Partida Rol por web

Seguía comiendo mientras observaba al matasanos presentarse - Como ya os he dicho, no hace falta que os cuadréis cada puto minuto. - sentenció metiéndose un nuevo trozo de carne en la boca y masticándolo mientras hablaba - Sentáos, comed, fumad, bebed y follad, esto último si podéis, claro... - sonrió de medio lado con un bulto enorme en el carrilllo que se adivinaba era la carne - No sé si lo lograréis, apestáis a novato, joder. - gruñó de nuevo volviendo a masticar - Aprovechad la noche porque mañana iremos a la guerra, ya tendréis tiempo de formalidades en el campo de batalla. - terminó por decir con tono serio, no había soltado tantos tacos como era habitual y eso podía resultar preocupante para quien le conociese.

Viendo la actitud del sargento se le notaba le complejo de inferioridad y Alejandro supo de una, que tipo de persona era, parecía alguien inseguro de si mismo que machacaba a los subordinados para poder sentirse importante, seguro era impotente o había fallado como hombre cuando estuvo casado. Porque era evidente que estaba divorciado.

Claro señor, me sentaré y beberé para crear una cirrosis crónica que se me agudice con el frío del planeta, comeré este festín de colesterol para que cuando necesite poner mi culo a salvo de los bichos mis piernas estén entumecidas y mi corazón falle, fumare para drenar energía de mis pulmones y que ni siquiera alcance a correr un pequeño esprint y ser así un obeso, infartado y anaeróbico a merced de los bichos, definitivamente señor, sin animo de ofender, que Viva nuestra infantería móvil... Alejandro estaba orgulloso orgulloso como cualquiera de pertenecer a la infantería móvil, pero odiaba que los soldados que debían ser máquinas perfectas en cuerpo y mente parecieran una puta panda de matones descerebrados solo preocupados por comer, beber y follar.

El soldado Michael tomo asiento en cuanto vio claro que el Sargento no estaba para formalidades.
Poco a poco los otros integrantes del escuadrón fueron llegando a la mesa y una vez que habían saludado al Sargento les extendió la mano dándoles un efusivo apretón.

-Encantado, me llamo Michael Callagher. Repetía al estrechar cada mano con una sonrisa dibujada en su cara.

En la academia había miles de reclutas y era imposible conocerlos a todos, al igual que a los instructores, pero la mayoría de caras que veía en aquella mesa le eran conocidas.

Después de los discursos la cosa parecía haberse quedado mas tranquila así que mientras degustaba la cena fue preguntando de nuevo el nombre de aquellos que estaban sentados junto a él a la mesa.

-Stukov, Hans, Vólkov,  Basser. Michael decía cada nombre mientras señalaba con el dedo a la persona a la que correspondía, intentando grabarlos en su memoria. Aquello era importante para él... Pronto serian lanzados a esa roca helada y que menos que conocer el nombre de quien iba a luchar y morir a su lado.

Mientras repetía una ultima vez los nombres para si mismo, Basser contesto a las palabras del Sargento de un modo que a Michael no le pareció para nada apropiado.

-Ehh Basser te estas dirigiendo a un Sargento ¿No has aprendido nada en la academia? Aquello saco un poco de sus casillas a Michael que hasta ahora era todo sonrisas. Aquella falta de disciplina esperaba que no fuera pasada por alto por su superior o lo alimentarían allí abajo.

Viendo la escena,   observo al sargento viendo como  no para refunfuñar,  sargento tranquilizase,   que estamos de celebración, sabes me recuerdas a un compañero de fechorías  llamado buba  gatling , le teníamos un dicho   que era  guauuu guauuuu y a la caseta, sin ofender sargento,  observo al nuevo   soldado, hola camarada,  soy  yaroslav,  quieres un poco de vodka, te sentara  bien .

Ya con el estómago con suficientes proviciones para aguantar un par de días, me siento pesadamente junto a mis compañeros. Con un demonio, después del décimo plato debería haber parado... El cinturón ya está totalmente suelto, la postura que debería tener formal y acorde a la situación la perdí cuando empezó a desfilar la comida, mientras todos se entretenían con la bebida y ahora las piernas pagan el precio. Pero la tanqueta francesa podrá aguantar esto y mucho más.

No hablo con los demás, me quedo callado tratando de respirar y recuperar aire. Con un demonio, espero que mañana me siente último así tendré más tiempo para descansar. Y la idea de ese pensamiento me reconforta levemente.

Gallagher, cierto? te diré algo, claro que he aprendido mucho en la academia, he aprendido que la IM es el fuerte brazo que separa el orden del caos, el duro puño que golpea a los insectos haciéndolos retroceder y haciendo que la humanidad viva un día más, y créeme se que estas pensando que soy un insubordinado o algo así pero no podrías estar más equivocado, he sido uno de los mejores en mi promoción en cuanto a disciplina, orden y buen comportamiento, pero me revienta, como médico, ver morir a alguien que podría salvar, porque al ponerle la morfina para que no sienta dolor su corazón está tan debilitado por el tabaco y el colesterol que muera antes si quiera de que todo el anestésico pase a su cuerpo, me revienta que vaya a amputar una pierna para que no se engangrene y que al cortarla la sangre tenga tanto alcohol a medio metabolizar que esté muy licuada y no coagule rápido y el paciente muera inevitablemente, y podría seguir, amigo mio hablando de cosas que como médico he visto, aunque aun no haya estado nunca en batalla. Así que con todo el respeto que el Sargento merece, que el beba, coma, fume y se drogue si le apetece cuando quiera, pero su sangre estará tan licuada y su cuerpo tan agotado mañana, que realmente espero que no reciba ninguna herida de gravedad hasta dentro de 3 días pues si no sus posibilidades de no sobrevivir estan multiplicadas exponencialmente... Tras esas palabras Alejandro se sirvió algo de comida lo más saludable que encontró y comió lo más pausadamente que pudo... Sargento, si lo ofendí ruego me disculpe, dijo recobrando la compostura, pero mi trabajo allí abajo ya va a ser extremadamente jodido sin que además ustedes mismos empeñen en acelerar su muerte.

- Yo no fumo. - dijo encogiéndose de hombros sin dejar de masticar - Y desde hace meses tampoco bebo. - sonrió de medio lado volviendo a llevarse otro trozo de carne a la boca - Pero si te diré algo notavo. - sentenció apuntando al sanitario con el tenedor - Los bichos no acostumbran a dejar heridos, una vez te clavan la primera garra seguirán clavando y clavando hasta matarte, incluso se pelearán entre ellos por ver quien te mata, llegando a partirte en dos en el proceso. - mientras hablaba había cogido el resto del filete que tenía en el plato y había tirado de dos extremos con sus dedos dándoles una imagen que deberían recordar - La moraleja de esto chico; - continuó tras mirar a todos los soldados que estaban sentados alrededor de la mesa - es que si vas a estar ahí fuera rodeado de arácnidos, da igual que fumes, bebas o te drogues, ninguno de esos vicios te va a matar antes que esos insectos. - se limpió los dedos manchados en la servilleta e hizo una mueca, no había dicho un taco en todo aquel discursito - Y por cierto, si uno de esos jodidos bastardos me atraviesa el pecho y me levanta para llevárseme por ahí, más os vale hacerme un favor, pegarme un tiro y mandarme al cielo librándome de la agonía de ser devorado por esos cabrones... - suspiró al recordar antiguos compañeros caídos - Yo lo haré por vosotros.

Bottler no habia dicho ni una palabra. Sólo estaba sentado ahí, con la misma cara de flipado que tenía el primer día en la Academia.

Eso si, el último comentario del sargento le había parecido tremendamente acertado, asi que lo miró y asintió en silencio.

Jenkins observó con detenimiento el culín de alcohol que aun le quedaba en el vaso. No es que fuera nada realmente importante, pero si más que lo que ocurría a su alrededor. Se preguntaba que mierda estarían bebiendo, que coño estaban celebrando. El asqueroso hedor a metal oxidado y plástico se confundía con el del tabaco del malo que algunos fumaban. Joder, casi parecían una puta fiesta de graduación. La música a tope, un montón de machotes discutiendo para ver quién la tiene más grande y en su mesa parece que no es muy diferente.

Primero un oficial con el típico discurso de machote, luego la prepotencia de un medico toca-pelotas. Hurra por la  infantería móvil. De un rápido lingotazo se termina lo que le queda en el vaso y lo hace descender rápidamente, golpeando el culo del vidrio contra la mesa.

-Mira Doc -Dice dirigiéndose al médico. -Se agradece su preocupación pero lo que yo beba o me meta para el cuerpo es cosa mía. ¿Que dificulta su trabajo? Pues a joderse, a mí también me jode cuando me mandan al frente con lo básico y los cargadores justos. nuestro trabajo es así, es casi lo que le da la gracia a todo esto.- Toma la botella y llena otro poquito su vaso al tiempo que habla -Segundo, ya somos mayorcitos para saber lo que podemos beber para estar en plena forma, si hubiera querido aguantar un sermón, me habría quedado en casa con papa.- Tapa la botella, y la deja de nuevo en la mesa, girándose hacia Llywelyn - Y sargento, no se ponga tan dramático, por norma general, son más rápidos los bichos matando que nosotros apuntando así que no creo que tengamos que llegar a  eso.- De nuevo toma el vaso entre sus manos y lo alza sobre su cabeza -En definitiva, ¡Por la fortuna de poder morir de cáncer de pulmón o de cirrosis!-

Y de golpe se bebe el vaso. Tras limpiarse los labios con la manga suelta una carcajada.

-Por cierto, Jenkins MacNillon, bocazas de profesión cuando no estoy pegando tiros. ¡Un placer!-

Stukov estiro el cuello, girandose cuando se presento el matasanos. Le saluda con un cabeceo, y alzando la mano, con una sonrisa.  Un placer, Basser. Matasanos ¿No? Joder, no te lo tomes a mal, espero no tener que verte mucho la cara. Rie, dandole un golpecito en el brazo, bromeando.

En efecto, conocia a su antiguo instructor. Estaba siendo "suave" y eso no le cuadraba. Y echaba de menos que los llamara paletos salidos de algun agujero infestado de bichos, orangutanes con rifle, o simplemente, niñas.  Follaria si no fuera por que este escuadron es un campo nabos... ¿Por que las mujeres nunca se apuntan a la infanteria movil?

Y se queda, simplemente con la boca abierta, cuando escucha al matasanos. Simplemente impresionado  La puta... Cuanta perla junta... Tio, estas echo caldo... El sargento tiene razon, necesitas comer, beber y fumar. No necesariamente en ese orden.  Acaba por reir, distendido. Y levanta la copa en direccion a Ghallager cuando le nombra.

Un placer, tio. ¿Tienes cigarros?  Le pregunta, quizas de forma deliberada delante del matasanos para sacarle de quicio. Un poco mas. Mira a Sergi cuando se sienta, y posa el vaso de vodka en la mesa, y lo empuja en su direccion  Pegale un trago, es... ¿Como dicen? ¡Ah, si! ¡Diuretico o algo asi!

Escucha el discurso de Philip. De todo lo que habia escuchado, lo que mas miedo le daba, era que no soltara un taco o se metiera con ellos. Eso solo podia querer decir una cosa: Iba en serio.

Y ahora si, cuando Jenkins habla, solo asiente, riendo ¡Amen hermano! Toma uno de los vasos vacios, llenandolo y brindando por lo dicho por Jenkins  Por el cancer de pulmón  Y bebe, dando acto seguido un golpe con el vaso en la mesa. Encantado, soy Stukov, cazacigarros y zapador.

Bueno, entre los callados, el medico, el sargento y compañia.... casi parecian un escuadron de verdad. Casi.

Bueno, que cojones, yo tampoco espero que me tengáis que ver mucho la cara, la verdad, espero y casi me gustaría estar demás ahí abajo, no en cuanto a acribillar a todo bicho hijo de puta que se aparezca, pero si en lo que me necesitéis, de verdad, ojala no hiciese ni puta falta. Estoy un poco nervioso, solo eso es mi primera misión fuera de la academia, y antes de eso había disparado pero solo pistolas en la selva, cuando estuve de médico de las fuerzas de paz contra los narcos, pero ahora mismo preferiría 1000 narcos que uno solo de esos putos bichos, la verdad.

Y si, hostia, nunca he fumado así que no empezaré esta noche, pero Stukov dame un shot de esa mierda que llamas vodka y divirtámonos, aunque mi brindis será diferente: Por vivir todos hasta los 80 años y por la inutilidad de los médicos... apuró su vino y esperó a que el ruso le pusiera un shot de vodka, porque si iba a morir mañana o al día siguiente, no divertirse un poco y dejar las férreas normas que su padre le inculcó con cinturón?

Salgo de la zona de sombras y vuelvo a mi escudra, que esta teniendo una animada conversación con el auxiliar médico como centro de ella. Otra vez el maldito picor del cuello del uniforme de bonito, los veteranos parece qeu nos tratan como si solo fueramos sacos de carne andante.
No me encuentro muy a gusto e intento pasar desapercibido buscando recolectar la mayor cantidad de información sobre mis nuevos compañeros, quiero saber con quien me voy a jugar los cuartos en medio de un trozo de hielo con las balas silvando y los bichos queriendo mandarnos al otro mundo de las formas más dolorosas posibles.

No es esto lo que esperaba, esperaba un ambiente de camaradería y cierta protección paternal de los mandos y veteranos hacia los novatos, pero por lo que parece aquí impera la ley del apañate y obedece.

Ahora si que hablas mi maldito idioma,Doc. Sin dudarlo, y mostrando gran habilidad en el manejo de la botella, rellena el vaso de Basser, y se lo tiende.

Mira a su alrededor, observando las demas mesas, y se apoya en el respaldo, con amplia sonrisa, quizas por el efecto del alcohol, o simplemente por que el era asi.  Jefe  mira aPhilip, con cara de haber caido en la cuenta de algo  ¿Que coño pasa? Esta escuadra es un maldito campo de nabos, asi el tema de las duchas mixtas pierde su puta gracia.  Se encoge de hombros. Recoge el cigarro del cenicero, dandole una ultima calada, apurandolo hasta practicamente comenzar a quemarse la punta de los dedos.

Vamos a conocernos mejor... ¿Alguno tiene una moza esperandole en casa?

Gallagher  podía entender el argumento del soldado Basser, pero lo que él no compartía era el tono que había usado para dirigirse a un superior. Con eso en mente, se limito a guardar silencio cuando Basser hubo terminado de hablar y miro al Sargento esperando su reacción. Era a él a quien le correspondía darle una respuesta y así lo hizo.

-Lo siento tío, no fumo, pero quizá alguno  de la Infantería Ligera tenga algo. Luego nos acercamos. Tendrás algo para apostar ¿no? Callagher respondio a Stukov con una ligera sonrisa.

Los ánimos parecían haberse relajado en la mesa, aunque había algunos soldados que se mantenían al margen. Callagher no los juzgaba, pero era una pena que desaprovecharan aquel momento para estrechar lazos y conocerse. Cuando empezara toda la mierda no habría tiempo, solo se trataría de sobrevivir.

Callagher introdujo su mano para alcanzar un bolsillo interior a la altura del pecho. Cuando la saco de allí había dos fotos en su mano. El estaba orgulloso de su familia y era uno de los motivos que lo habian llevado alli, asi que no dudo en compartirlas con el resto.

-Estos son mi hijo Aarón y mi mujer Anna. Al tiempo que decía esto alargo la mano para entregarle las fotos a Stukov.

-Stukov, como si fuera tu hermana, aparta esa  mirada sucia, y la quiero de vuelta. La mirada de su compañero se centro demasiado en su chica y él se percato, pero no se molesto, simplemente estaba bromeando.

Bottler seguía sin soltar prenda, hasta que en un momento sacó un puro torcido y apestoso y lo encendió tranquilamente. Aspiró una bocanada y la soltó lentamente con una intensa expresión de placer. Luego de eso arrojó un paquete hecho con varios de esos puros atados con una goma mientras deciía:

-Si alguien fuma cosas de hombre podéis coger de estos.- y agregó, sin que ningun gesto en particular pase por su cara -Y no, no tengo mujer... al menos no una fija, jejjeje.-

- Eric, ¿verdad?. Te acepto el ofrecimiento.

Hans cogió uno de los puros y lo encendió. Mientras "disfrutaba" del sabor intenso (tosiendo un par de veces), analizó con la mirada a sus nuevos compañeros.

- Curioso grupo nos hemos juntado. 

Se sentía cómodo, tanto con los compañeros como por la actitud del sargento. No se podía decir que no respetara a la autoridad, pero no le gustaban los estrictos protocolos asociados al ejército. Por ello, disfrutaba de poder celebrar una velada distendida, aunque le irritase un poco la actitud perfeccionista del "Doc".

Hasta tenemos habanos, nos faltarán mujeres pero nos sobra buen humor. ¿Qué demonios estoy diciendo? No hay mujeres, que carajo pasa aquí. Mastico estas ideas mientras veo que el tal Eric anda amable y regala habanos. Asiento cuando me mira para recibir el tal preciado aperitivo para esta noche.

Llevo un rato observando la escena, que protagoniza nuestro sanitario y stukov, me froto los ojos, suspiro,  a los que no he tenido el placer de conocer me  presento, soy  yaroslav vólkov , extiendo  el brazo para hacer un apretón de manos. Gallager bonita familia tienes, estas orgulloso  de ellos. Saco de la guerrera  una foto  y la paso a los demás.

Que os parece: se llama Viktoriya , llevo un tatuaje con su nombre en el brazo derecho, enseño el tatuaje .

Mijail miró a Gallagher encogiendose de hombros, Lo unico que podia jugarse pertenecia a la federacion. Cigarrillos incluidos. Pero se sentia afortunado (como casi siempre, a pesar de tener una fortuna mas bien mala) y acaba por sonreir  Seguro que algun veterano acepta cigarrillos en las apuestas. Rie, y estira el brazo, cogiendo la foto. Gallagher hace bien en echarle la bronca. Mijail rie, devolviendole la foto.

Joder, tu churri esta bien buena... ¿No tendra una hermana, no? Rie, estrechandole la mano con fuerza, felicitandolo por la "captura" Con una mujer asi, merece la pena volver.  Vuelve a sonreir, quizas con una punzada por dentro... cuando se unio a la I.M. lo dejaron tirado, suponiendo que jamas volveria. Volvio a mirar hacia adelante, Bottler, cuando le ve ofrecer puros. Todo lo que se le pasaba por dentro, se le pasa.

Jojojo... tu si que sabes niño, trae aqui uno de esos gordos... A cambio, le ofrece fuego, tras coger el puro, y clavandole un palillo en el extremo. Y se lo enciende, cediendo el mechero despues.La noche solo hace que mejorar, ahora solo falta que el Sargento baile y atraiga unas niñas para los solteros Donde por lo que se ve, se incluye.

Mijail toma la foto que le tiende Volkov, y tiene la misma opinion de la mujer de Gallagher. Que esta bien buena. Realmente, a el, todas las mujeres le parece que estan buenas por que como dice el viejo dicho humano, en guerra, cualquier agujero es trinchera. Otro cabron con suerte... si la de Gallagher no tiene hermanas, espero que la tuya tenga alguna prima.  Acaba por reir, dandole una buena calada al puro, echando una bocanada de humo denso, y le devuelve la foto a Volkov.

Bueno, la parte positiva de todo esto es que cuando vengan los bichos-mujer, somos menos a repartir Rie, estirandose en la silla, y ahora si, poniendose en pie. Bueno, si vais a dejar de presumir de mozas, podemos apostarnos algunos cigarros ¿Quien se apunta?