Partida Rol por web

La cena no llegaste a concretar el lugar exacto, pero si sabes que sería en el barrio de Montmartre. A pesar de que el guardia no iba a ir a la cena , te iba a acompañar hasta el lugar de celebración. Quedaste en eso con él pero realmente algo debió interferir para que no te avisará o fuera a buscar, al principio pensabas que Anna era una enviada del policía, pero realmente terminas deduciendo que es la causante o la posible causante con sus juegos de manipulación para que el policía se olvidara de tu cita, más que nada porque consigues dar con él pero el no te reconoce, y si intentas hablar con él te trata con total naturalidad como el primer día de vuestro encuentro (si quieres indagar y obtener algún tipo de información sería una tirada de manipulación+subterfugio o carisma+empatia) dependiendo del resultado así será la información que obtienes de Luth :)

Finalmente no consigues mucha información acerca del círculo de "amigos" de Luth , no sabes si es porque al no recordarte le parece sospecho que te intereses por ello, o porque realmente no sabe nada de seres sobrenaturales.

No obstante como hombre obstinado que eres crees que si Anna cumple con su cita quizá puedas obtener algo más de información de lo que le ha pasado al "gendarme".

Entonces, si pierdo el tiempo ahí. Y no puedo enterarme de algún suceso más en la ciudad. Pues... supongo que esperaré la cita de Anna con resignación.

Llega el momento de la reunión ¿quieres hacer algún preparativo antes de la cita?

Bueno, si voy a confiar en este pérfido ser voy a confiar y ya está a ver que pasa. Puesto que es el único nexo de unión que tengo con lo que podría estar pasando.

Lo único que hago es dejar una ballesta cargada (recordamos que tengo el arcón lleno de equipo) y dentro del arcón. Y también una pistola de mecha con la pólvora comprimida y lista para disparar. 

La ballesta en el arcón y la pistola debajo de la almohada de la cama. 

Por lo demás, solo dejarme la cena preparada y lista para cuando venga Anna. (Por supuesto para mí solamente, no creo que a ella le importe mucho xD.)

Esto solo por si acaso xD. 

Las horas se van echando encima y Anna no aparece, no obstante piensas que no hacer provecho de la cena que tienes preparada sería una pena por lo que inicias tu velada solo.

Al cabo de unos minutos en los que terminas de debatir contigo mismo si debes o no iniciar ya los postres, la puerta de uno de los dormitorios de tu refugio se cierra desde el interior. Y un familiar susurro femenino llega hasta tus oídos. 

Don Pedro, ¿está usted solo? ... no se alarme demasiado soy Anna y no tengo intención de hacerle daño.

Casi no terminas de asimilar lo que está pasando, pero básicamente Anna ha entrado en tu refugio sin usar la puerta principal, como haría cualquier invitado que se aprecie. 

Finalmente Anna se dirige a la instancia en las que estás cenando (en un principio salón) , y te saluda atropelladamente.

- Estimado Don Pedro, creo que tiene una gran capacidad de llamar la atención. O bien me ha delatado o tiene el don de hacer amigos.

Dice en un tono seco y forzado, síntoma de que está intentando tranquilizarse. 

Oigo como la puerta se cierra y me perturba considerablemente, por lo que como si de un resorte se tratase mi pierna buena me impulsa hacia arriba y mi mano zurda va al bastón para apoyar el impulso de la pierna, tirando en el proceso la silla en la que cenaba tranquilamente. 

- ¿¡Señorita Anna!? - en tono confuso y desconfiado- ¿Cree usted que es esta manera de entrar a un lugar? - termino diciendo con una sonrisa socarrona "otra vez ese perfume maravilloso..." - Bueno, que quiere que le diga my Lady siempre fui un seductor - respondo con sarna a su acusación - Supongo que no la he delatado, a menos claro que alguno de sus amigos haya usado sobre mi alguna... artimaña como la que usted usó sobre el inspector Luth - digo con una sonrisa - ¡Oh, por favor! ¿Donde está mi educación? Siéntese, siente - le digo a la dama ofreciéndole el otro asiento y recojo mi silla algo más torpemente que de costumbre - ¡Por favor! - espero a que tome asiento y luego tomo yo el mío - ¿Se puede saber a que viene tanta... ¿tardanza y desconfianza mi señora? - "Ojala te llamase a tí tanto la atención como me la llamas tú a mí" pienso mientras mi cuerpo es recorrido por sentimientos que ya creía extintos "Criatura del demonio, ¡solo es un truco! Recuerdalo, ¡recuerdate!" pienso mientras cojo los cubiertos para seguir con el postre - Pensaba esperarte pero bueno... suponía que no tendrías hambre... - digo mientras me meto un trozo del pastel que tengo como postre a la boca y miro a Anna desde abajo directamente a los ojos. Después me incorporo, dejo los cubiertos sobre la mesa, me limpio con la servilleta de seda y tomo un poco de agua, mientras espero alguna respuesta de mi invitada - ¿Y bien...?- pregunto dejando la pregunta en el aire, esperando no parecer descortés.

Sopesa por un momento tus palabras y gestos, estudiando la situación y tu comportamiento, parece dictaminar su veredicto al cabo de unos segundos.

- Bien¡, realmente parece que no tienes idea de lo que ahora mismo tienes por vecinos. No se a que te refieres con lo del policía pero creo que quizá no estés desencaminado ... Y me temo que no tenemos tiempo para tomar el te con pastas, no cuentas con más de 5 minutos para recoger tus pertenencias más valiosas y abandonar este refugio, y aunque suene prematuro no es una amenaza, al menos no mía. Mientras te incita a que empieces a recoger tus pertenencias y a ayudarte en la labor, sigue dándote argumentos para que aceleres el proceso y elijas bien lo que te quieres llevar.

Pero por el momento tengo las sospecha de que te buscan, al principio pensé que era a mí y que me la estabas jugando. Pero ahora mismo hay sabuesos peinando la zona de tu refugio ... Vamos ¡¡¡ no tenemos toda la noche.   

A medio camino de que el postre llegue a mi boca me detengo ante las palabras de Anna - ¿Que...? ¿De que está hablando señorita Anna?, comprenderá que no es normal nada de esto que me comenta, ¿mis vecinos?...-

Por un instante sopeso las palabras de Anna, pero tras unos segundos y sin saber demasiado bien por qué, creo a la criatura. 

Me levanto de la silla con ayuda de mi bastón dejando el cubierto con el trozo de tarta pinchado en el plato y me dirijo directamente a la almohada de la cama y guardo la pistola en mi brigantina, después saco la llave del arcón y la pongo en la cama, abro el arcón (que estaba previamente abierto) y saco la pequeña ballesta cargada y la coloca también en la cama, cojo otra pistola de mecha (esta sin cargar) y un pequeño cuerno de pólvora, junto con tres virotes más, un pequeño tuvo  de brea y un sable de esgrima enfundado en una bella vaina, dejando las cosas colocadas sobre la cama con eficiencia militar. Tras esto me acerco al lado de la puerta para coger mi pesada gabardina y colocármela, cierro el arcón con la llave y me la guardo en un bolsillo del pantalón, momento en el que comienzo a poner todas las cosas en mi gabardina, los virotes en un largo pero fino bolsillo colocado a tal efecto justo con tres ranuras del tamaño apropiado, la ligera ballesta al lado izquierdo enganchada a un eslabón del cinturón colocado a tal efecto con la cuerda destensada, el tuvo de brea en uno de los bolsillos interiores justa al lado opuesto de donde coloco el cuerno con pólvora, por último coloco el sable en mi costado derecho, cierro unos cuantos botones de la gabardina, toco el bolsillo derecho y se oyen tintinear unas cuantas moneadas y con mi peculiar paso me acerco de nuevo hasta la percha de la puerta y cojo mi sombrero de copa sin mediar palabra. 

- Creo... señorita que tendrás que darme una buena y grata explicación, al menos... si vamos a confiar - me lo pienso durante un segundo - el uno en el otro - digo con el rostro algo ceñudo surcado por la duda. Le hago un gesto caballeresco y le señalo a la puerta - Las señoras primero - ofrezco a la dama con gesto caballeroso intentado no sentirme consternado por dentro. Y justo al volver a mirarla a los ojos vuelvo a sentir esa cosa... ese... sentimiento juvenil. Pero solo durante un momento. 

Tras recoger todo y con la máxima discreción que podéis abandonáis la casa por la ventana que utilizó Anna para entrar. Al salir y por hacer que la situación se destense un poco, bromea al cruzar el marco ...

- Por cierto la próxima vez asegura mejor la contraventana, nunca sabes que "ave" puede franquearla. 

Al decir esto último un cuervo negro que estaba apoyado en un lateral de la contraventana alza el vuelo, y Anna se dispone a seguirlo. Te susurra que seas lo más discreto y silencioso posible y que "Pico" (deduces que se refiere al animal) os mostrará el camino más seguro para abandonar el barrio. 

Tras un par de minutos de desplazamientos por las sombras Anna al ver unos tres personas que os interceptarán en la siguiente "callejuela" decide cambiar la estrategia, tras susurrarte sígueme el juego, y saldremos sin nada que lamentar de esta. Dicho esto te agarra de la cintura interponiéndose entre tú y las personas que se acercan, empieza a hacerte carantoñas en la chaqueta, capa, etc ocultando todo lo rápido que puede tus armas a la vista de ojos indiscretos. Ya cuando la distancia es preocupante decide ponerse a andar, pero antes te hace unas carantoñas mientras te dice:

- Me temo señor que con las horas que son y ya que no está dispuesto a rascarse más el bolsillo, debería acompañarme a mi hogar, pues no está bien visto que una dama paseé sola por estas calles. 

Aparentemente las tres personas pasan de largo, pero pasados unos metros un cuarto que debe de venir del refugio que acabáis de abandonar parece alertarles.

Con maldiciones tras vuestros pasos Anna te insta a que te agarres fuertemente a ella y como si de una doncella en apuros se tratara te toma en brazos y de un salto te alza hasta el tejado de la primera vivienda que tenéis al alcance. Las tres personas que os persiguen empiezan a corre de forma vertiginosa hacia vosotros, y por momentos y de reojo parece que uno de ellos empieza a aumentar considerablemente su tamaño ...

Anna realiza su broma que con sarcasmo le contesto - ¿Entonces... pajarito habré de llamaros ahora?- le digo antes de cruzar el marco con dificultad debido a mi atrofiada pierna. 

Cuando Anna decide que "le siga el juego" en un primer momento no sé a que se refiere, pero luego ya veo claramente cual es su intención, intento interpretar mi papel con naturalidad, aunque la verdad es que no solo se me ponen hasta las orejas rojas y no precisamente del frío de la noche, ese maldito sentimiento juvenil se apodera de mí, tenerla tan cerca... "Oh Dios mío pero que estoy haciendo, debería matar a esos imbéciles, debería matarla incluso a ella pero..." su fragante olor... en ese mismo momento me coge de la mano insinuando que debería acompañarla a casa, evidentemente para distracción de nuestros perseguidores "Gracias a Dios" pienso para mi mismo, aunque mi miembro excitado no opine como yo, "por favor pareces un colegial! Mantén la compostura maldita sea".

Cuando me lo propone tardo apenas un instante en considerar la oferta, pero me agarro a ella, y casi... volamos... "maldita súcubo criatura del averno... malditos todos!" pienso mientras intento avanzar con mi atrofiado miembro apoyando el bastón a cada paso que doy, pero todo parece inútil, a cada momento esas criaturas están más cerca y aunque estuviera sano es casi seguro que me darían alcance... 

- ¿Que clase de..?- comienzo a preguntar cuando veo el anormal crecimiento de esa... ¿bestia? - No sé mi señora... si estoy dispuesto a correr más - digo algo jadeante un par de pasos por detrás de la señorita Anna. Con un rápido movimiento de mi mano zurda la introduzco dentro de mi jubón y saco la pistola que tenía cargada apuntando a la bestia más grande y que parece acercase más rápido. 

Ni si quiera tengo que pensarlo ni un segundo, el objetivo es claro, y mi puntería aun se conserva de años más mozos, y consigo acertar en el hombro a la criatura, aunque esta no parezca detenerse...

- Tal vez me lo vuelva a pensar unos metros más adelante- digo al ver que la criatura no detiene su paso. Vuelvo a dar media vuelta e intento moverme unos metros más para poner algo más de tierra entre nosotros, mientras vuelvo a guardar la pistola de duelo en mi jubón. Un paso más, un bastonazo más en el suelo, el sudor empieza a chorrearme por la frente por el esfuerzo, aunque todavía estoy en forma como para correr unos kilómetros...

Disparas un par de balas más a la "bestia" que avanza hacia vosotros, a pesar de acertar no parece causarle daños graves, no solo eso sino que además parece cabrearle más. A una velocidad considerable para alguien herido llega hasta la casa en la que os encontráis en el tejado. Uno de los que aparece un hombre normal empieza a trepar por la fachada agarrándose a unos barrotes que protegen las ventanas, pero de repente un pájaro negro se lanza hacía él causando su caída sobre el más grande, esto os da unos segundos más de tiempo. Anna aprovecha el altercado y te señala otro tejado algo más bajo pegado a la parte trasera de la  casa, pero a un par de metros de distancia del que estáis.

- Vayamos por ahí ¡ , te ayudaré a saltar, pero luego corre todo lo que puedas, y salta hasta el siguiente callejón no creo que la caída sea más de tres metros. Si en unos minutos no he bajado contigo empieza a correr lo que puedas hasta que llegues a algún lugar con gente, escúdate entre la gente, si no ves a nadie empieza a hacer ruido o despierta a algún vecino, da alarma de fuego si es necesario ...

Alterado por la situación hago lo que me dice Anna y con su ayuda no solo consigo recorrer los dos metros que me separaban del otro edifició sino otros tres adicionales callendo sobre mi pierna buena y apoyando de inmediato el bastón, corro hacia el extremo opuesto del edificio para ver la caída que me acababa de mencionar Ana "¿La vas a dejar sola? Vivir por la espada, el honor... ¿Ya nada de esto te guía? No la voy a dejar ahí" pienso durante un segundo, miro la caída y me giro hacia la situación, saco la ballesta que llevaba en el lado izquierdo para apuntar de nuevo a la primera bestia que consiga llegar al techo. Cuando la primera bestia consigue llegar al techo presiono el gatillo de la ballesta dirigiendo un virotazo contra la cabeza de la pérfida bestia antes de que consiga poner sus sucios pies sobre el suelo del tejado. Acto seguido dejo la ballesta en el suelo y sin pensarlo dos veces saco el florete que llevo al cinto con una precisión milimétrica guiada por una conexión músculo/mental casi mística.

"Vas a necesitar algo más que acero parece ser", viendo la durabilidad de estas nuevas y pérfidas bestias saco el vial de brea que había guardado hacia un momento antes de que todo esto empezase, quito el tapón y derramo el espeso líquido sobre la hoja, "esperemos que estos seres sean tan vúlnerables al fuego como sus compatriotas". 

 Saco un pequeño fósforo de la gabardina y con un pequeño roce contra el cuero de la gabardina comienza a arder la pequeña llama lista para prender el estoque... - ¡Bestías venid a coger lo que quiera que esteís buscando! - grito mientras coloco mis pies en guardia.

Algo asombrada por el fuego que acaba de encender Pedro Anna da un paso en dirección contraria de la llameante espada.

- Creo que lo del tema del fuego, no lo has terminado de comprender ... Y una cosa está clara no tienes mucho aprecio por tu vida. Con eso seguramente solo consigas distraer algo su atención lo que acelerará sus ganas de machacarte. Pero bueno al menos no podrán decir que no tienes agallas. 

De repente unos graznidos llaman vuestra atención, después de una desbandada de "Pico" y tres nuevos amigos un fuerte alarido y una maldición siguen el sonido ensordecedor de los pájaros. Uno de los que al parecer se ha mantenido al margen de la lucha de cuervos y bestia sale huyendo en dirección contraría, la bestia cubierta de pelo y con rasgos de cánido se lleva las manos a la cara ensangrentada, su otro compañero saca un arma de fuego y se dispone a disparar contra los pájaros. Anna salta desde el tejado contra el portador del arma derribando al portador con su caída , acto seguido y con un movimiento extremadamente rápido coge impulso para lanzarse desde el suelo hasta la dolorida bestia.

- Encárgate de que no se levante. Dice refiriéndose al caído del arma de fuego.

La situación es la siguiente:

Estabais en el tejado, pero después de el ataque de los pájaros contra vuestros perseguidores, uno de los que perseguía inicia una huida, de los dos restantes el que ha sufrido una transformación (el Crinos) está dolorido y lanzando maldiciones, el que le acompaña el otro "humano" se dispone a disparar a las aves. En ese momento Anna se lanza desde el tejado de forma extremadamente rápida contra él para derribarle e impedir el disparo,  y acto seguido con impulso se lanza contra el "Crinos" y te dice que te hagas cargo del que acaba de caer al suelo (el que iba a disparar) , tu te encuentras con tu espada flameante en el tejado :)

- ¡Tú solo preocúpate de volver!- le digo Anna antes de que salte por la cornisa, perdiendo por un momento la compostura con mirada fiera y rígida - Señorita...- digo finalmente con un ligero brillo en los ojos verdes. 

Me acerco hasta la cornisa del edificio arrastrando mi maldita pierna tullida, con el bastón en la mano izquierda y la espada en la derecha, cuando llegó allí veo al "humano" tendido en el suelo, con nervios de acero apoyo mi bastón dentro de la gabardina y vuelvo a sacar mi poco preciado pero extremadamente útil, revolver, tiro hacia atrás del martillo y apunto a la criatura, aprieto el gatillo y la bala de plomo se dirige directamente hacia la criatura, que aunque no parece demasiado afectada al menos consigo llamar su atención - Eh, tú! criatura infame ven a enfrentarte a un hombre de verdad! - Digo con la voz áspera que me conceden los años mientras lo señalo con la flamígera espada, esperando que venga hacia mí.

Lo miro directamente a los ojos - Acaso temes a un viejo?!¡ Puaj!- escupo cornisa abajo.

Una pequeña puntualización disparas al "humano" caído, Anna cuando te avisa está ya atacando a la "criatura" (crinos) y se interpondría en la dirección de la bala (salvo que quieras disparar a Anna deliberadamente ¿?).