Partida Rol por web

Khytya

3. La Ciudad de los abandonados

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08/06/2021, 10:44
Director

Tras atravesar la barrera, el pequeño fragmento de piel justo encima de la nuca, donde los intérpretes dibujan al nacer un símbolo de buena fortuna os pica unos instantes, un súbito ardor que se disipa tan rápido como vino.    Echáis la vista atrás, no notáis ningún malestar, ninguna angustia y la lujuriosa selva Khytya se muestra acogedora, sugerente y os invita a perderos entre su neblinosa vegetación para no salir nunca más. El tótem junto al que acabáis de pasar no es visible desde el exterior, la vegetación parece ocultarlo por completo.  Desde fuera, de alguna manera que no sois capaces de explicar, Khytya parece un lugar sobrecogedor, místico.

Notáis el aire diferente, más seco.  Los olores y la temperatura son diferentes y el bosque delante de vosotros es silencioso y cauto, en contraste con los cantos constantes de la selva a vuestra espalda.  

En la muñeca de Joshua, su lujosa pulsera de metal estelar emite un agudo y breve pitido. Una serie de formas geométricas pulsantes luminosas acompañadas de letras y números familiares formando palabras sin  sentido se dibujan sobre el pulido cristal.

Oís un gorgoteo que proviene de una veintena de pasos atrás, de donde debería estar ese artefacto divino. Ahora lo veis claramente, destacando entre la vegetación, no comprendéis cómo habíais podido no verlo antees.  El brillante líquido dorado que llena los tubos metálicos que nacen junto a su base burbujea y se enturbia.  Y el poder del tótem se desvanece un instante, hasta que éste y los tótems próximos empiezan a zumbar como un millar de abejas enfurecidas, una aguda reverberación que parece forzar al líquido a llenarse de nuevo.  Y el tótem vuelve a desaparecer entre la niebla.  La barrera vuelve a su estado habitual. ​​​​​​

Al subir a lo alto de la colina boscosa, un paisaje poco habitual se muestra ante vuestros ojos.  Una sabana levemente arbolada, que llega hasta lo que diríais es el océano, allá a lo lejos.   A un par de horas de camino, en el lateral de una alta meseta, innumerables casas, del mismo color que la tierra en la que se alzan, se apiñan una junto a otra, fila tras fila, aprovechando cada metro disponible, aprovechando la sombra de la enorme roca.

En lo alto de la meseta, una extrañas construcciones sobresalen por encima de la planicie. Se trata de unos cuencos dorados del unos cinco o seismetros de diámetro que se disponen a intervalos regulares.  

Al éste, a una distancia considerable, casi en el límite del horizonte, junto a un macizo selvático que Uren reconoce como la peligrosa jungla deshabitada que hubieseis tenido que atravesar de seguir el camino del éste, tres puntos luminosos. Tan lejos que su brillo, siendo de día ahora, debe ser cegador estando cerca.

Notas de juego

La barrera es solo de salida para vosotros, podéis entrar cuando deseéis.  Es más, os sentís invitados a entrar.  Haced las tiradas para atravesar la barrera como dijimos y guardad el resultado.  Todos podéis atravesar la barrera, pero el resultado de la prueba es importante.

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09/06/2021, 13:34
Kyora

El descanso llegó finalmente a la mente de Kyora luego de una jornada demasiado intensa para ella, de repente había dejado atrás toda la tranquilidad que Khytya era capaz de ofrecer con tal de unirse a este destino donde su nombre está escrito. Tal como era de esperar, el sueño arrulló con cierta calidez a la intérprete cuando rápidamente se sumergió al mundo de Morfeo y sin saber si fueron minutos, horas o lo que fuese, despertó de un sobresalto cuando le avisaron de aquel escenario tan peculiar. 

Sus ojos pudieron contemplar lo que el firmamento decía, no creía en absoluto que una estrella sea capaz de hacer aquello y se replanteó la posibilidad de que aquel suelo tan bonito, paradisíaco, esté siendo invadido por alguien con unas ansias de caos y destrucción que le helaron la piel. No dijo nada al respecto, prefirió masticar su teoría y encontrar las pruebas necesarias antes de siquiera decir algo. El destino continuaba escribiéndose en el instante, entre colores y sospechas, entre el inquietante sabor de que una vez se cruce aquella barrera todo será muy diferente. Caótico. 

Y gracias a ello tuvo que comenzar el día, con todo lo que conlleva y más. Intentó convencer a Mgowe de que los acompañe, sería muy valioso su percepción de los entornos y le ayudaría muchísimo a las interpretaciones que de alguna manera estaba obligada a hacer para entender lo que estaba pasando. Más allá de la aceptación o el rechazo de aquel chico, iniciaron el camino rodeado de un entorno que si bien podía ser bellísimo también lo era perturbador. Kyora percibió aquel lenguaje, la sensación y esas señales que hablan de sucesos ya pasados. 

Negó con la cabeza pensativa y miró a sus compañeros, los tótem allí estaban y su corazón le pidió que de alguna manera tenía que cruzar y lo hizo. Decidida, allí comenzó a caminar para cruzar esa barrera invisible que seguro marcó un precedente en la morena. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro desde la Motivación, usando el hecho de ser intérprete y dejarme llevar. 

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10/06/2021, 01:19
Joshua

Cuando llegó el momento, Joshua se detuvo frente a la barrera durante un largo rato. Sus ojos se movían de un lado a otro de una forma que podía llegar a parecer perezosa, como si estuviera remoloneando para aplazar todo lo que fuera posible aquel momento que era prácticamente inevitable, pero en realidad resultaba decididamente minuciosa. Sabía que cruzar la barrera necesitaría de voluntad y fuerza, dado lo desagradable que resultaba, pero toda barrera tiene un punto débil. Incluso los muros de su casa lo tenían: Lo había aprovechado más de una vez al volver a altas horas de la noche, con algo más que sangre en las venas.

Y cuando lo encontró, cerró los ojos y... cruzó. Por una vez, no le preocupó demasiado que su apariencia no fuera la más encantadora: Se centró en cruzar todo lo rápido que pudo, y si para eso había que arrugar la cara como cuando se huele algo terrible, entonces eso sería precisamente lo que haría. Llegar al otro lado se sintió como emerger a la superficie después de bucear durante unos cuantos segundos de más, y por puro instinto, se miró a sí mismo, comprobando que seguía de una pieza. Aunque obviamente así seguía.

El símbolo, eso sí, le ardía. Se llevó una mano a la nuca y se frotó un poco.

Una experiencia que espero no tener que repetir muchas veces más en mi vida —declaró con una mueca, pegándose unos golpecillos en la ropa para alisarla—. Qué diferente se ve todo desde aquí.

Miró lo que habían dejado atrás, alzando un poco las cejas... hasta que escuchó el sonido en su muñeca. Posiblemente él estaba tan o más sorprendido que sus compañeros, porque no se había esperado eso. Pegó unos golpecitos sobre el cristal, frunciéndo el ceño.

Y esto todo qué es... —musitó, aunque por lo pronto no le dio más importancia.

De todas formas, la pulsera tenía poco de sorprendente en comparación a lo que vino después.

¿Para qué sirven todas esas cosas? —preguntó con desconocimiento sincero a sus compañeros, esperando que con algo de suerte ellos tuvieran alguna idea.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Voy a hacer dos tiradas dfierentes, porque una me parece muy cogida con pinzas xD

Ojo de halcón - Intentar ver un punto donde la barrera parezca más floja y cruzar por ahí.

Atletismo - Si lo de arriba es muy forzado, pues puro físico xD.

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10/06/2021, 14:33
Uren

Uren al final, en el último momento, decidió llamar a Hayt. Su compañero parecía ansioso por acompañarlo y no quería que se quedase solo. Además podía ser de ayuda.

Cruzó con cautela y comenzó a analizar el terreno con ojo de explorador. ¿Cómo podía ser que la vegetación, el clima, la fauna, sean distintos sólo a unos pasos?

Luego la pulsera de Joshua que emitió esos sonidos. Uren se lo quedó mirando un rato, pero parecía que ni él mismo conocía el motivo del fenómeno. Las cosas inexplicables se iban apilando, una tras otra. Tampoco pudo explicarle sobre las luces que vieron, estaba tan asombrado como él. Se encogió de hombros como toda respuesta.

Se había quedado pensando en lo que habían hecho los tubos y el totem, algún tipo de desperfecto, pensó. Sospechaba que tenía que ver con esas raíces que se hundían en el suelo. Compartió con sus compañeros que probablemente tuviesen que seguirlas, para ver si conectaban con otros totems, y si había algún obstáculo o problema entre ellos. Si las raíces no alimentaban al árbol, éste moría. Tal vez en el caso de los totems fuera similar.

Pero ahora no había tiempo de eso, porque habían decidido ir a por la estrella caída. Se acercaban a esas viviendas, y parecía que tendrían que atravesarlas para llegar a su destino.

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10/06/2021, 16:19
Director

Notas de juego

¿Entiendo que os dirigís tan campantes hacia la ciudad? ¿Algo que debáis hablar o planear de antemano? 

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10/06/2021, 16:34
Uren

Viendo el asentamiento que tenían enfrente, Uren habló a sus compañeros.

- Creo que tenemos 3 opciones. Una es intentar pasar desapercibidos, y dar un rodeo hasta la estrella. Otro es acercarnos a ver cómo nos reciben, y una tercera opción es que se acerque Kyora y nosotros dos estemos protegiendola desde atrás con nuestros arcos. ¿Se les ocurre otra?  Mi voto es intentar pasar desapercibidos, pero aceptaré lo que decidan sin problemas.

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11/06/2021, 13:35
Director

Los tres consiguieron pasar la barrera que protegía Khytya del exterior. O quizás fuese al revés. Cada uno ellos, enfrentados al insidioso poder que drenaba sus fuerzas y los llenaba de angustia, respondieron con lo mejor de sí mismos.  El sentido del deber de Uren, combinado con su insaciable curiosidad, la urgencia y la intuición de Kyora, forjadas por el estricto entrenamiento como intérprete. Y Joshua corriendo hacia la barrera, esperando que la inercia le permitiese pasar cuando sus piernas no le respondiesen. 

Hayt trotó hacia el cazador, la cabeza gacha y aullando lastimeramente, aprovechando el momento en que el tótem parecía sufrir un malfuncionamiento.  Si pudo hacerlo fue por el fuerte vínculo que le unía con él, cuya intensidad superaba a los propios instintos del animal.  Mwoge siguió al macho de hiena, su rostro desencajado, se desvaneció momentáneamente al pasar al otro lado, pero se recuperó con rapidez.  

-Esto no es Khytya, Kyora - dijo con temblor en la voz.

Aquí hubo un bosque, nota Kyora, hace tiempo, aún estaban las señales. Quemado, talado. La tierra era pobre y estaba exhausta, desprovista de vida.  A vuestra espalda, el vergel que era Khytya parecía irreal, imposible.  Una reliquia de otra era.

Conforme se avanzaba, la tierra empezaba a estar surcada por pequeños caminos que parecían muy transitados y en cada trozo de terreno donde era posible, había cereales enclenques, frutales moribundos. 

Era muy difícil decidir los pasos a seguir cuando todo a su alrededor eran prodigios, lugares de los que ni siquiera habían oído hablar, así que la aproximación de Uren, la de acercarse con cautela, parecía la más razonable.  Aún quedaban un par de horas para llegar a la sombra de la meseta, donde se apiñaban las casas de barro y había tiempo para elaborar una estrategia más detallada, llegado el momento.  

Pero fue la cautela lo que hizo que el sigiloso avance del cuarteto no fuese advertido por dos niños que sacaban agua hasta que salisteis de detrás del grueso árbol que había junto al pozo. Aún estábais a cinco o seis kilómetros de la ciudad.

Päpäää- gritó uno y salió corriendo hacia una pequeña choza cercana.  El otro, más mayor, sacó un cuchillo de hierro cubierto de óxido, protegiendo al pequeño.  Iban con ropas sencillas, apenas un poncho con mangas, de tela basta y desgastada.  Parecían famélicos, sus pómulos marcados.  Pero se movían con agilidad, no parecían aletargados o enfermos.  -Ätràs! ¿Qué soís?

 

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13/06/2021, 16:11
Kyora

Ella avanzó con todo lo que el cruzar la barrera implicaba, las emociones se contradecían y el lenguaje de la tierra misma dejó su grito ahogado de pesar, cuando la desolación era participe de tanto mal presagio. Por esto es que al abandonar aquel límite que los separa de dos mundos completamente distintos, la morena pudo ver con sus propios ojos todo lo que jamás hubiera deseado contemplar. 

Aquello era destrucción, era abandono, caos, soledad. Era sentir en su pecho la sensación acojonante de cada árbol talado como si hubiera sido ella la que sufrió aquello. La aridez de una tierra abrazada por el fuego y el hambre del humano mismo cuando pudo ver a esos niños tan delgados, muertos de hambre. Muy a punto de llorar estuvo, sufría con el entorno y su corazón se rompía a cada paso dado allí mismo. 

Pero antes las palabras de Mwoge, ella tardíamente asintió y cuando esos chicos adoptaron una postura hostil, Kyora alzó sus manos y les dijo: 

—Tranquilos, nosotros venimos a ayudar. Soy... Soy Kyora, Uren, Mwoge y Joshua. 

Intentó presentarse, mostrarse ante todo como alguien no hostil. 

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14/06/2021, 08:15
Director

De la choza salió un hombre, bajo y delgado armado con un machete. Cojeaba ostensiblemente, su pierna izquierda era mucho más corta que la otra. Su expresión de tensa agresividad se tornó asombro, temor casi reverencial al veros.

El pequeño detuvo sus pasos al ver la cara de su padre.  El mayor, no tendría más de ocho años no bajó su arma, pero su postura ya no era la de presentar batalla, confuso.  Las palabras tranquilizadoras de Kyora le habían desarmado por completo

Hasi, Nnume —el hombre llamó a sus hijos —Nó, nó sön enémigós — se acercó como buenamente pudo y se inclinó ante los cuatro.  —Sön diöses, los diöses de Kitya qué bienen a sälvärnös.   

El hombre siguió hablando entonces, sin tiempo a replicar.  -Lös chamanes contaban, en sus viejas leyëndäs, qué nö volveríais. Que la Cobra en läs estrellas ös había destruido.  Los diöses ya no respondiän, el Nëxo se derrumbó. Hizo un gesto raro con las manos al nombrar la cobra. -Hace tres mil días que el demonio llegó désdé el Norte.  Se llévö a todos los hombres y mujeres capaces de trabajar- Señaló su pierna deforme, excusándose de alguna manera incomprensible..  Allá, tras las colinas, a su montaña de hierro y luces. Mi nömbre es Númbe ¿Venïs a libérarnos?

​​​

Notas de juego

Eso por ahora.  Podemos hacer turnos cortos y rápido de diálogo si lo veis factible

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14/06/2021, 10:48
Joshua

Le costaba un poco entender el acento de esa gente, pero el oído se hizo rápido a ello. Desde luego ese tipo de vida era prácticamente inimaginable para él. Ni podía concebir que alguien tan delgado estuviera en realidad sano, y fuera capaz de moverse con tanta libertad.

Por suerte, parecía que Kyora y el ojo del hombre fue suficiente para que los recibieran de una forma un tanto menos hostil.

En mi experiencia, los Dioses no gustan de compartir tierra con los Mortales —Sonrió Joshua desestimando aquella declaración con un giro de la zurda. Sin embargo, tardó bien poco en ensalzarse de una forma no muy diferente.—. No somos Dioses, somos meramente sus enviados.

El meramente podía considerarse como una cortesía mucho menos humilde de lo que parecía inicialmente. Sin embargo, miró a sus compañeros después, con el ceño ligeramente fruncido. Después de todo... no estaban allí para liberarlos, por frío que eso pudiera parecer. Claro, que si habían llegado tan lejos...

Nuestro gusto que nuestro camino se cruce, Númbe. Habladnos de ese demonio —pidió—. Habladnos de la cobra de las estrellas, del nexo y de lo que hay más allá de las montañas. Nos hará falta, si pretendemos tener éxito en nuestro propósito.

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14/06/2021, 14:34
Uren

Uren se había quedado en segundo plano, ya que esperaba la intervención de Kyora, que no se hizo esperar. Su expresión, sus palabras, y la intervención del anciano aflojaron la tensión rápidamente.

Eran gentes extrañas, que hablaban raro. Aunque reflexionó que para ellos, él mismo y sus compañeros serían vistos de la misma manera. Luego escuchó también a Joshua. Le incomodaba un poco su papel como enviado de los dioses, pero de alguna manera lo eran. Sin embargo, fue claro respecto a las preguntas, son las que hubiese hecho él mismo. Le interesaba saber quien era el demonio que se había llevado a su gente, y dónde quedaba la montaña de hierro y luces. Pero sobre todo qué era para él el nexo, ya que era parte de su misión.

Mientras el viejo contestaba, tranquilizó a Hayt rascando su lomo, y buscó algunas de sus raciones de su mochila. Escuchando atento a las respuestas, se acercaría con cautela y lentitud hacia los niños, dejando a su hiena atrás,  y les ofrecería la comida.  

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14/06/2021, 15:48
Kyora

Suspiró aliviada al ver que ya no estaban en esa actitud hostil porque realmente sería incapaz Kyora de atacarlos siquiera. No obstante mientras el que parecía a su ver que era el padre de los chicos, comenzó a explicar lo sucedido y tratarlos como Dioses, agradeció que Joshua con su carisma fuera el primero en intervenir. Aún así, también quiso dar voz a sus pensamientos. 

No somos dioses, lo siento—confirmó lo que dijo su compañero—. Cuéntanos como ha sucedido todo, nos interesa saber para ayudar. 

Desvío la mirada hacia Uren, estaba callado pero habría que ir por partes. Ahora se necesitan respuestas. 

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15/06/2021, 10:59
Director

Númbe pareció un poco decepcionado por no encontrarse ante los retornados dioses de Khytya.  Pero siendo sus enviados, puede que fuesen suficientemente divinos. Por unos momentos les miró, buscando en ellos signos de desconfianza.  Uren, mientras tanto ofrecía parte de sus raciones a los hambrientos niños.  Frutos secos, panal de abeja y pescado salado que los infantes aceptaron sin dudar y con los ojos abiertos de par en par.   Esto empujó, sin duda, al hombre a comenzar a hablar sin reservas.

-Sòlo sé lo pöco que se cuénta en las leyendäs, enviados.  El primer Chaman habló con el Oráculo y trajo éstos cuentös, hace más de dos centenares de vueltas al Söl, cuando el Nëxo se derrumbó.  Lös dioses y La Cobra lucharon äntes que el mundo fuese como es.  Lös dioses fueron derrotados, pero dejäron sus ärmas a los hombres, para que ellos continuasen la lucha. Y sus espíritus siguën vivos allá en la primera Luna, siempre vigiländo que los hömbres sigan el buen camino.

Bajó la voz y se apoyó en uno de los árboles resecos.

-Cuando llegó el demonio, lös chamanes se acercaron al lugar dönde cayó, un pozo lleno de llämas.  El demonio bajö de su bajel estelar y mató al chäman y a los que se atrevierön a enfrentarse a él.  Asustados, los guerrerös obedecieron al demonio, que prometió völver con más de los süyos.  Dejó instrucciones para construir su montaña de Hierro y Luces.  - El hombre suspiró, cansado. -Vuelvë cada vez que la primera luna se oculta tras la segunda, para ocultar sus acciones de los espíritus divinos.  Hace poco, sesenta dias, tërminaron de construir la montaña de hierro.  Sus lüces brillan cada noche, azules y verdes  Hizo un gesto hacia el suelo, como si señalase el interior de la tierra. - Y cada noche esos objetos - señala los cuencos dorados en lo alto de la meseta -​​​​​ siguen el movimiento de las estrellas, cön intenciónes malîgnäs.  

-El demonio quiere las röcas bajo la tierra, unas brillantes.  Al cavar, secó los pozos, mató los ríos, las cosechas son peöres cada año.  Miró hacia las colinas y pensó cómo seguir.  Eran varias preguntas de difícil respuesta. Finalmente habló de lo que parecía preocuparle en mayor medida.

Los que mueren en la montaña, nadie sabe lo que pasa con ellos.  Siempre está buscando gente para trabajar, para excavar.  Pronto mis hijos.. también irán a por ellos. Los guerreros que sirven al demonio Cobra vendrán pronto, para llevárse al mayor.   Y si me resisto y huimös, el demonio-Cobra vendrá y nos atrapará estemos dönde estemos.

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15/06/2021, 13:56
Kyora

Y allí estaban las respuestas, esa realidad que te sumerge y ahoga. La mano del hombre o del ser que esté en medio de todo esto es lo que ha creado una devastación escalofriante y no cesa en su afán de destrucción. Pero allí están los elegidos y su destino que ya tiene su forma. En medio de aquel relato Kyora intercambió miradas con sus compañeros, estaba claro que el lugar objetivo eran aquellas montañas para terminar con todo. Pero la pregunta en su mente no dejaba de repetirse: ¿Podrán con todo?

Un suspiro se escapó de sus labios, meditando posiblemente ante todo lo que tenían en manos ahora. Esta gente estaba sufriendo injustamente un mal que ni siquiera eran capaces de conocer, explotando los recursos naturales y era consciente la intérprete que una vez se acaben, avanzarían hasta exterminar todo. Ahora sí que pudo comprender el llamado y toda esta movida. 

¿Dónde quedan las montañas? 

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15/06/2021, 22:30
Director

-A medio día de camino, hacia el norte. Tras de la meseta hay una llanura sin cobijo y tras ésta - el hombre se agachó e hizo un sencillo croquis con el dedo en la tierra. -.. Los afilados riscos. Y tras ésto, un profundo valle. En su interior está la montaña de hierro.  Su luz ilumina las noches, sin descanso.  

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15/06/2021, 22:40
Uren

Uren, satisfecho de que los niños aceptaran la comida y se relajaran un poco, se puso a prestar atención a lo que decía el viejo, pero no entendía nada, o casi nada.

Cuando cazaba, concentraba su atención en la presa, no había nada más. De otra forma escaparía y se quedaría con hambre. En este caso decidió hacer lo mismo. Si la misión consistía en reparar los totems y ver por qué estaban ingresando en Khytya animales salvajes, se enfocaría en ello.

Había entendido poco, si. Pero dentro de aquello le había parecido entender que había una fortaleza con guerreros que cavaban en la tierra y se llevaban gente a trabajar ahí. Las excavaciones podían haber tocado la raíz de los tótems. 

- Debemos dar aviso -reflexionó en voz alta para sus compañeros. A los guardabosques y a Khytya. Sugiero que uno de nosotros vuelva con la información, y se envíe mensajero a los intérpretes. Nosotros podemos adelantarnos a conseguir más información. Si nos adelantamos y no volvemos, nadie sabrá de esto -finalizó. De alguna manera se consideraba sólo un consejero. Creía que Kyora y Joshua debían ser quienes tuvieran la palabra final. 

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16/06/2021, 20:37
Joshua

Joshua escuchó silenciosamente la explicación de Númbe, con los brazos cruzados. Sus ojos verdes, siempre vivos, delataban muy poco de lo que pensaba sobre todas esas historias, aunque en sus labios, como de costumbre, bailaba una ligera sonrisa burlona. Empezaba a preguntarse muchas cosas. Había empezado desde el momento en el que habían recibido sus respuestas, y cuanto más sabía, más cuenta se daba de que en realidad no sabía nada. Le daba la sensación de que la realidad era todavía más compleja e indescriptible de lo quje parecía en un primer momento.

Pero se mordió la lengua. Porque decir lo que le cruzaba la cabeza en esos instantes no les haría favores a ninguno de ellos.

¿Rocas brillantes? ¿Minerales? ¿Quizá piedras preciosas? —preguntó en voz alta, aunque no esperaba respuesta. Era algo más bien retórico—. Debe tratarse de un demonio con muy buen gusto.

Se balanceó sobre los talones, agradeciendo que eso último se le hubiera escapado en voz muy baja. Seguramente nadie apreciaría su humor. Lo cierto es que solo había entendido la historia a medias: No podía imaginarse para qué valían esas torres ni para qué seguían las estrellas, pero...

Supongo que no tiene pérdida, entonces —miró a sus compañeros, y más concretamente a Uren—. Supongo que tienes razón, aunque preferiría no pensar ese escenario en el que no volvemos. Las mujeres de Khytya llorarían mi pérdida durante meses.

Apoyó las manos en las caderas.

No estoy seguro de que separarnos sea buena opción, ni tampoco retrasarnos más. Aunque estoy convencido de que dejar el aviso a los guardabosques será suficiente —Suspiró—. También está la cuestión del destino aunque, personalmente, me gustaría ver lo que ocurre en esa montaña con mis propios ojos.

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17/06/2021, 00:38
Kyora

Los ojos en blanco puso ante los comentarios de Joshua, ya le gustaría que la tierra se abra allí mismo y se lo trague en cuestión de segundos. Solo por ese narcisismo tan manifiesto, aunque bueno Kyora no quería detenerse en ello más de la cuenta porque terminaba desquiciada y lo que debían decidir era más que importante ahora mismo. 

—Coincido con él—dijo al señalar a Joshua—. Separarnos no es viable, no ahora. Así que será mejor su sugerencia. 

No quería inflar en demasía su ego, pero básicamente era eso. Ir sola con Joshua podría ser un tanto complejo, considerando que se enfrentaban a algo que tenía un gusto muy puntual: el de explotar todo recurso natural y ya era un enemigo más que difícil de manejar. No sabían a qué peligros debían enfrentarse. 

—Tu destino será que te empuje por un barranco...—comentó sin poder evitarlo—. Pero no seré tan mala. 

Aquello lo susurró solo para el chico narciso. 

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17/06/2021, 14:24
Director

-El no podrá entrar en Khytya, Uren.  No cuando desee, sólo en los momentos en que los tótems hagan ese zumbido. Y puede que ni así. - comenta Mwoge hablando del salvaje, tras superar un poco la sorpresa de oír hablar a Joshua de las mujeres de Khytya.  Puede que para el joven guardabosques las mujeres fueran más difíciles de observar en su medio natural que las bestias más extrañas.  Al fin y al cabo, había pocas, muy pocas, mujeres guardando las fronteras del reino de Khytya. Con valentía, dando un paso adelante, añadió - Iré yo, Kyora.  Sólo dime qué es lo que debo decir exactamente.  Nada de lo que he oído tiene sentido. Miraba de reojo a Joshua, un poco intimidado por la intensa autoconfianza del primogénito de la familia Vendhayna.  

Tras hablarlo, decidís rodear la Ciudad en la Roca, cuyos habitantes son en su mayoría ancianos, enfermos y niños, malviviendo bajo el yugo de una élite de guerreros que rendían pleitesía al demonio Cobra.  Sentíais que en la Montaña de Hierro y Luces podréis encontrar las pistas que os faltaban para solucionar un acertijo que parecía ser cada vez más complejo y, guiándoos por vuestra intuición, os pusisteis en camino.

Siguiendo las indicaciones de Númbe, cruzáis una llanura de tierra resquebrajada, testimonio de tiempos en que el agua era más abundante.   

La ciudad queda lejos, al suroeste, pero tenéis la sensación de estar demasiado expuestos, de que cualquiera desde la meseta podría estar ver viendo tres diminutas figuras moviéndose a través de la llanura.   La ventaja era, obviamente, que también vosotros podríais ver acercarse a cualquiera desde una distancia considerable.  

Os encontráis ya ascendiendo la rocosa pendiente, antigua ladera de un valle fluvial, cubierta de resistentes arbustos cuando vuestras sensaciones anteriores se confirman.   Tras de vosotros, a más de un kilómetro, un pequeño grupo de personas, seis o siete, transitan la llanura en vuestra dirección.  Caminan rápidamente, pero no tanto como para acortar de manera considerable la distancia que les separa de vosotros.

- Tiradas (1)
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20/06/2021, 15:11
Joshua

Ya sabía que encontraría mi final a manos de una chica bonita, Kyora. No me descubres ningún mundo —respondió Joshua con un guiño, tan despreocupado como siempre.

Centró su atención en Mwoge después, cruzando los brazos y sonriendo como sonrien las personas que saben un secreto. Si el chico le miraba, a él también le guiñaría un ojo. Seguro que se lo pasaba la mar de bien en Khytya. Aun así, dejó que fuera la propia Kyora quien le decía exactamente qué debía decir y qué no. La intérprete era, a todas luces, la mejor opción en lo que se refería a eso.

Y después se puso en marcha. Mientras caminaban por la tierra resquebrajada de la llanura, Joshua miraba ocasionalmente sus propios pies, como si esperara que a algo fuera a aparecer entre las grietas en cuaqluier momento. Aunque sabía muy bien que el verdadero peligro no estaba bajo tierra, si no sobre ella.

¿Cómo vais? —preguntó, esforzándose en sonreir. Estaba cansado y algunas gotas de sudor perlaban su piel, pero estaba claro que no iba a ser él quien pidiera hacer una parada.

Pero bastó con preguntar eso para ver al grupo de siete personas. Joshua tardó muy poco en llevar una mano hacia las flechas, por precaución, pero entrecerró antes los ojos. Quería verlos bien y estimar si eran hostiles o no.

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