Partida Rol por web

- Enterado espere. Voy a informar y les acompaño en la exploración. Comentó con voz parca y se notaba que estaba empezando a moverse.

- Señora, hemos encontrado huellas que salen por el sector sur. Salgo con un binomio para investigar. Dejo 12 binomios de vigilancia.

Y empezó a impartir órdenes.

-Reorganización táctica por sectores. 3 binomios por sector. Otros tres con migo. Grupo M, N y Ñ en sector para exploración y seguimiento. M en cabeza, a mi lado, los otros dos de apoyo. Uno a 40 metros y el otro a 100. Ambos en desenfilada. Esperó un momento. Empezaremos desde el punto de detección de las huellas de escape enemigas.

Reydon era el mejor observador de la unidad, y solía ser su compañero. El cabo tenía un ojo excelente para seguir los rastros, establecer las vigilancias y observar al enemigo. Sin embargo, la selva de Drafeliv ponía a prueba su entrenamiento. El rastro era difuso, ya que estaban siguiendo a muchos pares de pies diferentes, que habían pisado superficies diferentes. Hubo un par de ocasiones en el que tuvieron que detener los speeders y tomarse su tiempo, ya que el enemigo había tratado concienzudamente de borrar sus huellas.

Parecía que el enemigo se había internado en la selva con dos direcciones: el asentamiento atacado y otra zona, al este, que tenían que seguir investigando. Lo primero era lo primero: seguir las órdenes y acercarse al asentamiento atacado. Escogieron para ello el camino menos obvio, a pesar de que las huellas ocupaban con bastante desvergüenza el camino que los colonos habían hecho a través de la selva. De camino, se fueron topando con escenas de fauna y flora local, fascinantes para otro tipo de personas, pero no para ellos. Era importante sin embargo conocer los diferentes rastros del planeta, ya que uno podía confundirse con toda aquella exuberante explosión de vida.

No tardaron mucho en llegar a las inmediaciones del asentamiento. En total, había transcurrido solo media hora con las paradas para comprobar los rastros y los barridos con el visor en todas las frecuencias. El TIE seguía en el aire, pero los escáneres térmicos revelaban que el enemigo se había alejado de su posición. Había, no obstante, una distorsión grande de la visión térmica debido al fuego, puro y duro, que engullía parte de las casas. Era posible que los sensores del TIE estuvieran confundidos, o fueran incapaces de ver fuentes de calor alternativas en los alrededores.

Con extremo silencio se deslizaron, dejando escondidas las motos, hasta una buena posición para espiar el perímetro. El asentamiento, formado por un conjunto de treinta chabolas y casas prefabricadas, tenía una muralla exterior construida con chapa, que había sido dañada en el asalto del enemigo.

Los edificios más prominentes eran una torre de vigilancia, con un molino de agua, y el edificio del transformador, que recibía energía de la base, ahora cortada debido a la destrucción del cable. Parecía un lugar bastante sencillo, algo miserable. La vida de esos colonos era dura, pero sin duda sabían como aprovechar la naturaleza circundante para tener alguna que otra comodidad. De poco les había servido su vigilancia contra los grandes insectos y reptiles del planeta, pues el enemigo había atacado con ferocidad.

En el centro del pueblo, ardía una gran pira de cuerpos, humanos y de varias razas humanoides de la Galaxia, sobre la que habían echado alguna clase de combustible de gel. Parecía que habían terminado con todos por allí, pero el análisis inicial era erróneo. Vieron varias figuras moviéndose con cautela, como si recelaran de andar al descubierto. Al principio, eran solo dos niños. Parecían twi'lek, o mestizos. Finalmente, vieron a una mujer de esa misma raza, de piel rosa, moviendo unos restos en una casa destruida. Al poco rato, con mucho esfuerzo, sacó el cuerpo de un hombre humano que parecía muerto, pero que al cabo de un rato comenzó a moverse. Estaba herido, o eso parecía. La escena tenía connotaciones familiares, debido al llanto y la conmoción.

Seguía pegado a tierra, con la carabina delante y los prismáticos a mano. Los habían compartido un momento, señalándole los puntos de interés. La puerta principal del asentamiento estaba rota, pero también habían hecho butrones en un par de secciones de la muralla usando explosivos. Estaban ellos dos solos, así que no podían hacer demasiado.

-¿Órdenes? -le preguntó por el canal privado.

Contactar con los civiles, moverse en silencio, quedarse en el lugar e informar primero... A él no le competía decidir nada de aquello.

El primero en preguntar algo fue ese alférez, que parecía estar al mando de las tropas de asalto. Había mandado al robot a por uno de sus uniformes, ya que tanto si iba a permanecer allí como ser evacuado, era mejor que nadie le tomara por lo que no era. Podía no ser el oficial más valiente de la flota, pero a fin de cuentas estaba bastante orgulloso de haberse graduado en la academia imperial.

-Número, difícil de precisar. En las grabaciones sabrán que nos atacó una mujer de una raza desconocida, parecía que sabía usar... ya saben, la fuerza -carraspeó- Las tropas de tierra atacaron en cuanto ella desactivó el escudo. No los vi pero estaban informando en el frente. Una especie de andador mecánico con cañones de energía, bastante destructivos, y tropas de a pie. Una o dos compañías, con esas armas extrañas, que no son láser. No se muy como definirlas... solo se que cuando te alcanzan provocan el daño equivalente a la munición explosiva.

Se tocó de nuevo la sien, como si le fastidiara.

-¿Que ha pasado con los colonos? Habría que evacuarlos. El capitán Lahm, de la Aurora, fue el único que contestó. Prometió que vendrían refuerzos, pero dijo que tenía que asegurar el asentamiento principal del planeta hasta que recibiera órdenes...

Parecía que estaba reprochando a aquel hombre cierto grado de inacción. Curioso, viniendo de su parte. Quizá lo estaban prejuzgando, y no fuera tan mal oficial después de todo. Hasta los mejores tienen momentos malos. De cualquier modo, no es lo mismo un oficial de intendencia que uno de infantería ligera. Se suponía que los primeros no solían trabajar muy bien en medio de un bombardeo.

Ripvitz se tambaleó un poco tocandose la sien. Cuando Dailin terminó con él me acerqué:
Señor puedo suministrarle algunos analgésicos, pero los sintomas durarán in tiempo. No tiene por que preocuparse, pero tome descanso cuando pueda

Ripvitz pareció incomodarse, quizás fue el sonido de mi distorsionada voz. Me examinó con mirada vobina, pero o dijo nada.

Entendía la posición de Dailin, Ripvitz era un activo valioso para la inteligencia de la misión, de momento. Tampoco es que un oficial de su rango en un lugar así fuera... imprescindible, especialmente tras su actuación en el asalto. Y aunque personalmente no me importaba demasiado el destino sel oficial, de hecho bunca me gustaron los oficiales “de academia”, yo cumpliría con mi deber de mantenerlo vivo y consciente, mientras fuera útil. Mis apéndices podían percibir la preocupación de Ripvitz, incluso algo de miedo. Miré a Honaka y me respondió con una mirada confidente, compartía mi opinión sobre los oficiales. Seguidamente salió de la sala junto al Sargento hacia la sala de control de los escudos.

Por otro lado me llamó mucho la atención lo que pude ver de reojo de las grabaciones, la fémina de azulada piel, pero especialmente esa especie de andador mecánico. Era de un tamaño algo justo para ser pilotado, como un AT-RT. ¿Quizas una especie de armadura mecanizada? ¿Algun tipo de droide de batalla? Sin duda parecía muy agil, incluso en interiores. Me acomodé el bláster pesado al hombro, me hizo sentir algo de seguridad.

 Yoyuc revise las torretas del perímetro las quiero activas antes de que anochezca

-Sí, señor. 

Yoyuc bajó la bocacha del lanzallamas, se giró y salió de la enfermería. Durante todo aquel rato había mantenido el dedo en el gatillo esperando la orden de liberar el infierno. Había sobrevivido a muchas emboscadas en sus años de servicio y muchas veces la diferencia la hacía un único soldado alerta. El droide podría haber sido explosivo. Aquel fulano podría ser un enemigo disfrazado.

Salió al patio a echar un vistazo a las torretas. Unidades de artillería ligera. Eran... blasters de repetición K-65. O M-600 de dos cañones. Evidentemente, no eran turbolásers de batería autónoma. Yoyuc conocía bien esos de cuando... eh... bien, los conocía bien. Había hecho el curso de especialización como... ¿seis veces?

Se entretuvo demasiado en las dos primeras así que echó un vistazo breve a la tercera. No vio nada demasiado grave  así que decidió que la cuarta estaría por el estilo, o sea, bien. 

-Aquí 6GK5: todo en orden en las torretas. 

Había algo de interferencias.

-Sí, eso he dicho: todo en orden. 

Estoy contenta de haber conseguido encontrar el rastro, aunque era tan claro que hasta un niño de tres años podría hacerlo, no se habían molestado en ocultarlo, sus actos habían quedado bien gravados en la tierra, a pesar de las lluvias que ya habían empezado a dificultar su búsqueda, pero yo había sido más rápida.

Escucho las órdenes del Alférez, sellar la entrada secundaria, suponía que se refería a la del montacargas, por lo que se comentaba por radio, habían entrado por ahí. Asiento.

-Sí señor, la revisaré.- Aunque un atisbo de duda recorre mi rostro, imperceptible debido al casco, pero no tardo en hacerlo notar. -Pero para sellarla necesitaré ayuda, no he sido entrenada en eso y no sabría cómo hacerlo bien…- Hablo con voz entrecortada por la nueva orden que me había dado el oficial.

Me había puesto nerviosa, ese campo era bastante desconocido para mí, sellar una puerta, lo podía intentar pero primero tenía que ocurrírseme la forma de hacerlo. Sigo a Dallin hacia el interior, no paro de darle vueltas a cómo podría conseguir que nadie entrara por esa puerta, unas pocas granadas no funcionarían para sellar una entrada en una base imperial, se necesitaría algo más potente. No servía para ello, pero lo tenía que intentar, quizás se me ocurría algo o alguien más experimentado me podría ayudar.

El poblado que me has descrito, con esos escasos supervivientes (poblado, asentamiento, puesto, lugar ... ) es el mismo en el que el resto de compañeros están revisando o es otro?

No se, es que no entiendo que he escrito que te ha podido confundir xD.

Salir de la base, seguir un rastro, ir media hora en el vehículo. Explorar la zona que había investigado el TIE al norte de la base avanzada. Obviamente, es otro sitio, alejado, al norte. Un asentamiento de colonos xD.

Esta bien dijo Dallin en tono algo condescendiente, Sargento llevársela también, soldadura y trampa explosiva. Probablemente no sea suficiente pero al menos nos enteraremos.

Tras aquello Dallin volvió su atención nuevamente al oficial.

Un TIE acaba de sobrevolar el asentamiento, parece que ya ha sido atacado aunque hay indicios de suepervivientes.

Señora, hemos encontrado huellas que salen por el sector sur. Salgo con un binomio para investigar. Dejo 12 binomios de vigilancia.

Proceda con cautela Teniente Silky , no se alejen demasiado, no descarten una posible emboscada y mantengan las comunicaciones...no descarte una posible emboscada, el enemigo sigue ahí fuera

Replico al Scout Trooper; huellas que abandonaban el emplazamiento hacía el sur y señales de vida al norte, alejándose del asentamiento colono, tratándose de un enemigo que en un pestañeo podían cambiar de posición debían tomar todas las precauciones posibles. 

El sanitario comenzó con el procedimiento de reanimación, mientras ella se debatía entre recabar más información o partir con el grupo para tratar de interceptar al posible enemigo en “retirada”. 2-1B soluciono esa duda al darles acceso a las grabaciones de seguridad, en el instante que comenzó la reproducción todos se quedaron observándolas, como hipnotizados. Mara permanecía imperturbable, con los brazos cruzados delante del cuerpo, cuyo peso reposaba sobre su cadera. Su rostro se fue ensombreciendo al contemplar la actuación del la misteriosa mujer; aquel ser de piel azulada tenían gran dominio de combate con el sable y la fuerza, nada que envidiar al suyo propio. Había sido un ataque coordinado y preciso, sin piedad alguna. Lo que conocían era apenas una gota de agua de un océano que se abría ante ellos embravecido y peligroso.

No creo que este enemigo deje cabos sueltos a la ligera – pronunció con calma sin apartar la vista de la pantalla, escuchando como Dallin  ordenaba acciones inmediatas para la seguridad del complejo.  

Por ahora estaba resultando un oficial competente, contar con gente eficiente era importante para ella, eso le daba menos en lo que pensar y centrar su atención en lo importante. La incomodidad del capitán Ripvitz al verla, posando la vista en el arma de su cinto, le habría resultado de lo más entretenida en circunstancias normales pero aquellas no lo eran. Sabían que las tácticas de aquel enemigo eran formidables, aunque no brillaban por la limpieza, seguían actuando con la precisión de un bisturí.

Iban por detrás de ellos en todo momento, estudiando cada movimiento, tratando de prever cual sería el siguiente sin acercarse en lo más mínimo a la hora de adivinar sus intenciones.  Ahora parecían tenerlos al alcance de la mano pero…

Un TIE acaba de sobrevolar el asentamiento, parece que ya ha sido atacado aunque hay indicios de supervivientes.

Y aun no han abandonado la zona – se giró hacia los dos oficiales observándoles con aquella penetrante y brillante mirada – es la primera vez que no desaparecen inmediatamente tras un ataque…podría ser una trampa o podía tratarse de un fallo en su dispositivo de huida…-  estaba expresando pensamientos en voz alta – sea como sea se nos presenta como una oportunidad única de asestarles un golpe o incluso de capturar a uno de estos seres  – dijo señalando a la imagen congelada de la guerrera que blandía el sable láser – en cuanto sus hombres hayan cumplido con sus tareas de la orden para que se reúnan conmigo nos desplazaremos al norte, mientras el resto aseguran la base 

El interior del complejo no difería mucho del espéctaculo que ofrecía el exterior de la base, salvo por el hecho de que la mayoría de muertos no eran soldados. Esto no había supuesto impedimento alguno al enemigo para no dejar a nadie con vida, usando lo que a todas luces parecía un sable de luz, como los de la Mano del Emperador. Y quién fuer aque hubiera sido, también tenía control sobre la Fuerza, como bien le hizo notar Honaka. Aquello no auguraba nada bueno - Manteneos alerta - dijo seriamente. La verdad es que poco más podían hacer por el momento.

No encontraron anda de interés hasta que llegaron a la enfermería del edificio, donde fue necesaria la presencia de Jade y de sus códigos de alto nivel para abrirse paso al interior sin tener que volar la puerta. Dentro les esperaba un poco de buena suerte. Un droide médico había conseguido salvar a un miembro del destacamento, un oficial, el cual se encontraba suspendido en un tanque de kolto. Jade dió luz verde a Mazar para que se encargara de asistir y acelerar la recuperación del hombre, la única fuente de información de qué disponían. A pesar de la advertencia del droide médico, todo fue bien y el oficial pronto estuvo lo bastante vuelto en sí como para responder a sus preguntas.

Dallin les dió instrucciones a él y a Honaka mientras él se quedaba a interrogar al oficial junto a la mujer. La novata se les unió con una nueva instrucción, por lo que los tres partieron a cumplir con las órdenes - Me encargaré primero de sellar la entrada. Soldado Lily, busque el arsenal de la base y haga inventario de todo lo que quede que pueda sernos útil. Honaka, encarguese de poner los escudos de nuevo en línea - según los exploradores el enemigo todavía se encontraba en las cercanías, lo que quizás les diera la oportundiad de devolverles el golpe - Demonos prisa - en cuanto se dividieron llamó por el comunicador a las escuadras de apoyo para que empezaran a limpiar el patio y el interior, llevando los cuerpos a un único lugar para que su identificación y traslado, o disposición, fuera más fácil y rápida.

No tardó en alcanzar la puerta trasera, el montacargas que había descubierto Lily. Lo dejó bloqueado en la parte superior y colocó una trampa explosiva en el enganche, y otra cerca de la entrada. Así, si alguien intentaba usarlo para infilitrarse en la base saltaría todo por los aires. El ascensor quedaría inservible, pero si con ello se llevaban a uno o más de aquellos misteriosos pero poderosos enemigos, entonces valdía la pena.