Partida Rol por web

Al escuchar los insultos que la anciana dirigió a Maira, Pantera dejó de recorrer la habitación con la mirada. Una cosa era que los de la sala 1 les pidieran disculpas y ellos decidieran perdonarlos, ¿pero encima debían soportar sus insultos en silencio? Estaban pidiendo demasiado. Lo que estaba claro era que no se había equivocado en su apreciación sobre el nombre de la mujer. Esa era exactamente una actitud propia de alguien que se hace llamar Reina. 

El hombre se acercó a Maira en silencio, colocándose a su lado, un paso por detrás de ella mientras respondía a Reina. A pesar de que su postura parecía relajada, una ligera tensión en los músculos de su cuello y la mirada que dirigía a la anciana dejaban claro a quién apoyaría si la cosa iba a más.

Pantera,Reina y Joe dan varias vueltas por la habitación tratando de encontrar algo útil pero solo hallan un par de balas de pistola. Rodrik, por su parte, encuentra unas vendas guardadas en una caja de cartón. Maira parece ser capaz de discutir con todos y buscar cosas con acierto pues encuentra en un pequeño maletín una pistola de gran potencia y tres balas más. Además ve que en una parte de la habitación se encuentra una extraña estructura que se interna en el interior de la habitación, rodeada de cables y consolas de mando.

Por su parte Nicolai se acerca a los extraños tronos y ve que lo que parece descansar sobre ellos es un trío de robots diferentes entre sí. Dos de ellos parecen completamente unidos a sus tronos y sus rostros son más cuadriculados mientras que el de en medio no parece formar un mismo ser con ellos y tiene un rostro más humanoide.

También ve varios cables que se unen a los tronos y recorren la habitación hasta la zona en la que se encuentran buscando Aitzbier y Conrad.

Aitzbier y Conrad buscan sin encontrar nada demasiado útil pero, al apartar varias cajas, accionan una extraña palanca. Unas luces comienzan a encenderse en los tres tronos y los robots unidos al trono comienzan a mover su cabeza y brazos mientras que en su asiento se abre un agujero por el que se ve la boquilla de un arma que se mueve, apuntándoos.

Que original, soltó Rodrik al ver como los robots mostraban un arma y de golpe se volvían peligrosos. El científico esperaba algo más elaborado del supuesto genio que le observaba mientras participaban en el experimento, pero parecía que a quien controlase aquel laberinto solo le interesaba analizar el color de su sangre. Reuniendo el poco valor que tenía el cientifico se lanzó con su cuchillo a cortar los cables. La electrónica es así. Corta el cable mas gordo y seguro que deja de funcionar. Bromeó el cientifico que sabía que la realidad era muy distinta. Solo esperaba que en aquel caso bastase con algo tan simple.

La mirada de Pantera se apartó rápidamente de la anciana cuando escuchó el sonido de los robots moviéndose. Maldijo entre dientes al ver las luces y las boquillas de arma aparecer en los tronos. El hombre se puso en guardia con decisión, medio agazapándose, y sacó un cuchillo de su bolsillo, dispuesto a luchar por su vida por segunda vez en el día.

- Que alguien proteja a la cría. - Fue lo único que dijo, sin dirigirse a nadie en particular ni molestarse en mirar hacia atrás, con la mirada fija en los robots. Quizá Rodrick podría encontrar la manera de desactivarlos, pero mientras tanto alguien tendría que enfrentarse a ellos. Y desde luego estaba claro que con los cobardes de la sala 1 no podían contar.

Mujeres... - fue el pensamiento de Conrad cuando Maira y Reina se pusieron a discutir cuando el resto habían preferido poner las cosas en frío de momento. Se puso a mirar por la Sala 10, memorizando lo que había dicho el interfono de la Sala 9, antes que una nueva distracción se lo volviera a sacar de la cabeza.

Se puso a rebuscar por la zona donde había una de las mujeres de la Sala 1, la cual no se había presentado pero había omitido meterse en la discusión tras una breve disculpa. De pronto, sin tener claro si por su propia culpa o la de ella - probablemente de ambos -, activaron una palanca.

Desgraciadamente, no fue para abrir una puerta a las Salas intermedias, sino que del trío de tronos aparecen las boquillas de armas que nos apuntan. - Venga no me jodas... - suelta Conrad furioso y angustiado, y agarra su cuchillo y se lanza contra el suelo para no sólo intentar cubrirse, también intentar cortar los cables que tenían allí y que iban hacia los tronos, con la esperanza que eso los desactivase.

- En serio - murmuro al ver como se activan los tres robots y veo armas que surgen del trono - Esto va mejorando por momentos. Me aparto de los robots dejando un pequeño regalo explosivo entre ellos para dirigirme hacia donde se encuentra Carol e intentar protegerla. Esperemos que funcione y les haga el suficiente daño...

- Dos de los robots no se pueden mover, parecen estar anclados al trono, el tercero es casi seguro que se alzara cabreado del trono. Y por lo que visto, los cables van desde los tronos hasta llegar al lugar donde os encontráis, vosotros dos, Aitzbier y Conrad. No os acerquéis a los robots, he colocado un pequeño artefacto explosivo - grito.

Las discusiones me agotaban, me parecía que era perder el tiempo y no sacaríamos nada en claro. Simplemente me estaba convencida de que, si no se les dio la opción de destruir a los perros, la mejor opción había sido mandarlos a nuestra sala, sobre todo si tenían una niña que proteger. Me mantendría junto a Pantera y Maira, pero no haría nada mientras no hubiera un ataque directo.

Revisé la sala pero no encontré nada útil excepto unas balas que, sin algo donde ponerlas, no me servían para nada, ojala tuviera aún mi arma reglamentaria.

En ese momento un movimiento en los tronos me puso en guardia, de uno de los tronos asomaba el cañón de un arma, me moví todo lo rápido que pude tratando de cubrir a Carol y apartarnos del ángulo de tiro del arma. –¡Al suelo!- grité más por costumbre que como advertencia, todos se habían dado cuenta de la amenaza, no necesitaban aviso.

Reina se había puesto a buscar por la estancia, siguiendo los consejos de Nicolai. No merecía la pena gastar energías con una mujer con aquella. Su búsqueda no fue muy buena, posiblemente porque se encontraba aún algo alterada. Sin embargo, algo la alertó, alguien había accionado los robots, o eso parecía.

-Cuidado, Carol! Grito Reina, mientras intentaba predecir el objetivo del ataque de los robots para saber lo que debía hacer. Carol era el blanco más pequeño, pero ya había recibido una descarga, no estaba segura de que la niña pudiera aguantar otro ataque.

No me gustaban las discusiones y no quería que se produjese una aquí, así que le di un tironcito a Reina en el brazo -No discutas con ella Reina -Y me fui tras Rodrik. Me parecía un hombre interesante, no había buscado conflictos a pesar de que los perros le habían atacado a él y parecía un excéntrico científico loco. Había un montón de preguntas que rondaban mi cabeza y que me gustaría hacerle.

Justo antes de poder alcanzar a Rodrik algo sucede con los tronos que presiden la sala y los robots que están sobre ellos comienzan a moverse. De ellos aparecen armas que nos apuntan y todo el mundo comienza a gritar y a decirme que tenga cuidado -¿Qué hago? -No sé que hacer, intento alejarme de los robots lo más rápido que puedo, entonces noto como alguien grita al suelo y se tira hacia mí. Me tapo los ojos con las manos y comienzo a repetir aterrada -Yo solo quería volver a ver a papá... yo solo quería volver a ver a papá...

Mientras carga la pistola y la empuña, Maira se acerca a la consola de mandos y se desliza en su interior. No solo era guapa, también era lista, y sus conocimientos rivalizaban con los de Rodrick, probablemente. "Pero, por favor, yo soy mucho más humilde que ese payaso, como para ponerme a lucirme sin necesidad."

Desgraciadamente la torpeza de Conrad y la otra...otra, habían activado la trampa de la sala. "¿Tanto cuesta mirar antes de actuar?"

Al escuchar el aviso de Nicolai, Pantera se mantuvo apartado, echando una mirada al artefacto y esperando que estallase. - Quizá deberíamos intentar salir de aquí. - Dijo, manteniéndose en guardia, preparado para lo que viniese. - ¿Maira? ¿Joe? - Preguntó, esperando que alguna de las dos sugiriese un destino para cuando sonaran las alarmas.

Os lanzáis todos contra los robots, lanzando un ataque tras otro. Sin embargo los cuchillos rebotan en una especie de campo protector que desvía todos los golpes. Solo la bomba de Nicolai logra romper la barrera de fuerza, destrozando gran parte de la estructura de ambos robots. Cuando el humo se disipa veis que la mitad derecha de un robot ha desaparecido mientras que al otro se le ha destrozado el brazo y parte del rostro.

Rodrik corta un par de cables que parecen debilitar al robot con el cráneo fracturado, haciéndole bajar la cabeza y un brazo. Sin embargo Maira toca los botones equivocados y vuelve a dotar de energía a la máquina.

Los robots os apuntan con sus ametralladoras, comenzando a hacer girar ambas armas. Una de las máquinas dispara una tanda de proyectiles contra Joe, Nicolai y Conrad, que logran esquivarlos cubriéndose entre los muebles de la habitación. Este último no solo es capaz de evitar cada bala si no que, en su carrera, lanza su cuchillo contra el robot que le está disparando, clavándose en su rostro y apagándolo para siempre. Por su parte el otro robot trata de disparar pero ambas ametralladoras, dañadas por la explosión, explotan a la vez, destruyéndolo.

Os habéis librado de ambos enemigos pero podéis ver como la energía comienza a fluir hacia el trono del robot que aún no se ha activado. Lentamente el robot comienza a moverse y se levanta, mirándoos uno a uno, como si os evaluara. En su espalda descansa un gran rifle.

Parapetada tras los muebles, conseguí evitar los disparos, dos de los robots estaban destruidos  pero aún quedaba uno, me mantuve a cubierto tratando de evitar al tercer robot. Necesitaba con urgencia un arma, con la porra poco podía hacer. Mientras trataba de encontrar la manera de llegar hasta una de las que había caído al suelo, sin ponerme a tiro, contesté a Pantera.- Sí, tenemos que continuar hacia adelante, no podemos volver atrás, deberíamos ir a la sala 1.