Partida Rol por web

[JJVV2017] II Campeonato de RPW

[PARTIDA 01] Primer grupo de juego

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13/11/2017, 16:59
Director 1

La energía estática de la base, pese a estar acostumbrada a ella, zumbaba en los oídos de todos, mientras, agazapados tras unas cajas de suministros a medio colocar, miraban aun sorprendidos hacia la puerta del Almacen Principal. Uno de los fluorescentes del techo, pese a haber apagado las luces, continuaba con un tenue brillo pulsatil, como resistiéndose a morir. Todos había ocurrido rápidamente: los disparos (de subfusil militar, como había notado Rodriguez, del personal de seguridad), los gritos de sorpresa y de angustia, y el ruido de botas golpeando el suelo mientras aquellos asaltantes se desplegaban por la base desde el Modulo de Conexión Exterior, donde el Sargento Harris (mando de la Base), el Capitán Bullock (Jefe de Seguridad) y Alphonse Misner, uno de los Tecnicos de Mantenimiento, habían acudido a recibir a los que todos daban por hecho que serían el relevo para la mayor parte de la tripulación.

Mientras el latido de los corazones y las aceleradas respiraciones daban ritmo al momento de descanso, con todos ellos, Rodriguez, Schmidt (parte del equipo científico dirigido por la prestigiosa doctora bióloga Elizabeth Mellows), Bedoin (comunicaciones) y Popova (mantenimiento) escondidos allí, tras haber huido a la carrera hasta el almacén, trataban, en susurros, de decidir como afrontar esa horrible y difícil situación, los gritos mas allá de la puerta cerrada se fueron difuminando.

Las piezas empezaban a encajar: hacía 48 horas que se había cortado la comunicación con el exterior, y 24 horas desde que a la Base llegó la señal de que el ascensor bajaba… Demasiada coincidencia, viendo lo que ocurrió al llegar este al fondo marino…

De pronto, un ruido a sus espaldas les puso en guardia, haciéndoles contener la respiración, pero antes de que ninguno de ellos llegara siquiera a moverse, la Doctora Mellows salió de detrás de uno de los paneles de alimentos: la pulcra trenza que con tanto primor llevaba siempre sobre el hombro derecho, aparecía ahora deshilachada, casi desecha, mientras su rostro, lívido a la tenue luz de la pequeña linterna que portaba, parecía envejecido por el peso de la responsabilidad, pero el brillo enigmático de sus ojos no había cambiado un ápice, incluso había crecido aun mas, azuzado por la determinación, una determinación que quedó clara cuando habló con voz queda, con aquel pulcro acento británico:

— Han tomado la base. Necesito que me cubran para llegar al Modulo 505: he de destruir toda esa información antes de que caiga en malas manos… — dijo, sin poder contener el dolor que le producía articular aquellas palabras, pues hablaba de destruir todo su trabajo, todos los avances conseguidos en aquellos meses por la Estacion Subacuática Internacional. Cerró los ojos, respirando profundamente, y cuando los abrió, sus ojos almedrados volvían a tener aquella determinación, e iban pasando alternativamente a cada uno de sus cuatro compañeros escondidos, esperando su respuesta…

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13/11/2017, 23:25
[1] Lucie Bedoin

Con la mirada perdida en el suelo Lucie se había centrado en escuchar tratando en vano de llevar su oído más lejos a cada esfuerzo, queriendo el imposible de convertirse en una especie de radar humano. Era una forma muy suya de contener el miedo.

El ruido de la estática ayudaba. Había una relación entre el titilar del neón y el zumbido. Imaginó que estaba viendo y oyendo el latido del corazón de la estación.

Cuando apareció la doctora no se sobresaltó, al contrario. Durante un par de largos segundos pensó que todo había acabado y paradójicamente eso le calmó. Tardó en reconocerla y le costó volver en sí para atender a su informe pero una vez ésta hubo acabado habló enseguida, antes de que se tomara una decisión.

—Es urgente informar del ataque, señora —los nervios y hablar bajo marcaban todavía más su acento francés—. Tengo que asegurarme que la señal de socorro llega a la superficie y para ello he de acceder a la sala de comunicaciones —señaló su dirección para enfatizar—. Estamos cerca, muy cerca.

Insistía en algo que ya había dicho hace tan sólo unos pocos minutos aunque la confusión había sido tal que ni siquiera recordaba a quién.

Miró a la Doctora, su determinación parecía un muro. Se puso la mano en la nuca, dudando. Desde que accedió a bajar a la estación submarina se había preguntado mil veces qué demonios harían en el 505. De repente pensó que incluso si tenía éxito en enviar la señal la ayuda tardaría demasiado lo que hacía prioritario destruir el objetivo de los asaltantes. Parecía la única forma de frustrar el ataque. Finalmente asintió:

—De acuerdo, cuente conmigo.

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14/11/2017, 02:24
[1] Ana Rodriguez

Tenemos que recupe...

El susurro de la responsable de seguridad de la base se interrumpió en seco al escuchar el ruido tras ellos. Ana se giró, subiendo el brazo en ese mismo movimiento. El cañón de la pistola apuntó hacia la doctora Mellows durante el instante que le tomó a su cerebro reconocerla y clasificarla como aliada. Bajó el brazo, pero no guardó la pistola.

Rodríguez llevaba en alerta desde que habían empezado los disparos y sentía sus músculos tensos, listos para saltar como un resorte. Su piel se erizaba con cada sonido y cada golpe proveniente del piso superior y sus ojos atentos saltaban de un sitio a otro, queriendo vigilarlos todos los accesos a la vez. Se había creído a salvo en la base, lejos de las trincheras y el polvo del desierto donde había servido, pero su sueño de tranquilidad se había esfumado de golpe. A esas alturas ya había decidido que estaban en plena batalla y se sentía responsable de los civiles que estaban con ella. 

Estudió a la doctora, valorando la importancia del objetivo que marcaba, y después miró a Bedoin. Avisar, pedir refuerzos, eliminar el trabajo para que no cayese en manos enemigas. Sus ojos se deslizaron hacia los otros dos. Popov y Schmitt, evaluándolos, considerando los efectivos que tenía y las posibilidades de que tuviesen éxito escoltando a la doctora. Chasqueó la lengua. No había más que lo que tenía delante, así que tendrían que apañarse. La prisa empezaba a mordisquearle los talones.

—¿Alguno de ustedes sabe usar un arma? —preguntó entonces, directa al grano, al tiempo que señalaba con la barbilla la puerta que llevaba al almacén secundario—. Ahí dentro hay para todos, pero no tenemos tiempo para hacer la jodida instrucción. —Una sonrisa pequeña, ácida, de quien está acostumbrado a moverse bajo presión. —Si vamos a pasear hasta el 505 y joder el misterio deberían al menos poder defenderse. 

Empezó a orientar su cuerpo hacia allí, asegurándose de que la seguirían antes de iniciar el movimiento. Si algo tenía claro era que los civiles no debían quedarse solos e indefensos. 

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14/11/2017, 08:25
[1] Bernadette Schmitt

¡Scheiße! - la maldición en su idioma natal salió inconscientemente de los labios de la Doctora Schmitt cuando la tensión dentro del improvisado escondite fue roto por un ruido y Bernadette pensó que habían sido encontrados.

Su cerebro no encontró otra forma de procesar aquella angustia que darse cuenta de la ironía que suponía haberse pasado años estudiando en las mejores universidades alemanas y después trabajando jornadas interminables bajo las luces del laboratorio para terminar convirtiéndose en aquello en lo que se había especializado: plancton.

Pese al miedo por su vida, no pudo evitar el suspiro de alivio cuando vio que se trataba de la Doctora Mellows. El brillo en sus ojos no dejaba lugar a dudas que la química alemana idolatraba a aquella mujer.

Pero entonces la Doctora expuso su idea, ¡destruir todo lo que habían investigado!

Por supuesto, la yankee estuvo más que deseosa de colaborar, incluso ofreciendo armas al resto de los allí reunidos; parecía que los americanos no fuesen consciente de que había países más civilizados que no necesitaban vivir como si aquello fuese el Salvaje Oeste...

¿Realmente están planteándose cruzar la Estación de punta a punta mientras algún tipo de escuadrón de la muerte está disparando a place? - preguntó mirando incrédula al resto.

Tenemos cerca la sala de descompresión - señaló hacia el pasillo que salía del almacén - y la prioridad debería ser sacar con vida a la Doctora Mellows y toda parte de la investigación que sea posible reunir.

Notas de juego

Entiendo que estamos en 08. Almacén secundario, ¿correcto?

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14/11/2017, 12:29
Director 1

Notas de juego

Os encontráis en el almacén principal (5). Podéis debatir dónde ir en grupo o separaos si así lo decidís.

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14/11/2017, 12:33
[1] Lucie Bedoin

 

Notas de juego

Menos Bernadette, todos los personajes son militares ¿verdad?

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14/11/2017, 12:35
Director 1

Notas de juego

Markus no está predefinido como militar, es ingeniero mecánico.

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14/11/2017, 20:14
Director 1

La doctora Mellow se sobresaltó al ver que Rodriguez le apuntaba con un arma, ni mucho menos esperaba ese tipo de recibimiento de su tripulación. Un pequeño descuido por parte de la seal se hubiera llevado una mente brillante por delante.

-No hay tiempo para esa señal de socorro, escoltadme hasta el módulo 505- pidió a los tripulantes que se escondían en el almacén con ella. Echó una rápida ojeada hacia el pasillo que llevaba a la sala de descompresión, temiendo que los autores de los disparos aparecieran de un momento a otro.

Rodriguez encontró en el almacén lo que buscaba, aunque no en la cantidad que deseaba. Aquella base estaba construida para ser un gran centro de investigación y no una avanzadilla armada. Allí había algún arma que otra en stock, pero no tantas como para armar un ejército. Se tenía en cuenta que todo el personal de seguridad portaba su propia arma y que el resto no precisaban su uso en caso de una situación como la que tenían.

De la sala que era la conexión al exterior llegaban unos quejidos de dolor, cuyo autor no parece ser otro que el Capitán Bullock. La amenaza había llegado por ahí, pues el capitán y uno de los técnicos de comunicación, colega de Bedoin, contaban con dar la bienvenida al supuesto relevo que estaba descendiendo en el ascensor. El resto de la tripulación estaba repartido por la base. 

-Tengo que llegar al módulo 505- insistió la doctora, mirando de reojo hacia aquellos quejidos que seguían llegando de la sala de descompresión. 

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14/11/2017, 20:24
[1] Markus Popov

7 años destinado en un submarino nuclear, substituyendo el peligro de morir tiroteado por quedarse calvo y estéril, y al final la guerra lo encuentra de nuevo, una ironía morir de un tiro a tal profundidad. 

-No pienso mo...- Y esa figura femenina que se les apareció delante casi le da un vuelco a su corazón, no tuvo tiempo mas que a soltar la caja de herramientas a la que se aferraba como si fueran un salvavidas y tomar la llave de tubo que había en ella aún antes de que tocara el suelo. ¡La jodida cerebrito! Aunque no fue el único en sobresaltarse, como para no.

-Dios Santo doctora, casi me mata del susto.- Dio una bocanada de aire larga y fuerte, la madre que la parió.

Entonces les dio la charla, la sala 505, ese lugar demasiado exclusivo para que él pueda echarle un ojo. Claro, tocaba hacer de héroes para los de arriba, como siempre.

-¿Quién coño puede estar atacando esto? ¿Que pasa si son terroristas? No pienso dejar que me corten el cuello con un machete para salir en las noticias y que mi mujer y mis hijas tengan que aguantar un discurso del presidente, y una mierda. Tenemos que ir a las cámaras de descompresión, que se encargue el gobierno o... El ejercito.-

Se quedó tan ancho tras exponer su idea, algunos podrían tacharlo de cobarde, pero cada uno barre para su casa.

-Yo no soy personal de combate, no voy a arriesgarme.-

Se quedó perplejo cuando el resto de las féminas se puso de acuerdo para suicidarse tratando de ir a la jodida sala 505, ¿se les habrá sincronizado algo mas que la regla?

-Venga ya, Schmitt, ¿No tienes familia fuera de esta jodida lata de atún? ¿Y tu, Bedoin? ¿Tan poco aprecias tu propia vida?-  Luego miró a Rodriguez, ¿Para que iba a hacerle la misma pregunta a la jodida cowboy del grupo? 

-Maldita sea, Rodriguez, como personal de seguridad deberías sacarnos de aquí con vida, esa debería ser tu prioridad.-

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14/11/2017, 21:46
[1] Ana Rodriguez

Notas de juego

Rodriguez encontró en el almacén lo que buscaba, aunque no en la cantidad que deseaba. Aquella base estaba construida para ser un gran centro de investigación y no una avanzadilla armada. Allí había algún arma que otra en stock, pero no tantas como para armar un ejército. Se tenía en cuenta que todo el personal de seguridad portaba su propia arma y que el resto no precisaban su uso en caso de una situación como la que tenían.

 

Lo que buscaba era esto que tengo en la pestaña de Notas:

CONOCIMIENTO ESPECÍFICO: Sabes que en la sala [8] hay una taquilla blindada con código de seguridad (que conoces) en la cual hay 4 subfusiles y munición.

 

¿Cuento entonces con los 4 subfusiles y la munición? ¿O hay menos?

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14/11/2017, 22:07
Director 1

Notas de juego

¿Cuento entonces con los 4 subfusiles y la munición? ¿O hay menos?

Cuentas con eso justo, lo que no hay es armas para aprovisionar a todos en la base.

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14/11/2017, 23:21
[1] Lucie Bedoin

Desde la distancia a la que hacía ella la guerra no se oían los gritos de los heridos. Los quejidos del capitán, tan cercanos, le helaban la sangre pero lo que le dió un escalofrío fue imaginar que el cadáver de Nello no debía andar lejos de los mandos del ascensor.

Nello estaba en la recepción cuando comenzó el tiroteo. Era una de esa personas que no callan ni bajo el agua y por eso su silencio era casi un testimonio de su muerte. Né, como le llamaba ella, era su colega italiano, con el que había compartido muchas horas muertas, luchando literalmente contra viento y marea para conseguir que la señal de la estación llegara a la superficie. Pensó en su sonrisa, su infinita paciencia y su café recién hecho. También en la familia de la que tanto presumía y su bonita voz cuando cantaba en las largas guardias que hacían juntos. Y sus ojos marrones y verdes... Miró al suelo y apretó los puños conteniéndose para no acudir a buscarlo. No quería verlo muerto y en ese momento, imaginándoselo cadáver, cayó en la cuenta de que le gustaba. Incluso era posible que se hubiera enamorado un poco de él. Bufó poniendo uno de sus puños en la boca, fingiendo que se lo calentaba con su aliento y miró a sus compañeros con un miedo totalmente irracional a quedar en ridículo si le leían la mente. Pensó que algo así sólo le podía pasar a ella.

Decidió hablar a Popov para poner los pies en la tierra y de paso decirse a sí misma lo que necesitaba oír para no desmoronarse. Se acercó a él para poder hablar bajo.

—Es usted Marcus ¿Verdad? Desgraciadamente la lentitud del ascensor descarta los refuerzos. Estamos solos y nadie puede llegar a tiempo. No nos van a rescatar al menos en los próximos días, ni vamos a poder salir por nuestra cuenta, porque, siento decirle que estarán ahí protegiendo la que sin duda es su única vía de escape.

No piensen que especulo. Como civiles tienen derecho a quedarse, pero si lo hacen tienen también derecho a saber a qué se enfrentan ¿Creen que dejarán las instalaciones intactas para que retomemos las investigaciones una vez nos hayan robado nuestro secreto?

Se encogió de hombros.

—No es que no haya esperanza. No son tantos, sólo los que caben en un porte del ascensor. Quizá podamos defendernos. Pero en mi opinión esconderse y esperar no es lo mejor, ni acudir a la sala de descompresión sin estar en condiciones de asaltarla por las armas. Lo siento.

Dio un paso atrás, esquivó las miradas. Con un gesto de la mano pidió una pistola a Rodriguez.

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14/11/2017, 23:45
[1] Ana Rodriguez

La paciencia no había sido nunca una de las virtudes de Ana que desde niña había necesitado estar siempre en movimiento, con las manos ocupadas. Aquella gente hablaba demasiado y ninguno había respondido a su pregunta así que apretó los dientes y echó a andar en silencio hacia el almacén secundario.

Se movía pegada a la pared, como una gata, con la mirada clavada en la puerta y la pistola cerca de su cara. La abrió de golpe y al ver el camino libre avanzó hasta la taquilla donde estaba el pequeño arsenal. Pulsó el código en el panel y asintió, satisfecha, cuando se abrió. No era nada del otro mundo, pero suficiente para los que estaban allí. 

Cuando regresó con los demás lo hizo con cuatro subfusiles colgados y varios cargadores en los bolsillos. Se había perdido algunas frases mientras tanto y sus ojos azules eran fríos como el hielo cuando miró uno a uno a los otros, deteniéndose en Popov. 

—Uno. Esa gente tiene armas como estas. —Inclinó la cabeza levemente hacia su hombro—. Y no van a preguntar antes de disparar. Si nos cruzamos con alguno agradecerán tener con qué defenderse. Dos. —Miró hacia la puerta que daba a la sala de descompresión y se le torció el gesto al escuchar los quejidos al otro lado—. ¿Están sordos? No podemos salir por ahí ahora, es el primer sitio que han tomado. ¿En serio creen que lo habrán dejado sin vigilancia para que pasemos tan campantes? ¿Y que no habrá nadie vigilando fuera por si alguien sale?

Resopló entre dientes. Pensar demasiado no era lo suyo, menos cuando la acción ya había comenzado y la había pillado a contrapié. Empezó a descolgar las armas de su hombro, ofreciendo tres de ellas a quien quisiera tomarlas, comenzando por Bedoin con un asentimiento firme de cabeza. Si alguno no quería, peor para él, se quedaría ella las sobrantes. Si todos aceptaban, cedería su pistola al último, quedándose ella un subfusil. 

—Yo no sé cómo de importante es que los asaltantes no encuentren el material —dijo, mirando a la doctora Mellows—. Pero si ella necesita ir allí, yo la escoltaré. —Su mirada se movió entonces hacia Lucie y asintió—. Y de ahí podemos continuar hacia la sala de comunicaciones. Tenemos que dar el aviso, necesitamos refuerzos cuanto antes. Hasta que puedan ayudarnos la máxima es sobrevivir. Aguantar todo lo que podamos. 

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15/11/2017, 07:19
[1] Bernadette Schmitt

La Doctora seguía insistiendo en avanzar hacia el módulo 505, casi como si fuese lo único que pudiera hacer, lo único que pudiera decir.

Y entonces aquel werkzeuge, aquel herramientas, pareció no enterarse de nada.

-Venga ya, Schmitt, ¿No tienes familia fuera de esta jodida lata de atún? ¿Y tu, Bedoin? ¿Tan poco aprecias tu propia vida?-  Luego miró a Rodriguez, ¿Para que iba a hacerle la misma pregunta a la jodida cowboy del grupo? 

¿Acaso no me ha escuchado indicar que la sala de descomprensión estaba al lado y la prioridad era salir con vida? -  su procedencia alemana quedaba claramente marcada en la dureza de su tono ante el típico comportamiento de machito frente un grupo de féminas y la necesidad de liderar y tener las ideas él.

Suspiro, exasperada, y se dirigió hacia sus compañeras, esperando algo más de entendimiento.

En esa sala - señaló hacia la sala de descomprensión - están los pequeños submarinos que utilizamos para  realizar los estudios exteriores y tomar muestras del fondo marino. No son demasiado grandes, los técnicos los apodaron los new minis, pero podríamos coger tres o cuatro en cada uno de ellos y conozco el procedimiento de activación.

Volvió a mirar a la Doctora Mellows y frunció el ceño, extrañada.

Doctora, ¿cómo pretende acceder a la Sección 505 y de qué forma, si es que llegase a avanzar tanto, va a destruir todos los datos? Se realizan copias de seguridad sobre un segundo servidor precisamente para evitar la pérdida de información.

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15/11/2017, 18:40
Director 1

La doctora Mellows no tenía ni idea de coger un arma y por eso no lo hizo. Proteger su investigación era mucho más importante que ir armada, además creía a pies juntillas que si veían a alguien armado y no cooperando, los “visitantes” no se lo pensarían dos veces antes de disparar. Si ya lo habían hecho contra la comitiva de bienvenida, nada les frenaba de probar el tiro al plato con ellos, menos si les daban razones. Rodríguez sin embargo tendió las armas y, a priori, el resto hizo como la doctora.

Los quejidos de la sala que daba  acceso al exterior, esa por la que los asaltantes habían entrado, se volvían más agónicos y molestos pero, de alguna forma, también más desesperados y más débiles. Si el capitán Bullock seguía con vida, no iba a ser por mucho tiempo.

-Tengo una manera de borrar todos los datos- dijo a Schmidt, que aunque era científica de apoyo en aquella estación, no había entrado nunca en la sección 505, no tenía los permisos necesarios. Solo los rangos más altos de la estación los tenían y entre ellos se encontraba la doctora, para eso era su investigación.

Mellows iba a decir algo más cuando sobresaltada se llevó un dedo a los labios e indicó al resto que dejaran de hacer ruido. Unos pasos se acercaron al almacén a echar una ojeada. La doctora se escondió tras una de las cajas y trató de no moverse ni un milímetro. Para Bedoin y Rodríguez el sonido de aquellas botas les sonaba familiar, eran de tipo militar con una suela de goma que hacía un ruido reconocible para quien las solía llevar a diario.

Notas de juego

Tirada de sigilo para que no os vean. Si sacáis 4+, rolead como que os escondéis y no pasa nada, si falláis los asaltantes os verán y tendréis actuar a consecuencia. También podéis optar por no intentar ni esconderos.

 

Como veo consenso en usar negritas, procuraré ponerlas.

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15/11/2017, 21:03
[1] Lucie Bedoin

Rodríguez había esquematizado el árbol de decisiones que se espera de un buen soldado en esa situación, un objetivo tras el otro por orden de prioridad estratégica: primero conseguir armas, luego cruzar la estación y destruir la información y los experimentos, después volver a la sala de comunicaciones y mandar la señal de socorro y finalmente, por qué no, escapar en los minisubmarinos.

Lucie sabía que eso era imposible. Conseguir el primer objetivo ya le parecía un milagro y lograr escapar, una fantasía para no perder la esperanza. Ella había tomado la decisión que le exigía el uniforme y luego incluso trató de convencer a los civiles para que les sirvieran de apoyo en su misión. Pero en el fondo estaba convencida de que todos iban a morir en las siguientes horas. Para ella, lo que se estaba discutiendo en ese almacén tan sólo era el cómo. Luchando o huyendo.

Perdió de nuevo la vista en el suelo suelo para escuchar, tratando de tomar el pulso de la estacion; el zumbido, los disparos. Trató de pensar que no era bueno ser tan negativa pero se había dado cuenta de que ellos eran los únicos que habían venido a por las armas al almacén. Y se seguían oyendo disparos. Las palabras le vinieron a la mente con tanta fuerza que no estaba segura si las había llegado a decir «los están ejecutando uno a uno».

Y entonces Mellows les chistó y ella se tumbó cuerpo a tierra, pegada a unos fardos. Unos pasos de botas militares se abrieron paso entre el zumbido de la estática. Contuvo la respiración y preparó el fusil sin hacer ruido. Sentía todo el cuerpo agarrotado, tanto, que no sabía si podría moverse o si sería capaz siquiera de apretar el gatillo.

- Tiradas (1)
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16/11/2017, 00:44
[1] Markus Popov

Maldito el día en el que me destinaron en un complejo lleno de aspirantes a héroe. Markus no se podía creer que sus compañeras apoyaran la idea de la doctora Mellow de suicidarse por... ¿Qué? Porque ni siquiera saben que coño hay ahí.

-¿Que es tan valioso? ¿Eh? ¿Que hay tan valioso en la 505? Porque si voy a morir por ello quiero saber que es. Quizás usted, la grandiosa doctora Mellow, no tiene a nadie esperandola fuera de aquí, pero yo tengo familia ¿Sabe? No estoy casado con... Con...- Comenzó a faltarle el aire, el jodido asma. Rebuscó en su mono de trabajo hasta dar con el ventolín, que rápidamente pudo mitigar ese ataque repentino. 

Se apoyó en la pared, estaba recuperándose y parecía que iba a decir algo cuando se escucharon los primeros pasos. Su instinto de supervivencia lo llevó raudo a esconderse tras unos cajas de cargamento, rezando, o mas bien implorándole a Dios que no los encontraran tan pronto.

- Tiradas (1)
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16/11/2017, 04:19
[1] Ana Rodriguez

Viendo que Bedoin era la única en coger un arma, Ana empezó a colocarse el resto. Colgó en bandolera los subfusiles, cruzando las correas delante de su pecho: dos a un lado y uno al otro, de forma que quedasen cerca de su cintura y pudiera acceder a ellos con un gesto rápido. La pistola se la quedó en la mano. Mientras se preparaba ignoraba la cháchara de los civiles. Una vez marcados los objetivos no entendía la necesidad de volver a darle vueltas a lo mismo. 

Más difícil le resultaba ignorar los gemidos agónicos del capitan Bullock y la vista se le iba de tanto en tanto hacia la puerta que los separaba de la sala donde estaba. Admiraba a ese hombre. Era un jodido héroe de guerra condecorado. ¿Lo estarían dejando morir para su diversión? ¿Torturando? No se escuchaban golpes, así que se inclinaba por lo primero. Apretó los dientes y ahogó en ese gesto la necesidad de abrir la puerta para acudir en su ayuda.

«Cabeza fría. Emociones fuera.», se dijo, repitiendo un mantra que ya no esperaba necesitar. Si algo había aprendido en el frente era a no dejarse llevar por impulsos emocionales. Cerrar sus oídos y su mente a todo lo que no fuese su objetivo. Aún así, necesitaba ponerse en movimiento cuanto antes. Esos quejidos la estaban matando por dentro. 

Echó un vistazo rápido al tipo de mantenimiento al escuchar que se ahogaba, pero no llegó a ponerse en alerta al ver que sacaba el inhalador. Lo miró con frialdad analítica. Un asmático era un dato a tener en cuenta. Si tenían que correr podría llegar a ser un problema. 

El gesto de la doctora la dejó inmóvil por un instante en el que sus ojos buscaron la puerta y sus oídos se aguzaron. Se agachó detrás de una caja, justo a tiempo para no ser vista, pero con la pistola preparada. Se quedó inmóvil, intentando controlar su respiración para ser lo más silenciosa posible. Desde donde se había colocado sus ojos giraron, buscando a los demás, comprobando dónde estaban y si se habían escondido a tiempo. Se sentía tensa como la cuerda de un piano, dispuesta a empezar a soltar plomo si les descubrían.

- Tiradas (1)
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16/11/2017, 12:47
[1] Bernadette Schmitt

Dummkopf... - Schmitt no pudo evitar que el improperio saliera de su boca cuando la Doctora Mellows continuó con su inconsciente idea continuar hacia la sección 505 sin dar más explicaciones y el resto parecía seguirla sin tener ningún plan viable de como llevarla a cabo.

Tuvo que detenerse un segundo, apretando los puños con fuerzas y dando un par de lentas respiraciones, para no seguir soltando improperios en dirección a todos los allí reunidos.

Cuando volvió a  escuchar los gemidos en la sala de descompresión, tuvo claro que no podía dejar que alguien muriera allí y quizá de esa forma el resto entrara en razón.

Estaba ya dirigiéndose hacia la puerta cuando las pisadas indicaron que alguien se acercaba y todos empezaron a esconderse detrás de lo primero que encontraron.

Cuando localizó un bidón de aceite de tamaño considerable, Bedoin lo usó para cubrirse.

Se giró desesperada y sintió un alivio al ver el enorme cajón que contenía el puré de patatas deshidratado pero Rodriguez ya estaba detrás de él.

No le dio tiempo a ver qué contenía la estanteria que la Doctora Mellows y Popov usaban para esconderse pero se encontró sola, en medio de la sala, girando sobre sí misma sin saber dónde ocultarse.

- Tiradas (1)
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16/11/2017, 19:44
Director 1

Popov no parecía tan convencido de ayudar a la doctora en su investigación sino más bien en saber de qué se trataba la misma. Mellows no respondió al respecto, los detalles de su investigación se los guardaba para ella. Si habían entrado unos asaltantes qué le aseguraba que no hubiera un topo dentro entre los suyos. No soltaría prenda a nadie que no tuviera el nivel de seguridad adecuado, y los que lo tenían no necesitaban saber nada que no supieran ya sobre la investigación.

Los dueños de aquellas pisadas eran un par de hombres vestidos de negro, con kevlar y fusiles. Sus caras estaban cubiertas como si de un equipo de SWAT norteamericano se tratara. Aquellos hombres iban bien equipados y bien armados por lo que distinguieron Bedoin y Rodriguez desde sus escondites.

Schmitt no llegó a esconderse cuando aquel par de intrusos llegaron al almacén. Al verla apuntaron con los fusiles y gritaron para advertirla.

-¡Alto ahí! ¡Manos arriba! ¿Estás sola?- uno de ellos cogió del brazo a la química y procedió a llevársela con ellos. –Acompáñanos- tiraron de ella de forma poco amable, ofreciera resistencia o no, y se la llevaron. Ambos asaltante se marcharon por donde vinieron.

Notas de juego

Se llevan a Schmitt y se marchan.