Partida Rol por web

1133 de la Segunda Vida.

Era difícil saber exactamente la hora, pero al parecer la noche iba acercándose, con su estela lúgubre, desanimando más aun el ambiente.

Goteras y ruegos condimentaban el húmedo y poco salubre calabozo de Vanha’atha, el cual solo se podía ingresar tras haber bajado unas casi interminables escaleras, pobremente iluminadas por antorchas rusticas.

Una vez bien abajo, las filosas rocas cubiertas con capas finas de humedad daban soporte a unas 3 celdas, las cuales estaban repletas de criaturas de todas las razas, algunas culpables de asesinato, otras por el robo de una pieza de pan, nadie era inocente de nada, todos eran tratados como la misma cosa: delincuentes sin valor.

En una de las celdas, habían encarcelado a una elfa, un vampiro, un syrolutha y una criatura Sin Rostro, cuya raza no se sabía el nombre ni procedencia, pero era de grandes proporciones, muy cercana a la elfa, lo más que le permitían sus gruesos grilletes el poder acercarse a ella, entre ellos también descansaba un orco, de poderoso aspecto, de aquellos seres que no dudarían en machacar el cráneo de quien lo tiente.

Los guardias, de típico mal carácter, empujaban el cuerpo de otro desgraciado que se había incorporado al grupo, se trataba de un humano, uno de muy mal aspecto.

El orco observa al humano, y con un gesto poco esperado, lo levanta y lo acomoda en una de las tablas cercanas.

- Bienvenido sea capitán Noah, malditos los dioses que le han dado la espalda - el orco conocía a aquel muchacho, pero al parecer el capitán no…o al menos su rostro no acudía a su memoria - no se preocupe si no me recuerda, yo aún era un cachorro cuando serví en una de sus naves… ¿aun la conserva señor? -

El grito acallado de una muchacha interrumpió la voz entusiasmada del orco, quien levanto su cabeza para ver algo.

- Cállense de una puta vez hijos de la más sarnosa de las perras, aquí hay hombres ocupados - los sonidos eran secos pero claros, estaban violando a una de las encarceladas, quien sabe quién era la pobre, tal vez una elfa de aquellas que tanto gustan a los humanos por nunca envejecer, o alguna muchacha que hasta ese momento era inocente, con su humanidad siendo sujetada por dos hombres cobardes mientras uno la denigraba sobre la mesa -

- Algún día saldré de aquí y voy a arrancar las cabezas de cada uno de estos mierdas del Cónclave, se hacen llamar los civilizados, pero no son más que escoria - los puños del orco se cerraban en torno a los barrotes del calabozo.

Ser arrastrado hasta el fondo de una prision bajo la tierra era quizas uno de mis futuros planeado por los dioses, ademas de morir obviamente. Habia pasado por muchas situaciones, pero no es la primera que estaba en prision.

Cuando cai al suelo fui levantado por una mano amiga aparentemente, Yo... justo cuando iba a responder fui interrumpido por gritos y estabamos por presenciar una escena que iba a tornarse desagradable.

Mire al orco y me sente frente a el, Hoy puede ser tu dia de suerte, el capitan Noah esta para servirte. Le sonrei y mire a las personas que estaban a mi alrededor. Debe ser bastante facil escapar de aqui, pense.

Me acerque al orco y le susurre, Si logro sacarnos de esta celda, me debes una. Tratando de hacer el menor ruido posible con el tintineo de mis cadenas evito estar cerca de la criatura gigante, pero lo suficiente para llamar la atencion de la elfa. Levanto mi mano a la altura de mi rostro y le hago señas con un dedo para que se acerque.

Me encontraba sentado contra la pared y decidí levantarme para estirar el cuerpo cuando entonces me sobresaltó el sonido de la puerta de la celda abrirse y observé como introducían a un humano nuevo el cual parecía conocer a las demás personas y "seres" que estaban en su misma celda:

!Valla, los del consejo se están cebando con nosotros, a este paso no cabremos en la celda!

Dije mientras miraba al nuevo y cuando le vi susurrando le al orco pensé que tramaban algo y lo más obvio que se me ocurrió es que quisieran escapar:

Oye, si estas planeando una forma de fugarnos, cuenta conmigo para lo que necesites. Lo digo todo muy suave para no llamar la atención de los guardias. 

El lugar apestaba a desesperación, tenía ganas de romper las cadenas de Zu´tol y demostrarles quien era el más fuerte de esa mazmorra, pero no podía, ya se le habían desangrado los dedos intentando, Zu´tol con su mirada de compasión, me pidió que me detenga.

Me preocupaba que el aún no había comido nada y sé que es un gran amante de la comida.

Un nuevo prisionero es ingresado en la celda, parecía débil, tal vez golpeado, no me interesa mucho.

La ira se me sube cuando oigo las barbaridades que ocasionan los guardias ahí afuera, Zu´tol se acurruca, con los sonidos más fuertes que pudiera lanzar su barriga, tenía demasiada hambre.

Aquel hombre que al parecer era un capitán me hace un ademan para que me acerque a él, no me gusto el gesto, pero no tenía mucho que hacer.

Me acerco lo suficiente para no olfatear su mal aliento, odio el mal aliento de los humanos, es asqueroso e insultante para la nariz.

- Dígame - dije secamente

Dormir, recordar ; sin importar si estuviera despierto o dormido parecía que no había forma de encontrar refugio ni siquiera en el mundo de la mente. Aún así seguía con los ojos cerrados pensando en bosques y valles lo que fuera para escapar al menos un segundo de aquel agujero olvidado por los dioses, aún así una voz le hizo abrir los ojos que brillaban amarillos en la oscura; con la mayoría de la gente siempre tenía la duda de si era alguien que conocía de su "antigua vida" pero a aquel humano lo recordaba bien de su época en altamar, luego había sido Iorveth el líder de los socia'tael y así había terminado en aquella celda

-Que me parta un rayo, siempre pensé que su suerte lo mantendría lejos de estos lugares capitán-dijo con una sonrisa sarcástica que demostraba cuanto lo habían golpeando antes de arrojarlo allí -considere mis servicios recontratados si puede sacarme de aquí-finalizo intentando discernir si lo recordaba

Parecía que había caído en el mejor lugar de entre todas las celdas, pues había dos ex tripulantes de mi navio y sabían que podían confiar en mi para sacarlos de esta. Ya cuando venia siendo arrastrado hasta aquí empece a tener un idea de como llegar a escapar y como asegurar de no morir en el intento.
Mire al que quería fugarse conmigo y asentí con la cabeza para luego mirar al Señor Rivia golpeado y encerrado en el mismo agujero que yo, le sonreí pues no quería levantar la voz y que los guardias vengan. Volví a mirar a la elfa, ¿Aquel grandote es tuyo?, tiene la suficiente fuerza para levantar la puerta y hacer que los pernos de la puerta se salgan. Yo te daré la orden de cuando hacerlo. Me apoyo contra una pared cerca de la puerta y suspiro mientras cierro los ojos y me concentro.

Mientras platicaban la posible fuga que se daría…los guardias que estaban con la prisionera al parecer terminan con ella o algo los interrumpió, ya que rápidamente se colocaron en guardia y encerraron a la mujer quien sollozaba con vergüenza.

- Eh ustedes, saquen al pirata que se hace llamar Noah…el consejo desea verlo - uno de los guardias abre la celda y saca al capitán para llevarlo a rastras -

- ¡No se olvide de nosotros capitán! Que Lucifer lo acompañe - grito el orco con todo el rostro que podía sacar de entre las rejas -

- Esta de suerte capitán, no duro ni una hora ahí abajo…es una pena - el guardia que te llevaba roza una de tus nalgas atrevidamente - me hubiera gustado probar a que sabe el culo de un pirata - dijo entre risas lujuriosas -

Ingresas a una sala donde una gran cantidad de las más variopintas razas se habían reunido, en el centro de la misma se levantaba una mesa con los manjares más deliciosos, un gran brasero calentaba los pies de los presentes, el panorama casi te choca ya que de un lugar deplorable como lo era el calabozo, pasas al lugar con los mejores lujos…tenías hambre, pero no sabías como actuar, ni si era una cruel broma todo esto.

- Señor Noah…he de decir que estoy impresionado con la suerte que corre actualmente y por ello deseo hacerle una petición, de un capitán a otro - esto lo decía mientras te llevaba hacia el calabozo - mi hermano menor ha sido secuestrado por unos piratas en los mares de Akerohype, no sabemos la razón ni que quieren los piratas, pero sé que usted puede dialogar con ellos…le imploro que me ayude a devolver a mi hermano a mi casa, junto a mi madre quien llora desconsolada todas las noches…a cambio, estoy dispuesto a pagarle con oro sus servicios, digamos que todos los ahorros de la familia serán para usted, una cantidad de 1.000 monedas…si acepta, solo tiene que buscar un muchacho de unos 17 años, llamado Ethel Reon - llegan al calabozo y con aire prepotente dice - ¿Quiénes de estos cobardes se han dignado en caer tan bajo como para desvergonzar a una prisionera? -

Me quedé mirando como la puerta se abría y como el guardia sacaba a ese humano nuevo a rastras como si de un saco de patatas se tratase, entonces me voltee y decidí tomar la iniciativa:

Parece que valoráis mucho a ese hombre, a saber que pretenden hacerle.

Y después de esta frase miro a la elfa y a su acompañante lo observo fijamente mientras le digo.

Eh, grandullón, si no quieres que le hagan nada malo a esta chica. -Señalo a la elfa- Será mejor que intentes liberarte de esa chusma de cadenas y embistas la puerta de la celda, seguro que cederá con facilidad. 

Y después de esto me pego a los barrotes de la puerta y miro hacia donde estaban los guardias.

De los guardias me encargaré yo... poseo algunos "recursos".

El capitán Noah vuelve al calabozo, con una piel encima y con cierto aire confiado, estaba siendo escoltado por un capitán del consejo quien lanzo una pregunta fulminante:

- ¿Quiénes de estos cobardes se han dignado en caer tan bajo como para desvergonzar a una prisionera? -

- ¡Fueron esas basuras capitán! - grito el orco con pasión, indicando a los tres soldados que ahí estaban haciendo guardia - han violado a Ritska, la joven de al lado -

- ¿Señorita Ritska, es esto cierto? - pregunto el capitán acercándose a una de las celdas, la muchacha quien se encontraba con ojos llorosos afirmo con la cabeza mientras se quebraba en lágrimas - ustedes tres, entreguen sus espadas y vengan conmigo…señor Noah, elija a quienes llevar de una vez por favor -

En las tres celdas habían hombres, mujeres y ancianos que miraban con esperanza al capitán Noah, muchos de ellos no serían buenos marineros, algunos tal vez, pero en olvidando las debilidades, eran como 20 o 25 personas encarceladas por motivos desconocidos.

Todo fue…tan rápido, en un minuto el capitán Noah estaba planeando una fuga, en el otro era llevado para una reunión y ahora estaba volviendo, con un capitán a sus espaldas y con el derecho de liberar a todos…sea cual sea la decisión de ese hombre, influirá directamente en mi forma de pensar hacia él, si solo liberaba a los fuertes, no era más que otro pirata…en cambio sí liberaba a todos, eso sería un punto interesante que analizar.

- Si muchacho, ya será hora de salir…te voy a cazar un ciervo, uno de los más gordos y grandes para que puedas cenar - le dije a mi hermano oso, mientras observaba sin entender mucho lo que sucedía ahí afuera de los barrotes -

Aquel capitán me hizo una propuesta que no valía la pena por el oro que me quisiera dar, es el hecho de que si su hermano fue capturado en los mares de Akerohype es posible que haya sido a manos de la flota o del mismísimo Capitan Sirius "El Rojo", al cual podría llegar pasando por Zalazar en las Islas Desconocidas. Siendo sincero conmigo mismo quería empezar por otro lado, pero perder a un hermano es doloroso. Buscare a su hermano, después de todo los mares de Akerohype es una de mis paradas.
Cuando pregunto por los guardias los señale y agregue a continuación, Ese en particular, me toco el culo y dijo que quería violarlo. Antes de ser pirata fui marino del consejo, todavía mantengo algo de honor, quizás hasta soy el pirata mas honrado que se haya visto, pero violar nunca se lo permitiría a mi tripulación, en vez de eso prefiero gastar mi oro para que paguen por prostitutas.

Haciendo las cuentas solo necesitaba a 22 personas en mi barco y en total habían 25 personas entre las tres celdas, llevar gente de mas y que no pudiesen trabajar seria una carga en mi navio. Me puse en frente de ellos y les comencé a hablar directamente. Se que desean la libertad con toda su alma, pero si los libero vendrán conmigo a cruzar los mares y enfrentarse a lo desconocido para salvar a este planeta del peligro que se aproxima. Los fuertes y valientes que se unan a mi lucharan, los débiles y ancianos cocinaran y limpiaran la cubierta, los que sepan leer y escribir enseñaran a los que no, y a quien vea disfrutando de su libertad sin ayudar a nadie... usaremos su cuerpo para atraer tiburones y que la tripulación pueda comer. ¿¡Les quedo claro gusanos de tierra!?.
Me voltee al capitán y le comente, me los llevo a todos y a cambio traeré a tu hermano.

Escuché las palabras de ese humano y no sabía que hacer si gritar, callarme o discutirle con mala forma, así que me lo pensé y decidí hacer una cosa intermedia:

A ver chaval, tu puedes elegir liberarme o no según te plazca pero no pienses que me voy a ir contigo en un barco pirata, tengo mis propios asuntos pendientes cuando me largue de esta pocilga.

Y después de esta charla miré con muy mala cara al capitán del consejo que había acompañado a ese tal "Noah" hasta la mazmorra donde aún estamos.

Quiero preguntarte algo, ¿Por qué nos encarcelas y ahora pretendes decidir nuestra libertad a través de este humano?

La elfa ríe ante la decisión del capitán, deseaba aplaudir pero eso sería ridículo aunque no tanto como la queja del syrolutha, respingo cerca de su rostro y digo con voz bufona:

- El tipo te está regalando tu libertad y ¿tú te quejas? Por mi te dejaba pudriéndote aquí, sin gente que esté dispuesta a seguirte o a hacerte caso, que al parecer tienes delirios de grandeza gatito y ni siquiera sabes en donde estas pisando…me das lastima niño -

Me acerco al capitán y le muestro mis grilletes y los de mi hermano, al liberarnos, agradezco el gesto sobándome las muñecas, me acerco al señor Noah y con una leve sonrisa le digo:

- Gracias capitán, he oído que desea armar una tripulación…con gusto le daré mi arco y las garras de mi hermano para luchar junto a usted y que sea Yahvé mi testigo -

El capitán del consejo, quien no tenía un pelo de paciencia ante esta clase de seres, lo agarra del cuello y le amenaza fervientemente.

- Cuidado a quien hablas y el tono que usas gato…el hecho de que el Consejo permita tu liberación no te quita lo delincuente y que tengo el poder suficiente para encerrarte aquí de por vida…-

Simplemente no intento forcejear, le dejo que me agarre si eso le hace feliz y no le quito el ojo de encima en ningún momento pues es más, me gusta su mirada asesina y despiadada, de modo que le sonrió de manera psicótica y le respondo:

¡Que gentil por tu parte!, si así es, me gustaría coger mis cosas y largarme de aquí cuanto antes, capitán...

Y después de esta frase cruzo mis brazos y espero a que el hombre me suelte pues no quiero meterme en problemas si no tengo mis armas cerca, pero procuro recordar muy bien su cara. 

- ¿Y donde crees que vas tan rápido? Que yo sepa el capitán Noah aun no me ha dado la orden para liberarte…eso no lo decides tu… - sus manos aun sostenían el cuello de Crat, casi deseando poder matarlo ahí en ese preciso momento  -

La fuga se habia planeado todo parecia estar listo,casi podia sentir la brisa sobre su cara otra vez; aun cuando seguia alli recostado su cuerpo estaba tenso como un resorte listo para saltar al menor momento. Cuando parecia que todo estaba por comenzar acabo casi antes de que pudiera hacer un movimiento,el capitan fue llevado por unos guardias y no se atrevio a interrumpir sabiendo que las cosas podian ponerse incluso peor,tal como parecia lo estaban llevando a juicio y sin embargo unos minutos despues regreso con su cabeza aun pegada a sus hombros y aparentemente descidido a liberarlos-pues que me partan y me llamen enano,parece que al final su suerte sigue siendo la misma de siempre capitan-dijo con una sonrisa mientras veia como aparentemente saldrian de alli por la puerta principal-a mi no tiene que preguntarmelo,nuestro antiguo acuerdo vuelve a ser valido,usted me transporta y yo mantengo a los seres de las profundidades alejados de su barco-dijo el simplemente mientras veia como uno de sus compañeros de celda parecia dispuesto a morir alli mismo en un ultimo acto de desafio-piensalo bien chico,quieres podrirte aqui o volver a sentir el sol en tu cara,es asi de sencillo-dijo simplemente mientras se paraba y esperaba que les devolvieran sus cosas para comenzar con el viaje.