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Kuato lives!

Ambientación

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29/05/2018, 02:29
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La última frontera

 

La llegada

El año 2029 pasó a la historia con la primera misión tripulada a otro planeta: Marte. La sonda Prosperidad, mandada en misión conjunta por la NASA, la ESA, Roscosmos y la agencia espacial china, aterrizó en Juventia, junto al Valle del Marinero. Fue el primer peldaño en la colonización y conquista del sistema solar, pero sin duda uno de los más importantes.

A pesar de que Marte era un territorio hostil, frío, casi sin atmósfera, careciendo de grandes masas de agua líquida en su superficie e irradiado sin apenas protección de una magnetosfera, constituía una de las bases más sólidas en el avance humano hacia el cinturón de asteroides y más allá.

Las primeras colonias, bases apenas capaces de generar un suministro para las naves de paso, se vieron enormemente engrandecidas a partir del año 2047 gracias al descubrimiento del turbinio.


El domo Juventia, en 2042

 

El turbinio

El turbinio es uno de los minerales más raros del sistema solar. Se trata, según la definición científica, de una celosía de protones autoreplicante que utiliza la energía del sol, así como la geotérmica, para generar mediante unas reacciones muy complejas una red estable de energía autocontenida y en constante crecimiento. Éste mineral, que suele presentarse en forma de cristales verdosos que emiten como residuo una serie de gases bastante nocivos, pasó de ser una curiosidad al blanco de todas las miradas, por más de un motivo.

Fueron los exploradores los primeros en darse cuenta de que Marte no había sido siempre el páramo rocoso que es hoy. Por doquier, y especialmente en las llanuras de Cydonia, se encontraban enigmáticas ruinas de una civilización desaparecida hacía millones de años, de la que se teorizaba que la misma vida de la Tierra podía ser descendiente. Y junto a éstas ruinas, bajo inmensas pirámides erosionadas por el paso del tiempo, en oscuras grutas y gigantescas cavernas, yacimientos de turbinio hasta donde alcanzaba la vista.


Módulos mineros para la extracción de turbinio y pirámide alienígena al fondo

Los científicos comenzaron a analizar los restos de la tecnología alienígena y, tras comenzar a comprender su naturaleza, se hicieron una idea de la causa de la desaparición de aquella civilización: el turbinio había crecido sin control, consumiendo a su paso los demás recursos, flora y fauna, convirtiendo la superficie del planeta en algo inerte. No se sabe todavía si el "parón" en la actividad tectónica del planeta está relacionada con el mineral, pero lo cierto es que la Tierra y sus militares establecieron una prudente cuarentena en lo que se refería a la diseminación del turbinio en planetas habitables.

Pronto, supieron cual era el principal uso del mineral: una extraordinaria fuente de energía, gracias a la cual podían asomarse a la creación de motores de antimateria y curvatura warp, una tecnología supuestamente esbozada por los "marcianos" antes de su extinción. Gracias al turbinio, las naves espaciales podían recorrer el sistema solar y, mediante esferas warp, asomarse en espectaculares convoyes a las estrellas del más allá.

Había comenzado la colonización humana en la Vía Láctea.


Generar esferas warp se ha vuelto un experimento de ciencias casero. Con el suficiente turbinio y un hipermotor se puede simular el efecto que hace viajar a las naves interestelares a mayor velocidad que la de la luz. No lo intentes en casa, si no quieres que el perro termine a diez años luz y se te queme el jardín.

 

Colonias independientes

Ya que a pesar de que la ONU y el gobierno terrícola se volcaba en la exploración (y explotación) del sistema solar, en un primer momento fue necesario atraer el capital privado para acometer tan alocada empresa. Fue así como compañías mineras y energéticas fundaron en Marte y el Cinturón sus primeras colonias. Algunas rentables, otras no tanto, fueron el gérmen de un sistema de colonias independientes que posibilitó la llegada para 2074 a los confines del sistema solar (cinturón de Kuiper) y asomarse aún más allá en las décadas posteriores.

El sistema Gliese fue uno de los primeros candidatos, y aunque solo un mundo era susceptible de colonización humana "per se", los avances tecnológicos y genéticos iban permitiendo la adaptación del ser humano en distintos fenotipos para habitar planetas cuya atmósfera sería irrespirable para un terrícola. De ésta forma la humanidad fue expandiéndose por estrellas cercanas como Alpha Centauri, Kepler, Tau Ceti o Próxima B. La lista fue engrosando en las siguientes décadas.


Próxima B

Fue entonces cuando la Tierra comenzó a enfrentarse a un problema serio: si deseaba mantener la primacía en la exploración y conquista del espacio, debía no solo mantener el mejor y más poderoso ejército, si no también mantener a ralla al resto de colonias. Y nada mejor para ello que dominar el recurso estratégico que todos necesitaban: el turbinio.

 

La Federación y el fin de la República de Marte

Celosos de la primacía económica de las arcologías marcianas, la Tierra se alía en 2120 con otras colonias exteriores formando la Federación, cuyo gobierno da un ultimátum a las compañías mineras y el gobierno de la República de Marte para que establezca unos precios controlados para el turbinio. Ante su negativa, y casi sin esperar la respuesta, la flota de la Federación bombardea el planeta rojo. A pesar de las bajas provocadas por el fuego nuclear, los marcianos resisten con uñas y dientes en una guerra de guerrillas que durará cinco años. Así, en 2025 el general marciano Titus Embraher firma el Instrumento de Rendición, que da fin a la guerra.

La Federación disuelve la república e instaura en su lugar un gobierno federal a cuya cabeza sitúa a un gobernador, con una sencilla instrucción: el turbinio debe fluir, al menor precio posible. Marte pasaba así de ser una joya del sistema solar a convertirse en una colonia pobre donde las desigualdades se acentuaron: los ricos, empresarios, corporaciones y dueños de minas, engrosaron sus fortunas de forma espectacular aliándose con el invasor y explotando a los trabajadores marcianos. Los trabajadores, clases media y obrera, vieron mermado su poder adquisitivo y modo de vida, a lo que se unió la superpoblación fruto de los refugiados de la guerra y el flujo siempre constante de emigración de desposeídos y masa no cualificada de la Tierra y otras colonias, en busca de un jornal "digno" en las minas marcianas, donde las medidas de seguridad comenzaron a brillar por su ausencia. Los trabajadores se volvieron algo totalmente prescindible, siendo infinitamente más barata una vida humana que una inversión a gran escala en la robotización de la producción.


Disturbios en las favelas. Los militares se despliegan para acabar con un cabecilla díscolo que se autoproclama "señor de la guerra"

Descontentos, los nativos marcianos, mutantes y desposeídos se unieron en una bandera de rebelión, con un único objetivo en mente: expulsar al invasor terrícola y sus agentes, restaurando la ya utópica república marciana. La Tierra contestó al desafío con una intensificación de la presencia policial y militar, así como una ley marcial impuesta de la mano del odiado último gobernador, Vilos Cohaagen, un empresario desalmado que ha jurado aplastar la rebelión de una vez por todas.

 

Propaganda y hechos

A pesar de que en un primer momento los rebeldes, armados de buenas intenciones, quisieron hacer las cosas bien, el manual revolucionario de ahora y siempre incluye daños colaterales difíciles de controlar. Con los primeros atentados contra blancos militares, políticos y corporativos, una serie de personas causaron baja dentro de unos "daños colaterales" difíciles de encajar para el resto de la población.

La propaganda federal se apresuró a pintar a los rebeldes como unos terroristas que atentaban contra la población inocente, que buscaban desestabilizar el gobierno colonial con oscuros fines (convertir a Marte en una base desde la que las colonias exteriores podían atacar el Sistema Solar). Generaciones de marcianos, terrícolas y cinturonianos crecieron mamando esa propaganda y convirtiéndose, de facto, en enemigos de la revolución marciana. La espiral de odio llevaría a que los rebeldes no tuvieran ya tantos miramientos a la hora de hacer blanco sobre civiles, especialmente aquellos de colectivos afines al gobierno federal.


Héroes para unos, terroristas para otros, los rebeldes luchan en la sombra para derrocar al gobernador y devolver a Marte su libertad

El recuerdo de la República se volvió un idilio que contrastaba con los métodos, a veces muy cuestionables, de los rebeldes que querían instaurarla. Pero la creciente presencia militar de los federales, así como la escasa ayuda que los rebeldes reciben de las colonias exteriores (que defienden sus propios intereses) hace que cada vez más rebeldes pierdan la fe en la victoria final, degenerando la rebelión en una serie de vendettas y atentados cada vez más fruto del odio que de la racionalidad. Los enemigos de la rebelión se veían de ésta manera justificados en su propaganda.

Todo ésto cambia rápidamente con la aparición de Kuato. ¿Pero quien es Kuato? Uno de los secretos mejor guardados de la rebelión, y uno de los mayores quebraderos de cabeza del gobierno federal, muchos han calificado a Kuato de ser vivo. Un ser mutante, intelectualmente muy evolucionado, un genio compasivo que ha visto nobleza en la causa rebelde y ha procurado enderezarla. Cual Robin Hood moderno, Kuato quita a los ricos y da a los pobres, prometiendo un futuro de prosperidad y equidad que enfurece a la pragmática Federación. Quizá Kuato solo es un propagandista muy inteligente, o quizá esconde en la manga algún as que pueda hacerle cumplir sus promesas. El caso es que de un tiempo a ésta parte, desde que los federales envían a sus espías y soldados robot para intentar acabar con él, la rebelión ha despertado las simpatías de la clase obrera marciana. Cada vez son más frecuentes los pasquines, mítines clandestinos y huelgas en el sector minero. Y cada vez que el gobernador se apresura en dar por muerto a Kuato, su voz vuelve a dirigirse a los marcianos llamando a la revuelta.

Los equipos de limpieza de las corporaciones se apresuran en borrar las pintadas de las estaciones y nodos principales de habitación. Pero en los barrios bajos, las letras son todavía visibles en las callejas y los garitos de mala muerte. "¡Kuato vive!". Y si Kuato vive, la lucha sigue.

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29/05/2018, 03:15
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El planeta rojo

 

Arcologías

La mayoría de la población, especialmente las clases media y alta, viven en arcologías sobre el suelo marciano. Algunas situadas bajo tierra, protegidas de la radiación, otras ocupando grandes cúpulas en los gigantescos valles marcianos, las arcologías son comunidades autosostenibles cuyo ambiente y presión estanca reproduce unas condiciones estándar aptas para la vida humana sin necesidad de mutaciones.

Las arcologías varian mucho en función de las zonas que ocupan, o de la población que acogen. Aquellas para la clase alta, los trabajadores de las corporaciones y afines al régimen, son maravillas tecnológicas de varios pisos de altura donde se desarrolla una vida bastante regalada y segura donde se puede "disfrutar" de aire bien reciclado, luz solar artificial, condiciones metereológicas artificiales (ciclos térmicos y de lluvia) y un sinfín de comodidades. En éstas arcologías, entre las que se cuenta Cydonia, la capital de Marte, es difícil ver a un mutante o un cyborg que no ocupe los puestos más modestos de la plantilla de una Corporación o desarrollando las tareas sucias, como las de mantenimiento. Son éstas arcologías las que acogen a mayor número de turistas, que sin embargo visitan puntualmente los barrios bajos y las arcologías menores en busca de emociones fuertes.

En torno a las grandes arcologías, se alzan asentamientos menores, a veces cubiertos de cúpula y otras veces no. Son los espacios que habita la clase baja y obrera, entre la que abundan los mutantes y cyborgs. Los trabajadores de las minas, que deben abandonar las grandes ciudades por la noche, excepto si disfrutan de pases especiales (nunca para periodos muy largos de tiempo) por su "buen comportamiento", o por formar parte de algún grupo de "presión" que tenga tratos con el gobierno federal (como es el caso de las mafias, proxenetas y dueños de clubes nocturnos).


Las misteriosas ruinas de la desaparecida civilización marciana

En las arcologías de clase baja, el aire reciclado es mala calidad, obligando a veces al uso de mascarilla por la calle. Dependiendo del dinero que la corporación decida gastarse en su mantenimiento, a veces la radiación comienza a convertirse en un problema, lo cual ha agravado los casos de mutación. Éstas abigarradas arcologías-dormitorio ofrecen servicios baratos para la clase obrera: transporte, ocio, drogas y prostitución, por la que el planeta rojo es famoso. ¿Por qué? Digamos que si la alternativa como mujer es optar a un puesto directo o de funcionario, impensable para alguien de tu clase, o morir intoxicada por los gases del turbinio en las minas, la prostitución legal comienza a rebelarse una alternativa económica bastante atractiva para poder ganarse la vida. No obstante, y a pesar de la fama de las prostitutas mutantes, hay también una oferta abundante de prostitución masculina y de cualquier otra clase. De ésta manera Marte se ha convertido en el planeta donde "toda depravación es posible, con precio a convenir".


Mutante "ganándose la vida". Algunas chicas mutantes se tintan la piel con terapia génica para parecer "más extraterrestres"

 

Cydonia

Cydonia es la capital de Marte y antigua sede de la República, cuyo palacio presidencial ahora ocupa el gobernador, enrocado en el nivel superior de la gigantesca arcología que ocupa el valle del Marinero. Desde allí, en la zona corporativa y militar donde nadie no afín al régimen soñaría jamás con poner el pie, el gobernador vigila el planeta y la explotación de sus minas.

La más importante, sin duda alguna, es la mina Pyramidien, conectada a la capital y sus ciudades-dormitorio a través de un sistema de transporte público (trenes de levitación magnética) y aeroautopistas (algunas cubiertas, otras no) que la conectan con otras ciudades importantes del ecuador del planeta como Olympus o Artesia.

Cydonia posee el espaciopuerto más grande del planeta, controlado férreamente por los agentes federales, y donde se embarcan y desembarcan personas y mercancías de todo el Sistema Solar y las Colonias Exteriores. Dividida en su parte más alta en siete niveles, Cydonia cuenta con una población creciente que, solo en su área cupulada cuenta oficialmente con tres millones de almas, lo que no incluye una cifra variable de turistas y habitantes de las ciudades y asentamientos cercanos, así como una masa sin determinar de trabajadores con permiso temporal que debe abandonar la cúpula por la noche, con el toque de queda.


Zona residencial en Miracle Mile

Cydonia posee tres bases militares de importancia, una de ellas controlando el espacio-puerto, numerosas zonas residenciales y de ocio, así como cúpulas industriales donde el trabajo de las corporaciones se lleva a cabo de la forma en que suele: endogámica, celosa de sus secretos y tras altos muros y férreos sistemas de seguridad.

Algunos de sus barrios, casi ciudades en si mismas, se han convertido en nombres famosos en todo el Sistema Solar:

  • La cúpula Olimpo: el séptimo nivel habitado por los más ricos, con las sedes del gobierno y corporaciones, con una fuerte presencia militar y policial.
  • Espaciopuerto Uno: la principal puerta de entrada al planeta y salida de las exportaciones de turbinio. Largas colas para pasar el chequeo de seguridad y declarar las intenciones de la visita al planeta.
  • El Zoco: el gran barrio comercial de Cydonia, donde puede comprarse lo legal y ilegal de los confines de la galaxia. También es fácil que te roben aquí, a pesar de las patrullas policiales y los drones de seguridad.
  • Jardines Colgantes: la zona verde más importante de Marte, donde también existen clases... ¿O te pensabas que podías acceder a los parques de la clase alta, más allá del Jardín Botánico, sin un buen padrino y una autorización en regla?
  • Renraku: el barrio industrial más importante y sede de ésta corporación asiática. Incluye la "Little Tokio", un barrio abigarrado cuya población procede, o es descendiente, de la ultratecnológica Asia de la Tierra.
  • Miracle Mile: zona de negocios y principal barrio de tiendas "legales" de la capital. Aquí también habita gran parte de la clase media de la ciudad, ocupando sus pisos en altos edificios de viviendas y comunidades de vecinos con guardia privada.
  • Venusville: la parte más baja de la ciudad, colindante con las favelas y arcologías-dormitorio (entre ellas Cydonia Beta y Colonia Pirámide). Es la parte de la ciudad donde se encuentran tradicionalmente los establecimientos de ocio, los negocios de las mafias y los burdeles más afamados de la ciudad. Venusville se ha convertido en todo el Universo en el sinónimo de una palabra: prostitución. Si entras allí la verás por doquier... aunque también es posible que termines desplumado jugando al póker en un casino de mala muerte o que te roben por atreverte a traer tu chip de créditos a éste lugar de mala muerte. Sin embargo, hay quien dice que cada día más Venusville se está "domesticando". Peligrosos negocios de toda la vida se ven reemplazados por burdeles descafeinados para atraer a los turistas.

 


Venusville, parte antigua de la ciudad, está excavada en la propia roca del Valle del Marinero

 

Favelas

La enorme demanda de mano de obra para las minas y todo el trabajo que éstas implican, así como puestos derivados (por ejemplo, estibadores portuarios, reparadores de maquinaria, reciclaje, venta ambulante o la propia prostitución) ha atraído a un gran número de trabajadores no cualificados y refugiados de antiguas arcologías destruídas durante la guerra.

Ésta población ocupa inmensas favelas a cielo abierto, junto a Cydonia y otras grandes ciudades, donde la gente lucha por sobrevivir y no puede abandonar sus hogares sin un buen mono termosellado y una máscara de oxígeno presurizada. Y es que a pesar de que la refinería del turbinio ha generado gases respirables durante éstas décadas, que han ido aumentando poco a poco la presión barométrica y la cantidad de oxígeno en el planeta, ningún ser humano, excepto alguno extremadamente mutante, es capaz de sobrevivir en el exterior.


En el interior de las favelas, cyborgs y mutantes luchan por sobrevivir en un territorio infestado por las bandas y las drogas

En éstas favelas, irradiados inmisericordemente por toda suerte de rayos cósmicos nocivos, expuestos a las cambiantes y duras temperaturas marcianas, los desposeídos del planeta luchan por sobrevivir y legar a sus hijos un futuro mejor. Mientras, las muertes por radiación y las mutaciones entre sus comunidades no hacen más que aumentar. Y con ellas, el odio y el desprecio de los "cupulinos" hacia los mutantes, la clase baja más ínfima del planeta.

Pero Kuato ha prometido que los pobres serán colmados, y su hambre de pan y libertad será saciada. Por eso en las favelas, a pesar de las bandas, las drogas y la violencia, están los principales cuarteles de la rebelión.


Favela de New Hope, la más grande de Cydonia

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29/05/2018, 03:52
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La vida en Marte

 

El poder

Marte es, hoy por hoy, una colonia federal dependiente de la Tierra y gobernada desde Cydonia por el malvado Vilos Cohaagen. Éste oscuro personaje, cuya ambición es tan grande como su desprecio hacia los nativos del planeta, se apoya en numerosos tentáculos para hacer llegar su poder tiránico sobre la población.

En primer lugar, las corporaciones y sus agentes. Aunque teóricamente no forman parte del gobierno, les unen intereses y leyes hechas a medida. Las corporaciones, principales interesadas en tener mano de obra barata y acceso abundante al turbinio, apoyan al gobernador con sus mercenarios privados (que forman su guardia personal), espías y agentes dobles. Entre ellos destacan los de Memory Call, una empresa de recuerdos implantados que, de vez en cuando, programa a agentes durmientes para que se infiltren en las filas de la rebelión.

Los tentáculos más visibles del poder son los militares y la policía. Los militares están bajo el mando de sus oficiales, aunque se supone que el gobernador tiene sobre ellos potestad como "comandante en jefe" en situación de ley marcial... como en la que está sumido el planeta desde hace casi una década. No obstante, puede haber entre los militares algún jefe "decente". Pero lo habitual, no obstante, es toparse con soldados que odian a los rebeldes o mandos militares veteranos de la guerra contra Marte, que no tienen ninguna simpatía hacia Kuato y sus secuaces. Los militares actúan solo en situaciones críticas y mayormente fuera de las arcologías, ya que utilizan material de guerra pesado que podía dañar las estructuras de las cúpulas.

La policía es, sin duda, la herramienta más numerosa y temible del gobernador. Se divide en varios cuerpos, entre los que destaca la Agencia de Inteligencia (una suerte de temible gestapo) y Policía Federal, un organismo que actúa a nivel de todas las colonias federales. Por debajo de ella, la policía de las arcologías, en su mayor parte formada por agentes uniformados pero que goza de divisiones armadas con robots y soldados cyborg con armamento paramilitar. Éstos son los "ángeles de la muerte" que hacen redadas en las favelas y llevan a cabo operaciones conjuntas con los militares en las inmensas colmenas a cielo abierto. Algunos de éstos desalmados luego entran a formar parte de los mercenarios de las corporaciones... ¿Entiendes ya por que son tan odiosos esos malditos cabrones?

Por debajo de todos ellos, están los espías de ocasión y las bandas criminales. Algunas de ellas, la mayoría, intentan ganarse la vida pasando un poco de las órdenes del gobernador. Sin embargo, la mayoría no tiene más opción que ejercer de matones a sueldo del poderoso cuando se lo mandan, por que necesitan el dinero o por que es parte del "trato" que les permite seguir llevando sus negocios.


El gobernador Vilos Cohaagen, de 42 años (la terapia génica hace que aparente muchos menos)

 

Vida en las arcologías

La vida de un ciudadano "de pleno derecho" es bastante monótona: de casa al trabajo y vuelta a lo mismo al día siguiente. La mayoría de los marcianos no posee, de hecho, un transporte propio, conformándose con usar el transporte público (maglev, aerotaxi y aerobus de línea) soñando con embarcar en un crucero por las lunas jovianas o pagar unas vacaciones mentales en Memory Call. Cada ciudadano de bien está identificado por un chip de datos, que utiliza como procesador central para su Ordenador Personal (con pantalla holográfica). Junto al chip de datos está el de crédito, a veces separado (los pobres solo tienen chip de crédito con funciones básicos) que les permite pagar con tecnología contacless cualquier cosa (desde un encargo online al billete del tren).

La vida varía luego en función del dinero, la posición social y el horario de trabajo. Aquellos privilegiados de la clase media y alta que gozan de un día de asueto y vacaciones pagadas, con horarios más "humanos", frecuentan las tiendas, los centros de ocio, los parques y... por que no, los prostíbulos. A diferencia de otras colonias, más puritanas (como la de Alpha Centauri, donde se asentaron gran cantidad de puristas religiosos) Marte es muy liberal en cuanto al sexo, sea éste de pago o no. La edad de consentimiento en la colonia es de unos tiernos 14 años, con un reglamento especial para las trabajadoras sexuales en el caso de burdeles de "categoría" (algunos depravados van buscando niños y niñas...). Aparte del sexo de pago, no es infrecuente acceder a él de forma "legítima" y bastante desenfadada al final de una jornada de ocio. Existen para ello cuartos oscuros, habitaciones de alquiler por horas y "salones de orgías" para los más incontinentes.

Las drogas son también un pilar importante de cara a atraer turistas y mantener "contenta" (más bien alienada) a la población. La droga "oficial" que vende las corporaciones, con dósis de baja intensidad y con tratamientos tiroidales que mantienen el "mono" en un ciclo de consumo regular es la que inunda las calles en las zonas altas. Sin embargo, hay quien busca algo más, y por eso las mafias y bandas contratan a algún químico particular para poner en circulación drogas ilegales, de esas que te dejan huella y pueden terminar contigo tirado en la calle o metido un par de meses en un centro de desintoxicación y terapia génica... Pero no se ha ganado Marte su fama por ser un paraíso de lo "light" precisamente. Entre éstas drogas destacan el slo-mo (te hace ver todo realmente despacio), la obscura (un viaje muy intenso al estilo del LSD) o la superanfetamina, apodada coloquialmente como "superman" (que te hace entrar en un estado de euforia en la que el iluso cree que el dolor no existe y todo es posible), entre otras que no nombraremos para no subir la calificación de edad de ésta partida.


Marte, el mayor prostíbulo del Sistema Solar

Venir a Marte, drogarse, salir de fiesta y pasar por un burdel son las cosas típicas que un turista hará. Luego están, por supuesto, las rutas turísticas fuera de la cúpula, visitando las antiguas ruinas de los nativos marcianos, las ciudades del polo norte (con el llamado mar interior, un lago grande más que otra cosa) y buscar en el Zoco baratijas exóticas de la galaxia, incluidos curiosos animales y plantas de las colonias exteriores.

Todo lo demás, desde la educación hasta la tumba, está controlado de una u otra manera por el gobierno, o en su defecto por una mafia, corporación o grupo de poder. Hasta se rumorea que usan los cuerpos muertos de los pobres como materia orgánica para fabricar esa biosoja tan nutritiva con la que los obreros más modestos comen día si y día también. Pero a lo mejor son chorradas propias de la conspiranoia, pues las cúpulas agrícolas e invernaderos a gran escala existen fuera de Cydonia y son de público conocimiento. Pero bueno, la próxima vez que comas biosoja... párate un momento y haz tu reflexión.


Tropas de asalto de la policía federal

 

Mutantes, robots y cyborgs

Cuando la exploración espacial comenzó, todos creían que los colonos terminarían siendo cuatro gatos que dejarían todo el trabajo sucio a los robots. Y sin embargo, a pesar de que es relativamente barato construir un robot que realiza funciones básicas, éstos tienden a volverse bastante majaretas en cuando la radiación les da un poco. Y si, puedes blindarlos muy bien, pero entonces el coste sube y... bueno, en realidad cuanto más sensibles los componentes de la inteligencia artificial más propenso el robot a dejar de funcionar bien en exposiciones prolongadas a la radiación.

Por eso, a pesar de que las fuerzas de seguridad y los militares cuentan con robots, tanto como las corporaciones, éstos no suelen abandonar la comodidad de la arcología, excepto aquellos modelos (caros de verdad) que se usan para la guerra o la exploración espacial. Esos robots tan chulos cubiertos de oro que cuestan un ojo de la cara, y que pueden sacarte el tuyo con un arma láser a más de un kilómetro de distancia.


Los robots, que anuncian un futuro que no termina de llegar. A veces indistinguibles estéticamente con un humano, aunque normalmente se acentúan las diferencias entre ellos y los "pieles blandas"

La solución de compromiso en un primer momento fue el ser humano con añadidos mecánicos, el cyborg. Y aunque con el paso del tiempo algunos de éstos kits de mejora se han vuelto realmente asequibles, especialmente desde que la tecnología de impresión de nanobots se está abriendo al gran público, un buen kit para un cyborg puede tener un precio equivalente al de un robot de alta gama. Y como ves, ésto es la pescadilla que se muerde la cola. Las corporaciones quieren, ante todo, tener una relación de inversión-beneficios ascendente, y aunque no pocos colonos se endeudan si hace falta para mejorarse con alguna parte metálica, o los mercenarios y pistoleros de las mafias se las hacen como pueden (con materiales y software bastante cutre, pero funcional), los cyborgs tampoco demostraron ser la panacea de cara a la búsqueda del trabajador perfecto.

Y fue entonces cuando la casualidad se dio la mano con la ciencia médica. Algún loco del siglo pasado pensó que, manipulando aquí y allá el genoma humano gracias al poder del turbinio para recombinar las cadenas de ARN y estructuras moleculares, se podía "mejorar a la raza humana" para que fuera más adaptable a otros mundos. Y se consiguió, al menos en parte. Fue aquí cuando surgió el "look marciano", que incluye orejas picudas, formación aleatoria de estructuras óseas craneales (cuernos, en algunos casos) y también esos ojos azul profundo tan frecuentes en los cinturonianos y habitantes de colonias exteriores que viven en asteroides y planetas en penumbra.


¿Donde está el límite? Algunos cyborg son ya tan máquina que su parte humana es realmente irrelevante

Pero la cosa comenzó a irse de las manos, y mucho. El poder del turbinio y de la exposición prolongada a sus gases, sumada al peligroso cóctel de rayos cósmicos que los más desfavorecidos sufrían en sus tristes hábitats marcianos, hizo que las mutaciones se descontrolaran: auténticos monstruos comenzaron a aparecer. En algunos casos, fetos que morían en el vientre materno o niños que morían a los pocos años. Pero algunos llegaban a la edad adulta, y mostraban malformaciones de lo más caprichosas. En algunos casos, las corporaciones trataron de "dirigir" ésta evolución y crearon, de facto, algunos fenotipos que ya son comunes como el de los "orcos", "los elfos" y "los mentalistas deformes". En otros casos, la evolución se abrió paso y comenzaron a surgir criaturas que... bueno, ya no tenían mucho de humano, siquiera en la forma. Y obviamente el gobierno no iba a nombrar a una masa de piel y mocos informe con trece ojos un "ciudadano marciano de pleno derecho". ¿No te parece?

Algunos de éstos mutantes son, en realidad, una fuerza a tener en cuenta. A veces aparece alguno con mutaciones realmente útiles, capaces de saltar más alto, resistir la radiación a piel descubierta, leer la mente de los demás o levantar enormes pesos. Claro que por cada uno de éstos hay cinco o seis que, aparte de un cáncer y una muerte prematura, no han aportado gran cosa a la evolución de la especie humana. Entretanto, los fenotipos salidos de laboratorio, que han luchado para ser considerados parte de la sociedad, se ven cada vez más apartados de ésta, señalados con el dedo y mirados con recelo. No en vano, todo mutante puede ser un potencial terrorista.


Mutante es, en muchos casos, sinónimo de "sospechoso habitual"