Partida Rol por web

Joder... esto había sido demasiadas pelis de acción a la vez en muy poquísimo tiempo: rayos laser contra Scott, disparos del FBI a un cabrón, ¡dragones comedados! Admito que todo me pillo muy de sorpresa y se me quedó cara de no estar entendiendo absolutamente nada, al menos hasta que noté la mano de Nikole posarse en mi hombro, momento en el que asentí y me dirigí con Scott -Podrías haber avisado de que podías hacer eso... o hacerlo antes. Que por cierto, ¿como lo has hecho?- le dije al chico con respecto al dragón, también preguntándole en que maldito manual de instrucciones ha leído eso.

Entonces... vi con muchísima más sorpresa como Lucas se estaba levantando... ¡pero que le habían disparado coño! -¡JODER QUE HA REVIVIDO EN PLAN NÉMESIS!- exclamé y avisé a todo el mundo agarrando la espada con ambas manos poniéndome entre ellos y Lucas... aunque sinceramente, viendo mi espada y luego las pistolas de Katherine, creo que yo iba con cierta desventaja -¿Me prestarías una?- le pregunté a la agente pelirroja... ¡que soy cadete de policía y se disparar! Estoy entre los diez mejores de mi promoción... y eso que el día de las pruebas de tiro andaba de resaca.

Esto fue increíblemente raro... ¿porque ahora todo el mundo tiene poderes raros y el Lucas esta en plan Joker? No lo se, pero ahora mismo el hombre apareció con las chicas en los brazos y exigiendo negociación. No estaba entendiendo nada, ¡y no entender nada me mosqueaba! -¿Negociaciones? ¡Pues escucha este negocio subnormal! ¡Nos das a esas chicas y nos dejas irnos, y yo no te meto esta espada por el orto!- le grité más que dispuesta a cumplir esa amenaza después de dar un paso adelante y otro al lado... por si debía esquivar un rayo laser, que al hacerlo no impactase contra el grupo de gente.

Y otra vez las cosas se ponen turbias para nosotros, no solo porque Lucas ha resucitado, que eso no sería tan malo si se pusiera de nuestro lado y no estemos pensando que nos traicionará, sino que ahora está fusionado de alguna manera con King Dice. Hasta alguien como yo reconoce a un boss final, sobre todo cuando empieza a cambiar de forma. Aun así creo que podremos lograrlo, que podré llevar el cuerpo inconsciente de Giulietta hasta los demás y largarnos de ahí, terminando con esa locura. Pero ni llego hasta la taberna cuando King Lucas nos muestra sus trofeos.

Ver a Giulietta ahí me desesperó, aunque fuera una joven que había conocido muy brevemente, la verdad que no soy un hombre que se relacione con nadie, así que el tiempo es indistinto. Con Leliana me pasaba otra cosa, simplemente no podía verla solo como un personaje, pues actuaba de la misma manera que nosotros. Miré a mi alrededor, buscando algo que me diera una idea sobre qué hacer, que podía ofrecer que no fuera la condenación a todos para que King Lucas las liberase.

-Vamos Max… Puedes hacerlo- revisé mi muñequera como había visto hacer a Gary, aunque solo veía las tres malditas líneas de vida. No tengo idea de cómo cambiar algo de ese mundo, si pudiera… No sé, le pegaría la desgana de querer hacer algo con sus vidas, simplemente conformándose con ser un simple personaje de videojuegos-. Conmigo funcionó…

Pero no tengo la menor capacidad de hacer algo así, ni la valentía de Hanna como para ofrecer mi alma, quizás porque no creo que él cumpla su trato, pero también por miedo. Vamos que hasta Scott, un chico de aspecto débil, estaba luchando con todo lo que tenía para salir de ahí. Y ni hablemos de Katherine y… ¿Cómo se llamaban? Las chicas alocadas. ¡Diana y Nikole! Que la rubia está esgrimiendo su espada contra el nuevo Boss casi sin demostrar miedo. Y bueno, Gary estaba esposado a Kath. Nada más que decir. ¿Qué puedo hacer?

-¿Si todos intentamos lo que hizo Scott? ¿Trabajo en equipo?- esas idioteces eran inculcadas siempre en mi trabajo, siendo más un pisar cabezas que en verdad trabajo en equipo, pero ahora creo que se puede lograr. Bueno, deseo que se pueda lograr de alguna manera.

Me quedo paralizada al escuchar la voz de Scott detrás de mí y por un instante tengo miedo a girarme. ¿Son imaginaciones mías? ¿Y si no lo es? ¿Pero y si lo es y realmente Scott no...? Antes de que pueda decidirme, la cabeza de un dragón aparece ante mí y apenas retrocedo tres pasos diminutos, con las manos pegadas al pecho y la mirada fija en la corriente de fuego que por algún motivo no llega hasta mí. Tardo un poco en reaccionar, y cuando lo hago veo que alguien me está tirando de la mano.

- ¡¿Scott?! ¿Estás...? ¡Estás bien! - le miro sonriendo y totalmente emocionada - ¿Cómo has...?

Sin que pueda terminar la frase, el sonido del disparo me hace girarme con un respingo. Por algún motivo ver al loco en el suelo no me provoca ninguna reacción. Ni siquiera estoy segura de alegrarme. Tal vez un poco porque así ya no nos pondrá a nadie más en peligro pero... Pero parece que ni eso, porque el boss acababa de pasar a su segunda forma. Escucho a Max y me giro rápidamente hacia Scott, quedándome en medio de él y el nuevo King Dice, por si le da por lanzar otro de sus rayos.

- ¿Hay alguna forma de que podamos hacer eso mismo sin la tablilla? Si no, te va a tocar a ti spamear dragones y... nosotros te cubrimos. - le sonrío encogiéndome de hombros. Era lo que tenía pensado hacer de todas formas...

- Eso intento.- contesto a a la petición de la pelirroja cuando escucho el disparo que me distrae y me giro para ver caer a Lucas muerto- Bueno, una preocupación menos. - me sorprendo al pensar eso y ver una persona muerta, y lo peor es que esto no podía achacárselo a ninguna personalidad del personaje al que estaba encarnando. La tablilla me daba unas habilidades en este mundo inmensas pero seguía siendo yo al 100%. Entonces la rubia pide más ni la miro al contestarla.- Lo hice cuando podía, ¿o te crees que disfruto estando aquí?.- inspiro con fuerza para calmarme justo cuando Hana vuelve a hablar y le sonrío mientras tomo su mano.- Estoy bien, ya te dije que tenía un plan. La tablilla me permite modificar el juego y ahora voy a usarla para salir d...- me interrumpo cuando veo como se levanta Lucas que empieza a hablar como King Dice solo que con problemas de personalidad múltiple o algo así. Escucho lo que dicen tanto él como la rubia y una sola palabra sale de mi boca.

- No.-

King Dice observa al grupo y sonríe malicioso al ver como la rubia se separa del grupo para añadir en voz baja

Cuidado rubia, los que se separan son los primeros en morir en las películas de miedo.

Luego se yergue en toda su estatura y sujeta a las dos mujeres inconscientes con la mano izquierda sujetándolas por la pechera de sus ropajes y usandolas de escudo, mientras que en la mano derecha se materializa una espada serrada.

Creo que me expresé mal. -Empieza a hablar de nuevo con voz potente- Cuando dije negociar, me refería a que os propongo un trato:

Os permito abandonar este lugar y prometéis que no volveréis, a no ser que queráis entregar vuestra alma, en cuyo caso no me negaré- Sonríe enseñando todos sus dientes- Y yo...-Clava la espada en el suelo y con la mano libre se da un golpe en la cabeza- Y nosotros... ¡NO! ¡soy yo! Maldito... No me hagas arrepentirme... ¡Vale! Está bien- 

Se calla y espera vuestra decisión

Acto seguido la porción de suelo que separa a las dos mujeres del nuevo dado se elevan formando una trampa digna del prince of persia pero mucho más grande que corta los brazos de ese engendro, liberando así a Leliana y Giulietta.- No vas a encerrar más almas aquí, no vas a torturar a mas gente y luego irte de rositas. Es lo que no entiendes, ¿verdad? Has perdido.- según voy hablando la hoja de acero va envolviendo al antiguo Lucas y tomando la forma de una dama de hierro

La dama de hierro se cerró, pero King Dice ya no se encontraba dentro. Se habia materializado en lo alto de uno de los escombros de lo que habia sido Feudo Celestial y volvia a tener brazos.

- Tsch, tsch, tsch - negó con su dedo mientras abría un portal y os empujaba a todos através de él. Ahora él era el rey y nadie iba a arrebatarle eso, mucho menos un mocoso insolente.

Su pulsera no iba, y por lo que vio parecía que la tabilla era la que efectuaba la acción de administrador, el chico la estaba utilizando bien así que podía estar tranquilo, vio como el dragón se tragaba a King Dice, como Katherine disparaba a Lucas por la espalda y este resucitaba como un nuevo dado, todo indicaba que volvería a revivir en algún NPC o jugador que estuviera cerca, se había acercado a Scott junto a los demás posicionándose al lado de Katherine.

Miró a esta unos segundos y se acercó a su oido. 

Luego tras una pequeña sonrisa dirigida a la mujer avanzó unos pasos para interferir en algún posible ataque del nuevo dado hacía el chico que intentaba sacarnos de allí con la consola de administrador. El malo maloso había invocado una espada serrada y puesto pero pronto es sorprendido por una dama de hierro que le corta los brazos y deja caer los cuerpos de Giuletta y Leliana, pegó un pequeño sprint para intentar agarrar a ambas y llevarlas con el hacia los demás.

Sin esperar lo siguiente fue empujado hacia atrás y absorbido por un portal, solo esperaba que ese fuera el portal a casa.

Al acercarse al oído de Katherine, espera un segundo antes de comenzar a hablar.

-The Ritz Carlton, en New York, con vistas a Central Park, Suite 0.  Al despegarse del oído de la mujer, sonreía pero, pudo ver que en sus ojos se reflejaba un pequeño atisbo de preocupación.

No lo entendía del todo pero Lucas se había levantado como si nada,asombrado por su disparo.Una mueca despectiva apareció en el rostro de la mujer que iba a responderle cuando el otro continuó hablando y Katherine se dio cuenta de que Lucas se había convertido,fusionado o sido absorbido por King Dice.Kat arqueó las cejas sorprendida pero se dio cuenta de que aquella podía ser su última oportunidad pues aquel demente parecía dispuesto a matarlos o a dejarlos ir.

De cualquiera de las maneras,si salían ella no podría decirle a Gary la verdad por lo que ignorando lo que ocurría a su alrededor le buscó con la mirada y al verle a su lado se tranquilizó y escuchó las palabras que él le susurraba pero no dejó que se separase de ella y de igual modo le respondió.Tras decirle aquello le miró brevemente y dejó que él corriese hacia las chicas tratando de salvarlas mientras ella preparaba de nuevo su arma para disparar,sin embargo no pudo hacer nada pues un nuevo portal se abrió y comenzó a absorberles a todos ¿dónde?Esperaba que esta vez fuera a su casa

-"Allí estaré"-responde en el mismo tono de voz-"Oldman...Gary....Yo también te quiero"-dice mirándole a los ojos y sintiéndose liberada del enorme peso que sentía desde hacía años-"Te quiero"-repite sonriéndole levemente antes de dejar que se vaya corriendo

Aunque me alegra ver que todo va bajo control, al escuchar a King Dice me pongo nerviosa de nuevo. Todavía podría... No, ¿pero y Scott? ¿Él querría quedarse aquí conmigo si se lo pidiera? Aunque exista King Dice... ¿No es este mundo mejor que el otro? Al escuchar la respuesta de él, simplemente bajo la cabeza, entrecerrando los ojos con asco al ver cómo el caradado termina envuelto por la trampa de metal. Ya está...

... O no. Al ver cómo se vuelve a materializar, mi primer impulso es ponerme de nuevo delante de Scott, por si decide atacarle de nuevo, pero lo que hace es algo que me sienta incluso peor. Un nuevo portal que a saber dónde nos llevaría. ¿Tal vez un nuevo juego? ¿O simplemente...? Agarro la mano y el brazo de Scott lo más fuerte que puedo, esperando que no nos separen de nuevo, mientras cierro los ojos con fuerza. No quiero que se lleve a Scott otra vez... Y no quiero ir a casa.

La única forma de describir lo que estaba pasando era que todo era una inmensa locura.

Pero claro, estar en el mundo de los videojuegos, no era una cosa tan normal, tampoco. Y menos con un megalómano con cara de dado del Parchís con anfitrión suicida que, al parecer, ahora era parte del capullo del tio ese.

Por un momento me sentí mal. ¿Y si al igual que el chico que lanzaba dragones, mi "deseo" se convertía en realidad? Jo, Nikky, que tino tienes, chica!

Estaba realmente asustada, pero no por mi, si no por Diana. Era de armas tomar! En este caso, la espada, ya demás solicitaba una pistola mas! Temía que Diana hiciera de las suyas y al final pasara como a Cullen o a chico friky. ¿ Como se recupera una de la perdida de un compañero de juego y una... ¿como definir a Diana?¿Mi chica? Sonaba bien, al menos.

Por eso, cuando al final el destino decidió por nosotros de enviarnos de vuelta a casa, me apené de pensar en si la volvería a ver. A todos. ¿Que sería de Max? ¿ del puto King-Lucas-Dice? Ojala pudiera hacer algo contra él antes de que vuelva a recoger mas gente y hacerles esto!

El remolino no me dejó pensar en ello durante demasiado tiempo. La vorágine nos tragó para escupirnos en algún lado.

- Diaaaan^aa_aaa^aaaaa!- Grité, lanzando mi mano en su busca mientras daba vueltas.

Aunque el idiota me lanzó una clara amenaza de muerte, yo permanecí firme -Grrr... No firmes cheques que tu culo no pueda pagar...- le dije al tipejo preparada para cualquier ataque por su parte, ya fuera rayos o ataques con aquella espada serrada... si, desde luego algo muy chungo pasaba con ese tipejo con sus poderes raros.

Escuché la "oferta" de King Dice/Lucas... y arrugué el morro con clara desconfianza -Si ya... como que me fio...- dije claramente suspicaz... ¿porque el Lucas con doble personalidad nos dejaría irnos así sin más? Además, dijo "abandonar este lugar" y no nombró nuestro mundo en ningún momento... capaz era de decir "abandonar este juego para mandaros a otro"... ¡seguro era esa triquinuela legal!

Pero entonces, Scott volvió a hacer magia y encerró al tio... joder, ¡podía avisar o preguntar antes de actuar! Admito que me estaba empezando a cabrear bastante... y más cuando por culpa de ello, el King Dice nos abrió un portal detrás nuestra que empezó a tragarnos. Yo intenté clavar la espada en el suelo para sujetarme... pero como que fue un poco inutil, eso solo funcionaba en las películas. Así que me obligada fui siendo tragada por el portal... escuchando el grito de la pelirroja -¡Nikooooole!- exclamé intentando llegar hacia ella mientras nos tragaba como pudiera, ya fuera con la cutrez de nadar en el aire o incluso forzando cuescos... ¡Pero quería estar con ella y quería que mi mano alcanzara la suya! A saber donde leches acabaremos, porque a casa lo dudo... pero al menos que me pueda usar de colchón al aterrizar.

Tarde caí que era la propia tablilla la que podía modificar toda la realidad, sobre todo porque a pesar de la capacidad de Scott, Lucas King tenía el toro cogido por las astas. Él tenía las mismas capacidades de la tablilla, aunque parecía no querer usarlas en nosotros de forma más agresiva. Vamos que podría invocar a una horda de monstruos y destrozarnos. ¿Qué le detenía? Quizás en verdad quería quedarse con nuestras almas y necesitaba hacerlo de algún tipo de manera legal o era mismo Lucas que interfería. Pero todo eso poco importaba para mí, solo podía ver como ese tipo usaba a sus rehenes como escudo, sin poder hacer nada para impedirlo. La historia de mi vida, nunca tuve control de nada. Por suerte Scott volvió a hacer algo, momento en el que al fin logré mover mi maldito cuerpo hacia adelante, viendo como Gary hacia lo mismo.

-Dios te bendiga Chaval- murmuré sintiendo un verdadero aprecio por un posible ladrón al que no conocía de nada, cosas del juego supongo. Solo teníamos que llegar a ellas, arrastrarlas hasta donde estaba todos y…-. ¿Qué...?

Todo mi cuerpo era arrastrado hacia atrás, mientras el viento agitaba mi ropa y el aire parecía escapar de mis pulmones. Tenía que avanzar casi de rodillas, aferrándome al terreno y dándolo todo por dar un paso más. Pero de repente mis manos dejaron de tocar el suelo, tenía entre mis puños briznas de hierba reseca y todo comenzaba hacerse pequeño y girar sin control.

-No lo logré- pensé antes que todo dejara de tener sentido y mi alrededor se convirtiera en un borrón inteligible.

Sentías tanto dolor.... Pero no físico, pues tu cuerpo no era tal ya que era miles de fragmentos descomponiéndose en tu viaje de vuelta a casa. No, era otro tipo de dolor más desgarrador, más devastador y desolador. Habías visto como Gary intentaba llegar a las dos mujeres, y por alguna extraña razón solo cogió la mano de Leliana. Quizás porque pensó que tu llegarías hasta ella, hasta la mujer que se había hecho un huequito en tu interior. Pero como siempre, no habías tenido la fuerza necesaria para hacer aquello que debías hacer. Salvar a Giulietta.

Apareciste en tu oficina, no había nadie en ella. Al comprobar la pantalla de tu pc solo habían pasado un par de horas desde que clickaste aquel enlace. Te marchaste a casa donde te encerraste hundido en la más profunda tristeza. Pasaron los días, las semanas, pero el dolor no remitia. Hasta que una mañana, en el curro, miraste de pasada tu correo spam. Y alli estaba, un mensaje cuyo remitente era Giulietta, y de bastanes dias atrás

No te dió tiempo a terminar de abrir el mensaje pues una mano se plantó en tu mesa. Unas manos delicadas te abrazaron desde atrás mientras te susurraba a oído sugerente - Si que me ha costado dar contigo, cielo. Espero que me compenses por haberme tenido buscándote por todo internet -

No entendía porque tenía tantas ganas de matarlo, quería librarme de él y hacerle pagar, ¿pero realmente me había imaginado algo para despedazarlo y hacerle sufrir? Sin embargo eso daba igual pues se había alejado y justo cuando estaba pensando en como  proteger a todos de lo que fuese hacer noto a Hana agarrándome del brazo. Iba a decirle que no tenía de que asustarse pero su cara era de tristeza no de miedo. No entendía porque me miraba así, pero me dejaba por completo desarmado ante el empujón de King Dice pudiendo solo abrazarla para no separarnos mientras un último portal nos absorbía a todos vete a saber donde ésta vez.

- Da igual donde sea, te encontraré siempre Hana.- le susurro antes de que todo se vuelva luz.

¡Una cortadora! Qué original. Pero eso no iba a funcionar. El crío no entendía nada y lo iba a destrozar todo con su ignorancia.

Ahora él sí que lo entendía. King Dice se lo había dicho. ¿King Dice? Así le llamaban, pero él no era King Dice. ¿Lucas? Así se llamaba, hace mucho tiempo. Ahora era alguien diferente. Alguien mejor. Mucho más poderoso. Lo notaba.

Una sucesión de pensamientos recorría la mente del nuevo King Dice, mientras la dama de hierro se cernía sobre él. Sonrío de medio lado.

Vuelve a equivocarse. Pobre infeliz, le ciega la rabia. Aprenderá, por las malas, pero aprenderá.

Al materializarse de nuevo y observar casi riendo como el portal les absorbía, les dedicó unas últimas palabras

¿No aceptáis el trato? Como queráis. Aceptad las consecuencias de vuestros actos. La próxima vez pensaréis antes de actuar a lo loco... si es que hay próxima vez- Lo último que escucháis es su carcajada a través del portal.

Todo fue muy rápido y la sensación de desfragmentación fue más vivida que la vez que entraste en el juego, por eso cuando tus dedos intentaron alcanzarla fue imposible.

Cuando abriste los ojos estabas en una cama enorme, embutida en tu pijama. La habitación era grande pero decorada a tu gusto. Había un uniforme sargento de la policia colgado inmaculado de la puerta del armario. En lugar de un tocador había un escritorio con un ordenador moderno, no como el MAC con el que habías accedido al link de Jumanji. Y un corcho enorme donde había algunos recortes de periódico en cuyos casos habías participado. Alguna que otra medalla, alguna foto tuya, pero...lo que más llamaba la atención eran las fotos de Nikole. Fotos dándo un concierto en algún local pequeño o la de su único disco que aún no había triunfado mucho en su pais, mucho menos en el tuyo.

TE llevaste la mano a la frente confusa hasta que empezaste a recordar. Tú ya habías vuelto hacia mucho tiempo y habías tenido que seguir con tu vida. Pero no podias alejarla a ella de tu cabeza y comenzaste a buscarla cuando calculaste que había pasado el tiempo suficiente. Era fácil ya que sabías que queria ser cantante. Comenzaste a seguirla en las redes social pero no le dijiste nada hasta estar segura que ella ya habría entrado en Jumanji.

Y la sensación en tu pecho era que si, que ya estaba de vuelta y por fin podías volver a tenerla entre tus brazos....

Quisiste aferrarte a ella con desesperación pero... pero la fuerza de la succión era enorme e imparable. Tus manos se cerraron en el vació mientras veías como se descomponian, al igual que todo tu cuerpo.

Cuando despertaste estabas en casa. Tu casa. Y no sabías si eso era bueno o malo. Miraste todo a tu alrededor y sentiste todo el peso de la impotencia sobre tus hombros. No había manera de comunicarte con el resto. ¿O si? Te abalanzaste sobre el ordenador e intentaste buscar algo de ella. Era cadete de la policia ¿no? Algo saldría.... Te pasaste un buen rato buscando, ignorando los mensajes de tus redes sociales que resaltaban con el icono de aviso, y al final diste con una noticia en un periódico on-line, donde se mencionaba a Diana.

Pero era más mayor, y ya era sargento...