Partida Rol por web

La ciudad perdida. Aventuras por el mundo.

La Aventura

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06/09/2015, 13:18
Director

Mañana del equinoccio de otoño, 21 de Eleint.
Bulborp, Tierras centrales occidentales.

 

Las brisas frescas llegan dejando atrás el verano, con cielos nublados, poco a poco las temperaturas bajan acompañadas de tenues lluvias, la vida lejos de los mares y grandes lagos se hace más agradable, las hojas de los arboles comienzan a teñirse de un color ocre antes del deshoje, dando entrada al otoño, el viajar para el comercio y la aventura se hace mas llevadero, impulsando a más habitantes de Faerûn a lanzarse a los caminos, lamentablemente esto también hace que los bandidos y saqueadores busquen fortuna aprovechándose de los transeúntes, robando sus bienes y pertenencias, a pesar de que eso sea una tradición anual, este año parece haber empeorado.

A una semana de la celebración de la buena cosecha en las tierras centrales occidentales de Faerûn, las hordas de humanoides salvajes de la zona atacan las diferentes localidades, a pesar de que han repelido la gigantesca amenaza en las grandes ciudades, las pequeñas poblaciones solicitan la ayuda de mercenarios y soldados dispuestos a ayudar en la defensa de este creciente peligro. En la pequeña localidad de Bulborp, de tan solo ochocientos diez habitantes, el alcalde con la cooperación de los demás gobiernos del lugar, ofrecen a los aventureros y mercenarios un precio por cabeza de los trasgoides atacantes.

La ciudad cuenta con un pequeño ejercito de soldados enviados por las diferentes ciudades de la region, variopintos uniformes llenan las barricadas alrededor del pequeño poblado, protegiendo las entradas con sus escudos y sus estandartes, pero no basta con solo protegerla, también hay que erradicar el peligro para volver a la vida normal. Oficiales militares y paladines son enviados a buscar aventureros o mercenarios dispuestos a dar caza al ejercito de orcos, trasgos, trolls y demás criaturas, incluyendo a los habituales bandidos que campan en los limites de las ciudades en las cuevas y bosques de aquella apartada comarca.

En los tablones de anuncios de la taberna, la posada, la oficina del alguacil y la pequeña plaza de la ciudad hay carteles de "Se busca" indicando que recompensaran a diez monedas de oro, por cada cabeza de trasgoide que lleven ante las autoridades del pueblo.

 

Notas de juego

Los horarios no los especificare en horas, más bien como Alba, Mañana, Mediodía, Tarde, Anochecer, Ocaso, Noche, Medianoche y Madrugada.

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06/09/2015, 19:24
Kerena Goldheart

Mañana del equinoccio de otoño, 21 de Eleint.
Bulborp, Tierras centrales occidentales.

Kerena fue una de las primeras personas que llegó a la ciudad tras la llamada de socorro de la misma. Por supuesto no llegó sola, apareció junto al resto de paladines con los que se unió para poder ayudar a la convocatoria de ayuda de Bulborp.

Ante misiones así de importantes no puede evitar sentir nerviosismo y emoción a la vez. Sabe que se enmarcará en una aventura con personas nuevas y absolutamente desconocidas, lo que implicaba conocerlos a fondo y apoyarlos y ayudarlos bajo cualquier circunstancia; y siendo mujer conoce los riesgos. A pesar de los nervios, no se deja dominar por el miedo a lo desconocido.

A esas horas de la mañana, se encuentra en el centro de la ciudad, equipada con su coraza de acero pero no la lleva completa, ya que lleva la cabeza desprotegida de su casco; lleva el pelo recogido en un peinado perfectamente trenzado, con lo cual unido al gesto de su cuerpo y su rostro entregado, sereno pero amable, aporta confianza a los transeúntes y aventureros que quieran unirse a la misión de socorrer aquellas tierras.

Entrega panfletos de papiro que recoge la información de la recompensa por cabeza de los trasgos, mientras conversa rápidamente con los interesados en el tema.

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07/09/2015, 12:37
Neph

Mañana del equinoccio de otoño, 21 de Eleint.
Bulborp, Tierras centrales occidentales.

¿Sabes? Estar muerto tiene muchas desventajas, claro que depende de cada persona y de su forma de ver el mundo que le rodea. A mi en particular me resulta muy molesto no recordar nada de mi pasado. Tambien es muy molesto hablar solo, ya que la gente común no puede verte ni oírte, y si no eres una persona muy tranquila, no te llevarías bien con el mayor pasatiempo de un fantasma: Observar. Claro que todo esto tiene sus ventajas: Sigilo es tu segundo nombre, nadie puede oírte ni verte fisgonear en los asuntos de otras personas, y créeme, no te haces a la idea de lo descuidada que puede ser una persona.

Tampoco necesitas dormir, o descansar. El apetito, los sabores y los olores son simples recuerdos lejanos que añorar. A mi me gusta rellenar mi tiempo tratando de imaginar cómo debe de oler la ciudad esta mañana.

- Creo que deberíamos informarnos- digo en voz alta mientras observo a los paladines informar a los transeúntes de los posibles peligros. - Pero tengo que pensar bien las palabras con las que intentar convencer a Dasha...

Esa iba a ser la parte difícil, pero, seguramente el oro le haría entrar en razones. Eso, y que necesita a alguien que pueda defender la en caso de peligro.

 

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07/09/2015, 15:23
Glockta

Mañana del equinoccio de otoño, 21 de Eleint.

Bulborp, Tierras centrales occidentales.

 

Acampe a varia millas de la villa ya que la noche se me echaba encima y viajar de noche no era buena idea. Ya quedaba poco para llegar al destino de mi viaje, la villa de Bulborp. Madrugue y recogí el equipo que portaba, llevaba ya un par de días durmiendo a la intemperie y ya tenía ganas de poder hacer una comida digna y dormir en un catre decente.

Rápido me dirigí a mi destino, me encontraba ansioso por poder encontrar algún servicio que hacer y ver si tantos años de entrenamiento había valido para algo.

Ya era entrada la mañana cuando llegue a la villa, ya se veía el fluir de la gente de un lugar a otro. Para no mostrarme amenazador o que la gente pudiera mostrar desconfianza hacia mi persona, llevaba la cabeza descubierta y el escudo colgado a mi espada.

Al llegar al centro del pueblo me encuentro con una dama perfectamente acorazada y armada, inspiraba confianza, mientras repartía una especie de panfletos, con los cuales parecía estar intentando reclutar gente para algún servicio.

Con paso firme me acerco a ella, y con una medio inclinación de cabeza a modo de respeto la saludo.

-Buenos días señora- mientras cojo y echo un ojo a uno de los panfletos que esta repartiendo.

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07/09/2015, 15:40
Dasha Milner

Mañana del equinoccio de otoño, 21 de Eleint.
Posada de Bulborp, Tierras centrales occidentales.

El ruido y las voces despertaron a Dasha. Los pasos al otro lado de la puerta de su habitación eran lentos acompañados de algunos murmullos. No había pasado mala noche, caminar la había agotado de tal forma que solo recordaba un momento breve de oscuridad. 

Se incorporó y se lavó la cara en una pequeña pileta cercana a su cama. El agua estaba limpia y fría, y miró a su alrededor buscando a su compañero. No le extrañó no verle, ya que por las noches, mientras estuvieran bajo techo, solía dar paseos por el lugar mientras ella descansaba.

Terminó de ponerse y equipase con sus pertenencias, cogió su pequeño saco de monedas, sus dagas y las agarró al cinturón antes de ponerse la capa sobre los hombros. Revisó lo que llevaba encima varias veces y la habitación para asegurarse de que no se le olvidaba nada, y después salió de la habitación, cerrando cuidadosamente la puerta tras de si.

Caminó por el pasillo ahora tranquilo, y bajó las escaleras hasta la planta inferior de la posada dirigiéndose a la recepción para pagar su hospedaje. 

 

 

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07/09/2015, 15:57
Kerena Goldheart

Mañana del equinoccio de otoño, 21 de Eleint.
Posada de Bulborp, Tierras centrales occidentales.

En ese momento en el que se le acerca Gockta, deja de hablar con unos de los interesados y mira al guerrero con una dulce y cortés sonrisa. Ante la reverencia de él, ella le responde de la misma manera, con un breve gesto con la cabeza a modo de saludo.

- Buenas sean guerrero, ¿estáis interesado en la lucha para salvar la ciudad? - Le tiende el panfleto mientras observa la zona en general, viendo que en ese momento no hay demasiada gente. Apila todos los trozos de papiro sobre sus manos y finalmente vuelve a mirar a Gockta esperando su respuesta, en una postura recta, firme y animada a su vez.

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07/09/2015, 19:36
Umi Sapphira

Mañana del equinoccio de otoño, 21 de Eleint.
Posada de Bulborp, Tierras centrales occidentales.

La ciudad de Bulborp le venía bien para hacer una parada antes de llegar a su destino, por lo que podría decirse que esta ciudad en peligro resultaba ser su ciudad de paso.

Proviniendo del este, no quería perder demasiado tiempo a pesar de que no descarta el poder aprovechar cualquier oportunidad que aquellas tierras puedan brindarle.
Olvida y obvia cualquier hecho de que pueda correr peligro por aquellos lares puesto que ni siquiera ella había oído hablar mucho sobre la ciudad, no más de lo común y algún que otro rumor sobre ciertos peligros, que decidió ignorar.

Acababa de llegar de un largo viaje a caballo en solitario, y en esos momentos camina por el centro de la ciudad hacia la posada con las botas llenas de barro. Lleva sus ropas más cómodas y aunque enseñe su escote, su melena suelta y parte de sus joyas, no viste como una mujer común, no usa faldas (aunque si corsets oscuros que deja a la vista) si no pantalones ajustados con botas altas, y gracias a no llevar su sombrero pirata no llama la atención más de la cuenta. Todo en ella es oscuro, su ropa, su piel y su pelo excepto sus ojos que relucen de un color azul intenso a juego con las joyas de zafiros y plata que luce brillantes en aros colgando de sus orejas y anillos ajustados en sus dedos. 
Oculta su rostro y parte de su cabello en la capucha que lleva puesta y mientras camina va comiendo un muslo de pollo que encontró en un plato de una buena mesa de un restaurante de la entrada al reino.

Come con calma y se chupa alguna vez los dedos, e incluso no abre demasiado la boca mientras mastica. Cuando llega al centro de la plaza en donde se encuentra también la posada, observa al grupo de paladines y justo en ese momento, a la única chica paladina que justamente está hablando con un hombre.

Ladea la cabeza, frunce el ceño y luego sonríe. Le gusta lo que huele desde ahí.

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07/09/2015, 22:36
Callia

Mañana del equinoccio de otoño, 21 de Eleint.
Bulborp, Tierras centrales occidentales.

-Así que esto es Bulborp, ¿eh?- Dijo Callia para sí misma cuando llegó a la ciudad. Llevaba ya unas horas caminando, desde el alba, que fue cuando dejó la zona donde acampó durante la noche, por el camino tuvo la suerte de no encontrarse con ninguno de esos bandidos ni criaturas que amenazan esta zona.

Cuando llegó a la ciudad sentía una mezcla de emoción, cansancio y hambre, después de semanas de camino, lo que más deseaba era instalarse y darse una buena ducha, aunque realmente no tenía nada planeado, ni sabía que iba a hacer primero nada más llegar. 

Callia se adentró por las calles de la ciudad, a esa hora no había mucho movimiento, solo las personas que tenían sus negocios se veían ya trabajando a esa hora. Al llegar a la plaza del pueblo vio a una chica con armadura que repartía una especie de panfletos hablando con otro hombre armado, siguió caminando hasta llegar a la posada.

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08/09/2015, 20:16
Umi Sapphira

Mañana del equinoccio de otoño, 21 de Eleint.
Bulborp, Tierras centrales occidentales.

Camina lentamente hacia donde está la paladina. Se termina el muslo de pollo y lo tira al suelo de forma inapreciable, terminándose de relamer los dedos, se los limpia sobre el pantalón donde le cuelga del cinturón un pañuelo viejo. Se pasa la lengua por los dientes y para terminar se relame los labios.

Cuando llega a ellos, mira a Kerena y luego a Glockta y sin decir nada extiende una de sus manos enjoyadas para que la paladina le de uno de esos panfletos, con esa mirada de desconfianza propia en ella.

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08/09/2015, 21:00
Kirea Welm

Mañana del equinoccio de otoño, 21 de Eleint.
Bulborp, Tierras centrales occidentales.

Habían pasado ya algunas lunas desde la última vez que Kirea había tenido la oportunidad de ganar unas monedas contando alguna historia o empleando sus dotes para la música. Cierto es que gozaba de moderado prestigio en otras tierras cercanas a Faerun, pero la bolsa ya estaba vacía y necesitaba un trabajo lo antes posible, pues sus tripas ya hacían dueto con su voz en alguna ocasión.

Vio algunos carteles ya entrada el alba los cuales parecían prometer una aventura que vivir, una historia que contar y un salario que le llenaría el estómago aliviando así sus escasas, pero notables penas. 

Tomó uno de los carteles, lo guardó entre sus cosas y se dispuso a entrar en la posada con enérgica decisión y una sonrisa afilada realzando sus facciones y resaltando alguna que otra escama de su estilizado rostro. Dedicó unos instantes a observar a la gente de la posada como cuando un forastero entra en una taberna desconocida, dio unos pasos aproximándose a la barra y sin perder su seguridad en su mirada colocó unas monedas de cobre sobre la mesa dirigiéndose al posadero.

Entonó una voz ruda y cargada de seriedad, con una expresión fría y calculadora la cual era acorde a su metro setenta y tantos, más con un deje de simpatía en este gesto colocó el índice sobre las monedas acercándoselas así al posadero. 

-Un vaso de leche y unas galletas.-

 

Notas de juego

//Lamento la demora, estoy formateando el pc. 

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08/09/2015, 21:50
Kerena Goldheart

Mañana del equinoccio de otoño, 21 de Eleint.
Bulborp, Tierras centrales occidentales.

En esos momentos en los que se encuentra disponible para Glockta para responder a sus posibles dudas observa la figura de la chica caminando hacia ellos comiendo pollo. Parpadea y mira de nuevo al guerrero, no le da demasiada buena impresión y mucho menos por sus modales.

Cuando ésta coge uno de sus panfletos, consigue su atención de nuevo y la observa.

- ¿Interesada en socorrer la ciudad? - Tiene que hacer su pregunta de igual modo.

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09/09/2015, 01:01
Callia

Mañana del equinoccio de otoño, 21 de Eleint.
Posada de Bulborp, Tierras centrales occidentales.

Al entrar a la posada mira a su alrededor, observando cada esquina de la posada, se dirige a la barra y allí ve a dos chicas, una desayunando y otra pagando; se sienta entre ambas y observa con detenimiento el desayuno, casi se le cae la baba, tiene demasiada hambre, relamiendo se, llama la atención del posadero. -Buenos días, pon me uno de esos- señalando al desayuno de la chica -pero doble, por favor- saca dos monedas de su bolsillo y paga.

Una vez con su desayuno en la mesa si mira a las chicas y le llama mucho la atención el aspecto de una de ellas, nunca había visto a nadie con escamas, trata de no ser descarada, mira hacia otro lado y trata de terminarse el desayuno sin llamar mucho la atención.

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09/09/2015, 01:36
Director

Mañana del equinoccio de otoño, 21 de Eleint.
Bulborp, Tierras centrales occidentales.
Mañana

Kerena Goldheart, una paladina con los colores de Helmo, dios de la protección, portando un escudo con el simbolo de un guantelete de guerra en alza con un ojo sobre el dorso del guantelete, venida de la ciudad cercana de Hlúzhvar, hogar de la fortaleza del Helmo, hace entrega de un panfleto a Glockta y a Sapphira informando de la recompensa que dan los reinos de las tierras centrales occidentales por las cabezas de orcos, trasgos, kobolds, trolls y demás criaturas que estén a favor de aterrorizar a la población de Bulborp, a 10 piezas de oro por cabeza entregada en el ayuntamiento de Bulborp.

Glockta puede percibir que Sapphira es una mujer que viene del este, de la costa del dragón, las ciudades en la costa del dragón suelen albergar piratería, mafias e infinidad de sociedades del bajo mundo, a su vez, la caminata ha hecho que llegue hambriento al pueblo.

Sapphira puede percibir que Kerena no aprecia su presencia, pero si su ayuda.

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09/09/2015, 01:37
Director

Mañana del equinoccio de otoño, 21 de Eleint.
Bulborp, Tierras centrales occidentales.
Mañana

La concurrida mañana hace que muchos soldados y mercenarios entren a la taberna a desayunar, la mayor parte de ellos son hombres y suelen observar a las mujeres que entran, cuchicheando y murmurando bromas entre ellos para luego reírse entre sus comentarios.

Kirea llama mucho la atención al ser una dragona plateada con una gran espada, por lo que la mayoría de las miradas van a parar sobre ella. Subido en un banco de pie detrás de la barra, se encuentra un gnomo de aspecto tosco que con una voz ronca atiende la comanda. - ¡Esther, un desayuno de campeón para la señorita y dos para esta otra! -. Unas cuantas miradas más van a parar a Callia, que es una mujer de rasgos elficos y armada con un arco de cazador, finalmente a ambas les cobran el desayuno (diez piezas de plata a Kirea y veinte piezas de plata a Callia).

Por otra parte, Dasha logra ocultarse del interés de los demás utilizando su capa y pagando cinco monedas de oro por su habitación como cualquier viajero que esta de paso por el pueblo.

Neph observa que los interesados en la cacería de los trasgoides son personas que tienen aspecto de valerse por si mismos en cualquier situación, al menos Glockta y Kerena con sus armas y armaduras le inspiran confianza.

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09/09/2015, 21:50
Glockta

Mañana del equinoccio de otoño, 21 de Eleint.

Bulborp, Tierras centrales occidentales.

Mañana

 

Observe el panfleto que me había dado la paladína y lo guarde en la pechera.

-Mi señora el fin de este viaje para mi es el poner mi espada al servicio de esta ciudad-

Se había unido al encuentro una nueva participante, una chica exuberante y enjoyada, la intuición me decía que debería de tener mi bolsa a buen recaudo, así que disimuladamente la guarde mejor.

-buenos días señorita, Glockta para servirla- mientras intento mostrarme cortes –veo que estáis interesada en este trabajo-

El haber madrugado para llegar pronto a la villa y la caminata me había abierto el apetito.

Dirigiendome a las dos antagónicas damas –llevo viajando desde el alba y eso me ha abierto el apetito, y visto que los tres tenemos un interés común, podríamos compartir una comida mientras preparamos y planificamos una partida de “caza”-

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09/09/2015, 22:53
Umi Sapphira

Mañana del equinoccio de otoño, 21 de Eleint.
Bulborp, Tierras centrales occidentales.
Mañana

Primero observa el panfleto y luego mira a Kerena, analizando su actitud e incluso sus rasgos, definiéndola y clasificándola. 
Cuando Glockta habla, lo mira a él y sonríe de lado, alzando la cabeza y dejando ver sus ojos y a su vez, poder verle bien a él. No quería meterse en ningún grupo de nada pero la recompensa se le antojaba muy apetitosa.

- Esa me parece una magnífica idea... suelo pensarmelo mucho antes, pero veo que pagáis bastante bien, creo que... merece la pena.

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10/09/2015, 10:58
Dasha Milner

Mañana del equinoccio de otoño, 21 de Eleint.
Bulborp, Tierras centrales occidentales.

Tras pagar, Dasha estaba dispuesta a salir de la posada en busca de Neph, pero el olor de la comida le hizo detenerse y mirar a los otros huéspedes sentados mientras comían y charlaban sobre los ataques y las recompensas. Le llamó la atención la joven Dracónida y ... .

-Oye, mirar fijamente a los desconocidos está muy mal.- Dijo una voz conocida a sus espaldas en un tono jocoso.

-¡Dios!... - Dasha reaccionó con un pequeño salto que disimuló como pudo, al mismo tiempo que se alejaba un poco de cualquier persona que pudiera oírla hablar al aire.- No es gracioso Neph... me has asustado.

Neph respiró hondo para calmar la risa y la siguió a un lugar apartado.

-Discúlpame pues ...- Hizo un momento de silencio antes de continuar - ¿Querías hablar con la señora escamada?.

-Un poco de respeto... - le respondió en un susurro- es una persona como cualquier otra... solo que...

-¿Solo que tiene escamas, piel grisácea y azulada?.

No hizo falta respuesta, solo una mirada de Dasha para que Neph comprendiera que no estaba de humor para bromas.

-Está bien- rectificó este- ¿quieres saber que he visto por los alrededores?

Le habló sobre las recompensas y los paladines allá fuera que informaban sobre cómo podían ayudar a los vecinos de Bulborp. Le habló de las personas que había visto y que pensaba que podían ser buenos compañeros de aventuras. 

-...aunque también puedes pedirle a ella que te acompañe, aunque yo preferiría a alguien con coraza y una espada.-concluyó.

Dasha volvió a mirar a la multitud en que desayunaba y aunque Neph tenía razón, tambien necesitaba comer algo antes de salir y hablar con los paladines fuera en la plaza. Así pues, se acercó a la barra y con voz tímida pide unos huevos con bacon.

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10/09/2015, 16:01
Kerena Goldheart

Mañana del equinoccio de otoño, 21 de Eleint.
Bulborp, Tierras centrales occidentales.
Mañana

Kerena piensa en si debería abandonar su puesto de trabajo, pero tras observarlos e imaginar qué deben de ser, se convence: un guerrero, una pícara y una paladina hacen un pequeño grupo bastante bueno.

No puede evitar esbozar una suave sonrisa de complicidad y animada. Luego carraspea y asiente con la cabeza.

- Podemos hablar del viaje comiendo algo, por supuesto, imagino que si acabáis de llegar debéis estar hambrientos… o bueno, mas bien… vos. - Dice dirigiéndose a Glockta, puesto que ya ha visto a Sapphira comer antes de acercarse a ellos.

- ¿Vamos a la posada? - Señala la taberna que está próxima a ellos.

Notas de juego

Puedo salir de mi puesto de trabajo no? xD

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10/09/2015, 19:58
Director

Mañana del equinoccio de otoño, 21 de Eleint.
Bulborp, Tierras centrales occidentales.
Mañana

Kerena pide permiso a su superior, accediendo este a que ella junto a Glockta y Umi vayan a la posada, allí frente a la puerta pueden observar a una joven frente al mostrador principal que murmura cosas, posiblemente pensamientos en voz alta, varios guerreros con diversos uniformes de los reinos cercanos y una draconida plateada sentada en la barra junto a una elfa.

La posada es una edificación de madera con vigas y tablones rústicamente colocados para alzar el edificio de sus cimientos. Al entrar en ella tras puertas dobles se puede observar a la derecha una recepción para las estancias y justo detrás las escaleras para el piso superior desde donde se puede percibir el olor a la comida. Frente a la entrada esta el arco que divide la recepción de la taberna o restaurante de la posada, allí encontraran una sala con diez mesas cuadradas para cuatro comensales cada una. Las paredes son adornadas con trofeos de caza, carteles de se busca y detrás de la barra que se encuentra a la izquierda un menú para los visitantes y diez taburetes donde sentarse, donde un gnomo anciano y calvo de aspecto curtido atiende a los clientes.

El local solo tiene un par de mesas libres donde sentarse, ya que los milicianos de todas clases, razas y ambos sexos, valientes y corpulentos están allí disfrutando de la comida y la bebida del lugar, dando trabajo a las tres camareras que vienen y van con platos, jarras y bandejas.

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11/09/2015, 03:42
Kirea Welm

Mañana del equinoccio de otoño, 21 de Eleint.
Bulborp, Tierras centrales occidentales.

 

Aunque parece distraida, es muy consciente de las miradas de extraños y curiosos que la observan con detenimiento, llegando a dedicar una sonrisa a estos y a Dasha cuando nota su mirada. Su atención no obstante se centra en escuchar las conversaciones y los dialectos que emplean en la región las gentes que se hayan bajo el techo de la posada. 

-Vamos a intentar animar un poco más el ambiente.-

Toma aire tras dar un sorbo a su bebida, la cual no le dura mas que ese trago, con ánimo se balancea ligeramente en la silla tarareando una canción regional intentando animar a las personas que se encuentren cerca suya entonando de manera optimista y sencilla en un principio para comprobar que tan inspirada se encuentra en ese momento. 

Aunque no va más de eso, parece realmente animada y muy curiosa al ver tanto miliciano reunido.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Dejo el resultado de la tirada a gusto del DM, no ha sido gran cosa ciertamente : :D