Partida Rol por web

Llegas a una nueva sala mientras la puerta se cierra detrás de ti. Parece que nadie te ha seguido ni nadie ha venido desde otra habitación por lo que estás completamente solo.

La estancia está llena de mantas blancas impolutas que ocultan muebles u otros objetos similares. Ves que en una de las paredes hay una gran puerta que se dirige hacia el interior de los laboratorios y que está completamente cerrada. Sobre ella hay tres luces que permanecen completamente apagadas y la propia puerta tiene en ambos lados tubos de luz sin encender.

Ves un interfono como el de la anterior sala y una gran máquina expendedora.

Una voz resuena por toda la sala, una voz que ya conocéis de sobra, esta vez sin ningún tipo de distorsión robótica. Distinguís claramente que quien os habla es una mujer.

Espero que las pocas horas que lleváis en este laboratorio sean de vuestro agrado. Podéis creerme cuando os digo que vosotros estáis aportando más por la ciencia que cualquiera de esos burócratas o engañabobos que reinan en las ciudades. Gracias a vosotros lograré desvelar numerosos enigmas, ascenderé un nuevo escalón en la comprensión de la ciencia. Y la ciencia, como es obvio, lo es todo. Es el cosmos y el vacío, la tierra y el cielo, es lo que explica vuestra necesidad de comer, vuestra agresividad o vuestro impulso para amar. Y también es la causa de que seáis como sois, de que penséis como pensáis, de que actuéis como actuáis. La ciencia es la llave que abre todas las puertas y gracias a vuestra aportación aquí estaré más cerca de completar su construcción.

La voz se detiene, dejando un silencio triunfal para que reflexionéis unos segundos. Dicen que la noche altera las acciones de la gente, que hace que vuestras emociones tiendan a los extremos. Veremos si esto es verdad.

Firior no miro atrás, sabia que nadie le seguía, pero permanecer mucho mas tiempo en esa sala sin moverse era una perdida de tiempo.

En esta nueva habitación, en soledad no tenia nada mas que objetos ocultos tras sabanas y una única puerta con luces apagadas a lo que supuso que o se encenderían por su propia cuenta al sonar el pitido o tendría que encenderlo él. También había un interfono, como en la sala anterior.
-¿Y este para que servirá?

Pero antes de hacer imprudencias, quiso saber lo que ocultaban cada una de las sabanas de ese sitio por lo que empezó a destapar los "muebles" con la mano izquierda, mientras que con la derecha sujetaba su martillo con fuerza, por miedo a alguna sorpresa como la de la sala anterior.

Comienzas a levantar las sábanas, revelando mobiliario destrozado y antiguo cuya función no debe ser otra más que distraer u ocupar espacio.

Mientras continúas con tu tarea escuchas la voz del interfono y, aunque no le prestas demasiada atención, el sonido ha provocado que algo se despierte.

De debajo de una de las sábanas sale una mujer muy bella, de pelo blanco y ropajes ajustados. ¿Quien eres tu? -te pregunta colocando sus manos entre ella y tu, aunque no ves que lleve ningún arma.

Llegais a una nueva sala mientras la puerta se cierra detrás de vosotros. Parece que nadie más os han seguido y que los monstruos se han quedado en la estancia anterior.

La sala está llena de mantas blancas impolutas que ocultan muebles u otros objetos similares. Veis que en una de las paredes hay una gran puerta que se dirige hacia el interior de los laboratorios y que está completamente cerrada. Sobre ella hay tres luces que permanecen completamente apagadas y la propia puerta tiene en ambos lados tubos de luz sin encender.

Ves un interfono como el de la anterior sala y una gran máquina expendedora.

Firior se encuentra en la sala hablando con una bella mujer de pelo blanco.

La alarma comienza a sonar y las puertas comienzan a abrirse. 

Pero algo cambia respecto a la vez anterior en la que sonó la alarma. Las luces se apagan de golpe y, durante unos minutos, no ves nada más que oscuridad mientras que un fuerte estruendo oculta todos los sonidos.

Cuando las luces vuelven a encenderse ves que Estrella y Klaus llegan a la estancia desde la habitación anterior.

Firior saludó Klaus al hombre que había llegado a la sala antes que Estrella, Julius y él mismo. Klaus, señora se quitó entonces el sombrero en gesto teatral  Allí atrás se ha liado una buena, con monstruos mutantes y otros horrores. No se si esos bichos podrán abrir la puerta, pero yo me pondría rápido en movimiento.

El enterrador echó una mirada en derredor, y de inmediato se dirigió a comprobar la máquina expendedora, a ver si había algo de utilidad en ella.
 

Firior miro a la mujer de cabello plateado con curiosidad pero con semblante severo. No tenia muy claro la presencia de esa mujer.

Soy Firior, parte de este experimento como muchos otros. ¿Quien eres tu? ¿Que hacías debajo de una sabana?-No tuvo mucho mas tiempo para preguntar, antes de que las luces se apagaron, y con instinto alzo el martillo y se puso alerta, estaba ciego pero no sordo.

Al volver la luz y ver como dos de los anteriores "compañeros" aparecían por la puerta que llego, los miro por el entrecejo pero bajo el arma y escucho con atención.
-¿Mutantes?,¿Bichos? ¿De que estas hablando y los demás no os han seguido?-Muchas preguntas, ha responder. -Si quieres ir a otra sala, la puerta que da a la estancia nueve, esta justo allí o puedes ayudarnos y descubrir a donde da esa otra puerta.-Señalo con la cabeza a una gran puerta que se dirige hacia el interior de los laboratorios y que está completamente cerrada con tubos y luces a su alrededor.

-A lo que me recuerda, ¿Conseguisteis abrir la puerta? ¿O hablar con el soñador?-Así decidió llamar a quien estaba dentro de la burbuja.

Tras Estrella y Klaus surge una figura que había quedado oculta por ambos -Yo debo ser el soñador del que hablas. Mi nombre es Julius, un placer, aunque preferiría que saliéramos de este lugar antes de seguir forjando una amistad.

La puerta que descubrió Máscara estaba cerrada, y enseguida llegaron esos bichos, así que sólo nos dio tiempo de sacar a Julius de su siestecita, matar a un par y echar a correr. explicó Klaus gesticulando según hablaba Además, Máscara cayó por una especie de conducto del suelo, este lugar es de locos. No se si alguno más habrá escapado por la otra puerta, no me apetecía detenerme a mirar, la verdad.

Una vez hubo terminado de registrar la máquina expendedora, Klaus se acercó a la puerta que mantenía apagadas sus luces, a ver si podía averiguar algo sobre ella...
 

Firior alzo una ceja al ver como había otra persona mas con ellos, al aparecer ese soñador tenia nombre y podía hablarse por si mismo. Cuando iba a responder el enterrador le puso al día, por lo que ahora solo tenia un par de dudas mas.

-¿Así que ese tipo llamado Mascara a caído por un conducto? Que raro, pero supongo que todo lo referente a este experimento es raro. Tu amigo.-Se dirigió a Julius.-¿Sabes algo mas de estos sitios que nosotros? Creo que podemos hablar mientras buscamos una salida, además solo hay una puerta posible que presupongo que se abrirá cuando suene la campana y esta otra que no tengo ni idea de como podemos abrirla.-En ese momento reparo de nuevo en la mujer.

-Tu igual conoces a esta mujer.-Señalo con el pulgar a Eris, preguntando directamente al soñador, de nombre Julius -Estaba en esta sala y parece que a despertado después... de que algo sonara por ese comunicador.-Al no tener claro que había escuchado, se limito a señalar el comunicador de la habitación, uno muy parecido al que tenia la sala anterior.

Hola a todos, mi nombre es Eris, al menos eso creo. Me despertó la voz de una mujer que resonó por la sala. Llevo varios días en esta sala, he perdido la noción del tiempo pues aquí siempre están las luces encendidas. ¿Como habéis entrado? ¿las puertas se han abierto al fin? ¿como habéis llegado hasta aquí? -responde la mujer, presentándose -y no, yo no conozco de nada a ese hombre ni a vosotros.

No conozco de nada a esta mujer. A mi me asaltaron en la ciudad y me noquearon. Cuando desperté estaba en una especie de laboratorio. Hicieron cosas raras conmigo y, bueno, ya no recuerdo nada más. Realmente no se si todo eso lo he soñado -añade Julius -esa máquina en la que estaba me tenía totalmente aletargado y confuso.

Klaus se acerca a la máquina expendedora y, por el camino, tropieza con un mueble tapado por una sábana, haciendo que este de la vuelta. Pegado con celo encontráis una escopeta, dos balas de este arma y una pequeña armadura flexible.

La máquina expendedora está encendida y podéis comprar cosas en ella.

Klaus se había golpeado la espinilla con aquel maldito mueble, pero a cambio, encontró lo que podría ser más que útil viendo los monstruos que tenían en la sala a sus espaldas. Con calma, observó su hallazgo, y tomó la protección ligera, poniéndosela con premura, por si acaso los bichos mutantes irrumpían en la escena.

No tengo madera de héroe admitió ante los demás, tomando la escopeta Pero siempre será mejor que quién lleve la armadura lleve el arma, si ocurre algo y nos atacan, corred, y yo intentaré ganar tiempo. Es la Voluntad del Señor. dijo realizando el gesto del Demiurgo.

Señora, la historia es sencilla. se dispuso entonces a explicar a la joven llamada Eris. Estamos en un complejo científico de la corporación Atlas, en la que investigan y ponen a prueba a sujetos como nosotros. Algunos han venido por voluntad propia, otros como Julius arecen haber sido secuestros. La realidad es que tenemos que salir de aquí vivos, y para eso creo que debemos intentar llegar al centro del complejo. Y no será sencillo, pues la voz que ha oído parece divertirse mucho fastidiándonos.

Y ahora a buscar una salida de esta sala, ¡vamos! exclamó poniéndose a revisar la puerta en busca de un mecanismo que les permitiera abrirla.

Estaba aliviada de poder estar aquí ahora con estas personas, un momento que me hubiera quedado de más y no lo contaba. Esa bestia probablemente se ceno a mi protector, pero tal como estaban las cosas en esta nueva sala, teníamos a otro protector. Estaba de suerte, no podía creerlo realmente - Sí Eris y Julius no recuerdan nada dudo que puedan sernos de gran utilidad, a menos claro que tengan algún recuerdo al menos confuso que nos pueda ayudar a escapar de aquí. Por cierto, es primordial avanzar sin detenerse, ya me he quedado atrás una vez y no fue grato, parece que hay un ejercito de mutantes intentando cazarnos, solo como caso hipotetico expondría que deben de estar haciendo una carrera desde la sala del fondo, pero no tengo manera de saber a ciencia cierta sí vamos camino a la salida o a una emboscada - 

Me poso junto a Klaus y le hago señas - ¿puedes golpear con tu nueva arma esa puerta? - me refería a que sí la puerta que llevaba a los laboratorios tenía ventana que la rompiera, pues era normal pensarse que de alguna forma veíamos esas luces apagadas.

Firior no termino de convencerlé lo que dijeron los "nuevos".-O pueden estar mintiéndonos.-Respondió al comentario de Estrella.-Sea como sea, prefiero que estén delante de mi que a mi espalda y eso va también por ti enterrador. Si eres tan rápido como para armarte, mas te vale cumplir tu palabra y ponerte delante de lo que nos pueda hacer mas daño a nosotros que a ti.

Hecho un rápido vistazo a Eris y después se posiciono en la puerta que no tenia numero.
-Aconsejo que cuando suene la alarma nos movamos hacia la puerta que da a la siguiente sala, mientras tanto intentamos averiguar como podemos hacer funcionar esta otra.-Se meció la barba pensativo observando su forma y engranajes, como poder que esos tubos hicieran algo útil para que esas luces se encendieran.

-Aunque como a dicho la pelirroja, lo siento pero no recuerdo tu nombre, puede que los que estén en la sala 9 quieran entrar aquí nada mas suene la alarma, por lo mismo que nosotros, ¿Tenemos alguna forma de saber que sucede en la otra sala? Creo recordar que en la anterior podíamos verles, ¿sabéis algo mas de ellos?-Preguntaba por la sala contigua y la gente que mostraba el monitor.

Me muevo para la sala 9 cuando suene la alarma (a no ser que la otra puerta, esa que no va ni a la 8 ni a la 9, también se abra, en ese caso entrare en esa. La que estoy analizando actualmente)