Partida Rol por web

Bueno Astrid, parece que ves el camino, así que guíanos.

¿Qué demonios?  ¿De verdad vamos a separarnos?

Es por aquí padre

Haced todos tirada de percepción

El cuerpo sin vida de Engla Gunnhild cae al suelo, centenares de flechas se han clavado en su cuerpo dejándola irreconocible.

¡ENGLA NOOOOO!

Cojo su cuerpo inerte y la desplazo unos metros hacia atrás recorriendo el camino de vuelta, luego miro a los demás con ojos vidriosos, me levanto dejando a Engla en el suelo, su arma todavía ferreamente agarrada en la mano cuelga hasta que vuelve al suelo, de dónde noparece que vaya a volver a levantarse.

Vamos, prosigamos y acabemos de una vez.

Veo desplomarse a Engla por la lluvia de flechas.

Pero que cojones de donde ha salido eso.

Me acuclillo y saco el arco, preparado con una flecha para disparar. Mientras busco a alguno de los cientos de arqueros que debe de haber por la zona.

Égil, deberíamos retroceder estamos en terreno abierto y somos una diana ambulante, o al menos busquemos algo de resguardo.

Veis como Egil avanza con cara de verdadero enfado, esquiva una de las flechas que se dirigen a él pero hay decenas de ellas volando por el aire.

Avanzo a la carrera llevado por la ira más primaria del mundo, salgo al encuentro de los arqueros cobardes que han atacado a Engla, ¡ME LAS PAGARÉIS MALDITOS. SALID AQUÍ Y DAR LA CARA!

¿Rio, que hacemos? Egil está fuera de sí, lo van a matar si no le apoyamos, pero no veo al enemigo.

Se me ve un poco pálido y murmurando cosas.

Donde coño están es imposible tienen que ser unos 30 mínimo, pero no hay nadie, pero Engla ha sido abatida.

Sigo corriendo a Egil ¡VAMOS PADRE, VAMOS A POR ELLOS, LOS ENVIAREMOS AL MISMO HELHEIM A ENCONTRARSE CON HELA!

Sigo a Egil Einar como si fuera su sombra.

Astrid grita desde detrás algo sobre enviarlos a todos a Helheim y eso provoca mis ganas de sangre por aquellos que han asesinado de la forma más vil y cobarde a nuestra compañera.

Corro hasta que las sombras se alejen de mi para adentrarse en los bosques infinitos.

Corro rápido por el camino que me separa de mi enemigo invisible y cuando Egil ataque me encontrará a su lado con el hacha preparada.

Cargo junto a Rio con la rodela levantada, pero ante tantas flechas es casi inútil.

Llegáis como podéis hasta un claro en dónde parece que estáis más seguros, no habéis visto ni un rastro de los atacantes y por desgracia para todos ya se hace de noche, al fondo del claro se ve unas luces titilantes y entre ellas distinguís la silueta de lo que parece una mujer.

Una flecha se clava en mi pierna a la altura de la rodilla, el dolor es insoportable, creo que no volveré a bailar. Otra flecha se clava en mis costillas y caigo al suelo escupiendo sangre del dolor. La rodilla esta destrozada y no creo que esto se vaya a arreglar pronto ni fácil. ¡SEGUID, NO MIRÉIS ATRÁS!

Retirada, no podemos hacer nada contra enemigos invisibles, ¡Por Odín! ¿Qué clase de broma es esta? Digo mientras me cubro de las flechas que siguen cayendo.

Ayudadme a cargar a Rio y volvamos atrás, quizás podamos ir con los demás de nuevo.

Vamos viejo, digo mientras agarro a Rio por uno de los hombros ¿Te crees que todo ha acabado ya? Nos quedan muchas batallas todavía, nos queda mucha sangre que derramar aún, ¿Te crees que voy a dejar que te lo pierdas?

Me acerco a Égil y cojo a Rio por el otro brazo para ayudarle a cargarle.

Rápido debemos retirarnos por el camino por el que vinimos, y encontrarnos con el resto.