Partida Rol por web

Intriga en Katapesh

Capítulo Tercero - Decisiones

Cargando editor
02/02/2013, 18:55

Ya muy entrada la noche llegan al "Gnomo Ahorcado". Atan a los caballos en los palenques de la posada y entran cansados a la posada. Como era de esperar, Tholkar los recibe con alegría y los invita a cenar, les comenta que hay gente que ya duerme, sólo un humano y un semielfo quedan conversando en la planta baja dónde comen, sentados en una esquina, por sus ropas deben ser comerciantes del norte. Luego de subir a higienizarse bajan a disfrutar de la merecida cena, un estofado caliente con pan del día y algunas ensaladas, para beber, como no, cerveza. A las apuradas logran comentarle muy por arriba lo sucedido al enano y a su mujer. Es increíble lo rápido que estos dos limpiaron la sangre de la mañana, prueba irrefutable de la fuerza de trabajo de los enanos. Al terminar de comer no se demoran en ir a descansar y recuperar fuerzas.

Al día siguiente vuelven a ser despertados por el sol que entra por sus ventanas, el reflejo del oasis, los gnomos en el alboroto por abrir el mercado, es todo igual. 

Cargando editor
02/02/2013, 23:08
KosjOthDaraxtrix

A la mañana siguiente, bajo con la misma cara que había presentado el día anterior a la mañana, una cara agotada, los ojos entrecerrados, la capucha sobre el rostro, y pocas fuerzas para sostener el cucharón con el que me como el desayuno.  - ¿¿No odiaiss esta maldita luz Sssolar??- pregunto al grupo que parecía haberse levantado algo antes que yo esta mañana. - nonono...- valvuceo entre dientes mientras sigo comiendo a duras penas. - Iremos a vender loss tesssorosss que encontramoss ayer?? ¿¿sisi?? - pregunto con un tono considerablemente agotado, mientras me quito unas gachas que me chorreaban por la barbilla, lentamente. 

Cargando editor
03/02/2013, 02:02
Zenda

Zenda ha empujado la cama hasta la pared bajo la ventana, y está sentada sobre el colchón de paja, con las piernas cruzadas. Las contraventanas están abiertas, dejando entrar el fresco nocturno, y en el alféizar reposan el diario, el tintero y una vela a medio consumir. Aunque no tiene más que escribir, no se decide a soltar la pluma, y la hace girar entre los dedos mientras revisa el texto.

Una ráfaga de viento apaga la vela y se cuela entre las hojas del diario, sacándolas a bailar. Zenda se frota los hombros desnudos. No se ha dado cuenta hasta ahora de que, sin la ropa, la piel se le ha erizado como la de un pollito. No quiere irse todavía a la cama, pero parece que no le queda más remedio si no quiere pillar un resfriado, así cierra el libro, recoge los enseres de escritura y cierra la contraventana. Agarra las sábanas y se cubre con ellas hasta la cabeza.

Agotada por las peleas, las horas de cabalgada y la tensión acumulada durante la exploración de la cueva, y tras una buena comida y bebida, ni siquiera las preocupaciones evitan que se duerma de inmediato, acariciándose inconscientemente la cicatriz que le ha dejado la espada del esclavista, a pesar de la magia de Marcus.

Unas horas después, la luz que se cuela entre las rendijas de las contraventanas y el bullicio de los gnomos la despiertan. Zenda repite su ritual matutino, volviendo a memorizar el conjuro que utilizó el día anterior, y limpiando y planchando la ropa con un cantrip, antes de vestirse y bajar al salón.

Al igual que el día previo, pide un copioso desayuno, asegurándose de que sea suficiente para cuatro, y lo lleva ella misma la mesa. Esta vez, sin embargo, se siente de cara a la puerta, con la ballesta cargada y la cimitarra en el regazo. Uno tras de otro, el resto de los compañeros casuales descienden de sus habitaciones y se sientan alrededor de la mesa.

Zenda sonríe cuando Kosj se queja, tal y como hiciera el día anterior, de la luz. Probablemente le irrite más de lo que ella imagina, pero el mal humor del kóbold le resulta cómico. Y no dura mucho, pues enseguida cambia de tema, y expresa su interés por vender los trastos, que él llama tesoro, que consiguieron en la cueva.

—Sin duda, Kosj —responde Zenda—, aunque no creo que saquiemos mucho por ello. También tenemos que prieguntar a quien le dehó los amuletos Shade para que los idientificara. Le cohí otro de esos al eshclavista muerto, así que tienemos cuatro.

Zenda saca el amuleto con el símbolo de Asmodeus de un bolsillo de la túnica y lo muestra a los demás. No vale la pena retrsar esto más tiempo, no puedo permitirme demoras. Suspira.

—De todos modos —continúa—, hay algo que me gushtaría aclarar. Ayier fuimos atacados por los eshclavistas, y no sabíamos la razón. Hoy sabemos que priobablemente no iban a por nosotrosh. Los eshclavistas vieron a unos viaheros solitarios, recién llegados al pueblo, por los que no espieraban que nadie moviera un dedo. Puede que incluso quisieran solamiente a Kosj, por ser de una especie tan exiótica en estas tierrash. Ya no estamos en pieligro, podiemos seguir nuestras vidash en paz.

»Sin embargo —Zenda hace una pausa y cruza la mirada con las de los demás—, yo tengo riazones personales para inviestigar a su organización. Nos conocimos ayer, y no puedo piediros que me acompañéis, pero niecesito esos libros, o al menos tenerlos unos días para hacier copias. Y si sabiéis algo que yo no sé, y que me pueda ayudar, que lo compartáish conmigo.

Cargando editor
03/02/2013, 18:07
Shadergoralim

Shade no paraba de juguetear con Twinky desde que regresó junto a él, también intercambió algunas opiniones con Marcus en el camino de regreso, finalmente, tras llegar al "Gnomo Ahorcado" decidió que lo mejor era disfrutar de una buena cena, unas cantas bebidas y algo de tabaco, ya en la mañana podrían ir donde Reginald y discutir los progresos de la investigación sobre los esclavistas.

La mañana llegó y después de asearse y repasar algunas páginas de su libro, finalmente decidió ir a desayunar, allí Zenda les esperaba con el desayuno servido, agradeciendo cortésmente el gentil gesto de su nueva compañera, el escamoso Kosj seguía con su acostumbrada verborrea matutina, causándole una que otra risa al pequeño Gnomo, quien se levantó de improvisto con el desayuno a medio terminar cuando Zenda saca el amuleto...

- Es verdad por poco lo olvido!!!, ya regreso... - acto seguido, Shade salió corriendo acompañado por su fiel amigo alado.

Notas de juego

Asumamos que Shade no estuvo en el momento en que Zenda mencionó sus intenciones, pues al ver el amuleto le recordó algo urgente y salió de allí antes de escuchar las palabras de la mujer.

Cargando editor
03/02/2013, 18:19
Shadergoralim

Shade llegó algo agotado a la casa de Thoradim y golpeó la puerta incesantemente.

- Hola!!!! Thoradim, estás allí? -

Notas de juego

La idea es ir a donde Thoradim y reclamar los amuletos modificados para mostrárselos a mis compañeros, para luego proponerles que nos consolidemos como grupo.

Cargando editor
03/02/2013, 20:32
Marcus

Marcus habla para pasar el rato con Shader, el pequeño mago hace comentarios bastante ingeniosos y la conversación es interesante, tanto que el viaje se le pasa en un momento.

Cansados como están se retiran rápidamente a sus habitaciones. Al alba Marcus se levanta para rezar sus plegarias matinales, y esta vez tiene mucho que agradecer. Se ha topado con fanaticos de Asmodeus, con un par de drows y un duergar y... contra pronostico, ha sobrevivido.

Su impulso natural es el de encontrar una nueva caravana y marchar, su corazón es nomada y está al servicio de Erastil. Lleva ya tiempo recorriendo los caminos y predicando el recto camino, hacer el bien y dar ejemplo. Sin embargo, esos libros de los esclavistas... esas equis, tantas equis marcando víctimas. Su animo está agitado, igual que el de la espadachina si no ha juzgado mal.

Se encoge de hombros y baja las escaleras, estas cosas se piensan mejor con el estomago lleno. Pero al llegar al mostrador para ir a pedir el desayuno el tabernero le señala con la cabeza a Zenda. Al parecer se le ha adelantado, igual que el kobold y el gnomo.

- Bueno, parece que en algo si que ha cambiado mi suerte - dice algo más animado al ver el despliegue de zumo, mermelada, pan, queso... - esto si que es un desayuno en condiciones. - La conversación fluye animada, Marcus más preocupado de llevar comida a su boca que de intervenir hasta que Zenda dice lo siguiente.

Cita:

yo tengo riazones personales para inviestigar a su organización. Nos conocimos ayer, y no puedo piediros que me acompañéis, pero niecesito esos libros, o al menos tenerlos unos días para hacier copias. Y si sabiéis algo que yo no sé, y que me pueda ayudar, que lo compartáish conmigo.

Y eso es lo que hace que su corazón se decida. No puede dejarla en esto sola. - Te acompañaré - dice, un par de palabras, pero con mucho peso. Acaban de marcar su futuro inmediato.

Cargando editor
04/02/2013, 01:51
Zenda

Había escuchado las palabras de Marcus el día anterior, mientras regresaban a Yavipho, pero las había considerado una explosión de rabia espontánea, la reacción natural de una persona decente al contenido de los registros que habían arrebatado a los esclavistas. Pero escucharlo decir que iba a acompañarla en su búsqueda, sin saber exactamente de qué se trataba, a pesar de haberla conocido menos de dos días antes, le resulta sorprendente. Y abrumador. Va a ser una investigación peligrosa, y cuando dé sus frutos, inevitablemente habrá una confrontación. Lo que ha leído en ese maldito volumen, si sus sospechas son ciertas, bien puede ser culpa de su imprudente y caprichoso comportamiento. ¿Se está precipitando otra vez? ¿Y si muere? No, no, no, Zenda, no es un crío como tú cuando te marchaste, sino un adulto que casi te dobla en edad, y que probablemente sabe lo que hace mejor que tú. No creas que el resto del mundo son reflejos distorsionados de ti misma.

—Te lo agradezco, Marcus —dice Zenda, clavando la mirada en la del clérigo—. Sabesh que va a ser pieligroso. Ayer sobrievivimos, pero mañana... pueden ser demasiados, o más hábiles que noshotros. Piodemos morir, o acabar encadenados, conviertidos en mercancías.

No son preguntas. No duda que Marcus es perfectamente consciente de lo que implica ir tras los esclavistas, pero necesita decirlo en voz alta. Asegurarse de que todos los han escuchado.

Cargando editor
04/02/2013, 17:00
Theradim

Se me pasó un detallito. En el libro rojo encontraste esta entrada:

Esclavo Nº 1354
Enano entrado en años, responde al nombre de Theradim, barbas largas y blancas, lleva un tatuaje de un martillo en la espalda.
Estuvo trabajando en nuestras minas y luego estuvo detenido en Osirion
Fecha de captura: 16/04/4638 Fecha de escape: 15/06/4659
Escapo mientras se lo intentaba re ubicar de nuevo en la mina.
No se sabe su ubicación. Se presume que puede andar por Katapesh o Qadira
Se lo busca vivo. 

 

El enano te abre la puerta alegra de que hayas vuelto, te invita a pasar, se prende una pipa y se sientan a conversar.

- Me alegra que hayas vuelto. Cuando Reginald me contó a dónde iban me preocupé mucho, sería bueno que nos apuremos aquí y vuelvas a lo de Tholkar, allí ya deberían estar Reginald y Svilnerfin, sería bueno que les aclaren la situación a ver que hacen.

- Supongo que no habrás venido a hablar sólo con un viejo, jejeje, habrás venido por los amuletos... a ver... - Se poné unos lentes y trae en una cajita los amuletos con los símbolos ya transfomardos con los diseños que le habías dado. - Eran amuletos de "Natural Armor" (+1), pero estaban imbuidos con una magia especial, sólo protegería a los seguidores de Asmodeus, ese tipo de magia no es muy común - se va poniendo serio a medida que va largando las palabras - Digamos que no fue fácil realizar el trabajo, ejejej - se rasca la barba con la mano izquierda y al caerle la manga por la gravedad ves que lleva una venda en el brazo - En fin, ahora rebatí esta magia y protegerán a cualquiera que los porte.

Cargando editor
04/02/2013, 17:29
Svalnerfin

La charla era amena, hasta que volvió el tema de los esclavistas, Zenda y Marcus parecen comprometidos. Shade ha dejado el lugar, se dejó sus cosas, así que no debería tardar en volver.

Su charla sobre planes futuros se ve interrumpida, dos sujetos entran a la posada, saludan muy amistosamente con fuertes apretones de manos al posadero y se dirigen a uds. Eran Reginald y un gnomo. Extrañamente, dentro de lo excéntrico de los gnomos este parecía bastante centrado. Reginald ahora porta una armadura, una coraza con un símbolo de un halcón gris de gran tamaño en ella. El gnomo lleva una túnica blanca con el mismo símbolo bordado en el pecho, pero no tan grande.

Reginald se pide una cerveza y ambos se sientan con uds.

- Me presento, soy Svalnerfin, soy el gnomo más antiguo aquí, artesano, estudioso de las artes acarnas y alquimista, Reginald me comentó de la empresa que llevaron a cabo ayer, sabrán entender que para nosotros dos es de suma importancia que nos cuenten qué paso en los Picos Brazen. Desde ya sepán que estamos infinitamente agradecidos. Sabrán que Reg es el encargado de la seguridad y yo soy consejero de todo habitante del pueblo.

Notas de juego

Shade: si te quedas mucho tiempo más en lo de Theradim te perdés esto, si decidís volver rápido te encontrás en la entrada con estos dos.

Cargando editor
04/02/2013, 21:27
Marcus

Miro a Zenda, algo inseguro de lo que quiere contar - La cosa fue algo fortuita. Unos fanaticos de Asmodeus, pues que otra clase de persona venera a alguien así y no a Erastil por ejemplo... - alzo las manos - pero me estoy desviando, disculpen, es la costumbre.

- Por donde iba, ¡ah si! Pues tres de esos seguidores del dios de la avaricia trataron de esclavizarnos - alzo los hombros - supongo que pensaron que nadie echaría de menos a unos viajeros de paso y que seriamos unas buenas ganancias. Pero amigo - digo bajando la voz ee inclinandome hacia delante - ¡Calcularon mal! - vuelvo a recostarme dando una sonora palmada en la mesa.

- Después de eso naturalmente fuimos a ver si tenian alguna persona menos afortunada. Entiendame no tengo madera de heroe, pero no podía dejar a alguien correr esa suerte y encontramos una carreta a la entrada de una cueva, y dentro de ella... - hago una pausa dramática - no se si se lo va a creer - mantengo el silencio unos momentos más haciendo que la tensión crezca - drows, no uno, sino dos y bien cerca de la superficie. Sin duda, algún trato tendrian con los esclavistas. Y ademas de drows también habia un enano de la suboscuridad, un... esto, como se les llama... ah si, un duergar. Un malnacido codicioso de esos, alguien de su raza seguro que sacaba tajada con el negocio de los esclavos.

Notas de juego

Marcus deja lo de los libros aparte por prudencia, no sabe si Zenda o Shade quieren comentarlo o no.

Cargando editor
05/02/2013, 01:04
Zenda

Antes de que sus compañeros, o ella, puedan decir algo más,  Reginald  y un gno mo desconocido irrumpen en la posada, y tras saludar efusivamente a Tholkar, se acercan a la mesa y se sientan. El pequeño se presenta como Sva lnerfin, habitante más veterano del lugar, erudito y consejero.  Y algo más, ese nombre lo mencionó Reginald, implicando que tenía poder de decisión en el pueblo, recuerda Zenda, ayer, cuando nos conocimos. Curiosamente, ambos hombres llevan en sus vestimentas un emblema que muestra un halcón gris.

Svalnerfin no pierde el tiempo, y pregunta directamente por los resultados de la investigación en el campamento de los esclavistas. Marcus es quien se anima a narrar lo ocurrido.

Mientras el hombre habla,  Zenda  llama la atención de Tholkar, y le indica que traiga comida  y bebida, aunque Reginald ya se ha procurado una cerveza por su cuenta, para los dos recién llegados.

Zenda no puede evitar sonreír al escuchar el recuento del sacerdote de las experiencias del día anterior. No sé si tiene madera de héroe, piensa, pero quizás sí de narrador.

—Priesumo que ya lo sabríais —añade Zenda, mientras rebusca algo entre los pliegues de la ropa—, pero tenéis al menosh una entrada a las Tierras Oscurash junto al pueblo. Los elfos y el enano habían ashciendido para comprar eshclavos. Confiesaron que su ciudad se encontraba a cinco hornadas de viahe.

La mujer muestra el papel en el que había copiado la inscripción de la roca.

—Encontramos eshte texto —continúa, rebuscando esta vez en algún lugar bajo la tabla de mesa, que los demás no alcanzan a ver— en una roca cercana a la entrada de la cueva. Kosj nosh lo traduho, antes de que tuviéramos el conflicto con los subterriáneos. Indica la existiencia de una entrada.

Zenda muestra entonces la moneda con el símbolo del dios Aroden.

—Riespecto a los eshclavistas —dice, colocando la moneda en el centro de la mesa—, el que creemos era el último de ellos eshtaba muerto. Priobablemente algún eshclavo fugado, aproviechando que estaba solo. Encontramos esa moneda en su vehículo. Rieconocemos el símbolo del dios  Aroden , pero no sabemosh qué rielación puede tener con los eshclavistas.

Por otro lado —prosigue, señalando los halcones bordados en la ropa de  Reginald  y Svalnerfin—, no puedo evitar sientir curiosidad. ¿Qué es eshe símbolo? 

Notas de juego

Ordeno desayuno para los dos recién llegados. Dime cuánto cuesta todo para que lo vaya descontando.

Al dicho por Marcus, añade la pregunta sobre la moneda de Aroden, y el símbolo que llevan Reg y Svar.

Cargando editor
05/02/2013, 16:51
Shadergoralim

Shade recibió los amuletos de Thoradim y le agradeció el gesto informándole que tenía que regresar urgente a la posada, pero que volvería para pagarle el favor e informarle de algo relacionado con los esclavistas y el, entonces salió corriendo del lugar con una gran sonrisa acompañado por Twinky 

Cargando editor
05/02/2013, 16:54
Shadergoralim

Shade volvió a la posada justo a tiempo para ver a Reginald y Svalnerfin, se notaba agotado y y portaba unos medallones en la mano, llegó a la mesa y se unió a sus compañeros mientras escuchaba los informes que daban sus compañeros, entonces sacó los tomos azul y rojo que habían encontrado en la carreta de los esclavistas y los puso sobre la mesa.

- También encontramos estos libros que tienen información importante, explica como hacian sus sucias transacciones y además muestran como "ajustician" a los esclavos fugitivos....- Añadió el Gnomo con marcado desprecio en sus palabras, aun  no podía aceptar como es que esto es tan común en esa región y su brújula moral le incitaba en hacer algo al respecto.

Entonces observó a sus amigos y agregó dejando los 3 medallones sobre la mesa, los cuales tenían la siguiente forma.

-Creí que usar los mismos medallones de Asmodeus no iba a ser del agrado de todos, así que le pedí a mi amigo Thoradim que lo modificara para nosotros...- Sonrió ante sus palabras y agregó - Es un obsequio que quería hacerles y también con el motivo de proponerles consolidarnos como grupo para combatir a esa escoria esclavista.... ¿Que dicen? -

Cargando editor
06/02/2013, 01:14
Zenda

—Priecisamente —responde a la propuesta de Shade—, hablábamos de eso antesh de que lliegaran los caballerosh.

Zenda recoge el medallón de la mesa. El símbolo es... apropiado, aunque quizás un tanto evidente. Sostiene la cadena entre los dedos y lo balancea ante sí.

—Creo que lo priefiero así. Gracias, Shade. ¿Tiene alguna propiedad o es solo diecorativo? —pregunta.

Cargando editor
06/02/2013, 08:56
KosjOthDaraxtrix

Los compañeros parlotean sin cesar, mientras la cabeza aun me dá algunas vueltas, pero conforme la comida va internandose en mi pequeño cuerpo, voy reconfortandome y aunque la luz aun entra profunda en mis pequeños ojos, comienzo a recuperar mi alegría. 

- Sisisisi!!, pero no sabeis lo mejor!! Sisisisi, enemigos por docenas, negros como la noche ataviados con armas y armaduras salían de la oscuridad, ¿sabeos? Sí, seguro que lo sabeis, sisisi. Tenian suerte de que estuviera yo allí para cubrirles las espaldas, sisisisi!! Mucha suerte!!! - sigo comentando con mis pequeñas pupilas tan cerradas que apenas son un pequeñísimo punto en un mar rojo brillante - Pero bueno, no eran tan malos sabeis, solo negros sisisi, muy muy negros, eran tan negros!!!... bueno sí, vamos que eran muy oscuros, pero el enano era un ser muy simpático, sisisi, ¿¿sabeis?? No era tan malo nonono, solo enano, sí, son tercos hasta los que son oscuros, vayavayavaya, ¿¿y habeis visto que carro hemos conseguido?? Lo traje yo hasta aquí sisisi, esque nuestro amigo- digo señalando a Marcus- se le olvidan todas las cosas interesantes de las historias, nonono, no esque seas aburrido nonono, esque se te olvidan cosas, ¿¿sabes?? Tal vez deberías ir a mirartelo, sisisi, yo tenía un abuelo... bueno bueno eso tal vez no sea importante ahora, que estaba diciendo a sí?? Un encarnizado combate, decenas de enemigos, aunque algunos pensaron que era mejor echarse una siesta, no sé que les pasa a la gente mala en estas tierras, tal vez no duerman mucho nonono, pero cada vez que nos los encontramos le dá por dormir, sisisi, bueno, yo también lo haría con todo este sol sisisi. - sigo parloteando unos segundo más, hasta que Shade saca los medallones, rápidamente atraigo uno hasta mí y lo muerdo, - sisisi, buenobuenobueno, venga aceptarémos amuleto como animal de compañía, ¿¿pero nos quedamos los caballos no?? Sisisisi claro que sí. 

Finalmente con un ágil movimiento de manos guardo el amuleto en uno de los innumerables bolsillos de mi chaqueta. 

 

Cargando editor
07/02/2013, 15:54
Shadergoralim

Claramente el rostro de Shade denotaba alegría al confirmar que podía contar con aquel grupo... - Claro!, son mágicos, como ya sabían, proporcionan una protección natural a su portador.... lo extraño es - Agregó mientras se tomaba la barbilla - ...que estaban imbuidos con una magia especial, que hacía solo beneficiar a los adoradores de Asmodeus, sin embargo mi amigo Theradim se las arregló para eliminar ese efecto, aunque me dijo que no fue nada fácil. -

Entonces le alcancó el tercero de los medallones a Marcus, repartiendo así los 3, mientras le indicaba a Zenda, - Que haremos con ese cuarto medallón?, podríamos modificarlo también! - Después observó a Reginald y Svalnerfin - ¿Que opinan de los informes obtenidos? -

 

Cargando editor
07/02/2013, 16:34
Zenda

Zenda entrega el medallón recuperado del último esclavista a Shade.

—Cuatro miedallonesh para cuatro personas —responde—. Si puede modificarlo, es lo riazonable.

La mujer se pasa la cadena por la cabeza, y cuelga el medallón de su cuello. No siente físiciamente el efecto indicado por el ilusionista, así que recoge la cimitarra de su regazo y desliza el índice por su afilado filo. La yema del dedo queda marcada, y las capas superiores de la epidermis se rompen, pero no lo suficiente como para abrir una herida.

—Creo que funciona.

¿Es bastante para desviar o sujetar una espada con la mano desnuda?

Notas de juego

¿Son amuletos de armadura natural +1? Nunca viene mal un poco de protección.

Cargando editor
07/02/2013, 17:34
Svalnerfin

- ¡Sabía que tenía que haber una salida! Tenemos, ejem, información sobre una entrada a las Darklands en los Picos Brazen, en los más alto se encuentra The Jackal's Maw. La única forma de entrar por allí es "cayendo", allí las tribus gnolls hacen sacrificios, pero era totalmente desconocida la entrada. Quizá luego le puedan mostrar en un mapa a Reginald la ubicación precisa de la entrada.

- Veo que deciden tomar cartas en el asunto, sepan que no será nada fácil. Obviamente, estos sólo eran peones de una organización superior, no esperen encontrarse con gente importante de "ellos" con tan limitadas, esto, "capacidades". Si esta gente trataba con Drows, bueno, no debería agregar que son comandados por alguna mente brillante y gente MUY poderosa. 

- ¿Tienen algún plan de acción? ¿Alguna pista que seguir? Mientras terminan de desayunar y se despejan por la mañana nos gustaría pegarle una mirada a los libros, si les parece bien, creemos que más de un, ejem, amigo nuestro, podría estar en peligro.

Notas de juego

Son amuletos de Armadura Natural +1, efectivamente.

Cargando editor
07/02/2013, 20:53
Marcus

Tomo el medallón con reverencia, me lo coloco al cuello lentamente mientras murmuro unas palabras de agradecimiento - Lo que ayudaba al mal de Asmodeus ahora protege a un clerigo de Erastil, ciertamente parece poetico. - Detiene un momento su lengua y luego continua - Mis habilidades son pobres, apenas soy algo mejor que un novicio de Erastil, y mi puntería con el arco como habéis podido ver no siempre es muy buena - sonrio al recordar como se me calleron dos flechas seguidas por los nervios allá en la caverna.

- En fin, que no me veo ni con las pintas ni con el valor de uno de esos heroes de leyendas sobre los que hablan los bardos, pero no pienso dar un paso atrás. Cuanto más oigo peor parece la oscuridad que rodea todo esto. Detesto la esclavitud y no me puedo quedar al margen. Creo que esto es una prueba que ha puesto Erastil en mi camino, así que contad con mi arco y mi magia divina. - Apoyo mi mano sobre la mesa con la palma hacia abajo mientras miro a Zenda, Shade y Kos esperando que hagan lo mismo - Juntos ¡hasta el final!

Cargando editor
08/02/2013, 01:42
Zenda

Las advertencias de Svalnerfin son, precisamente, las que Zenda tiene en mente. Una organización del tamaño que demuestran los registros no puede estar formada solo por esbirros como los que se han topado. Tiene que haber al menos un cerebro detrás, probablemente varios, y músculo, mucho músculo.

—Los riegistros —dice, señalando los volúmenes— detallan nombresh, o alias, de clientes y prioveedores. No tenemosh localicazionesh concretas, pero sé dónde buscar. Los tientáculos de los eshclavistas se extienden al menos en Oshirion, Katapesh y Qadira. En las tries naciones se comiercia legalmente con eshclavos. Y allá donde exishte diemanda, exishten poshibilidades de apriovechar la parte que el comiercio riegulado no puede satishfacer. Sothis, Katheer o la ciudad de Katapesh, en todash ellash debe exishtir mercado negro de eshclavos. Incluso en asentamientosh más rieducidos donde se trafique, como la cercana Gancho de Bronce, podrían estar priesentes.

 

Zenda sonríe ante la ocurrencia de Marcus. Parece que la cosa va en serio, al fin y al cabo. Probablemente la aventura termine con todos muertos o esclavizados, como ha comentado antes, pero si aconteciera tan funesto fin no habría lugar para sentimientos de culpa o arrepentimiento. Cada uno de ellos, a falta de la confirmación de Kosj, tiene sus propias razones para embarcarse en la empresa.

—Los bardos y los eshcritores —dice, cerrando los ojos, recordando las historias que acompañaron su infancia— tiene que ser mentirosos. La realidad es fea y sucia. Esos héroes de leyenda tenían que baharse del caballo y eshcondierse tras unos matorrales cuando tenían un aprietón. Y si les ocurría durante el combate, se lo hacían en la armadura. Los poemas épicos no se dietienen en dietalles mundanosh. Lo que hace liehendario al héroe no es la calidad su hazaña, sino la habilidad del que la diescribe. Si alguien escribe algún día sobre niosotros, no sieremos nosotros, sino un brillante campeón del bien, la pioderosa y orgulliosa prohenie de un wyrm, el más astuto de los gnomos ilusionistas, y una bielleza que empuña mahia y aciero torbellino de destrucción.

Zenda apoya la mano sobre la de Marcus. A pesar de la solemnidad del momento, no pudo evitar soltar una risita al percatarse de un detalle.

—Crieo que Kosj y Shade van a tiener que subir a la mesha para alcanzarnos.