Partida Rol por web

Fragarot decide tomar el vino y cruzando las piernas, solo dice:

- Le agradezco la hospitalidad capitán Drakken - bebe de la copa sin dejar de mirarte, con esa sonrisa pícara e inquietante - por parte de sus órdenes, créame, se quién me contrata y a quien juro lealtad, mi objetivo no es el mantenerme siempre en altamar, una vez concluida mi tarea como capitán de su navío y conmigo el cráneo de dragón, le entregare la embarcación y le dejare mis hombres como símbolo de amistad…sobre el dragón y su cabeza, es sencillo señor Drakken, conozco demonios que temen el poder de una criatura como esa, imagínese las propiedades mágicas que tendrá la esencia y el alma de tremebunda criatura, pero aparte de ello, cuento con tesoros y trofeos, pero nunca tuve la oportunidad de contar con un trofeo como lo implicaría ser susodicho cráneo -

Hago un gesto a Fagarot con la mano como restandole importancia al vino, notando el cambio de titulo en sus palabras. - Disfrutalo Fagarot, con que hagas eso es suficiente. - Escucho que no quiere quedarse siempre en altamar, un comentario interesante sin ninguna duda, asi como su explicacion de los demonios y su brujeria. - Mientras este en mi mano tendras la cabeza, en cuanto a lo que has dicho sobre altamar. La Legion siempre busca a veteranos, tanto para comandar las tropas en mar o tierra como para entrenarlas. Sirve bien a la Legion durante esta crisis y te ganaras mi amistad... y si despues de eso deseas entrar a formar parte de la Legion, seras mas que bievenida.

Me recuesto de nuevo sobre mi sillon. - En cuanto a la bestia, si solo deseas la cabeza espero no te importe que me quede con el resto de la criatura. Hablando de leyendas... cuentamente lo que tu sabes de ese lupino, si son ciertas la mitad de las leyendas que cuentan cualquiera de sus artefactos o barcos seria una baza importante en esta guerra.

- Tentadora su oferta capitán, he oído de la Legión, y me parece acorde a lo que busco, tal vez llego la hora de dejar de ser una loba solitaria y unirme a alguna hermandad y si usted es capaz de recibir consejos por parte de una hechicera y me deja practicar mis experimentos en algún lado, será un honor servir a la Legión (Out: Ventaja ganada, Aliado +4) - nota tu interés hacia los objetos del capitán Alharan y tras beber otro sorbo de vino dice - esos objetos son casi de culto por parte de los piratas hacia el fallecido capitán, su espada está en el Cónclave de los 12 Vientos, mientras que su guadaña descansa en la tumba del Capitán…a pocos kilómetros de aquí, llegar allí es sencillo, pero extraer la guadaña es el problema, solo un hechicero nigromante lo suficientemente capaz, puede resucitar al capitán y pedirle el objeto, de ahí a que él quiera darlo, ese es otro punto…nadie sabe la ubicación de la tumba, bueno, al menos somos pocos los que manejamos dicho dato y somos los que alguna vez fuimos lo suficientemente leales a él y por ende, nunca nos animamos a tratar de resucitarlo, odiaba la nigromancia y temía ser un hechizo de nigromante, nunca supimos el porqué, pero así era el viejo lobo…sobre el barco, también es correcta la leyenda, navega sin tripulación visible, con sus velas derruidas y sus maderos pútridos, yo he subido al mismo luego de la derrota del capitán, trate de ver si habían espíritus o demonios sobre el mismo, pero no note nada o mi poder no fue el suficiente en ese tiempo, cosa ya de hace 10 años… - otro sorbo más de vino - …alguna vez fui leal a Alharan, pero el hombre ya está muerto, me imagino que querrá cazar sus objetos y a pesar de que va contra mis principios, estoy bajo su comando y designio, así que usted solo necesita darme la orden capitán y ahora mismo iremos hacia allá -

Me levanto de mi asiento y le alcanzo mi mano para estrecharla. - Eres bienvenida, unicamente una advertencia, es probable que cuando vayamos a SombraEterna, el Circulo Interior quiera hacerte algunas preguntas. Nada raro, pero digamos que recelan bastante de los nuevos. - Sonrio amigablemente, es algo normal en la Legion al fin y al cabo. - Y para decir la verdad, exceptuando los fundadores todos han pasado por ese tipo de prueba. Asi que no esperes nada raro. - Recuerdo que ha dicho algo sobre los leales a Alhalan... es decir que hay mas como ella por ahi sueltos. - Dime tus antiguos compañeros de armas estarian dispuestos a enrolarse en esta locura...

 Me doy la vuelta para mirar una de las apredes donde cuelga un mapa maritimo.- Entiendo tu reticencia, ciertamente ese tipo de objetos suelen tener mas de malditos que otra cosa,  aun mas si la nigromancia esta implicada. Mas no me interesan tanto por su poder como por su influencia en la gente que los conoce, si saben que alguien los posee mucha gente querra unirsenos y ahora mismo Fagarot, ese es el objetivo de la Legion y del Conclave. - Me giro para que pueda verme los ojos. - Por ahora tenemos objetivos comunes... como no acabar en una barbacoa para dragones. - Me quedo pensativa al recordar la magia que habia esgrimido al entrar aqui. - ¿Por cierto que magia dominas?

Escucho con atencion su respuesta antes de continuar donde me habia quedado... los objetos de Alhalan. - En cuanto al hechicero, creo conocer a un nigromante de esas capacidades, esta algo lejos de aqui pero dudo que eso sea un gran problema. - Desestimo su ultimo comentario sobre ponernos en marcha ahora mismo. - Me encantaria pero aun no, hay cosas mas importantes y como bien dices sin un nigromante poco mas podemos hacer por ahora. Me gustaria que me hablases mas de Liroy, Bella parece creer que ha sido un gran capitan hace tiempo, y si realmente es lo que parece no me importaria darle el comando de uno de los barcos. Unicamente me gustaria saber tu opinion personal al respecto y todo lo que sepas sobre él.

Al oír que recibirá preguntas, hace caso omiso a tu pequeña advertencia, asintiendo de manera aceptante.

Cuando le preguntas sobre sus capacidades, responde con cierto aire de orgullo.

- Soy una de las mejores hechiceras en el arte Gnu, la nigromancia se me da bien capitán, pero prefiero el otro lado de la moneda, el de la invocación de demonios y el de llenar de enfermedades a mis enemigos…su amigo nigromante no será necesario, por algo le he dicho que si quiere ir ahora podemos ir… - sonríe sin mostrar sus dientes, de manera filosamente seductora - ¿Liroy? Es buen marinero, es todo lo que le puedo decir, no conozco mucho al goblin, pero si Bella le ha dicho que es buena gente, entonces lo es…y si quiere poner un navío bajo su cargo, pues considero que sería una decisión inteligente -

Que acepte sin problemas la tradicion de la Legion es bueno, la verdad es que esta mujer tiene mucho mas que ofrecer de lo que en un principio parecia. Por si fuera poco añade que sabe de nigromancia, aunque prefiere el lado demoniaco y de enfermedades que el de levantar no-muertos. Eso añade algo interesante... la guadaña del capitan es un objeto apetitoso al igual que la informacion sobre el goblin.

- Gracias por ser honesta, hare que Liroy se ponga al mando del otro barco. Con eso ya tenemos dos capitanes, a falta de tripulacion. - Sonrio con cierta ironia por el hecho de que haya sido el propio consejo quien me los diera. - Si es posible consigue algunos hombres mas para este navio tambien, la tripulacion fue la justa para poder venir a la reunion y no quiero tener problemas durante la travesia. - Hablando de tripulaciones y mas hombres. - Dijiste que aparte de ti habia unos pocos leales al capitan Alhalan... ¿es posible que alguno este dispuesto a unirse a esta locura de los dragones?

Escuchare su contestacion sin delatar nada, si es posible sera algo bueno aunque necesite mas barcos. Si es algo malo... bueno ya encontraremos mas apoyos al otro lado del mar. - En cuanto a la guadaña... cuentame sobre ella y si pesa sobre ella alguna maldicion porque segun las leyendas era un arma terrible. - Algo me dice de que hay mucho mas tras ese arma de lo que realmente parece.

Otro sorbo de vino, cruza las piernas acomodándose sobre el sillón, sus ojos refulgían como de costumbre.

- Unirse a nosotros, es probable…y esos otros son los capitanes de los siete mares, Menos Davy Jones, ese es un personaje muy aparte de nuestra vieja hermandad, ya extinta hoy en día… - se lleva una mano al mentón - …la guadaña no está maldita capitán, pero quitarla de las manos de Alharan es tarea imposible sin que él te la entregue de buena voluntad, mas allá de maldita, está condenada a posar en las cadavéricas manos del capitán, pero quien la porte, obtendrá un terrible poder…no sé qué clase sea, si Gnu o algo peor…pero quien la maneje, se dice que podrá causar estragos sobre Karjian o sobre los enemigos de Karjian -

Escucho atentamente a Fagarot mientras un plan toma parte en mi mente. - La idea es reclutar un ejercito para el Consejo y asi derrotar a los dragones... pero yo prefiero reclutar para mi y una vez terminado el conflicto ya veremos que ocurre. Hay un capitan pirata, llamado Noah... creo que su meta puede ser unir a todos los grandes capitanes piratas bajo una misma bandera o al menos es lo que intentaria yo, si fuera el. El problema es que esa union terminaria cuando terminase el problema en si, los dragones... y cuando ese termine yo tengo una pequeña rencilla que tratar con la Inquisicion. - La miro detenidamente fijandome en sus ojos y en su sonrisa mientras mi mente divaga.-Si crees que pueden unirse de manera permanente a la Legion intentaremos ponernos en contacto con ellos... aunque ya conozco a una princesa del Desierto a la que sera complicado convencer. El Dajir es su enemigo y mi aliado... asi que tarde o temprano tendre que lidiar con ella.

Viendo que casi se ha terminado la copa, la relleno de nuevo. Una manera de hacerle entender que no soy simplemente su superior y que aquellos que estan a mi lado no son mis esclavos. - Davy Jones parece el tipo de criatura que detestaria a la Inquisicion casi tanto como yo... no seria mala idea hacerle una visita en el futuro. - Mas son sus ultimas palabras las que atraen mi atencion, un poder mas alla de cualquier otro... - Ese poder seria necesario para la batalla que se avecina sin ninguna duda pero antes de eso una pregunta en confianza, dado el poder del arma. ¿Crees que Alhalan ataco el Consejo por decision propia o que el arma le cambio en el tiempo que la poseyo? Yo no deseo destruir el mundo ni tampoco gobernarlo... unicamente librarlo de la Inquisicion.

En ese momento entra un hombre, tras llamar a la puerta, para ver si necesitamos algo mas. Miro a Fagarot para que sea ella misma quien decida en ese aspecto pues yo no necesito comer nada. Antes de que se vaya hablare con el. - Avisa a Liroy de que en breve necesitare hablar con el... tiene mucho trabajo por delante.

Ella oye atentamente tus palabras, mientras bebía el vino a gusto, tras decirle que deseas una especie de contrato con los piratas, suelta un bufido, no uno de burla, sino uno anticipando su respuesta.

- Capitán, los piratas viven bajo dos simples preceptos…oro y libertad, si lo que desea son corsarios, me temo que es un concepto difícil de hacer entender a los piratas…tal vez Zalazar, quien asegura no ser pirata, pero actúa como uno y secretamente, ayudo a Alharan en su cruzada para derrocar al Consejo…si usted promete mucho oro, a cambio de poca libertad, tarde o temprano desertaran, no sin antes cobrar una buena cantidad de tesoros y huir cuando usted más los necesita, han sido así hace más de mil años y lo serán hasta que sean eliminados… - nota tu interés en Davy Jones - …el infame capitán Jones, no hay mucho que decir sobre él ya que no hay mucha información, y lo único que se con certeza, pero dudo su veracidad es el de una supuesta profecía mi buen señor Drakken, la de los Tres Eternos, los tres capitanes que reinaran los mares destruyendo a todos a su paso, uno de los eternos se sabe que es Davy Jones, los otros dos…un misterio…como bien usted dice, no desea destruir el mundo, pero Davy Jones es una herramienta que puede ser usada para tal misión, esto claro, de ser cierta la profecía…así que yo de usted, evitaría tener mucho contacto con él… -

Descansa un poco, se levanta y se pasea por el camarote, a modo de estirar las piernas, con una chispa en su mano izquierda, dibuja una pequeña imagen de una guadaña.

- Señor Drakken…el capitán Alharan tenía una misión en la vida, desterrar al Consejo para poder navegar libre de sus constantes persecuciones, casi lo logro, pero el Consejo es un hueso duro de roer…como lo dije al comienzo, los piratas buscan la libertad y lastimosamente el Cónclave de los 12 Vientos no se los permite, así que no… - la guadaña desaparece de su mano dejando una leve estela de polvo - …no hubo magia ni maldiciones de por medio, la guadaña es una reliquia, un artefacto cuyo origen es incierto, las leyendas cuentan que Alharan se la arrebató a Azrael cuando el murió de joven y que gracias a ella resucito…pero para serle sincera, son simples patrañas, o al menos eso pienso yo -

Escucho cada palabra que sale de su boca con respecto a los piratas, tiene razon en todo y no solo porque ya haya sido pirata sino porque es lo mas logico. - Teniendo en cuenta eso, lo unico que nos queda es reclutar a cuanta gente podamos que si quiera unirse a nosotros. - Sonrio de una manera depredadora. - Y ahi Fagarot tu reputacion nos puede ayudar mucho. Espero no te moleste usarla para conseguirme hombres, pero no busco carne de cañon... al menos no aun. Aquellos que se unen a la Legion son legionarios, valga la redundancia, y yo me preocupo por los mios. Consigamos pues a los hombres para estos tres navios y pongamos rumbo a la tumba de Alharan, si tenemos la suerte de conseguir la guadaña de manos de tu antiguo capitan... eso sera algo bueno para nosotros y esperemos nos ayude a destruir a esos dragones.

Sus palabras sobre la profecia del Fin del Mundo de manos de Davy Jones hacen que la mire expectante... las leyendas son siempre algo interesante... solo espero que el otro de los tres eternos no sea Alharan sino seria gracioso provocar otro apocalipsis tras el de los dragones. - Dejemos pues por ahora que Davy Jones siga a lo suyo, seguro que Noah lo buscara de todas formas.

La silueta de una guadaña se perfila en su mano mientras ella convoca alguna especie de sombras para darle forma... es una guadaña realmente impresionante, si como dice la leyenda realmente se la robo a Azrael, eso podria cambiar el mundo como bien diria Kha´Shi. - Entonces no hay nada mas que hablar... consigamos esa guadaña. - Levanto la mano antes de que pueda irse. - Esto es probable que te sea gracioso pero mis habilidades son mas para el combate en tierra, que en mar. Si durante la travesia hasta la tumba y despues hasta el continente desertico pudieras enseñarme a combatir en el mar, seria algo que apreciaria enormemente. No espero tener que usarlas... pero los dragones, la Inquisicion... demasidas cosas pueden pillarnos a contrapie y no quiero que mis habilidades sean una de ellas. No necesito ser un maestro pero al menos saber lo que hacer o lo que el enemigo quiere hacer.

- Capitán, no será necesario viajar en mar… - sonríe confiada la orca - …la tumba de Arhalan se encuentra a pocos kilómetros al norte, en una hora llegaremos a caballo, y sobre sus hombres, déjeme poner a cargo a mi teniente, debería hacer lo mismo con Liroy…ambos marineros, uno bajo mi mando y otro bajo el suyo, conseguirán más hombres de los que sus navíos podrán soportar…eso sí señor…si desea ir a la tumba, debemos ir antes que amanezca y solo nos quedan 3 horas de oscuridad, primeramente para evitarles daños a usted y luego por que no deseo que ojos incautos noten la entrada de la tumba, ya suficiente con que yo vaya a profanar la memoria del capitán como para que más se unan a la infame faena, también debemos ir solos usted y yo, cuanto mucho con uno o dos hombres, por el mismo motivo que le cite recién, de hecho, si solo vamos ambos será un mayor alivio para mí, espero que comprenda señor Drakken, pero el respeto que le tengo al capitán por mas muerto que esté, es aun notorio en mi -

Nota que deseas aprender más acerca de la navegación.

- Cuando guste puedo enseñarle lo que se en la materia capitán, usted solo debe darme la orden y la acatare -- Capitán, no será necesario viajar en mar… - sonríe confiada la orca - …la tumba de Arhalan se encuentra a pocos kilómetros al norte, en una hora llegaremos a caballo, y sobre sus hombres, déjeme poner a cargo a mi teniente, debería hacer lo mismo con Liroy…ambos marineros, uno bajo mi mando y otro bajo el suyo, conseguirán más hombres de los que sus navíos podrán soportar…eso sí señor…si desea ir a la tumba, debemos ir antes que amanezca y solo nos quedan 3 horas de oscuridad, primeramente para evitarles daños a usted y luego por que no deseo que ojos incautos noten la entrada de la tumba, ya suficiente con que yo vaya a profanar la memoria del capitán como para que más se unan a la infame faena, también debemos ir solos usted y yo, cuanto mucho con uno o dos hombres, por el mismo motivo que le cite recién, de hecho, si solo vamos ambos será un mayor alivio para mí, espero que comprenda señor Drakken, pero el respeto que le tengo al capitán por mas muerto que esté, es aun notorio en mi -

Nota que deseas aprender más acerca de la navegación.

- Cuando guste puedo enseñarle lo que se en la materia capitán, usted solo debe darme la orden y la acatare -

Ante las palabras de la orca, ingresa Liroy y con su típica sonrisa dice:

- Presente y listo para la tarea que le asigne a Liroy, capitán Drakken -

El que no sea necesario viajar en mar me extraña... que la tumba este a menos de una hora de caballo ya es cuanto menos raro. Si a eso añadimos que como bien dice Fagarot solo quedan 3 horas de oscuridad... todo me suena a demasiado forzado, tras todo lo bueno de hace un momento. - Esta bien Fagarot, habla con tu teniente y que se ponga a ello. - Tenia que admitir que esa mujer tenia en muy alta estima a su antiguo capitan... en mucha, eso casi me tira hacia atras pero la mision que tenemos entre manos no es una tonteria y ese arma puede hacer mucho bien o mucho mal... si cae en malas manos. Aun cuando dijo de ir los dos... ¿demasiada coincidencia?

Sus palabras sobre que me enseñara me hacen sonreir levemente. - Me alegro siempre es bueno tener maestros que saben de lo que hablan.

En ese momento entra Liroy mientras Fagarot sale por la puerta de mi camarote. - Liroy, voy a ponerte al cargo de uno de los dos navios. - Le miro desde mi altura con una mirada que indica a medias respeto pero tambien amenaza. - Esas dos mujeres me han hablado muy bien de ti. Necesito tripulacion, no inutiles... consigue buenos hombres para el navio Lucero del Alba y hazme sentir que no he depositado mi confianza en vano.

En cuanto ambos han salido del barco miro a mi teniente, un elfo, y le hago una seña para que se acerque. - Saldre a dar una vuelta, tened el barco preparado. - Miro en la lejania a Fagarot... todo parece demasiado bonito, demasiado facil. Asi que hablando en elfico le digo - No pierdas de vista los dos navios nuevos y a sus tripulantes. - Mi mirada y el gesto de la mano deja claro que esto me parece sospechoso. -  Llevo la armadura de sol...  - No hacia falta decir mas, él sabia de que iba todo esto. Habia decidido unirse a la Legion pero no podia esperar mi confianza sin mas en nuestra primera escapada... estaba seguro de que queria esa cabeza de dragon, pero no era el unico que podia conseguirla en los tiempos que corren.

Cojo mis cosas y ato el macuto a las alforjas de mi caballo, esperando en el muelle a que Fagarot aparezca apra ponernos en marcha.

Liroy salta de alegría ante tu recomendación y con palabras aceleradas dice:

- ¡Si, si, si, si, si, si, si, si, si, si, capitán Drakken! Liroy le conseguirá los mejores hombres de Varag y no se arrepentirá de ello, seremos la flota más temida de los mares, ni Davy Jones querrá nada con nosotros…ahora mismo buscare un teniente, contramaestre y ¡Oh! ¡Que torpeza la mía, como viajar sin un buen artillero! - suelta una carcajada emocionada y se aleja hacia la ciudad para iniciar con su misión

La caminata fue silenciosa, el sol comenzaba a levantarse a lo lejos, el lupino te mira y luego señala el astro, casi advirtiéndote de él.

A pesar del galope de los caballos, Alharan simplemente se colocó en sus cuatro extremidades y siguió el paso sin problema alguno, el hechizo hecho por Fragarot era realmente impecable, se sabía que los nigromantes traían a los muertos desde el reino de Azrael, al menos eso creían la mayoría de la gente, la verdad era que solo animaban al cadáver, dándole la suficiente fuerza como para seguir ordenes básicas, como atacar, hablar un poco o inclusive tener relaciones sexuales para los más pervertidos. Pero este no era un ser así, era un completo ser viviente, traído realmente de los dominios del dios muerte, con presencia e inteligencia propia, con una fuerza tan terrible como lo habías podido comprobar hace unas pocas horas atrás.

Llegan al puerto muy temprano, Liroy se te acerca con gran temor por tu nuevo acompañante, a quien más de uno observa con gran sorpresa, se trataba del ultimo lupino en pie y no era uno cualquiera, sino el mismo Alharan quien observa tus navíos, al parecer poco le sorprendieron puesto que solo bufó:

- ¿Cuál es tu barco ophir? - para dirigirse al camarote del mismo, esperándote luego ahí dentro -

- Cap…capitán - dijo Liroy muy temeroso - ¿es ese un…? - calla ante la obvia respuesta - ¡oh por Gaia! Quien diría que el tonto Liroy observaría a un lupino vivo - sonríe pero no era un gesto alegre, más bien uno nervioso, respira profundamente y continua - estamos listos para zarpar capitán…si seguiremos como flotilla, llegaremos en 26 días, pero si usted opta por ir solo, puede llegar en 10 o 12 días cuanto mucho, nosotros lo alcanzaremos luego -

Alharan me indica la mas que proxima salida del sol por el horizonte, asi que sin mediar palabra alguna subimos sobre nuestros corceles y salimos de alli en direccion al puerto. Tras estar encerrado en la caverna sentir el viento en mi cara es algo que se agradece... mientras cabalgamosa  toda velocidad no puedo evitar mirar al capitan. El lupino solo necesita colocarse a cuatro patas para mantener nuestra velocidad sin demasiados problemas... ver com movia su cuerpo, como pensaba y ejercia su autoridad con su mirada, indicaba el poder que albergaba dentro de si Fagarot, la mayoria de nigromantes apenas conseguian conseguir remedos de muñecos o zombis sin nada que decir... mas ahi estaba Alharan, corriendo a nuestro lado como si nunca se le hubiese arrebatado la vida.

Giramos la ultima curva que muestra la entrada al puerto, pueden verse los mastiles a traves de los diferentes edificio y como la gente se aparta a nuestro paso. Un suave tiron y mi pursangre se detiene. Me dejo caer sobre el suelo de piedra del puerto, mientras veo como Liroy se aproxima hasta mi, mirando con recelo a nuestro nuevo invitado, pronto su recelo se vuelve nerviosismo al estar ante el utlimo lupino de Karjian y no uno cualquiera. Señalo mi barco al capitan. - Es aquel de alli thon´kha, ire en un momento. - Le miro a los ojos para que entienda el gesto como una orden, sino como una invitacion.

Me giro de nuevo hacia Liroy mientras sonrio ante las buenas noticias. - Eso es simplemente perfecto Liroy. Zarparemos de inmediato, estoy seguro de que te has preocupado de viveres y demas avituallamiento. En un principio iremos en flotilla, aunque el tiempo apremia necesito estar preparado para cuando lleguemos.- Le guiño un ojo a modo de broma, pero nunca esta de mas recordarselo por si acaso. Empiezo a caminar en direccion a mi barco pero antes miro a Fagarot. Detengo mi caminar para volverme y acercarme a ella para que nadie ams oiga lo que tengo que decir. - Siento lo ocurrido pero parece ser que todo esto debia pasar, de una u otra manera. Partamos cuanto antes pero estate lista, por si necesito que me ayudes con lo que te comente antes. Y de nuevo gracias por ceder ante mis pretensiones. - Mis pensamientos son claros y ella ya es un miembro de la Legion.

Sin nada mas que añadir y con mi capa meciendose con la brisa marina me dirijo a mi barco y a mi camarote, debo hablar con Alharan y necesito que acepte mas de una cosa si espero que todo esto llegue a buen puerto.* Entrare en mi camarote y cerrare las puertas tras dar la orden de zarpar cuando Fagarot y Liroy esten listos. El lupino esta alli en medio de la sala, esperando. Atravesare la habitacion para sentarme en mi sillon y mirar a mi invitado, con un gesto de la mano le indico que se siente si asi lo desea. - No se si sera capaz de aguantar vuestro poderoso fisico capitan pero espero que si... y bien, digame. - Fue el quien decidio esperar a estar aqui... asi que espero tenga algo que decir a ese respecto.

Fragarot asiente a tus palabras, se le notaba aun decaída, no parecía la misma orca poderosa que había ingresado en tu camarote durante la madrugada, pero acata tus órdenes y se aleja hacia su navío ya provisionado y preparado para zarpar.

Liroy te responde afirmativamente ante todas tus preguntas, por lo que inflando el pecho y con su voz simpática pero tajante vocifera:

- ¡¡¡Todos a bordo!!! - luego se te acerca y dice - el viaje a las islas será de 8 días mi buen capitán… - sonriente se aleja y sube también a su navío -

El piloto hace surcar tu barco personal, siendo él el guía de los imponentes navíos que te protegían, cuan edificios con velas se trataran.

Alharan se hallaba en tu camarote y niega la invitación para sentarse, estaba apoyado por una de los parapetos de fina madera de caoba, con los brazos cruzados y con la guadaña en la espalda.

- Ha cambiado poco este mundo, esperaba ver más avances, pero al parecer sigue siendo la misma mierda… - dijo abriendo la conversación - …pero en fin…no sé cuál será su plan ophir, de hecho, poco me importa…solo tengo unas palabras que decirle con respecto a todo esto… - calla y cierra los ojos, mientras agacha la cabeza - …la Legión, ¿así es como se llama su hermandad no? Me ha dicho que desean erradicar a la Inquisición, la principal causante de la extinción de mi raza, la institución que elimino a mi familia…he de decir que ese es un objetivo que tenemos en común por lo que deseo unirme a su hermandad, pero no como un miembro inferior, usted, me percato que no sabe mucho de la vida en el mar y poco sabe del arte de la piratería, por lo que considéreme un líder marítimo, le daré un ejército y un navío, seguiré sus consejos mas no me doblegare a sus órdenes, usted no es mi líder, yo no soy el líder de usted…seremos socios pero portare su estandarte, de tal manera que sepan que Alharan el ultimo lupino, pirata y rey, lucha junto a la Legión, no para la Legión…una vez erradicado ese mal de la faz de Karjian…muy probablemente me marche como vine…espero que entienda mis preceptos y podamos olvidar nuestra lucha inicial, si usted respeta este acuerdo, le prometo camaradería al mismo nivel que un buen amigo -

Su voz era carrasposa y cortante, no se movió un solo centímetro de su lugar y solo cuando termino su expresión, abrió los ojos, dejando ver el poder que irradiaba de ellos.

Fragarot parece deprimida y asiente antes de alejarse, es en ese momento cuando extiendo mi mano y la cojo del hombro, obligandole suavemente a que me mire. - La vida da muchas vueltas, hazme caso he vivido lo suficiente para saber de lo que hablo. Espero que el capitan se nos una, es un ser poderoso y el mismo dijo que te consideraba una hija... es imposible odiar eternamente a una hija Fragarot, tal vez no sea mañana pero se que tarde o temprano te perdonara. - Le sonrio amigablemente antes de dejarla ir. Me giro justo para ver como Liroy esta practicamente saltando de alegria mientras grita a todo pulmon, asiento levemente ante sus palabras y le dejo alejarse... es ciertamente un ser pintoresco, a cargo de un navio de linea de la Legion... estoy seguro de que me tocara responder a mas de una pregunta cuando vuelva por semejante locura pero al menos, parece saber lo que se hace.

Subo a mi barco, donde mi teniente se posiciona dando ordenes a toda velocidad, las velas caen con fuerza antes de sentir el tiron del viento y pronto la flota se pone en movimiento. Alli en mitad de la cubierta, veo como el agua de mar golpea contra las planchas de madera saltando la espuma por encima del navio... las primeras luces empiezana  verse haciendo de ese instante algo magnifico. Con mas premura de la que me gustaria me alejo de la cubierta para evitar la perniciosa luz diurna... he ganado mucho a lo largo de estos años pero a veces aun hecho de menos sentir el calor del solo sobre mi piel. Abro las puertas del camarote y me siento para ver como Alharan rechaza la invitacion a sentarse.

La gutural voz del lupino parece incluso hacer eco en mi camarote, y eso que no es justamente pequeño, mas son sus palabras y no el tono lo que atrae mi atencion. Se dirige a la Legion y a mi como su señor, ya no somos Drakken y Alharan... el tema toma un fondo mas poderoso y al mismo tiempo peligroso. Asiento ante sus palabras dejandole hablar sin interrupcion ninguna hasta que estoy seguro de que ninguna palabra mas saldra de su boca.

- Vuestra propuesta es realmente magnifica Capitan Alharan, un aliado de vuestro nivel sin duda daria un cambio radical a la guerra que libro... mas me gustaria dejar algunos puntos claros. Usted es mi aliado, como bien dice no puedo ordenarle nada, solo darle sugerencias o consejos, pero dentro de eso hay un limite. - Le miro clavando mis ojos en los suyos. - La Legion pelea para exterminar a la Inquisicion y para que despues ninguna raza sea perseguida hasta el exterminimo como ocurrio con los thon´kha, por lo tanto el objetivo final de la Legion, es mas importante que cualquier otra cosa, al fin y al cabo es lo que nos une ahora mismo. Sino seguimos esa simple maxima no seriamos diferentes de esas bestias que portan la cruz al cuello. - Me levanto y me siento sobre el borde de la mesa para quedar mas cerca de el y no parecer un señor dando ordenes a un vasallo pues no era el caso. - Otro punto a tener en cuenta es en mitad de una batalla, no soy un señor rigido capitan, entiendo que hay mucha gente que sabe mas que yo de muchas cosas y acepto e incentivo a que se me proponga soluciones a los diferentes escenarios que se me ponen delante. Podreis dar vuestras sugerencias... pero si se establece un plan de batalla, debereis seguirlo o al menos indicarme cual es la locura que pensais hacer, para asi mirar como podemos hacerla conjuntamente. Pero siempre pensando que la Legion y sus miembros son seres preciados para mi, no simples armas... y no pienso lanzarlos a la batalla para que mueran sin mas.

Apoyo las manos en la mesa y desvio mi mirada al techo de mi camarote, dejando que mi vista se regodee en los intrincados relieves del mismo. - La Legion posee ahora como socios comerciales al Consejo ademas de al Dajir, asi que si esta pensando en crear otra flota pirata no tengo objeccion ninguna, es mas le ayudare en lo que pueda. Pero deje en paz al Dajir, hemos sido aliados desde hace mucho tiempo y su ayuda ha sido inestimable. En cuanto al Consejo si decide atacarlos... - Hago un gesto como de quien sabe que ocurriria... - Bueno, llegados a ese punto le pediria que retrasara sus ataques al Consejo el tiempo que pueda... y que me avise cuando lo vaya a hacer, para asi poder jugar al gato y al raton con el Consejo. La desinformacion y la falta de la misma suelen ser una locura para el enemigo... y quiera o no, estoy seguro de que el Consejo se pondra de parte de la Iglesia tarde o temprano. Pero cuanto mas saquemos de ellos en ese tiempo mejor preparados estaremos para atacarles.

Me levanto y me acerco al lupino. - Considerarle un amigo es algo a lo que no pondria pega ninguna, y las peleas vienen y van. - Hago un gesto con la mano como algo que ya es agua pasada. - Espero mis pequeños comentarios no hagan que decline su oferta. La Legion debe permanecer en el mismo camino en el que empezo, ya sea en mis manos o en las de mis sucesores cuando llegue el momento. Pero mientras tanto, deseo hacer le una peticion capitan Alharan. Vos sois un ejemplar unico incluso cuando vuestra raza aun hollaba Karjian... me gustaria aprender de vos, navegacion, tactica y cualquier otro conocimiento que tengais a bien compartir conmigo... aunque lo mas importante seria mejorar mi condicion fisica. Mi fuerza, velocidad y resistencia dista mucho de la vuestra y aunque dudo llegar a alcanzarla, me gustaria intentarlo al menos. - Alargo mi mano para estrechar la suya si es que decide aceptar mi contraoferta.

El capitán lupino oye cada una de tus palabras con sumo respeto, algo que iba en contra de su aspecto bestial y de poca paciencia, aun con los brazos cruzados y los ojos cerrados, solo dice con su característica voz.

- ¿Usted recuerda la antigua ley de los Denn, señor Drakken? Me imagino que no, es una ley de hace más de 800 años, implementada por los antiguos ophir de la familia Denn, la cual dictaba que un Inmundo* debía de saber alimentarse, puesto que ante un brote de nuevos vampiros, seria cazado como si de un perro sarnoso se tratara…la premisa era cruel, pero tenía su fundamento…un Inmundo sin cuidado, podía hacer crecer la población vampírica, haciendo generar más y más cazadores, dejando así menos presa para aquellos ophir que habían sabido guardar su maldición para quienes amaba u odiaba…¿Cuántos se permitían en ese entonces? Creo que solo dos maldecidos por ophir, esa seria tu eterna cuota, solo te permitían maldecir a dos criaturas de Karjian durante toda tu no vida… - deja su posición para acercarse a tu escritorio, con su figura que a más de uno haría temblar, clavando sus ojos blancuzcos hacia tu persona - …ahora necesito que entienda algo señor Drakken…nosotros somos los Inmundos de la Inquisición, créame, soy consciente de mi puesto como líder de todas las manadas de licántropos, capitán de uno de los navíos más temidos en alta mar y ganador en un duelo contra un hijo de Azrael y usted es ni más ni menos el primer ophir que ha logrado una alianza con un lupino y líder de la Legión, una hermandad de vampiros tan temida que hasta mis oídos había llegado, sin mencionar que tiene como aliado al Dajir actual…somos seres que podemos expandir un nuevo reino si eso quisiéramos, crear nuestra propia nación y reclutar a cientos y cientos de seres…eso, en esencia mi buen ophir, era lo que un inmundo podía hacer, crear cientos y cientos de vampiros para unirse y derrotar a los Denn, quienes irónicamente, cayeron por sus propios maldecidos…pero eso es otra historia… - traga saliva y continua - …mi punto señor Drakken, allá usted si desea luchar junto al Consejo, pero recuerde que el Consejo desea expansión y poder, para ello requieren del arma más efectiva: la religión, ¿arma brindada por quienes? La Santísima Inquisición… ¿por qué gastar oro en soldados, si podemos darle la hermosa idea de que si nos siguen, serán bendecidos con un puesto asegurado en los cielos? El fanatismo es rentable ya que solo se paga con honor y eso es algo que no puedo permitir… - descansa y se dispone a salir - …seamos el factor sorpresa en la gran lucha final y aguardemos juntos para eliminar luego a las tropas de la Inquisición…para luego arrinconar al Consejo…esa es una opción que le brindo señor Drakken, es usted quien decide al final…si realmente desea mi alianza y que esta sea perpetua, prométame que una vez terminado todo este embrollo, contare con su espada junto a mi guadaña para eliminar el mal que implica vivir bajo la opresión del Consejo -

***

Llegan al puerto de las Islas Innombrables.

La ciudad era un verdadero fiasco, con todas sus defensas caídas y con sus calles desiertas, siendo solo un navío el que llamaba la atención, la Gárgola Go.

 Alharan al tocar el suelo de madera mohosa y húmeda, levanta las orejas y agudiza sus sentidos, para luego decir:

- Drakken, reúne algunos hombres, vayan al norte y vayan bien armados…nunca pensé que este maldito día llegaría -

Sin nada más que agregar, se coloca en sus cuatro patas y comienza a correr a una tremebunda velocidad, perdiéndose entre los matorrales de la selva que rodeaba la ciudad.

Alharan me escucha pacientemente, no dice ninguna palabra mientras expongo todo aquello que necesito decir para que esta alianza y amistad tenga un posible caracter duradero y no nos lancemos el uno contra el otro a la minima de cambio. Solamente las ultimas palabras han salido de mis labios, la criatura se pone en movimiento, destensa sus brazos y alza ligeramente su voz, mas que audible incluso aunque supiera susurrar.

Me habla sobre un pacto realizado por una antigua familia de ophir, sobre el numero maximo de seres a los que se les podria otorgar el abrazo oscuro para asi evitar una sobrepoblacion de depredadores sobre presas y de como al final incluso ese pacto acabo en cenizas. Menciona el termino "Inmundo" e indica que ambos lo somos para la Inquisicion, cosa que no me resulta demasiado extraña, dado el amor que nos tenemos. De sus palabras destila sabiduria a raudales, dandome a entender que el mundo siempre ha sido muy complejo y que nosotros, es decir el y yo, somos probablemente los mayores Inmundos para los Inquisidores pues entre ambos formamos un grupo dificil de detener. Se explaya en sus acciones mas temidas y valoradas, aquellas que le dieron tan terrible reputacion y despues expone aquellas que poseo yo mismo.

Sus palabras aun resuenan en mis oidos cuando adelanta un par de metros hasta ponerse realmente cerca de mi, no siento miedo ni agresion, unicamente levanto la mirada para no perder de vista sus ojos mientras me habla. Entiendo en cierta medida sus necesidades y la euforia que debe embargarle tras tantos años en el mas alla. Me expone con claridad un plan de accion para formar algo mas que una simple alianza, una hermandad de Inmundos para doblegar las reglas del mundo... para cambiarlo como no hacia mucho un khajita me habia insinuado. Asiento cuando termina de hablar y me levanto de la mesa para dar la vuelta a la misma, mi expresion no denota nada y mi mirada se pierde durante un instante mas alla de los tintados critales de mi despacho... y sin poder evitarlo lentamente, una sonrisa depredadora se forma en mi rostro mientras un plan se fragua en mi mente seguido de una carcajada que tiene poco de humano. Unicamente dura unos instantes y pronto devuelvo mi mirada al capitan para hacerle entender que no me estaba riendo de el.

- Le dije al Consejo que siempre cumplo mis pactos y tratados... lo que no dije, es que los cumplo siempre que con quien los haga, sea mi aliado o hermano de sangre, y el Consejo no lo es. - Dejo que esa simple verdad llegue hasta mi interlocutor. - La Inquisicion extermino a los suyos porque eran la raza mas poderosa y mas dotada por nacimiento de todo Karjian, el Consejo "salvo" a la mia cuando estabamos al borde de la extincion... creo que no hace falta ser un experto para saber que usando el poderio de la Inquisicion para su expansion de poder, fuera el Consejo en ultima instancia quien aceptara o incluso influyera en ese ataque desmedido sobre nuestras razas. Mi objetivo y el de La Legion ha sido siempre la Inquisicion porque es facil matar fanaticos, sin embargo la politica, es mas dificil cuando ni siquiera te abren la puerta para entrar. - Me adelanto y apoyo mis manos contra la mesa sin desviar mi mirada de mi compañero. - El Consejo me ha abierto sus puertas, sus puertos y los de sus aliados mediante un tratado de sociedad comercial, del que pienso sacar el maximo provecho posible y no justamente economico. - Dejo que esa simple idea se pierda en conversacion, dandole a entender que el dinero nunca ha sido un verdadero problema para La Legion, aunque siempre ha sido interesante hacerselo creer a sus enemigos. Con esas puertas abiertas, con una embajda en el centro de su poder... entonces sera mas facil todo. - Una vez la Inquisicion no sea mas que un recuerdo. Una vez que sus iglesias y fortalezas ardan sobre un paramo de huesos blanquecinos y mis hermanos y hermanas rieguen sus gargantas con su sangre "pura". Entonces hermano, alzare mi espada al lado de tu guadaña para que el Consejo vea su ultimo dia.

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A la espera de contestacion a mis dudas para narrar entrenamiento (si es que Alharan acepta) y demas durante el periodo de ocho dias hasta las Islas.

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Hace ya unas horas que se nos ha dado aviso de que las Islas estan cerca, aun asi el humo que sale de ellas hace sospechar que tal vez... no haya demasiadas cosas que buscar alli. Aun asi le dije a Liroy que buscariamos a su primo y no pienso faltar a mi palabra con uno de mis capitanes. Me asomo a la cubierta y dejo que la brisa marina me golpee con fuerza, aspirando con fuerza su olor unicamente por gusto, tal y como el puerto se hace visible tambien lo hacen las evidencias de que alguien ha estado aqui antes que nosotros.

El mar esta lleno de maderos destrozados, barriles y mercancia hecha añicos o quemada, la quilla de mis barcos atraviesa esos despojos con un objetivo en mira, atracar. Pronto el embarcadero se hace visible mostrando el alcance de la destruccion que ha sido inflingida sobre el lugar. La muralla esta hecha añicos alli donde aun se mantiene en pie, las torretas defensivas yacen en el suelo a la altura de sus propios cimientos y los trozos de armaduras desperdigados por doquiera da pie a entender donde estan las tropas defensivas del lugar... las calles estan desiertas y los edificios vapuleados. Miro a Alharan, que en cuanto el barco se detiene en el muelle salta por la borda para golpear con fuerza los maderos del muelle. Su voz se alza alta y clara antes de salir disparado hacia la isla. Miro como el lupino se aleja y despues a la isla en si misma, levanto una mano y varios miembros de mi tripulacion se adelantan. Tres expertos en el cuerpo a cuerpo, un arquero y un mago elemental.

Salto por la borda como hizo Alharan y miro en direccion al barco de Fragarot, miro al teniente que esta al mando de mi navio en mi ausencia. - Envie un mensaje a Fragarot diciendole que se de prisa que hay que entrar en la isla, otro a Liroy para que me diga el nombre de su primo y donde encontrarlo, a este ultimo que guarde el puerto ante posibles emboscadas. - Miro a mi teniente. - Estais al mando, aseguraos de que nada nos pille por la espalda.-

Me doy la vuelta para adentrarme en las ruinas de lo que antes fue un puerto. Huelo la sal marina en el aire mezclada con el tan caracteristico olor de la carne quemada, de la polvora disparada y de la sangre derramada, no es un campo de batalla es una carniceria. Dejo que mis botas se hundan ligeramente en la arena y  me detengo, a la espera a mis acompañantes para seguir tierra adentro, siguiendo la direccion dicha por Alharan, mientras desenvaino mi espada...