Partida Rol por web

Creciste en el reino de Bramcon, limitrofe con el imperio de Asdrom.

Tu padre, el rey, paranohico ante la idea de que Asdrom pudieran desear invadirles decidio preparar tu enlace con el mismisimo rey del pais vecino, ya que estaba viudo y casi senil.

Su idea era que a la muerte del viejo rey tu asumieras la corona y asi, conquistar Asdrom sin derramar una sola gota de sangre.

Ahora sabes que eso no es posible. Sus cuatro hijos no dejaran que asumas la corona, la ansian demasiado... y no solo la corona. El mayor de ellos te mira como si fueras un territorio a conquistar... por lo que temes que pasara cuando el rey muera.

Haroth nunca te toco, apenas eras una niña cuando te desposaron con un anciano que ya no era capaz de yacer con una mujer. De hecho nisiquiera te obliga a compartir el lecho, disponiendo una habitacion privada solo para ti, custodiada por dos guardias que velan de tu virtud durante cada hora del dia.

Cuando me obligaron a casarme con aquel hombre esperaba lo peor pero... Resulto ser un hombre mayor, bueno y amable... Me mantenía siempre aparte con unos modales prefectos mientras sentía la mirada de sus hijos sobre mi, como si fuera el mal personificado... Mientras el mayor parecía desearme y aQuello me perturbaba... Pasaba mis días con mi ayudante de cámara con la que comencé una buena amistad y siempre me ayudaba en todo.

El rey te llamo para pedirte consejo, como tantas otras veces. Muchos de los nobles odiaban esa fea constumbre pues pensaban que poco podia aportar una mujer y escucharla solo debilitaba al anciano monarca, pero Harolh, fiel a si mismo mantenia a su esposa como una de sus mas queridas consejeras.

Cuando llegaste beso tu frente, con el cariño debido a una hija y bien podias serlo despues de todo.

- Mi reina, a llegado el momento. Mi salud empeora y se que no pasare los rigores del invierno un año mas. Debo buscar una sien que soporte la carga de esta corona que por tanto tiempo he sostenido.- dijo sentandose en su trono y señalandote para que te sentases junto a el.- Algunos piensan que debo ceder el gobierno antes de empeorar mas... pero no veo a ninguno de mis hijos preparado para el mando... Temo por el futuro del reino, temo que se maten entre ellos por la corona...necesito consejo una vez mas, mi dulce reina... en vuestra opinion ¿Cual de mis hijos deberia reinar?.- pregunto serio pero con tono amable. Antes de que respondieras repaso a sus hijos

- El mayor, Gurne, es fuerte y noble pero se como os mira... y eso me hace preguntarme que mas cosas me oculta, si su alma es tan pura como aparenta.... Alberth es un mercader nato, hace acuerdos con los mercaderes y llena las arcas con dinero e impuestos, sin su sabio manejo de las cuentas este imperio no se sostendria. No obstante se que hace pactos con los mercaderes de exclavos y otros mas sucios todavia de los que no quiero ni oir hablar....Grifith es un diplomatico de gran valia para Asdrom pero sus devaneos con el alcohol y las mujeres me hace plantearme si no usara la corona para convertir el palacio en su aren personal. Por ultimo Rowan...que no tiene interes en el reino ni en su gobierno, infantil, pueril... noble en el fondo...muy en el fondo.

Recibí su beso con cariño y me sente a su lado cogiendo su mano con mimo mientras escuchaba sus palabras y suspiraba pues estaba claro que conocía a sus hijos mejor que nadie por sus palabras. Cuando termino cogí aire y me dispuse hablar.

Mi rey, mi majestad... Todas y cada una de vuestras palabras son ciertas, y todos sabemos que reinos mucho mas pequeños han caído por la rivalidad de una corona que se puede crear entre hermanos... Vuestros hijos son buenos hombres, cada uno perdido en sus costumbres pero buenos comencé a decir de forma pausada Todos esperamos que aun este con nosotros una estación mas al menos, mi consejo... No hagas que luchen entre ellos, decir que me cedéis la corona a mi para que no peleen por ella, y en estos meses valoremos juntos a sus hijos, veamos sus reacciones, demueles algunos de los trabajos de la corte y antes del cambio de la estación elegiremos a uno. le dije intentando encontrar la solución menos violenta ¿Que os parece?

- No es mal consejo.. No obstante temo que por ello corrieras peligro entre los nobles, que veran en una extranjera una amenaza... Perdonar que os llame asi pero sabeis que muchos nobles lo piensan, mas cuando no he tenido descendencia con vos. Ademas temo que se os obligara a casaros para lograr el dominio de Asdrom por otro reino...

El rey parecia cansado, agotado.- Poner la corona en vuestra cabeza seria como poneros precio a vos misma... pero tambien temo por vos cuando falte.

No os preocupéis mi rey... Se lo que dicen la malas lenguas comente pensativa permaneciendo en silencio unos segundos ¿Y que os parece hacerles pruebas a cada uno, para ver como responderían? Todo ello sin que sepan para que claro... comencé a buscar las palabras adecuadas para mi idea Al pequeño darle responsabilidad en algo, es joven pero se que puede tener madera de rey pues es el que posee el corazón mas puro. Decirle a Grifith que debe centrarse y buscar una esposa a la que serle fiel. Haced que Alberth viva con una esclava a su lado, y ver atento como la trata. Y con Gurnet... Yo puedo tratar mas con el para ver cuan fiel a vos llega a ser comente apartando un poco la mirada pues aquella ultima parte no me agradaba mucho...

El rey te miro y asintio conforme.- Una vez mas, querida, tu ayuda a este viejo rey es inestimable.-dijo quitandose uno de sus anillos y buscando tu mano lo coloco en tu palma, ya que sus dedos eran mucho mas grandes que los tuyos y lo perderias de ponertelo. Tenia una piedra roja enorme, un rubi perfecto.-Guarda esto como muestra de mi aprecio. Se dice que cuida a su portador de todo mal.

Mire mi mano y negué sonriendo, pues sabia que no podía negarme aquel regalo Mi rey no es necesario, ya habéis echo mas por mi de lo que hizo incluso mi padre, sois un buen hombre y el día que estéis lamentare mas que nadie vuestra perdida, pues no se que pasara conmigo y a quien le leeré por las noches, sabéis que siempre me ha encantado que os gustara escucharme antes de dormir con una copa de licor en vuestra mano... y en realidad era cierto, cuando el muriera yo ya no tendría un lugar allí, y no se que sucedería conmigo...

- He dejado escrito que se te de suficiente para que no tengais que preocuparos por vuestra manutencion o veros obligada a casaros por necesidad... pero no puedo juraros que mi voluntad se cumpla. Esa es otra de mis preocupaciones.

En unos minutos he quedado que mis hijos vendran al salon del trono para hablarles. Esperan una decision... no se como tomaran mis peticiones. Os ruego que os quedeis a mi lado, como mi reina que sois... aunque no he podido amaros mas que como a un buena hija.

No debéis preocuparos por mi majestad, solo de vivir feliz el tiempo que os quede a mi ladoNoe dije sin perder la sonrisa de forma dulce y sincera.

Con sus siguientes palabras reí levemente y me acerque a besar su mejilla Aunque no hayamos compartido lecho sois el mejor marido que pudiera tener, pues os habéis preocupado por mi feliz muchas veces por encima de la vuestras, y os estaré enteramente agradecida por ello, sabéis que jamás he pensado en otro hombre y hasta el día que tenga que cambiar las flores de vuestra tumba jamás lo haré mi señor... lo miraba a los ojos y al cesar mis palabras volví a besarlo pero esta vez en los labios, un beso corto pero con sincero.

Claro que estaré con vos, estaré como siempre a su lado cogiendo vuestra mano y apoyando os en vuestras decisiones

Llegue a mis aposentos casi temblando, tras cerrar la puerta me deje caer en la cama boca arriba Tranquila, no es nada, el rey no te mandaría si no confiara en su hijo, además por mucho que te mire, esta casado y tiene a Lucc.... No intentara nada... Aun eres la mujer de su padre... suspire para mi con mis propios pensamientos, casi tenía miedo de que el rey a quien pusiera a prueba fuera a mi con todo aquello, pues ahora mismo estaba en absoluta tensión...

Alguien toco a tu puerta.

Debia ser una mujer dado que los guardias no permitian la entrada a hombres.

- Magestad, soy yo.- Aviso una voz timida y temblorosa.

Me incorpore rápidamente y abrí uno de mis arcones para comenzar a preparar el equipaje ¿Paolina? Pasad, esta abierto . Le dije mientras comenzaba a ver que ropajes llevaría para esos días de viaje y la estancia allí.

La mujer entro despacio, con la cabeza baja. Era timida y tranquila.

- El rey me manda para ayudaros con el equipaje.- dijo apenas con un hilo de voz.

Vamos querida, eleva la mirada o no podrás ayudarme a elegir ropajes le dije en tono afectuoso, pues aun después de todo este tiempo no terminaba de acostumbrarme a que la gente me trata como a la reina que era, pues mi humildad era conocida en todo palacio...

Habias oido que Albert la gritaba a menudo, que no la trataba bien. Nunca se le veian marcas pero siempre vestia tan discreta que nadie podia asegurarlo.

-Si mi reina.-dijo con una reberencia.-Vais a un santuario y hara frio por el camino, ropa discreta y de abrigo sera lo mas adecuado, si me lo permitis.

Me parece una buena sugerencia le dije sonriendo y comenzando a elegir ¿Que tal os encontráis vos? Npregunte de forma discreta Sin querer entrar en detalles pero para no estar en silencio...

Viste una diminuta sonrisa en su rostro.- Bien mi reina... solo un poco mareada.- viste que queria contarte algo. En palacio no tenia ni una sola amiga. La pobre habia sido arrancada de su familia y desposada sin tener en cuenta su opinion para nada, vendida como una vaca solo por emparentar con la realeza.- Mi reina... sois la primera en saberlo... creo que estoy en estado.... Albert... hace unas semanas, se mostro especialmente amable y me llevo a su lecho... por primera vez despues de la noche de bodas, hara unos cinco años de eso... Desde entonces su trato es mas dulce conmigo, aunque el no sabe aun de mis sospechas.- dijo tocandose el vientre.

La pobre estaba ilusionada con un par de semanas de arrumacos pero aun asi no se atrevia a sonreir abiertamente.- La verdad es que no se como decirselo... no se si le agradara o se enfadara conmigo.-dijo temerosa.

Deje de empacar de golpe y la mire con una sonrisa enorme Oh! eso es una noticia estupenda Paolina, y por supuesto que Alberto se alegrara, un niño siempre es motivo de celebración la dije acercándose a ella y poniendo una de mis manos en su vientre Cuando vuelva de mi viaje hablaremos con el Rey y con Alberto ¿Te parece bien? Su majestad se sentirá muy feliz de saber que tendrá otro nieto que quizás pueda llegar a conocer comente sonriendo le yo por l dos.

La reina volvio a sus aposentos, tenia que ultimar el equipaje. Ahora mas que nunca le importaban los vestidos que iba a llevarse.