Partida Rol por web

[KDD] Adeptus Astartes

Fuego Purificador

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02/04/2009, 16:05
Director

Cañonera Thunderhawk en espera de realizar el asalto orbital hacia 748-HKII-7001, también conocido como Veridian Secundus.

 

 

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28/04/2009, 15:35
Director

Las palabras previas de Alto Inquisidor Iacton Ramírez seguramente os acompañen durante muchos años venideros.

- El Gran Enemigo está apunto de hacerse con el control de un ente demoníaco mas antíguo que cualquier registro previo de la Humanidad. Este ente demoníaco es una nave estelar viviente, una baliza permanente del Caos en nuestra realidad... Un demonio con el tamaño de un planeta.


 

- Bienvenidos en Nombre del Sagrado Dios-Emperador de la Humanidad, astartes. - La autoritaria voz cobró forma por fín cuando abandonó las densas sombras del extremo de la plataforma de aterrizaje. - Bienvenidos en nombre de La Sagrada Inquisición.

La figura de un hombre de complexión firme se acercó a los poderosos astartes. Le seguía un grupo de 5 personas, presumiblemente su séquito personal. Pero el centro de todas las miradas era el propio Inquisidor. Varios cables nacían del lateral derecho del cráneo y se perdían bajo el largo y elegante abrigo negro que vestía. Un único implante biónico, sustituyendo su ojo derecho, era el único signo visible de ellos. Una decorada y pesada roseta inquisitorial, signo inequívoco de su alto rango pendía en su pecho, sujeta por una cadena de oro. Una decorada y elegante pistola descansaba en su cadera izquierda mientras que una larga espada, de hoja presumíblemente estrecha, colgaba en la cadera derecha. Todas sus ropas, así como las dos armas, se veían elegantes, decoradas pero sin perder usabilidad. Su rostro era firme, algo aguileño y, siendo sinceros, demasiado pétreo y duro de rasgos como para ser atractivo. En su lugar la mirada de su único ojo sano, gris como el acero, era firme y despiadada; sus ademanes firmes y concisos y una voz que cláramente hacía mucho, mucho tiempo que no había recibido un 'NO' por respuesta.

El grupo que le acompaña se detuvo a 5 metros de vosotros, en una línea, dejando a su Maestro avanzar sólo. El grupo, sin duda, era variopinto. Un hombre vestía de negro riguroso, un traje de piel sintética, sin duda un asesino. Una mujer vestía una pesada armadura y tenía un aire de mando innegable que se veía reforzado por la presencia de una insignia de alto rango de los Arbitres Imperiales. A su lado, cosa que os sorprendió enormemente, había lo que no podía calificarse de otra forma que no fuese 'escoria'. Demasiado elegantemente vestido, con gemas y oro sobrecargando su cuello. Junto a él había un sobrio y elegante miembro del Adeptus Astra Telepática con numerosos cables naciendo de su cráneo y perdiéndose bajo la ropa. El último miembro era un curtido soldado de la Guardia Imperial, en concreto un veterano de las tropas pesadas de asalto de Cadia, un karskrin, sin duda un tipo duro.

 

- Nobles Astartes, soy el Alto Inquisidor Iacton Ramírez, de la Ordo Heréticus. Ruego que transmitan, a su regreso a sus Capítulos, los mas sinceros agradecimientos a sus Señores del Capítulo de parte de la Inquisición por su rauda respuesta y colaboración. - Dijo con voz grave, modulada y firme. - Tras estos preámbulos oficiales y protocolarios, es el momento de abordar el asunto y objetivo de su presencia aquí.  Aconpáñenme. - Sin esperar una respuesta pero dejando las décimas de segundo pertinentes para asegurarse de que no habría una negativa, el Inquisidor se giró y comenzó a caminar en dirección al interior de la base inquisitorial.

 

- Como ven - Dijo el Inquisidor tras la sucesión de informes, holo-pantallas, proyecciones y archivos inquisitoriales secretos (Aunque dudáis que se os haya mostrado apenas un 5% de todo el asunto) - No tenemos conocimiento de la situación actual de Veridian Secundus. Los análisis reflejan una mas que posible presencia de tropas traidores pero no se descarta la presencia de otras razas xenos. Los orkos habitaban las junglas tropicales del planeta por lo que su presencia es segura ya que, aunque no sepan el motivo ni la amenaza, se lanzarán a luchar contra todos. - Guardó silencio unos segundos mientras la luz volvía a la sala y se situaba en el centro de la misma, en la pequeña plataforma elevada destinada al orador. - Son la fuerza de combate mas letal que ha podido ser reunida en este momento para servir a la Inquisición. El Gran Enemigo ha hilado un gran plan a lo largo de los últimos dos siglos logrando que, en este mismo momento, ninguna unidad de combate de los Caballeros Grises o de la Guardia de la Muerte estén disponibles. La utilidad de la Guardia Imperial frente a esta amenaza es nula, la participación de cualquier gran contigente de otros hermanos suyos ha resultado imposible. Nuestros psíquicos y navegantes, con la guía y ayuda de la Luz de Terra y la Voluntad del Dios-Emperador, apenas lograron crear unas minúsculas rutas estables para traerles aquí pero todo intento de reunir mas Astartes ha resultado inviable. Como ya les adelanté, el planeta se haya cubierto por una devastadora tormenta de disformidad pero se ha encontrado un punto débil y la forma de atravesarla. En el desembarco orbital participarán cinco lanzaderas Thunderhawk, dos de ellas les servirán de transporte de forma exclusiva. Otra será mi transporte personal y las dos restantes estarán compuestas por dos unidades de tropas inquisitoriales de choque, las mismas que guardan este palacio.

- El objetivo es claro, encontrar al lider de la expedición y acabar con él. Es posible que descabezar a los traidores no sea suficiente si el objetivo que ansían conseguir es de tal magnitudad y amenaza que no se vivían desde la Herejía de Horus.


La parte mas difícil es la espera, que ya sufrís desde hace dos horas, a la espera del lanzamiento de vuestra cañoera Thunderhawk. Las otras cuatro se encuentran alineadas junto a la vuestra, con todos los hombres y equipos listos y en la misma tensa espera.