CASTILLO DE AGUASCLARAS: HERRERIA:
Herrería del castillo:
Al norte de la porqueriza está la herrería. Edificio hecho de piedra. Es un edificio de dos plantas, en el piso de arriba vive el herrero con su familia (su esposa Aisa y sus hijos Jodd y Aaron). El herrero hace herraduras, puntas de flecha e infinidad de enseres útiles para el castillo y sus habitantes. También repara armaduras, construye escudos y pule y afila armas. Ocasionalmente forja alguna armadura o espada cuando se lo ordena el Señor de Aguasclaras, aunque eso consume mucho tiempo y recursos.
PRIMERA MADRE, PRIMERA LUNA, AÑO 140 D.A.
MEDIA MAÑANA.
- Plumby llega a la Herrería procedente del Patio y la encuentra desierta. La fragua está fría.
// Entra en escena: Plumby. - Procede de: Patio de Armas.
Allí me esperaba mi aprendiz justo delante de la herrería le sonreí viendo la puntualidad de éste, vamos muchacho hoy toca hacer unas cuantas flechas de caza ten en cuenta que éstas son de punta amplia, y aunque se pueden utilizar también para la guerra es preferible para la caza pues no posee la característica de la punta bodkins para perforar las pesadas armaduras y escudos.
- Niño: el niño asiente, aunque se queda meditando un poco quizás pensando en todo lo que había visto hacer hasta ahora, después me mira con una sonrisa y empieza a traer las herramientas como el material necesario para fabricarlas.
Pongo en funcionamiento la forja después voy viendo si Robin trae todo lo necesario para hacerla, si es así me pongo a la tarea si no le diré los componentes que faltan y tras traerlos empezaré con el trabajo.
Trabajo de producción puntas de flecha amplia.
PLUMBY:
- Tendrías que poner en marcha la forja, y no estás seguro de que el Herrero se tome a bien que toques sus cosas.
- En caso de querer hacerlo, tirada de Herrería para encender la fragua.
Motivo: Herrería
Tirada: 1d20
Resultado: 9(+7)=16
PLUMBY:
- Tardarás algún tiempo en ponerlo todo en marcha, pero crees que podrás hacerlo tú solo.
El procedimiento de la fragua consistía, en esencia, en mezclar convenientemente los óxidos de hierro con carbón vegetal en una especie de horno en el cual se introducía una tobera que inyectaba aire. La carga de carbón se colocaba delante de la tobera y la de mena al lado de la de carbón. Encima también se colocaba carbón. Seguidamente se dejaba funcionar durante unas tres o cuatro horas, para reducir la mena. Después de la reducción, el producto resultante era martilleado para eliminar las escorias y compactarlo.
Pasadas las horas...
El martillo hacía saltar chispas en la penumbra de la fragua, y el hierro candente iluminaba con luz rojiza la cara ennegrecida del herrero sudoroso, que tarareaba una melodía al ritmo de sus golpes. Y de esa música y esos golpes, y de esa luz y ese sudor iba saliendo, como por arte de magia, la forma que yo había soñado.
Mi aprendiz me ayudaba en lo que podía mirando todo con gran curiosidad con la intención de algún día poder hacer aquello que con tanto esmero ahora veía.
- Pasado el mediodía, Caster llega a la Herrería, procedente de los Talleres y tras pasar por el Patio.
- Ve a Plumby el Flechero ocupado con el laborioso trabajo de la forja, seguramente dispuesto a confeccionar puntas de flecha. No hay nadie más en la Herrería.
// Entra en escena: Caster. - Procede de: Talleres, pasando por el Patio.
Seguí en mi quehacer estaba acostumbrado a la presencia de los habitantes del castillo pero no me dirigía hacia ningún noble, caballero o hombre de armas a no ser que ellos se dirigieran a mí mientras estuviera trabajando. No era por falta de respeto al revés era por sumo respeto de ahí mi actitud.
Los hombres de armas según me contó mi padre no se les debía de hablar a no ser que ellos lo hiciesen, pues podían responder de forma hostil por haberme interpuesto en su camino o haberme dirigido a él, eran hombres impetuosos e irascibles y no les gustaba que un artesano se inmiscuyera en sus andanzas.
El gigantesco guerrero se acerca hacia Plumby mirando hacia un lado y otro sin, en apariencia, encontrar lo que busca. Masculla algo. Por fin, centra su mirada en el flechero.
–Buenos días –dice con su suave y extraño tono de voz–. Busco a Jeremyed. Llevo buscándolo media mañana. ¿Dónde puedo encontrarlo?
- Algo más tarde llega a la Herrería Din el Forestal. Encuentra a Plumby manejando la fragua como si fuese el Herrero, pero a Jeremyed no se le ve por ninguna parte. Parece que Caster le está preguntando por él a Plumby.
// Entra en escena: Din. - Procede de: Patio de Armas.
El Forestal encaminó sus pasos hacia los dos hombres que se encontraban en la herrería. Procuró no ser sigiloso como era él habitualmente. No quería sorprenderlos y podía estar interrumpiendo una conversación privada.
Cuando llegó a unos metros de ellos se detuvo y carraspeó para llamar la atención de ambos. - Buenos días. - Saludó a los dos. - Disculpad la intromisión. -
Luego se centró solamente en Caster. - Necesito hablar un asunto contigo cuando termines aquí. - Dijo al soldado. - En privado por favor. -
Pacientemente Din esperó a que Plumby y Caster acabaran su conversación. Se alejó unos pasos de ellos y les concedió cierta privacidad.
Buenos días sean dadas les transmití a los dos, después le comuniqué al soldado aquello por lo que me preguntaba.
El Herrero duerme en la planta de arriba, normalmente se encuentra la fragua vacía pues el trabajo del metal escasea en estos tiempos, sigo trabajando porque la caza en esta estación es fecunda y necesito tener un buen repertorio de flechas para los nobles, más no sé dónde puede encontrarlo, me quedé esperando con sudores que corrían desde el pelo hasta mi frente la respuesta del soldado pues una vez que me hablaban paraba el trabajo y sólo seguía en el caso de que se me diera permiso para continuar.
Caster contempla al muchacho en silencio. Levanta la descomunal estrella de la mañana que empuña con su mano derecha y la apoya sobre el banco de herramientas, haciendo que todo el material tiemble.
-Cuando venga a trabajar, si es que viene, le dices que Caster hijo de Marcaw ha venido buscando su arte -masculla-. Volveré mañana, no puedo perder todo el maldito día.
El caracortada se echa la empuñadura de su arma al hombro, entiesándose. Desde sus casi dos metros de altura clava sus fríos ojos en el flechero.
-Plumby -dice, a modo de despedida.
Después se vuelve hacia Din.
-Vamos a donde gustes. Te sigo -murmura.
Así lo haré mi señor, esperé que aquel gigante que se hacía llamar Caster abandonase la herrería junto al forestal para seguir con mi trabajo.
Din encabezó la marcha hacia el patio, buscarían algún hueco donde pudieran hablar a solas pero igualmente dejó que el gigante le alcanzara antes de comenzar a alejarse.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca susurró algo para que sólo Caster le oyera.
/Al patio con Caster
- Tenemos una misión de Ser Hadder. Secreta. - Matizó. - Debemos colaborar con el Maestre Ammon en una investigación. -
No dijo más, ahí no. Esperaría a que estuvieran en el patio y a ser posible lejos de oídos indiscretos.
- Din y Caster salen al Patio de Armas.
// Salen de escena: Caster, Din. - Siguen en: Patio de Armas.