Partida Rol por web

Voy contigo, Rumuk.

Dice Soker después de registrar a los kobolds.

Geon, sin escuchar las palabras del semiorco, al dirigirse hacia la puiedra silenciadora y recogerla en su mano izquierda, avanza con el hacha de Druinga en la mano hacia la salida norte.

Geon avanza ante la mirada atónita de todos vosotros.

- Sé que no es buena idea llevarlos con nosotros, pero salvo que los encerremos en algún sitio no se me ocurre donde van a estar más seguros que a nuestro lado.

Como arrepentido por lo que acaba de decir Tekdur refunfuña audiblemente,

- Hay que fastidiarse, Tekdur el canguro...

Geon examina el corredor del norte, parece ser un paso estrecho.

Mientras el resto hablaba sobre temas infantiles que no le interesaban en absoluto, Geon continuaba reconociendo el terreno.

Soker y Rumuk suben arriba. Allí son bienvenidos por Edgrin y los niños.
¿Estais todos bien, amigos?

Si ya es seguro, ¿a que esperamos? ¡Vamos a bajar! Varisio, dime como funciona ese ascensor

Muchachos, ahí abajo hay seres horribles. Corréis un gran peligro si bajáis. Lo mejor es que os quedéis aquí con Edgrin, explica Rumuk con buenas palabras para convencerles de que se queden.

Rumuk tiene razón, es mejor que nos quedemos aquí con Edgrin.

¡Yo no soy ninguna cobarde! Savram

Mientras tanto, abajo Geon examina cuidadosamente las salidas del lugar, la del nordeste lleva a una caverna natural en la que el enano escucha el leve tintineo de picos y palas.
Al oeste se ve un almacén lleno de cajas de madera y barriles, el suelo y las paredes son de mampostería pero el techo es de cueva natural. Las cajas parecen estar todas abiertas.

Crees oir sonido de respiración tras una de las cajas del almacén.

Nadie está diciendo que seas una cobarde, Kimi. De hecho necesitamos a alguien de confianza para que cuide de los que estáis arriba y habíamos pensado en ti...

Dice Soker pone cara de serio y circunspecto.

Con mortífera decisión, Geon se acerca acechante hacia la figura en sombras, dispuesto a posiblemente asesinar a un kobold dormido en sus quehaceres. Una víctima fácil para sus afiladas hachas.

- Ese tintineo deben ser los esclavos trabajando. Propongo que vayamos hacia allí.

Observais como Geon se adentra en el interior de una de las salas hacha en mano.