Partida Rol por web

Insomnem Nox

II. Per Fas et Nefas

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30/09/2013, 20:17
Jorge "el Tuerto"

La noche había sido húmeda, si; había humedales en vuestra habitación, aunque podía oirse que las otras habitaciones de la posada alguien habría tenido que aguantar goteras, porque se oían como bacías y platos apuntalados constantemente por gotas filtrándose hacia el interior. Y es que en toda la noche había dejado de llover, como es costumbre en la época Santa tanto en territorio Castellano como Aragonés... Por lo pronto, y una vez vestidos, bajásteis a tomar el desayuno que Jorge el Tuerto daba a sus pernoctantes como obsequio, y tal vez la fortuna quisiera que el tal no hubiera escupido en vuestras raciones cuando, una vez sentados y dispuestos, os las llevaba a vuestra mesa...

Aquí tienen, señores guardias... -dijo ahora con un ánimo más renovado e indiscretamente adulador-. Huevos con queso, leche o vino, lo que prefieran y unas migas receta de mi difunta suegra... ¿Saben? la madre de la mi esposa me entregó esta maner de hacerlas, y mi mujer se me chupa hasta los dedos... ¡pruébenlas, pruébenlas! -dijo señalando con el cucharón de madera a vuestros platos acompañado de una sonrisa-.

Si, excesivamente adulador.

Notas de juego

Descontáos tres monedas (alguien o a medias).

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01/10/2013, 00:42
Tristán Peñaranda

-Yo convido, compañeros -dije, entregando los maravedíes al posadero. Me pareció justo, pues durante toda la noche anterior habían sido mis compañeros quienes me habían convidado a mí.

La actitud del tuerto me parecía sospechosa. Demasiado. Parecía un hombre diferente al listillo de anoche, tratándonos ahora como a marqueses. ¿Qué se estaría trayendo ese manos aquel sucio reptil? Algo esperaba conseguir a cambio, de eso no había duda. Con dudas, probé aquellos huevos.

-Los míos que sean con vino, Jorge.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Me descuento el dinero. Tiro degustar a ver si ha escupido o no el muy cerdo xD

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01/10/2013, 10:49
Roldán "el aragonés"

- Gratitud por el convite buen Tristán. - Acepté de buen grado.

Aunque todavía rondaba en mi cabeza la idea de visitar a mi viejo amigo, pensé que lo más sensato sería dejarlo para otro momento. Mejor aprovechar aquella oportunidad surgida la noche anterior, pues más vale pájaro en mano que ciento volando.

Mis tripas crujieron cuando "el tuerto", demasiado amable para ser cierto, nos trajo el desayuno. - Leche por aquí. Ya fabra tiempo de darle al vino cuando acabemos la faena. - Preferí empezar el día con buen tiento y todos mis sentidos en su sitio.

- Muchacho, de hombre de mal vivir a guardia en un solo día. - Le dije al joven Tristán en tono jocoso al tiempo que le daba unas palmaditas en la espalda. - Veamos como se nos da aquesta faena. -

Después de devorar el desayuno me aseguré de tener todos mis pertrechos, no pensaba dejar nada en la taberna, pues quien la regentaba todavía no disfrutaba de mi confianza.

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01/10/2013, 14:30
Tristán Peñaranda

-¿Quién lo hubiese predicho ayer, verdad? -sonreí a Roldán mientras continuaba comiendo mi desayunando, regando bien los huevos con algo de vino - Pero el pasado es el pasado, aragonés. A Toledo vine buscando un nuevo trabajo, ni honrado ni vil, sólo algo que me permitiera tener un plato caliente en la mesa cada día, y a buen seguro que lo he conseguido, en parte gracias a vuesa merced. Nuestro crímenes quédense en el ayer, que bien Dios sabrá perdonarlos, y pensemos en el presente nada más.

Pensaba en qué nos depararía nuestro primer día como guardias de la ciudad. Bien podría tratarse de la labor más aburrida del mundo que de seguro la cumpliría gustoso por esos maravedíes, pero esperaba que al menos pudiésemos vivir alguna aventurilla.

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01/10/2013, 18:58
Severo del Monte

-Tened por seguro que nos las veremos con más de uno, pues Semana Santa en capital no es lugar pacífico alguno.- Dijo Severo a la vez que levantaba su vaso hacia sus compañeros de mesa a modo de brindis.- Gracias por el convite, maese Tristán. Lo último que me esperaba era encontrar almas de vuestra valía.-

Comiendo como si no hubiera mañana, Severo engulló la comida que le había traído "El Tuerto", mientras lo miraba de refilón. Una vez terminado, les sugirió a sus compañeros.-Creo que deberíamos enderezar el entuerto. Vamos a pasar noches aquí, y no quiero acabar haciendo guardias en mi propia cama. Disculpadme.- Levantándose, se dirigió con paso seguro hacia el tabernero. Situándose enfrente de él, se apoyó con los codos en la barra.

-Mi buen Jorge...- reclamó su atención.- Anoche no empezamos con buen pie y quisiera disculparnos por la desconfianza primera. Estábamos cansados y el hambre nos pudo, pero estamos en Semana Santa y debemos perdonar.- Haciendo un gesto hacia sus compañeros, comentó.- Alegre estoy, pues he hecho nuevas amistades. Roldán, Tristan... y un tal Fernando al que ya conocéis, creo.- Mirando tranquilamente hacia la lumbre del fuego, dijo.- Sí. Me han dicho además que Fernando es un hombre generoso con sus asalariados, así que, no veo porque nosotros, como asalariados suyos no debamos serlo, también.- Incorporándose de nuevo se separó de la barra. Sobre ella había dos maravedíes.- En fin, la generosidad. Curiosa virtud, pues igual que la gratitud no se regala facilmente, pero cuando se consigue... puede ayudar mucho en tiempos de necesidad.- Finalizó guiñándole un ojo, a la vez que se giraba, marchándose hacia sus compañeros. Las monedas quedaron en la barra.

Una vez en la mesa, agarró un trozo de la hogaza de pan, y un poco de carne seca para guardársela en el zurrón.- Creo que deberíamos ponernos en marcha, amigos, pues Maese Alguacil nos espera.

Notas de juego

Esto, amigos míos, se llamaba "hacer amigos" (sinónimo de soborno)  :-)

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02/10/2013, 10:15
Jorge "el Tuerto"

Quizá no notásteis el escupitajo que el Tuerto había hechado en la comida (no es que aquello fuera tal, sino que alguno de vosotros lo sospechaba), pero bien ricas que estaban las migas y el desayuno. Desde luego la suegra del Tuerto habría de estar levantada en volandas cual virgen en uno de esos pasos de Semana Santa por tan divina receta.. ¡Virgen Santa!.

Jorge, enseguida y ante el "ofrecimiento" de severo, asentía continuamente tras cada palabra de perdón, amistad y paz entre ellos que éste pronunciaba (seguramente cuando os fuísteis le entraría un buen dolor de lumbares...).

A sus pies, a sus pies -decía asintiendo a Severo y haciéndole como que le cogía la mano para besársela por dan dispuestas razones y bien dichas-. El fulano tenía ahora más miedo (de vosotros) que vergüenza, ya que habíais sido contratados por alguacil, y casi ni se atrevía a miraros a los ojos cuando os hablaba o le hablábais-. A sus pies, a sus pies... Venid a comer, dormir y forni... ejem... cuando queráis, mis señores... -decía-. A sus pies...

Tan a sus pies que parecía bien arrastrado para no quedar debidamente arrestado... Tras ello salísteis de alli debidamente preparados para vuestro nuevo trabajo.
 

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02/10/2013, 10:21
Fernando Jiménez

Lunes Santo, y el día amaneció nublado. Por mucho que buscábais el sol, éste no asomaba. Enseguida caminásteis hacia el cuartel que el Alguacil Fernando os dijo y hacia el que os dio explicaciones de cómo llegar. Estaba de esquina en una de las entradas a la plaza de la catedral de Toledo, la cual aún está en construcción. Tras unos minutos caminando y comenzando a ver despertar la ciudad, llegásteis al la plaza, la cual era bastante amplia y había peones trabajando en dicha catedral desde hacia ya unas horas.

En la esquina que os dijo Fernando se ubicaba el cuartel, y a simple vista se veía que era cuartel y no taberna o cualquier otra cosa. El edificio estaba formada por una planta baja revestida de mamposte de piedra y un piso superior de argamasa. Nada más entrar por la puerta, observásteis una estancia con una mesa, varias sillas y un tablón en una pared, en el cual colgaba un plano de la ciudad con algunas anotaciones hechas a carbón. Fernando estaba sentado en una de las sillas postrado en la mesa. Nada más veros, se levantó a recibiros.

Hola Señores, buenos días -dijo con un aire renovado de buen descanso nocturno-. Han llegado puntuales. Se lo agradezco... ¡Venga! Acérquense -sobre una silla había tres prendas. Fernando las cogió y os las mostró-. Tengan, estos jubones son para ustedes, seña de la guardia de Toledo. Pruébenselos, a ver si ajustan...

Notas de juego

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02/10/2013, 10:41
Severo del Monte

-Buenos días, mi señor.- Dijo educadamente Severo a la par que realizaba la correcta reverencia. Haber vivido entre monjes le había dado la soltura suficiente como para tratar con superiores.- Alégrome de que hayáis descansado.- Dicho esto, observó detenidamente los jubones con un poco de desconfianza. Severo siempre había vestido con colores monocromos propios de una orden monástica, y el llevar un jubón de esos colores le hacía sentirse tonto.

Acercándose a la mesa, depositó zurrón, capa, hacha y escudo, descubriendo un ancho y enorme torso protegido por una coracina ya muy batallada. Agarrando el jubón más ancho, se lo puso por encima de la coracina. Algo justo le venía, pero no impedía movimiento alguno ni molestaba. Haciendo aspavientos con los brazos para comprobar la correcta movilidad, se giró sonriente hacia sus amigos recientes, poniendo los brazos en cruz y realizando un breve paseo frente a ellos para mostrarles cómo le quedaba.- Sírvanse, señores. Ahora somos de la guardia. ¡JA!- finalizó con una risotada de buena gana.

Notas de juego

A todo esto, encuentro muy poco digno un guardia que lleve un jubón brillante con cinturón rosa... Esto nos traerá problemas, tiempo al tiempo... XDDD

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02/10/2013, 10:50
Roldán "el aragonés"

Aquella prenda no me agradó. No solo por lo ajustada que me quedaba, me sentía incomodo, sino porque siempre acostumbré a vestir cubierto de pieles y piezas de cuero que no mermaran mi movilidad. Siempre listo al combate, la esquiva y la carrera. Ahora me sentía preso, como si me faltara el aire embutido en aquella ridícula prenda. - Non seas tonto Roldán - Me dije a mi mismo intentando obviar aquella sensación. - Gratitud Fernando. - Dije al alguacil mientras miraba de reojo a Severo, que como un monigote de feria gesticulaba mientras soltaba sonoras risotadas. - Espero tenga mejores dotes en combate que en lo que soltar gracietas se refiere. -

- Vos diréis, ¿cuales son los mandatos para hoy?. - Pregunté al maestro alguacil, ansioso ya por ir al tajo.

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02/10/2013, 11:38
Tristán Peñaranda

Se notaba que no éramos los primeros en ponernos aquellos jubones, y no sé los de los demás, pero el mío apestaba a sudor rancio. No me podía quejar, pero en fin, si mi higiene personal ya había dejado de ser la adecuada hace tiempo, estaba seguro de que esto no ayudaría demasiado. Ni siquiera era de mi talla y no se me ajustaba bien, pero supongo que es lo que tienen los trabajos temporales.

Sin decir nada, esperé a que Fernando contestase a Roldán.  Siempre era mejor callar que hablar para decir alguna idiotez, y no tenía nada con sentido que aportar a lo que ya habían dicho mis nuevos compañeros en la guardia de Toledo.

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03/10/2013, 10:03
Fernando Jiménez

Bien, veo que les gusta... -decía el joven alguacil al ver vuestras caras ante el jubón oficial de la guardia*-. Vengan, miren esto -y entonces os hizo acercaros al mapa de la ciudad de Toledo que tenía colgado en el tablón-. ¿Ven esta zona? -rodeando un intervalo con el dedo-, es el barrio judío. Sus habitantes no suelen dar muchos problemas en estas fechas de Semana santa, pues saben que hay especial cuidado y vigilancia de la autoridad; aparte que -dijo un poco más bajo-, el pueblo cristiano puede no tomar bien a un judío en medio de una imagen de una Virgen o un Cristo: capaz de lincharles. Asi que, vuestro trabajo en estos días consistirá en vigilar dicho barrio, ese será vuestro foco de atención.

Según lo que iba señalando con el dedo, Fernando os hizo ver que patrullaríais diferentes calles del barrio judío, callejuelas, pasajes y plazuelas serpententes que poseía, sin ningún tipo de orden ni trazado previo: sólo vigilar y actuar en caso necesario.

Es más, ¡vayamos! Os acompañaré hasta allí, ¡andando! -dijo entremezclando un tono de cortesía y de mandato como jefe vuestro que era-. Enseguida salísteis del lugar y caminásteis por la concurrida ciudad de Toledo.

Notas de juego

*No es que sea ese mismito jubón, si no que google me llevó a él en una rápida búsqueda. Puede ser de otro color y más sucio, de cuero, etc... jaja (pensándolo bien, eso parece muy pomposo e incómodo).

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03/10/2013, 10:14
Director

La autoridad caminaba con la frente bien alta, y así se lo hacía saber por un lado, vuestra actitud de pecho en alto parejos a vuestros pasos, y por otro, el bonito jubón que mostraba cada uno... Pronto llegásteis al barrio judío, y así os lo hizo saber Ferndando. Enseguida os internásteis por un callejón estrecho, esombrecido por la torre de una parroquia mozárabe (la iglesia de Santo Tomé). En dicho callejón había un grupo de muchachos tirando piedras a la fachada de un pequeño local, cuya puerta estaba abierta, a través de la cual, además, los niñatos estaban insultando al dueño, que estaba en el interior mirando con mala caras a los crios...

Fernando se quedó clavado mirando la escena, con una sonrisilla en la boca, con lo que parecía que disfrtuaba. Emitió un "Shhh" para captar vuestra atención, y aún sonriendo, levantó las cejas queriendo señalar a los crios con ellas. Luego arqueó la cabeza en la misma dirección: parecía que quería veros en acción, en vuestro bautismo de fuego... ¿No érais acaso ahora la autoridad?

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03/10/2013, 10:59
Roldán "el aragonés"

- Esto será divertido. - Pensaba mientras me acercaba a los muchachos sigilosamente, intentando que no me vieran para darles así buen susto y evitar tener que dar una carrera. Agarré al primero de los incautos y jovenes alborotadores por la oreja, dandole un fuerte tirón. - ¡Zagales!, ¿pareceos bonito lanzar pedrada et insultó contra casa ajena? - Hable con tono autoritario al resto de mocosos mientras mantenía al más desdichado de puntillas colgando de la oreja. - Andar con tiento, a la próxima quedome con las vuesas orejas. - Después de la advertencia solte al que tenía agarrado y dandole una patada en el trasero (con poca fuerza) dejé que se marcharan. - ¡Agora largo! - Les grite.

Miré Fernando esperando su aprobación, pues aquello era cosa de chiquillos y no necesitaba mayor castigo.

- Tiradas (1)
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03/10/2013, 11:56
Tristán Peñaranda

He de reconocerlo. Me encantaban las miradas que la gente nos echaba conforme andábamos por la ciudad. Por primera vez en mucho tiempo, no notaba ese desprecio en los ojos de los demás. Caminé con el pecho hechido de orgullo, disfrutando el momento.

Cuando nos encontramos a los vándalos, Roldán fue el primero que se adelantó. Avancé junto a él, pero antes de que pudiese decir nada, el aragonés ya andaba imponiendo nuestra recién adquirida autoridad. Sin más, sólo apoyé a mi compañero.

-Ya habéis escuchado al compañero. ¡Poned pies en polvorosa!

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04/10/2013, 12:03
Fernando Jiménez

El niño que fue cogido por la oreja pareció orinarse encima, pues su roído pantalón bien que dejó ver la marca que dejan estas cosas... El resto miraba estupefactos la escena, mientras se retiraban un poco, con más miedo que vergüenza. Cuando Roldán dio una patada al muchacho, éste salió corriendo, frotándose el trasero del dolor de la bota... ¡Seguro que bien picaba!

Fernando asintió, complacido. Bueno, en realidad no había sido nada del otro mundo, pero así es como mejor se hacen las cosas, puesto que no siempre es necesario y prudente mantener el órden enseñando una espada, que más bien valen los buenos modales y los ejemplos correctos que un enjuicimiento... Aunque ambas cosas aplicadas al mismo vago o maleante tampoco viene mal... Fernando carraspeó tras el evento y luego os habló.

Venga, entremos, el hombre parece querer decirnos algo -dijo refiriendose al dueño de la casa-.

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04/10/2013, 12:11
Daniel Leví

Sin dilación alguna entrásteis en la casa, y vísteis que el interor se componía de un cuarto estrecho lleno de baratijas de metal, abalorios y productos que bien valen para vender en mercado; iban desde pulseras más pequeñas que un anillo de casamiento, hasta hebillas de cinturón, y también algun collar sencillo. En el centro de la habitación había un yunque, y sobre éste se encontraba un pequeño martillo, tan pequeño que parecía cosa de juego, junto a una cadenilla de metal.

El tipo que había allí se incorporó enseguida, en cuanto os vio entrar, el cual vestía ropas viejas y alargadas, como una especie de chilaba cosida por doquier y aún así roída. Llevaba también una kipá (el gorrito ceremonial) manchado de hollín. Tenía barba poblada y blanquecina, nariz grande y "aguileña" (con aspecto de pico), que no paraba de moverse mientras, continuamente, gesticula genuflexiones y tambaleos hacia delante y arriba, muestra de su respeto y adulación por vosotros desde que entrásteis.

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04/10/2013, 12:20
Fernando Jiménez

Fernando le sonrió un poco y le hizo gestos como para que se calmara, que tanta adulación no hacía falta.

Su nombre es Daniel Leví -os susurró el alguacil-. En ese momento entró en la tienda un cliente, con lo que Daniel dejó de prestaros atención y alabaros con su movimiento e intentó atender al mismo

Notas de juego

Hacedme una tirada de Descubrir (PER)

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04/10/2013, 12:35
Tristán Peñaranda

Entré a aquella casa y observé al judío y todo lo que había alrededor. Eran todo baratijas, pero quizá hubiese algo interesante.

-No se preocupe, buen hombre, aquestos criajos no le molestarán más -le dije, sin dejar de prestar atención a aquella curiosa casucha. Luego me quedé esperando su respuesta junto a mis compañeros. Quizá no fuese el más indicado para decir aquello, puesto que Roldán había sido quien había espantado a aquellos vándalos, pero quería saborear un poco de mi nueva autoridad.

- Tiradas (1)
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04/10/2013, 12:49
Roldán "el aragonés"

Nunca ví antes tal cantidad de baratijas juntas en un espacio tan reducido. - Buen día. - Saludé a esa especie de mercader de rasgos aguileños. Ahora entendía por qué aquellos mocosos se burlaban de él y le lanzaban piedras, yo en mis tiempos mozos probablemente hubiera hecho lo mismo.

- Ese nombre me suena. - Pensé al escuchar a Fernando susurrar su nombre. Era ese judío del que hablaban los soldados en el Escudo Verde. En aquella conversación hicieron referencia a la dudosa procedencia de aquellas baratijas. - ¿De donde conseguís todas aquestas baratijas? ¿Acaso las faceis todas usando yunque et martillo?. - Le pregunté al que por su vestimenta deduje era un judío, con la esperanza de encontrar en su respuesta algo de veracidad en la conversación de los alguaciles.

- Tiradas (1)
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04/10/2013, 23:24
Severo del Monte

La risa gutural de Severo se fue apagando cuando el último de los niños apremió corriendo el paso ante la patada de Tristán. Todavía con la sonrisa en los labios, el soldado siguió a sus compañeros al interior del cuartucho en el que el judío ejercía su "profesión", fuera cual fuera.

Severo había pasado mucho tiempo entre frailes, y no había oído mucha cosa buena de los judíos. No obstante se reservó su opinión, pues también era conocedor que, a pesar de ser los asesinos de Cristo Nuestro Señor, ambas religiones provenían de raíces comunes. Distraídamente, empezó a rebuscar entre los diferentes abalorios de la tienda, más por curiosidad que por ansia de encontrar algo. Entrecerrando los ojos y metiendo las narices casi en el interior de las cajas y estantes, más bien parecía que Severo olía los objetos, más que verlos.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Voy a tirar por descubrir, pero os advierto que Severo no ve tres en un burro, así que dependo de vuestros ojos. ;-)