Partida Rol por web

El laboratorio no es como Tahïr recuerda estos sitios. Desgraciadamente no está todo impoluto, aunque parece que sí lo estuvo hace muy muy poco, algo es algo, ya estás más cerca de tu sueño higiénico, doctora. Está oscuro, y sucio, y viejo, y roto, y sucio otra vez. Ahora más bien lo que parece es que acaba de haber una guerra aquí dentro. Hay sangre, de varios colores incluso, pantallas destrozadas, cristales y otros líquidos a cada cual más peligroso manchándolo todo, y esos tanques de clonación. Docenas, cientos de ellos, almacenados en sucesivas salas y talleres. Contienen personas, humanoides, animaloides, criaturas y criaturoides de todas las clases y colores. La mayoría os pueden matar, es así. Algunos están intactos, y parece que esos cuerpos podrían usarse. La mayoría están jodidos, quebrados, con los cuerpos de su interior marchitos, igual que como Knox vio a Dallas y Gustav. Algunos están vacíos, pero sin señales de destrucción...

Tahïr, ¿crees que podrás trasbasar la mente de Knox a uno de esos cuerpos? Preferiblemente el suyo, o uno que le parezca más que el viejo barbas. Deberías estudiar los controles y el laboratorio antes de hacer nada, por si acaso.

Knox, si quieres un consejo empieza a buscar un cuerpo que te agrade. Hay mucho por explorar por aquí, así que cuanto antes empieces antes acabarás, y así ayudarás a la doctora.

Mita, sabes que esto es peligroso. Sé que lo sabes, y sabes que lo es. Los pajarracos de la escalera quizás sean sólo una muestra de lo que puede fabricarse en este sitio, y está claro que algunos de estas cápsulas de clonación están vacías.

Llegas a las instalaciones. Oyes ruidos. Ves una lluvia de fuego dentro de un túnel, pero no le das mucha importancia. Ruedas, ruedas, subes, subes, ruedas, giras, giras, subes, ruedas, chocas. Te detienes en una confluencia de túneles rectilíneos y metálicos. Otra vez deben ser construcciones, las rocas no son así. Al fijarte ves manchas rojas por todas partes, y figuras de esas aplastadas, decorando por todas partes.

Oyes un ruido, es una voz familiar, al fondo de uno de los túneles, como si alguna vez hubiese sido la tuya.

Sigues el túnel metálico hasta llegar a un sitio que te resulta familiar, aunque nunca has estado aquí. Es un lugar muy parecido al de tu nacimiento. Al de todos tus nacimientos, excepto el primero. Hay cápsulas llenas de líquido, y figuras flotando en ellas. Hay poca luz, y poca roca. Poco polvo.

Ante ti hay tres figuras, una azul, una grande, y otro tú.

Antes de que os pongáis a hacer nada oís un ruido. ¡Es una de esas jokrinetas del desierto! Viene rodando y chocando con todo, destrozando aún más el complejo a su paso. Parece que os ha seguido hasta aquí.

Cuando llega frente a vosotros se detiene, y parece mostrar un brillo de inteligencia en su mirada.

Hummm, he visto algo así. Antes estaba allí, o estuve allí. ¿O no? Desde luego, en un lugar parecido. Sin embargo una parte de mi quiere salir de aquel tubo, y volver a las rocas, a dar cabezazos, chocar con más jokrinetas, divertirme, era genial, una pasada, unas risas, un continuo de dicversión. Pero allí abajo veo cosas. Y una de ellas me llama la atención. Por eso, otra parte de mi quiere... quiere... 

- Huuummm, uhhhhh, tuuuu, ohhhhh, ¡Burbo! ¡Quoro mu borbo! Uso us muo, mu borbo - Digo, saliendo del tubo, impulsándome con las manos, cayendo en un lado y señalando a esa figura que más me atrae. La camiseta blanca sigue sin manchas, lo cual tiene mucho mérito teniendo en cuenta lo que he rodado. Frunzo el ceño, señalo al que tiene lo que quiero, y vuelvo a decir: 

- ¡MUO! MU BURBO, ¡DOMULU! - hago un gesto debajo de la boca con la mano. 

Al entrar en el laboratorio y ver todos esos cuerpos metidos en tubos como esperando a ser revividos, un escalofrío me recorre el cuerpo -¿Qué tipo de macabros experimentos se hacen aquí?- pregunto sin entender nada, cuando el ruido de algo que nos sigue se acerca y aparece una de esas bolas rápidas -Knox ponte detrás de mí, yo te cubriré porque parece que te quiere a ti- prevengo a mi compañera.

Le apunto con mi pistoláser -¿Qué quieres maldita bola? Acaso no has visto como han quedado esos pajarracos, ¿quieres acabar como ellos?-

Eh, Knox. Es verdad. ¡Era Knox! Ese nombre... ese cuerpo... despertaba cosas en mi cabeza que estaban como medio perdidas después de haber estado con los jokrinetas, de rodar, de dar vueltas. 

- Yo no pulugro, nu, yu solo Hubbo. - Levanto la mano y me señalo a mi mismo, colocando la otra mano con un gesto de no querer atacar, de pedir paz. Vuelvo a hacer el gesto justo debajo de la cara, señalando a Knox, y digo:- Borbo, yo, borbo... hummmssss...

Pero lo pienso mejor, humm, que no me entienden. Si no hablo tan mal... ¡YA SE! y miro a Knox, y abro los ojos muy grandes, casi como un loco, hago un gesto con las manos como que llevo gafas y miro por debajo de ellas, y muevo con dificultad la boca intentando bajar la esquina del labio rocoso inferior un poco, enseñando algo los dientes que tenía, como trocitos de granito picudo... Esperaba que no me atacara pensando que le ponía cara de psicópata...

- Tu Knox, su, uso musmo. Boooh... Tu sou yo, ¿rucordus? Nus cunuzumos. ¿Uh?  - Intento poner cara de protesta, pero la verdad, no estoy hecho para eso.  

Sabía que Taphïr podría traspasar mi mente a mi mismo cuerpo de nuevo clonado. Confiaba en ella, y estaba dispuesta a dejar en sus manos el destino del cuerpo de Hub, así como de mi mente. ¡Era la más mejor amigui de la galaxia! Y en las más mejores amiguis había que confiar siempre... ehm... incluso aunque la hubiera conocido de tan sólo unas cuantas horas.

Sin embargo, antes de que pudiera decirle nada... vi aparecer una de esas bolas, y... ¡entonces me puse la defensiva!

—¡Quita, bicho! ¡Ni se te ocurra acercarte a mí!

Era lo que me hacía falta para irme junto con el viejo, con Envoltura Testicular, con Dallas, y con el cretino de Gustav... ¡pero no! ¡no pensaba morir aún! ¡Era joven!

Sin embargo... espera...  ¿aquella cosa había pronunciado mi nombre? Y, además... ¿esa cara que trataba de poner? ¿ese intento de gafas? ¿de mirada choni? ¡¿de enseñar dientes...?!

—¡QUIETO PARAO, MUSCULITOS! —grité al instante, poniéndome entre la patata y Mita—. ¡ES EL VIEJO!

Sí, sí, lo sabía. No porque sus facciones fueran exactamente clavadas a las del viejo... ¡sólo le faltaba la maraña de pelo que tenía por barba! Sino porque... estaba tratando de poner la misma cara que le había enseñado antes de salir al hangar. ¡Exactamente la misma! ¡La cara de: Knox a punto de patear entrepiernas...!

—¡VIEJOOOOOO! ¡JOPUTA! ¡TE HE ECHADO DE MENOS! ¡CABRÓN! ¡NO ME VUELVAS A DEJAR SOLA! ¡GILIPOLLAS! ¡ME CAGO EN TO TUS MUERTOS!

Y le espachurré entre mis bracitos... mientras le derramaba miles de lagrimones. Sí, hasta hace unos momentos había pasado un poco de su muerte, y es que estaba segura de que podría volver a clonarlo... pero ahora que lo tenía delante mía, la vena sensiblona me había vuelto a salir... y cuando me sale esa vena, a veces me vuelvo un poco burra... jeje...je...

No entendía nada, Knox conocía a la bola - Entonces...¿tú eres la chica viejo?- pregunté señalando la extraña escena de abrazos y llantos.

-Pues yo que tu me lo pensaba el cambiarme de cuerpo, creo que has salido ganando y encima no se te entiende, sin duda, hemos ganado con el cambio- 

Parece que Tahïr está demasiado ocupada analizando el laboratorio y buscando desesperadamente algún potente desinfectante como para pararse a hablar con una roca parlante. En cambio Knox y Mita reciben al compañero Hubbo. Que es Hub, pero ya sin ese cuerpecillo enclenque de jovenzuela, y sin tanta capacidad para el parloteo.

¡¡UUU-UUU-UUU-UUU-UUU-UUU-...

¿Habéis tocado algo? ¿Tahïr? ¿Knox? ¿Mita? Hubbo creo que no ha sido. Pero esta señal es preocupante. El pitido es ensordecedor, y no cesa. Luces de ¿emergencia? se encienden en el laboratorio, y si miráis fuera veréis que también en el pasillo y en el hall... ¿qué está pasando? No es la señal para el descanso del personal...

- ¿Co...co...co.. CÓMOOOOO? ¿¿HUB?? o sea... la chic... digo...¿el viejo? ayyy... bueno lo que sea ¿ vale?- las palabras de mis compañeras me sacan de mi ensimismamiento mientras intentaba identificar todos los aparatos y sustancias a nuestro alrededor.

De pronto una sirena salta, y es... o sea... supermolesta... 

- ¡Yo no he sido!...o sea... creo...- digo levantando las manos y perdiendo seguridad en lo que digo a medida que las palabras van saliendo de mi boca.

Sea como sea, me da la sensación de que tenemos que salir de aquí, o sea... pero ya. Miro a mi alrededor a ver si consigo encontrar una salida, que parezca así como supersegura y eso, ¿ sabes?

-Su, su, som yo, yo musmo, Hubbo, sun burbo, sun puornos, puro yo musmo. Su. Hummmm. Nu us tuuuun dufuzol ruconozurmo - Dije devolviendo el abrazo a Knox, o a mi propio cuerpo con la mente de Knox. Aunque claro, no lo siento mucho. No es el cuerpo rocoso tuviera mucha sensibilidad, claro, teniendo en cuenta que lo más divertido que hacen los jokrinetas es golpearse contra todo y todos sin hacerse daño. Pero...

-¿Ku us uso? - Grito cuando la sirena esa suena. Algo raro hay allí, Tahïr  dice que no ha hecho nada, aunque estamos en otro lugar de esos... pero algo han hecho, para que la sirena suene. Quizás antes, o no se. ¿Cómo han llegado allí? A ver, no se que ha pasado desde que soy roca... Me molesta, mucho. - Hum. Nu kuoro quo suono, mulosto puro oudo dun jukrunoto. Pffhhhhh. Du vurdod, nu su su mu untunduos. Boooh. Mulduto cuorpo con ul ku mu hun clonudo. Mooooh. - Señalo a la sirena, algo molesto. Hasta ahora, en ese nuevo cuerpo no había oído algo así.   

Miras a tu alrededor, y lo que te parece más seguro es el mismo camino por el que habéis venido. Desde allí podréis ir en muchas direcciones. Y adentraros más en el FabLab puede conduciros a un callejón sin salida. Pero quién sabe...

Hay dos salidas. Dos salidas rápidas, que son las mismas que hay en todas las redes de túneles. Hacia arriba y hacia abajo. Hacia abajo es el camino que ya conoces, por donde has venido, más largo, hasta afuera. Hacia arriba es más corto, estáis casi en la cima de esta gran roca, y algo te dice que hay naves ahí. Aunque tu parte "jokrineta" no tiene muy claro qué es una nave ni cómo funciona, pero muy al fondo de tu memoria hay algo, algo que te hace pensar que podrías hacerlo.

Estaba claro que era Hub. ¡Jamás pasaría desapercibido a mi atenta mirada mi viejo favorito! Da igual el cuerpo en el que estuviera...

Y, hablando de cuerpos...

—¡Espera! —les dije a todos, especialmente a Tumhïr—. ¡Antes de irnos tienes que cambiarnos los cuerpos!

Sabía que la médico podía pasar mi mente a mi cuerpo otra vez clonado, y entonces mi cuerpo actual (o sea, el del viejo), quedaría libre para que él lo pudiera recuperar. Si nos íbamos de allí sin hacerlo, el viejo siempre quedaría en el cuerpo de la albóndiga... y yo en el suyo... ¡y entonces la vida sería una mierda! ¡Ni hablar!

—¡Vamos! ¡Toca botones y haz tu magia! —exclamé, quitando algún cuerpo inerte de alguna cápsula para meterme en su lugar—. ¿O acaso te crees que el viejo puede manejar una nave con ese cuerpo de piedra que se gasta ahora?

¡Que le dieran por culo a la alarma! ¡Aun nos quedaban 3 días un buen rato hasta que todo explotase en mil pedazos!

-  Gmmkkk. Nu supurto usto sonudo. Mu mulusto mucho. Hummm... Yo hu untrodo dusdu ubujo... Su puodo sulur por ullú. Suguro. Uncluso duruo ku podomos sulur por urrubo. Hummmm. Suonto ku hoy cusos ku volon, su, ku puodun vulur. Volor. Vulor. puuuoooooj. Yo pudo cunduzurlos. Sou buono huzuondo volur cosos. -Me callo un momento, y vuelvo a decir- Cumo suo, pur urrubo u por ubojo. - Digo señalando las dos salidas que me dide mi instinto de bola rodadora. Una ha sido la que he seguido para entrar, y la otra es la salida natural, había más viento que venía desde otra de las salidas. 

Pero... - Uspuro. ¿Cumbuor cuorpos? ¿Cruus ku puodu huzurlo Tuhör? ¿Y du ku suonu lu surunu? ¿Nu huy ku huor? - DIgo, extrañado. Esa sirena me dice que corra, impulsa a mi cuerpo a ser una piedra rodante, como dice la camiseta de Femto Industries que llevo puesta, pero lo de cambiar cuerpos ilumina mis ojos. Espera, - ¿Burbo otru vuz? - Eso lo echaba de menos. La barba. Y poder quejarme bien. Aunque dar cabezazos a todo... molaba también mucho. 

- O sea... puedo intentar transferir vuestras mentes a uno de estos cuerpos... creo... Pero ¿ y si no funciona?, o sea, o si es peor el cuerpo al que os transfiero, ¿ sabes?- aunque mirando a los cuerpos que tienen ahora pienso que va a ser como superdifícil transferirles a un cuerpo peor- ¿Estáis superseguros? o sea... Venga, elegid cuerpo.

-Pero, ¿estáis locos o qué? no podemos perder más tiempo, una alarma siempre significa lo mismo, van a venir a por nosotros, debemos irnos- propongo al ver cómo la alarma cambia nuestra situación

-Ya os cambiaréis los cuerpos cuando salgamos con vida de ésta-  digo mientras busco por el laboratorio una salida.