Partida Rol por web

La edad oscura

Primer curso, capítulo IV. Sombras en Halloween

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21/01/2015, 23:46
Director

Ya habían pasado prácticamente dos meses desde la muerte del Ministro, o asesinato, como decían las malas lenguas de Hogwarts. Desde aquel día el mundo mágico en pleno parecía haberse sumido en el caos. ¿El motivo? El país llevaba dos meses sin un gobernante oficial, lo cuál resultaba impensable.

Nadie entendía qué era lo que hacía que las elecciones se retrasaran tanto, exaltando los nervios de magos y brujas de toda Gran Bretaña. El motivo, según El Profeta, era que la repentina muerte - habían declarado que la muerte le había sobrevenido de forma repentina por una insuficiencia cardíaca - había cogido desprevenidos a los partidos de la oposición, los cuáles apenas habían alzado la voz en los últimos años en forma de protesta vaga y débil sin verdaderas sugerencias de mejora. Todos sabían que no tenían un gobernante ideal así que en los debates políticos se dedicaban a desprestigiarse los unos a los otros sin presentar una verdadera línea de acción a seguir para cambiar el estado que sólo podía definirse como apático en el que se había sumido el país.

Varios expertos hablaban de estancamiento económico y social y aunque aquella parecía ser una opinión cada vez más extendida nadie parecía erigirse como candidato idóneo para cambiarlo. Tantos años de guerras habían convertido al gobierno británico de los magos en un organismo débil, poco preparado para afrontar la paz, y ahora estaban sufriendo las consecuencias.

En aquellos meses de transición aún inconclusos las clases habían seguido un ritmo errático. Habían dado todas las asignaturas pero no era rara la vez que se les anunciaba que aquel día algún profesor - la mayoría de veces los jefes de las casas - no podría asistir a sus clases y no siempre contaban con el personal necesario para cubrir todas las sustituciones.

El que más veces faltaba era Dumbledore, a quien apenas habían visto en los últimos dos meses, tal vez en alguna cena en la que se mostraba sereno pero pensativo y se retiraba pronto con los demás profesores. Por supuesto, no había faltado un discurso suyo llamando a los alumnos a la tranquilidad pero sin dejarse en el tintero la insinuación de que no creyeran toda la información que les llegaba y que estuvieran al tanto de lo que sucedía en su entorno.

Aquel día, treinta y uno de octubre, Halloween, Dumbledore había estado durante la comida y había anunciado que la tradicional cena con ambientación típica del día no iba a faltar. De hecho se habían habilitado varias mazmorras para hacer una especie de casa del terror a la que podrían asistir los alumnos tras la cena, a la que aconsejaba ir disfrazado, por supuesto.

Al menos supondría un descanso del incesante flujo de rumores y tensas miradas que habían señalado sus vidas desde que entraron en el colegio. O lo sería casi para todos, pues al llegar la hora de la cena Lizbeth, enferma, se había tenido que quedar en la Sala común de su casa y Jason había decidido quedarse con ella para hacerle compañía y así verse liberado del incesante acecho de las niñas de tercero.

Notas de juego

Vale, así va la cosa. Os sugiero que pongáis un post privado explicando cómo han sido para vosotros estos dos meses y luego uno público llegando al Comedor marcando a todos excepto a Lizbeth, que la mantendré un poco aparte este mes que anda liadilla ^^

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22/01/2015, 00:08
Director

Aquellos meses no habían pasado sin una visita semanal a la señora Gibbs, que aunque preocupada como todos los demás por las circunstancias varias, parecía encontrarse feliz en su nuevo hogar. Sus charlas, aunque siempre en el controlado ambiente de una terapia, acababan siendo reconducidos hacia temas triviales como qué le parecía alguna clase o algún profesor o qué tal era el trato con sus compañeros.

Su padre, por su parte, le había escrito por lo menos dos veces a la semana desde su llegada y le explicaba cosas de la tienda, le preguntaba por ella, le enviaba chuches o algunos objetos que encontraba interesantes y le gustaba compartir con Caliope. Lo último había sido un curioso complemento para el cabello, o así lo había descrito su padre pues no era otra cosa que una pluma de color morado del largo de su dedo índice.

Todo hubiera sido perfecto si no fuera por un pequeño, insignificante y a la vez muy preocupante factor: no había vuelto a ver a Ted.

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22/01/2015, 00:12
Director

Nadie diría que Alexander se había acostumbrado a su vida actual pero eso era porque no conocían al niño. Si alguien esperaba verlo relajado, repantigado en el sofá, hablando amistosamente con los demás niños...bueno, se equivocaba. Su primera semana de castigo había pasado sin mucha novedad, salvo que la profesora McGonagall había terminado por variar un poco su estilo habitual de sanción, castigándolo a estar callado mientras ella cometía lo que sólo podría definirse como "inexactitudes", fueran de acción o palabra.

Por desgracia los castigos con McGonagall no habían vuelto a repetirse puesto que la mujer se hallaba verdaderamente ocupada aunque visto su incapacidad por contenerse dichas sanciones habían acabado a manos de un sujeto peor: Filch, junto a su gata. Limpiar las armaduras al estilo muggle podía tener un pase pero el día que le había tocado los retretes había sido simplemente horrible.

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22/01/2015, 00:18
Director

No había habido ninguna novedad en la vida de Jarek, salvo, sin que pudiera decirse que era en su vida, por Roxane. La niña había vuelto a ser más o menos la misma aunque él sabía que su apariencia serena era un frágil escudo tras el que ocultaba su sufrimiento. La primera y única muestra que había podido vislumbrar de ello había sido un día en el que ambos estaban en los terrenos en una de las clases en las que no había profesor, cuando una lechuza se acercó a ellos con una carta roja sujeta a la pata.

El animal, nervioso, había esperando a que le quitaran lo que a todas luces era un vociferador. Roxane, pálida, le dirigió una mirada a regañadientes a Jarek antes de abrir el sobre, sin esperar a que éste explotara.

"Roxane, cómo has podido decepcionar así a la familia, lo único que te hemos pedido...tu madre está muy decepcionada y disgustada, se echó a llorar cuando recibió la noticia de que estabas en Ravenclaw, lejos de tus amigos...muy decepcionados... esperamos que por lo menos te esfuerces y hagas sentirse orgullosos a los profesores..."

A los profesores. Parecía que aquello decía bastante de lo poco que esperaban a aquellas alturas los padres de Roxane de la muchacha, quien se había quedado mirando el vociferador con impotencia antes de sacudir la cabeza y sonreír de forma lánguida a Jarek, con los ojos empañados por la tristeza. Aún recordaba la frase que había dicho para evitar que él hablara sobre el tema:

- No digas nada, no necesito que me consueles, está bien, estoy bien.

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22/01/2015, 00:27
Director

A pesar de los sórdidos sucesos que sucedían a su alrededor cabía decir que había algo bueno en todo aquello. La relación con su tío se había reanudado con normalidad, quien había decidido que era su deber tranquilizar a su sobrina, estuviera ésta preocupada o no, mediante cartas escritas de forma casi diaria. No es que sus padres no le escribieran, por lo menos una carta a la semana caía, pero no llevaban el ritmo casi enfermizo de James.

Aquel mismo día había recibido una carta diciendo que tenía su nueva canción escrita, que estaba deseando que la escuchara, añadiendo:

"Pero no tanto como deseo abrazarte, besarte o acariciar tu piel de marfil. Estoy ansioso por saber si cuando te vuelva a ver ya te habrás convertido en la belleza que está claro que serás".

Como en todas sus cartas de había despedido con la misma frase "Te quiere y nadie te echa más de menos, James".

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22/01/2015, 09:39
Director

Aquellos meses habían pasado sin más novedades para Troy, exceptuando las de las circunstancias. No podía evitar pensar que, tal y como había dicho Sirius, obviamente estaban viviendo un cambio. ¿Pero en qué dirección? ¿Hacia mejor o hacia peor? ¿Qué clase de cambio? Todo aquello seguían siendo incógnitas por resolver para todo el mundo mágico.

Por otra parte Troy había vuelto a hablar con aquellos chicos, o al menos con algunos de ellos. Peter se sentía incómodo ante su presencia y tendía a anularse, algo que, por un comentario escuchado a hurtadillas, había averiguado que tenía que ver con su hermana, pero no de un modo romántico sino algo más cercano a sentirse intimidado por la chica. En cuanto a Sirius se dedicaba a dirigirle miradas fulminantes y a fastidiarlo cuanto pudiera, aquello no se le podía considerar casi hablar. Remus, aunque bastante callado, resultó ser un chico amable, con aire de profesor y un tanto enfermizo pues desde que lo conocía ya se había puesto enfermo una vez durante varios días, apareciendo después con aspecto cansado y ojeroso.

James era sin duda el que parecía aceptarlo sin ambages y de hecho había declarado que era su protegido. Troy pronto había descubierto que no todo era lo que parecía con aquel chico, ni con su grupo de amigos, que formaban un cuarteto inusualmente unido. Sirius y James, descarados, traviesos y con ciertos tintes de matón de instituto, resultaron ser mentes brillantes, dos de los mejores estudiantes de su curso. Nada parecía escapárseles, desde Transformaciones hasta el vuelo, Troy había podido comprobar lo buenos que eran con ambas cosas en un minipartido entre ellos que habían organizado y al cuál James había invitado tras asegurarle que sería un partido sin golpeadores.

Eran simplemente genios, aunque casi todo su talento lo dedicaban a fastidiar a un tal Severius Snape, alias Quejicus para ellos, al que maltrataban con asiduidad.

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22/01/2015, 09:58

¡Vaya dos meses! Lo cierto es que para Troy habían sido bastante especiales. Había habido un poco de todo pero lo que sin duda recordaría con más cariño sería el hecho de volar en aquella escoba y haber podido jugar un partidillo. No podía decir que la primera vez que se alzó sobre la escoba no había tenido miedo, pero éste pronto desapareció colapsado por la idea de que estaba volando. ¡¡Estaba volando!! ¡Qué sensación más increíble! Y eso que la escoba que tenía de momento no era gran cosa. ¡La que tenían algunos chicos era rapídisima y muy cómoda! Sin duda el chico ya sabía qué pedir para Navidades. Tener una escoba mejor le daría más oportunidades para entrar en el equipo de quidditch de aquel año.

Y ahora ahí estaban. Noche de Halloween con comida especial. Troy entró en el Gran Comedor vestido con ropa de calle. Unos pantalones vaqueros y una sudadera. Auriculares blancos decoraban su cuello a sabiendas de que en Hogwarts aquellos chismes no funcionaban; no obstante, era parte de su "disfraz". No era amigo de vestirse de cosas en público. Nunca lo admitiría pero aquellas cosas le daban un poco de vergüenza. Cada carnaval, su padre le traía un disfraz super chulo de super héroes, pero Troy solo se lo ponía para tontear por casa, por lo que solo Violet y Agnes sabían el pequeño secreto del chico. De todas maneras, aquella noche estaba un poco desanimado. Había estado hablando sobre lo chula que sería durante semanas con Jason y Lizbeth, pero ahora ella se había puesto enferma y no podía acudir. Y para colmo-cómo no- Jason se había quedado para cuidarla. Troy creía que Jason sobreprotegía a la chica, pero no lo opinaría en voz alta.

Así pues entró en la sala con las manos en los bolsillos y se sentó en su mesa, dispuesto a comer el triple. Por él, por Jason y por Lizbeth.

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22/01/2015, 10:16
Sólo para el director

En cuanto había entrado por la sala, intentó dar con James. Desde aquel partido de quidditch al que le invitaron, Troy quiso hablar con él para pedirle que le entrenara. James era super popular, buen estudiante y lo que más importaba al chico, un gran deportista. Verle volar en escoba podría ser considerado todo un arte. ¡Qué rapidez, qué agilidad, qué destreza y qué visión de juego! Pero todo aquello seguro que iba acompañado de duro entrenamiento físico y Troy quería ser tan bueno o más que él. Para ello, como su protegido, necesitaría la ayuda de James Potter.

La gente iba disfrazada de cosas muy raras en Halloween. ¿Lograría dar con su amigo mayor pronto?

Seguramente Sirius dé conmigo antes que yo con ellos. Probablemente llegue y me pegue una colleja. Se me está insensibilizando la nuca...

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23/01/2015, 19:30
Megan Faulkner
Sólo para el director

Aquellos dos meses que para otros fueron origen de rumores sobre conspiraciones y desastres inminentes, para ella fueron meses tranquilos, en un castillo hermoso en el que se sentía segura y apreciada. Aunque cada vez extrañaba más a James, incluso a pesar de sus cartas diarias que con tanto amor guardaba para leer antes de dormir cada noche, no estaba especialmente deprimida ni solitaria, pues la gente que había conocido en aquel lugar eran buenas personas todos, algunos de manera más obvia que otros. De todas maneras, se sentía feliz de poder compartir con ellos, aunque no se hiciese parte de sus paranoias sobre el gobierno.

A juicio de Megan, el pobre señor se había muerto y los medios se aprovechaban de eso para causar caos, que estaban logrando. Lo único que realmente le molestaba de aquella situación era la irregular atención de los profesores a sus alumnos, que provocaba una disminución en su aprendizaje a largo plazo. Por otra parte, en el momento en que cancelaban las clases era la primera en celebrar, pues podía seguir el día jugando o corriendo por ahí, buscando entre las inmensidades del castillo alguno de los secretos de los que su padre y su tío tanto hablaban.

Últimamente, para quitarse un poco el anhelo de volver a sentir a James cerca de ella aunque fuera en un breve abrazo, había pedido al profesor a cargo su permiso para usar el piano, al cual le dedicaba al menos una hora diaria así tuviese que luchar contra viento o marea.  

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23/01/2015, 19:40
Megan Faulkner

Aquella madrugada había sido despertada por el pequeño búho pigmeo que había comprado aquel día en el callejón Diagon cargando la carta diaria de su tío como todas las mañanas. A pesar de que Megan sólo respondía durante los fines de semana con una carta de varias páginas que compensaba su silencio literario por el resto del tiempo, James era constante y persistente en mandarle una carta diaria, sin importar que tan ocupado estuviera o lo poco que tuviese que contar. Ella también lo extrañaba. Y era por eso que esa misma mañana, no había sido capaz de esperar a la hora de dormir para leer la carta como hacía todos los días, sino que la había leído en cuanto Laramie se la hubo entregado y partido de vuelta luego de aceptar comida y cariño como recompensa por el viaje. 

El contenido de la carta la ponía tan ansiosa como feliz, y fue por eso que decidió llevarla consigo el resto del día en un bolsillo de su disfraz. En una noche de terrores siempre sería útil un refugio secreto. Salió de la sala común disfrazada de muñeca, con ropa y maquillaje que le había pedido a sus padres que le enviaran para el día de Halloween y se encaminó al gran comedor, dónde hasta ahora, de gente conocida, solo había llegado Troy.

Se acercó a él por la espalda y le tocó el hombro suavemente para que se volteara.

¡Feliz Halloween! - saludó, con una sonrisa. Esta debía ser su época favorita del año.

 

Notas de juego

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23/01/2015, 23:31
Erik Gallaway

Tras el asesinato/muerte del ministro me había dedicado a mirar todos los días el periódico, e incluso había hecho alguna incursión por los pasillos al acecho de cualquier retazo de información que pudiera confirmar mi convicción de que se trataba de un asesinato. Me había tomado bastante en serio mi misión de Sherlock Holmes. Pero, más allá de rumores y la certeza de que aquel asunto parecía mantener muy ocupados a los demás profesores, no había conseguido sacar nada en claro. 

Dos meses habían pasado. Y con ellos, varias cartas de mis padres descansaban abiertas y respondidas en la mesilla del dormitorio de chicos de Ravenclaw. Me había costado horrores acercarme por primera vez a la lechucería para intentar enviar la carta y había terminado por salir huyendo escaleras abajo, para encontrarme con Caliope en el pasillo y pedirle que la enviara ella por mi. Incluso les había especificado en la carta a mis padres, que la devolviesen dirigida a la chica, para no tener que lidiar yo con la lechuza. Solo de pensar en las garras afiladas y el puntiagudo pico del animal me daban vértigos. 

Mis padres estaban emocionados de saber que estaba aprendiendo un montón de cosas, aunque algunas de las respuestas de mi padre eran algo raras. Parecían algo así como consejos. Lo cual no cuadraba, pues él no tenía ni idea de magia. Llegué a preguntarle de dónde había sacado el libro que me regaló pero no obtuve respuesta tan solo un par de locas teorías por parte de mi abuela. Lo único que me apenaba era no tener noticias de mi hermana. La única vez que había dado señales de vida había sido cuando les conté que había volado en una escoba como las brujas de las historias de miedo y que había estado a puntito de caerme desde 10 metros de altura. Por suerte, al final solo había caído desde 1 o 2 metros y tenía un buen moratón en el costado que lo corroboraba. 

Por fin llegó Halloween. Era un fecha que me encantaba, por la idea de disfrazarme. Antes solía disfrazarme de cosas que diesen miedo, era lo que solíamos hacer cuando era pequeño, pero desde que vivía en Oxford había cambiado la costumbre pues la gente se disfrazaba de cualquier cosa que le pasase por la cabeza. 

Mi disfraz era muy rudimentario, pues no se me había pasado por la cabeza la idea de que podría emplear magia. Así que me había acercado a las cocinas para conseguir tubos de cartón y papel de aluminio (bueno, lo más parecido a ello que tenían) y me había disfrazado de robot. Como ese de la película que anunciaban de la Guerra de las Galaxias. Eran tan chulos. Sería genial que pudiesen existir de verdad. Quizás dándoles vida con magia...algo así como lo que hacía el doctor Frankenstein. Seguro que era mago...Tenía que encontrar un momento para intentar darle vida a un conjunto de tubos de aluminio. 

Dándole vueltas a esa idea llegué al Gran Comedor y me acerqué junto a Megan, la única de mi casa a la vista, y Troy. 

- ¡Hola! Han dicho que va a haber una casa del terror, ¿creéis que dará mucho miedo?- les pregunté emocionado.- Espero que no traigan animales.- No sabía si las casas de terror mágicas eran como las casas del terror humanas (no me hacía a la idea de usar la palabra muggle, aunque ahora ya sabía que no significaba tecnología), pero sentía curiosidad por averiguarlo. 

Notas de juego

Voy de robot:algo así como C3-PO (que creo que en esa época más o menos se estrenó la primera película de la guerra de las galaxias) pero en plateado y con gafas.

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24/01/2015, 00:22
Jarek Cerny -Slytherin-

Las clases siguieron su curso normal, bueno normal si exceptuamos todas las que fueron canceladas por 'reuniones urgentes', y siempre que pudo Jarek prestó especial atención en las dos que sabía que iban a ser sus favoritas: herbología y pociones. El asesinato del primer ministro seguía siendo la comidilla de Hogwarts, el joven no entendía por qué todavía no habían elegido a otro para el puesto y cuando lo comentó con su madre, en una de las cartas que le enviaba periódicamente, Tanja le dijo que no se preocupase que se esforzase en el colegio que ella velaba por su bienestar.

Así lo hizo el joven Cerny, en pociones y herbología no tuvo problemas, le encantaba el arte de las pociones, desde el cultivo de muchos de los ingredientes hasta las vueltas exactas que tenía que remover el caldero para que la poción quedase perfecta. En las transformaciones a pesar de mejorar el resultado de la primera clase, cosa que no era difícil, no le acababan de convencer y le dejaban una sensación extraña, aunque no sabía si era a causa de la varita o de sí mismo. Tanto encantamientos como DCAO se le daban bastante bien y se alegraba cuando obtenía puntos para su casa y en historia de la magia se lo pasaba muy bien, se podía decir sin miedo a exagerar que se había leído el libro tres veces. La verdad es que la biblioteca era la sala del interior del castillo en la que pasaba mas tiempo y al acabar séptimo quería poder decir que se la había leído entera, aunque había una sección en la que no le dejaban entrar, esperaba que con los años le diesen acceso. La clase que menos le gustaba era astronomía, no le encontraba nada a la observacion del cielo, de las estrellas ni de los planetas. Y qué decir de vuelo, la primera clase había sido una mezcla de gritos de pánico, de sorpresa y de júbilo; él se había mantenido apartado de todo ese jaleo, concentrado en lo que tenía que hacer, y se había limitado a hacer los ejercicios.

Otro tema fué Rox, al principio Jarek estuvo muy preocupado por ella pero luego se comenzó a comportar como siempre y el chico mantuvo la relación normal, aunque sabía que era solo fachada y no dejaba pasar mas de tres días sin encontrar una excusa para estar cerca de ella y ver cómo estaba. En uno de esos momentos Roxane recibió un vociferador, lo cogió y lo abrió, y Jarek la admiró por la entereza que demostró, luego vinieron las palabras del padre de la chica. -No está lejos de sus amigos. Y los profesores no serán los únicos que se sentirán orgullosos- el joven no pudo decirle lo que pensaba, ella se le adelantó y se marchó, la frase que le dijo se le quedó grabada.

Entre todo el ajetreo les dieron la noticia que para Halloween tendrían cena con ambientación, Jarek enseguida escribió a su madre y le pidió lo necesario para su disfraz. Durante los días que estuvieron en París, cuando huyeron de Praga, cayó en sus manos un manoseado libro muggle con un título que hizo que comenzase a leerlo con escepticismo. "El fantasma de la ópera" se titulaba y al principio el modo de actuar del fantasma le recordaba a su padre, haciendo las cosas de forma encubierta, el romance en la distancia con la protagonista lo cautivó, los miedos de él a que ella lo viese y no le gustase hicieron que se sintiese identificado, y el final... Bueno el final no lo pudo leer porque su madre lo pilló y le confiscó el libro aduciendo que no era lectura para alguien tan joven, pero seguro que la chica al final veía el interior del fantasma y se escapaban juntos.

Llegó de día treinta y uno y después de las clases Jarek subió al cuarto para ducharse y cambiarse, estaba nervioso pero intentaba disimularlo y por suerte la máscara le ayudaba bastante.

                                                 

Notas de juego

Mañana pongo el otro que se me ha hecho tarde   u_u

Editado: llego ahora de un cumpleaños que se alargó mas de lo previsto, mañana sin falta posteo el que me falta   t_t

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25/01/2015, 10:22
Jarek Cerny -Slytherin-

La hora había llegado y Jarek apareció por el umbral de la gran puerta de entrada al Gran Comedor, se ajustó la máscara y después de un rápido vistazo para ver quién había llegado y quién no, fué a sentarse en la mesa de su casa a la espera del resto de amigos.

Había decidido ir como el protagonista de un libro que había leído hacía unos años y su atuendo era de lo mas normal: un traje de etiqueta como requería la ocasión, una capa sobre los hombros y, lo único que demostraba que estaba disfrazado, una máscara que ocultaba la mitad de su rostro.

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26/01/2015, 15:05

Joy se había preocupado muchísimo por la muerte del primer ministro. Lo primero que hizo la misma noche que se enteró fue mandarle una carta a su padre. En ella no llegó a incluir ninguna referencia directa a la muerte del primer ministro, pero estaba convencida de que su padre captaría la indirecta implícita en él. Quería saber si él se encontraba bien y, ya de paso, indicarle que había ido a Slytherin. Claramente se olvidó de los detalles de sus dos primeras clases, se limitó a alabar la magnífica sala de estar de la casa, el colegio y a los contactos que estaba consiguiendo.

Se esforzó al máximo en sus siguientes clases, no pensaba permitir que se repitiese lo de la vez anterior. tenía que conseguir ser la mejor maga de todos, aunque ella no consideraba que fuese complicado. Era aplicada, inteligente y tenía la sangre de los mejores magos por sus venas. No había nada que los demás pudieran hacer.

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26/01/2015, 15:16

Joy bajó relativamente a tiempo a la fiesta. Había acabado todas sus tareas y había preparado el disfraz con antelación, así que no vio razón para no acudir al Gran Comedor. Llevaba el traje de una dama de la época victoriana que le había enviado su madre, asegurándole que era auténtico y con una sutil advertencia que le indicaba que el vestido debía volver en perfectas condiciones.

Entró en la gran sala y vio que Jarek ya se encontraba sentado, así que se dirigió hacia allí. Le dedicó una sonrisa al llegar.

Impresionante disfraz. Dijo, mientras se sentaba a su lado. Me pregunto que hay detrás de esa máscara.

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26/01/2015, 15:28
Jarek Cerny -Slytherin-

Jarek vió llegar a Joy con un precioso vestido burdeos y se levantó un poco mientras la chica se sentaba, le devolvió la sonrisa y se alegró de llevar media cara cubierta.

- Bueno, - dijo un poco dubitativo - puede que la misma cara de siempre o puede que una sorpresa. - siguió con la broma - Tú te ves muy bien.

No estaba acostumbrado a halagar a nadie que no fuese su madre y dudó en qué decir, pero al final creyó que había acabado la frase decentemente.

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26/01/2015, 20:15
Maebh Connolly
Sólo para el director

En los dos meses que habían pasado desde la noticia de la muerte del ministro mi vida en el colegio había sido de lo más normal, sin notar mucho que el hombre hubiera muerto. Por lo menos por mi parte, aunque no se podía decir lo mismo de los profesores, sobre todo el director y los jefes de las casas, que parecían más preocupados y nerviosos de lo habitual. Bueno... y por las constantes noticias del periódico que seguían dándole vueltas a lo mismo una y otra vez. El problema, por lo que llegué a entender, era que no había candidato para ese puesto y en esos momentos la comunidad mágica estaba sin cabeza visible dentro del ministerio. La verdad es que a mí me daba igual mientras no afectara a mis estudios y a la vida del colegio.

Al principio había intentado que mi abuelo me explicara la situación, pero al ver que sólo me respondía con evasivas dejé de hacerlo, dedicándome sólo a escribir cartas relatando lo que me sucedía en el colegio. Mientras yo avanzara en mis estudios y nadie me molestara con estupideces, lo que ocurriese fuera por ahora no me importaba, aunque no podía negar que seguía sintiendo cierta curiosidad por saber si la muerte había sido natural o alguien había decidido acabar con él, y si era esto último entonces... ¿quién lo habría hecho?

Las clases avanzaban a buen ritmo y, a pesar de que aún era un poco torpe en ciertas cosas, veía cierta mejoría que me alegraba, aunque era consciente de que tenía mucho que aprender, por ese motivo no quería echar las campanas al vuelo antes de tiempo ni hacerme ilusiones demasiado grandes, porque mi abuelo siempre me había repetido que no era bueno mostrarnos orgullosos de nuestros logros delante de la gente, eso sólo podía atraer hacia mi persona envidias y celos.

Y por fin, Halloween había llegado.

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26/01/2015, 20:27
Maebh Connolly

A pesar de los rumores que circulaban los últimos días de que quizás la fiesta de Halloween no se celebraría, yo había sido previsora y había pedido a mi madre que me enviara un disfraz. Sabía por mis hermanos que en esa fiesta siempre se iba disfrazado así que, por si acaso, yo ya estaría preparada. Si la fiesta se cancelaba por culpa de la muerte del ministro, a pesar de que ya había pasado tiempo de ella, lo único que tendría que hacer era devolver a mi madre el disfraz y listo.

Pero no, el director había decidido, bajo mi punto de vista de forma muy sabia, seguir adelante con ella, así que esa noche la dedicaría a pasármelo lo mejor posible. Me preparé a conciencia vistiéndome con el blanco vestido con cenefas celtas y nórdicas, de corte sencillo pero elegante. Dejé el pelo suelto, recogido simplemente con dos pequeñas trenzas a los lados y, después de comprobar que estaba perfecta bajé por fin al comedor, donde ya se encontraban unos cuantos compañeros.

Me acerqué a Jarek y Joy que se encontraban sentados a la mesa.

-Vaya... Cuanta elegancia se ve por aquí. Con solo un vistazo se nota la mesa donde más distinción se respira ¿no os parece?

Notas de juego

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26/01/2015, 21:09
Arcturus Nohansen Wüstenfuchs

Horrible.

Dos meses. Horribles. McGonagall se había comportado como una autentica bruja falta de tacto, razón, sentimiento y amor por la inteligencia con aquellos castigos que si parecían castigar dolorosamente al pobre chaval. ¡Decir barbaridades sin dejarle contestar! ¡Qué horrible y cruel castigo, y peor destino! Además, las numerosas cartas de quejas al director no habían recibido respuesta.

Claro estaba, ninguna de aquellas cartas fueron enviadas con lechuza. Que horrible idea. Todas fueron dejadas al pie de la escalera, para que pudieran ser recibidas correctamente. Pero si aquellos castigos no eran lo suficientemente tortuosos, la cosa se había degradado potencialmente y exponencialmente cuando los castigos derivaron en la peor calaña de la sociedad mágica.

Gente como su hermana.

Flinch fue un ser humano terrible - si es que alguien con esa cara se le podía considerar dentro de la familia de los homínidos, claro -. Consiguió dar con su kryptonita, obligándole a limpiar los retretes. Las constantes negativas, juegos de palabras, y enfermedades repentinas que sufría el chaval ayudaron a que tal castigo no fuera tan duro como en un principio se esperaba.

Bendita hipocondría.

En aquellos meses, la relación con sus compañeros no fue a mejor tampoco. A él le gustaba estar solo. A los demás le gustaba evitarlo. Todos salían beneficiados. Quizás, la única que se salvó del saco fue Violet, quien en un intento de convertirla en la nueva Iraida, había encontrado una persona a quien tolerar -casi siempre- y lo más importante, que lo soportara. Que eso, a decir verdad, era lo más difícil.

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26/01/2015, 21:10
Arcturus Nohansen Wüstenfuchs

Ni había recibido correo, ni lo esperaba.

A pesar de haber dejado en casa a dos hermanas -las dos insufribles- y una madre -que prácticamente no era consciente de su existencia- Alexander no envió ni una sola carta. Tampoco la recibió. Y lo más extraño, es que en ningún momento pareció interesarse por comunicarse con los demás seres de la creación que compartían algún tipo de línea de sangre con él.

A él la política no le interesaba. Básicamente, había relegado la profesión de político a ese subconjunto de profesiones donde uno acababa cuando no aspiraba a nada más en la vida. Como ser conserje, recepcionista de Hogwarts o funcionaria como su madre. Simplemente, uno se aburría de su vida y decidía ser político. Y allí acababa la poca inteligencia que se le presuponía a cualquier ser humano.

Pero eso no era lo importante. Lo importante era el día de Halloween. Halloween, la deformación de una festividad ancestral cuyo significado se había perdido a través de los siglos. Pero él sabía a qué se daba todo aquello, y estaba dispuesto a explicárselo a cualquiera que tuviera alguna mínima intención de escucharle.

No nos engañemos. Alexander seguía llevando fatal las relaciones sociales. A decir verdad, la situación se había agravado respecto al inicio del curso, así como sus diferentes y numerosas manías sobre prácticamente todo. No solo seguía llevando fatal el tema de la higiene de muchos de los chavales, que parecían disfrutar retozando como cerdos entre olas de suciedad y microbios, además tenía que compartir misma aula con ellos.

Pero aquella era la Gran Noche. Y para Alexander, y sus atentos ojos, no le pasó desapercibido algunos errores de base en los disfraces de muchos de sus compañeros. Para comenzar, alguien había olvidado explicar a los Slytherin que para Halloween debían disfrazarse de algo que diera miedo. Y a no ser que la idea de olvidar media máscara fuera terrorífico para alguno -para él lo era- o hacerse pasar por un enorme repollo color carmesí, o la contraposición de las manchas con el color blanco impoluto del vestido arrancara el aliento de los presentes, estaba claro que se habían equivocado.

Por eso eran Slytherin. Estaba claro, los listos eran enviados a Ravenclaw.

La elección del disfraz de Megan le pareció de lo más acertada ¡Más aún! ¡Él estuvo a punto de disfrazarse de lo mismo! Claro estaba, en la mente de Alexander, la elección del disfraz de Megan se daba a que posiblemente esta tuviera una hermana mayor que gustara de vestir así, y que le diera miedo. Sí, el también había pensado en disfrazarse de su hermana mayor, cosa que si daba verdadero miedo.

Pero la idea de ponerse la ropa de su hermana le daba asco. No porque fuera de chica, era un disfraz después de todo, si no porque sabía que las medidas higiénicas de su hermana -y de cualquier otro que no fuera él mismo- dejaban mucho que desear. Eso sumado al riesgo de que posiblemente, no comprendieran de que iba disfrazado.

Por ello decidió ir de otra cosa. Una realmente terrorífica. ¡Iría disfrazado del Doctor Muerte! ¡Qué genialidad de disfraz! ¡Qué idea más genial, fantástica y singular! Una brillante, malvada y poderosa mente protegida por una poderosa armadura imposible de destruir por sus enemigos. Incluyendo las bacterias.

Así, entró en el Gran Comedor, quedándose en una de las esquinas sin moverse, simplemente quieto, pensando en sus cosas. Fueran las que fueran estas, por supuesto.