Partida Rol por web

Enarqué una ceja ante las palabras de Carol, esa niña era de todo menos inocente, por lo visto era todo una fachada. –Carol cielo, ¿no te han enseñado a no meterte en las conversaciones de los adultos?- me dirigí entonces al robot.- XZDEL, esto es un ejemplo de como la inocencia puede utilizarse como manipulación, parece una niña adorable y lo utiliza para conseguir sus objetivos. No es la primera vez que lo veo, de hecho una niña como ella me destrozó la pierna cuando trataba de ayudarla. Lección de humanidad número uno, una niña pequeña puede esconder un asesino. – observé la expresión de Maira y debía estar pensando más o menos como yo.

-Los humanos muchas veces somos ciegos a la inocencia, no voy a obligarte a venir con nosotros o ir con ellos, es tu decisión. Esto va también por vosotros- añadí en dirección a los que llegaron de la sala 1.- Pensad en lo que estáis dispuestos hacer por ella, sospecho que será vuestra muerte.

Los ojos de Carol se encharcaron ante lo que esa horrible mujer le decía. No entendía el por qué de sus palabras y solo pensaba en que no quería que aquellas dos brujas la viesen llorar -no llores delante de ellas, no lo hagas Carol -En su afán por quedarse con aquel robot para ellas serían capaces de decir cualquier cosa, incluso a una niña pequeña, con tal de conseguir sus objetivos.

Estaba claro que no eran buenas personas, que eran de las que no les importaba pisar a quien se cruzase en su camino y no siguieses sus directrices. Corrí hacia Reina con lágrimas en los ojos -Solo quería que el robot nos ayudase -dije mientras la abrazaba

- Eso se sabrá al termino de los ocho días, Joe. Pero harías bien en aplicarte los mismos consejos que das a otros, no vaya a ser que la acabe muerta seas tú por seguir a quien no debes - respondo apoyado en la pared observando la escena - Es cuanto menos curioso que vosotros podáis pedir al robot que os acompañe y que cuando la niña lo hace, poco más y es un demonio. Sabes lo que eres, te lo diré, una hipócrita, sobre todo cuando hace unos pocos minutos estabas protegiéndola y ahora poco menos y la estas demonizando, mientras que tu compañera Maira sujeta la empuñadura del arma no se conque intenciones a decir verdad. Harías bien en recordar, que si no es por el artefacto explosivo que utilice para inutilizar a esos robots, ahora mismo alguno de vosotros puede que estuviese muerto y la forma en la que lo agradeces es insultando a una niña pequeña, llamándola asesina. Sino me equivoco los policías no tienen una especie de lema...  Proteger y servir, ¿no? Esta claro, que es todo un acierto, que nuestros caminos se separen.

Ya estaba enfadada, esa niña podía esconder algo y no estaba dispuesta dejarme engañas otra vez. -Bueno Nicolai, en primer lugar yo no he dicho que sea policía, así que me gustaría saber si tienes información sobre mí o solo lo supones. Únicamente he dicho que una niña me disparó cuando trataba de ayudarla. En segundo lugar, no le hemos pedido a XZDEL que venga con nosotros, le hemos invitado y es su decisión venir o no. Tú "ayuda" me ha parecido bien y te lo agradezco, pero supongo que es lo menos que podíais hacer teniendo en cuenta que casi nos matasteis con esos perros, era más fácil pulsar el botón que buscar opciones, ¿no es cierto? Te ayudabas a ti mismo tanto como a nosotros, así que no intentes convencerme de que eres mejor que yo. Y no le he acusado de asesina, he hablado desde la experiencia refiriéndome a otra niña más o menos de la misma edad, si morís probablemente sea por protegerla, y eso os honrará, pero estaréis muertos. He intentado protegerla, cierto, y te puedo asegurar que eso no se repetirá. No es hipocresía, cualquiera tendría tendencia y no soy diferente, pero eso ha sido hasta que he visto la sutil manipulación que usa con vosotros.- miré a Maira que seguía llevando el arma en las manos. -De momento en esta sala somos los únicos que no hemos hecho nada en contra de nadie, te recuerdo que no podéis decir lo mismo. No puedo esperar el momento en que suene la alarma. Estaría feliz de equivocarme en esto, solo espero que no pagueis por ella.

- Supongo que lo eres *, por tu comportamiento y demás - comienzo a hablar manteniendo la calma observando como se va cabreando por momentos - La verdad es que no has tardado ni cinco minutos en volver a sacar el tema de los perros, y vuelvo a repetirlo, que si hubiésemos tenido alguna opción de evitar que apareciesen en alguna de las dos salas, lo hubiéramos hecho, lamentablemente nuestro ordenador no nos dio ninguna opción y solo se pulso cuando el tiempo estaba a punto de agotarse. Si no nos quieres creer, no me importa a decir verdad. Yo tengo la conciencia muy tranquila, y seguramente, si estuvieses en nuestro pellejo habrías hecho lo mismo, así que deja ya de lanzar reproches, que ya aburren. Pero veo que es predicar en el desierto. Y te equivocas si piensas que os debíamos algo, no os debemos nada, si actué así es por mi naturaleza no porque deba compensaros por una elección que me obligaron a hacer - alzo los hombros - Si muero protegiéndola, al menos habrá sido una buena muerte y habré muerto haciendo lo que creo que es correcto, donde tú ves manipulación yo veo otra cosa, pero no voy a gastar mi tiempo en explicartelo. Es sencillo, puedes seguir lanzando mierda, que mi opinión no va a cambiar. Y por último, no se donde crees que estás, esto no es la casa de la pradera, ya nos avisaron donde nos metíamos cuando nos ofrecieron los cuchillos antes de entrar. Guárdate tus "buenas palabras y propósitos" para alguien que quiera aceptarlas, no me vale que me acuses, ataques y después vengas a darme la palmada en la espalda deseándome suerte. Lo siento, pero no me va tu juego. 

Pantera recogió su cuchillo del suelo y contempló en silencio cómo Maira parecía despertar al robot que quedaba y la conversación se desarrollaba. El hombre se mantenía un poco apartado del robot, que podía ser un aliado eficaz, pero también un arma y enarcó una ceja al ver cómo la niña, que al principio se mostraba temerosa, trataba de convencer al robot para que se fuese con ellos en cuanto le pareció útil.

Lo cierto es que la actitud de la niña le parecía muy conveniente en todo momento. Le recordó por un instante al tullido que había visto en las pruebas. Si esa niña estaba allí estaba claro que algo debía tener. No sería potencia física, eso parecía claro. Pero probablemente sería más brillante y más madura de lo que quería aparentar. Y por lo que parecía, también era una manipuladora nata.

Desde luego parecía que lo mejor sería separarse, así que Pantera se colocó cerca de la puerta que llevaba a la sala 1, dispuesto a marcharse en cuanto las alarmas sonaran. Sin embargo, Maira había dicho algo que le había llamado la atención. - Tendríamos que tratar de conseguir comida. Al menos si queremos seguir manteniéndonos lo suficientemente ágiles y fuertes como para combatir a este ritmo. - Su mirada se posó una vez más en el robot. - Mi nombre es Pantera. Un placer, XZDEL. - Su voz sonó grave, pero no tan segura como de costumbre. La tecnología no era lo suyo y no podía evitar sentirse raro hablándole a un montón de metal que parecía comportarse como un humano. Interiormente decidió tratarlo como si fuese uno más y dejar de preocuparse por el tema. - ¿Sabes cómo podemos conseguir comida en este lugar? - Preguntó finalmente.

Mientras esperaba que llegase el momento y pudieran salir de la sala para perder de vista al otro grupo de una vez se acercó a Maira y le tendió las balas que  había conseguido. - Toma, comprueba si te sirven para esa pistola. - Ofreció. A él las balas solas no le servían de nada, pero si eran compatibles con la pistola de Maira, tendrían dos tiros más.

Me acerqué temerosa a donde estaba Nicolai con toda la que se estaba montando. Tiré suavemente de su pantalón para decirle -No discutas con ella Nicolai, no merece la pena y menos por mi culpa. Si se quieren llevar al robot que lo hagan. Yo solo intentaba que nos ayudase, explicándole que nosotros eramos menos que ellos y mucho menos equipados, y que nos sería de mucha ayuda. No sé, quería encontrar la forma de ayudaros a Reina y a ti, ya que vosotros lo estáis haciendo conmigo y yo no tengo mucho que ofreceros, a decir verdad -le miré fijamente -Siento mucho todo esto, seguiremos como hasta ahora, tampoco nos ha ido tan mal, ¿verdad?

Había quedado patente que aquellas personas no eran nada amables y menos en el momento en que las cosas no se hacían o no les salían como ellos querían. Yo no era ese tipo de persona, no me habían enseñado a ser mezquina y sabía cual era el camino correcto. Me acerqué donde estaban todos reunidos en torno al robot y me despedí uno a uno de ellos -Adios y que todo os vaya bien -Me acerqué a Rodrik, que era con el único con el que había podido hablar un poco -Tened cuidado con los botones y palancas, ¡ah! y la puerta que da descargas -Por último me despedí del robot -Encantada de conocerte Xzdel, espero que aprendas mucho con ellos.

Entonces me volví con Nicolai y le cogí de la mano para cruzar a la habitación número 9.

Carol solo había intentado ayudarnos y solamente había recibido malas palabras por parte de esa gente, si para conseguir un robot eran capaces de actuar así, que se podía esperar de ellos cuando las cosas se pusiesen difíciles de verdad. Me alegraba de corazón perderlos de vista.

Al ver el rostro de la pequeña y escuchar sus palabras, soy consciente de que se siente culpable de la discusión recién creada, pero solo necesitaban y buscaban una excusa para lanzar de nuevo sus dardos envenenados. No pasa nada Nicolai, recuerda que a todo gochu le llega su San Martín.

- Ey, Carol, tranquila que tú no tienes culpa de nada - digo sonríendola - Y no te preocupes, estoy seguro que a lo largo de estos días, vas a ayudarnos a Reina y a mi, además de sernos de gran ayuda para sobrevivir los ocho días, no tengo ninguna duda sobre eso. Como bien dices, las cosas no nos van mal y no me puedo quejar de compañeros - la guiño un ojo agarrando su mano mientras espero a que la puerta hacia la sala 9 se abra, atento a las acciones del resto.

La alarma comienza a sonar y las puertas comienzan a abrirse. No tardáis demasiado en separaros en grupos, buscando alejaros de aquellos en los que desconfiáis.

Pero algo cambia respecto a la vez anterior en la que sonó la alarma. Las luces se apagan de golpe y, durante unos minutos, no veis nada más que oscuridad mientras que un fuerte estruendo oculta todos los sonidos.

Cuando las luces vuelven a encenderse veis que las puertas están completamente cerradas. Sin embargo lo que más os alerta es el cuerpo sin vida de Rodrik, con el cuello cercenado.

Una especie de máquina aparece por un hueco de la pared y, con unas pinzas, coge el cuerpo de Rodrik y se lo lleva por el extraño agujero que acaba de aparecer.

Justo cuando era la hora de cambiar de sala algo parece ir mal. Todo se apaga de pronto y cuando las luces vuelven Reina ve el cuerpo sin vida de Rodrick, así como las puertas cerradas a cal y canto.

-Sea quien sea ha escogido el mejor momento para actuar. Dijo Reina con voz neutra mientras evaluaba a todos los presentes de la sala. Vista la rivalidad entre los dos grupos apostaría que esto se va a poner tenso.

Avanzó hacia los vendajes y los recogió para guardárselos dentro de su vestido. Parece que vamos a quedarnos aquí más de lo esperado.

Cuando se fueron las luces, Conrad se mantuvo alerta sobre lo que podía pasar, aunque el estruendo que había le hacía imposible prácticamente notar otra presencia que no fuera la suya. Cuando volvieron las luces, las puertas se habían cerrado, y descubrieron a Rodrik degollado.

¡Maldita sea! ¡Rodrik! - dijo mientras una máquina aparecía y se llevaba el cuerpo sin vida del que había sido compañero hasta el momento.

Conrad se apartó de todos y empezó a mirar uno a uno. Había tenido ya una primera intuición, pero no podía dejarse llevar por sus impulsos. Necesitaba tener una respuesta clara y coherente de quien habría podido asesinar a Rodrik, aunque la necesitaba con rapidez. Seguramente las cosas se pondrían muy feas, y como no dieran con el asesino, no sólo podrían seguir aquí atrapados, además moriría más gente. Y Conrad podría ser el siguiente.

Todo ocurre muy deprisa: los robots, la bomba de Nicolai y las aburridas discusiones de después. Afortunadamente no me ha alcanzado ningún disparo, no tengo un solo rasguño y no me interesa participar en el debate. ¿Por qué se empeñan en formar bandos? ¿Aún no se han dado cuenta de que aquí dentro estamos solos?

A la máquina humanoide que habla la miro de reojo pero no le dirijo la palabra. No entiendo por qué son todos más amables con el robot que entre sí.

De pronto las luces se apagan y mi cuerpo se tensa, esperando una trampa o un ataque sorpresa. Sin embargo nada ocurre... hasta que la luz regresa.

Mis ojos saltan de unos a otros tratando de averiguar quién lo ha hecho. Durante unos largos instantes se posan en la niña. A todo el mundo le sorprende que esté aquí... pero por algo ha sido elegida. "Sólo quiero volver a ver a mi papá", repite constantemente. ¿Qué está dispuesta a hacer a cambio?

Pero, ¿por qué no degollar a Maira o a Joe, con quienes acaba de discutir? No, hubiera sido demasiado evidente... Mejor matar a Rodrik, que no había tenido problemas con nadie, para que todos seamos sospechosos.

-Oye, Carol... -digo en el tono más neutro que encuentro, pues sé que en cuanto la acuse Nicolai y Reina me van a saltar al cuello-. No lo has hecho tú, ¿verdad?

Justo cuando estamos a punto de cruzar la puerta, las luces se apagan y durante unos minutos solo se escucha ruido, la mano de Carol me aprieta con mas fuerza y justo cuando las luz vuelve, Rodrik aparece asesinado. Le han cortado el cuello, seguramente con un cuchillo. Lo que nos faltaba para que el ambiente se caldease un poco más...

- Solo hay un pequeño detalle que desconoces, y es que mientras ha habido el apagón, la pequeña no me ha soltado la mano, así que complicado que haya sido ella. De todas formas, es bastante sencillo, ha sido acuchillado, enseñar vuestros cuchillos aquellos que los portéis y seguramente el arma homicida, tenga algo de sangre, a oscuras dudo mucho que el asesino haya podido limpiarla por completo. Además, tengo la impresión, Aitzbier que necesitas una cabeza de turco y has decidido que Carol puede serlo, tras escuchar las palabras de Joe. Creo que tú has estado buscando por la sala y has podido preparar el apagón, que me da a mí que no ha sido algo casual. 

Estoy de la mano de Nicolai esperando que podamos irnos y dejar a algunas personas atrás cuando de repente las luces se apagan. Es en ese momento cuando la veo, esa mujer, ella se acerca a Rodrik mientras todo está oscuro y... -¡No lo quiero ver!

Todo sucede muy deprisa, cuando las luces se encienden Rodrik está tendido en el suelo y yo lo había visto todo. Ahora tenía claro que si ella me acusaba era aprovechándose de que otros ya me habían acusado. Era un blanco fácil, una niña que no se podía defender de los ataques de los adultos con argumentos adultos. Si yo fuese una asesina como dicen, no sería tan tonta de matar a alguien para que todos me acusasen. Ella me quería tender una trampa y a pesar de que sabía que a excepción de Reina y Nicolai nadie confiaría en mi inocencia, no me podía callar lo que sabía -Nicolai, ha sido ella -dije señalando a Aitzbier -lo he visto todo -Le ha hecho cosas malas a Rodrick.