Partida Rol por web

La compañía del anillo había conseguido llegar hasta Khazad Dum, pero a partir de ese momento, el viaje se volvería mucho más peligroso. La Tierra Media estaba dominada en su mayor parte por Lord Sauron, que apenas había encontrado oposición. Se había enfrentado con éxito a casi todas las razas existentes, pero aún quedaban fuerzas próximas que dificultaban su avance.

Lord Celeborn dominaba los bosques de Norte y tenía a las fuerzas de los enanos hacia el mar y Sauron en la otra dirección.  Emyn Muil estaba prácticamente rodeada.

Saruman también se había quedado aislado. Sus exiguas fuerzas debían tomar decisiones urgentes e importantísimas sobre cuáles serían sus próximos movimientos.

Y mientras tanto, Lord Elrond tenía a Gloin y Saruman en sus fronteras, dificultando su avance. El Enano había disfrutado hasta ese momento de una situación relativamente calmada, pero ahora, con Sauron en los límites al sur, también se veía obligado a atacar... o defenderse con fiereza.

La guerra seguía su inexorable curso, y a cada día que avanzaba, el Gran Ojo sentía la presencia del anillo único con mayor intensidad. En su fuero interno sabía que tarde o temprano sus jinetes Nazgûl darían con él y terminaría en su poder, y con ello tendría el poder absoluto paras gobernar la Tierra Media sin que nadie pudiese hacerle frente. La duda que se suscitaba era... ¿Quienes eran dignos de formar parte de la nueva era que estaba por llegar, y quiénes deberían ser exterminados? Los elfos de Rivendel ya se había posicionado completamente en su contra, los masacraría. El enano Gloin y sus huestes, si bien aún no habían atacado al señor oscuro, si que habían enfrentado a su fiel servidor Saruman, se habían aliado con Elrond medio-elfo y no dejaban de negociar con Celeborn para que rompiese el pacto de no agresión,... también se había posicionado en su contra, morirían. Saruman el istari había sido un fiel aliado, sus actos serían recompensados, viviría. Solo quedaba por saber cuál sería definitivamente el posicionamiento de los elfos del Bosque Negro, hasta la fecha se habían mantenido neutrales, pero había llegado el momento de tomar una postura u otra. A favor o en contra, luchar por Sauron o ser exterminados por su mano. 

El ultimátum ya estaba dado, el amanecer había llegado y Celeborn era consciente de que antes del ocaso Sauron caería con todo si no se atenía a sus mandatos. Mientras tanto, los ejércitos del señor oscuro avanzarían hacia el Norte sin descanso, ya fuere por mar o por el interior...

Ataque a Dunland 6 vs 3

3, 4 - 6,4 = Sauron pierde 2 (4)

3, 5 - 5,4 = Sauron pierde 2 (2)

Los ejércitos de Sauron se lanzaron sobre las Tierras Brunas, pero sus habitantes ya estaban preparados. Habían construido densas fortificaciones que detuvieron los ataques de los orcos que no esperaban tal resistencia.

Si bien el ataque a Quebradas del Sur fue un éxito total al estar al frente, comandando las huestes, el líder de los Nazgûl, no ocurrió lo mismo en Dunland, donde los orcos negros que atacaron el lugar se encontraron con férreos combatientes y fortificaciones bien amuralladas. Probablemente el polvo negro de Saruman que ocasionaba explosiones y destruía la piedra fuese lo más efectivo, por lo que el lugarteniente orco que estaba al mando ordenó retirarse nuevamente al puerto de Minhiriath.

Lo que no sabía aquel desgraciado orco es que el líder de los Nazgûl jamás hubiese permitido tal acción, y que prontamente vería su cabeza ensartada en una pica, y el cuerpo devorado por su bestia alada.

Tierras Brunas había sido una molestia desde el inicio de la guerra y ya era hor de que esos rebeldes fueran subyugados, los orcos del señor oscuro castigaron con fuerza a sus defensores, pero sus fortificaciones habían logrado detener su marcha, tal vez las máquinas de asedio lograsen triunfar donde los números fueron derrotados.

Es así que mis Uruks marcharon sobre ellas llevando consigo toda clase de armas y dispositivos capaces de reducir edificaciones a meros escombros.

Mientras tanto al norte, la flota negra desembarcaba en Mithlond lista para cambiar la marcha de la guerra, por lo que Lunz decidió ordenar un ataque a las colinas de la torre.

Seis batallones partieron a dar caza a los elfos que intentaban mantener el control de las mismas.

Motivo: Ataque tierras Brunas 3 vs 3

5, 6 - 2,1 =Tierras Brunas pierde 2 batallones (queda 1)

Tal como se había previsto, la polvora y la ingeniería triunfaron donde los números fallaron.

Los pocos seguidores del difunto Theoden poco pudieron hacer ante la maquinaria de guerra de los Uruks, las fortificaciones cayeron como cabañas de paja ante el poderío superior de la pólvora.

Catapultas y trabuquetesdieron cuenta de los arqueros mientras los goblins hacían lo que les correspondía lanzarse contra las murallas cargados de pólvora hasta en el estómago, abriendo paso así al ejército de los renacidos de la tierra que tomaron el control de las tierras brunas con absoluta facilidad pasando por cuchillo a todos los que se les oponían y tomando prisioneros aquellos hombres y mujeres que tuvieron la sensatez de pedir clemencia y jurar lealtad a Saruman el Blanco nuevo señor de Rohan, mano derecha de Sauron el Grande.

Al final de la batalla algunos Uruks reportaron haber visto al fantasma de Theoden estremecerse ante el poder de nuestras fuerzas cuando los muros cayeron poniendo asi el último clavo en el ataúd de ña vieja Rohan.

Las noticias que llegaban de cada rincón de la Tierra Media sólo llevaban a una conclusión. El Gran Ojo había visto la debilidad en el mundo de los hombres, y los había destruido, y ahora su atención se centraba en los elfos. Sauron avanzaba hacia el norte. Era cuestión de tiempo que Rivendel cayera, seguidos por los elfos de los Lorien, y finalmente llegarían hasta Erebor.

No había alianza que detuviera a Sauron. Era de insensatos tratar de atacarle. Sauron había demostrado ser un estratega excelente, y además contaba con los Uruk de Saruman… el que antaño fue el más grande de los magos, ahora solo era una marioneta de Sauron, un muñeco que utilizaría mientras fuera útil, y del que desharía en cuanto sus servicios no fueran requeridos.

No obstante, debía pensar en mi pueblo. Si moríamos, sería en Erebor, presentando batalla. Ya había perdido demasiados enanos luchando en batallas de otros. En una parte de mi corazón, la duda crecía. No podía confiar en los elfos, no quería confiar en Saruman, pero... ¿cuán de malo sería confiar en Sauron?

En más de una ocasión me había planteado una alianza con el Señor Oscuro. Podría quedarse con el antiguo reino enano de Moria, mientras me permitiera mantener Erebor y los territorios colindantes. Pero no sabía si podría fiarme de él.

Cada día que pasaba, me sentía más y más sólo. Nadie en quien confiar. Finalmente decidí reagrupar a mis tropas. Permanecer a la espera, y analizar muy bien los pasos a seguir en cuanto a Sauron.

Las despreciables y apestosas fuerzas de Saruman, tomaron el camino de las Colinas de la Torre, pero los Elfos venderían cara su piel, si aquellas bestias creían que iban a pasar sin tener bajas, estaban muy equivocados..

La batalla y la oscuridad seguía avanzando por la Tierra Media. Sauron estaba cerca de conseguir el anillo único, lo cuál sería el fin de nuestro mundo tal y como lo conocemos hasta ahora. Los altos cargos elfos se habían reunido en consenso para tomar una decisión. Los bosques tenían que seguir brillando su color verde y respirar un aire puro que permitiera vivir en algarabía y alegría. La decisión estaba tomada, no podían permitir que la oscuridad avanzase, seguramente fuera su final, pero los elfos preferían perecer luchando por lo que querían.

El Rey Brujo de Angmar era conocido por muchos nombres, a cada cuál más oscuro y siniestro, pero en determinadas ocasiones le gustaba lucir uno en especial, "el señor de la desesperación". ¿Qué es lo que más amaban los elfos de los bosques, Lord Celeborn el árbol blanco, y Lady Galadriel, la dama blanca de Lorien? Sin lugar a dudas la naturaleza, la belleza y la paz que conferían los bosques y todas las criaturas que en ellos habitaban, la vida en sí misma. ¿Qué lugar en toda la Tierra Media rebosaba a raudales de vida, como si la misma esencia de los Valar emanara del interior? Su capital, Lothlorien, centro neurálgico de todas las florestas y hermosos parajes de la Tierra Media.

Cuando el lugarteniente de Sauron recibió la negativa de los elfos del bosque de aliarse contra Elrond medio-elfo y Gloin de las Montañas, viendo enviar las huestes de elfos con su líder Haldir al frente, no pudo evitar sonreír de satisfacción. Si bien se había contenido, y ni una mísera hoja había sido dañada hasta entonces, la decisión recientemente tomada le daba rienda suelta a manifestar toda su maldad, todo su poder, a destruir y exterminar, erradicar y reducir a cenizas todo a su paso...y para máxima desesperación de los elfos, empezarías por su hermosa e irremplazable capital.

- Los elfos de los bosques han elegido su destino, y este es no formar parte de la Nueva Era que está por llegar. Los reinos de los hombros ya están extintos, ahora es el momento de finalizar el tiempo de los elfos. Mi señor Sauron les brindó una oportunidad, ninguna floresta, bosque, arboleda u hoja iba a ser dañada si se les unían a su causa... pero han realizado una pobre y pésima elección. - comunicó fingiendo consternación y tristeza, para de inmediato irrumpir en una carcajada de satisfacción y deseo de destrucción.  ¡A partir de este momento, los elfos de los bosques son nuestros enemigos! ¡Ya no habrá negociación alguna, ya no habrá posible rendición ni se tomarán cautivos a sus mujeres e hijos, ni un sucio y vil elfo permanecerá aquí ni pasará a formar parte de la nueva era que está por llegar, donde el Gran Ojo será el supremo señor de la Tierra Media! ¡DESTRUID, MASACRAD, EXTERMINAD, ERRADICAD y REDUCID A POLVO Y CENIZA TODO A VUESTRO PASO! ¡EMPEZAD POR SU CAPITAL, LOTHLORIEN!

Y nada más terminar su discurso, el inconmensurable poder oscuro hasta entonces contenido, emanó desde lo más profundo consumiendo las vida a su paso, como si del mismísimo señor de la Muerte se tratase. El gran árbol madre fue derruido y las llamas consumieron todo Lorien desde el Norte al Sur, desde el Este al Oeste, segando toda flora o fauno, toda vida a su paso. Gran lamento se ceñiría para los elfos en cuanto viesen tamaña destrucción.

Ataco yo por Celeborn dado que has hecho más tiradas y él me ha dado permiso.

7,7 (se me había olvidado el líder) vs 3,1 (pierdes 2 más 2 de antes)

4,2 vs 5,3 (pierdo 2 y tú perdiste 2 antes)

Ataque desde Lorien a Campos Gladios 18 vs 7

8, 6 - 5,1 (18 vs 5)

4, 3 - 5,1 (17 vs 4)

8, 3 - 5,2 (17 vs 2)

8,7 - 5,2 (perdido)

NADIE PODRÁ DECIR QUE NO SOY CONSISTENTE CON MIS TIRADAS XD