar alguna salida alternativa. Allí no había ventadas (os habíais dado cuenta que ello ocurría en toda la instalación, pasillos incluidos); sin embargo, el comandante se dió cuenta de que había un panel del techo algo suelto. Tras alzar la mano y empujarlo hacía arriba, la losa de plástico cedió, apartándosed hacia adentro... ¡Allí había un gran hueco por el que ascender!

Sin embargo, aunque la puerta H no cedió, sí que lo hizo la C, la cual se abrió de repente tras un gran estruendo (que fue el reventón del mecanismo de cierre). La puerta dió un gran portazo y comenzaron a entrar uno y otro y otro y otro y... ¡¡ERAN ZOMBISSS!!

El descubrimiento del panel llego demasiado tarde, porque la horda de seres entró a la habitación luego de romper la puerta. La turba invasora resultó ser de zombies, soldados o lo que hayan sido antes, criaturas muertas que ahora caminan. Igual que Winslow y la criatura que lo mató.

- ¡A..atrás! - dijo Jack al disparar torpemente, asustado por la avalancha de no muertos que invadió la cocina.

El Comandante observó una posible vía de escape, pero primero se tenían que encargar de aquellos seres muy poco amistosos.

Tropa aquí arriba en el techo hay un panel suelto, quizás nos sirva para huir!!! 

Pero primero habrá que retener a estos Zombies!!?? Rápido que alguien me ayude, tumbemos la enorme mesa de cocina para montar una Barricada!! Y luego iremos subiendo uno a uno!!

El Ingeniero conocía sus posibilidades de sobrevivir en un combate contra aquellas criaturas que podían resistir a varios balazos, incluso sabía que su peor enemigo era el mismo, cuando se disparó en el pie. Por lo que, de forma valiente y atrevida, decidió emprender una sutil huida por la única zona posible para ello.

-Nope.

Deseando con todas sus fuerzas lograr salir de aquel lugar infernal, y desde la posición superior poder echar una mano al resto de los compañeros -y en particular su oficial-, sacándolos de ahí y pudiendo así escapar todos juntos sin sufrir mayores daños. Aunque quizás por mucho desearlo, no iba a lograr nada.

Ante la irrupción de una manada de zombies, el Comandante reaccionó con un ataque de pánico.

Són demasiados!! RETIRADA TOTAL!!! Huyamos por la trampilla!!

Mientras Cade Foster trepaba por el panel suelto.

Nuestra única posibilidad es la trampilla del techo por lo que salto intentando alcanzarla. Puedo notar la adrenalina recorriendo mis músculos y dándome unas fuerzas más allá de mis propios límites.