CASTILLO DE AGUASCLARAS: ESTANCIAS PRIVADAS DEL SEÑOR FEUDAL Y SU FAMILIA:
- Estos son los dormitorios de Ser Hadder Tully y su esposa Lady Olenna. Y las habitaciones de sus hijos legítimos.
PRIMER PADRE DE LA PRIMERA LUNA DEL AÑO 140 D.A.
CERCA DEL OCASO.
- El Señor de Aguasclaras es el primero en llegar a las estancias privadas de su familia.
// Entra en escena: Ser Hadder. - Procede de: Patio del Castillo.
Ser Hadder irrumpió en su alcoba con paso lento y pesado. Bosteza. Hay que ver lo cansado que está, y no es precisamente tarde. Podría poner excusas, alegando que había pasado todo el día de fiesta, y eso siempre cansa, pero... lo cierto es que hace unos años habría sido capaz de pasar el día entero bebiendo y comiendo, y luego salir a entrenar con la lanza de forma brillante. Mientras medita, inspecciona todos los rincones de la estancia minuciosamente. Detrás de la puerta, bajo la cama, tras las cortinas, en el cofre a los pies de su cama... La costumbre le hizo desconfiado de joven, y aunque ya no lo sea tanto, hay hábitos que nunca mueren.
"Me hago viejo, eso está claro" Pensó mientras se desvestía con esfuerzo. Los ropajes dejaron paso a un cuerpo aún duro y musculoso, sembrado de cicatrices por doquier. "Y no es en los músculos donde más lo noto".
Una vez desnudo, se acurrucó bajo la gruesa piel que cubría el camastro y pensó en la jornada que le esperaba al día siguiente. Sí, el comienzo del verano era definitivamente una señal de que a Aguasclaras también le había llegado el turno de florecer, y de dar frutos. Mucho había que hacer y que organizar, pues todo estaba a punto de cambiar... para mejor, esperaba.
Y luego estaba el asunto de sus hijos. Había mucho que organizar para los planes que tenía en mente para ellos. También sería algo que abordaría al día siguiente. Sacudiendo la cabeza, hizo un esfuerzo por dormir.
"Si no logro descansar, poco rendiré mañana" Fue lo último que pensó.
- El Ama de Llaves Vesania Oakenshaf lleva a las pequeñas Arianna y Lidya a sus habitaciones.
- Lady Olenna, Pendrik y Gwraidd todavía no han llegado.
// Entran en escena: Vesania, Arianna, Lidya. - Proceden de: Patio del Castillo.
Abrió los pequeños ojos cuando la ama de llaves Vesania la dejo sobre su cama, le dedico una agradable sonrisa a modo de despedida y se recostó en su almohada, tapandóse hasta la nariz con la manta.
Este era uno de los mejores momentos del día para Vesania. Mientras dejaba que otra sirvienta se ocupara de desvestir a Lidya ella se las arreglaba personalmente para hacer lo propio con Arianna.
- Que la Vieja te guarde durante las horas de sueño, mi dulce Arianna.- La besó en la frente antes de retirarse y acercarse a Ser Hadder.
- Mi Señor, si no desean nada más me retiro a mis aposentos.- Lady Olenna aún no había llegado pero sabía que si necesitaban algo no dudaría en hacerla llamar.
A sus aposentos.
- El Ama de Llaves Vesania Oakenshaf se retira a sus aposentos.
// Sale de escena: Vesania. - Sigue en: Casa Señorial.
PRIMERA MADRE, PRIMERA LUNA, AÑO 140 D.A.
AL FILO DE LA MEDIANOCHE.
- Pendrik llega a su habitación desde el Patio de Armas.
// Entra en escena: Pendrik. - Procede de: Patio de Armas.
PRIMERA MADRE DE LA PRIMERA LUNA, AÑO 140 D.A.
TRANSCURRE TODA LA NOCHE.
Pendrik se despertó recubierto por el sudor, había soñado que aquel incendio instantáneo acaecía mientras todos: sus padres, sus hermanos y hermanas; estaban aún sentados en el estrado.
Soñaba que su padre ardía como todos y incluso así, ardiendo, lo lanzaba al lago para salvarlo. Mientras se hundía en el lago, el fuego no cesaba y Pendrick veía desde el fondo del agua como Ser Hadder se deshacía en cenizas de fuego como un demoníaco muñeco de nieve derrumbándose por su propio peso.
Mientras, él se hundía más y más, quemándose y ahogándose, preguntándose cual sería el lugar para quien temía al fuego y al agua por igual.
Solo se despertó al caer de la cama, al menos no había gritado por el golpe, esperaba tampoco haberlo hecho en sueños o no habría dejado dormir a nadie y, peor aún, hubiera delatado más de sus miedos.
Lejos de dormir salgo de la cama, aprovechando que Vesania, en su... ¿como lo diría el septón? ¿en su infinito amor por mi sobre todas las cosas?
Me encojo de hombros y ruedo los ojos, sin ser consciente de que estoy adentrándome en el mundo del sarcasmo.
Debajo del colchón, a salvo de Vesania, se encuentra la pluma. No me tomó mucho darme cuenta de que me quería apartar de él. Pero no pudo evitar que hoy lo viera: como el guerrero, aun más deslumbrante que en el torneo.
¿Si fuera Arianna me dejaría verlo?
Un ruido extraño me hace brincar del susto. ¡Creo que invoqué al demonio, aqui viene Vesania! sin tardanza guardo la pluma y salto sobre la cama. Me cubro con las sábanas hasta la cara... pero solo se necesitan unos momentos de silencio para darme cuenta de que no es, porque no se escuchan pasos.
El suspiro de alivio me hace dejar escapar el aire que no sabia estana reteniendo. Aparto las sábanas, aterrizo sin ruido al suelo y me asomo, intentando buscar el origen del sonido.
No, no era.
PRIMERA MADRE DE LA PRIMERA LUNA, AÑO 140 D.A.
MEDIA MAÑANA.
Ser Hadder sale de sus aposentos después de haberse enfundado en unos ropajes cómodos para la mañana de trabajo que le espera.
"Es tarde" piensa. "Está claro que ya no aguanto la bebida igual de bien que antes. Bueno, debo darme prisa si quiero aprovechar la mañana. Mis audiencias deben estar ya esperando".
Sin más dilación, Ser Hadder sale a paso ligero, camino de la sala de audiencias.
// A la casa señorial: Planta baja de la torre del homenaje.
Tras la pesadilla Pendrik se había vuelto a dormir...hasta ahora. Se levantó y vistió corriendo, a igual velocidad pasaría por la cocina para tomar quizás un par de frutas antes de empezar el entrenamiento. Con un poco de suerte alguna espada jurada de su padre le enseñaría algún que otro movimiento nuevo... y le diría como se había resuelto en incendio del estrado, si habían encontrado a los culpables.
Y si estos aún estaban ocupados, pues entrenaría solo como tantos otros días, aunque Pendrik bien sabía que entrenar solo, lo cual siempre mermaba su progresión.
Mientras pensaba estas cosas pasaba corriendo por los pasillos y estancias, sin nada del decoro que un heredero debía tener, ni mucho menos el del caballero en que algún día se convertiría.
/Si nada se lo impide; al Patio de Armas.
- Ser Hadder se dirige a la Torre del Homenaje.
- Pendrik se dirige al Patio de Armas.
// Salen de escena: Ser Hadder, Pendrik. - Siguen en: Ser Hadder en Casa Señorial. Pendrik en Patio de Armas.
PRIMERA MADRE, PRIMERA LUNA, AÑO 140 D.A.
MEDIODIA.
- Haudrey llega a la parte de la Casa Señorial destinadas al señor de Aguasclaras y su familia.
// Entra en escena: Haudrey. - Procede de: Patio de Armas (tras pasar por la Casa Señorial).
El muchacho se dirigió a buen ritmo a las habitaciones de sus hermanastras, en busca de ellas, pues así se lo habían pedido. Procurando darse prisa, empezó a recorrer los aposentos en busca de Lidya y Arianna, empezando por sus propias habitaciones. Cuanto menos tardara, menos se enfadarían con él. Simplemente debía ser rápido.