Partida Rol por web

Dos horas después de emprender la marcha veis en la lejanía  una silueta que se sale de lo esperable en mitad de la arena de Rub al-Jali, la silueta de una ciudad fabulosa, erizada de altí­simos pilares que se elevan hacia el sol del de­sierto como los brazos de los condenados del Infierno.

Continuáis la marcha con precaución y ya más cerca, aunque aún a una distancia prudencial desde donde podéis observar sin ser vistos, podéis ver los edificios, de arquitectura extraña y casi inhumana que incomprensiblemente se encuentran intactos, en perfecto estado, sin el más mínimo deterioro.

Nadie se mueve en el interior de la extraña ciudad.

Al principio Sonny creyó ver un espejismo. Cuando los demás confirmaron la realidad de lo que veían, aún en la lejanía, pensó que se habían perdido y vuelto al punto de partida.  Sin embargo, al acercarse más, descartó la idea. Aquella ciudad no era normal.

- No se ve ni un alma.- Comentó agazapado y observando toda la extraña estructura.

La visión de aquella ciudad erizó los vellos del cabo sin poder saber porque. No eran construcciones normales. Se notaba que era de otro lugar, más allá de lo que se pudiera encontrar en la tierra construido por humanos. Pero lo que le erizaba el pelo era el silencio y la quietud de aquel lugar. Sin duda podría albergar a todo una gran población, pero estaba vacía. Nada.

-No, no se ve a nadie y eso me da muy mala espina...no me gusta -coincidió Ab con Sonny mientras miraba la gran ciudad, buscando algún signo o alguna huella que delatara algo e intentando escuchar algo que le quitara aquella sensación.

Roderick miró la ciudad torciendo el gesto... tenía muy mala experiencia con las ciudades antiguas, ¡Como todos los allí presentes! Pero aquella en especial le daba muy mala espina puesto que la forma de su arquitectura, no se parecía a nada de lo que él había visto y estudiado y eso quería decir mucho, puesto que había sido un historiador del arte frustrado por su "vocación" episcolar, lo cierto es que había estudiado y viajado mucho por su cuenta, por su propio afán de erudito y aficcionado en arte para saber que aquello era de todo menos humano.

- A mi tampoco me gusta...- dijo más para sí que para sus compañeros- y menos aún que no se observen habitantes... una ciudad abandonada no puede presentar ese aspecto, se ve intacta... es imposible- dijo tras compañeros, compartiendo lo poco que le había gustado a ellos aquella ciudad- pero me temo que vamos a tener que acercarnos para averiguarlo...- odviamente él no pensaba ofrecerse, pero ahí dejada la piedra.

–Recordad la ciudad esa en España– añadió Matt, que parecía tan receloso como dolorido. Se había tomado el fuego amigo del padre mejor que su mujer, pero no estaba claro si era por la pérdida de sangre o porque sentía que su hijo estaba cerca y era la única preocupación que tenía en ese momento.– Claro, que allí eran como moscas... ¿Y si no salen por el día? Tendría sentido. En el desierto hay muchos animales nocturnos.

–Podríamos...Podríamos quitar la montura del camello de Nick para que parezca un camello salvaje y azuzarlo para que avance solo en esa dirección.– sugirió la mujer dando un vistazo a la montura que tristemente ahora era un animal extra. Si no pasa, alguien tendrá que acercarse mientras el resto le cubre...

-Buena idea Daphne. No creo que esto sea normal y si tienen algún sistema de defensa estará oculto, cosa que se activará cuando el camello entre en la ciudad o pase cerca. De todas formas no tenemos nada que perder... -dijo encogiéndose de hombros y recordadndo a su compañero asesinado por aquellos seres-. Bueno si acaso para volver con nuestros hijos...  cuando los encontremos.

La ciudad está completamente vacía nada que puedas ver u oír desde donde estás empaña esta impresión y sientes en tu interior que el final del camino que te ha traído hasta aquí se encuentra en esa ciudad vacía.

Sabes que el final del camino que te ha traído hasta aquí se encuentra en esa ciudad vacía.

Sabes que el final del camino que te ha traído hasta aquí se encuentra en esa ciudad vacía.

Sabes que el final del camino que te ha traído hasta aquí se encuentra en esa ciudad vacía.

El plan de Daphne no parece malo y sin más preámbulos os ponéis manos a la obra. Retirasteis la montura y los enseres del camello del difunto Nick y lo azuzasteis para obligarlo a caminar en dirección a la ciudad.

El camello, libre de la carga y de las cuerdas que le habían traído hasta aquí obedeció vuestras órdenes y con un paso cansino comenzó a caminar.

Lo observasteis mientras se alejaba esperando que aquello que vivía en la extraña ciudad se mostrara, pero nada de eso ocurrió. El camello caminó sin obstáculos y llegó sin ningún contratiempo hasta las calles donde se paró bajo la sombra de unos de los extraños edificios.

AL ver que el camello no sufría daño alguno Sonny se incorporó y azuzó a sus compañeros.

- Vamos, ¿a qué esperamos?- Algo le decía que aquella ciudad era el final de su largo camino en busca de sus hijos.

Ab asintió a Sonny sin mirarle. Sus ojos estaban centrados en la extraña ciudad con su incómoda silenciosa quietud. El cabo se levantó y comnezó a andar hacia la misma. No podían esperar eternamente y menos sabiendo que sus hijos debían estar cerca.

Mirando a un lado y otro en previsión de que algo les asaltara en la primera esquina, el soldado, rifle en mano, entró en la ciudad.

–Esperad...Quizás reaccione a vuestro tatuaje–. Daphne miraba desconfiada aquella ciudad– que uno de vosotros avance unos metros. Luego el resto le seguiremos. Si el tatuaje activase alguna alarma, así tendríamos una oportunidad de defendernos...y de que no muera nadie más hoy.

Roderick miró las ruinas con mucha atención, casi con deseo de ir hacia allí... como si con aquel gesto se pudiera acabar el penoso camino que habían estado recorriendo en el desesperado intento de todos por salvar a los niños.

- Vamos, ¿a qué esperamos?- Algo le decía que aquella ciudad era el final de su largo camino en busca de sus hijos.

- Creo que nuestra búsqueda va a terminar pronto...- iba a haber acompañado a Sonny pero la voz de Daphne lo detuvo

–Esperad...Quizás reaccione a vuestro tatuaje–. Daphne miraba desconfiada aquella ciudad– que uno de vosotros avance unos metros. Luego el resto le seguiremos. Si el tatuaje activase alguna alarma, así tendríamos una oportunidad de defendernos...y de que no muera nadie más hoy.

Iba a haberse quedado en la retaguardia mirando al suelo para que no repararan en él y así escaquearse de aquel marrón, como era costumbre en un cobarde como él, sin embargo al mirar a sus compañeros y sus heridas se sintió mal y quiso enmendar el episodio del fuego amigo con un acto temerario, quizás redentor... no sabía muy bien que pensar, porque si lo hacía enterraría su cabeza como un avestruz en el suelo, así pues se tiró a la piscina.

- Iré yo- dijo escuetamente, si decía algo más se echaría a llorar de manera que se levantó y se puso en movimiento 

Ab se detuvo cuando Daphne le dijo que esperaran. Su idea era buena, pues no era plan de que todos cayaeran a la primera si era cierto que las defensas reaccionarían al tatuaje. El cabo asientió mirando al resto y cuando se disponía a moverse para ser él quien entrara, Craven se le adelantó.

-Espere, padre -dijo cogiéndole por el hombro para detenerle-. Iré yo. No es por despreciar su ofrecimiento, pero si ocurre creo que estaré mejor preparado para salir airoso.

Dicho esto, se adelantó para entrar en la ciudad.

Todos esperasteis expectantes la entrada de Abraham en la ciudad, pensando que en cualquier momento las defensas de la ciudad se activarían y atacarían al soldado, pero nada de eso paso.

Pronto todos entrasteis en la peculiar ciudad. Desde cerca, aún resulta más extraña, pues aunque totalmente vacía, los edificios se encuentran completamente intactos, como si una brigada de obreros acabara de terminar las reparaciones. Incluso el empedrado de las calles está libre de la mínima mota de polvo o arena del cercano desierto.

No hay indicaciones que seguir, pero la misma sensación que os ha traído hasta aquí os dice que vuestro destino se encuentra en el centro de esta misteriosa ciudad.

Algo se desliza entre los edificios lejos de tu mirada, te das cuenta que no estáis solos, algo os observa desde las sombras.

Algo se desliza entre los edificios lejos de tu mirada, te das cuenta que no estáis solos, algo os observa desde las sombras.