Partida Rol por web

Morganne empieza a sudar, tiene miedo, no sabe si correr o ayudar a los otros....los ¿muertos? podría dejarlos atrás pero no cree que pueda hacer lo mismo con los perros. Terry ha conseguido recular hacia la ventana pero ella no se fía e intenta conjurar la protección que le vuelve negra la piel pero le sobreviene otro dolor de cabeza y el poder se pierde. Atontada intenta seguir a Terry fuera del edificio.

Christie aguantó estoica el ataque de esa criatura mientras permanecía alerta al desarrollo de la lucha, siempre sin dejar de vigilar a sus compañeros. Tendrían que actuar como bloque o morirían todos allí, eran demasiados para tan pocos y con tan escaso conocimiento militar y de las armas.

Observó a Terry salir corriendo hacia la parte trasera y volar a través de la cristalera, una vía de escape tan buena como cualquier otra, aunque bien parecía la única disponible con los enemigos cercándoles tan agresivamente.

- ¡Vamos, todos! ¡Seguid a Terry cagando leches!

En los escasos segundos que tenía algo de respiro, hostigaba tanto Keneneth como a Morgane para que siguieran los pasos de Terry. Además, al estar más pegados entre ellos, ofrecerían menos frentes a las criaturas para atacarles.

- ¡¿Estáis sordos, joder?! ¡YA! ¡Terry! ¡Si me escuchas ve preparando uno de esos cócteles! ¡Hay que quemar este sitio!

Dos de los sabuesos que atacaban a Morgane se lanzan contra Christie que intenta repelerlos a duras penas.

En cambio Kenneth no sufre la misma suerte. Es rodeado y uno de los sabuesos le muerde la pierna haciendo que caiga de ridillas. El resto de criaturas acaban con el en una orgía de sangre al igual aue hicieron con el padre Miles.

Kenneth estaba perdido. No tuvo tiempo siquiera a ayudarlo. Kenneth estaba perdido. Gritó de rabia y de impotencia. Kenneth estaba perdido. El aprendiz de médico fue pasto de aquellas criaturas dejando a Christie sola en medio de aquel infierno dentro de la capilla. Ahora ella estaba perdida.

Ya en el otro lado, bajo el cielo nocturno y el frío, Terry se dio cuenta de que estaba más jodido de lo que pensaba. El puto perro le había mordido y la herida de la espalda le empezaba a doler de verdad.

Los alaridos desgarradores de Kenneth le indicaron que el médico había pasado a mejor vida. Sacó el molotov y el mechero a toda prisa con la intención de incinerar aquel puto sitio cuando el grito de rabia de Christie le detuvo. Con ella aún viva no iba a lanzar el cóctel.

Aún así, se quedó preparado, con el molotov en una mano y el mechero de Christie en la otra a la espera de ver si su compañera conseguía lo que el doctor no pudo.

-Joder. Date prisa hostias- susurraba nervioso.

Christie escuchó la reconocible voz de Terry desde el otro lado de la ventana como si estuviera mucho más lejos, pero no respondió. Ya tenía bastante con forcejear con aquellos seres y evitar ser alcanzada por dientes y uñas. Herida y conmocionada por la marea de muerte que quería arrastrarla hasta convertirla en comida para perros intentó lo único que podía hacer: correr cuanto su dolorida pierna le permitía hacia la ventana.

Oís un grito de dolor seguido de varios más de agonía. La ex-militar acaba sus días de la misma forma que Miles y Kenneth, devorada por esa vorágine...

Los que estáis fuera os miráis el uno al otro. Estáis vivos de milagro, pero parece ser que no por mucho tiempo...

Tras la muerte de vuestra compañera ois una risa desde el interior de la iglesia.

- ¡HA, HA, HA, HA, HA! DEJAD QUE CORRAN. SERÁ MÁS DIVERTIDO...

Veis como pasan los segundos y desde el interior solo se oye como devoran a los cadáveres. No parece que vayan a salir detrás de vosotros.

A vuestro alrededor, las tumbas vacías del pequeño cementerio, reflejan como os sentís por dentro...

Morganne se gira y extiende su mano esperando tener detrás Kenneth y ayudarle a cruzar la ventana pero sólo agarra el aire y observa aterrada como los perros y los ¿muertos? se abalanzan son el chico y Christie destrozándolos igual que habían hecho segundos antes con el padre Miles. Con un gesto de repugnancia y una arcada se gria hacia Terry que tiene un molotov en la mano, como esperando a ver si sus compañeros son capaces de salir de allí

- ¿Vas a tirarlo o no? - ella sujeta el rifle con una mano mientras saca la pequeña linterna LED del bolsillo - ¿Qué hacemos? ¿Intentamos volver a la granja? ¿Vamos a donde se supone que enterraron el cuerpo de la mujer?

Por alguna razón se resistía a lanzar el cóctel incendiario mientras Christie estuviera dentro. Supuso que el hecho de estar todos a punto de ser devorados por bastardos infernales hacía que tuviese hacia aquella gente algo así como un sentimiento de compañerismo. Tenía que ser eso, porque otra cosa no se le ocurría.

Esperó a que la chica atravesase la vidriera como habían hecho Morgane y él antes pero, cuando parecía que iba a conseguirlo, la masa de enemigos se cebó con ella destrozándola.

Aquel espectáculo dejó a Terry paralizado durante un momento. Contaba con que el cagueta del doctor palmara tarde o temprano, pero estaba seguro de que la militar conseguiría salir con vida de aquel infierno.

- ¿Vas a tirarlo o no? -

 La voz de Morgane le sacó de su ensimismamiento y una oleada de furia le invadió.

-¡Claro que voy a lanzarlo joder!- dijo encendiendo el mechero que Christie le había dado y prendiendo el trapo que hacía de mecha en molotov.

No sabía si mataría a muchos o pocos de aquello hijos de puta, pero al menos reduciría a cenizas aquel puto lugar. Una especie de funeral para sus compañeros caídos.

-Si vamos a las granjas esos putos paletos nos van a rematar. Busquemos la puta tumba si eso hace que se acabe ésta puta noche- dijo mientras se volvía en la dirección adecuada y comenzaba a caminar lo más rápido que podía.

Terry lanza ese cóctel molotov, que como si fuese a cámara lenta, recorre la distancia girando en el aire. Atraviesa el hueco por el que salió. Ese mismo que hasta hace un rato era la única vidriera en pie de aquella iglesia maldita. Tan maldita como todo ese pueblo de mala muerte.

El cóctel estalló justo en medio de todos aquellos seres que estaban dándose un festín con lo que quedaba del padre Miles, Kenneth y Christie.

Antes de que se dieran cuenta la pareja de supervivientes ya estaban huyendo como podían de aquel lugar horrendo. Y únicamente gracias a una fugaz mirada atrás pudieron ver como todo ardía en llamas. Pese a todo, cuando ya llevaban unas decenas de metros oyeron una voz inhumana que se reía de nuevo...

- ¡CORRER NO OS SERVIRÁ DE NADA! ¡OS CAZARÉ COMO A TODOS! - gritó la voz para de pronto desaparecer tras varios aullidos penetrantes.

Pese a las graves heridas de Terry no os deteneis a descansar hasta perder de vista la iglesia. Sólo una columna de humo de distingue a lo lejos en la oscura noche.

Más al sur os aguardan los terrenos de los que os habló el padre Miles. Todavía son las 2 de la madrugada. Y no sabéis si podréis aguantar más asaltos hasta el amanecer. 4 horas cuando la muerte te pisa los talones es una eternidad...

El calor y el resplandor de las llamas aún animaban los pensamientos de Terry.

Haber prendido fuego a esos hijos de puta le dio una satisfacción que no esperaba encontrar en aquellos momentos. Por otro lado, haber reducido el cadáver de sus compañeros a cenizas le dejó más tocado de lo que esperaba.

Ese pensamiento se enredó con el recuerdo de otro funeral, el de Mindy.

-¿Sabes? Yo no he sido siempre tan capullo- comenzó a decirle a Morgane -Aquí donde me ves fui vendedor de seguros. Jajajajaja, ¿te imaginas? Vendía putos seguros de vida puerta por puerta-.

Hizo una pausa y su tono de voz cambió radicalmente.

-Era una mierda de curro, pero era suficiente para Mindy y para mí, hasta que la diagnosticaron el puto cáncer y tuve qué pedir dinero al Jefe para poder costearnos el tratamiento. Es acojonante como los putos seguros médicos te dan la patada cuando tienes una enfermedad mortal- ahora sobaba lleno de rabia.
-Pero no me importaba,¿sabes? Lo hacía por ella. Hubiera hecho cualquier cosa por ella... La quería de verdad...¿por qué cojones te estoy contando ésto?- dijo limpiándose el ojo derecho.
-La cuestión es que murió y la incineraron como a esos dos- dijo señalando hacia la columna de humo -Y a mí me jodieron la vida trabajando para la mafia. Supongo que morir en éste puto bosque no es un mal final-.

Dicho lo cual guardó un silencio impropio en el matón que siempre tenía una sonrisa en la boca mientras jugueteaba con el mechero de Christie.

Morganne avanza intentado ayudar a Terry que ha escapado por lo pelos de la iglesia. Christie y Kenneth han sido pasto de las llamas y solo espera que esos perros, muertos o lo que cño sean hayan ardido con ellos...pero su confianza flaquea con la advertencia del loco de los cuernos. Una mirada rápida hacia atrás le permite ver la columna de llamas y humo que se eleva hacia el cielo estrellado entre las copas de los árboles.

Llevan ya un tiempo huyendo cuando hacen un alto para tomar un respiro y comprobar si les persiguen...parece que no están cerca o que están jugando con ellos y se lo toman con calma. Cuando ilumina a Terry con la linterna observa detenidamente los cortes, las manchas de sangre y los mordiscos; se arranca las mangas de la camisa e intenta tapar las heridas que parecen más graves pero no ha tratado heridas nunca, siempre la trataban a ella.

- Parece que todo esta puta locura nos está haciendo recordar los mejores momentos de nuestra vida, al menos tendremos algo en lo que pensar cuando ese maníaco nos alcance ¿Crees que nos dejará llegar hasta la tumba de la mujer o nos dará caza antes? No creo que podamos sobrevivir a otro ataque como ese....

Como buenamente podéis, intentáis curar las heridas de Terry pero es inútil. Sin un botiquín a mano y los conocimientos básicos de primeros auxilios os resulta imposible.

Morgane intenta hacer todo lo que está en su mano pero sólo consigue acabar manchada de la sangre de su compañero, con la ropa hecha jirones y agotada por el esfuerzo.

Terry por otro lado ha perdido bastante sangre. Tiene unas heridas que, si consigue salir vivo de esta, van a precisar de varias operaciones.

Todo esto, por muy surrealista que sea, se ha convertido en vuestra realidad. La muerte os pisa los talones y no sabéis cuanto os queda de vida.

Pero en esta locura hay una pequeña esperanza. Quizá encontrado la tumba de Marla esto termine en una simple pesadilla...

Caminando como podéis cruzais lo que qyeda de ese maldito pueblo en dirección sur hasta que encontráis esos terrenos que os había descrito el padre Miles. El problema es que es de noche y una tumba es un lugar muy concreto del que no conocéis buenas la ubicación exacta.