Partida Rol por web

Iniciación a Savage Worlds - Cacería Salvaje

Una luz en la oscuridad - La capilla forestal

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23/06/2018, 00:27
Director

Dais una vuelta alrededor de la pequeña iglesia intentando encontrar alguna entrada lateral o trasera. Vais todos juntos mientras os tomáis vuestro tiempo para hacerlo con cuidado.

La puerta principal está cerrada y por mucho que busquéis, la edificación no dispone de más entradas en los laterales.

Si bien es cierto que hay algunas ventanas laterales alargadas, estas son fijas. Realmente son vidrieras más que ventanas con bisagras. Están decoradas con imágenes religiosas de Santos y escenas de la Biblia. No, a menos que las rompierais haciendo un tremendo escándalo, no sirven para entrar.

Rodeais la capilla llamada "Iglesia del Confesor" con la esperanza de encontrar una entrada trasera, pero lo que veis es lo siguiente...



Es un pequeño y oscuro cementerio, apenas iluminado por la luz multicolor que sale de las vidrieras de la iglesia.

En el pueden verse multitud de lápidas y tumbas de distinta época y clase. La totalidad de ellas están con la tierra removida o directamente abiertas. Y un escalofrío os recorre la espalda cuando veis a varios de esos muertos, vagando entre las mismas.

No parece que se hayan percatado de vuestra presencia, precen demasiado entretenidos paseando de un lado para otro entre las lápidas mientras sortean como autómatas los agujeros en la tierra.

Dais unos pasos atrás para no alertarlos, regresando de nuevo a la única entrada a la iglesia en la parte frontal...

Por alguna razón no se han dado cuenta de que les estabais observando. Tampoco os han atacado por ahora. No entendéis muy bien la razón.

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25/06/2018, 17:40
Kenneth Franklin

Esto no puede estar pasando... 

Kenneth entrecerraba los ojos, escudriñando con la mirada a aquellos muertos vivientes. No podía creérselo. Empezó a sentir como su corazón quería salirse del pecho y su respiración se entrecortaba. Intentó controlarla.

No era la primera vez que los veía, pero a aquellos seres no podía acostumbrarse nadie. La ficción de las películas se había vuelto realidad, una realidad que podía significar morir tras un paso en falso.

Lentamente retrocedió con el grupo, hasta que volvieron a la entrada. - Estamos jodidos, hay que entrar... - Sugirió resignado.

Se ató el botiquín medio vacío a la cintura y se colocó el rifle por delante, con un dedo en el seguro. Ciertamente las armas no eran lo suyo, pero en aquellas horas las había visto disparar varias veces muy de cerca y confiaba en saber apuntar.

El viento mecía las ramas de aquel, cada vez más, tétrico bosque. Las hojas secas iban de un lado para otro y el caminar de aquellos zombies parecía confundirse con los ruidos propios de la naturaleza.

De pie, dando un paso adelante, estaba Kenneth, a la espera de que el resto del grupo decidiera que iba a hacer. Él, decidido, parecía dispuesto a entrar.

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25/06/2018, 19:44
Christie Jansen

- Un momento - dijo Christie al ver avanzar a Kenneth - Esta capilla no es un refugio, al menos no para nosotros; más bien parece una fábrica de muerte. ´- La ex-militar no podía creer lo que estaba viendo, lo que estaba pasando por su cabeza, pero era demasiado tangible como para ignorarlo - No me creo que quien habite por aquí sea enemigo de nuestro enemigo, más bien su cuidador.

Buscó la mirada de los pocos miembros del viaje que aún quedaban en pie, ver en sus ojos qué pensaban de esta escena tan gastada en decenas de películas de temática zombie. Al último que miró fue a Terry. 

- No sé qué más nos podemos encontrar por aquí pero - sacó el mechero que llevaba en uno de los compartimentos de su petate y se lo fue a entregar - si nuestra vida corre serio peligro convierte este cementerio en un crematorio - justo cuando lo iba a dejar en su mano lo retiró rápidamente - Antes hay que averiguar qué sucede aquí y quién es el responsable, no podemos dejar este asunto sin informar a las autoridades ¿de acuerdo? -  Esperó algún gesto afirmativo de Terry antes depositar el encendedor en la palma de su rudo compañero.

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25/06/2018, 22:33
Terry McNamara

-Que si joder. No quemaré esto de momento- contestó a Christie.

Después volvió la vista hacia el cementerio, estaba claro que allí no estaban seguros, pero ¿Podian estar seguros en alguna parte de aquel maldito lugar? Al menos podrian hacer embudo como en la tienda en caso de otro ataque masivo.

Miró el bolsillo de Morgan, dónde guardaba las ganzúas y después hacia la puerta.

-Me apuesto diez pavos a que también abro ésta- su sonrisa volvía a brillar en su rostro quizás ante la perspectiva de hacer arder aquel lugar hasta los cimientos.

Notas de juego

No tiro forzar Cerraduras porque no sé ni si la puerta está cerrada con llave ni si Morgan me deja las ganzuas.

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26/06/2018, 00:51
Director

Como el resto del pueblo, las puertas de la iglesia están cerradas y con la llave echada. Sin embargo, al intentar forzarla, esta salta sin problemas. Por desgracia, aunque la cerradura esté desbloqueada, la puerta sigue sin abrirse. Terry insiste pero por muchas vueltas que le da hacía el lado correcto, sigue sin ceder.  

Debe estar cerrada por dentro con algún otro sistema, quizá un pasador o un fuerte pestillo. Cuando el rudo cazarrecompensas empieza ponerse nervioso y no sabe si continuar o abrirla por las malas, se oyen unos pasos que vienen del interior. Justo después una voz suena tras la puerta. La voz de un hombre ya entrado en años y algo cansado responde. El ruido que se está formando en la entrada por numerosos intentos ha llamado su atención. Una puertecilla enrejada, que queda a la altura de la cara, se abre y con una mezcla de resignación y vergüenza, oís: - No hallaréis santuario aquí.-  antes de comenzar a cerrarla lentamente de nuevo.

Notas de juego

PNJotizo un poco a Morgane, que se le ha pasado el turno.

Si queréis evitar que vuelvan a dejaros fuera, en mitad de la noche, podéis intentar usar Persuadir o Intimidar

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26/06/2018, 09:25
Morgane Stevens

La chica del pelo blanco se queda mirando los ¿muertos? junto a las tumbas; una cosa era estar infectados por algo chungo de un experimento raro pero la posibilidad de volver de la tumba sonaba a película. Había escuchado que a veces se enterraba a alguien vivo al dársele por muerto ante un colapso o infarto o algo así pero era casos rarísimos y más hoy en día.

Absorta en sus pensamientos no se percata del plan de sus compañeros y pega un repullo cuando Terry la coge por el brazo para pedirle las ganzúas. De vuelta a la realidad, asiente mientras se las entrega y se gira hacia el cementerio con el rifle preparado vigilando que esos ¿muertos? no decidan ir a por ellos ¿Por qué no lo han hecho antes? ¿No les han visto? 

- ¿No os resulta raro que los chuchos no hayan venido a atacar la iglesia? No tuvieron problemas en romper los cristales de la tienda cuando nos atacaron y sin embargo, con todas esas luces resulta que ignoran este sitio.

La portilla se abre antes de que nadie pueda contestarle y Morganne se siente un poco más asustada cuando nuevamente les niegan refugio ¿Tanto miedo tiene esta gente?

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27/06/2018, 14:26
Kenneth Franklin

Por un momento, al escuchar aquellos pasos, Kenneth fue optimista. Pensó que por fin alguien les ayudaría y serían bien recibidos, a pesar de lo que acababan de ver en aquellas lápidas. Aun con todo ello, sostenía con firmeza el rifle, con el dedo fuera del gatillo pero preparado.

Joder... 

Sin dejar tiempo para que el resto reaccionara, se acercó a la puerta nada mas escuchar aquellas palabras.

- Caballero... - Se dirigió con respeto a aquel desconocido. - Sabemos que estamos en una zona delicada y ya hemos sufrido mucho esta noche. No tenemos claro que son estos seres ni qué quieren, pero necesitamos un refugio. Solo queremos pasar la noche aquí. - Esperó unos segundos, buscando respuesta. - Por favor.

No sabían quien era aquel tipo ni de qué bando sería, si es que había algún bando, pero ahora mismo parecía ser la única carta que podían jugar. Entrar a la fuerza solo empeoraría las cosas y seguir andando sin rumbo parecía una muerte segura.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Tirada de Protagonista

Motivo: Persuadir

Dado principal (1d6): 5 = 5

Dado salvaje (1d6): 1 = 1

Total: 5 = 5

Dificultad: 4

Resultado: Exito

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27/06/2018, 21:15
Christie Jansen

Christie no se podía creer lo que sus oídos escuchaban. Había sido destinada a países extranjeros con otras culturas y religiones y en todos ellos la casa de su dios era refugio para los necesitados. Su paciencia empezaba a agotarse a medida que el temor de perder más compañeros empezaba a aumentar según transcurrían las horas de aquella noche que no terminaba.

Agradeció que Kenneth tomara la palabra para tratar de convencer al desalmado que se escondía como un cobarde al otro lado de la puerta, en aquellos momentos no se fiaba ni de ella misma.

Aquel lugar le ponía la piel de gallina: un santuario en mitad de una pesadilla, con los enemigos literalmente a la vuelta de la esquina pero ¿eran ellos los reales enemigos? La ex-militar estaba convencida de que no era así.

Esperó, esperó, esperó. No sabía cuánto tiempo había pasado desde que el estudiante de medicina hablara, pero más valdría que hubiera respuesta pronto o se temía que Terry no sería tan pacífico y hasta le empezaba a comprender: los sitios seguros se estaban evaporando uno detrás de otro.

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27/06/2018, 23:27
Terry McNamara

Seguía sin entender esa puta mania de dialogar que tenía aquella gente. ¿Para qué cojones tenían los molotov si luego se dedicaban a suplicar que les abriesen la puerta?

No habían pasado ni cinco segundos cuando la paciencia de Terry se acabó. Golpeó la puerta con la palma abierta junto al ventanuco que se había abierto.

-Espabila joder- dijo con tono enojado -Esto está lleno de putos zombies-

Miró a Christie con una media sonrisa como diciendo: ves soy súper amable, ni siquiera le he amenazado con quemarle vivo.

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27/06/2018, 23:55
Director

Con las palabras de Kenneth la puertecilla se queda entreabierta hasta que finalmente se cierra. Terry insiste en que abra de una vez pero pasan varios segundos y no sucede nada. Comenzáis a pensar que de nuevo os han dejado fuera, a la intemperie, siendo un blanco fácil para los muertos y las bestias que se mueven en la oscuridad, cuando de repente un ruido os llama la atención. Algo hace vibrar la puerta y un leve chirrido metálico suena hasta que con un golpe seco se detiene.

La puerta se abre para dejaros ver a un hombre calvo, con gafas y entrado en años, dispuesto con una biblia bajo un brazo y una escopeta en ristre. Vestido totalmente de negro y un alzacuellos que deja clara su profesión...

 

Veis como os deja pasar y a diferencia de los granjeros, no os apunta con su arma. Deja descansar la escopeta sobre su hombro. Os mira uno a uno sin demasiada prisa y os hace un gesto para que entréis. Mientras tanto se presenta - Aciaga noche esta... soy el padre Miles, podéis pasar. - Se queda observando a Kenneth con algo de culpabilidad en su mirada. Luego se fija en las dos mujeres, mientras niega con la cabeza. Finalmente se fija en Terry, intensamente, pero no le dirige ni una sola palabra.  

Una vez dentro, vuelve a cerrar la puerta tras de si con un pasador y os advierte. - Me temo que este suelo ya no está consagrado, pues he sido cómplice del mal que afecta a este pueblo durante mucho tiempo, tanto que probablemente Dios nos ha abandonado.

Notas de juego

Entiendo que os adentráis en la iglesia, si no, esa última frase la dice con la puerta abierta esperando a que entréis.

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29/06/2018, 09:38
Morgane Stevens

Morganne echa un vistazo desde fuera al interior de la iglesia y mira de arriba a abajo al padre Miles, deteniéndose curiosa en la mezcla de biblia y escopeta, vuelve a mirar al cementerio confirmando que las figuras de los ¿muertos? no se han movido y con paso vacilante se adentra en el edificio.

- Gracias padre, dice al pasar junto a él. Es el único que nos ha ayudado, en la granja nos echaron a las fauces de los perros y los infectados ¿Cómo es eso de que ha participado de esta locura? ¿Sabe lo que está pasando?

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29/06/2018, 20:34
Kenneth Franklin

Ya fuera por su súplica o por los golpes en la puerta de Terry, la cuestión es que por fin alguien les abría una puerta y parecía tenderles una mano a algún sitio que no fuera el cuello.

Kenneth aguantó la mirada del presentado como padre Miles, asintiendo con la cabeza en una pequeña señal de agradecimiento, pasando a volver a ponerse su rifle en la espalda. No era un buen tirador, pero aquel arma le estaba dando una confianza que necesitaba.

Tras dejar unos metros atrás la entrada, esperó al resto del grupo. Mientras, inspeccionó aquel lugar. Quería saber donde estaban y si estaban solos.

- Gracias. - Dijo, algo distraído por aquel lugar. - ... Dios parece haber abandonado a todos, padre. 

- Tiradas (1)

Tirada de Protagonista

Motivo: Notar

Dado principal (1d6): 2 = 2

Dado salvaje (1d6): 4 = 4

Total: 4 = 4

Dificultad: 4

Resultado: Exito

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29/06/2018, 22:01
Christie Jansen

La ex-militar no se fiaba de ese predicador, realmente pocas veces lo hacía de nadie, pero no pudo evitar respirar más aliviada al verse ahí dentro; la puerta parecía fuerte y segura y eso era más de lo que habían tenido hasta ahora.

- Gracias por su hospitalidad padre - dijo haciendo uso del título que le correspondía a aquel pastor mientras comprobaba el interior de aquella capilla - hemos visto a esas criaturas, hemos luchado contra ellas y las hemos matado mientras se llevaban la vida de otros de los nuestros - las palabras de Christie eran duras, pero había cierto tono de tristeza en ellas - Creo que va siendo hora de que nos cuente qué es lo que está sucediendo.

Aquellas cosas que pululaban por el cementerio, fueran muertos o vivos, la tenían sobre aviso ante cualquier ataque, pero no por ello bajó la guardia lo más mínimo con aquel sacerdote que portaba con esa aparente naturalidad misarios y escopetas.

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29/06/2018, 23:08
Terry McNamara

-¡Bien! Curas asesinos- pensó el cobrador al ver al personaje al otro lado del umbral. ¿Qué seris lo próximo?¿Bibliotecarios ninja?

Su propia ocurrencia le hizo sonreír mientras entraba en la iglesia y pasaba junto al sacerdote.

-Pater- saludó con una palmadita en el hombro mientras con la otra aferraba su amada escopeta. Llevaba un rato pensando en ponerla nombre pero aún no había dado con el adecuado.

Miró a su alrededor una vez dentro buscando donde estaba el truco. Porque seguro que había un truco aunque todavía no era capaz de verlo.

- Tiradas (1)

Tirada de Protagonista

Motivo: Notar

Dado principal (1d4): 3 = 3

Dado salvaje (1d6): 3 = 3

Total: 3 = 3

Dificultad: 4

Resultado: Fallo

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30/06/2018, 02:13
Padre Miles

El padre Miles parece cansado, pero más que físicamente es una losa que pesa en el alma. Deja la escopeta apoyada al lado de la puerta por si, según sus palabras, se presentan "visitas inesperadas".

Con paso cadencial y casi arrastrando los pies, como si fuera un preso en el corredor de la muerte, se acerca a un banco de la iglesia. Mientras tanto echáis un vistazo a lugar. En la entrada hay una pila bautismal labrada en piedra blanca. En los laterales unos focos que crean columnas de luz hacia el techo abovedado.

No hay nada que os llame especialmente la atención. Unos pocos bancos medio destrozados, altas vidrieras que llegan desde el suelo al techo y un altar bastante modesto al fondo de la capilla. Quizá lo único que queda fuera de vuestro alcance es una escalera que asciende y que queda al fondo a la derecha. El sacerdote se sienta y deja descansar su Biblia al lado. Parece reflexionar sobre algo. Las mujeres quieren saber que está sucediendo y él parece saber mucho...

- Durante la Guerra Civil, una familia noble de origen europeo se hizo con el control de la región y acabó llamando el pueblo por su apellido, Ebernburg. Todos los hijos murieron durante la guerra salvo uno, Albert. - comienza a explicar, como intentando recordar algo muy en lo profundo de su memoria.

- El ya era violento, pero a su regreso parecía sentir algún tipo de nostalgia por el conflicto y su sed de sangre había aumentado. Viajó por todo el mundo dando caza a exóticos animales. - explica, dando a entender que se le perdió la pista durante años y nada se supo más de él.

- Cuando regresó a Ebernburg, ya era un hombre mayor, pero eso no quitaba el hecho de que deseara ser padre y tener un hijo que heredara la fortuna familiar. Una chica joven procedente de una de las familias más pobres del lugar, Marla Hoffman, llamó su atención. Marla inicialmente rechazó sus avances, pero Albert no estaba acostumbrado a dejar escapar a sus presas. Acabó comprando la hipoteca familiar, usándolo como herramienta con la que obligar a Marla a casarse con él.

Albert al parecer conseguía todo aquello que se proponía. Algo normal en la gente poderosa de la época al fin y al cabo.

- Marla tenía la mitad de su edad y Albert, según lo que se sabe, tampoco era un hombre especialmente apuesto. No es sorprendente que la reluctante esposa pronto encontrara consuelo en los brazos de otro hombre de edad similar, un forastero de paso que trabajaba como temporero en los establos de su marido. Los dos eran jóvenes, no tenían mucha práctica a la hora de esconder sus actividades y, al final, fue inevitable que en sus encuentros acabaran siendo descubiertos. - continua explicando el padre Miles, mientras veis como se le seca la boca. Pero ya había empezado y no quería detenerse...

- Una noche, Albert atrapó a ambos amantes juntos, explotando en un ataque de rabia. Marla y su amante huyeron al bosque cercano para escapar de él, pero este reunió sus perros de presa y los persiguió montado a caballo. En la oscuridad, ambos amantes se separaron. Albert y sus sabuesos alcanzaron al joven trotamundos primero, acabando con su vida de forma rápida y sangrienta. Después, inmediatamente comenzó a seguir el rastro de Marla, pero el destino tenía otros planes. Perdió el equilibrio mientras descendía una empinada cuesta por el bosque, cayó de la silla y se rompió el cuello. Marla, sin saber que su marido estaba muerto, se quitó su propia vida esa misma noche, ahorcándose en uno de los árboles del bosque. Si lo hizo por desesperación, remordimientos o con la simple esperanza de salvar su familia de la ira de Albert, es algo que ya nunca sabremos.

- Sin embargo, la trágica cadena de acontecimientos que llevó a un asesinato, un suicidio y una muerte accidental provocó una maldición, afectando no solo la propia alma de Albert, sino a toda la comunidad, provocando el nacimiento del mal.

En ese momento detiene su larga exposición para santiguarse... para luego proseguir.

- Desde entonces, una vez cada diez años, durante el aniversario de la fecha de su muerte, Albert Ebernburg lidera una horda impía, la Cacería Salvaje, recorriendo el pueblo y la región que lo rodea. Aunque aún sigue buscando a su esposa fugada, perseguirá a cualquier presa humana que se cruce en su camino. Pero eso no es lo peor; aquellos que Albert mata, están condenados a unirse a su jauría al comienzo de la siguiente cacería.

- Durante décadas, los residentes en Ebernburg han sufrido como han podido las cacerías salvajes, perdiendo a uno o más de sus parientes cada vez que recorría la región. Con el tiempo, quedó claro entre los demás habitantes de la ciudad, que el lugar estaba maldito y que, a no ser que se encontrase alguna solución, sus únicas opciones eran abandonar el pueblo o caer víctimas del Maestro de la Caza. Tras mucho discutir, acabaron decidiendo que la mejor solución era darle al Maestro lo que aparentemente deseaba: presas para sus sabuesos.

- Desde entonces, los habitantes de Ebernburg atraen forasteros cada diez años a su pequeña aldea, usándolos como cebos con los que saciar la sed de sangre de la impía jauría.

- La única esperanza de sobrevivir a esta noche es perdurar hasta que salga el sol o encontrar una forma de ponerle fin a la maldición...

Tras contaros toda la historia, el sacerdote queda cabizbajo. Sabe que tenéis muchas preguntas que hacerle y muy poco tiempo.

- Los que ayudan a las presas de la cacería también se convierten en su objetivo. Por eso nadie os ha ayudado está noche... - finaliza dejando claro que el mismo se está condenado solo por ayudarnos a entrar. Eso sin tener en cuenta todo lo que os está contando...

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02/07/2018, 08:38
Morgane Stevens

¿Una maldición de casi 150 años que hace que se levanten los muertos y persigan a todo el que ronde el pueblo toda la noche? Esto sobrepasa incluso a las películas de Jimmy y si lo da por cierto explica los hechos del pueblo, aunque le parece repugnante que los habitantes estén dispuestos a sacrificar a otras personas para seguir viviendo allí.

- Ahora sí que tienes razón, dice mirando a Terry, son todos una panda de hijos de puta y deberíamos haber quemado la granja. ¿Y de qué manera ha sido cómplice además de dejar que mueran inocentes como nosotros ? ¿Por qué no se ha informado a las autoridades? - lanza esta vez las preguntas al padre Miles

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02/07/2018, 14:46
Terry McNamara

No había manera de borrar la sonrisa de la cara de Terry, ni siquiera con los cuentos de viejas del cura.

-Lo que yo te diga- contestó a Morganne -Pero no te creas esas chorradas. Ésta gente son unos hijos de puta de cuidado y unos putos sádicos, pero no están malditos. Son solo unos degenerados que disfrutan matando gente y metiendoles miedo con leyendas- dijo encogiéndose de hombros como diciendo "es lo que hay".

-Mientras tengamos nuestras escopetas "benditas"- continuó con su tono jovial -Esos putos bichos no podrán con nosotros. Después pensaremos en quemar granjas o iglesias...- esto último no sonó precisamente a broma.

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09/07/2018, 23:24
Padre Miles

- He rechazado a más de una persona con el paso de los años. La carga de esos pecados sobre mi alma ya era demasiado grande y no podía seguir mirando para otro lado como hice en el pasado. - responde con aparente sinceridad a la pregunta de Morgane, dando a entender que ha sido más por inacción que por ayudar a los lugareños a buscar potenciales víctimas.

Al hablar de las autoridades niega con la cabeza. - Me tomarían por un loco. Nadie creería mis palabras y acabaría encerrado en alguna institución mental.

- Tu compañera - menciona un comentario de Christie. - ha dicho que ya habéis perdido a varios de los vuestros por la Cacería Salvaje. Si eso no es suficiente, echa un vistazo al campo santo que hay tras la iglesia... Los muertos y los canes lo rondan durante toda la noche. Los sabuesos rastrean sin éxito, tumba por tumba, en busca de Marla... Le dice a Terry, que parece no creer una sola palabra sobre la maldición.

Veis como se levanta, dejando la Biblia en su asiento y comienza a andar por un pasillo lateral que forman los bancos, hasta que se acerca a una de las vidrieras para continuar hablando.

- Al principio de todo, cuando llegué por primera vez a Ebernburg, antes de negarme a ayudar a las anteriores víctimas de la Cacería Salvaje, esta jamás se acercaba a la iglesia o al cementerio. Parecían temer los lugares y objetos sagrados. Por desgracia lo único que puede considerarse hoy día como tal... - dice girándose hacia la pila bautismal. -... es el poco agua bendita todavía queda de aquel entonces.

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10/07/2018, 10:48
Morgane Stevens

Mira la Biblia y luego sigue con la vista al padre Miles cuando se acerca a la vidriera: Entonces, basta con quedarnos aquí hasta que amanezca y mañana podremos irnos ¿es así? Han sido perseguidos, mordidos, amenazadas, ...mucho más de lo que esperaban cuando se montaron en el autobús, sólo son personas que desean escapar de sus vidas y comenzar de nuevo en un lugar lejano, suficiente han hecho ya como para tener que seguir matando lo que quiera que sean todos esos seres.

 

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11/07/2018, 23:28
Terry McNamara

-Nosotros también tenemos nuestra propia agua bendita- bromeó Terry agitando su bandolera donde guardaba los molotov haciendo sonar la gasolina en su interior -Y le aseguro que es muy efectiva contra cualquier hijoputa que quiera jodernos-.

Dicho esto se sentó a descansar en uno de los bancos. El dolor en sus piernas le hizo recordar que no habían tenido ni un momento de descanso desde que el cabronazo de Bernie les había metido en aquella mierda hasta el cuello.

-Puto Bernie...- susurró hacia el techo cerrando los ojos.