Partida Rol por web

Aquellos recuerdos del párroco cuidándola la hacían estremecerse... No sabía realmente nada de su pasado, aunque, sin embargo, pensaba que realmente era la elegida para representar a la diosa Shiva en aquel mundo. Sus pasos la guiaron de manera inconsciente a viajar hacia el norte, hacia tierras de nadie, mas allá del paso de ritión, donde dobló hacia la derecha. No sabía muy bien donde estaba, pero frente a ella se postraba un macizo: Una gran cordillera de enormes montañas congeladas, al igual que el lago al que precedía. La presencia de la diosa del glaciar se podía sentir en aquel lugar, como si de cualquier otro se tratara. Algo la impulsaba a subir a aquella montaña, al pico mas alto, a buscar quién sabe que... Solo tenía un presentimiento, un sentimiento que podía rechazar, o aceptar...

Su caballo no sufría ante las estepas nevadas: Hacía frio, un frio que calaba la piel, pero para ella no era algo tan acusado, solo un leve manto congelado que la rodeaba. El animal, completamente blanco, se encontraba detenido ante el camino que los podía llevar hacia atrás o hacia delante, aguardando la decisión de su jinete.

Observo el paisaje a mi alrededor. La ventisca revolvía mis cabellos sueltos mientras recorría con la vista todo. La inmensa montaña se erguía ante mi como un coloso implacable. Pero por algún motivo, Shiva me había llevado hasta allí. ¿Cual seria el designio que la diosa quería mostrarme?

-¿Que opinas Nagha...? ¿Avanzamos verdad?-

Le pregunto a mi caballo. Acariciando sus crines suaves y blancas. Merecía un descanso sin duda. Pero aun teníamos un poco mas de viaje antes de descansar.

Sacudo con suavidad las riendas, no hacia falta ser brusca con ella para que entendiera los mensajes y las ordenes. Me dispongo a avanzar para comenzar a subir.

La muchacha, sin embargo, con algo que no esperaba encontrarse allí: A los pies de la montaña, una pequeña villa se disponía entre los recovecos de la misma, oculta y resguardada del frio y la nieve. Los adoquines que decoran el suelo hacen que los cascos del caballo repiqueteen por toda la zona, aunque esta parecía estar muerta. No habían niños jugando, ni madres charlando, ni siquiera se escuchaba el sonido de los hombres en la taberna bebiendo o riendo desmesuradamente. Existían en aquel lugar varias casas que parecían un regalo a la vista, dado el lugar en el que estaban. Asimismo, había una fuente en el centro: Una fuente de la que brotaba agua, una agua que no se congelaba.. El frío seguía sin ser demasiada molestia para ninguno de los dos, caballo y jinete, y no caía siquiera nieve allí, lugar resguardado de todo tipo de peligro.

Apenas tiro de las riendas para que el animal se detenga. Frunciendo el ceño, recorro con la mirada aquella aldea. ¿Que ocurría? Con suavidad, me bajo del caballo, aun sosteniéndola mientras camino por aquel sitio.

¿Por que estaba todo tan vacío? Y aquella fuente... Me acerco a ella. Posando un pie delante del otro con mucho cuidado. Aun atenta a los ruidos a mi alrededor. Aquello no era normal, tenia que haber alguna explicación para todo eso.

Nada se mueve en aquel lugar. Ningun sonido emana de la localidad, a excepción de los propios pasos de la muchacha ,los cascos del caballo, y el sonido del agua de aquella fuente. Realmente no parecía haber nadie en aquel lugar....

Suspiro, antes de volver a subir a mi montura. Aquel lugar causaba tristeza con su desolación. Sus casas cubiertas de nieve. Un pueblo fantasma, escondido bajo el manto blanco de las lagrimas de Shiva. Ojala toda esa gente estuviese en un mejor lugar.

Observo la fuente unos momentos mas, tan bella y tan imperturbable... antes de continuar con mi camino hacia la montaña.

Comenzaba a caer la noche, y el frio se acentuaba, tanto que el cuerpo de la muchacha y su caballo comenzaban a sentirlo.. Mientras ascendían, aquel frio se hizo mas y mas intenso, y aún nisiquiera había alcanzado el primer punto de la montaña, un punto en lo mas alto de la falda, desde el cual la subida se hacía mas escarpada. Encontró varias grutas oscuras. Las paredes y el suelo que pisaba eran hielo completamente, como si una capa de aquel elemento lo cubriera todo por completo. La muchacha no puede escuchar nada con el sonido del viento gélido en sus oidos, como si este quisiera que se marchasen de allí.

Me detengo. Observando a mi alrededor. Poca cosa podía sentirse, pero algo me ponía intranquila. ¿Que era aquel sitio? Me causaba escalofríos.

Bajo de mi montura, tomando las riendas y estremeciéndome ante el viento helado que me quería alejar de allí. Escudriño las grutas acercándome a una.

Sus paredes irregulares estaban heladas y húmedas. La oscuridad que reinaba en su interior era como cualquier noche cerrada sin estrellas ni luna que guiaran.

Aquello no vaticinaba nada bueno. Pero no teníamos mas opción. La noche había caído sobre nosotros como un manto oscuro que no permitiría avanzar.

Doy unos pasos hacia el interior, adentrándome en la cueva. Sosteniendo las riendas de Nagha con firmeza, mientras avanzaba con paso cauteloso. Intentando oír algo mas que los gritos del viento a mi espalda.

Parecía escucharse algo en el interior de aquella gruta: Una especie de gruñido, quizás fuera el sonido de propia caverna, del propio hielo que producía sonidos similares a tal en ciertos momentos cuando el hielo quebraba por cualquier motivo, al menos en un ápice..

Me detengo en seco. ¿que había sido aquel ruido? La ventolera no me permitía notar las cosas con claridad y el interior estaba tan oscuro como boca de lobo. Sostengo las riendas de mi corcel, mientras escudriño un poco mas el interior. Intentando concentrarme para poder sentir algo mas allí dentro.

Definitivamente, aquel rugido era el de un animal. No podía discernir cual, pero sí era de una bestia. No se movía, pero respiraba profundamente emitiendo aquel sonido... sería mejor no adentrarse mas en la caverna.

Definitivamente era una mala idea continuar por aquel camino. Doy unos pasos hacia atrás para salir de aquella cueva. Me parecía mejor continuar el camino hasta encontrar otra cueva donde descansar. Prefería enfrentar el frío con Nagha antes de que peleáramos contra una bestia en medio de la ventisca y la noche.

Salió de allí e inmediatamente llegaron a otra caverna. Esta parecía despoblada completamente, no se escuchaba ningun tipo de sonidos, mas que el de la ventisca azotando el exterior...a decir verdad, allí se ganaban algunos grados y podía descansar, siempre y cuando calentara mas el ambiente..

Ingreso a la cueva, alejándome un poco de la entrada junto con mi montura. Lo mejor seria descansar allí por lo menos unas horas. Me siento contra una de las paredes, dejando que el animal descanse a mi lado.

Buscando algunas ramas o algo con que encender un fuego para mantener el ambiente caldeado para las dos.

Encuentra algunos trozos de madera. Aquello significaba, aparte de que podría sobrevivir allí, que alguien había vivido en aquel lugar, en algun momento de su vida.... La cueva parecía un lugar relativamente cómodo y resguardado del frio. Podía ser perfectamente habitable, si uno estaba acostumbrado a este tipo de clima..