Partida Rol por web

Khytya

1. Corazón de Khytya

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15/04/2021, 11:09
Director

Todos habeis hacido y crecido en la gran y antigua ciudad de Khytya.  Situada en el sur de la selvática isla-continente del mismo nombre, destaca por sus torres doradas cubiertas por vegetación, la flota pesquera que día a dia trae los tesoros del mar a su ajetreado mercado, su grandiosa arena, donde al comienzo de cada año se celebran juegos y combates y por los sagrados tótems que rodean la ciudad e impiden que las bestias y los abandonados salvajes entren en la misma.  

En ella la gente prospera, vive feliz y sana bajo el auspicio y las estrictas instruccciones de los intérpretes divinos, que dominan cada aspecto de la sociedad:  desde la higiene, al número de hijos que pueden tenerse, a la alimentación, la educación, la responsabilidad, el respeto.    Los intérpretes son sanadores, agricultores, maestros e ingenieros, cada uno especializado en una ínfima cantidad del conocimiento que el Gran Espíritu pone a su disposición.  Las reliquias de otras épocas doradas, donde las gentes cruzaban el cielo en carros de fuego y los dioses hablaban directamente a los ciudadanos, son tesoros escasos, celosamente guardados y codiciados.

A pesar del control estricto y la riqueza de Khytia, siempre hay individuos que delinquen, que buscan rebelarse contra el status quo rompiendo las reglas.  El ojo por ojo es la base de la justicia Khytyana, pero a veces, si no hay daños significativos a personas o a los bienes comunes, éstos indiviudos díscolos son reasignados a las fronteras de la ciudad, vigilantes que comprueban que los tótems protectores estén en perfecto estado y que, en ocasiones, hacen pequeñas partidas de caza o de búsqueda de algún extraño mineral que los intérpretes solicitan.

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12/05/2021, 22:10
Director

Kyora.. - la voz sonó cercana sin que supieses de donde venía.  Era una voz indeterminada, ni masculina ni femenina

-Kyora...- sonaba de todos lados, fuera y dentro de tu cabeza. Te recordaba a la voz que uno asignaba a sus propios diálogos internos.

KYORA!- La voz estalló dentro de tu cabeza, acompañada de un caleidoscopio de imágenes, olores y sonidos:  La puerta del Círculo interior de Rhytya abrirse pesadamente, el incesante murmullo de los intérpretes memorizando los fragmentos de información que el Espíritu les proporcionaba, el aroma del gran invernadero tras la lluvia y sus flores casi extintas fundiéndose con el del petricor... Todo envuelto en un compacto y afilado sentimiento de urgencia.

-¿Has sentido eso? - la anciana herborista, la vieja Mvusi, se te quedó mirando, sus arrugados ojos te miraron extrañados.  - Era como.. cuando era niña. Igual que entonces, cuando los hijos de la bestia aparecieron en las colinas.  Es la voz del Nexo.. atravesando las mentes.   Alguien te necesita en el templo, niña. 

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12/05/2021, 22:25
Director

Un silbido resonó en los valles más allá del círculo de colinas que rodeaban la antigua ciudad.  Era una señal, supo Uren, de alguno de los otros guardabosques que, como él, vivían en los límites de la sociedad Rhytyan y que, también como él, prefierían anunciar au llegada con antelación para no tomar a nadie por sorpresa.    No sería prudente.

-¡¡Udeeeen!! - gritó la voz desde lo más profundo del valle. -¡¡Udeeen medio hiena!!.  Awok-kê era su nombre, un tipo peligroso, iracundo y tan duro como el granito que sin embargo parecía intranquilo y pálido en el territorio de Hyat.  

- ¡No voy a buscarte, Uden! ¡Sé que me oyes y que ese animal tuyo está esperando por aquí cerca para lanzarse sobre mí!  El eco de su voz reberveraba entre los árboles, sin que hubiese respuesta aparente.  -Te reclaman en la ciudad. En el Nexo, sin ir más lejos - escupió en el suelo, como si nombrar el lugar más sagrado de Khytya le emponzoñase la lengua. -Una orden del mismísimo Hacedor de preguntas.  Me pregunto en qué lío de mierda te habrás metido...

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12/05/2021, 22:30
Director

Joshua atravesaba el selvatico jardín interior del palacete de su familia, construido, como tantos otros pertenecientes a las familias más poderosas de Rhytya, en el interior de una antiquísima estructura que debió ser un inmenso invernadero, hace siglos.  El agua proveniente de los numerosos riachuelos de las colinas, se cabalizaba, domesticaba y regaba los jardines que se extendían antes sus ojos.

Había sido llamado por su madre, Alexandra, un urgente recado que había llegado hasta el puerto, donde el primogénito de la familia vendhana solía pasar las mañanas.  

-Joshua, hijo mío - dijo su madre, una dama alta y regia, ojos de azul profundo, cabello entrecano y una belleza que aún hoy despertaba envidias.   Su voz danzaba entre una miríada de diferentes emociones: miedo, excitación, orgullo. - El Gran intérprete, aquel que hace las preguntas, te ha hecho llamar al Nexo - el lugar más sagrado de la ciudad, donde residía el Corazón de Rhytya, el espíritu que guiaba las acciones y proporcionaba conocimientos a los intérpretes. -Sea lo que sea, es importante pero, mi hijo ¿Ha ocurrido algo que te ponga en peligro?  En una mesa cercana, junto a la casa, su madre había dispuesto una ornamentada caja de ébano remachada en oro y una lujosa capa del más fino tejido.

 

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12/05/2021, 22:51
Joshua

Madre, cada día me cuesta más ocultar mi sorpresa al posar la mirada sobre ti, pues parece que el tiempo no corre para ti sino al revés —Eran la clase de tonterías que al joven arquero le gustaba soltar cada vez que tenía la oportunidad, pero su objetivo era doble: Se trataban, en realidad, de formas sutiles con las que podía ganar tiempo para pensar en las respuestas correctas a los asuntos de mayor importancia—. Admito que no tengo ni idea de por qué El Gran Intérprete podría querer verme, pero estoy seguro de que no he hecho nada que me ponga en peligro, ni a mi ni tampoco a nuestra familia.

Había afirmado estar seguro, pero habría sido más fiel a la realidad decir que estaba casi seguro. Al fin y al cabo, a Joshua le gustaba mojar los pies en todos los ríos, y nunca se sabía cuando algo tan pasajero como un comentario o incluso un gesto podía ser tomado a mal por alguno de esos individuos con el orgullo tan frágil como el cristal.

Aun así... el Nexo. Sintió cómo su corazón bombeaba con algo más de fuerza de lo habitual y como un cosquilleo acariciaba las puntas de sus dedos. Había sido invitado al Nexo. A todas luces eso solo podía significar que alguien se había fijado en sus talentos, y estaba a punto de ser recompensado de alguna manera. ¡El día había parecido tan mundano esa mañana, y se tornaba de pronto tan excitante!

¿Y cuándo debo acudir allí? —Apenas era capaz de ocultar la sonrisa. No sentía ni miedo ni nerviosismo, por prudentes que hubieran podido ser cualquiera de las dos emociones—. Debo estar presentable para la ocasión si quiero causar una buena impresión.

Al hablar de estar presentable, su mirada se deslizó hasta la capa y la caja que reposaban sobre la mesa. Sus piernas lo acercaron un poco a ella, y con delicadeza acarició la tapa, antes de lanzar una mirada a su madre, pidiendo silenciosamente permiso para abrirla.

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12/05/2021, 23:22
Kyora

Y allí estaba ensimismada en sus pensamientos, en aquellos parajes de una mente inquieta, que jamás cesa en sus ideas o recuerdos. Fue un lapsus, un segundo dónde estás allí y no estás realmente, donde el tiempo parecía jugar a las escondidas mientras la nada en acción era lo único que se podía ver en Kyora. 

Hasta que el llamado surgió, ella desvío la mirada hacia el origen de esa voz, quería responder a ella y sintió que el mismo bosque le estaba hablando desde su corazón, desde lo más profundo. Por ello respira profundo, camina, siente e intenta encontrar la respuesta mientras los aromas la envuelven como si fuera aquella niña de siempre cobijada por la madre tierra. 

Y duró lo que duró, porque la puerta se escuchó de repente y una voz conocida le habló. Hubo un intercambio visual perfecto, cual eco que sintonizaba la misma duda, el mismo conocimiento, la misma respuesta. 

—Si, mi señora—dijo en un tono melodioso—. Es el llamado, ya mismo iré al Templo. Nexo ha hablado. 

Ya sin más que decir, la morena mujer abandonó aquel rincón de Rhytya con tal de ir hacia su próximo destino. Allí donde necesitaban de Kyora, un nuevo escrito en su destino. 

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13/05/2021, 14:48
Director

-Espera niña - Mvuiti alargó la mano para detenerte, sin lograrlo.  - Te conozco desde que venías aquí en brazos de tu madre, apenas tenías unos días de vida.  Siempre con esos ojitos llenos de curiosidad, tan azules como el mismísimo océano.  Sonrió al recordar, sus memorias más vivas que el mismo presente.

-Ten mucho cuidado, Kyora.  El bien común, tan cacareado por los intérpretes...es una bestia insensible que chupa la sangre a los jóvenes y deja morir hastiados a los ancianos.   Y es que Mvuti había sido una gran cazadora en su juventud, las leyendas dicen que la mejor con un arco en varias generaciones, hasta que el ataque de una avispa ígnea le hizo perder un ojo.  Ahora regentaba una pequeña herboristería a la que los guardabosques traían hierbas y frutos de propiedades misteriosas.

Cuando sales de allí, contemplas la gran ciudad.  Amanece ahora, el sol comienza a morder las colinas orientales, pero la mayor parte de las calles permanecen sombrías y frescas    Aún sentías los urgentes ecos del Llamado, extraño que hubiesen recurrido a tí, la hija de la famosa Tyra.  Porque aunque superabas en conocimiento a la gran mayoría de intérpretes naturales, que hubieses obtenido tus conocimientos sin pasar años encerrada memorizando antiguos textos generaba no poco rechazo entre los iniciados. Y aunque el prestigio de tu madre te resguardaba de críticas, nunca pensarían en tí la primera para una misión.  Extraño.  Muy extraño. ¿Le habría pasado algo a tu madre?

Notas de juego

Ortografía

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13/05/2021, 14:52
Director

Alexandra frunció ligeramente las cejas, demostrando contrariedad, pero alcanzaste a ver formarse una efímera y halagada sonrisa en sus labios.  

-Si, sin duda el Hacedor de Preguntas no te habrá hecho llamar por culpa de una jovencita.  Típico de tu madre culparlas a ellas cuando el asunto tenía relación contigo. Normalmente su postura era de defensa a ultranza de las mujeres, pues ella misma había tenido que pelear años, muy duramente, para poder ser reconocida como líder de vuestro pequeño conglomerado comercial, tras la temprana muerte de tu padre.

Su madre siguió su mirada hacia la lujosa capa y el cofre.

-La capa perteneció a tu tatarabuelo, que partió desde Vhendya  junto con sus dos hermanos. - esta parte de la historia la conocías - y cuyo velero fue destruido por la Tormenta de fuego, aquella que surca los mares septentrionales. - también sabías que ese fenómeno meteorológico impedía que los barcos llegaran a Vendhya, incinerando invariablemente a cualquiera que lo intentase.

-En la caja podrás encontrar un brazalete, uno de las pocas reliquias que todavía nos quedan. - un tinte de tristeza, resignación, en su voz.  Se recompuso con rapidez y se volvió hacia el mayor de sus tres hijos.

-Te esperan mañana al amanecer, junto a la muralla interior.  Pero, hijo mío.. por muy ansioso que estés de demostrar tu valía debes sentirte libre de rechazar el honor de servir a Khytya.. si ésto pone en peligro tu vida

Notas de juego

El brazalete. 

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13/05/2021, 15:26
Uren

Uren llevaba varios días persiguiendo a una presa elusiva. Todo había comenzado hacía unos días, cuando había notado que tenía menos raciones. Descartó a Hayt rápidamente, allí en su territorio no le faltaban presas y siempre prefería cazar a ser alimentado. Tras examinar los alrededores, concluyó en que debía ser alguna criatura voladora, o que se moviese por los árboles, como un simio. De otra manera hubiese sido complicado que escapara al olfato de la hiena. Debía haber esperado con paciencia que se durmiese y había tomado parte del pan y la carne que tenía. A Uren en realidad no lo preocupaba demasiado, era una especie de ejercicio para mantenerse alerta, no creía que fuera nada amenazador y de haber encontrado a una criatura hambrienta él mismo la hubiese alimentado, probablemente.

Pero el juego terminó cuando se acercó Awok-ke. Hayt había levantado sus orejas mucho antes de que el cazador pudiese escucharlo andar. La hiena se había agazapado esperando la orden para atacar, pero el muchacho la había calmado. Había algo en él que no terminaba de caerle bien a su compañero.

Cuando escuchó lo que tenía para decir salió de la espesura y se mostró ante él. Había guardado su cuchillo curvo, que había tomado de puro instinto.

- Ya te dije que es Uren, no Uden -habló con un tono alto, para que pudiese escucharlo a la distancia. Hayt no te atacará, Awok, si le caes tremendamente bien -ironizó. Acércate para que veas lo bien que le caes -finalizó, a lo que la hiena respondió con un suave gruñido, en dirección al recién llegado.

- Yo también me pregunto lo mismo -le dijo respecto a los posibles problemas en los que estaría metido. No recordaba nada específico, pero si se hubiese enterado del asunto del leopardo, tal vez...

- Dile que iré en seguida.

La convocatoria lo atemorizaba y lo entusiasmaba casi a partes iguales. Por un lado, temía que lo que sea que haya hecho fuese lo suficientemente grave como para recibir un castigo, y por otro, sea lo qu fuese que lo llevara al Nexo era intrigante. Siempre se había preguntado cómo era, que había allí, cómo funcionaba, cómo el Hacedor de preguntas interactuaba con él, en fin, demasiadas cosas.

Preparó un atajo con algunas cosas que siempre llevaba consigo, como su cuchillo, su machete, elementos para hacer fuego, las hierbas curativas, las raciones y el agua. Y su arco y flechas.

- Ven, Hayt, vamos a ver la ciudad.

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13/05/2021, 15:01
Joshua

Oh, no creo que... —Carraspeó para interrumpirse a sí mismo, recordando con quién estaba hablando. No creo que ninguna tuviera nada de lo que quejarse—. No creo que el Hacedor de Preguntas tenga tiempo de preocuparse con banalidades como esa. Si me ha hecho llamar, tiene que ser algo verdaderamente importante.

Sonrió entre travieso y divertido. Su forma de vida no era un misterio para nadie, aunque en algunas ocasiones cubriera mejor sus huellas que en otras. Quizá no era la conducta más apropiada para el heredero de la familia, pero si no disfrutaba durante sus años buenos, ¿cuándo iba a disfrutar? Vivir cumpliendo siempre las expectativas del resto era, después de todo, una experiencia agotadora.

Vaya... —murmuró, tomando con cuidado la capa entre su pulgar y su índice, probando cómo se sentía el material contra sus yemas—. No imaginaba que todavía tuvieramos algo como esto.

Se preguntó cómo se sentiría sobre sus hombros, y estuvo tentado de probársela al momento, pero reprimió esa necesidad. Intuía que sería mejor no demostrar esa clase de impaciencia. En su lugar, se centró en la reliquia, tomándolo entre los dedos con cuidado. Visto de lejos, habría parecido mundano, pero sabía que no lo era. La utilidad real de ese brazalete podía ser, en su estado actual, prácticamente nula, pero su valor desde luego no lo era.

¿Es para mi? —preguntó, con los ojos brillantes de la ilusión, pero la templó cuando ella dio voz a su preocupación—. Madre... bien sabes que sé sacarme las castañas del fuego. Aquellos que siempre tienen miedo están condenados a partir de este mundo sin ser recordados. La fortuna favorece al audaz, después de todo.

Sabía que sus palabras no harían mucho por tranquilizarla, así que se acercó un poco y entonces, por lo bajini y con una voz mucho más suave de lo habitual, aseguró.

Sea lo que sea que necesite de mi, prometo que tendré cuidado y seré prudente. Ahora y siempre.

Y una vez más, mostró una radiante sonrisa, volviendo a su tono habitual.

No puedo permitirme dar una mala imagen, y siempre has tenido buen gusto, madre. ¿Qué piensas que debería vestir para la ocasión? —Se miró a sí mismo, como si su vestimente fuera verdaderamente lo más urgente en ese momento.

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13/05/2021, 18:29
Kyora

Ante las palabras de la mujer, se detuvo en seco dándole la espalda mientras la escuchaba con atención, igual que un susurro en el medio del bosque. Así le resultaba el tono de voz de aquella mujer que impregnado de sabiduría, nunca dejaba nada al azar, solo un lineamiento por dónde caminar o donde detenerse cuando el destino se disponía a jugar los senderos a transitar. 

Había pasado tiempo ya, pero Kyora aún recordaba aquel rostro, la sensación cálida de sus brazos y el mecer constante. Se sentía tan cómoda, que al escuchar aquel recuerdo solo sonrió inmersa por la emoción. Aunque las palabras en su sinuoso significado, dejaron algo más de claridad en lo que está por venir. 

—Lo tendré—dijo escueta, sincera—. Jamás olvidé sus abrazos, sus momentos de sabiduría y siempre he pensado que soy así gracias a usted. Hasta luego, Mvuti.

Y sin más que decir, abandonó aquel rincón que algunas veces es olvidado por el resto de la pequeña población con tal de responder al llamado. No obstante hay sospecha en el corazón de la morena, no solían recurrir a ella cuando sucedía algo y entre las posibilidades que era capaz de barajar, existía que algo le haya sucedido a su madre o realmente era ella misma quien la estaba solicitando. 

Aún así, con sus dudas y ese halo místico avanzó por aquel sendero para encontrarse con ellos. Había llegado la hora de enterarse, de saber la verdad. 

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13/05/2021, 19:40
Director

-Uden, Uren...¿Acaso importa? - el áspero visitante soltó una desagradable carcajada. Estaba mucho más tranquilo desde que Uren había salido de la espesura. - La cuestión es que has llamado la atención demasiado, guardabosques.  - entrecerró los pequeños ojos crueles y amarillentos, su rostro era tan oscuro como la noche.  - Todos estamos aquí por alguna razón, Uren.  No somos perfectos hijos de Khytya, hemos cometido... Errores. - algo en el tono de voz implicaba que no se arrepentía de haberlos cometido. Puede incluso que hubiese disfrutado. - Pero no nos han ajusticiado, somos útiles.  Aquí fuera, podemos dedicarnos a lo que realmente queremos hacer.  Una recompensa camuflada como castigo.  

Se acercó a Uren. Bajó el tono de voz.  -Los abandonados, los salvajes que moran ahí afuera.  Somos dioses para ellos... Para ellas sobretodo. Somos criaturas legendarias que matan a todo el que se acerca ¿Insinuaba que había salido de los límites del extenso territorio selvático que rodeaba Khytya? ¿O...Dejaba que sus sueños lascivos hablaran por él?  -Eres muy raro, Uren. Tan recto, tan perfecto. Pero eres más animal que hombre..y tus amos del Nexo han encontrado una tarea a tu altura.   Va a ser un placer perderte de vista.

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14/05/2021, 14:08
Director

Andas unos minutos, bordeando el océano, a lo largo de un camino de tierra que te lleva hasta el sólido muro,  más alto que diez hombres, que rodea Khytya. Las puertas siempre abiertas, no recuerdas verlas cerradas, el poder de los tótem mantienen a salvajes y bestias alejadas de la afortunada ciudad.  Nadie pasa hambre en Khytya, todos tienen techo, agua y trabajo.  La justicia es rápida y nadie, por mucho poder que tenga, escapa de ella. 

Deambulas por las poco familiares calles, siempre arriba, siempre hacía la colina más alta, donde las más poderosas familias residen.   Chorros de agua cristalina manan de las numerosas fuentes de ésta zona de la ciudad, de calles empedradas y floridos jardines.  De pequeña anduviste por aquí alguna vez, de mano de Tyra, cuando todavía acudías a las escuelas que rodean el Nexo.

Finalmente llegas.  La pequeña callejuela poco concurrida que lleva al lugar más sagrado del mundo conocido.  Un estrecho túnel enmarcado en hiedra sigue a éste camino y se adentra en la roca de la montaña. Junto a él, una única guardiana sagrada, guerrera de élite   ¿Por qué no hay nadie más? 

-Kyora hija se Tyra.  Te estaba esperando.  - la profunda voz de la guardiana reverbera en el túnel tras ella, parece que estéis solas en la ciudad. - A tí y a otros dos.

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14/05/2021, 14:12
Director

Agradeció su madre, se notaba, que la conversación se enfocara hacía algo práctico, algo que podía controlar y no la hiciese parecer vulnerable.  Aparcó sus miedos y dejó que la poderosa maestre, experimentada y llena de confianza tomara el mando de la conversación.

Sonrió mientras ponía una mano en el pecho de su hijo.

-No puedes impresionar al Corazón de Khytya, es un Dios al fin y al cabo. Y los intérpretes no apreciarán tu elegancia, sólo el cobre y el acero que lleves encima.   Así que te vestirás como si fueses un gran capitán, hijo mío, uno dispuesto a liderar las huestes de la ciudad mañana mismo.  Llevarás el blanco de tu familia, el púrpura de la ciudad, el arco que amas y la espada que elijas.  Y esa sonrisa capaz de mover montañas será tu escudo.    Tomó la mano de su hijo entre sus dos manos y le miró a los ojos.

-Tiburones lanza, gaviotas serradas... Bestias que no se veían desde hace generaciones han aparecido en las islas del sur.   Mucho me temo que todo ésto tenga que ver con aquello, hijo mío.  La intuición de su madre era su rasgo más notable, mucho más que el carácter y la belleza por la que era conocida.  -Ve, despídete de tus amigos, Johsua. - sonrió - y de tus amigas también. 

-Debo irme, me esperan en el puerto, hijo mío  Le dió un abrazo y se alejó hacia el interior de la mansión.  Puede, no podía saberse con certeza, que una lágrima surcara su rostro.

Notas de juego

Tienes una tarde completa y la noche.  Dime que decisiones tomas.

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14/05/2021, 15:02
Kyora

Las calles de Kthytya siempre le trajeron recuerdos bonitos a Kyora, había tenido una infancia bonita y su madre fue partícipe de ella por lo que hoy tranquilamente podría decir que la joven es así gracias al tiempo, dedicación y amor de aquella mujer. No obstante las dudas perecieron en su corazón, aquel llamado, el largo camino a transitar y la situación en sí que abre puertas a lo desconocido. El nexo había dado su primer paso, escrito esa hoja del capítulo que continuaba y era momento de ser tenida en cuenta para no quedar en el olvido o relegada por ser diferente.

Lo bueno es que el aire puro de cada paraje la motivó a continuar su camino con ganas y cuando llegó a destino, un ligero vestigio de sorpresa se asomó en su rostro. Seguía perdiendo el rastro de su madre, pero existía la posibilidad de que esté allí dentro, aguardando por ella. Aunque lo dudaba, su intuición jamás le fallaba y aquello era otro de esos mensajes para Kyora a tener en cuenta.

Guardiana—saludó con una reverencia, llena de respeto—. ¿Mi madre está dentro? ¿Ella nos aguarda?

No dudó en preguntar, estaba claro que era obligación ingresar pero tenía preguntas que dar voz.

¿Qué otros tres?

Más gente se uniría, esto era importante más allá del misterio y el secretismo que conlleva todo esto.

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14/05/2021, 19:38
Uren

Awok hablaba como si supiera algo. Respecto a la convocatoria, pero también a algo más. ¿A qué se refería?

Uren se preguntó si podría sacarle algo más. 

-Eres un charlatán, Awok -le dijo. No puedes saber nada de eso. ¿Has estado hablando con Chaddick, no? No dejes que te meta ideas en la cabeza. Deberías confiar más en tus instintos, no hay abanonados ahí afuera, no hay salvajes. Chaddick o quien sea con quien hayas hablado te está mintiendo. Además, también me lo hubiera dicho a mi. ¿Alguna vez dije algo de lo que hayas hecho? No, porque lo que pasa entre nosotros, queda entre nosotros. 

En apariencia sin darle más importancia, comenzó a juntar sus cosas, para ver si el otro picaba. Tiró un trozo pequeño de carne en el aire para que Hayt lo tomara.

Notas de juego

Dire, inventé un pnj pero por el hecho de la narración, si te parece que atenta contra la regla de crear pnj, avisame y cambio el post por algo más impersonal.

Por otro lado, quería utilizar mi rasgo "inspira confianza" para que le cuente si sabe algo.

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14/05/2021, 19:42
Director

Notas de juego

Me parece bien.  Tira. 2 dados de 6, cada 5+ es un éxito y no tiro oposición.

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14/05/2021, 19:45
Uren
- Tiradas (1)

Notas de juego

uh, fallé!  =(

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16/05/2021, 02:46
Director

Awok-kê te miró unos instantes sin saber qué decir.  Se humedeció los labios y a punto estuvo de comenzar a hablar.  Justo en ese momento Hayt bostezó, aburrido.. y el desagradable visitante escupió al suelo, rota su incertidumbre.

-¿Intentas sonsacarme algo, Uren? - se comenzó a alejar, dándote la espalda - ¿Para que vayas a contárselo a los Ogiso, los que juzgan con espadas? No quiero que el cuento de un loco acabe con mi vida.  Aprecio mucho mi vida, Uren.  ¿Y tú?  Se cuidaba mucho de amenazarte directamente, pero aún así, Hayt soltó un corto y agudo aullido. De advertencia.

El guardabosques se alejó, sin abandonar el camino, hasta que no pudiste verlo más.  Existían los salvajes, por supuesto.  Gentes que malvivían en lo más profundo de la selva, abandonados por los dioses a los que habían fallado.  En casas hechas de barro y paja, con burdas armas con puntas de piedra afilada.  Sin ingenieros, sin barcos, sin acero y sin intérpretes, se alimentaban de cualquier cosa a la que cazasen, otros hombres incluidos.

Debías marchar, aún quedaban tres días de marcha hasta llegar a los muros de la ciudad de Rhytya.  Viajas ligero, siguiendo sendas olvidadas, túneles oscuros pero totalmente seguros descubiertos por otros guardianes como tú, hace generaciones.   Por ellos el camino era notablemente más rápido, mientras llevases antorchas para poder avanzar...

 

 

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16/05/2021, 21:49
Director

-No se nada de tu madre, Kyora hija de Tyra. Mis órdenes son escoltaros hasta el interior de la colina sagrada.  

Cambió el pie de apoyo, parecía relajada. Su postura, sus atentos ojos, la afinada musculatura bajo su piel, todo lanzaba pequeñas señales de peligro que alguien como tú, hábil en el combate, sabías interpretar.

-Tus compañeros, si deciden aparecer, son Joshua Vendhyana y Uren medio-hiena.  No se si los conocías - parecía tener curiosidad por aquello que os había reunido aquí.  Una actitud alejada de la típica disciplina y el grave silencio que caracterizaba a los guerreros sagrados. 

-Les esperaremos hasta mediodía, Kyora. Guardó silencio entonces, un rato. Parecía querer preguntar algo, hasta que al final se decidió.

-Johari. Fue tu maestra con la lanza ¿Verdad? Siempre me hablaba de tu talento para el combate.  Es mi madre. Puedes llamarme Jahani.

Notas de juego

Jahani