El cuarto con las puertas de la Grulla y el Zorro se encuentra a oscuras. No sale ni una luz ni un ruido de dentro. Asimismo los paneles estan corridos.
Los sonidos del combate son claros aquí afuera y seguramente las mujeres lo habran oído. ¿Cómo las abordaras?
La sola idea de que alguna este apuntando a tu sombra que se recorta contra la entrada no es muy agradable…
En aquellas circunstancias, mal armado y sin su armadura, no podía arriesgarse a cruzar por medio de una batalla para ir a por sus armas, así que dio media vuelta y regresó a la habitación donde había dejado a Hiroto
No reparo en aquella condición pero algo lo dejo helado en el lugar – Kakita-san, Kitsune-san- Dijo rápido pero seguro –Necesitamos su ayuda, el comedor está en peligro al igual que nuestros sensei y los dueños de esta casa – agrego -Daidoji san fue a por sus pertenencias, debemos volver pronto-
No se movio hasta encontrar respuesta, también debía ir a por el wakisashi que se encontraba en su habitación.
El silencio es la única respuesta. En eso unos pasos apresurados indican el regreso de Daidoji-san, aunque viene como fue, sin sus cosas y con el yari en la mano.
Justo a tiempo para ver la hoja de la puerta correrse unos centímetros y el filo de un wakizashi que asoma por la apertura, apuntar al pecho de Hiroto.
-¿Qué demonios está pasando? +se escucha la voz áspera y rasposa de la joven Kitsune+ ¿Dónde están los guardias?
- Están atacando Kyuden Suzume. Parecen ashigaru, aunque hemos visto algunos llevando mons del clan del León. Los guaridas están combatiendo en el patio; me han pedido que las conduzca hasta el comedor, que ha sido asegurado.
Se muerde el labio inferior.
-¿Leones? Como puede ser…+masculla rabiosa. Seguidamente continua en un tono mas claro+ Aquí tengo una Grulla, por Amaterasu. Kakita-san sigue inconsciente. No ira a ninguna parte por su pie. Tendrán que cargarla.
Mientras explica corre lentamente la hoja de madera, todavia sin fiarse, y al cabo de unos segundos pueden ver la forma de la joven pintora tendida en el futon.
- Ayudadme, Hiroto-san -comentó el grulla mientras cogía a la mujer inconsciente desde los hombros.
Su hombro derecho estaba lastimado, el torniquete aguantaba a medias, pero no sabía si podía cargar a alguien en esas condiciones. –Daidoji-san, Hare mi mayor esfuerzo- Dijo el Escorpión sosteniendo a quien cargarían con el hombro sano –No perdamos mas tiempo-
Kitsune se aparta y pueden ver a Kakita-san mejor. Un grueso vendaje cubre su cabeza completamente, apretando con firmeza. Tiene el rostro aplacible de los durmientes... aunque no es posible apreciar mas detalles en la oscuridad reinante.
La forma mas sencilla de trasladarla sera tomandola con el mismo futon a modo de improvisada camilla. Entretanto la shugenja sujeta el wakizashi en una mano y un pergamino en la otra, lista para la lucha.
-Deprisa, vamos...+les insta, preocupada, mientras vigila el pasillo.
cada uno una tirada de fuerza dif 10. si pasan la trasladan sin problemas, aunque Daidoji tendras que dejar el yari a la shugenja...
- Sujetadme esto un momento -dijo el Grulla tendiéndole la lanza a la Kitsune. No podía cargar con el futón y la lanza al mismo tiempo -¿Listo, Hiroto-san?
Motivo: Fuerza
Dificultad: 10
Tirada (3): 8, 5, 7
Guardados (3): 8, 7, 5
Total: 20, Éxito
Una tirada de fuerza para llevarla entre dos? No es un poco excesivo? 0.o
-Hai-respondio ,iemtras tomaba posicion y se preparaba para caminar con la mujer a cuestas.
Motivo: fuerza
Dificultad: 0
Tirada (2): 6, 4
Guardados (2): 6, 4
Total: 10, Éxito
A pesar del dolor en el brazo, Hiroto logra sujetar bien a Kakita-san y Daidoji no tiene inconvenientes. Bajo la tensa guardia de la shugenja, el grupo avanza rápido al pasillo nuevamente y de ahí al salón, donde los demás están todavía agrupándose y vigilando las entradas.
Pasan junto a Kin y Mirumoto-san, quienes echan un significativo vistazo al bulto que representa el futon con la pintora Grulla acostada. Pero no hacen comentarios.
La situación no parece haber mejorado ni empeorado afuera, pero todo es cuestión de tiempo… en uno u otro sentido.
Tirada oculta
Motivo: mmm
Dificultad: 10
Tirada (2): 19 (10, 9), 7
Guardados (2): 19, 7
Total: 26, Éxito
normalmente no lo pediria ciertamente.
- Gracias -comentó el grulla mientras recogía la lanza que había dejado a la Kitsune
Después se acercó a la bushi Suzume para comentarle la situación
- He podido ver como está la situación en el patio. De momento la guardia resiste, pero los atacantes son más numerosos. Acabarán sobrepasando a los guardias.
Supongo que es Nana la que va armada y equipada
Ya al ver a su amo volver, se alegró, pero fue una alegría pasajera, Kakita-sama no había mejorado en nada, seguía de la misma manera en que aquel animal la había dejado. Suzue arrugó el ceño, y levantó sus manos a su cara, estaba sentada en el suelo, y con sus largas mangas, comenzó a limpiar su rostro, el susto iba pasando, dejando en su lugar la angustia. Gruesos goterones cayeron por su cara, pero se puso de pie, y fue a recibir a los dos hombres, uno de ellos herido, inclinó su cabeza ante su amo, y vio si su compañero necesitaba atención, Hiroto-sama estaba herido, pero aun así había logrado traer a la joven grulla.
- mi señor... puedo ir por las habitaciones, y traer las armas... - se dirige a Daidoji, en un tono reverencial, aunque sus mejillas no abandonaban el rojo de la congoja de ver todo aquello, y evocar los terribles recuerdos que le significaba su secuestro, la muerte de su padre, y su desgracia.
El grulla negó con la cabeza ante el ofrecimiento de Suzue
- Tendrías que pasar por el patio, y se está librando un combate allí. No es seguro.
Frunce el ceño, mientras cierra los dedos con firmeza en torno a la empuñadura de la katana.
- Si, ya hemos visto… Pero tenemos otras alternativas, al menos para ustedes.
Seguidamente habla en tono fuerte al resto de la sala.
- Los invitados podrán retirarse a las bibliotecas y desde allí seguir un túnel que conduce a la base de la colina. Así podrán escapar... Lo que es yo, mientras Mukashino-sama no desee retirarse, no puedo dejarlo, ni tampoco a mis hombres. Aquellos que quieran ayudarnos a luchar serán bienvenidos, y si vencemos sin duda se los recordara. Más los que no son capaces, lo mejor sera que huyan mientras puedan.
Junichiro asintió, y se dirigió a su sensei, inclinando la cabeza con respeto
- ¿Cual es vuestra voluntad, Chomei-sensei?
Estaba claro: si decída irse, tendría que ir con él. Si decidía quedarse, lucharía. Y deseaba que eligiera la segunda opción, aunque no esperaba que aquel cobarde estuviese por la labor de arriesgar su preciado cuello por un clan menor.
-Yo luchare- Dijo Hiroto, aun con el brazo lastimado algo podía hacer por los señores de esta casa. Aun sosteniendo a Kakita-san. Miro a Daidoji por unos segundos luego a Mukashino – Podríamos rodearles, usar la evacuación para realizar un ataque fulminante – Comento –Algunos intentaran seguir a los evacuados hacia las bibliotecas, ese momento seria crucial para terminar con esto -
Chomei frunce el ceño, evaluando los pros y contras.
-Puedes luchar mientras nos retiramos. +decide tras una breve pausa+ Luego tendrás que venir con nosotros. Sin importar la situación tu deber es protegerme.
La decisión es clara y los beneficios no son tantos como el perder su vida. Pero resulta claro para el que tardaran un poco en evacuar y eso es tiempo que el yojimbo puede ganar.
Nana-sama asiente entretanto a la oferta de Hiroto. Del resto, el que se adelanta sin vacilar es Yasuki.
-¿Que clase de campeón seria si no ayudo a mis anfitriones? +sonríe+ Aparte tengo una nueva armadura que estrenar.
Kuni, desde más atrás, también acepta ayudar con un cabeceo. Es más que obvio para el que la retirada seria ignominiosa, incluso con ciertas heridas como está ahora. Sigue siendo un Cangrejo. Del resto, solo Setsuko tiene cierto espíritu para luchar. Los demás están decididos a irse.