Partida Rol por web

Han pasado dos días después de la amenaza de Júpiter y la ciudad vuelve su rutina diaria. Los periódicos hablan de que realmente la amenaza fue una broma de mal gusto por parte alguna extraña banda. La policía realizo una investigación del caso y reviso la plataforma petrolífera, pero no encontró nada, ningún rastro de la organización de Júpiter. Se esparcen rumores en foros, Facebook, twitter y entre de la gente que la noche del suceso se vieron por la ciudad extraños seres rondando por ella. Algunos dicen que podrían ser los héroes que salvaron la ciudad, otros extraños personajes que aprovecharon para robar y hacer sus fechorías. Nadie sabía exactamente qué había sucedido esa noche.

A parte de todo lo que engloba a esa noche, destaca una noticia de real interés, al menos llamaba la atención. A falta de dos días para la presentación de la nueva sección dedicada a los demonios en el museo nacional de la ciudad, se anuncia que una máscara milenaria ha sido robada. Es el objeto más valioso de la colección. Fue sustraída la noche anterior. Los policías hablan de que alguien con garras entro y ataco al guardia de seguridad tras sus marcas en el pecho. Las alarmas no saltaron pues la centralita fue destruida con unos arañazos y el cristal que protegía la máscara roto con facilidad. En todos los medios sacaban dos imágenes: una de la máscara, y otra del guardia con las heridas en el pecho mientras era llevado en una camilla hacia una ambulancia.

Malakhai de la casa Kor - aunque ahora intentaba acostumbrarse a los términos terrestres y se limitaba a responder al nombre de Malakhai - había pasado los dos últimos días desempeñando el oficio que había conseguido en aquel despacho gubernamental. Trabajar al aire libre le parecía placentero, cargando peso y inundando sus pulmones con el aroma del agua salada. Era gratificante, y le permitía olvidarse de los tristes sucesos que le habían llevado a residir en la Tierra de forma indefinida. También pensó en los terrícolas que había conocido en el incidente de la plataforma submarina. ¿Qué les llevaría a comportarse de esa forma? Había algunos que bien podrían definirse con un ideal heróico, pero la joven de cabellos cenicientos, por ejemplo, no. Cercenar la cabeza de TigerShark había estado fuera de lugar.

Mientras almorzaba una sopa caliente con una pasta alimenticia fabricada en un establecimiento cerca del lugar donde ahora dormía, escuchó en el dispositivo audiovisual sobre el robo y los ataques. No importaba el planeta donde uno se encontrara, pues siempre habría alguien que deseara los bienes ajenos. Ni siquiera en el Imperio. Le llamó la atención el término demonio y la amable nativa que servía la mesa tuvo a bien explicárselo. Mitología, simplemente. Eso le quitó las ganas de interesarse más por lo sucedido, no tenía tiempo para perder con leyendas locales.

Aprovechó su tiempo libre para investigar si había lugares donde aprender sobre los viajes interestelares terrestres, si tenían capacidad de salto hipergaláctico y hasta dónde se habían desarrollado.Tenía una nave que reparar.

Shizuka había estado casi todo el tiempo ayudando en el templo ya que se había podido quedar allí. Realmente no termino de entender muy bien a que se referían con lo sucedido con los héroes que habían salvado la ciudad, ella siguió tratando de conocer más a las dos mujeres que habitaban en el templo y ayudándolas.

Fue lo que sucedió con la máscara que le llamo la atención, ella sabía que había que tener mucho cuidado con los espíritus y los demonios, a fin de cuentas, ella era uno de ellos, una criatura mitológica para la mayoría de los humanos actuales. 

La amenaza de Júpiter y su bomba había llegado a su fin. Por muy poco y gracias a su pericia con las máquinas, pudieron desactivar la supuesta bomba e impedir el tsunami que, con todas luces, acabaría con la ciudad debastada por la tremenda ola que se originaría. Era momento de descansar y pensar.

Gabriel se dió una ducha y se tiró con su albornoz sobre el sofá para ver algo de televisión. De pronto, sus pensamientos se centraron en la pantalla. Alguien había robado una máscara y hablaban de encapuchados y demás. Sin duda, no podría dejar pasar aquel acontecimiento.

- ¿Alguien con garras? Esto me huele muy mal. Puede que esa droga, Forte, siga rondando las calles y ese ser con garras sea uno de los consumidores. Esto parece un trabajo para GatchaZero, me temo.

Sin más dilación y más descansado, acabó de asearse y lo siguiente sería ir a dar una vuelta con su moto por el lugar del crimen.
 

Mientras Chiaki miraba la television junto a Shizuka, exclamo al ver la noticia: Esa es la mascara que nos robaron! Pero que demonios hacia alli en el museo? Abuela, abuela, ven a la sala de estar. He descubierto la localizacion de la mascara.

La abuela llego pronto corriendo con una vela en la mano. Al ver la noticia y la informacion, salio de nuevo la mascara susodicha.

Si, Chiaki, esa es la mascara que nos robaron. Dicen que la han robado del museo? Como habra ido a parar alli? Decididamente tengo que llamar al señor detective.

Izune dejo la vela encima de la mesita y se fue al corredor donde estaba el telefono a la entrada. Alli marco el telefono del detective Kauffman.

Mientras te preparas para salir para investigar el caso del museo, el telefono de la oficina empieza a sonar.

La misma noche del incidente, poco después de separarse del grupo, la armadura de Rever finalmente comenzó a retirarse. Las placas de blindaje orgánico se replegaron, compactaron, y finalmente desaparecieron en las marcas de la espalda de Kaito. Se puso en pie, temblando ligeramente. Había estado muchas horas dentro, y su cuerpo notaba ahora la tensión a la que había estado sometido. Sin la armadura, le pareció que hacía frío. Miró la ropa que llevaba y maldijo en voz alta. La transformación, súbita e inesperada como había sido, había vuelto a rasgarle la ropa por la espalda. Se cubrió lo mejor que pudo la parte superior con los jirones que quedaban. Anduvo un rato hasta que finalmente encontró un lugar que le pareció seguro para pasar la noche, medio a cobijo bajo un puente.

El día siguiente lo pasó buscando comida entre la basura. Vio las noticias sobre el extraño robo de la máscara en un escaparate de una tienda de televisores, pero no le dio demasiada importancia. Como los meses anteriores al atentado de Jupiter, su mayor preocupación volvía a ser sobrevivir.

Durante tu busqueda de comida por la basura te das cuenta que por la otra esquina de la misma calle aparece la chica de pelo plateado que ya conocias tirando de un carrito con piezas metalicas en él. Aun no te habia visto, pues se fijo en un tv, video y cadena musical viejas dejadas en el suelo. Las movia viendo si podía aprovechar algo de ello

Como todos los días, la vida de siempre volvía otra vez. La noticia del robo de la máscara en el museo te llamó la atención. Entre tus mas conocidos del barrio se preguntaban que debía pasar en el museo pues habian robado diferentes objetos ultimamente. No todos esos robos habian saltado al publico pues se ocultaba por razones desconocidas a los medios de comunicacion. Pero un indigente tenia sus ventajas y a veces contactos que podian saber cosas que otros no.

En tu rutina para recoger metal decides probar en otro barrio de la zona comercial. Pasando por detrás de una callejon ves un tv viejo, una cadena musical y un video vhs. Sabiendo que te pueden dar dinero, empiezas a mirarlos detenidamente. Algo mas lejos rebuscando entre unos cubos ves al mismo chico con el que tuviste el encuentro del lagarto. Sin duda te preguntas que hace buscando entre la basura. Por su ropa no parecía que fuera un indigente.

Como siempre, en el momento más oportuno sonaba el teléfono. Gabriel no lo dudó y estiró su fuerte brazo para agarrar el auricular y contestar.

- Detective Kauffman al habla, dígame.

Hoy tocaba salida cultural con la clase y os vais al museo para visitar la zona de historia natural en la clase de Biología y ver la evolucion de los animales a lo largo de millones de años. Sabiendo previamente del incidente del robo de la máscara, no te extraña ver una zona cerrada del interior. Puedes ver a la policia controlando el acceso y que nadie pase por detrás de las cortinas. Por ciertas espacios abiertos ves que es la zona que se abriría proximamente al publico dedicada a los demonios.

La clase va andando adelante mientras comentan lo ocurrido. En un pasillo ves a un hombre trajeado hablando con dos policias que estan tomando notas. Te quedas algo rezagado al llamarte una persona la atencion. Es la misma mujer que te entrevisto en el momento del edificio que exploto días atras. Aprovecha un descuido de un policia que se pone a encenderse un cigarro y entra por debajo de la cinta y la cortina al interior del espacio reservado.

Soy Izune Enno, del templo religioso. No se si recuerda que hace unos días estuvo aqui. Quería preguntarle si ha podido averiguar algo sobre el encargo que le dimos.

Shizuka se sorprende al escuchar que esa era la máscara que robaron del templo, como podían haberla expuesto siendo tan peligrosa, la anciana lo confirma y ella dice a Chiaki mientras la anciana llama al detective:

Entonces… la robaron del templo y estaba en el museo… y después la han robado del museo… es decir, que, si no estoy confundida, los del museo la robaron y alguien se la ha robado a ellos?

La visita estaba siendo aburridisima, pero era un día fuera de las aulas era mejor no quejarse. Iba hablando con Ruri sin hacer mucho caso a las explicaciones, al menos la tenía a ella para evitar la urgente necesidad de cortarme las venas de aburrimiento. Era la única amiga que tenía y la apreciaba mucho.

Cuando llegamos a la zona de la mascara robada dejo de hacer caso a mi amiga, sobretodo cuando veo a la mujer colarse detrás de los guardias.

-Umm, tengo que ir un momento a buscar un baño.- le digo a Ruri mientras me separo del grupo, en cuanto estoy fuera de su vista me cuelo en la zona restringida a la primera distracción del guarda.

Ruri se despide de ti: Te espero con el resto de compañeros. no te pierdas. Estaremos en la segunda planta.

Mientras se va, aprovechas que se enciende otro pitillo tras un par de minutos. Se le nota algo ansioso y preocupado. Aprovechas el momento para colarte por el mismo lugar que la periodista. La zona es mas grande de lo que aparenta. Mientras paseas puedes ver figuras, cuadros, pergaminos, algún extraño libro, todo relacionado con los demonios. Sigues el pasillo y giras la esquina para acceder a otra sala. Alli se encuentra la periodista buscando alguna cosa. Se puede ver en el centro un expositor con el cristal roto en pedazos alrededor separado por unas cuerdas que limitan la zona. Algunos objetos se ven destrozados, habiendo marcas de zarpazos en la pared. Da la sensacion de que hubo algun tipo de pelea. Algo mas que las noticias no han explicado.

Había pasado los días anteriores bastante liado como para prestar atención a aquel encargo de la anciana del templo. Al coger el auricular, pensó en qué podría decirle a la vieja, pero recordó que no todo estaba perdido.

- Me temo que he estado bastante líado siguiendo pistas relacionadas con los pocos datos que me facilitó señora Enno. No obstante, si ha visto las noticias, recientemente han robado una máscara muy importante y de mucho valor, pero ese no es el tema. El asunto es que se ha visto en los alrededores a personas con aspecto similar al que usted me indicó que aparecían en esos sueños. Créame cuando le digo que estoy en el caso y que hoy mismo voy a continuar la investigación. La mantendré informada. Ahora, he de dejarla. Buenos días. - Y colgó el teléfono tras despedirse de la mujer.

Lo siguiente sería usar la moto para desplazarse al lugar del crimen y ver que datos podría recabar. Aquello parecía un trabajo para Zero.

Tras acabar la conversacion, coges tu moto y ya con la identidad de Zero te desplazas hasta el museo nacional de Shibuya, el tercero mas grande de la antigua Japon. Es un edificio de tres plantas acristalado y partes metalizadas.  Por la entrada principal van entrando ciudadanos para visitar las diferentes exposiciones. Una par de patrullas y un coche negro estan aparcados delante. Varios policías interrogan a un par de trabajadores.

Pasas la mañana en el museo nacional donde tienen una amplia exposicion dedicada a la evolucion del transporte humano, centrada sobretodo en la parte de aviación. Alli se muestra desde los primeros inventos de Da Vinci hasta lo que sería un futuro proximo con naves para navegar por el Sistema Solar. Toda una tecnología bastante desfasada con lo que ya conoces, pero sin duda atrayente. Decides interrumpir parte de la visita por tus necesidades fisiológicas. Ello te obliga a bajar hasta la primera planta para ir al lavabo. Te cruzas por las escaleras con un grupo escolar de tu misma edad que subía hacia la segunda planta.

Al bajar, te fijas en que han acabado de cerrar y acordonar la exposicion sobre los demonios. La misma donde anoche se robo la máscara antigua y que salio por las noticias.  Puedes ver algunos policías que van recogiendo utiles y parecen acabar su investigación. La exposicion está tapada por unas cortinas rojas y una cuerda que evita la entrada al público. Como toda fascincación por la cultura terrestre, ello te intriga un poco sobre las supersticiones y decides retirar un poquito la cortina para ver que hay detrás. Extrañamente rondando por el interior ves a una periodista, la reconoces de verla alguna vez por la televisión. Tambien ves aparecer de una esquina a un chico que ya conociste del edificio donde hubo una explosión.

Mientras deambulaba por aquel depósito de conocimiento terrestre, Malakhai no pudo sentir más que lástima por una civilización tan subdesarrollada. Parecía que gran parte de la culpa de haber tardado tiempo en alcanzar la exploración de su propio sistema solar había sido causado por las religiones, una lacra social que había sido erradicada del Imperio siglos atrás. La creencia en un ser superior, invisible e intocable, que vigilaba todo, eran tan incoherente para el héroe como la creencia de un planeta plano para los nativos.

Pero allí estaban, presentando como novedades históricos descubrimientos que él conocía desde la Academia, y se preguntó cómo afectaría a la sociedad nativa cuando entablaran contacto oficialmente con otras civilizaciones más avanzadas. ¿Serían agresivos? ¿Asumirían su lugar como sociedad subdesarrollada?

Deambulando, llegó a la zona más antigua, donde parecía había sido sustraído aquel objeto religioso - o mitológico - que había visto en el dispositivo audiovisual. Probablemente, de forma inconsciente, había elegido aquel emplazamiento de conocimiento porque algo en su interior quería que investigara qué había pasado realmente. ¿Le estaría afectando su estancia en la Tierra de una forma más allá de lo meramente físico?

Sin conocer realmente las limitaciones de lo permitido y lo prohibido, cruzó aquella cortina y se acercó con paso firme hacia el lugar para investigar de qué se trataba aquella extraña máscara.

Extrañamente los dos jovenes llegan al mismo punto de la exposicion desde direcciones opuestas. La periodista seguía indagando en el lugar donde estaba el expositor de la máscara. Aún quedaba el pedestal de marmol y parte de felpa roja donde se ubicaba. Cristales rotos se hayaban alrededor de esta.

Agachada, y con una especie de plástico recogía muestra de unas manchas de sangre, de un rojo muy oscuro, casi imperceptibles por el negro del suelo.  Ella seguia a lo suyo concentrada sin ver que habian los dos chicos en la zona.