Partida Rol por web

Tras haber tenido que soportar durante la comida todos los comentarios escatológicos de los muchachos (intentando ignorarlos lo mejor posible para que las tripas no se le revolvieran), Sonia procuró descansar un poco y prepararse para lo que iba a suceder. Así hasta que las alarmas sonaron, indicando que ya había que ponerse en marcha. Y, como la profesional que era, fue directamente a coger todo su equipo, ponérselo y lo demás. Eso incluía las armas, que trataba siempre con mucho mimo.

- Hora de bailar otra vez... - susurró, para luego pensar: "Y esta vez, debo proteger a alguien importante por la misión... y por mí misma."

Vaya si se cargaría a todo lo que se interpusiera en su camino... Por la misión y sus compañeros, mutilaría a todos los bichos que intentaran joderles. Especialmente por Sonny. Era personal esta vez.

James se levanta y se une a su grupo. Va muy serio. Se santigua y reza para si una breve plegaria.

Vamos a ello, señores. Que Dios nos bendiga a todos.

Escucho el brindis propuesto por Vincent, tomo mi vaso y lo levanto haciéndolo chocar con el del infante.

Luego agrego a voz en cuello:

-Por los Guardianes de Sirius!!!!

Tras una buena comida tocó una pequeña siesta para hacerla bajar. Luego sesión de gimnasio donde siguió calentando los músculos pues comenzaba a sentir los nervios previos al lanzamiento. Cuando sonaron las alarmas, fue pronto a por su nueva incorporación para hacerle los chequeos completos y estar seguro de que sería útil en aquellos malditos túneles.

Una vez me comunican que mi solicitud ha sido aceptada voy releyendo las instrucciones para el uso y manejo de las Toad Charges pero con cuidado de que no me vea nadie de la Heat. Realmente no debería esconderme pero ver al supuesto entendido en explosivos pululando con el manual en la mano deja bastante que desear de un veterano.

Finalmente en el comedor abandono la tarea para entregarme plenamente al disfrute de lo que podría ser un mejor ultimo almuerzo. No comparto tanto rechazo gastronómico de muchos infantes y cuando escucho quejas cerca de la mesa de mi escuadrón no puedo evitar sentir algo de vergüenza "¿Tan mal comí yo en casa que esto me parece bueno?"

El resto de la comida prefiero estar solo, es mi momento de concentración. Difícilmente el Cabo Stone y el Sargento dispondrán de nueva información. Tal vez lo dicho en la sala B sea todo lo que sepamos hasta más ver. En cualquier caso me dedico a deglutir lentamente mis raciones pensando en términos de energía y calorías.

Cuando escucho la señal de alerta decido que ya he estado suficientemente rato a solas. He tenido un momento de paz entre el gentío del comedor para ordenarlo todo. Ahora solo me queda escribir un mensaje a Mary y estaré listo para partir.

-Buenas a todos- Digo acercándome a la mesa donde charla la Heat a la vez que le suelto una portentosa palmada a Katsuro -¡Jajaja! Así se habla Hikawa. A mí también me han concedido cargas, que majo era ese tio. Eh! y no una, no. ¡DOS! joder, quieren que sobrevivamos y todo. Si la cosa se pone fea saldremos haciendo nuestras propias reformas-

Escucho las palabras de Stukov que hablan de una antigua tradición y yo me uno a él más por las ganas de fumar que porque por fumar un cigarro volveré a la nave. Le doy las gracias cuando me brinda uno y lo fumo hasta la mitad. - Volveré por ti. - Como hablando con el cigarro y lo guardo en mi casillero.

Rápidamente me doy vuelta y me pongo frente al Sargento y al Cabo de mi unidad. - Señor, permiso para hablar señor. - (Asumo que me lo dió, se que está poniéndose al día con lo que dejó el anterior y por eso no espero su respuesta) - Quisiera saber cuales son las órdenes a seguir abajo señor, porque desde mi parte tengo un par que podrían servir señor y eso incluye a los de la Eco que estarán cerca nuestro todo el recorrido. - Todo esto hablándolo con respeto y firmeza como se debe a un superior.

La cena ha sido sumamente divertida. He escuchado las bromas de los infantes, los comentarios de Gawain y las réplicas de sus afectados compañeros. He reído y he sonreído toda la jornada mientras disfruto de una cena y un poco de bebestible agradable.

Finalmente, los parlantes suenan indicándonos que es hora de comenzar a pertrecharse, por lo que me pongo de pie y le hablo a los soldados:

- "Bueno niñas, es hora de ir a ponerse sus ropas para el baile. No olviden ir por su vestido de princesa. Si no van hermosas y radiantes, los príncipes y especialmente la reina, se enojarán durante la celebración. ¡Vamos, vamos!."

Me dirijo de inmediato a la Armería a recoger mi Power Suit y mi equipo, para estar completamente pertrechado lo antes posible. El hombre de mayor rango siempre debe estar listo antes que sus tropas. Eso me lo enseñó mi sargento durante la instrucción, pues lo que fuese que hiciéramos, él estaba antes para castigar a los atrasados. Lástima que muriese en batalla, pues era un buen instructor, la gran K se llevó a muchos buenos hombres.

Sigo su ejemplo y me muevo con prisa para estar listo antes de lo esperado.

Miller vuelve de la sala de entrenamiento, lleva la armadura puesta y el casco bajo el brazo. El zapador recorre los pasillos a grandes zancadas y va repescando a los soldados de la Eco por la Sirius. La mayoría aún estaba en el comedor.

Vamos señores, sin prisa pero sin pausa. Todos los de la Eco que pasen por la armería a retirar sus equipos. Os quiero en media hora pertrechados, armados y con la ralla del rimmel hecha. El que no esté listo tendrá una charla cara a cara con la emancipator de la Sargento.

El Cabo señala con el dedo a Rodriguez.

Rodriguez, eres el encargado de las birras. Que no se te olviden.

La comida estaba transcurriendo tranquila, todo lo tranquila que puede ser una comida en una cantina llena de soldados de la infantería móvil pendientes de un descenso a una misión con pocas probabilidades de volver. Hasta que por megafonía avisaron de que ya había luz verde para comenzar las misiones, era hora de partir. 

¿que demonios le has hecho al  de intendencia?... no, mejor no me lo cuentes- respondió sorprendido de intentar hacer un chiste, mientras terminaba con lo que quedaba de comida. Cuando terminó dejo metódicamente los cubiertos a un lado de la bandeja, - En cuanto terminéis preparad todo vuestro equipo para el descenso, además de vuestros juguetes nuevos no olvidéis el resto de equipo que ya tenéis asignado, y si podéis conseguir algo mejor que mejor. Nos vemos en el hangar, yo voy a ... a prepararlo todo. 

Se levantó con un gesto se despidió del resto de su escuadrón, empezó a dirigirse hacia la salida en dirección a los dormitorios aún quedaba por hacer una cosa antes de dirigirse a la Armería para recoger todo el equipo que se le había sido asignado. Abrió la taquilla, y allí estaba, en el mismo sitio donde se quedo la ultima vez, el modelo estándar de testamento que aún seguía en blanco, lo cogió pensando que debía poner algo, pero al segundo lo arrugó dentro de su mano, lo tiró dentro otra vez y cerró la taquilla de un golpe . Entonces fue directo hacia la armería, recogió todo lo que tenían para él, en unos momentos estuvo completamente listo para la acción, y esperó en el hangar pacientemente a que el resto de su escuadrón llegara, viendo como algunos de los demás infantes ya estaban listo.

Su cabo habia echo su trabajo, incluso el de la sargento, miller era un buen soldado y un buen suboficial y posiblemente seria un gran oficial, la question es si llegaremos a la proxima mision.

Bueno chicos nos vemos en media hora, mear y cagar que ahi no hay arboles para ir a cagar.

Ethan entró después que Miller y la Sargento, con la armadura puesta y su equipamiento a punto. "Yo ya he i...i...ido Sargento, Cabo" dijo con una sonrisa. "Lástima que no ha..ha...hallan banquitos para sen...sentarnos a dis..disfrutar del espectáculo...." rió sarcásticamente mientras se encaminaba hacia el hangar, no sin antes pasar por intendencia y la armería, quizás pudiera conseguir alguna cosa más antes de bajar, aunque suponía que la "ronda gratis" ya se habría acabado y ahora serían tan agarrados como siempre....."en fin.....parece que quieran ahorrar en material bélico con nosotros, pero no en hombres....menuda estupidez..." pensaba mientras salía del comedor a la orden de sus superiores....

Thomas alzó la mirada al techo cuando la alarma de reunión comenzó a sonar, e inmediatamente se unió al resto de sus compañeros que se dirigían a paso rápido (correr era un poco estúpido, considerando que aún les quedaba una hora de espera) hacia sus barracones para ponerse la armadura de combate. Pronto estarían en la superficie de Galdonia VI luchando por sus vidas.

Mkoll, nada más escuchar el aviso, interrumpió el breve descanso que se había permitido para dirigirse rápidamente a la armería, a recoger todo el equipo para la misión, aunque aún faltara un tiempo para bajar a matar bichos. Pero cualquier cosa podría pasar.

Quizás tendrían que mandarles antes por un contraataque de los bichos, o se diera cualquier otro contratiempo, y más valía estar preparado. Una vez tuvo el traje puesto y sus rifles y pistola en su lugar, sólo dijo una cosa:

-Allá vamos...

Aarón se había pasado todo el periodo de descanso revisando manuales. Era una lastima que no le hubieran dejado el Trench Sweeper para poder revisar con más tiempo el montaje y los pequeños detalles, era algo nuevo para él, así que cuanto mejor supiera de su funcionamiento teórico, mejor lo tendría en el combate.

Cuando sonó el aviso, simplemente se levantó y junto al resto de la Fox, fue a recoger su equipo.

-Vamos allá..

Los nervios habían vuelto, pero no hacían que perdiera tacto, simplemente era la emoción por lo que se les echaba encima. En muy poco tiempo, la vida de todos cambiaría de una forma u otra...

Asiento a mi cabo y me dirijo a paso veloz a buscar mis armas, mis municiones y equipo.

Luego de unos diez buenos minutos, regreso al comedor y me coloco delante de mi cabo.

-Señor, listo para desplegárme señor!!

Me pongo en pie, y, obedeciendo las órdenes del Sargento Mayor, voy a por todo mi equipo y me lo coloco con calma en su lugar, una vez puesto el traje.

No olvido revisar los depósitos de residuos orgánicos del traje de combate para comprobar que están limpios y vacíos.

MacNillon había permanecido callado durante todo el desayuno. Tras recibir las órdenes y el papel de la solicitud, de pronto el tiempo de la misión se había hecho jodidamente real y a pesar de todas las veces que había intentado concienciarse de ello, verse ahora enfrentando a la muerte le provocaba unas nauseas terribles.

Apenas probó bocado y dejó hablar a sus compañeros mientras lanzaban las últimas bromas. Jenkins seguía intentando aceptar que podía estar a punto de descender hasta su muerte. Cuando la alarma sonó y el anuncio informó de que había llegado la hora, un escalofrío recorrió su espalda. Había llegado el momento.

Cerró los ojos unos instantes antes de soltar una honda bocanada y prepararse para luchar. Sobrevivir, eso era lo más importante. los bichos, la guerra, todo eso le daba absolutamente lo mismo. Saldría de ese agujero. tras despedirse con la mano de los compañeros, se levantó de la mesa y se dirigió a equipo para solicitar algo más de munición.

"vamos allá"

El tiempo de descanso, McAllen lo pasó básicamente, riéndose y divirtiéndose con los compañeros de escuadra que tenía cerca, fuera de la escuadra que fueran.

Entonces escuchó a Miller- Ey, Sam, ¿me ayudas con la raya? No quiero que Miller me haga cargar contra los bichos por no estar guapo -dijo mientras se reía y escuchó el comentario de Miller- ¡Eso! ¡Queremos birras! Recordar la orden que nos dio la sargento en la fiesta.

Una sonrisa divertida asomó en su rostro y se puso en camino a la armería a recoger el equipo asignado para esta misión.

Miller aún estaba en el comedor e iba a salir para la armería cuando se presentó el soldado Kowalsky preparado y listo como si no hubiera un mañana.

¡Sobresaliente Kowalsky! así me gusta. Pero soldado, aprovecha los veinte minutos que tienes hasta revista o te arrepentirás de haberlos pasado mirando mi feo careto.

Dijo palmenado el hombro del zapador.

Joder, al final voy a ser yo el que menos ganas tiene de bajar a esa puñetera bola de hielo.

Luego se giró hacia Brocheta y Sam.

Eso es Sam, ayuda a Brocheta con la raya. Házsela con un gancho de derecha.

Asintió con respeto y decisión a las órdenes de su cabo. Pese a todo, mantenía una amarga sonrisa fruto de su forzado humor, hasta el punto de llevarlo a gritar para desahogarse. Yeeeeeee JA! ¡Vamos! Hora de saquear la armería, última oportunidad, ja ja ja, espero no echar de menos a ninguno de la Heat. Emprendió rápido sus pasos para preparar su equipo e intentar conseguir algún juguete más, quien sabe cuanto se apiadarían de un novato destinado al nido de los bichos... casi parecía la historia de un futuro héroe, es más, de un verdadero ciudadano.