Partida Rol por web

La Casa de las Rarezas

Interludio 1 - El Palacio de los Venture

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19/08/2019, 20:30
Cord far Ascard

El inmenso comandante camina hacia la salida acompañado de una pequeña escolta de cuatro guardias, que le siguen con aire distendido. Al verte, esboza una sonrisa divertida. Su rostro puede mostrar una fiereza sin igual, y parece curtido para mostrar toda clase de emociones viscerales.

Recuerdas en ese momento al otro “Cor” que has visto hoy. Corlas far Fusseim es enorme, pero Cord far Ascard, aunque un poco más bajo, es muchísimo más intimidante. En su cinto penden un florete (que en su cintura parece un mondadientes) y una pistola, pero no son las armas los que lo hacen tan temible: es su increíble envergadura y musculatura. Y lo peor de todo, es que aunque todo el mundo lo infravalora como un bruto sin medio seso que le mueva, sabes muy bien que Cord posee una mente muy aguda y perspicaz… Oculta bajo una fachada de salvajismo e indecencia.

- JA – ríe, una carcajada que resuena por los rosales y rebota en todas partes, casi creando eco-. Si es el Pequeño… ¿Qué tal por las repúbicas, chaval? ¿Tan depiladitas como siempre? – te das cuenta que no se ha equivocado con lo de república precisamente. Tampoco en lo de “El Pequeño” que es como te llama desde siempre, para distinguirte de tu padre, “el Mayor”.

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21/08/2019, 16:02
Cael di Venture

Posiblemente el joven de los Venture se hubiera precipitado o subestimado a la superviviente de los Iridar pero poco le importaba. La llave podía esperar, era una pieza clave para descifrar parte de los misterios que rodeaban a la desaparición de los miembros de la Casa pero no tan importante como para dedicarse por completo a esa tarea. Tenía otros asuntos de mayor prioridad, asuntos de vida o muerte que no podía posponer ni siquiera un par de horas para convencer a Esla de que él no era el enemigo. ¿O sí? Todavía no tenía claro en qué bando ubicarla. Ya habrá tiempo para todo.

Cogió una de las copias y la guardó, despidiéndose de la chica con una sonrisa y un ligero gesto de muñeca antes de dirigirse rumbo a su hogar ficticio, la guarida de las serpientes.

Recorrió tranquilamente las calles, parecía ya una costumbre de él dejar que el tiempo volara a su lado mientras las ruedas del engranaje que movía el reloj seguía girando sin cesar, viviendo de una forma taciturna, pausada. En realidad aprovechaba esos descansos en parecida soledad para pensar y ordenar los hechos, en estar rodeado de gente y vigilar su espalda, sobre todo virar el camino dando vueltas por las calles por si alguien le estuviera siguiendo aunque supiera claramente su dirección de destino. Además, disfrutó de ese breve tiempo para pasar entre sus manos el vaso de granizada vacío, algo tan insignificante que para él abría un nuevo mecanismo que debía explorar, uno que sí cundía prisa.

Cuando llega a las puertas del palacio perdió la cuenta de las veces que cambió el vaso de mano, un pequeño juego para mantenerse ocupado mientras sus pies se encargaban de dictar el camino. Observa de reojos los nuevos integrantes de la guardia, dos personas que no conoce de nada y, sabiendo que puede ser la última vez que los vea, ni se molesta en recordar sus rostros aunque les dedique un cortés saludo en respuesta.

A lo lejos vio a un “viejo amigo”, algo así podría decirse teniendo en cuenta la relación que tenía con la gente al cargo del cuidado de la familia, un hombre que admiraba más que a su propio padre simplemente por la trayectoria que se había construido por sus esfuerzos. A algunos le resultaban amenazante, pero había convivido tanto tiempo con él que esa aura peligrosa se había vuelto casi familiar, sobre todo desde pequeño.

Se acercó para colocar una mano en su hombro, una muestra de cariño y cercanía que pocas veces lo hacía de corazón.

- Por supuesto, y he conocido a algunas que te harían llegar al mismo éter. Recuérdame que te las presente, pero no prometo disfrutar también de su compañía.- Siguió la broma antes de quitarse las gafas de sol. Al fin y al cabo, ahora mismo, no iba a usar su “habilidad” y el sol se estaba escondiendo en el horizonte, no hacían falta.- ¿Sabes si mis hermanos se encuentran dentro? – Señaló con un golpe de cabeza a la mansión, fijándose sobre todo en las ventanas donde estarían las habitaciones principales.- ¿Hubo novedades en mi ausencia? – Indicó que le acompañara hacia el interior para seguir la conversación mientras caminaba, esperando que el resto de los guardias se quedaran fuera.

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25/08/2019, 19:43
Cord far Ascard

- ¡Jajajaja! - rugió a carcajadas Cord, haciendo retumbar los muros del palacio-. El Pequeño ya no es tan pequeño, ¿eh muchachos?

En ese momento uno de sus soldados se ríe, imitándole, y la expresión de Cord cambia en seco, deteniendo las risas propias y la de sus soldados.

- Este de aquí - te señala Cord mientras se acerca a su hombre, que traga saliva - Es tu señor. Es su excelencia, el señor di Venture. ¿Te estás riendo de tu señor di Venture? ¿Es eso, estúpido moco de burra? Chicos - dice hacia los otros tres -, llevaos a este estúpido moco de burra de mi presencia. ¡Fuera!

Los soldados se alejan todos a la carrera, observando al pobre perdido que ha sufrido la ira de Cord. Cuando ya están lejos de vosotros, Cord se vuelve con una sonrisa.

- Te juro, El, que nunca pierde la gracia - asiente divertido, llamándote por el diminutivo que prefiere usar cuando entrenáis en privado. Luego te da un abrazo fuerte, de esos suyos, que casi te parten en dos y escucha tus preguntas. Niega a la primera, asiente a la segunda.

 ¿Sabes si mis hermanos se encuentran dentro? 

- No, están entrenando en el jardín. Voy contigo - explica, y echa a caminar conduciéndote a tus hermanos, mientras responde a tu segunda pregunta.

¿Hubo novedades en mi ausencia?

- Tu padre ha empeorado - explica, mientras avanzáis en los jardines-. Tus hermanos organizaron la fiesta por tu regreso para que volviera a la vida pública, pero no se si está en condiciones. Siempre he dicho que es un cabrón duro como una piedra, pero no sé cuanto más podrá aguantar. La enfermedad se lo está llevando. 

Al fondo escuchas unos gritos, no parecen que de dolor ni peligro, sino más bien el intercambio de un par de personas sumidas en un duelo. 

- Por lo demás... Vienen malos tiempos, El - dice, circunspecto-. Las cosas se van a complicar. Lior está ahora en manos galdianas. Los rumores son que el duque de Todoel pretende reconquistar Serdenia otra vez, y que va a convocar a los líderes de las ciudades libres. Si los líderes aceptan, habrá guerra con Galdia, si se niegan, creo que el puto d'Itodein - continúa, refiriéndose al duque de Todoel por su nombre- va a hacerlo igualmente declarando que se separa de las ciudades. Son los rumores que me llegan. Y las cosas no suenan mejor por Darguia. Me huelo que los Dragones vamos a tener mucho trabajo pronto, no quiero ser negativo pero todo huele a que una guerra se acerca. Y joder, eso es trabajo, y dinero - sonríe, aunque es una sonrisa preocupada-, pero al final una guerra nunca es buena cosa. Salvo que seas tu padre. Se hizo de oro durante la última - ríe. 

Giráis entre unos enormes setos y llegáis al lugar de donde vienen los gritos. Cord se cruza de brazos, observando un pequeño claro en el jardín donde tus dos hermanos se baten en duelo con armas melladas.

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25/08/2019, 19:55
Director

Ya has visto combatir a tus dos hermanos más veces. Los dos, como tú, han aprendido de Cord, y se puede notar. Como siempre, su entrenamiento y dedicación por la esgrima es prodigioso, y aunque tu no eres un duelista menos capaz, lo de ellos es claramente único.

Pero al final, como casi siempre, Vaela no puede igualar la fuerza e ímpetu de tu hermano. Su habilidad y entrenamiento pueden ser similares, pero Inael tiene capacidades físicas que ella no puede igualar. Comienza a descargar feroces golpes a un lado y otro, con una fuerza y tesón inusitados, hasta que la espada golpea la mano de Vaela que suelta su florete con un grito de rabia y dolor, retrocediendo unos pasos.

Ambos llevan trajes acolchados y máscaras, el clásico atuendo de entrenamiento. Enfrascados en su duelo no parecen haber notado vuestra llegada.

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25/08/2019, 19:58
Inael di Venture

- Ah, Ela, ¿cuando te vas a rendir? - ríe Inael, haciendo un molinete con su espada tras quitarse la máscara, con visible satisfacción-. Cuatrocientos doce a noventa y nueve, es una cifra ridícula. Eres buena, Ela, pero por favor, deberías medirte con oponentes mas adecuados a tu nivel.

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25/08/2019, 20:00
Vaela di Venture

- Ya, ya, ya - reconoce Vaela, con calma, sujetándose la mano amoratada. Se quita la máscara mostrando un rostro sudado pero tranquilo, y avanza hacia un banco a recoger agua-. Hermano, yo prefiero caer derrotada contigo que vencer a alguien que no me va a enseñar nada. Cada derrota es un aprendizaje. Quizás deberías dejar de medirte a una pobre incapaz como yo, y luchar con Cord. Claro que sabes que Cord te cortaría en dos como una ramita, ¿no es así? 

Coge una toalla, secándose su rostro y se limpia con agua de un barreño, bebiendo un poco, cuando nota vuestra presencia. Tu hermana esboza una amable sonrisa, en su rostro calmado y estudiado. Siempre ha sido así: manteniendo cierta distancia de todo, pero no por ello siendo menos afectuosa. Hay algo extraño en como tu hermana siempre mantiene la calma a la par que puede mostrar cariño y alegría, como si filtrase una pequeña parte de sus emociones con precisión.

- Y hablando del emperador de Redas... Cord, ¿has venido a vernos pelear o a traernos a nuestro hermano de su viaje? Bienvenido, Cael, se te ha echado de menos.

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25/08/2019, 20:04
Inael di Venture

- ¡El! - saluda con una abierta sonrisa Inael, acercándose a ti y dándote un abrazo. No se molesta en secarse ni limpiarse, así que notas el sudor de sus ropas de entrenamiento.

Tu hermano siempre ha sido mucho más impetuoso que Vaela. Donde ella es calma y precisión, el es todo lo contrario. Pero eso no debería ser motivo para infravalorarlo: Inael no es solo rápido con la espada, sino que es uno de los hombres más ingeniosos que has topado jamás. Siempre con una salida rápida, con un chiste en la boca. Afable y agradable, su reputación es la de uno de los nobles solteros más afamados de Duriel.

- ¿Que tal el viaje, hermanito? - pregunta, con una sonrisa, palmeándote en la espalda-. ¿Te han tratado bien las repúblicas? Puedo decir que aquí el círculo de la brisca te ha echado de menos. Las partidas de cartas no son lo mismo sin ti. 

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28/08/2019, 11:33
Cael di Venture

Le gustaba ver competir a sus hermanos, no sólo porque aprendía sobre movimientos que ni a él mismo nunca se les hubiera ocurrido, sino porque aprovechaba para ver sus flaquezas y puntos fuertes, esperando recopilar la suficiente información como para vencerlos en el campo de batalla.

Vaela era rápida, con un toque sutil pero eficaz que lanzaba veloces tajos a su oponente pero Inael estaba tan acostumbrado a luchar contra ella que posiblemente alargara el combate por su disfrute personal. En alguna que otra ocasión había intentado pelear con ellos pero, desde el principio, fingía que apenas podía seguirles el ritmo y por supuesto nunca, nunca, acertaba en el golpe. Puede que esa fuera la manera de pasar desapercibido y que no resultara amenazante, que creyera que apenas podía coger el florete con la postura correcta sin equivocarse varias veces.

Esperó a que ambos terminaran para acercarse a saludar, sumándose al abrazo que le tendía Inael y palmeándole la espalda como muestra de cariño aunque, en realidad, se imaginara que en su mano tuviera un puñal que estocarle entre los omóplatos.

- También me alegro de veros.- Se apartó para saludar también a su hermana, cogiendo su mano herida y depositando un delicado beso en ella.- No ha estado mal, pero no hay nada mejor que estar en casa. Además, al llegar me he encontrado una grata sorpresa que tal vez os guste.- Miró a ambos con cierta ironía, refiriéndose al contrato aunque todavía no lo hubiera enseñado.- Pero antes de los regalos, me muero por una copa. ¿Entramos?

Notas de juego

Post mierda para no seguir atrasada, sorry

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01/09/2019, 18:13
Inael di Venture

- ¿A dentro para qué? - ríe Inael mientras termina de limpiarse, y lanza un silbido con los dos dedos.

En ese momento un criado (no lo conoces, nuevo seguramente) llega a la carrera.

- Tráenos unas copas, Kiro, y algo de comer. Venga, brío, muchacho.

El chico asiente y sale a la carrera. Inael en ese momento se sienta en un banco, terminando de secarse el sudor y el agua que ha usado para limpiarse, y tira la toalla a un lado.

- Hace un día estupendo para meternos dentro de esa jaula antiquísima. Los muros ya me oprimen solo teniéndolos detrás. 

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01/09/2019, 18:16
Vaela di Venture

Vaela se acerca a ti ahora que se ha secado y te da un abrazo. Contenido, como siempre, pero afectuoso... Como siempre. Te sonríe mientras camina hacia un seto, y saca de allí un odre que te tiende de forma inmediata.

- Mientras el chico trae las copas... No venimos a entrenar sin nada, Cael. ¿Un trago? - te tiende el odre con lo que parece vino del bueno.

Acto seguido, se sienta recatadamente en un banco del jardín.

- Espero que tus sorpresas sean buenas, hermano. Supongo que Cord ya te lo habrá dicho, pero padre... Ha empeorado - su voz suena ensayadamente afligida. No eres el único de los Venture que siente más bien poco aprecio por su padre.- Al menos tenemos una fiesta lista para recibirte de nuevo en la corte. Va a ser divertida. Además, he convencido a una amiga para que la conozcas. Creo que te va a gustar - sonríe con picardía.  

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01/09/2019, 18:20
Inael di Venture

- Oh, Ela, deberías de dejar de fingir que te importa lo que le pase a ese viejo cabrón - gruñe desde el sitio donde está sentado Inael, enarcando una ceja-. Pero si. El baile va a ser el hito del año. Acudirá todo Duriel, y si, la amiga de Ela te va a gustar - se ríe.

Y por como se ríe no te queda claro si es en serio o no. 

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01/09/2019, 18:23
Cord far Ascard

- Chicos, respetad a vuestro padre - dice Cord mientras contempla la estabilidad estructural de una banqueta que hay en el jardín, dudando si resistirá su peso o no. Finalmente se arriesga a sentarse, con éxito.

Cord lleva años intentando que la relación de los pequeños Venture con su padre mejore, pero sabe, de una forma u otra, que el viejo duque no crió a sus hijos para que le quisieran. Con que le respeten, parece servirle. 

 

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03/09/2019, 13:39
Cael di Venture

Le hubiera gustado la tranquilidad de su “hogar” para charlar sin más preocupaciones que la elección del vino, pero al ver que ambos preferían estar fuera no insistió. Cualquier lugar era bueno para dar las “buenas noticias” de su pequeño descubrimiento.

Sin embargo ellos comenzaron dando información, una que a diferencia de sus hermanos no le gustó. Su padre estaba empeorando, cayendo en manos de la parca más rápido de lo que creía. Meditó unos largos segundos mientras bebía un sorbo del odre, pensativo.

- ¿Los mejores médicos están tratando a padre? – Cael se mostró preocupado y, en su mezquina mente, así era. Él no quería que muriera, no de una manera natural en compañía de los suyos. No, claro que no. Quería que estuviera vivo lo suficiente como para ver caer su nombre, sus esfuerzos, su familia, ver su hogar hecho cenizas y que la muerte fuera la única salida, terminando con todo su odio con una rápida estocada en la garganta que bañara los pasillos de su prisión.- Y no, no sabía nada.- Echó una rápida mirada a Cord, aunque no había ningún tipo de reproche en sus palabras. Tras el largo viaje, intuía que recibirle con esa clase de noticias era difícil, prefiriendo posponerlo aunque sus hermanos pensaran de distinta manera.

Bebió otro trago del odre antes de tendérselo a Vaela, sentándose también en el banco, al lado de su hermana, mientras escuchaba sobre la fiesta de bienvenida enarcando una ceja. Eso me da una idea.

Viendo que no había que ir con rodeos, sacó de su bolsillo un documento plegado y se lo tendió a Inael, dejando que viera el contrato que había firmado hace apenas unos minutos.

- ¿Adivináis a quién me encontré? – Esperó el tiempo suficiente a que su hermano leyera el apellido de “Iridar”, fijándose especialmente en su rostro que delataba una señal de sorpresa camuflada. Sobre todo esperó a que le tendiera el contrato a Vaela y, viendo la “gravedad” de la situación, esperar por si deseaban mandar marchar a Cord.- Paseaba cuando las encontré, las gemelas d’Iridar, con un contrato en mano para ingresar en Rarezas.- Mientras hablaba se aireaba la camisa por la calor, restándole importancia al asunto que sabía era de suma importancia, sobre todo para él.- Me llamó tanto la atención que quise investigar et voilà, logré ganar una parte de su confianza, tanto como para que fuera ella misma quien me contratara.- Sonrió, sabiendo lo que significaba, un paso tan insignificante para Esla pero que para la Casa Venture podía suponer una ventaja victoriosa.- Las mantendré vigiladas para que no supongan una amenaza. Es más, estaba pensando incluso en invitar a los nuevos miembros a la fiesta.- Esa era su gran idea, meter a todos los integrantes en su casa con excusa de una fiesta de bienvenida para que ambos bandos pudieran conocerse.

Por un lado sus hermanos verían que las gemelas estaban con él, justamente lo que quería.

Por otro las gemelas creerían que era una persona confiable y las protegería incluso en suelo enemigo, le beneficiaba.

- ¿Qué me decís? Sin duda será un baile memorable.

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09/09/2019, 13:36
Director

Los tres reaccionan a la noticia con cierta sorpresa. Cada uno de una forma diferente. 

Puedes ver que Inael te mira con una expresión entre ofendida y analítica. Está claro que no esperaba este movimiento por tu parte, y está calculando lo que significa. O dudando de si eres un idiota. O simplemente pensando. Es difícil de saber. Vaela, en cambio, tras un momento de visible sobresalto, relaja su expresión, y simplemente te mira. 

Lo más inquietante es como reacciona Cord. No dice nada. Solo se cruza de brazos, con expresión adusta, manteniéndose al margen. 

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09/09/2019, 13:38
Inael di Venture

- Te has unido a la Casa de las Rarezas para seguir a las gemelas d'Iridar... ¿Qué estupidez es esta? - pregunta Inael, el primero en hablar.

En ese momento el muchacho llega con la comida y la bebida. Deja la bandeja en un banco, y se va cuando Inael le hace un gesto agresivo de que se largue a toda prisa. Tu hermano avanza hacia el vino y se sirve una copa.

- Un contrato con una casa de la guerra es vinculante, Cael. No puedes romperlo tan facilmente, ¿verdad, Cord? - le pregunta al comandante de los Dragones de Cobre, que no dice ni hace nada-. ¿Y como nos deja a nosotros? Somos los Venture. ¿Uno de nosotros uniéndose a una casa de la guerra? Y encima... Una casa rival, de nuestra ca... De nuestros vasallos. ¿Has tomado esta decisión borracho o...? No lo entiendo, El. 

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09/09/2019, 13:41
Vaela di Venture

- Deberías haberlo visto venir, hermano - le interrumpe Vaela, sirviendo dos copas, una para ella y otra para ti. Avanza y te entrega el vino con una sonrisa. La misma sonrisa analítica de siempre.- Nuestro hermano pequeño se aburre en la corte, todo el mundo lo sabe. Tomando cada oportunidad para visitar el extranjero, de aventura en aventura... Y ahora le ha surgido la oportunidad de otra aventura. Deberíamos habernos asegurado de que te hicieses a la vida de Corte, Cael. 

Te pasa la mano por el hombro, sin dejar de mirarte.

- Invita a tus compañeros, por supuesto - dice entonces-. Será una buena oportunidad para que les expliques que la casa de las Rarezas ahora se convertirá en una casa vasalla de los Venture, ¿no crees? 

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09/09/2019, 13:45
Inael di Venture

- Tenemos un contrato con los Dragones, las otras casas no verán con buenos ojos que nos sirvan dos casas de la guerra - comenta Inael, pensativo.

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09/09/2019, 13:46
Vaela di Venture

- ¿Dos? No, no, hermano. Las Rarezas ya apenas son nada. ¿No te has enterado, hermano? Todos sus miembros han desaparecido - comenta Vaela, que parece muy enterada de lo que ha sucedido en las Rarezas-. Si han llegado nuevos reclutas, todo lo que tienen es su mansión y a ese grupito de reclutas. Y bueno, Cael dice que tiene curiosidad por las gemelas d'Iridar. Un nombre antiguo y famoso, pero, ¿y? - se encoge de hombros, paladeando el vino-. Las d'Iridar solo tienen un nombre enterrado.

Se sienta en una silla. 

- Las Rarezas podrían servir a los Dragones de Cobre, uniéndose como un escuadrón de élite a su mando - continúa, volviéndose hacia Cord far Ascard-. Le daría el renombre a los vuestros de lo que carece, y aunque solo sea por darle ese relumbrón, saldríamos ganando. Y los nuevos reclutas tendrían un buen pagador, porque ahora mismo... ¿Qué tienen? Nadie les soporta. Y nosotros nos aseguraremos de que ninguna otra casa quiera ofrecerles el mecenazgo, ¿verdad, Cael?

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09/09/2019, 13:51
Director

Inael medita sobre las palabras de su hermana, saboreando el vino. Parece convencerle. A su espalda, Cord parece escuchar el plan de esta sin comentario alguno, obediente. 

De pronto, antes de que tengas tiempo siquiera a hacer nada, tu hermana te ha introducido en una trama de las suyas. Puedes rechazar su idea, oponerte en secreto, pero notas que debes andar con pies de plomo.

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11/09/2019, 13:54
Cael di Venture

En cierta manera entendía la reacción de ambos. Tenía claro que no sería recibido con un mar de aplausos mientras coreaban su nombre, más bien buscarían el punto flaco por el que atacar y que, francamente, poco le importaba. Había valorado los pros y los contras de su decisión, y necesitaba formar parte de Rarezas, al menos si quería desbancar a su familia.

Esperó a que ambos terminaran de echarla en cara lo que quisieran, sirviéndose una copa con la apacible parsimonia de aquel que cree que la cosa no va con él. No prestó demasiada atención al contenido del vino, sujetándola con una mano mientras movía el contenido con pequeños círculos antes de darle un sorbo para mojarse los labios, degustando en su paladar el sabor algo trastocado por la granizada que había tomado.

Lo que tenía claro es que no iba a responder a las acusaciones de aburrimiento en la corte. Era cierto, en alguna manera, que todavía no se había hecho al mundano mundo de las fiestas y bailes, viéndolo más bien como una exposición social que como un festejo, pero era algo necesario si quería construir su venganza piedra a piedra. Pero sobre todo prefirió no abrir la boca al saber el papel que había escogido durante todos estos años, el hermano pequeño moldeable al que no había que tener en cuenta, más preocupado por las conquistas que por la política y, hasta el último día, seguiría así.

Un segundo sorbo mientras se sorprendía de que Vaela estaba informada sobre la desaparición de sus miembros, algo que apenas él supo horas atrás. Eso le hizo sospechar que tenía a alguien vigilando los alrededores o dentro de la misma casa. Debía ir con más cuidado.

- Invitaré a la letrada para que podáis reuniros con ella. Es la que lleva todo el papeleo, la única autoridad ahora mismo.- Sabía que el hecho de que la Casa firmara obediencia hacia los Venture dificultaría su plan. No sería una entidad independiente, no tendría su propia fuerza, serían más bien otros siervos con los que tener cuidado y era justamente lo que quería evitar. En pocas palabras, le jodía por completo.- Nunca se me había ocurrido tan grandísima idea, Vaela.- Sonrió a su hermana mientras le depositaba un beso en su mano, mostrando orgullo por la mujer de la familia.-  Por cierto, no puedo evitar tener curiosidad sobre la amiga que antes mencionasteis.- Apartar las triquiñuelas para centrarse en la vena mujeriega, desviando así la atención hacia otro punto que pudiera calmar los ánimos aunque dudara que su hermano Inael olvidara el tema tan fácilmente.- Estoy deseando conocerla.

Notas de juego

Te he cambiado de tema porque, aparte de que está con el papel de "política me interesa 0, yo solo quiero divertirme e ir a fiestas", para que puedas cortar aquí la escena si quieres seguir adelante.