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La Espada Enlutada

Acto 1: Un ajetreado día en el Mercado de las Especias

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23/05/2018, 21:57
Maestro de Juego

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11/06/2018, 20:14
Maestro de Juego

Acto 1: Un ajetreado día en el Mercado de las Especias


Nakuro es la capital del Imperio Mida, la joya de la civilización de Voldor. Su peculiar mezcla de edificios en el suelo y en los árboles ha evolucionado a lo largo de los años para acoger a cualquier persona, sea cual sea su raza: salvo en el casco histórico de la ciudad, es fácil encontrar pavimentos preparados para centauros, sillas adecuadas para razas pequeñas, etcétera. En definitiva, todo tiene una pátina de civilización y cordialidad, perfecto reflejo de lo que los mida prodigan al resto de civilizaciones de Voldor.

El mercado de Nakuro está a la altura de la ciudad: es un enorme conglomerado de tiendas, entre puestos que llevan allí
desde que se fundó la ciudad y los siempre cambiantes puestos itinerantes. La guardia de la ciudad, con sus cotas de malla que refulgen cada vez que un rayo de rol atraviesa los frondosos árboles, se asegura de que nadie perturbe la paz del lugar. Los mida pueden ser un pueblo civilizado, pero justamente por ello son duros con aquellos que quebrantan la ley. Pero muchos viajeros visitan Nakuro sin saber que hay un mercado dentro del mercado. En lo más antiguo de la ciudad existe una calle que conduce a una pequeña plaza circular en cuyo centro se erige uno de los árboles más antiguos. Toda esta parte del mercado, desde la calle hasta la plaza e incluso las ramas del árbol, forma el Mercado de las Especias.

El Mercado de las Especias nació justamente como eso, una pequeña serie de puestos ambulantes que traían pequeñas pero sabrosas mercancías con las que satisfacer el refinado paladar de los hombres mono. Sin embargo, con el paso del tiempo el enfoque se fue difuminando y acabó por convertirse en lo que es hoy: un lugar donde comprar rarezas, esa clase de productos tan valiosos que requieren un gran pago en sal. Dado el valor de las mercancías, el Mercado de las Especias cuenta con su propia guardia al margen de la de la ciudad.

Habéis coincidido durante la última etapa de vuestro viaje hasta allí y la búsqueda de protección y compañía ha hecho que queráis seguir juntos, al menos por ahora. Es la primera vez que estáis en Nakuro y habéis decidido dar un paseo, sin saber muy bien dónde estáis.

Notas de juego

Es hora de que cada uno presente a su personaje con su primer mensaje, narrando lo que considere para que el resto del grupo se haga una idea de cómo es. Esto os ayudará a soltaros y a tener una primera toma de contacto con vuestro propio personaje antes de que empiecen las tiradas y los combates tan propios de este tipo de aventuras.

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13/06/2018, 14:35
Xolotl

 

Xólotl llegó con Kimhari.  Ambos eran emisarios de sus pueblos, de la Alianza que habían formado entre ellos, y venían a buscar al Imperio Mida contactos, gente de influencia, para presentar a su Alianza y buscarle apoyos, aunque fueran sencillos al principio.  Finalmente no la tenían fácil allá de donde venían. 

Y bueno, todo el que llega al Mercado, va a conocer al Mercado de las Especias. Aunque fuera sólo para quedarse mirando con la boca abierta las maravillas que hay ahí.   Pero, claro, en este caso, buscaban además un contacto*, algún puesto de dracónidos que les diera las primeras claves de a quien en la corte los vería con buenos ojos, para comenzar desde ahí.

 

Notas de juego

*  Usaría su habilidad especial de trasfondo, la de que "es bien recibido doquiera que haya dracónidos", ¿queda?

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13/06/2018, 18:43
Kimahri

Eurana había guiado los pasos de Kimahri más allá de la cordillera de Amastan en dirección al norte. Remontando el Xalavisaz , junto a una comitiva diplomática, consiguió adentrarse en las tierras del imperio Mida.

Por un lado los Vadanios habían hecho una escalada armamentística y sus incursiones en las costas de Yugerten eran cada vez más habituales y por otro los ataques de las tribus orcas desde las montañas empezaban a hacerse más y más numerosos. Para protegerse de un enemigo común había que afianzar las relaciones con los midas y por esa razón una comitiva diplomática, encabezada por el hijo de un héroe entre los felínidos debía ir en persona.

Durante el largo viaje se unieron a otro grupo de emisarios dracónidos. Eran gente extraña, pero no tardaron mucho en darse cuenta de que pese a tener una naturaleza completamente distinta, en el fondo sus ideales iban en la misma dirección. Entre ellos había un druida con un nombre difícil de pronunciar en su lengua, pero con el que había conseguido entablar cierta relación de cordialidad. Juntos marcharon para tener una audiencia con la corte mida y parlamentar sobre las posibles alianzas entre pueblos.   

Para cimentar la confianza era de gran importancia tener gestos de buena voluntad con los midas. El felínido sabía que traer la paz a sus tierras dependía en gran medida de su papel en su capital, Nakuro.  

Esa ciudad maravillosa se mantenía en un orden perfecto, incluso demasiado. En ocasiones las leyes de aquel lugar le parecían excesivas y muchas veces hasta difíciles de cumplir. El protocolo no era el fuerte de su gente que solía desentenderse de lo que sucediera fuera de sus fronteras y especialmente Kimahri era muy reservado en ese aspecto. Tenía que hacer un gran esfuerzo para entender toda aquella belleza envuelta en rigidez, como si se tratara de un jarrón de porcelana. Sólo esperaba que con sus grandes manazas no se rompiera...

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13/06/2018, 19:36
El predicador

El mercado de las especias, el centro del centro del corazón del imperio Mida y sin lugar a dudas el lugar más adecuado para descubrir, entre las baratijas expuestas y sin arriesgar la vida, mineral de xion u objetos de los Peregrinos realizados con dicho material.

Sus ojos iban y venían curiosos por los distintos expositores casi sin prestar atención al resto de sus compañeros: Kimahri, Xolotl y Kazuo, únicos supervivientes junto con él de una comitiva de viaje mucho más grande.

El destino de todos ellos era Nakuro, así que permanecer juntos hasta que lograron su objetivo no había sido complicado, aparte, sin grandes alardes de amistad, habían congeniado bien y el hecho de haber sido los únicos supervivientes de aquel largo viaje era un valor añadido.

Era curioso que la llegada a la ciudad no les hubiera separado, no era que tuvieran un destino (con mayúsculas) juntos ni nada por el estilo, pero bien a propuesta suya o de otro, no era capaz de recordarlo, allí estaban todos juntos.

- No sé si sabéis cómo es el xion pero si alguno viera una muestra, ya sabe, que me lo diga - les dijo sin apenas mirarles.

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14/06/2018, 22:24
Kazuo

Kazuo había comenzado su búsqueda transitando por caminos principalmente rurales y en pocas ocasiones se cruzaba con gente. La mayoría de los seres que veía se correspondían en su descripción a las razas de las que tenía noticia y le habían descrito en el monasterio; humanos, con el cuerpo carente de vello o plumas y una mirada hostil; Elfos, muy similares a los humanos, más esbeltos y de orejas puntiagudas, poseedores de un porte orgulloso; algún enano, corto de estatura y robustos como rocas, adornando su rostro con un nutrido vello facial y un ceño habitualmente fruncido; pocos Mida, el pueblo más reconocido, quizá la cultura más dominante en la actualidad, parecidos a los humanos, pero claramente diferenciables con su hirsuto vello, abundante en todo el cuerpo a excepción de su rostro.

No en pocas ocasiones se descubrió pensando que debía haberse preparado mejor para el viaje, adquirir un mayor conocimiento de quienes poblaban el mundo más allá de las fronteras que él conocía. Sin embargo, su culpa no le hubiera permitido retrasar lo que debía hacerse. Era necesario.

Caminaba sin un rumbo fijo, evitando entablar conversación o relación con viajero o paisano alguno. Raramente abandonaba mucho tiempo o se alejaba del camino. Pero, del mismo modo que el destino eligió que saliese del monasterio, igualmente el destino decidió que una enorme tormenta estallase en su camino haciendo imposible en su virulencia permanecer al raso.

El viento y la lluvia golpeaban con fuerza haciendo que su sombrero Kasa y sus ropas de viaje no le ofrecoesen la menor protección. Obligado por las inclemencias meteorológicas, siguió los pasos de un grupo de comerciantes que vió en el camino pues sin duda ellos sabrían dónde guarecerse.

Llegó entonces a una edificación de piedra que parecía haber visto tiempos mejores, achaparrada, de madera oscura y piedra. La identificó como una posada y decidió entrar a pesar de su deseos de soledad.

Allí, en la posada, se arracimaban una elevada cantidad de personas a las que la tormenta había sorprendido en el camino. No hubiera dicho que la posada sobrepasase su capacidad, pero sin duda quienes regentasen el establecimiento tendrían cantidad de trabajo y ganancias en igual medida. Se aposentó a la mesa de un rincón deseando evitar miradas curiosas. Los karasu no solían aventurarse fuera de sus territorios y su visión levantaba extrañeza y curiosidad entre los forasteros. La mayoría ni tan siquiera sabían a que raza pertenecía y muchos menos habrían visto a uno de ellos.

Kazuo se contentó con consumir su caldereta en el rincón regada con un brevaje que el tendero había denominado "cerveza" o algo así. A Kazuo el brevaje le recordó vagamente a la bebida que en su tierra se denominaba "Birra" y dió cuenta de ella en silencio.

En su silencio pudo escuchar a un grupo de viajeros que, según pudo descifrar a través de un maremagnum de acentos distintos, se dirigían a la capital del Imperio Mida en misión diplomática. Obviamente pertenecían a comitivas distintas a juzgar por su aspecto. Parte del grupo tenía aspecto de enormes Bestias carnívoras, lo que le llevó a deducir rapidamente que eran felinidos; el resto del grupo estaba compuesto por seres de aspecto escamoso, pero Kazuo no habría sabido decir que raza exacta representaban. Aparentemente habían decidido unirse en aras de una mayor seguridad en los caminos pues algunos de los viajeros que se encontraban en la sala decían haber sido víctimas de asaltantes.

Un tipo con cornamenta y de piel cobriza parecía ser el único superviviente de su grupo, y por la descripción que dió de los asaltantes, Kazuo pensó que podrían ser las personas que buscaba como parte de su odisea. Dado que la comitiva aceptaba de buen grado a aquellos que se quisieran unir en su ruta y el hombre de la cornamenta se había unido, decidió unirse y averiguar más de los asaltantes para confirmar sus sospechas.

Durante el camino, obligado por la etiqueta, intercambiaron conversaciones y a pesar de la parquedad del carácter de Kazuo, se desarrolló cierto entendimiento entre ellos y conforme la comitiva iba dividiendose y menguando cuando los caminos a seguir diferían, pronto quedaron unos pocos. Esos pocos, llegaron a Nakuro, la capital del imperio mida adentrandose en el mercado hasta llegar al mismo centro, el mercado de las especias.

Kazuo jamás había visto semejante marabunta de actividad y colorido, un coro cacofónico y estroboscópico de imagenes y sonidos llenaban sus sentidos haciendo difícil para él mantener la serenidad. Su adiestramiento le ayudó a conservar la calma, pero sus ojos se movian a toda velocidad de un lado a otro temiendo ser presa fácil de un ataque entre semejante tumulto. De nuevo Kazuó se descubrió deseando haberse preparado mejor antes de acometer su viaje, y de nuevo su voluntad se impuso con la certeza de que no había sido su elección.

El hombre cornamentado, que se hacía llamar "El predicador" indicó su deseo de ser informado de la presencia de Xión, pero el karasu estaba más pendiente de avistar a sus sospechosos, cosa compleja en semejante ambiente.

 

Notas de juego

Máster, no he querido dar una descripción más detalla de los asaltantes porque no sé si me será proporcionada por ti o si El Predicador me la quiere dar en un futuro post, ahí lo dejo, jeje.

Por otro lado, he creído que podía aunar las historias de todos. Me ha quedado un poco largo, pero creo que es plausible.
 

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15/06/2018, 17:45
Maestro de Juego

Un grupo de cuatro centauros encabezados por su capitana centauro también, una soldado veterana que ha cambiado una vida errante por la comodidad de la ciudad, forman la guardia propia de este peculiar mercado. La capitana en persona suele pasearse por el mercado y conoce a todos los mercaderes y a los principales clientes por su nombre. Para ser una centauro, se mueve con gracilidad por la zona gracias a que la conoce muy bien. Caras nuevas como las vuestras, sobre todo si no son mida, atraen inmediatamente su atención.

Nada más llegar, uno de los centauros de la guardia clava sus ojos en vosotros y empieza a seguiros de forma nada discreta.

Aunque bien vigilados, podéis pasear y conocer el Mercado de las Especias donde encontráis todo tipo de objetos extraños, algunos de los cuales no habéis visto en vuestras vidas: espejos de viaje, especias extrañas e incluso algún que otro pergamino con textos glíficos y antiguos. Quizá puede que El Predicador tenga la suerte de encontrar algo de Xion tal y como parece ser su gusto.

Notas de juego

Todo aquel que desee buscar algo en concreto, debe realizar una tirada de Sabiduría (Percepción).

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16/06/2018, 01:28
Kimahri

Uno de los viajeros, que se hacía llamar El predicador, había solicitado información si encontrabamos ese Xion que busca. Eran artefactos extraños, reminiscencia del poder de los peregrinos, algo cuanto menos peligroso a sus ojos.

El Mercado de las Especias era un lugar lleno de color y aromas, que no podía hacer otra cosa que cautivar los sentidos embriagándolos hasta límites insospechados.

El emisario comenzó a buscar rarezas. Algo especial para llevar a la corte de los mida. Algo interesante pero que a la vez pudiera permitirse pagar. Era difícil, peto no imposible.

Si no encintraba un objeto así en El Mercado de las Especias es que no existía sobre la faz de Voldor...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Busco un presente lo suficientemente interesante como para que el emperador pueda concederme una audiencia con él, pero que a la vez pueda pagar xD

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16/06/2018, 12:51
Xolotl

 

Xólotl caminó por el mercado tratando de ubicar algún puesto que estuviera atendido por algún dracónido, o ver algún otro visitante de su raza de alguna otra región o poblado.   Era difícil, estaba lleno de gente, mucha más de la que había visto en ningún otro lado.

Pero eso sí, dado que uno de los centauros de la guardia los comienza a seguir, empieza el druida a leer sus movimientos, para entender sus motivaciones.  ¿Es sólo una inspección de rutina? ¿Es que le encargaron seguir más de cerca a alguien de nuestra raza o vestimenta?  ¿Está buscando a alguien en particular?  ¿Nos tiene desconfianza o piensa agredir, o sólo esta pendiente para ayudar o informar? 

Finalmente intenta ayudar a Kimahri persuadiendo a algún comerciante que tuviera un regalo que le interesara al felínido para que le diera descuento.  Diplomático vía regalos, interesante, mm.  Debería imitarlo.

 

- Tiradas (3)
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16/06/2018, 23:26
El predicador

El predicador estaba mirando entre las diferentes baratijas cuando la presencia del guardia centauro le distrajo por completo de su cometido. Desde aquél momento estuvo más pendiente de seguir con la mirada a su perseguidor que de prestar atención a lo que aquellos comerciantes podían ofrecerle. 

Ojeó de manera casual alguno de los pergaminos, pero poco más, la mirada de guardia era demasiado perturbadora como para mantener la concentración en cualquier otra cosa. Finalmente se detuvo y se encaminó hacia él. 

- Disculpe, he notado que nos sigue, ¿puede este humilde siervo de los peregrinos ser de ayuda a un miembro de la guardia? - preguntó, desconocedor de si aquella conducta incomodaría a sus compañeros.

- Tiradas (1)
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18/06/2018, 16:03
Kazuo

Kazuo observaba todo con el nerviosismo propio de quién jamás había visto tanta gente en un mismo lugar. Sus ojos iban y venían de un lado a otro. A pesar de ello, consiguió serenarse y concentrarse en lo más inmediato. Comenzó a observar la zona y los objetos expuestos en la busqueda de objetos culturales de su pueblo que no debiesen estar allí.

Para Kazuo había resultado evidente la actitud del cuadrúpedo que los seguía indisimuladamente. Era uno de los guardias del lugar, eran un variopinto grupo de extraños que llamaba la atención en gran medida y no se fiaba de ellos, hacía bien. Él había sido guardián en su templo y comprendía que en situaciones semejantes era mejor pecar de desconfiado que de lo contrario, sin embargo alguno de sus compañeros de grupo no parecía considerarlo igual.

El predicador se dirigió de una manera educada a su vigilante intentando comprender sus intenciones, no obstante, el monje pensaba que esa actitud solo contribuiría a aumentar las sospechas sobre su grupo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

La tirada de percepción como he indicado en el texto es en busca de algun objeto Karasu que no deba estar en un mercado, algún objeto robado, contrabando o algo así.

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18/06/2018, 20:29
Maestro de Juego

Cruzando entre los múltiples y variopintos puestos que ofrecen toda clase de extraños y exóticos artículos, no podéis dejar de sentir la mirada de la guardia sobre vuestras espaldas, lo que os dificulta concentraros en las mercancías debido a la incomodidad de saberos vigilados.

Todo aquello que encontráis y que tenéis por bien preguntar, os dais cuenta de que aquí, en esta parte del mercado, vuestro dinero no tiene ningún valor: está completamente fuera de vuestro alcance.

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18/06/2018, 20:35
Guardia del Mercado

El Predicador se acerca al guardia sólo para encontrarse con su fría mirada, bien entrenada durante lo que parecen largos años de servicio a la causa.

- Sois nuevos por aquí, me acordaría de haberos visto antes; eso para mi es ya un motivo para desconfiar de vosotros. Seguid vuestro camino, disfrutad del mercado, de la hospitalidad de Nakuro, pero no os metáis en líos - dice con una voz tan fría como sus ojos.

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18/06/2018, 20:41
Maestro de Juego

Mientras curioseas cosas de entre los puestos sin dejar de prestar atención a El Predicador y aquella conversación con el guardia que no terminas de aprobar, sientes como parece haber alguien que también os sigue, sólo que al contrario que los centauros, este lo hace muy sutilmente, como una figura borrosa entre tanta aglomeración de gente.

- Tiradas (1)
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19/06/2018, 23:12
Kimahri

Sin saber muy bien como se habían perdido por las calles de Nakuro hasta llegar a ese Mercado de las Especias, dónde todo parecía excesivamente caro, el felínido comenzó a sentirse fuera de lugar. Su misión se estaba retrasando sin motivo aparente, así que aprovechó la presencia de uno de esos guardias centauro para continuar su camino.

- Disculpadme, soy emisario en misión diplomática. - dijo dirigiéndose al centinela. - Es la primera vez que visito la ciudad y al parecer nos hemos perdido. ¿Podría acompañarme a mi y a mi colega... - continuó señalando al druida dracónido.  -...hasta un lugar donde los diplomáticos podamos solicitar audiencia?   

Esperaba que como mínimo este le ofreciera indicaciones para poder llegar. Y si en algún momento el guardia precisaba de un documento que acreditara su palabra se lo mostraría sin problemas. 

El felínido estaba haciendo un esfuerzo importante para comportarse tal y como le habían enseñado a hacer. Él por propia naturaleza era alguien muy abierto y que confiaba en la bondad de la gente. Pero el protocolo no era su fuerte...

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19/06/2018, 23:51
Xolotl

 

Todo bien entonces.  Saludos oficial.  -y Xólotl se siguió por el mercado, atento a los distintos ritmos que tenía el lugar.  Buscaba dracónidos, de cualquier metal, ellos sabrían cómo ayudar.

 

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20/06/2018, 17:31
Kazuo

El monje comenzó a encontrar incómodo su sobrero Kasa, la reducida altura del karasu en conjunción con la aglomeración de gente provocaba choques constantes de los bordes del característico atuendo, convirtiéndolo más en una incomodidad que en una ayuda. Por ello decidió dejarlo caer sobre su espalda, y mientras este permanecía colgado de su cuello por una cinta  lo sustituyó por una capucha que llevaba unida a su kimono pues seguía poco interesado en atraer la curiosidad de la gente.

Con ánimo de conseguir nuevos pigmentos para sus pinturas Se acercó más a un puestecillo que vendía artítulos artísticos. Estaba tan absorto observando los distintos puestos y al mismo tiempo tan desorientado debido al asalto multisensorial del mercado que terminó siendo arrastrado por la corriente de la multitud sin ser consciente de ellos, desapareciendo de la vista de sus compañeros conforme los separaban más y más personas.

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20/06/2018, 17:46
Kazuo
Sólo para el director

Quiero intentar rodear al observador desconocido para acercarme y pillarlo por sorpresa. Algo me dice que no soy su objetivo, pero aún así he querido jugar la treta de dejarme arrastrar por la multitud para no levantar sus sospechas. Bien pensado, es posible que haya más mirones trabajando en equipo con él, pero ya he corrido el riesgo y de perdidos al río.

No sé si es necesaria una tirada de sigilo, de engañar, o de ambas.

Dejo una tirada hecha y ya le aplicas los modificadores apropiados si lo ves adecuado.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

que tirada más triste...

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20/06/2018, 19:28
Keynahari

Buscando sorprender a vuestro perseguidor misterioso llegas a un plaza, donde tu estratagema termina dando resultado  gracias un tropiezo torpe con un carrito de frutas de ese que detectaste que os estaba siguiendo. Este intenta volver a perderse entre la gente pero se da cuenta de que ya es tarde: le has descubierto.

Desde un soportal logras ver como su mano, una delgada mano claramente mida, haciéndote gestos de que te acerques acompañándose de un sutil "chis" de su boca, justo entre dos puestos ambulantes en un punto aparentemente ciego a los ojos del centauro que os vigilaba y de tus otros compañeros que todavía andan hablando con él.

- Vaya, me has pillado, buen trabajo, pensaba que no seríais capaces de descubrirme - te dice el mida, embozado en una capa que le cubre el rostro - ¡Rápido! ve a buscar a tus amigos, debéis ayudarme. No tengo mucho tiempo y no puedo hacer esto personalmente.

Por su tono de voz, parece que realmente tiene una urgencia. Observas los alrededores receloso y crees estar seguro de que quien sea aquel mida está solo ya que no percibes ningún movimiento sospechoso en los alrededores. 

- Tiradas (1)
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20/06/2018, 19:40
Guardia del Mercado

Xolotl puede distinguir algunos miembros de su raza, pero de forma aislada. Seguramente habitantes asentados en Nakuro, comerciantes o bien visitantes aislados como ellos mismos. Nada que parezca remotamente un grupo de ellos.

El guardia analiza al felínido antes de responder.

- Los emisarios deberían dirigirse a Kasanka, el Templo de Piedra. Allí está el palacio imperial, pero no os recibirán así como así. Hay mucho ajetreo estos días; de hecho hay mucho ajetreo siempre. - dice con gesto muy serio - Tendréis suerte si os dan audiencia para esta misma semana pero dudo que lo hagan.

Después sigue mirando al resto de vuestro grupo, tratando incluso de averiguar hacia donde se había perdido el Karasu, cuando os dais cuenta también de que este ha desaparecido de repente de vuestra vista.

- Más os vale no esta tramando nada - dice receloso - Os estoy vigilando - concluye.

Notas de juego

Kazuo ha desaparecido entre la gente y por ahora deberéis quitarlo como destinatario de vuestras respuestas.