Partida Rol por web

Amara miraba a unos y a otros casi sin darse cuenta de lo que realmente estaban discutiendo.

- ¿Qué... ¿Qué tiene de malo subir? ¿Os da miedo? - preguntó la chica. Sin malicia, con simple curiosidad.

Sube tú si eso te hace sentir menos pedazo de carne mas mujer...

- ¿Qué... ¿Qué tiene de malo subir? ¿Os da miedo?

- Igual es eso... ---dijo el semielfo con una sonrisa sardónica.

Bien, el nadador - señala al noble - ha dejado claro que tiene miedo a los trogloditas y es incapaz de convencer a esos trogloditas ni de ir a mear...

Mira a Jonova y señala al río. ¿Abres tú camino? ¿En qué orden saldremos?

—Sin los esclavos no me voy— dijo Jonova sentada a la sombra del árbol acariciando a Jarael— Y mucho menos se va él... — Señaló al noble. Luego su expresión se ablandó.— Bueno, salimos todos menos él.

Se le ocurrió algo —Itzala, ¿Podrías rescatarlos? Serías un verdadero héroe. Y sólo tú podrías hacerlo, imaginate el engaño en las narices de Grundmuch.

- Por supuesto, bella dama. Itzala no tiene miedo de nada ni de nadie! Volveré con los esclavos sanos y salvos o no volveré!

Dicho esto, se dirige hacia las escaleras y empieza a subir mientras va cantando:

Ahora hace falta ayuda
para un objeto mover.
Necesitamos esclavos
y yo los voy a traer.

Hablando a los trogloditas,
mostrándoles mi verdad,
no me hacen falta tiritas
pues yo siempre he de triunfar!

Sin Itzalá,  _{^{(sin Itzalá)}}
sin Itzalá,   _{^{(sin Itzalá)}}
nunca consiguen
lo que persiguen,
no dan pa' más!

La música del bardo se pierde escaleras arriba...

Diegen habla a los demás.

- Por si acaso, montemos una guardia a los pies de las escaleras. Dorwas, tú y yo aquí cerca; Jonova y Jaali allí lejos, con línea de visión para ver qué es lo que baja pero sin correr peligro directo..

Cita:

O salimos todos los necesarios para la misión... bueno, y Amara. O no salimos ninguno sin que los de ahí arriba lo sepan.

- Pero, ¿Qué he hecho yo para merecer tu desprecio, sucio intento de ser humano? - y pensaba que Jaali era el único - Tan sólo pregunté que cual era la razón de que no quisieras subir, obviamente, queda claro que es miedo. Pero si, una mujer lo haria antes que tu. Sin dudarlo. Quizás hasta dos - miró a Jonova.

sí, las mujeres siempre habéis empatizado mas con la servidumbre del hogar

O no salimos ninguno sin que los de ahí arriba lo sepan.

El mago ignora el resto de la conversacion.

Parece que no se da cuenta de que es extremadamente sencillo que le ahoguen. Basta con que el enano no tire de la cuerda.

Alucinada con las palabras del idiota que tenía delante, la mente de Jonova voló a Kelmarane, ¿Cómo soportaba Almah a semejante batracio? ¿Cómo le aguantaba en el mismo edificio?

— Hubiera sido más fácil atarlo entre cuatro camellos y decir "Yala, yala".— Había pocas cosas que sacaban de sus casillas al veterano guerrero y sirviente de los Pactmasters, pero el pensar en Turling y recordar sus palabras era una de ellas.

—No, seguro que es más útil luchando contra los gnolls— la mujer miró desde la terraza hacia la lejana figura de la Montaña Pálida, desde hacía unos días no se escuchaba el Aullido del Rey Carroña cada noche, estaba segura que sus enviados habían superado la primera parte de su misión — Así le podrán usar como escudo de carne o como destino de una cimitarra gnoll adicional, nunca han sido otra cosa sino prácticos. Dile a Bethel que suba a mis habitaciones, necesito compañía, una que piense en otra cosa que no sea él mismo.

- Por si acaso, montemos una guardia a los pies de las escaleras. Dorwas, tú y yo aquí cerca; Jonova y Jaali allí lejos, con línea de visión para ver qué es lo que baja pero sin correr peligro directo..

A la espera de que vuelva Itzala con los esclavos (si así es la voluntad de los dioses), los Héroes de Kelmarane toman posiciones... por si acaso...

Esperemos que si hay algún problema, Itzala sea capaz de hacerlo notar mientras baja. En todo caso, mantengamos los oídos abiertos.

Itzala desaparece durante una hora. A pesar del agradable ambiente del jardín subterraneo el nervisosismo entre el grupo aumenta poco a poco. Pero finalmente el bardo aparece seguido por todos los esclavos que miran temerosos a todos lados. Tanto el bardo como los esclavos han sido despojados de sus armas.

- Os lo dijé, puedo convencer a cualquiera. - comenta - Y no he tenido que decir casi nada del pergamino - añade.
 

Casi n.... Puf. Salgamos de aqui

Al ver aparecer a Itzala sano y salvo Turnling comprueba que no hay trogloditas ni amenazas y baja el arco y relaja la postura que mantenía de tensa espera junto a Jaali y Jonova.

Bien, por suerte no hay bajas que lamentar... y no queda muy claro si lo dice solo por el bardo.

- No hay tiempo que perder. Vamos! ---dice haciendo gestos moviendo a los esclavos hacia el río, donde están Jonova y Jaali--- Jaali, Dorwas, mantengamos los ojos abiertos! Igual sería bueno buscar una forma de bloquear esta escalera...

—Sí, miremos a ver... — Jonova se fijó en los esclavos, hablando un poco con cada uno e interesándose por su estado y palpando sus heridas. No quería que se la colaran.

Una vez que se cercioró de que eran quienes decían continuó.

—Vamos a escapar por el riachuelo. No hace falta que sepáis nadar, simplemente contener la respiración y sujetaros a una cuerda, yo os la iré trayendo y os guiaré. Allí habrá un madero para que os agarréis. El río nos lleva mágicamente muy lejos de la montaña, y en breve estaremos a salvo. 

—Id descansando y comer algunos de estos frutos, en seguida estaremos fuera

Al fin se acercó al bardo.

—Gracias, Itzala, siempre pensé que eras un gilipollas engreído, pero has demostrado tener buen corazón y mejor voluntad, tengo una deuda de gratitud contigo.