Partida Rol por web

- La Tienda de Mando de la Compañía es la tienda del Capitán en el Campamento Principal donde esté asentada la Compañía Negra en un momento dado.

- Suele ser un pabellón espacioso, con diversos muebles, entre los que destaca una gran mesa de mapas entorno a la cual se reúnen a veces los mandos de la Compañía para decidir cuestiones de estrategia.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DIA: UNO DEL MES.

HORA: TRAS EL OCASO.

- Convocados por Analista, llegan a la Tienda de Mando: la Sargento Vientos, el Cabo Lemur, el Cabo Barril, la Sargento Falce, Ridvan (actuando como Segundo de los Exploradores tras la muerte del Cabo Berrinche), Matagatos, Ponzoña, Lengua Negra, Manta, el Cabo Cortaplumas y Ballestero (como Segundo de los Reservas).

- De la Caballería tan sólo están presentes Guardaespaldas y Segundo Guardaespaldas, los protectores del Capitán. No hay nadie del Pelotón de Arqueros.

- Segundo Guardaespaldas monta guardia fuera, a la entrada de la Tienda. Guardaespaldas se mantiene a un lado del lecho del Capitán.

- El Capitán está extremadamente pálido. No tiene buen color y ha adelgazado mucho. A veces se estremece entre pesadillas. Tiene los ojos cerrados y cuesta notar que respira.

El aspecto de Analista es malo, aunque no tanto como el del Capitán. Está nervioso y consumido por la tensión. También ha perdido peso y tiene mal color. Se nota que está preocupado por la situación.

- "Tenemos mucho de que hablar." - Comienza el anciano. - "Tenemos noticias de Portaestandarte y del Sargento Virote. Intentamos reunirnos con Portaestandarte, pero sólo acudieron Virote y sus Arqueros." - Explica el hombre con el ceño fruncido. - "Portaestandarte ha nombrado Teniente al Sargento Rompelomos." -

No lo expresa abiertamente, pero se nota que ha sido una decisión unilateral, que por muy lógica que parezca no ha tenido en cuenta la opinión de Analista y el resto de los Sargentos.

- "Esas son las únicas noticias que sacamos en claro de esa reunión. Tras ello, Virote y sus arqueros se marcharon de nuevo a seguir persiguiendo a la Segadora, creo que enfadados por la pérdida de tiempo y la posibilidad de que su presa se escapara." - Analista traga saliva.

Sus ojos recorren a todos y cada uno de los presentes antes de inspirar hondo y proseguir:

- "Sargento Falce. Informe sobre la Fortaleza de la Puerta de Galdan." - Ordena antes de dar opción a que nadie pregunte nada.

La mujer da un paso al frente y comienza a recitar casi de memoria: 

- "Es una fortificación que cubre todo el paso de Galdan. Posee los más sólidos bastiones de piedra. Muros sólidos a prueba de armas de asedio de diez metros de altura. Torres de hasta quince metros de alto. Aproximadamente calculamos que entre quinientos y mil defensores. Armados con hondas, jabalinas, arcos y ballestas. También cuentan con balistas y catapultas. La cordillera al Este y al Oeste de la Fortaleza parece impenetrable. El único punto de ataque es desde el Norte, y atacar el bastión parece un suicidio. Estarán esperándonos." -

Tras entregar su informe, Falce retrocede de nuevo un paso ocupando su posición.

Analista vuelve a retomar el rumbo de la conversación tras escuchar pacientemente y con atención a la Sargento Falce. Su rostro duro e inexpresivo parece estar estudiando múltiples posibilidades pero no dice nada por el momento.

Agita una mano como alejando pensamientos funestos de su cabeza y comienza a hablar de nuevo.

- "En otro orden de cosas. Un emisaro de Cho'n Delor, el Chambelán de las Cuchillas, ha invitado a todos los miembros de la compañía a la capital. La ciudad entera parece ansiosa por celebrar algo tras tanto tiempo de derrotas ante el Triplete. La moral de los nuestros está baja, por lo que celebrar una Jura y un festín puede ser positivo para los ánimos de los hermanos. La población chondeloriana parece especialmente agradecida por nuestro trabajo." - Aunque su tono es neutro parece agradecido del esfuerzo y sangre derramadas por los miembros de la Compañía. - "El mismo Chambelán ha ofrecido una dádiva a todos los hermanos que han derramado sangre en estas batallas. El problema es que el Capitán no puede viajar ni ser trasladado. Ansia de Dominio nos ha comunicado que la Coronel Mindy regresa con sus escorias para reforzar los otros dos fuertes del Paso de Galdan, al Este y al Oeste, a varios kilómetros de la posición central de nuestro Campamento Principal. Además, desde la Capital llega una nueva Compañía de refuerzo de los Comunes de Cho'n Delor para guarnicionar y reforzar los fuertes." -

Mira fríamente a los líderes de cada pelotón. - "Debemos ir cuantos podamos a la Capital. Propongo dejar a Guardaespaldas al mando, junto con tres Exploradores, tres Hostigadores y tres Campamenteros. También permanecerán aquí el grueso de los Seguidores de Campamento. Sargento Falce, Lengua Negra, Matagatos... Tendrán que escoger cada uno con cuidado a tres de sus hombres para esta misión." - Las palabras de Analista son claras pero involucran más de lo que dice a las claras. Los tres líderes saben que quedarse en el Campamento Principal es más un castigo, puesto que quienes permanezcan para proteger al Capitán se quedarán sin su dádiva en esta ocasión. Un premio muy suculento para cualquier miembro de la Compañía. A esto hay que añadir la dificultad de que si escogen a un Recluta, no puede ser uno que se haya ganado el derecho a Jurar, pues parece que la Jura se realizará en la Capital.

- "Hay dos temas mas que tenemos que tratar en esta reunión." -  Continúa con el rostro serio. - "Propongo ascender al rango de Cabo a Ridvan, Lengua Negra y Matagatos." - Dice delante de todos los presentes. 

Traga saliva y respira con calma antes de añadir algo que produce un escalofrío a varios de los integrantes de la reunión.

- "Además, no podemos aplazar por más tiempo el ascenso de Serpiente a la categoría de Mago. Será el Quinto Mago de la Compañía. El aumento de su poder mágico es algo innegable..." - Dice algo pensativo. - "Precipité el ingreso de Ikharus en la Compañía intentando que Serpiente recordara algo de humanidad..." - Confiesa repentinamente. - "Matagatos, Ponzoña... hablad con Ikharus para ver de qué manera se puede mantener controlado a Serpiente. Sus capacidades podrían ser muy importantes para la guerra que estamos luchando contra el Triplete, pero descontrolado es peligroso." -

Tras esas palabras de Analista, casi todo el mundo enmudece en la reunión y observan con fijeza a Matagatos y Ponzoña.

Matagatos había despertado ese mismo día, hacia apenas unas horas, pero ya tenía una reunión con los mandos. En la Compañía no había espacio para el descanso, aún en aquellas condiciones. Sin embargo, al aparecer en la tienda de mandos, apoyado en Ponzoña y en una lanza de prácticas usada de muleta improvisada, comprendió un poco mejor la situación. El Capitán no mejoraba, y Analista parecía estar viéndose superado por la situación. Las noticias, además, tampoco eran las mejores. Su padre había actuado unilateralmente para nombrar a un nuevo teniente. Había elegido probablemente con buen ojo, pero no había tenido ningún consenso con el resto de mandos, y aquello era un asunto bastante malo. 

El informe de la Puerta de Galdan tampoco fue ninguna maravilla. De hecho, aquello tenía pinta de ir a ser una auténtica pesadilla en el mejor de los casos, y el fin de la Compañía, un fin sangriento y doloroso, en el peor. Y, como no, las buenas noticias continuaban. Debían ir a la capital, pero no todos. Debería escoger tres hostigadores, que se quedarían allí a guardar al capitán, y a quedarse sin la fiesta y los premios que recibirían. Perfecto. Y, para rematar, Serpiente. 

Matagatos miró fijamente a todos los allí presentes, con el torso y un muslo envueltos totalmente en vendas sanguinolientas, varios kilos de menos, una expresión de cansancio en el rostro y la respiración pesada y congestionada.

-Ante un ataque decidido del Triplete, no creo que nueve hombres marquen ninguna diferencia... Pero, de acuerdo. ¿Debemos escoger ahora mismo quienes se quedarán?-preguntó, parando para tomar aire. 

-En cuanto al ascenso... Aceptaré, si es la voluntad de la Compañía. Lo mismo para Serpiente. Creo firmemente... Que seguirá haciendo lo que quiera, independientemente de ser ascendido o no. Hablaremos con Ikharus... Pero mucho me temo que hemos pasado un punto en el que ni siquiera él sea capaz de controlar a su hijo. 

Tras el esfuerzo de tantas palabras seguidas, Matagatos sufrió un breve ataque de tos, expulsando algo de sangre en el proceso. 

Ponzoña permanecía en pie, su torso cubierto de vendajes limpios recién puestos por Khadesa. El aroma de su piel aún permanecía en aquellas telas inmaculadas, un aroma que le permitía permanecer inmutable ante lo que se decía. Obvió comentario alguno. Figuraba allí como segundo de los Hostigadores, pero Matagatos era su líder y a quien correspondía hablar llegado el caso.

No obstante, una leve y fugaz sonrisa cruzó su rostro ante el ascenso de su inmediato superior. El camino del Mataleones empieza a dibujarse con claridad, pensó.

El resto de noticias no eran buenas. Desde lo inexpugnable del paso de Galdan a la visita a la capital. Y una sombra de preocupación pasó por su rostro.

-Una elección lógica -comentó Lengua Negra ante el ascenso del sargento-. En tiempos de guerra, ciertas decisiones no admiten demora y contamos con los recursos que contamos -señaló-. Las noticias acerca del paso de Galdan sí resultan preocupantes. Sargento Falce, Analista, me gustaría saber si disponemos de mapas de la zona. Creo que de cara a organizar un posible asalto, es imprescindible conocer aquello a lo que nos enfrentamos. El número exacto de balistas y catapultas, su ubicación... Posiblemente sea pedir demasiado, pero siquiera una cifra aproximada sería algo que puede marcar diferencias. Y hay algo que debemos tener en cuenta. Suministros. Hablamos de entre quinientos y mil defensores. La logística para mantenerlos adecuadamente alimentados será difícil de mantener salvo que tengan una via de comunicación abierta por el sur. Y el agua. Posiblemente cuenten con un suministro ilimitado gracias a algún río cercano o a pozos. Sí, un mapa es necesario, un mapa con el mayor detalle posible. Si no hay uno, deberemos elaborarlo.

Palideció un instante. Hablar tanto lo había fatigado.

-Primo, ante un ataque del Triplete, no sé cuál es la cifra que actualmente marcara la diferencia. Dudo que tal hecho vaya a producirse, pero entiendo lo que dices y por qué lo dices. Nueve hombres van a verse exentos de su merecida recompensa. Entiendo, Analista, que trasladar a mi... a Capitán, no es algo que se haya previsto. En cualquier caso, siempre podríamos tentar la generosidad de nuestros patronos para con aquellos que queden atrás. No obstante, haré lo que se nos pide y designaré a tres hombres para permanecer aquí si así hiciera falta.

Calló unos segundos. Lo que quedaba por decir apenas era importante.

-Agradezco el ascenso y confío en cumplir con mis responsabilidades de forma adecuada. Respecto a Matagatos, solo puedo aplaudir vuestra decisión. En cuanto a Serpiente, dudo que nadie pueda ejercer sobre él control alguno. Ni siquiera Ikharus. Y solo espero que no trate de ejercer su autoridad paterna sobre él. De ahí no surgiría nada bueno. Al contrario. Y reconozco no saber cómo podríamos conseguir que Serpiente no fuera leal a alguien más que él mismo. Su poder ha crecido al igual que su ambición por poseer aún más poder. La magia es su esencia y razón de ser. Pero no olvidemos que es un miembro de la Compañía Negra. Nació en ella y ha crecido en su seno. Es un oscuro y aunque ignoro cuál será su destino o qué busca realmente, pienso que de algún modo, retorcido y ambiguo, se siente parte de la Compañía.

Manta se quedó un paso tras Lengua Negra en todo momento. La tienda de mando no era más que una lona estirada sobre varios postes, como todos las demás, aunque de mayor tamaño que la mayoría, pero le inspiraba un respeto que hacía que su saliva se evaporase en su boca. No era más que un soldado nuevo de un pelotón auxiliar, no pertenecía a ese lugar. Entre esos soldados, se sentía diminuto y absurdo.

Por fortuna, no tuvo que abrir la boca. Se limitó a escuchar, desplazando la mirada de un lado a otro, nervioso, sin saber dónde posarla.

Nada sabía el muchacho de estrategia, pero el informe de la sargento de los exploradores sonaba terrible en sus oídos. Apenas era capaz de imaginar el tamaño de la fortaleza que describía. En su mente, visualizaba una ciudad como Chon’n Delor, sus murallas, altas como varios hombros subidos unos sobre los hombros de otros, erizadas de las lanzas de cientos de soldados. Cientos, mil… muchos más que los efectivos de la Compañía Negra.

Alguno de aquellos hombres descubriría la forma de hacerlos salir, o de sacarlos. La Compañía Negra siempre vencía sus batallas. Quizás incluso Lengua Negra, o el pobre Matagatos.

El segundo tema del día tenía que ver con otras obligaciones para quien pagaba sus salarios. El Señor del Dolor los quería de nuevo en Cho’n Delor, para celebrar una nueva ceremonia y ofrecer dádivas. Tres soldados de cada pelotón quedarían atrás, protegiendo al Capitán, demasiado malherido como para moverse. Tres soldados que no conocerían las oportunidades que la ciudad y su Señor les ofrecían.

Manta se preguntaba si tenía sentido dejar el campamento desguarnecido. A esos mil hombres les bastaba con enviar a unas pocas decenas para matar al Capitán, a sus guardas, robarles todo lo que pudieran llevarse y quemar el resto.

El nombramiento de los dos cabos fue el último punto. Ambos soldados lo tomaron con pasmosa naturalidad, como si no fuera nada. A él le hubiera aterrado. Era como dar un paso adelante y encontrarse con que no había lugar para volver a retroceder. Pero no eres como ellos, Manta, esto es solo el primer paso de algo para lo que se han preparado toda su vida. Tú entraste en la Compañía porque era la única alternativa a morir de hambre.

La Sargento Falce carraspea un poco antes de tomar la palabra una vez Analista ha finalizado. Eso sí, se adelanta a cualquiera que quiera seguir atosigando al hombre con preguntas.

- "El Triplete está al Sur de la Puerta de Galdan. La Fortaleza separa eficientemente ambos países y conforma la frontera y la forma más efectiva de defensa del Triplete contra la invasión de Cho'n Delor. El enemigo puede abastecerla perfectamente con todos los recursos disponibles en todo su territorio. Tropas, suministros, agua, lo que haga falta. Disponen de unas veinte balistas y unas diez catapultas." - Dice muy seria. - "Esos cálculos son a ojo." - Especifica.

- "Debemos pensar que el enemigo dispone de suministros ilimitados por tanto. Y refuerzos potencialmente inmensos. Disponen de hechiceros y tropas especiales de élite... pero tenemos muy pocos detalles al respecto. Propongo que se prepare una misión de reconocimiento mixta de Exploradores y Hostigadores al volver de Cho'n Delor." - Con el rostro aun serio mira al resto de los presentes esperando sus opiniones y la decisión final del propio Analista.

- "Lo pensaré." - Dice con rostro cansado. - "A la vuelta de Cho'n Delor decidiré si enviamos esa misión de exploración o no." -

Mira por un instante a Lengua Negra antes de añadir. - "Se puede tratar de trasladar la petición de las dádivas de los que se quedan atrás, pero no garantizo nada." - Su mano se apoya un momento en su barbilla. - "Sospecho que Cho'n Delor quiere un espectáculo de masas. En especial con soldados famosos o especialmente populares por sus gestas de guerra. La generosidad con los ausentes será seguramente testimonial." -

Cruza las manos a la espalda y se pone firme. - "Bien. Turno para vuestras preguntas y dudas." -

- "Mis hombres y yo estamos ansiosos por entrar en combate, Señor." - Dice con ambas manos apoyadas sobre el prominente y voluminoso abdomen.

- "Deberíamos atacar la puerta de Galdan cuanto antes." - Desde luego en el tono de su voz se notan las ganas por combatir ya al enemigo.

- "Eso no es tan importante ahora." - Interrumpe con tono suave pero firme la Sargento Vientos.

- "¿Portaestandarte y el nuevo Teniente estarán presentes en el Festival de la Victoria en Cho'n Delor?" - Pregunta a Analista.

Asiente con la cabeza. - "Han sido convocados por el Señor del Dolor, así que deberían acudir. También el pelotón de arqueros al completo." - Su voz suena firme aunque se nota la tensión que debe cruzar sus pensamientos en esos momentos.

- "Señor." - Interviene el Cabo Cortaplumas para romper el tenso silencio.

- "Los Reservas derramaron mucha sangre en nombre de la Compañía en la última batalla." - Expone. - "En mi opinión deberían poder jurar todos. Incluso los que están guarnicionando el Palacio de la Discordia y no han tenido ocasión de verter sangre." - Es una petición un tanto osada pero ahí queda. Por tradición sólo pueden jurar los que han vertido sangre, es decir los supervivientes Reservas de la primera y segunda escuadra. La cuarta y quinta escuadras de Reservas no han podido entrar en combate, y si siguen en el Palacio de la Discordia no tendrán ocasión de combatir.

- "Está bien. Votemos." - Dice contundente el líder temporal de la Compañía.

- "No." -

- "Sí." -