Partida Rol por web

Intrigas en la Corte

Aposentos del Castillo

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13/01/2018, 19:39
Príncipe Dionysos

El príncipe se encuentra sentado en el tocador de la princesa con uno de los vestidos de esta.

Cuando oye abrirse la puerta se gira sin saber muy bien a quiéns e va a encontrar. Finalmente, la primera en llegar ha sido Ibb.

Hermanita, vamos a necesitar más peluca, más maquillaje y menos luz si queremos que esto salga bien. - Dice con una sonrisa y un guiño hacia Ibb.

Cuando se gira, totalmente, se hace evidente que hay otra cosa más que van a necesitar en mayor abundancia. Dos cosas, para ser exactos.

Querida Ibb. Esta será solo la primera de las sorpresas. - Dice sustituyendo su habitual sonrisa por otra más extraña. Más enigmática.

Perdona que te asalte de esta guisa, pero es importante. ¿Has hablado con madre en confidencia últimamente? Sabes que no te lo preguntaría si no fuese importante. De vida o muerte, diría yo.

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14/01/2018, 11:38
Ibb

Apenas consigo atender a las palabras del príncipe, sorprendida estoy por su aspecto. Pero, finalmente, asiento con la cabeza.
-Hablé con ella esta mañana. -Me muerdo el labio inferior, indecisa. Le había prometido discrección a la reina, pero mi verdadera lealtad está con el príncipe.

Respiro hondo, tratando de poner en orden las maquinaciones de la monarca, y las conclusiones a las que estas me han llevado.
-Creo que la vida de vuestro padre corre peligro. Creo que la reina planea atentar contra él.

Notas de juego

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14/01/2018, 11:44
Príncipe Dionysos

No sé por qué, no me sorprende tanto como debería. Siempre vi a madre taimada e inalcanzable. Alguien que no conseguía merecer su cariño. Crecí ajeno a ella, más cerca de mi hermana que del resto. Me giro hacia mi hermana ante la noticia dada por Ibb. La miro con un significado profundo.

Ibb, te creo. No es el único miembro de la familia real contra quien planea una muerte.

Hago una pausa y suspiro.

Madre ha confesado a mi hermana que la pantomima de hoy en los jardines es para buscar un matrimonio rápido con Elizabeth. Que el rey planea acabar con mi vida por no creerme merecedor del trono y necesita cuanto antes un nieto. Ella no contaba con la respuesta de mi hermana, planteándole la posibilidad de promulgar una ley para que la primogénita herede aun siendo mujer y evitar así muertes. Le descolocó y uso una excusa pobre para rechazar esa idea. Precisamente le estaba diciendo a mi hermana que probablemente esto fuese cosa suya, aunque de primeras creí en que pudiera ser cosa del rey. Ahora lo veo claro. No sé por qué, pero madre busca la ruina de nuestra casa. Quiere ver muertos a su marido e hijo y ver casada a su hija con nada menos que la persona más peligrosa y violenta de cuantos ayer estuvieron en palacio.

Una conversación tan seria vestido de mujer y a medio maquillar era un contraste extraño.

Hermana, puedes tomar todo lo que diga Ibb como cierto sin dudar. Lo malo es... que si también conspira contra padre, necesitamos una solución mejor.

Suspiro de nuevo y me levanto del tocador para acercarme a Ibb.

Ibb, le he pedido a mi hermana que te mande llamar porque creía que mi vida corría peligro mientras fuese el sucesor. Se perfilaban varias opciones delante de mi y la más sencilla era agarrar mi violín y huir. También la más segura. Pero eso significaba incumplir ciertas promesas. También podía conspirar contra una vida, la de mi padre, o presentarle mis votos al Señor de los cielos y renunciar así al trono. Como ves, no me faltaban opciones. Así que no quiero que creas que esto es un acto de un animal acorralado. Mi hermana es testigo.

Vestido de mujer y a medio maquillar, el príncipe se arrodilló frente a Ibb y la tomó de las manos.

Ibb, ¿me concederías el honor de casarte conmigo hoy?

De entre los pliegues del vestido sacó un anillo. Una joya cara y onerosa.

Hermana, discúlpame que te tomara esto prestado.

No hago pausas para no darle tiempo a negarse aún. Tampoco a aceptar.

Antes de que respondas: mi vida corre peligro, y puedo ponerte en peligro con esto. Además, si no pierdo la vida, perderé el honor y seré desheredado con toda probabilidad. Pero confío en que mi hermana aquí presente pueda otorgarme un ducado en algunos años, si conseguimos desmontar los planes de madre. - Una breve pausa para tomar aire. - Ahora sabes todo. Bueno, todo excepto por qué estoy vestido de mujer, pero eso seguro que te lo supones ya. - Le digo guiñando un ojo - ¿Qué contestas?

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14/01/2018, 17:07
Ibb

Hermana, puedes tomar todo lo que diga Ibb como cierto sin dudar. Lo malo es... que si también conspira contra padre, necesitamos una solución mejor.

Las palabras del príncipe sobre su madre me roban el aliento, al tiempo que me dan la razón sobre mis sospechas. Esa mujer... ¿cómo puede haber alguien tan sumamente retorcido? Sin embargo, me obligo a contar todos los detalles.

-Veréis, ella me ha explicado que hay una especie de conspiración para matar a vuestro padre. Fingía estar preocupada, y me ha pedido que averigüe las debilidades de ciertos miembros de la corte, como Enzo o Kurr. Pero... no lo sé. No tiene sentido para mí, puesto que ellos son los miembros más cercanos al rey. Lo único que he pensado es que pretende averiguar estas debilidades... para utilizarlas y quitarles de enmedio. -Me muerdo el labio inferior, preocupada- También me acusó de forma velada de robar un veneno en las estancias del maestre. ¿Era eso lo que... queríais que comprobara? ¿Si tenía veneno en su alcoba? 

Siento una ira desconocida para mí embargarme por dentro. No es posible que esa mujer pretenda atentar contra la vida de su propio hijo. Las viudas negras han existido siempre, y si es una arpía sin corazón y con demasiadas ambiciones, es obvio que eso podría suceder. Pero asesinar a su propia sangre... cuánto la desprecio.
Sin embargo, antes de que la princesa pueda responder, el príncipe, todo sedas y enaguas, se arrodilla sobre el suelo, mostrándome un anillo precioso.

...¿Qué?

Ibb, ¿me concederías el honor de casarte conmigo hoy?

¿QUÉ? 

Están a punto de asesinarle por una intriga cortesana que se escapa a mi entendimiento, vestido de mujer y con una situación que estamos muy lejos de controlar. Y quiere... quiere... ¿casarse conmigo? ¿Con una criada? No puede ser. Así, no. 

Sin embargo, observo el anillo, la expresión de su rostro, y descubro con sorpresa que mis propias manos tiemblan descontroladamente, ¿emoción? ¿Nervios? Jamás me había sentido así antes.

-Yo... yo... -titubeo, mirando al príncipe, y luego a la princesa- Yo...

Respiro hondo, tratando de calmarme, y tras unos segundos de alocada meditación, me arrodillo frente a él.

-Mi príncipe -murmuro, tomando su rostro a medio maquillar entre las manos- nada me haría más feliz. Os lo juro. Jamás pensé... ni por asomo. Ni en mis mejores sueños. -Sonrío, antes de abrazarle. Incluso ataviado con tantas ropas, debe notar la violencia con la que late mi corazón en el pecho, a través de nuestra piel- Pero... tenemos que ser racionales. Pensar con la cabeza. Si queréis darle más motivos a vuestra madre para desheredaros o deshacerse de vos, eso es un matrimonio secreto con un miembro de la plebe. Tenemos que... tenemos que ser más listos que ella y planear con tino cada paso que demos, o nuestros planes nos llevarán al borde de un acantilado.

Lanzo un largo suspiro, antes de separarme del príncipe, y obligarle a ponerse en pie con suavidad.

-Lo primero que debemos hacer es promulgar esa ley que haga que la princesa Elizabeth sea la heredera al trono. Es evidente que convencer a la reina es imposible, así que tendremos que tratar con el rey. Princesa, debéis ser vos quien hable con él. Por otro lado, tendremos que descubrir quién simpatiza con las intenciones de la reina; ella sospecha de Eleanor, de Kurr y de Enzo. Tendremos que averiguar por qué, y si podrían ayudarnos a... a detenerla, llegado el momento.

Esa mujer debe morir. No puede ponerle la mano encima al príncipe.

-Y por último... -avanzo unos pasos vacilantes hacia la princesa Elizabeth, y, tras una reverencia, la tomo delicadamente de las manos- princesa, ¿os opondréis a nuestro matrimonio, una vez seáis la reina? Sé que alguien como Dyonisos se merece algo mucho mejor que yo, y desde luego no puede casarse con un miembro del pueblo llano. No sé qué arreglos podremos hacer para no desatar un escándalo: quizá algún título nobiliario menor que podáis entregarme sin levantar revuelo. No lo sé. Lo dejo a vuestra elección, si me aceptáis como hermana.

 

Notas de juego

Posteo sin esperar a Elizabeth porque creo que la jugadora va a estar un poco out estos días. Lo avisó en otra partida.

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14/01/2018, 18:47
Príncipe Dionysos

Querida Ibb - Empiezo mientras me levanto con torpeza del suelo. - ¿Cómo se las arreglarán las mujeres para moverse con estas faldas? - Este es un acto racional. Dentro de las elecciones racionales que tengo, al menos. Madre no atenta contra mi vida directamente. Ha convencido a padre. Eso me lo creo. Pero si padre me deshereda por un escándalo, no necesitará matarme. Madre se quedará sola en sus pretensiones. Ser desheredado, renunciar, morir o matar. Esas son mis opciones. Y desde luego la que más feliz me haría sería ser desheredado junto a ti, aunque comprendo que eso te pone en el punto de mira. Mírame, ya soy un escándalo andante. Yo no podría matar ni querría morir. Tampoco puedo renunciar de manera tan sencilla y cualquier renuncia que el Reino aceptase me alejaría para siempre de ti y me impediría cumplir mi promesa. Estos dos escándalos son lo que necesita padre para desheredarme. No podría matarme frente a todos sin quedar en evidencia. Se rompería su subterfugio y nadie le perdonaría asesinar a su hijo por vesitrse de mujer y casarse. - Explico los motivos racionales.

Comienzo a pasear por la estancia mientras enumero lo que tenemos. La totalidad de mi plan hasta donde deja puerta a la improvisación, que deberá ser necesaria.

Pero no sólo planeo esto. Madre confía en Edmund, pero Edmund solo pierde la cabeza por unas faldas. Le haremos decidirse entre madre y Elizabeth. Él será nuestro espía. Por otro lado, Katherine tiene una deuda pendiente. Estoy seguro. Ella es la persona perfecta para las intrigas más desagradables, yo mismo hablaré con ella en privado, donde se sienta segura. Confía en mi honestidad. El maestre no es de confianza, pero es útil. Para promulgar esta ley, hoy sin falta debe aparecer un documento con el sello del maestre y llegar a situarse al alcance del rey, uno recomendando una nueva ley de sucesión. Un sirviente que entregue una misiva lacrada con el sello del maestre en su nombre. Una recomendación legal basada en las iniciativas de otros reinos soberanos donde esta ley se ha promulgado sin sublevaciones. Y cuando padre tenga esa idea en la cabeza, es entonces cuando debe llegar el anuncio público del último escándalo de su hijo: Casado con una sirvienta. No prometido, casado. Esa debe ser la noticia y en una proclamación pública ante todos los invitados de palacio, o sino padre la tomaría contigo en lugar de conmigo.

Por supuesto que nos convendría contar con Kurr, por si la furia de padre se desata sobre mi, para garantizar mi supervivencia, pero Kurr es leal a padre. Deberá bastar con los llantos de mi hermana y la futura heredera para perdonar la vida a su hermano. También deberemos improvisar, eso es obvio. Pero la mejor forma de evitar nuestras muertes es que para padre dejen de ser necesarias. Y pillar por sorpresa a madre. Es buena improvisando, no será su última respuesta, pero de madre nos deberemos ocupar de un modo más complejo cuando esto acabe. En cuanto al veneno del Maestre. Por supuesto que te ha acusado, porque es ella quien lo ha robado y debe fingir incluso en lo secreto que no sabe nada. Sabe que los muros de palacio tienen oídos y por eso ha mantenido esa conversación contigo.
Eso significa que no confía en ti o que te estaba tanteando.
- Me giro hacia Elizabeth. - Hermana. Eso nos lleva una vez más a que necesitamos a Edmund de nuestro lado. No le des todo lo que quiere o perderá el interés. Pero no le cierres la puerta o nos abandonará. A él sólo le interesan las monturas.

Dejo de caminar y divagar. Me detengo y las miro.

Sé que os estoy pidiendo mucho, pero esto es lo único que tiene alguna opción de funcionar. No puedo sobrevivir mucho tiempo en palacio si hay una conspiración contra mi. Debo hacerla innecesaria y alguien debe hacerles ver que deja de ser necesaria mi muerte para sus objetivos.

Me acerco de nuevo a Ibb.

Y si todo sale mal y debo morir, entonces que sea habiéndote otorgado el reconocimiento que mereces. Cásate conmigo. Incluso aunque no sea necesario para el plan, lo es si todo se tuerce. Si yo muero, tú debes haberte convertido antes en mi esposa a los ojos de Dios y el Reino. - Insiste una segunda vez. Cualquiera pensaría que quizás no hay una tercera, conociendo la alergia al matrimonio del príncipe, pero en sus ojos hay cierta determinación. - Y si nada de esto te convence, entonces cásate conmigo porque sabes que mi propuesta y mis sentimientos son sinceros. No quiero a nadie más que a ti

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16/01/2018, 10:37
Elizabeth

Me siento en la cama algo mareada, ¿qué estaba pasando?, ¿acaso me lo estaba imaginando todo?, no concebía que aquellas palabras pudiesen estar saliendo de la boca de mi hermano. ¿Dionysos pidiendo a una mujer que se casase con él?, no podía ser cierto. Me quedé no solo blanca sino muda de la sorpresa también, pero no parecía que fuese la única, Ibb también parecía descolocada. Desde luego mi hermano sabía como sorprender a las mujeres...

Cuando Ibb pareció recuperarse y responderle para declinar su propuesta con sabias palabras, estuve a punto de decir algo pero él se me adelantó, parecía convencido de lo que estaba proponiendo, quizás le había juzgado mal en lo que a las mujeres se refiere, quizás Ibb siempre fue su favorita y por ello estaba haciendo aquello ahora mismo.

Esperé pacientemente a que terminase de hablar y entonces, ya más calmada y con las ideas ordenada en mi cabeza me acerqué a los dos y les cogí a ambos de las manos, procedí entonces a darles mi opinión mirándoles sinceramente.

- Hermano, he de decir que todo esto me ha cogido por sorpresa, pero tras meditarlo, estoy de acuerdo, si es cierto que la amas me parece lo más adecuado, después de todo, estamos en una situación que exige medidas desesperadas. Con ello, Ibb, Dionysos, tenéis mi bendición si ella acepta. Y querida, deberíais hacerlo, si queréis a mi hermano, a su lado estoy segura de que no os faltará de nada, y si alguna vez mi hijo o yo llegamos a reinar, podéis estar seguros de que siempre habrá un lugar en la corte para vosotros.

Abrazo a ambos y me retiro un poco, volviendo a sentarme en la cama, a esperar la respuesta de la joven, que me tenía en ascuas. Ojalá ella se lo pensase mejor y tras las palabras de los dos, decidiese finalmente aceptar la proposición.

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16/01/2018, 10:46
Ibb

Me muerdo el labio inferior, inquieta.

Nada me gustaría más que aceptar, pero había tanto peligro, tantas intrigas, tanto... yo no estoy preparada para algo así. No me han educado para esto.

-Príncipe... -titubeo- ¿habéis pensado que lo más seguro sea que vuestro padre me mate a mí? En el caso en el que os dijera que sí, e hiciérais público el enlace. Si estáis equivocado y vuestro padre no desea vuestra muerte, si tiene otro destino para vos... lo más fácil para él sería deshacerse de mí. -Me estremezco; bien sé que el rey muestra misericordia con sus criados, pero también sabe imponer la mano dura. Una mano de hierro- Y hacer como si este enlace nunca hubiese existido. Además... ¿quién iba a acceder a casarnos? 

Son demasiadas preguntas, demasiadas suposiciones. Miles de caminos y posibilidades se abren ante nosotros, a cada cual más funestas. Sin embargo, cierro los ojos y abrazo al príncipe. A Dionysos. Si todo saliese bien, si sus planes dieran resultado, podríamos ser tan felices...

-Sí que quiero hacerlo -murmuro.- Sí que quiero.

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16/01/2018, 11:00
Príncipe Dionysos

Respondo al abrazo de Ibb devolviéndoselo mientras pienso en sus palabras. Sus comentarios no estaban para nada fuera de lugar.

¿Podría padre asesinarte? - Pregunto con sorpresa - ¿Qué conseguiría? No podría matarte sin exponerse a muchos problemas, y luego yo sería un viudo. No basta su voluntad para negar la situación, a ojos de Dios ya habría contraído matrimonio y debería conseguir su anulación. - Pienso mientras hablo. - Sí... Padre es colérico... Pero yo no voy a dejar que te ocurra nada....

Veamos... Recapitulemos opciones. Nadie espera este matrimonio. Si sencillamente nos casásemos nos veríamos obligados a improvisar sobre las respuestas de padre y madre. Desheredarme es la más lógica si conseguimos meter la semilla de la idea en su cabeza, pero no es una solución segura.

Tienes parte de razón. Debemos tantear a padre antes de contraer nupcias. Tenemos algo de tiempo: hoy no me van a poder envenenar si no como ni bebo en castillo, y mañana aún podríamos organizar la boda. Respecto a quién nos enlace, eso no me preocupa. Seguro que en el pueblo el sacerdote está dispuesto. Y sino, encontraremos a otro.

De acuerdo. Pongamos los recursos disponibles sobre la mesa: Padre puede recibir hoy una paloma mensajera de su primo Herald, rey de Escocia. En esta carta le notificará que ha desheredado a su hijo mayor en pro del pequeño. Le contará lo cruel y déspota que es el mayor. Le relatará cómo éste intentó organizar su asesinato, el del rey, para heredar el trono y terminará la misiva exponiendo que se vio obligado a desheredarle por el bien del reino.  Tú debes encontrarte junto a padre cuando este reciba la misiva, hermana. Interésate por su contenido. Sonsácale una opinión ¿qué haría él en un caso similar?. Si hace falta, finge que la has leído por encima de su hombro y te preocupa el devenir de Herald y su reino. Todo esto podrás hacerlo tan pronto como se haya terminado la pantomima de sus juegos. ( ¿Dónde estará Enzo? Los invitados se van a impacientar. ) Sólo necesitaremos una paloma mensajera de la pajarera y que tú andes cerca de padre cuando el Maestre o Artai le hagan llegar la misiva, durante las audiencias de la tarde.

También necesitaremos ese falso escrito del Maestre con la propuesta de ley de sucesión. Lo ideal sería sembrar la idea en el propio Maestre y que él se la transmita a padre. Pero eso no creo que seamos capaces de conseguirlo, así que deberemos simplemente anular la posibilidad de que padre pregunte al maestre sobre esta propuesta. De lo contrario, al recibir este escrito y comprobar que no proviene del maestre, padre posará tu mirada en ti, Elizabeth. Podrás negar tu autoría, pero él puede que no te crea.

Esas ideas deben llegar al Rey hoy. Ambas dos. Y sabemos que ya no contamos con madre para transmitírselas, así que habrá que conseguir que las piense él solo con un ligero empujón.

¿Qué me dices? Ibb, ¿crees que podremos conseguir una paloma mensajera de la pajarera de la torre? No tienes por qué hacerlo sola, habrá sirvientes y es posible que guardias. Quizás Katherine se ofrezca voluntaria a colaborar si le contamos los planes de nuestros padres. Aunque habrá que intentar que no sepa más de lo estrictamente necesario. Podéis subir a la torre a ofrecerles agua y viandas de la fiesta de ayer y distraerles mientras os hacéis con una paloma. Quizás pueda ayudarte Enzo o mi propia hermana. Yo puedo escribir la falsa carta de Herald de mi puño y letra mientras estoy aquí. La paloma no la necesitaríamos ahora mismo. Con tenerla esta tarde sería suficiente. En cuanto al maestre. ¿Qué objetos suyos había en el botín del ladrón? ¿Tenemos su lacre, su anillo o su sello personal? Sino deberemos ir a buscarlo a sus aposentos con la excusa de devolverle lo robado.

Mucho hablaba el príncipe, pero lo cierto es que su preocupación por la tardanza de Enzo era cada vez mayor.

Elizabeth, creo que deberemos colarnos en la habitación del bufón para terminar este disfraz. El rey puede haber interceptado a Enzo y haberle llevado a los jardines.

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16/01/2018, 16:32
Elizabeth

Sonrío al ver a la pareja abrazada y feliz, me alegraba mucho por ellos, aunque no podíamos regocijarnos mucho en ello, pues la situación requería que actuasemos prontamente. Volví a levantarme para acercarme a ellos.

- Hermano, me parece un plan perfecto, salvo por el hecho de que si voy ahora donde padre, quizás nos arriesguemos a que me lleve directa a los jardínes, en cuyo caso creo que deberíamos acordar donde me esconderé y así podrás venir donde yo esté para darles el cambiazo, ¿os parece bien? En cuanto a lo de acabar el disfraz, creo que Ibb podría acompañarte a ello mientras tengo yo la charla con el rey, podréis colaros con facilidad en los aposentos de Enzo, yo le explicaré lo sucedido llegado el caso, estoy segura de que no le importará. Y por supuesto que ninguno de los dos va a morir mientras yo esté aquí, no lo permitiré, tened cuidado con lo que os lleváis a la boca y andaos con mil ojos...

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16/01/2018, 17:14
Príncipe Dionysos

No, no. Ahora no. ¿Si te vas ahora para que me voy a disfrazar? Luego. Cuando algún desafortunado pretendiente "te encuentre", entonces ya podrás hablar con padre.

Suspiro y suelto a Ibb.

Ahora el deber me llama. Tengo una carta que escribir. Si cuando haya acabado no ha aparecido Enzo, entonces asaltaré su cuarto.

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16/01/2018, 17:21
Elizabeth

- Perdona, te había entendido mal, entonces esperaré aquí contigo puedo ayudarte con la carta si lo necesitas, no quiero que nadie me intercepte obligándome a ir a los jardines.

Me siento en la cama y me sumo en mis pensamientos, tenía mucho que digerir desde que me había topado con madre y todos los acontecimientos se habían precipitado...

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16/01/2018, 18:37
Ibb

Agito las manos a mi alrededor, entrecerrando los ojos.

-Esperad, esperad. A ver si lo he entendido. Ahora... ¿vais a pedirle ayuda a Enzo con el disfraz? Para que sea el príncipe y no la princesa la que se oculte en el laberinto... -comienzo a esbozar los planes poco a poco. Al menos, lo que he comprendido- Mientras viene Enzo, el príncipe escribirá la falsa carta del primo del rey, y yo debo ir a por una paloma mensajera. Mientras, alguien debe hablar con el maestre para sembrar en él la idea de una nueva ley de sucesiones, -me muerdo el labio inferior- me temo que ese hombre debe estar corrompido por la reina, ayer pasaron juntos toda la tarde. 
Por otro lado, creo que el ladrón no se llevó nada de las estancias del maestre. Nada que podamos utilizar. Aun así, no estaría de más mostrarle el botín "por si acaso". Sin embargo, las posibilidades de encontrarle en su torre son realmente reducidas, y ya me ha visto interesada en entrar en sus aposentos; creo que podría sospechar. Lo intentaré, de todos modos.

De acuerdo, creo que eso es todo. De momento.

-Pero, ¿qué hago con la reina? Ella desee que hable con Elaine, con Enzo... incluso me ha dispensado de mis labores de criada por hoy, para dedicarme enteramente a sus intrigas. -Me recojo el cabello tras la oreja, pensativa- Por cierto, princesa, cree que estáis deseando quedaros a solas con sir John Dilheen. 

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16/01/2018, 18:54
Príncipe Dionysos

Mmmm... con las intrigas de la Reina y la paloma mensajera tendrás suficiente por hoy. Además, visitar al maestre es un riesgo que no debes correr. Artai me oida. Quizás si alguien le dice distraidamente lo poco que le gusta que yo llegase a reinar y que todo eso cambiaría si el maestre redactase una ley para que gobierne la primogénita y el rey la aceptase, consiguieramos que el maestre hiciese lo que nosotros queremos, pero no sé si funcionaría. Demasiados involucrados. Mejor envíale a Elaine a la reina y busca la paloma. Cuando Enzo venga le diremos que vaya a ver a la Reina luego. De todos modos, no tendrá tiemoo porque es parte fundamental en los juegos del Rey.

Me siento en el tocador dispuesto a escribir la falsa carta.

Demasiadas opciones y todas poco eficaces. Centrémonos en aquello que podemos controlar. La carta y la suplantación de los juegos. Ya veremos como promover la ley cuando haya oportunidad.

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16/01/2018, 19:03
Ibb

Agito la cabeza ante las palabras del príncipe.

-Artai me tiene mucho cariño. Podría hablar con él yo misma -enfatizo, emocionada por fin por poder servir de utilidad- También podría buscar a Katherine y explicarle nuestros planes, o pedirle que vaya a hablar con la princesa, pues debe confiar más en ella. 

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17/01/2018, 09:29
Elizabeth

- Será porque he rechazado completamente a Javier de Castilla, y el único que madre me ha ofrecido ha sido ese noble, el tal John Dilheen, ¿alguno de los dos le conocéis?, me obligarán a elegir a alguien, y no me gustaría equivocarme.

Sigo sentada en la cama.

- Claro, si queréis querida Ibb, buscad a Katherine y decidle que venga, en cuanto a Artai os lo dejamos a vos, ¿verdad hermano?, tampoco es que yo tenga mucha relación con él...

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17/01/2018, 20:01
Kurr

Golpeé con los nudillos dos veces la puerta de los aposentos de la princesa.

-Alteza -hablé, desde el otro lado de la puerta-. Alteza, ¿os encontráis ahí? Quisiera hablar con vos.

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18/01/2018, 09:21
Elizabeth

Se oyen golpes en la puerta y la voz de Kurr.

-Alteza -hablé, desde el otro lado de la puerta-. Alteza, ¿os encontráis ahí? Quisiera hablar con vos.

Me levanto hasta la puerta, maldita sea parece el jefe de los guardias.

- ¿Habéis oído eso? - susurro - Creo que lo mejor será que te escondas hermano, la presencia de Ibb puede resultar normal pero la tuya y así ataviado... rápido, bajo la cama o en el armario, intentaré distraerle...
 

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18/01/2018, 10:07
Príncipe Dionysos

¿Bajo la cama o en el armario? Esto me trae recuerdos, pero creo que es la primera vez que lo hago vestido - Bromea al príncipe mientras se mete dentro del armario de la princesa.

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18/01/2018, 10:10
Elizabeth

En cuanto veo que mi hermano está lo suficientemente escondido, suspiro tomo aire y abro la puerta de mis aposentos, salgo y la dejo entreabierta.